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ANCAP, LOS PRECIOS DEL COMBUSTIBLE Y LA POLÍTICA ENERGÉTICA
Después del referéndum
Los senadores Rodolfo Nin Novoa (EP) y Francisco Gallinal (CW, PN) coinciden en la posibilidad de buscar una solución de consenso para Ancap. También en que si se repite la misma discusión con los mismos interlocutores, el resultado necesariamente será el mismo. Gallinal propone esperar al resultado de las elecciones internas, que pueden traer un cambio de interlocutores por el Partido Nacional. Nin, que la comisión que analice las propuestas refleje el resultado del referéndum, porque la del Senado daría una mayoría automática contraria al pronunciamiento popular.
EN PERSPECTIVA
Martes 09.12.03, 08.53.
EMILIANO COTELO:
El referéndum del domingo pasado mostró un resultado contundente por la derogación de la ley 17.448, la ley de asociación de Ancap. Se suponía que la papeleta rosada triunfaría, pero no era tan evidente que fuera a obtener en su respaldo el apoyo ciudadano con el que finalmente contó. Estamos hablando del 62 por ciento de los votos válidos.
Ante ese escenario cobraba más vigencia que nunca la pregunta que durante la campaña previa se había formulado con insistencia: suponiendo que la ley quede derogada, ¿qué viene después, cuál es la alternativa, qué proponen los propulsores de la impugnación con respecto al futuro de Ancap?
El doctor Tabaré Vázquez, presidente del Encuentro Progresista (EP), no hizo declaraciones el propio domingo por la noche; en cambio anunció una conferencia de prensa para ayer lunes a las 10 de la mañana en la sede del Frente Amplio (FA), en Colonia y Ejido.
Allí, frente a los periodistas, Vázquez leyó un documento en el que comenzó solicitando al gobierno que respetara el resultado del referéndum sin dilaciones, excepciones o atajos de ningún tipo; “sin instancias o procedimientos que la realidad de los hechos superó ampliamente”, dijo. Agregó que la situación reclama del sistema político nuevas respuestas y fue entonces que propuso crear una comisión a nivel del Poder Legislativo.
(Grabación)
TABARÉ VÁZQUEZ:
La nueva situación planteada en torno al futuro de Ancap, tras la decisión popular de ayer reclama del sistema político nuevas respuestas. Acorde con ello la presidencia del EP-FA propone la conformación a nivel del Poder Legislativo de una comisión interpartidaria integrada por legisladores de todos los partidos a los efectos de avanzar en el diseño de un proyecto de política energética para un país productivo, en consulta con los actores directamente involucrados para lograr grandes acuerdos nacionales”.
(Fin de la grabación)
Sobre este planteo realizado ayer por la izquierda nos interesa conocer el intercambio de opiniones que van a desarrollar por un lado el senador Francisco Gallinal, de la Correntada Wilsonista, Partido Nacional (PN), y por otro el senador Rodolfo Nin Novoa, del EP.
Nos interesa conocer la viabilidad política de este camino que la izquierda pone sobre la mesa. Empiezo con usted senador Gallinal; lo llamé a usted porque la semana pasada usted había presentado una carta al presidente de la Comisión Especial de Servicios Públicos de la Cámara de Senadores, Wilson Sanabria, solicitando que se convocara a ese grupo para este jueves a las 10 de la mañana, como forma de encarar el nuevo escenario que dejara el referéndum, fuera cual fuera.
Ahora se conoce el resultado y se conoce este planteo del Encuentro Progresista – Frente Amplio. ¿Entonces?
FRANCISCO GALLINAL:
Nosotros promovimos esa iniciativa el jueves pasado para convocar a esta comisión que fue la que aprobó el proyecto de ley de Ancap que luego se elevó a consideración del Senado.
Lo hicimos primero porque es una comisión que tiene una amplia integración, está prácticamente la mitad del Senado allí, tiene 13 miembros, de los cuales cinco pertenecen al EP, más el senador Michelini, hay cuatro del Partido Colorado (PC) y tres del PN.
Y lo hicimos también partiendo de la base de que teníamos el referéndum por delante, podía salir ratificada la ley, en consecuencia era necesario que desde el Senado se siguiera atentamente el fiel cumplimiento de la implementación de la misma, o podía suceder también –como en alguna medida preveíamos en la jornada del jueves pasado– que la misma fuera derogada y en consecuencia con más razón se imponía una convocatoria de esas características.
A mi juicio algunos conceptos quedaron claros para la ciudadanía en el transcurso de todo este debate por el referéndum, además del resultado, por supuesto, que quedó por demás claro y la ley fue derogada y no corresponde ninguna suerte de implementación jurídica vinculada a lo que la misma disponía. Quedó claro a nivel de la ciudadanía que Ancap es una empresa con dificultades, que hay que construirle un futuro, hay que darle herramientas e instrumentos para una futura competencia, y quedó claro también que tenemos comparativamente con la región precios de los combustibles exageradamente altos, por lo tanto para el país productivo que necesitamos, para respaldar al sistema productivo nacional, algo hay que hacer lo más pronto posible –la ley lo preveía para el 31 de marzo del año que viene– para ver si podemos empezar a bajar ese costo de vivir y de producir en Uruguay que en gran medida nos está ahogando.
EC - Senador Nin Novoa, desde el punto de vista del EP el problema no es sólo Ancap: es la política energética en su conjunto.
RODOLFO NIN NOVOA:
Sí; este concepto está incrustado en la propuesta que hizo el doctor Tabaré Vázquez ayer: Ancap es una parte de la política energética en un país como Uruguay dependiente del petróleo, donde se podrían buscar otras alternativas como las que se están buscando –hay que reconocerlo–, como la del gas, pero donde hay otras que podrían ser válidas a los efectos de diseñar una política energética que actuara en consonancia. Quizás habría que pensar en una fusión entre Ancap y UTE, que también genera energía, que tiene gasoductos, que va a construir una planta de ciclo combinado... Habría que pensar mucho –el PN tiene un proyecto que hemos apoyado– en la sustitución de un porcentaje importante de diesel por biodiesel, hay proyectos específicos por ahí. Si plantáramos 400 mil hectáreas de girasol no sólo daríamos 8.000 puestos de trabajo directo y más de 30.000 de trabajo indirecto, sino que podríamos sustituir el 20 por ciento del gasoil que consumimos.
Por lo tanto proponemos una cosa más abarcativa donde definamos la política energética para los próximos años, que además es muy cambiante. Ustedes habrán leído “La economía del hidrógeno”, el último libro de Jeremy Rifkin, que dice que cada ciudadano del mundo va a producir su propia energía porque el petróleo se va a acabar un día.
Todas esas cosas serían lo suficientemente importantes como para justificar la creación de una comisión interpartidaria, como propone Tabaré, que en consulta con los sectores productivos pudiera tener una visión más de largo plazo sobre la política energética en su conjunto del país.
EC - Senador Gallinal, usted escuchaba a su colega del EP; la propuesta que viene desde la izquierda va más allá de Ancap, se sostiene que hay que estudiar el conjunto de la política energética para que además esté al servicio de un modelo de país productivo. ¿Qué dice usted?
FG - Desde luego que ése siempre fue el objetivo que todos perseguimos, el país tiene necesidades energéticas muy importantes. En materia de petróleo porque no lo tiene, y no hay otra solución que ir en busca de una asociación que nos permita amortiguar el impacto que eso siempre significa. En materia de gas Uruguay ya ha hecho el emprendimiento correspondiente, el gasoducto está, el gas va a llegar, falta definir muy claramente cómo se va a construir una nueva central térmica, la nueva central Batlle y Ordóñez, para poder generar energía hidroeléctrica a partir del gas; Uruguay hoy no dispone de los 130 millones de dólares que significa la construcción de esa central para poder utilizar el gas que va a venir por el gasoducto a partir del año que viene. En materia hidroeléctrica seguimos teniendo carencias también importantes, cada vez que hay una sequía no alcanza la energía que se produce y hay que salir a comprarla, básicamente a través de la República Argentina, y la eventualidad del biodiesel está planteada, la ha promovido nuestro partido, pero seamos realistas: en la medida en que felizmente el girasol tiene hoy el precio de exportación que tiene, no se va a destinar a biodiesel porque es mucho más rentable y su exportación permite un ingreso económico muy importante al productor y al país.
Todos esos temas están encaminados, puede ser necesaria una visión un poquito más global. Pero si seguimos por el camino de discutir la política energética en los términos en que la planteó el doctor Vázquez me da la impresión de que terminaremos discutiendo sobre el sexo de los ángeles.
EC - ¿Qué quiere decir?
FG - Que no terminamos en nada concreto. El EP debería traer al Senado de la República, quizás este jueves cuando se reúna la comisión (que llena todas las condiciones que el doctor Vázquez quiere porque allí están representados todos los partidos políticos, está prácticamente la mitad del Senado), o en el correr de los próximos días, tal cual lo señalaron durante la campaña del referéndum, un proyecto de ley, o un conjunto de proyectos de ley, o ideas estructuradas en función de las cuales se señale claramente el objetivo que nos permita ingresar en un intercambio que tenga como resultado una ley. Ese es el camino correcto, no simplemente decir “la política energética”, porque la política energética la tenemos muy clara, la discutimos en la comisión hasta el fondo, está encarrilada en sus distintos aspectos; más allá de las carencias económicas del país hoy estamos necesitando ir resolviendo puntualmente muchos de esos temas con definiciones de carácter legal.
EC - Una respuesta similar a la suya dio ayer el propio presidente de la República, Jorge Batlle, en su mensaje a los medios de comunicación. Batlle dijo que el Poder Ejecutivo está dispuesto a escuchar, pero –enfatizó– “tienen que ser propuestas concretas”; más de una vez utilizó ese término: propuestas concretas.
(Grabación)
JORGE BATLLE:
El Poder Ejecutivo está dispuesto a escuchar todas las propuestas concretas, pero eso sí, propuestas concretas. Debo señalar que el EP, a través de sus representantes, a lo largo del año en el que se discutió esta ley no la formuló, ni tampoco la formuló a lo largo del tiempo en que se recabaron las firmas, ni tampoco en el período desde que se recabaron las firmas que llegó hasta el día de ayer. Y pienso que hemos perdido demasiado tiempo sin escuchar una propuesta concreta.
(Fin de la grabación)
Senador Nin Novoa, ¿qué responde usted a esos dos cuestionamientos que son muy parecidos?
RNN - Parecería que volvemos al tema de la campaña, antes del plebiscito por la derogación de la ley. Nosotros hicimos propuestas concretas cuando pedimos algunas condiciones que establecían muy claramente que primero queríamos un marco regulatorio; que fuera una verdadera cogestión; que hubiera controles parlamentarios y del Tribunal de Cuentas; que la asociación fuera por tantos años... Las propuestas estuvieron.
No tengo ninguna duda de que lo que estamos planteando ahora es con el resultado del referéndum a la vista. El 62 por ciento de la ciudadanía dijo que no quería esto y por lo tanto quedan dos caminos: o dejamos todo como está, o buscamos un camino nuevo; pero volver a transitar el mismo camino que la ciudadanía desechó, enterró, que es el que hizo la comisión, me parece que es no tener en cuenta el dato del domingo. Por eso es que estamos haciendo una propuesta más abarcativa en consulta directa con los involucrados, con esa suerte de país productivo que estamos proponiendo.
EC - ¿Por qué el resultado del domingo obliga a considerar el tema desde un punto de vista más global? ¿Por qué hay que ir a estudiar la política energética?
RNN - Porque esa es la base de la discusión. Cuando se afirma que el combustible es más caro en Uruguay que en la región eso no siempre es así, en este momento el gasoil está más caro en Brasil que en Uruguay y en Argentina, que es un país productor y exportador de petróleo, donde cuesta 6 dólares la extracción de cada barril, el gasoil vale 14,7 y acá vale 14,8. Parece que depende más de la política cambiaria que de otra cosa.
Estos temas que se vuelven a traer dejan de lado la contundencia de los hechos: que la gente quiere otra cosa.
¿Esa otra cosa es la oportunidad para hincarle el diente solamente al tema de Ancap, o pensamos un poco más allá, revisamos el camino andado hasta ahora y abarcamos la política energética? Por supuesto que pensar una política energética va a llevar un tiempo, es verdad…
EC - Se corre el riesgo, además –lo señalaba el presidente Batlle ayer–, de que ese tiempo que insuma la discusión sea demasiado largo en un año que es electoral, que ya en el mes de junio incluye elecciones internas y en octubre elecciones nacionales.
RNN – Entonces, la otra alternativa es dejar todo como está. Cuando el doctor Batlle pide propuestas concretas uno está tentado a responderle: “¿Cómo no? Que renuncie el Directorio de Ancap y que pongan tres integrantes que representen la opción que la ciudadanía quiso, es decir tres representantes que apoyaron la opción del Sí, que son los que reflejan la voluntad de la ciudadanía”. Esa podría ser una propuesta concreta, para discutir después algún otro tema vinculado a la empresa.
EC - Senador Gallinal, retomando las expresiones de Nin Novoa podría decirse que el EP y las otras fuerzas políticas que impulsaron el Sí, más allá de que también hubo fuerzas gremiales como la Federación Ancap, tiene, a los efectos de fijar condiciones para esta discusión, el aval de las urnas, tiene un 62 por ciento detrás. Da la sensación de que, o se sigue los criterios que el EP impulsa, o no hay nueva discusión sobre los temas energéticos y sobre Ancap en este período de gobierno.
FG - Me da la impresión, de las palabras de Vázquez ayer y en parte de las del senador Nin Novoa, de que el EP entiende que sin necesidad de pasar por una instancia electoral en octubre del año que viene, de alguna manera tendría que asumir hoy la conducción de determinadas políticas en el país. Sinceramente creo que no es así; primero vamos a ver qué pasa en las próximas elecciones, y el 1º de marzo de 2005 asumirá el nuevo gobierno. Ahora tenemos todavía un tiempo útil que lamentablemente es del actual gobierno, así está dispuesto constitucionalmente, y tenemos que tratar de sacar la mayor utilidad posible en beneficio del país en esta circunstancia.
EC - No sé si el EP pretende ser quien determine la política energética, pero da la sensación de que tiene…
FG - …de marcar la agenda sí.
EC - …de que tiene derecho o cierto derecho en función del resultado electoral a fijar alguna agenda.
FG - Vamos a mirar en función del resultado a qué tiene derecho, yo voy a reconocer todos los derechos que haya para reconocer. El resultado del domingo significa que la ley quedó derogada, eso es absolutamente claro; también es verdad que en el transcurso de los meses previos a la instancia del domingo, el EP anunció que tenía un proyecto de ley alternativo para resolver un problema concreto que vincula a Ancap y al precio de los combustibles. Es bienvenido que en estos tiempos se presente la alternativa, que la podamos discutir y se le busque una solución. Quizás no con la celeridad que uno quisiera porque tenemos otro problema por delante, y a su vez se nos agrega ahora la discusión de todo el marco energético, la producción de energía. Me parece correcto también, en ese sentido ya no es solamente responsabilidad del EP presentar alternativas, nosotros podemos presentar las nuestras. Sí me parece –en eso voy a coincidir con el senador Nin– que si volvemos a discutir el mismo tema con los mismos protagonistas, vamos obviamente a terminar en los mismos resultados.
EC - ¿Entonces…?
FG – Entonces, vayamos poniendo arriba de la mesa cada uno su proyecto, cumpliendo con sus compromisos; el FA asumió en su momento –y me imagino que lo va a cumplir– darnos una respuesta alternativa: al marco energético, bienvenido, pero puntualmente al tema de Ancap partiendo de la base de que está de acuerdo con la asociación (vamos a ver cuál), y quizás sea necesario pasar por lo menos la instancia de las elecciones internas donde, por ejemplo, dentro del PN estamos promoviendo una renovación y un cambio que pueden generar nuevos referentes y nuevos interlocutores de mayor fuerza y presencia porque, como le decía al principio…
EC - No entendí esto último; ¿cómo hace jugar usted la elección interna de junio con lo que pueda ser el trámite de trabajo de esta comisión del Parlamento?
FG - Por lo que le señalaba recién: si volvemos a discutir el mismo tema, ponemos como objeto de análisis el mismo tema que discutimos en 2001 a través de esta comisión, y las referencias partidarias siguen siendo las mismas, terminaremos en el mismo ámbito de confrontación que tuvimos en los últimos cuatro, seis meses. Yo siempre señalé que iba a defender la ley en un estilo de razonamiento, de reflexión, sin entrar en la confrontación; felizmente lo logré porque para mí era una ley de consenso y porque la confrontación no le servía al país, ni yo elegía ese escenario para ir a confrontar. Lo que pasó, pasó, y terminamos en este resultado.
En ese sentido puedo compartir que tener el mismo objeto de discusión y volver a las mismas confrontaciones a través de los mismos referentes probablemente termine en los mismos resultados o peores. Entonces, dejemos trabajar a la comisión, preséntense allí los proyectos; creo que en alguna medida la instancia de junio puede ayudar, si se producen cambios importantes en el peso específico de quienes tienen la conducción de los distintos partidos eso puede generar un relacionamiento también diferente.
***
EC - Senador Nin, usted escuchaba a Gallinal: “Está bien, se puede hablar más en general, no sólo de Ancap; pero en Ancap concretamente el EP debe presentar un proyecto”. ¿Qué responde usted?
RNN - Nosotros no nos debemos sentir interpelados a esta cuestión; aquí se trataba de derogar o mantener esta ley, nosotros habíamos presentado en su oportunidad el proyecto que hablaba de esto que dije –marco regulatorio, que fuera una sociedad para crecer, que tuviera una verdadera cogestión y que hubiera controles tanto parlamentarios como del organismo de contralor que la República tiene…
EC - No era un proyecto, era un punteo de condiciones, de requisitos, ¿no?
RNN - Pero todos los proyectos empiezan así: acordando lo conceptual; después se va articulando cada una de esas ideas, cada uno de esos conceptos y uno se expide sobre las ideas en general, no sobre el punto, la coma, la o, o cómo se redacta el proyecto, que no deja de ser importante pero no es lo sustancial.
EC - Hacía la aclaración porque desde el PC y el PN todo el tiempo se reclama un proyecto articulado.
RNN - Claro, pero yo quiero ir un poquito más allá. ¿Qué objeto tiene presentar un proyecto en una comisión de 15 miembros que no representan lo que la ciudadanía expresó el domingo? Lo que usted dice es verdad, nosotros tenemos el aval de las urnas pero no el parlamentario, porque en el Parlamento blancos y colorados en términos generales –no voy a hablar por ellos– en este tema específico tenían un acuerdo, el mismo pensamiento y sacaron esta ley adelante –es verdad que con el aporte de algunos compañeros nuestros; ya sé que me lo va a decir–. Si esa comisión mantiene su actual composición y presentamos un proyecto, ¿nos va a decir que sí? Para trabajar en esa comisión eventualmente habría que modificar su composición e invertir los términos.
EC - De modo que las proporciones fueran 60 a 40 a favor de la izquierda.
RNN - Exactamente, eso sería un acatamiento del resultado del referéndum del domingo; si no el destino es el que dice el doctor Gallinal, con toda razón: lo presentamos, ellos son más que nosotros, no están de acuerdo y por lo tanto muere otra vez.
EC - El senador Gallinal decía que si se esperaba a las elecciones internas de junio podría producirse un cambio en la correlación interna de fuerzas en el PN. ¿Hay que entender, senador Gallinal, que si por ejemplo ese cambio fuera favorable a ustedes sería más viable un acuerdo con el EP en estas cosas?
FG - Creo que no estaríamos recorriendo, como recorrimos durante estos últimos años permanentemente, el camino de la confrontación, del enfrentamiento, que fue lo que nos llevó a esta situación. Esa puede ser una alternativa.
Con respecto a lo otro: sinceramente, el país tiene un gobierno y un Parlamento elegidos democráticamente en 1999; no podemos aceptar de ninguna manera que se cambie eso por la definición del domingo pasado que está vinculada a una temática en concreto. Hay que respetar el pronunciamiento popular, la ley quedó derogada, no se va a aplicar, pero eso no significa que tengamos que integrar, para discutir este tema, una comisión que tenga una representación del 60 por ciento de quienes votaron por Sí y un 40 por ciento de quienes votamos por No; me parece que verdaderamente una propuesta de estas características no tiene el más mínimo fundamento ni solidez.
EC - De todos modos el problema que plantea el senador Nin es interesante, porque ¿cómo, si no es por esa vía –que se puede compartir que es muy chocante–, se reflejan en el trabajo de la comisión las proporciones que se dieron en las urnas el domingo?
FG - Muy fácilmente: teniendo capacidad de autocrítica y sabiendo asumir los resultados; nadie va a ir a darse de bruces contra la misma pared en el tratamiento de un tema de estas características. Pero creo que buena parte de los ciudadanos que votaron por Sí tiene la expectativa de que se presente por parte de la fuerza política que fue la principal impulsora de la papeleta rosada un proyecto alternativo. Yo nunca discutí en una comisión una declaración de un partido político, a partir de la cual se haya elaborado un proyecto de ley; nunca; el trabajo siempre empieza por proyectos de ley más o menos estructurados que son una base de discusión, de perfeccionamiento y de elaboración.
Creo que esa es la responsabilidad –se lo digo sinceramente–, es el mínimo de responsabilidad que tiene el EP; que no hay que jaquearlo ni ponerle plazos, estoy de acuerdo, el jueves no le voy a exigir a nadie –ni me siento con derecho a hacerlo– que presente un proyecto de ley, pero me parece que es el mínimo razonable de expectativa que tiene la ciudadanía en su conjunto, que va más allá de quiénes votaron por Sí o por No, porque también en el tema asociación hubo voces a favor muy importantes –la del propio doctor Vázquez– y en el tema de las dificultades de Ancap y de los combustibles también estamos de acuerdo en que algo hay que hacer.
EC - Senador Nin, ¿qué responde usted?
RNN - Hay varias cosas para hacer, dejando de lado el tema sobre la construcción de las leyes. Entre paréntesis: yo he trabajado en muchísimas leyes definiendo primero la idea y el concepto, después la voluntad política de llevarlas adelante y recién después el articulado; menciono una: la ley de refinanciación para los productores agropecuarios. ¿Hay voluntad o no de hacer una ley? Primero exploramos ese camino; no la hubo hasta ahora y por lo tanto nadie ha presentado un proyecto.
En segundo lugar, si se leyera bien el resultado del plebiscito y, como se dice, el interés de la ciudadanía es que bajen los combustibles, se podrían hacer algunas cosas en este período de gobierno que fueran preparatorias de ese cambio que el doctor Gallinal prevé que puede ser positivo a través de una correlación distinta de fuerzas a partir de las elecciones internas, y que yo preveo que va a ser mucho más importante a partir de octubre o noviembre, cuando cambie el gobierno, cuando el elenco gubernamental cambie. Jamás me he adelantado a decir que las elecciones ya están ganadas.
¿Qué podemos hacer de aquí en adelante? Podríamos pensar en un diseño de política energética mientras tomamos algunas medidas que hagan bajar el precio de los combustibles.
EC - ¿Por ejemplo?
RNN - Por ejemplo revisar la política tributaria del combustible, poner a Ancap en los niveles de competencia que tienen las empresas privadas; Ancap paga 3,5 puntos más de aportes patronales que cualquier empresa privada; como otras empresas públicas tiene un impuesto absolutamente distorsionante, que es el Icome, un impuesto a la comercialización de moneda extranjera que nadie paga en este país cuando compra o vende divisas, pero que Ancap, Antel y UTE tienen que pagar. Si bajamos esos costos, si a su vez vemos cómo podemos avanzar en un sistema de sustitución de ingresos –porque tampoco se trata de agrandar el déficit fiscal enorme que tiene este gobierno–, vemos cómo vamos buscando otras maneras de tener esos recursos, podemos bajar el gasoil, la nafta y los combustibles de manera importante. Hay estudios que dicen que si sustituyéramos un 50 por ciento del Imesi por otro impuesto durante un período de tres años –estamos proponiendo el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas, que sé que también demora–, el combustible podría bajar un 16 por ciento. Hay todo un aspecto de la gestión diaria de Ancap que puede ser mejorado y podría tener injerencia directa en el precio de los combustibles. A la vez hay que pensar –me parece que tenemos que hacerlo– en una política de más largo plazo en materia energética.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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