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"Ahora, que hablen los promotores del Sí"
Vicepresidente de la República, Luis Hierro López: Se expresa el disgusto de un conjunto grande de ciudadanos porque ha vivido indudablemente una crisis muy fuerte, una cultura estatista en la población que no quiere cambiar nada, hostilidad y desconfianza hacia la inversión privada.
EN PERSPECTIVA
Lunes 08.12.03, 08.42.
EMILIANO COTELO:
Ya hablamos con el presidente del Directorio de Ancap, luego con el presidente de Fancap, ahora vamos a nivel del gobierno; ¿qué dice el vicepresidente de la República, Luis Hierro?
Usted terminó viendo los resultados esta madrugada: el Sí alcanzó un 62 por ciento; digamos que la derogación de la ley se produce de una manera contundente.
LUIS HIERRO:
Sí, sí, contundente; sobre eso no creo que haya ninguna discusión.
EC - ¿Es lo que ustedes esperaban?
LH – No. Parecía claro que el Sí le iba a ganar al No, pero quizás no se previó una acumulación de voluntades en contra de la ley tan grande, pero estaba más o menos dentro de la tendencia que yo diría que se estaba viendo por las encuestas y las repercusiones que uno estaba viendo a partir de la campaña que se desarrolló desde agosto. O sea que creo que no hay mucha sorpresa en lo que se ha resuelto.
EC - ¿Qué conclusiones saca usted entonces?
LH - Son muy primarias; le estoy hablando a título personal, no hice ninguna consulta ni con el gobierno ni con dirigentes del Partido Colorado. Creo que es claro que hay una votación que expresa el disgusto de un conjunto grande de ciudadanos porque ha vivido indudablemente una crisis económica, sentimental, muy fuerte durante todo este tiempo.
EC - ¿Hay un voto castigo desde su punto de vista?
LH - Hay un porcentaje de personas que ha querido castigar al gobierno, me parece bastante claro; pero más que voto castigo creo que es un voto disgusto. Si fuera voto castigo –como tuve oportunidad de decir telefónicamente al aire anoche– también habría una proporción importante de voto premio al gobierno; por lo tanto no hay que medirlo en esas condiciones. Casi un 40 por ciento de la población apoya la ley, se podría decir en esa especulación que es un voto premio al gobierno; pero me parece que ninguna de las dos reflexiones es tan terminante.
EC - Está claro que hay una proporción importante de votantes colorados y blancos que optaron por la derogación de la ley.
LH - Da la impresión de que es así, si uno se atiene estrictamente a los números matemáticamente expresados el 62 por ciento es bastante más de la intención de voto que parece tener al día de hoy el FA, por lo tanto uno puede razonar en el sentido de que hubo un grupo grande de ciudadanos blancos y colorados que votaron en contra de la ley, más allá de lo que los partidos y sus principales portavoces habían expresado.
EC - ¿Cuáles son las consecuencias de este resultado, por un lado a nivel de gobierno; por otro a nivel del Partido Colorado?; vamos por partes.
LH - Acá hay claramente la expresión de una cultura estatista muy fuerte que hay en el país que prefiere mantener las empresas públicas en el sector público y que no quiere saber nada de cambios. Esto es preocupante.
EC - De Mello decía más temprano que no es exactamente ésa la visión que tiene el sindicato de Ancap, que entiende que hay que reformar esa empresa en particular, pero no con este modelo que se estaba siguiendo.
LH - Éste fue el modelo que logró mayor consenso parlamentario y que fue coincidente con lo expresado por los programas de los partidos. No conozco el otro modelo, siempre se habla del proyecto alternativo pero no lo conozco.
EC - En particular en relación a Ancap, ¿qué va a pasar?, ¿qué pasos piensa dar el gobierno, o podría dar el gobierno?
LH - Pienso que ninguno. Hemos dado los pasos que hemos dado desde el año 2001 y claramente han fracasado. ¿Qué pasos vamos a dar ahora? No tendría mucho sentido procurar nuevos acuerdos cuando éste fracasó. Si quienes votaron el Sí nos proponen otra cuestión es posible que tengamos que analizarla, pero veo muy poco margen de maniobra para que se proponga otra cuestión en el sentido de desregular el monopolio, que es el tema principal, y de asociar a Ancap, que es el segundo tema principal.
EC - En otras líneas de acción del gobierno, ¿cómo impacta este mensaje de la ciudadanía del referéndum de ayer?
LH - El gobierno va a seguir con su agenda porque por ejemplo está la licitación en torno a AFE para reestructurar 1.500 quilómetros de vías férreas, que es muy importante y está en marcha…
EC - ¿Ese plan no se afecta?
LH - No, no, para nada, no ha sido negado. Pese a que uno advierte que hay en el país –esto me preocupa muchísimo, es la lectura más negativa de la jornada de ayer–claras hostilidad y desconfianza hacia la inversión privada. Esto radica en la cultura de buena parte de los uruguayos, pero además ha sido manejado y promovido por el discurso oficial de los dirigentes que acompañaron el Sí. Hay hostilidad a la inversión. Éste es el tema más negativo del resultado de la jornada, porque el país crece con la inversión, a través de la inversión del sector privado, dado que el sector público no tiene ya más posibilidades de inversión. En este sentido la jornada de ayer fue un paso atrás porque, ¿qué vamos a hacer ahora con nuestras empresas públicas? En una tarea permanente, paciente, que viene desde años, el Estado ha ido procurando reformas, y vaya que hemos avanzando, pero también vaya que se han evitado oportunidades; entonces más allá del resultado, más allá de la cuestión político-electora y demás, ¿cuál es el destino de las empresas públicas en Uruguay después de un posicionamiento tan contundente del electorado? Esa es la gran pregunta, es la pregunta que debemos procurar contestar más allá del Sí y del No porque el tema sigue.
EC - Y en cuanto a las consecuencias partidarias en su colectividad política, en el Partido Colorado, ¿qué implica este resultado?
LH - Yo creo que no ha habido…
EC - Le menciono dos temas posibles para considerar: uno, el ex senador Flores Silva, que hizo campaña por el Sí, está reclamando desde ayer la renuncia de la dirección del Partido Colorado ante este resultado; dos, el doctor Sanguinetti, después de haber perdido por primera vez frente a Tabaré Vázquez –esa es una de las lecturas del referéndum de ayer–, ¿puede ser candidato a la Presidencia de la República en 2004?
LH - Dos cuestiones: me parece muy claro que durante toda la campaña los dirigentes de todas las opciones, de todos los partidos, y de las opciones del Sí y el No, dijeron que este referéndum no tenía que ver con las cuestiones electorales del año 2004; y la propia constancia que usted me hacía de que hubo mucho voto blanco y colorado por el Sí demuestra que no se puede congelar la situación y decir que esto repercute de tal manera en el año 2004. Por lo tanto aquí no estuvo en juego la candidatura de nadie, ni a favor ni en contra; si vemos la historia de los referéndum y los plebiscitos desde 1985 para acá, usted podrá coincidir conmigo en que éstos no tienen una resultancia directa, una consecuencia directa en la próxima elección.
EC - Pero una de las lecturas es que, por ejemplo el doctor Sanguinetti, no tuvo el poder de convocatoria que se suponía debería tener entre sus simpatizantes colorados.
LH – Pero ahí tenemos que tener en cuenta todos los factores que han influido en el voto. ¿Cómo sabemos cuál era el estado de ánimo de cada uno de los votantes, si estaba votando por la ley, si estaba votando por su viejo imaginario estatista –que creo que es uno de los fundamentos principales de la orientación del voto–, si estaba votando en contra del capital privado, si estaba votando en contra del gobierno o si estaba votando en contra del dirigentes del Partido Colorado? Hay tal variedad de opciones e interpretaciones que no se puede sacar una conclusión concreta, sino que hay que tener en cuenta todos los factores. Acá no hay una respuesta única.
EC - ¿Usted no percibe consecuencias en el Partido Colorado de este resultado?
LH - Indudablemente las hay y tendremos que analizarlas; yo no percibo consecuencias dramáticas porque como ha habido esa variedad de factores, de influencias, de razonamientos, de posicionamientos, no se puede decir: “Esto quiere decir que…”. No: vamos a ver todos los factores y analizarlos con la humildad que corresponde.
Pero también le digo: nuestro tema sigue siendo el país, no la elección del Partido Colorado; nuestro tema sigue siendo la reforma de las empresas públicas, sigue siendo cómo hacer para conseguir inversiones, cómo hacer para generar fuentes de trabajo. No nos vamos a detener en esta situación, que naturalmente no es la más feliz para el Partido Colorado, pero tampoco es tan desgraciada como para decir: “Aquí se detuvo nuestro asunto”. Nuestro asunto es seguir elaborando propuestas e ideas para que el país se modernice y procurar que ese estado, esa situación de disgusto que buena parte del cuerpo electoral ha tenido sea superado para que los uruguayos comprendan que a Ancap hay que transformarla, al igual que al resto de las empresas públicas. Ésta es la cuestión principal que nos convoca hoy, 8 de diciembre.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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