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Bush en Gran Bretaña
Desde Londres, periodista uruguayo Roberto Belo. Al menos 14.000 policías actuarán con el doble desafío de garantizar la seguridad del presidente y su comitiva, y por otro el derecho de los ciudadanos a manifestarse en contra de su presencia. Se discute qué busca el mandatario estadounidense con su visita; probablemente sea el comienzo de su campaña electoral.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 19.11.03, 08.10.
EMILIANO COTELO:
El príncipe Carlos, heredero al trono, recibió anoche en el aeropuerto de Hithrow al presidente de Estados Unidos, George Bush, y a su esposa Laura, cuando descendieron del avión presidencial Airforce One.
La pareja, que inició una histórica visita de Estado de tres días a Gran Bretaña, fue trasladada luego en helicóptero hasta el Palacio de Buckingham, donde será huésped de la reina Isabel de Inglaterra hasta el próximo viernes.
Bush cenó anoche con la reina Isabel II, aunque su bienvenida oficial estaba prevista para hoy en Buckingham.
Vamos a dialogar con el periodista uruguayo Roberto Bello, quien se desempeña en la BBC. ¿Qué novedades ha habido durante la mañana en la agenda de Bush y eventualmente de Blair también?
ROBERTO BELO:
Hace apenas unos minutos tuvo lugar la bienvenida oficial en el palacio de Buckingham; como un cronista decía de forma muy inteligente: “el presidente está en la ciudad y el palacio es una fortaleza”.
Sin embargo la noticia que hoy acapara a los británicos, a la prensa británica, es justamente una revelación del Daily Mirror que, con una táctica bastante frecuente en los medios periodísticos británicos, encargó a uno de sus periodistas que ingresara como… no como intruso sino camuflado como lacayo de la reina. Hizo todas las solicitudes para ingresar como funcionario de la casa real, trabajó allí durante ocho meses, lo cual ha desatado un verdadero escándalo porque este hombre, a quien ni siquiera le verificaron las referencias laborales que había puesto, perfectamente podía haber sido un terrorista que podía haber llevado a cabo un atentado contra la reina e incluso contra el mismo presidente Bush.
EC - Así que un nuevo cuestionamiento a los esquemas de seguridad, en este caso nada menos que en el palacio de Buckingham.
RB - Exactamente; eso es lo que trata de hacer este tipo de trabajos periodísticos encubiertos. Esta persona tuvo oportunidad de sacar fotografías de los recintos privados de la reina, hasta tenía llaves de las secciones privadas del palacio, y si el hombre no se hubiera dado a conocer hubiera sido uno de los que les sirviera el desayuno al presidente Bush, a Condoleezza Rice, a Colin Powell esta misma mañana. Por ahí la historia podía ser hoy bastante diferente. Eso es parte de la mecánica de la prensa sensacionalista, pero también una herramienta interesante para dejar al descubierto fallos en lo que sin embargo es un operativo sin precedentes en materia de seguridad en la historia de esta ciudad.
EC - Se habla de 14.000 agentes en los distintos sistemas previstos para custodiar al presidente Bush, su comitiva y los funcionarios del gobierno británico que participan en los actos.
RB - Así es. Se calcula que, aparte de esos 14.000 efectivos policial en total, que en cualquier momento aproximadamente 5.000 van a estar en la calle, en particular teniendo en cuenta las manifestaciones, sobre todo la prevista para mañana jueves, que se prevé van a ser de carácter multitudinario. Porque hay otra cosa: la Policía de Londres, que es la encargada de seguridad junto con los agentes del servicio secreto estadounidense que acompañan a Bush, tiene el compromiso no sólo de garantizar la seguridad de Bush y los funcionarios británicos y de la familia real británica, sino también de contemplar y respetar el derecho de los ciudadanos británicos –algo que defienden a muerte– de protestar, de manifestarse. En este caso muy a pesar de las críticas y de las condiciones que habían puesto los responsables de la seguridad de George W Bush, la Policía finalmente accedió que los manifestantes circularan por lo que se llama Whitecoll, una avenida que va entre la plaza de Trafalgar y el Parlamento británico; a lo largo de esa calle están todos los edificios del gobierno, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el propio número 10 de Downing Street, y que por supuesto es el reducto natural de cualquier manifestación grande y política en esta ciudad. Es allí donde Bush va a desempeñar gran parte de su actividad; es un área muy cercana al Palacio de Buckingham, ahí Bush va a ofrecer un discurso, en lo que se llama Banketing House, en esa zona donde están todos los edificios gubernamentales; también va a mantener un encuentro con los familiares de víctimas del 11 de setiembre en Estados Unidos y en la noche tendrá un banquete. En cuanto a la seguridad, la Policía tiene ese desafío, por un lado garantizar la seguridad del Bush y del resto de la gente a su alrededor, y por otro garantizar el derecho de los ciudadanos a manifestarse en contra, si quieren, de la presencia del mandatario estadounidense.
EC - Estamos hablando de una visita que tiene ribetes históricos: la primera visita de Estado a Gran Bretaña que hace un presidente de Estados Unidos en 85 años. ¿Por qué se produce en este momento?, ¿qué busca Bush?, ¿qué busca Blair con este paso que da Bush yendo a Londres, sabiendo todas las complicaciones que esto genera, sabiendo que va a tener que enfrentar manifestaciones de protesta?
RB - Antes una pequeña puntualización que ha sido de debate incluso en la BBC. En efecto, es la primera visita de Estado de la historia de un presidente estadounidense, porque el caso anterior, de 1918, de Woodrow Wilson, tuvo todas las características de una visita de Estado con la procesión en carruaje, con toda la pompa y ceremonia, pero de acuerdo al Foreign Office, la cancillería británica, no tuvo la etiqueta de visita de Estado. O sea que es doblemente importante.
Yendo a tu pregunta, hay varias interpretaciones. Está este tema de la relación especial, ese término que acuñó Churchill poco después de terminada la II Guerra Mundial, y que en efecto define las relaciones entre Estados Unidos y Gran Bretaña. El debate –en la página de BBC en Internet lo planteamos– es si esta es una relación especial o una deuda histórica del Reino Unido hacia Estados Unidos. Recordemos que Estados Unidos fue clave para salvar a Europa en general en la I y la II guerras. Está todo este debate.
Otro aspecto, otra cara de la moneda, es que George Bush está comenzando su campaña para las elecciones de 2004, y como funcionan las campañas electorales en Estados Unidos está comprobado que el hecho de tener buenas fotografías, de tener una buena imagen junto a la reina Isabel II, junto a Tony Blair –quien tiene una enorme popularidad en Estados Unidos (probablemente más popularidad en Estados Unidos que aquí mismo, en el Reino Unido), Bush se está apoyando en esta visita, en las buenas relaciones, en mostrarse como un hombre capaz de manejar todo su poderío a nivel internacional, de tener buenos contactos, de tener aliados, de manejar el tema Irak y un sinfín de temas de la agenda internacional que evidentemente tiene un peso fundamental en Estados Unidos, para comenzar con el pie derecho la campaña.
Otros dicen que no se sabe si esto le sirve a Blair o no, probablemente sea neutral. Recordemos que los británicos están bastante divididos, hay varias encuestas que han reflejado diferentes números, pero una del Guardian –un diario de centroizquierda– ayer decía que el 60 por ciento de las personas está de acuerdo con la visita por el hecho de recibir a un mandatario, sin embargo está directamente en contra de George Bush y sus políticas a nivel internacional. Hay varias lecturas. Probablemente con el correr del tiempo y durante el transcurso de la campaña electoral estadounidense podamos algunas respuestas y ver si en efecto esta visita de Estado con toda la pompa y ceremonia tuvo algo que ver y si la gente se va a fijar tanto en las imágenes o, como pasó hoy, que a lo Michael Jackson le ha robado un poco la pantalla a la visita de Bush en Londres.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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