18.12.2005












"NO PARÓ, ME DESTRATÓ, DEJÓ A UN ESCOLAR BAJO LLUVIA..."

Pasajeros insatisfechos con el transporte colectivo

Presidente de Cutcsa, Juan Salgado: Nos avergüenza que ocurra, pero en una empresa de más de 5.000 empleados es difícil evitarlo. Los controles son permanentes, un tribunal examina más de 10 denuncias por día y hay sanciones progresivas hasta la destitución. Los conductores - cobradores, 25% del total, casi no tienen quejas. Hay un trabajo social de la empresa, y quienes actúan mal se perjudican a sí mismos pero sobre todo al conjunto.

EN PERSPECTIVA
Miércoles 22.10.03, 08.53.

JOSÉ IRAZÁBAL:
Nos acompaña el presidente de Cutcsa, Juan Salgado, con quien vamos a hablar de las quejas que tiene la gente sobre el servicio de transporte urbano, en este caso de la empresa más grande de Montevideo, que maneja el 65 por ciento de los boletos vendidos en la capital.

El miércoles pasado, en La Tertulia, Joel Rosenberg compartía con nosotros una experiencia personal que le había tocado vivir a bordo de un ómnibus de la línea 192 de Cutcsa.

Lo invito a escuchar lo que decía Joel el miércoles.

(Grabación)

JOEL ROSENBERG:
Sí, rápidamente: el sábado pasado no, el anterior, fui a subir a un 192, que siempre para muy lejos del cordón allí en el Parque Rodó, en su primera parada, donde arranca, y vi una señora que venía corriendo para subirse al ómnibus; entonces al llegar al ómnibus esperé unos segundos para que la señora subiera. Cuando yo ingreso al ómnibus el chofer arranca bruscamente, cosa que me hace tambalear un poco en ese primer escalón, y cuando logro meter el segundo pie, cierra bruscamente la puerta, o sea que me golpea el brazo e incluso deja parte de la mochila que llevaba trancada, tuve que tironearla.

Le hice ver esto al chofer, segundos después de que reaccioné lo que me había pasado le hice ver al chofer lo que había hecho y me contestó: "¿Por qué no subís cuando tenés que subir?".

EMILIANO COTELO:
Tú estabas haciendo tiempo para que llegara la señora.

JR - Claro; le expliqué eso -lo que él había visto: que había una señora, que esperé sólo tres segundos, que no había problemas- y me dijo: "Yo no necesito alcahuetes para manejar, para laburar". Ahí quedé petrificado unos segundos porque... supuse que había pasado en alguna vida previa con este señor para que quisiera primero tirarme de un ómnibus y después agredirme así, cuando aparte era todo calma. Porque en el Parque Rodó un sábado de tarde es justamente es un horario de mucha calma, no tenía nada que ver con nada, el ómnibus iba vacío, con dos o tres personas.

Yo me quedé ahí casi petrificado; me dijo: "Correte de ahí, valor, que estás molestando". Después paró en Julio Herrera y Reissig a saludar a un amigo; lo hizo por sobre mi cabeza, porque yo seguía parado en el primer escalón... O sea que no estaba apurado, porque se paró a saludar a alguien, que supongo que sería de la terminal, algún compañero, y al seguir me dijo de vuelta: "Valor, te dije que ahí molestás", y yo subí al ómnibus.

Al bajar encontré un inspector al que le hice mi reclamo por lo que me había sucedido. Aún estaba un poco nervioso por lo que había pasado en ese ómnibus, me sugirió el teléfono, 204 00 00, de Cutcsa; hay un servicio de atención al cliente allí. Me dijo que hiciera la denuncia; además me manifestó que eso que hice yo -esperar a la señora- era en beneficio de ellos que tanto están reclamando clientes, pasaje.

(Fin de la grabación)


Después de este relato de Joel en La Tertulia empezaron a llover mensajes de la audiencia contando experiencias similares de maltrato, de problemas en la relación con el personal de los ómnibus. ¿Qué primera reflexión hace usted sobre esto que acaba de escuchar?

JUAN SALGADO:
La primera reflexión es que a mí, como a muchísimos integrantes hoy de Cutcsa, guardas y choferes que están muy preocupados en primer lugar por su fuente de trabajo y por ayudar en toda una iniciativa que venimos llevando adelante desde hace tiempo de tratar de mejorar el servicio que estamos dando, estas cosas nos dan vergüenza.

Evidentemente no se puede controlar al 100 por ciento del personal. Yo siempre lo digo para que tengamos una idea de qué estamos hablando... Y no estoy poniéndome a la defensa: primero dije "Me da vergüenza este tipo de actitudes" y queremos tratar de corregirlas. Les da vergüenza a los compañeros, a muchos compañeros de trabajo que hoy se desviven y tratan de atender al público lo mejor posible, que también los hay, también hay muy buenos funcionarios.

Pero en una organización donde hay 5.000 personas, podemos estar hablando del 1 por ciento o del 0,5 por ciento, de 25 personas; el problema es que esas 25 personas en un total de 5.000 no están encerradas entre cuatro paredes en una fábrica, sino...

JI - Esa cifra, ¿la maneja al azar o hay algún...?

JS - No: es para decirle que, si ni siquiera llegáramos a tener dentro de...

JI - Si fueran 25 serían claramente identificables y la empresa los podría sacar.

JS - Sí, si fueran solamente 25 identificables. Pero aún si fueran solamente 25 personas que no estén de alguna manera en la misma sintonía en que está la gran mayoría de los funcionarios, de guardas y choferes, esas 25 personas tienen trato con mil personas diarias. Entonces, vaya si nos hace daño, vaya si de alguna manera nos está tirando para atrás no solamente el esfuerzo de la gente: la inversión que la empresa viene haciendo desde hace dos o tres años para mejorar ese servicio. Porque el servicio se mejora con dinero: mejorando la flota, teniendo la flota más nueva de la historia del transporte en Uruguay -el 90 por ciento de nuestra flota tiene 10 años de antigüedad máxima-, se invirtiendo en tecnología o en algunas cosas que puedan mejorar el servicio, pero también el servicio depende del humano, de la persona, el funcionario, el que trabaja allí.

JI - Antes de empezar a hablar sobre cómo administra Cutcsa en la interna este tipo de casos, cómo se organiza, cómo prepara a su personal, quisiera ordenar la información en cuanto al tamaño de Cutcsa, cuánta gente está trabajando hoy en la empresa y bajo qué relación, porque muchos de quienes trabajan son propietarios de las unidades.

JS - Cutcsa tiene el 65 por ciento del sistema de transporte de Montevideo, tiene 5.000 personas trabajando en todas las áreas, no solamente en plataforma -o sea, de guarda y de chofer, sino en los servicios y en la administración-, y tiene 2.200 propietarios de una cuarta parte -la gran mayoría- de un ómnibus, que a su vez están trabajando. O sea que de las 5.000 personas hay 2.200 que son propietarios y trabajan de guarda, de chofer, de mecánico, de administrativo, en algún lugar de la empresa cumplen funciones. El total de propietarios en la empresa son 3.500, 3.600.

JI - Hay propietarios que tienen más de un ómnibus.

JS - Sí; el 85 por ciento -o más en este momento- tiene una cuarta parte, la unidad es la cuarta parte. Algunos tienen dos cuartas partes, medio coche, y solamente el 3 por ciento tiene más de un ómnibus. O sea que Cutcsa está integrada en general por aportadores de capital que a su vez ponen trabajo en esa inversión.

JI - ¿Tiene un cálculo de cuánto deja un ómnibus por mes?

JS - No, no deja. Por eso la gran mayoría de los propietarios, 2.200 de esos 3.500, están trabajando. Nunca fue ningún negocio de una rentabilidad importante, pero en los últimos tiempos, con todas estas situaciones de... no solamente de las tarifas deficitarias, de los aumentos que no han sido contemplados en las tarifas y todo lo demás, la rentabilidad es cero. Lo que estamos tratando de hacer en los últimos tiempos es reestructurar a la empresa (lo hemos hecho, porque hace muy poco tiempo teníamos muchísimo más personal, y lo hemos hecho sin despidos, no cubriendo vacantes). Estamos tratando de reestructurarla, de mantenerla, adecuándola a esta realidad de hoy.

JI - ¿Cuánto gana un chofer, cuánto gana un guarda hoy en Cutcsa?

JS - El sueldo nominal de un guarda, con beneficios, es hoy de aproximadamente 12.000 pesos; el de un conductor es 14.000 aproximadamente, y el de un conductor cobrador unos 17.000 pesos.

***

JI - Vamos al llamado de un oyente que nos dice que el tema de los problemas de Cutcsa es "de espíritu de la empresa". Dice que no cree que sea porque atienden mucha gente, porque en otros lados atienden mucha gente y no la tratan mal.

¿Cómo se organiza Cutcsa para monitorear la actuación de su personal?

JS - En primer lugar creo que ni todo lo bueno ni todo lo malo del transporte solamente pertenezca a Cutcsa. Acá hay un sistema de transporte. Por supuesto que no es ningún espíritu de la empresa, que siempre ha estado preocupada por la disciplina de su personal, y en los últimos tiempos no sólo ha estado preocupada por la disciplina sino además por mejorar el contacto y el vínculo entre el funcionario y el pasajero.

Cutcsa tiene una organización como gran empresa donde hay un departamento de recursos humanos, de donde surge un tribunal disciplinario; los inspectores, o sea todo el personal de inspección que está en la calle, es quien detecta los problemas o las faltas, las informa, pasan a ese tribunal que, de acuerdo al reglamento vigente, donde se contemplan la mayoría de las faltas -no hay faltas que no estén contempladas dentro de ese reglamento-, le corresponden suspensiones por determinados días que van aumentando en virtud de la reincidencia del funcionario, hasta llegar en algunos casos hasta la propia desvinculación de la empresa.

El sistema funciona, incluso cuando las sanciones son importantes o llegan a la desvinculación de la empresa se le da a una comisión de los propios trabajadores para que hagan los descargos: en todos los casos los funcionarios tienen tiempo para hacer los descargos sobre lo que pasó y dar su visión del problema o de la falta. En definitiva después toma la resolución el propio tribunal, que es independiente inclusive del directorio; la sanción que toma es totalmente independiente de todo.

JI - Usted decía que la denuncia puede venir por el lado de un pasajero común y corriente que tenga un problema, que puede llamar por teléfono, o hacerla directamente en la empresa.

JS - La denuncia se puede hacer por teléfono, por el 204 00 00, o yendo a la empresa, a Luis Alberto de Herrera, frente a Casa de Gobierno, allí está el Centro de Atención al Cliente, o por nota dirigida al Centro de Atención al Cliente, dirigida a mí, en Sarandí 528, frente a la Catedral. A todas las notas, absolutamente a todas las notas que llegan se les da curso. En algunos casos no se llega a tomar medidas disciplinarias, pero integrantes del tribunal conversan con el funcionario que hizo determinada cosa. En otros casos hemos contactado al funcionario de la empresa con la persona que hizo la denuncia; nuestro funcionario reconoce su error y habla con la persona. En otros casos le hemos pedido a la persona que hace la denuncia que la termine firmando como elemento legal para poder llevar adelante determinada medida disciplinaria. En ningún caso, por lo menos que esté en conocimiento nuestro, ninguna llamada, ninguna denuncia de este tipo termina en la papelera sino que se le da el trámite que corresponde.

JI - A propósito, en las cartas de lectores del diario El País una persona dice presentó una denuncia en las oficinas de Cutcsa, u después de irse pensó "Si hago esta denuncia tengo que firmarla, porque estoy comprometiendo a un funcionario de la empresa". Pero, cuando volvió, se encontró con que la denuncia había sido tirada en una papelera.

Tengo aquí otra comunicación, la de un oyente dice que llamó al teléfono de Cutcsa y que una empleada "se le mató de la risa".

JS - De la misma manera que se llama a ese teléfono para quejarse de algún funcionario, también puede pasar que quien atiende ese teléfono no esté haciendo las cosas como corresponde. Lamentablemente...

Puedo asegurarle que, si alguien entiende que no fue bien atendido, o que no tuvo la contestación que pretendía... Yo mismo estoy firmando contestaciones; no le voy a decir que las redacto totalmente, vamos a decir la realidad, pero sí trato de firmarlas para que vean que la empresa se está preocupando por eso. Estoy firmando varias por semana, o sea que llegan. Si detectamos que alguna no llega o que pasen esas situaciones que dice usted, es lo mismo: ya no se lo digo como presidente de la empresa, como uno de los 5.000 funcionarios nos da vergüenza que integrantes de nuestra organización no estén haciendo lo mínimo para poner su granito de arena para tratar de cambiar toda esta situación y salir de esta crisis aportando algo de lo nuestro.

JI - Usted decía también que una de las fuentes de control que tienen es el trabajo de los inspectores en la calle, que están ahí donde están sucediendo los hechos, en el lugar de los hechos. Pero es muy difícil que un guarda, un conductor que por lo general pueden tratar mal al pasaje, lo hagan delante de un inspector; es lógico que no lo va a hacer.

JS - Hay algunos que no son exactamente inspectores; hay colaboradores que nos dicen, que por lo menos nos ayudan a apuntar adonde hay algún caso de persona o de funcionario nuestro que está tratando mal. En muchos casos estos ni siquiera son rentados: son jubilados, no solamente propietarios, incluso empleados, que vienen y nos dicen: "En tal coche hay un hombre que está haciendo esto con los escolares o...". Allí apuntamos la inspección dirigida.

Cuando detectamos cualquier cosa realmente la atacamos a fondo. Este tipo de cosas, como lo que le pasó a Rosenberg, como pasa en otros casos cuando se quejan de que no arriman a la parada... Quiero tratar de ser justo; no me pongo en defensa solamente de los funcionarios, pero en algunos casos hay que ver si las ramas de los árboles permiten que el ómnibus se arrime, si la cuadra está totalmente vacía pero los autos solamente estacionan al lado de la parada y no permiten que el ómnibus se arrime; también están los que no arriman por gusto o los que no paran un día de lluvia (en cualquier punto y no sólo esperar en la parada)... Hay valores que hemos ido perdiendo a lo largo de los años. Cuando éramos chicos todo el mundo sabía que si llovía las paradas eran en todas las esquinas, esas cosas no se debería ir perdiendo... Es en lo que estamos trabajando, es lo más difícil.

JI - Usted dice que la empresa está atenta y está actuando en ese tipo de casos. ¿Cuánta gente han sancionado en lo que va del año por este tipo de conductas?

JS - Aproximadamente 300, 400 funcionarios por mes vienen al tribunal disciplinario por distintos motivos: por faltar al servicio, por llegar tarde...

JI - Estamos hablando de más de 10 por día.

JS - Exactamente. En algunos casos son observaciones, porque el tribunal disciplinario tiene el mecanismo de ver cuál es la reiteración de la falta, si la falta se repite... Desde hace ya mucho tiempo se le da mucha mayor importancia a una falta de maltrato al público, de dejar la parada en blanco, como decimos nosotros: que alguien le haga señas y el ómnibus siga... todo lo que se refiere al relacionamiento con el pasajero. No es que las penas sean más duras en la cantidad de días, sino que la reiteración lleva a un desenlace mucho más rápido en la desvinculación con la empresa.

JI - ¿Qué controles hay, a la hora de tomar un empleado o cuando un patrón decide trabajar en una unidad de transporte, sobre su conducta, su perfil psicológico? ¿Hay controles de ese tipo o no?

JS - Sí: casi me olvido de cuáles son los mecanismos de ingreso porque hace mucho tiempo que no ingresa personal a Cutcsa. En general, si es para conductor, además de la aptitud médica y toda una serie de exámenes que se pide, además de pasar por nuestra oficina médica, le pedimos que vaya a una empresa donde le hacen una prueba psicotécnica...

JI - Una especie de escuela de conducir, ¿no?

JS - En la escuela de conducción, justamente, le hacen una prueba psicotécnica, además de (en general para guardas o para cualquier funcionario) las referencias personales, comerciales y una serie de cosas. Pero ya digo: nos estamos olvidando de cómo es ese mecanismo de ingreso porque la reestructura y estar aggiornándonos día a día es estar bajando la cantidad de gente que en su momento tuvimos en exceso. En este momento tenemos un sector de la empresa que está trabajando con conductor cobrador, que es el 21 por ciento, el mismo porcentaje que en el resto de las empresas. Nos parece que ese porcentaje debería aumentar, así lo estamos planteando dentro de la reestructura, entre las medidas para tratar de mantener el precio del boleto un mayor tiempo. No sólo con voluntad se mantiene el precio del boleto, y si vamos para atrás vemos que cada vez que aumenta el gasoil hay quienes salen a decir rápidamente "El boleto no va aumentar": claro, no aumenta a los 15 días, 30 días, pero después tiene que aumentar porque los costos no dan. Dentro de esa reestructura, incrementar el porcentaje de conductores cobradores, manteniendo la estabilidad laboral de todos los trabajadores, sin dejar a nadie sin trabajo, pero ir por medio de no tener ingresos achicando la estructura.

JI - ¿Cuál entiende que es el número ideal de empleados que debería tener Cutcsa?

JS - Una empresa de transporte en general no debería pasar las cuatro personas por ómnibus; teniendo en cuenta que tiene que tener gente para servicios -de auxilio, mecánico, de recaudación, de administración y todo lo demás-, el número ideal total sería 3,5 personas por coche. Eso se puede lograr incrementando el número de conductores cobradores.

Es más, tenemos una estadística y -sin perjuicio del guarda- el relacionamiento del pasajero con el conductor cobrador es totalmente diferente. Prácticamente no existe conductor cobrador que tenga problemas de relacionamiento con el pasaje. Seguramente porque no tiene tiempo, tiene que atender varias cosas... Pero a pesar de ser conductores cobradores son los que estadísticamente tienen menos informes por no arrimar al cordón... son los que tienen menos problemas en general. Esto no quiere decir que unos sean mejores que los otros, pero es un hecho totalmente objetivo y concreto.

También el pasaje... Antes de asumir la presidencia de Cutcsa, hace algunos años, trabajé de conductor y de conductor cobrador, y le puedo decir que me consta que el pasaje también se predispone diferente si ve un conductor cobrador en el ómnibus cuando sube, para facilitarle cambio, para correrse, para ayudarlo (si le tiene que decir "Dale de acá", y esas cosas), que si el coche tiene conductor y guarda.

JI - Hay muchísimas preguntas de la audiencia. ¿Es obligatorio el uso del uniforme para el personal de Cutcsa?

JS - Sí; es obligatorio en la medida en que se vaya entregando. Este último año no se entregó el uniforme de invierno ni se está entregando ahora el de verano...

JI - ¿Por falta de dinero?

JS - ...por razones estrictamente económicas que solucionaremos cuando...

JI - Otra pregunta que hace la gente es: ¿qué pasa con los tiempos con los que se manejan las personas que conducen un ómnibus? "De repente van a tren de paseo, de repente a una velocidad exagerada". ¿Por qué?

JS - Eso va en cada uno, según cómo haya salido de la terminal. Para eso están los inspectores que los controlan. Algunos en un recorrido de 55 minutos llegan 10 minutos antes a la otra punta, llegan adelantados. Si subió en ese ómnibus tuvo suerte porque llegó más rápido... o no, porque tuvo algún problema en el camino. La velocidad en el transporte no se va a conseguir por acelerar más los ómnibus ni por ir más rápido: se va a conseguir por medio de una canalización, que no hicimos nosotros ni nos damos cuenta sólo nosotros, ya hay un trabajo de la OEA de por lo menos 10 años, donde están marcadas las canalizaciones y las vías exclusivas que habría que hacer para el transporte; allí se puede conseguir un 30 por ciento, por lo menos, de menor tiempo entre origen y destino en un viaje en ómnibus.

JI - Es un trabajo que tienen que hacer con la Intendencia.

JS - Exactamente. Otros conductores van más despacio y terminan atrasados, que también sus problemas por no cumplir los horarios. Los horarios son exactamente los mismos para todos. En general son los mismos tiempos de recorrido o mantienen una similitud con el resto de las empresas.

JI - Un oyente pregunta por el tema de las frecuencias, por qué de repente hay ómnibus, líneas que ya son características, por ejemplo el 121, que pasa cada dos minutos, mientras de repente otra línea, el 140, pasa cada una hora. ¿Cómo se explica eso?

JS - Primero que los recorridos tienen que estar vinculados estrechamente a la cantidad de gente que vive en el trazado de ese recorrido. El 121 no pasa cada dos minutos, generalmente la frecuencia es de cada cuatro; pero no poner cada cuatro, cinco o seis minutos en algunas zonas, como el 121, sería dejar a la gente del tramo Centro - Pocitos, nada menos, sin poder subir a un ómnibus.

El 140 es un recorrido muy especial; estuvimos dándole vueltas y vueltas, le hicimos dos o tres modificaciones, pero parece que todavía no encuentra el trazado ideal para ser competitivo. En la última reforma que le hicimos, cuando daba una vuelta después de dejar Ramón Anador, Propios, para venir al Centro -daba una vuelta por Rivera-, lo sacamos por el Parque de los Aliados directamente al Centro. Es un coche que en la zona de donde viene -todo el Buceo, toda la parte de Ramón Anador- es digamos "el rápido" de Ramón Anador, y tiene una frecuencia de acuerdo al pasaje. Se va monitoreando día a día, si hay demanda, si hay pasaje, la frecuencia aumenta.

También tenemos frecuencias y coches en lugares donde son netamente sociales, donde por ejemplo ni siquiera se recauda durante todo el día, ya no hablemos para pagar los sueldos de los dos conductores y los dos guardas que trabajan: ni siquiera para pagar el gasoil. El recorrido social es en las quintas donde prácticamente lo único que lleva es escolares y transporta 20 o 30 personas además de escolares y estudiantes, es lo único que hacen. O sea que también cumplimos una faceta social.

JI - ¿La Intendencia paga un plus a las empresas por llevar escolares?

JS - No, no.

JI - ¿No hay un subsidio?

JS - No, no hay ningún subsidio por eso. Es más, tampoco está bien repartido ni hay equilibrio en ese tipo de cosas. Cutcsa tiene el 65 por ciento del sistema de transporte de Montevideo, pero tiene el 70 por ciento de los servicios sociales. Otras empresas tienen cero por ciento. El 70 por ciento de los ómnibus que entran a la Ciudad Vieja es de Cutcsa. Desde las 20 horas en adelante, que es cuando no se vende boletos, cuando decae la función, el 95 por ciento de las unidades que ingresan es de Cutcsa. Cutcsa no deja de atender ninguna zona, en ningún horario ni en ningún barrio por no ser rentable.

Los boletos de estudiantes... hasta hace muy pocos años había un solo lugar, había que ir a buscarlos, hacer colas... Seguramente usted hizo alguna cola, se mojó esperando en Larrañaga, allá frente a Casa de Gobierno para sacar boletos de estudiante... Por tener 14 puntos de venta repartidos en todo Montevideo no tenemos ningún beneficio económico; al contrario, únicamente tenemos costos. Queremos darle ese servicio no solamente al que paga el boleto común sino también al estudiante; sin ningún tipo de beneficio económico tenemos 14 lugares de venta. Hoy es difícil que un estudiante no tenga cerca de su zona un lugar para comprar boletos; y ese boleto de estudiante que compra es válido para todas las empresas, no solamente para Cutcsa. Vender esos boletos en 14 locales para nosotros es lo mismo que venderlos en uno; no es lo mismo porque queremos dar esa atención.

JI - De cualquier manera queda esa sensación en el aire de que no es buena la relación entre quienes trabajan en la empresa y el público que utiliza el servicio de transporte. ¿No se impone que la empresa haga una especie de cursos o puesta a punto de su personal, algún acercamiento con la gente que utiliza sus ómnibus?

JS - Sí. Diría que con cierto grupo la relación no es buena, pero la relación de la mayoría de los pasajeros del sistema de transporte con la mayoría de los funcionarios de Cutcsa realmente es buena. Evidentemente, uno quiere mejorar y tratar de evitar esos casos que no son pocos y son fácilmente controlables, quisiéramos eliminarlos. Hay una buena relación, por ejemplo cuando la gente tiene que responder en situaciones o emprendimientos como el del Hospital de Clínicas; todavía hay pasajeros que dicen que el guarda no se los ofreció. Muchos guardas lo ofrecen y en determinado momento del día capaz que se cansan, pero se están vendiendo afortunadamente casi 70.000 boletos solidarios por día.

JI - De 50 centésimos, para el Hospital de Clínicas.

JS - En un mes vamos a estar cerrando con dos millones de boletos vendidos para el Hospital de Clínicas. Y no es sólo el tema de vender los boletos solidarios, sino que de alguna manera de a poco aquellos que no han entendido todavía cuál es el mensaje interno de sus propios compañeros -ya no hablo de la dirección de la empresa-, que se vayan sensibilizando y piensen que el pasajero, como lo hemos definido hace mucho tiempo, es un cliente y que en definitiva están jugando o arriesgando el puesto de trabajo no solamente de ellos en lo individual -que con una sanción individual se arregla-, sino que están perjudicando la imagen de todos. También hay muchos que benefician día a día con las cosas que hacen, también nos enorgullecemos de las cosas que hacen guardas y conductores diariamente; porque como recibimos de las otras también recibimos las buenas.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón


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