24.12.2003














Mayoría “moderada” en el Frente Amplio

Senador Enrique Rubio: El IV Congreso adoptó grandes lineamientos programáticos y no definiciones precisas, porque la experiencia propia, la internacional y la regional, enseñaron a la izquierda que las condiciones cambiantes pueden llevar a frustraciones. Ese es el papel de la fuerza política, y el del gobierno es ejecutar esos lineamientos. Los actores sociales tienen otro papel a cumplir, y la fuerza política no es el instrumento de uno de ellos en exclusividad: debe gobernar con la meta del interés general.


EN PERSPECTIVA
Lunes 22.12.03, 07.37.


EMILIANO COTELO:
Se llevó a cabo este fin de semana, desde el viernes, el IV Congreso del Frente Amplio.

(Grabación)

TABARÉ VÁZQUEZ:
Tenemos que desperezar, tenemos que desperezar la utopía. Tenemos que recrear la ilusión. Tenemos que construir el futuro desde la incomodidad de nuestro propio tiempo. Hay que recrear la ilusión, pero también hay que tener sentido de la realidad.

Miren, compañeras y compañeros: tan irresponsable y reaccionario como resignarse a lo que hay es aspirar a lo imposible. Por eso, con realidad y con voluntad de cambio, trabajando día a día, busquemos con todos los uruguayos llevar adelante los cambios que el país tanto necesita...

(Fin de la grabación)


“Aspiramos a un gobierno progresista sustentado en amplias y sólidas mayorías políticas y sociales. Un gobierno progresista va a instrumentar cambios, por cierto, pero una cosa es cambiar y otra cosa es demoler”, dijo también Tabaré Vázquez.

Algunas de las ideas que pautaron su discurso ayer, domingo, después del mediodía, cuando aceptó formalmente la proclamación como candidato a la Presidencia de la República.

ALFREDO DANTE:
En un Palacio Peñarol que estaba colmado y que lo recibió con una ovación cuando llegó.

EC – Tercera vez que el EP-FA comparecerá con la fórmula Tabaré Vázuez – Rodolfo Nin Novoa.

AD – Aunque se deja abierta la posibilidad de que, si así lo decide, el senador Danilo Astori presente su precandidatura en las elecciones internas de junio (lo que a esta altura parece poco probable).

EC – Esas palabras de Vázquez son interesantes a la hora de analizar los resultados del Congreso en materia programática. Porque sobre la mesa había asuntos particularmente delicados.

AD – Por lo pronto, las propuestas de los sectores “radicales” de derogar la Ley de Caducidad, o de eliminar el régimen previsional que introdujo las Administradoras de fondos de Ahorro Previsional, que finalmente no tuvieron andamiento.

EC – Además, la opinión a propósito de la reforma educativa impulsada en su momento por el ex director de la Administración Nacional de la Enseñanza Pública, Germán Rama, y qué hacer con los frenteamplistas que colaboraron en la implementación de aquellas ideas, o qué hacer con la deuda externa, o con las relaciones con Cuba, nada más que por citar algunos ejemplos.

Estamos en comunicación con el senador Enrique Rubio, de la Vertiente Artiguista. Según el diario El Observador de hoy, Vázquez “puso ayer la proa del barco del Frente Amplio hacia las próximas elecciones, al lograr que la mayoría de las resoluciones del congreso no representen un obstáculo a su eventual acceso a la Presidencia de la República”. ¿Comparte ese enfoque?

ENRIQUE RUBIO:
En cierta medida es así, en el sentido de que este fue un congreso muy maduro, diría que tranquilo, de una fuerza política que se siente templada, con la serena convicción de que está a las puertas del gobierno y que debe adoptar definiciones en determinadas claves: en primer lugar en clave de gobierno, hacer propuestas que signifiquen cambios profundos pero que sean viables, con un asidero muy fuerte en la realidad; en una clave interna de unidad, tratando de lograr los consensos más amplios y no herir o si había heridas tratar de superarlas; en una clave de participación y de lineamientos generales. El congreso no quiso ingresar en cuestiones de detalle que son propias de un gobierno y no de una definición programática. Y diría que en una clave simbólica muy fuerte, un clave de liderazgo.

EC – “Simbólica y de liderazgo”. ¿Qué quiere decir?

ER – Desde el propio nombre, “Congreso Héctor Rodríguez”; si fue un congreso en el que hizo una intervención muy emotiva el general Líber Seregni, en el cual hizo una intervención muy importante el intendente Mariano Arana; si fue un congreso en el cual prácticamente todo el mundo respaldó la candidatura a la Presidencia y a la Vicepresidencia, y que no se mete en cuestiones complejas que pueden generar incertidumbre o sobre las cuales había un debate fuerte; es un congreso que despeja el camino y que, desde es punto de vista, me parece un congreso propia de una fuerza que siente que va a gobernar, que los uruguayos le piden que introduzca cambios en la realidad, pero que al mismo tiempo le piden un profundo sentido de la realidad.

EC – Sigo leyendo esta crónica, que agrega: “Los aparatos partidarios del Partido Socialista, la Vertiente Artiguista, Confluencia Frenteamplista, Asamblea Uruguay, el Movimiento de Participación Popular y el Partido Comunista aplanaron las posiciones de los grupos radicales y de gran parte de los delegados de base”.

ER – Creo que eso es un punto excesivo, ¿no? Una cosa es decir que el congreso despeja el camino, que es realista y al mismo tiempo innovador en sus planteos, y otra cosa es verlo como una suma de aparatos. En realidad, el Frente Amplio es mucho más complejo que eso. Lo que sí creo es que el trazo grueso de las resoluciones está en una línea histórica y de grandes mayorías internas.

EC – Y ese trazo grueso, pautado por la “moderación”, ¿fue impulsado por esos grupos políticos que recién mencionaba?

ER – Y también por muchos delegados que no tienen adscripción partidaria y que reflejan otras realidades. Creo que estas fuerza política, que siente que hay más de un millón de uruguayos atrás, tiene una muy fuerte inserción social y eso se refleja en los delegados, en el interior, en Montevideo, en distintas realidades. El Frente Amplio es mucho más complejo que la suma de aparatos políticos.

Creo que fue un congreso innovador, que ya desde el discurso de apertura de Tabaré Vázquez desde el punto de vista conceptual significa ordenarnos la cabeza de una manera muy significativa en torno a las ideas fuerza.

EC - ¿Cuáles son esas ideas fuerza?

ER – Estaban planteadas también en la resolución general que venía por unanimidad y que un poco condensaba todo esto (lástima que no se pudo aprobar porque tuvimos un problema de quorum al final...)

EC – El congreso terminó abruptamente, a eso de las 20.30.

ER – Sí; prácticamente todo lo significativo estaba aprobado pero fue una lástima que algunas cosas quedaran para el Plenario Nacional porque se prolongó un poco más... El método es muy democrático, participativo, había más de 50 mociones encima de la mesa sobre los más variados temas, sobre la defensa de un obrador y la crítica de otro, y todo este método que es trabajoso pero es el que ha construido a esta fuerza política. Diría entonces que los grandes ejes estaban en el discurso inaugural y en todo el material aprobado, y las ideas fuerza son el Uruguay social, el Uruguay productivo, el Uruguay inteligente de la ciencia, la tecnología y la innovación, el Uruguay que de alguna manera se mete en la región y en el mundo, un Uruguay abierto, y el Uruguay democrático. Estos cinco grandes ejes estuvieron en el planteo inicial y están en el conjunto de los documentos aprobados. Hay una apuesta fuerte a la sociedad, a las prioridades sociales y a las políticas sociales; hay una apuesta muy fuerte a cambiar el modelo, a liquidar este modelo llamado neoliberal, que ha exterminado a estos países, y apostar a un cambio de rumbo hacia un modelo productivo y generador de empleo. Hay una apuesta muy fuerte a la innovación tecnológica que, diría, cambia radicalmente el rumbo de la historia reciente del Uruguay contemporáneo, y a convertir al Uruguay en una especie de polo científico tecnológico de la región, hay una apuesta muy fuerte al desarrollo democrático en los más diversos sentidos y a la inserción regional. La inserción regional no como incompatible con el mundo, sino como plataforma hacia el mundo, aprovechando este viento de cambio de orientación y de visión de los gobiernos de la región.

EC – Pero, como usted dijo al pasar, hubo una decisión deliberada de no embretarse en algunas definiciones muy concretas, en el temas particularmente sensibles. Uno de ellos, el económico. Yo estaba repasando el discurso del doctor Vázquez –no el de ayer sino el del viernes, el que según usted decía dejó sentadas las bases— y, cuando se metió en los temas económicos, dijo “Basta ya de esta política económica. Seguramente nos van a preguntar qué manejos haremos nosotros de la economía. Para responder esta pregunta estuvimos revisando algunos textos de economía”, citó el libro Macroeconomía de Rudiger Donbush, Stanley Fischer y Richard Starz, que “hablan de los cambios que se producen en la economía y por tanto no existirían argumentos económicos para defender la formulación de reglas permanentes que aten las manos de las autoridades monetarias y fiscales”. Dijo entonces “Veremos, si es que llegamos al gobierno, cuáles son las realidades que recibimos y de acuerdo a ellas, con la seriedad y responsabilidad que caracteriza a esta fuerza política, vamos a trabajar”. ¿Ese es todo el marco, entonces?

ER – Es eso desarrollado en lineamientos programáticos. Creo que hemos hecho un aprendizaje y, de acuerdo con el mismo (acá hay una larga historia) está claro que lo que un congreso debe aprobar son lineamientos de programa: una propuesta para el país, algunos rumbos muy importantes, algunas prioridades fuertes –como las que venía señalando— desagregadas después en un abanico de temas. Pero lo que no debe hacer es entrar en algunas cuestiones de detalle que dependen mucho de las coyunturas. Porque eso lleva a embretarse, a afirmar categóricamente que se va a hacer una cosa con determinado nivel de detalle y después, si hay un cambio fuerte de la realidad (como lo hemos visto en los años recientes), la fuerza política queda descolocada y eso le plantea un problema de credibilidad...

EC – Este es un giro en el Frente Amplio.

ER – Es un aprendizaje; es una fuerza que ha ido madurando en el gobierno y ha ido madurando en la oposición. Entonces, está muy claro que queremos una alternativa para el Uruguay y para los uruguayos, que esto no da para más, pero también está muy claro que ciertos niveles de detalle y de tecnicismo no son lo más adecuado...

EC – Pero una respuesta que puede recibir un planteo de ese tipo es: “Ah, pero entonces no hay una política económica alternativa”.

ER – Hay una política económica alternativa. Lo que decimos es que están claros los objetivos, los instrumentos principales a utilizar, per no nos pidan un nivel de detalle que no es posible. No es posible porque la realidad se está transformando aceleradamente, porque el mundo cambia, la región cambia, nuestro país cambia, y además en algunos elementos no tenemos un conocimiento en profundidad el punto de partida porque el manejo de la información es muy poco transparente. Hay cuestiones sobre las cuales hemos avanzado hasta determinado nivel, pero prácticamente hay que hacer una comisión investigadora para cada tema para lograr identificar con claridad la información sobre la situación que el país tiene; en empresas públicas, en bancos y en otras cuestiones.

No podemos improvisar, entonces. Esta es una fuerza política que va a gobernar y lo va a hacer con seriedad. Que quiere, como dijo Tabaré, recrear la ilusión pero sobre la base de un fuerte sentido de la realidad.

***

(Grabación)

TV – El Uruguay no merece ni resiste otra frustración. En este país, nadie más que nosotros ha defendido la plena vigencia de los derechos. Sin embargo, permítanme decirles que hay un derecho al que debemos renunciar: el derecho a equivocarnos. No somos perfectos, pero no podemos fallar. No podemos fallar porque a nuestros errores los pagará el país, y el Uruguay ya no puede ni merece seguir pagando los errores –y en algún caso los horrores— de sus gobiernos.

[aplausos]

(Fin de la grabación)


EC – Un aspecto que llevó sus tiempo, que provocó discusiones acaloradas y que terminó bastante peleada a la hora de la votación fue el de los derechos humanos y en particular la posibilidad de derogar la Ley de Caducidad en caso de llegar al gobierno.

ER – Creo que el Frente no optó por no innovar en varios terrenos. Uno de ellos fue su posición histórica en materia de derechos humanos, a favor de la verdad y de la justicia. Está muy claro que acá hay un marco legal y constitucional, que habrá mucha firmeza de parte de un gobierno progresista en profundizar en estos terrenos; en el respaldo al Poder Judicial y el esclarecimiento de la verdad. Lo que hizo, entonces, fue ratificar sus posiciones históricas.

O sea que en algunos terrenos no se innovó pero hay mucha firmeza en cuanto al cumplimiento y a la defensa de determinados valores. En otros terrenos se avanzó: en materia ideológica, diría, en materia de género y de transversalidad de géneros, por ejemplo de en relación con la discriminación de la mujer . Se avanzó mucho en materia de relacionamiento de la fuerza política y el gobierno y en otro de los temas polémicos, como lo es la cuestión de los acuerdos sociales; y en otras cuestiones se mantuvieron las ideas anteriores, como es este caso.

EC – La moción de derogar la Ley de Caducidad tuvo 569 votos, contra 746. Finalmente resultó desechada, pero ¿esperaba una votación tan reñida?

ER – Sí. Había opiniones dispares sobre cómo seguir avanzando en materia de derechos humanos, pero sabíamos que había una mayoría que estaba en la línea de mantener las posiciones históricas del FA. Esto no quiere decir que todo se haya terminado: nosotros decimos que vamos a defender con mucha fuerza los derechos humanos y hasta ahí llegamos. Esto tiene un marco jurídico que está vigente, y dentro de él hay un amplio campo para avanzar. Es la posición adoptada, creo que sin ningún traumatismo, en un intercambio donde hay temas complejos, temas difíciles, de sensibilidades muy fuertes; todos tenemos un compromiso muy significativo y muy fuerte con la defensa de los derechos humanos, con la situación de los familiares de los desaparecidos, en el Uruguay en la Argentina, con el esclarecimiento de las situaciones y la necesidad de avanzar en materia de determinación de la verdad. Hay un conjunto muy grande de situaciones que merecen que se avance significativamente, hay heridas muy abiertas en la sociedad uruguaya, y procuraremos respaldar a nuestro Poder Judicial.

EC – En cuanto a la relación con los sindicatos, a cómo sería el vínculo de un gobierno del FA y el PIT-CNT o las distintas gremiales, se optó por una “autonomía relativa” respecto a la fuerza política.

ER – Se trabajó mucho en el documento sobre relacionamiento entre la fuerza política y los actores sociales, al que se dio una aprobación general. Se respeta la autonomía y la capacidad de auto-organización del movimiento y los actores sociales. Es un objetivo para el gobierno articular la diversidad de intereses de la sociedad. Tenemos la convicción de que en este momento sólo hay una fuerza política, que es esta Nueva Mayoría que se construye sobre la base del FA y del Encuentro Progresista, capaz de articular la diversidad de intereses que hay en la sociedad y de dar prioridad a los que están peor, a los que hay sido más excluidos y postergados por el sistema económico que se implementó en estos países y particularmente en Uruguay en las últimas décadas...

EC – Pero, a partir de ese análisis...

ER – Pero el gobierno no es un instrumento de un actor social específico.

EC – La experiencia del gobierno en la Intendencia de Montevideo y la relación con el sindicato Adeom ha sido, supongo, determinante para este tipo de resoluciones adoptadas este fin de semana.

ER – Hay una experiencia adquirida en el gobierno de Montevideo y también una experiencia internacional y regional...

EC – Por ejemplo la de Brasil con el gobierno del Partido de los Trabajadores, de Lula.

ER – Sí, sí: hay una diversidad de experiencias que nosotros tomamos en cuenta. Los actores sociales, los sindicatos, las asociaciones empresariales, otras organizaciones de la sociedad civil, deben ser respetados en su autonomía y en la legitimidad de los intereses que defienden. Pero el gobierno no es el instrumento de una fuerza; el gobierno debe poner por encima de todo el interés general. Y el interés general es compatible con los intereses particulares, pero siempre hay que establecer prioridades, que muchas veces son dolorosas. A esto hay que asumirlo, y hay que asumir la capacidad de diálogo como la base para construir y articular fuerzas y para expresar a las grandes mayorías.

Esto se discriminó en un análisis que avanzó en los problemas de relacionamiento entre la fuerza política y el gobierno. La fuerza política determina criterios generales de tipo programático, y el gobierno hace la ejecución. Acá hay autonomías recíprocas que hay que respetar. Se expresó también en el problema...

EC - ¿Qué responde usted cuando se señala que el FA actuó en los últimos años, en distintas ocasiones, a instancias de sindicatos, por ejemplo en varios de los referéndum?

ER – Una cosa es que la fuerza política promueva la expresión ciudadana en las formas de la democracia directa, y que la respalde. Eso no nos parece mal. Lo que no debe ser la fuerza política, y creo que no lo ha sido, es un instrumento de un actor social específico. Tampoco se quiere...

EC – Pero desde los partidos tradicionales se sostiene que eso es lo que ha ocurrido. Que el FA ha sido llevado en más de una ocasión por sindicatos a protagonizar un referéndum.

ER – El FA ha compartido propuestas que ha hecho el movimiento social, pero no ha sido “llevado por”. Que no haya sido “llevado por” no significa que no haya actores sociales y corrientes que tengan incidencia en la interna del FA, pero ha sido una fuerza política con visión de país. Se ha equivocado también en algunas circunstancias, y hemos hecho un aprendizaje en la oposición y en el gobierno. Lo que queremos entonces es que el gobierno defienda el interés general y principalmente la situación de los que están postergados y excluidos por un modelo antihumano ejecutado en esta región. Entonces, va a haber un cambio y va a haber un cambio en profundidad, pero vamos a respetar la autonomía de las fuerzas de la sociedad, y no vamos a caer en el particularismo o en quedar prisioneros de corporativismos. Tampoco vamos a caer en situaciones elitistas en las que los gobiernos miran desde una especie de gran palacio a la sociedad, con una visión en cierta medida paternalista y ajena a las demandas y angustias de la gente.

Acá hay una fuerza política que en realidad tiene confianza en sí misma, tiene confianza en los acuerdos que pueda hacer con la región, sabe que el Uruguay tiene un punto de partida que es horrible, porque este parece un país destrozado por una guerra, pero al mismo tiempo sabe que se ha abierto una esperanza y una perspectiva muy interesante porque el cambio en la región da al Uruguay la posibilidad de tener soportes y ayudas, porque los gobiernos que hay respetan la asimetría y la situación más débil de Uruguay como país pequeño.

EC – Se habla de colaboración del PT de Brasil el año que viene, antes de las elecciones, para analizar con el Encuentro Progresista ese capítulo de las relaciones entre un gobierno encabezado por un partido de izquierda y los sindicatos. ¿Será tema de un seminario, efectivamente?

ER – Puede ser tema de algún seminario, pero esta colaboración se viene dando en realidad desde hace tiempo; se está dando en la actualidad y nosotros tenemos un vínculo muy fluido con el PT de Brasil y también con otras organizaciones progresistas y el gobierno de Brasil. También se está estableciendo ahora este puente de una manera muy significativa con Argentina y creo que estamos construyendo el tejido de la transición y de un gobierno alternativo, mucho más de lo que se sabe. Le puedo dar un ejemplo: en materia de ciencia, tecnología e innovación, a esta altura estamos trabajando prácticamente en un esquema regional para hacer un programa marco para toda la región, que va a introducir un viraje muy importante y que va a colocar a Uruguay con posibilidades de desarrollo en biotecnología, en software y otras disciplinas realmente innovadoras. Esto se está haciendo ya a escala regional y lo estamos construyendo, porque sabemos que los tiempos son cortos y que un nuevo gobierno debe ser innovador y dar las señales del cambio en los primeros seis meses en direcciones muy diversas.

EC – Brevemente, ¿qué hará el FA con las Afap en caso de llegar al gobierno?

ER – Una transformación gradual, tal como lo expresó en documentos anteriores, que garantice el desarrollo del sistema de solidaridad que tiene al Banco de Previsión Social como su eje, y los fondos complementarios. Que haga transformaciones que le den a lo público un papel más importante, pero sin traumatismos: acá se va a ser extremadamente cuidadosos, nadie quiere venir con una especie de ruptura que lesione derechos adquiridos o que le meta la mano en el bolsillo a los uruguayos que hay ahorrado en las Afap. Eso no se va a hacer.

EC – ¿Respecto a la reforma educativa, y a los docentes frenteamplistas que participaron en ella?

ER – Tampoco se innovó. Se prefirió mantener lo que había, que son los lineamientos generales de mayor participación, de desarrollo de la educación en sus diversos niveles, porque el atraso es muy fuerte en Uruguay. Se mantuvo la crítica a los procesos de reforma que se han hecho, pero no se hizo una definición de detalle que podían significar heridas internas. Este fue un congreso de la madurez, un congreso hacia el gobierno, participativo, de muy fuerte liderazgo político, y diría de un acento programático en el Uruguay social, en el Uruguay productivo, en el Uruguay tecnológico, democrático y de la integración. En estos ejes nos vamos a mantener.

EC – Se proclama la fórmula Vázquez – Nin Novoa, pero al mismo tiempo se habilita a que haya otras precandidaturas en las internas de junio. ¿A qué efectos si ya hay una fórmula proclamada oficialmente?

ER – Porque mantenemos la misma política del año 1999, después de la reforma del 96, que fue exitosa desde ese punto de vista. La fuerza política hace una propuesta de candidaturas pero, si en el marco de la Constitución vigente, otros compañeros son postulados en junio del año que viene, así sucederá y la ciudadanía que se identifica con nuestra fuerza política decidirá en última instancia cuál es el candidato y cuál es la fórmula que tiene el respaldo mayoritario. Si otro compañero quiere presentarse, o algún sector político que lo postula, bienvenida esta situación y la vamos a dirimir pacíficamente, sin problemas importantes.

Creo que esta fuerza política está preparada y madura para ganar en la primera vuelta, en octubre del año que viene. A eso aspiramos y por eso vamos a trabajar.

***

AD – Ya proclamada la fórmula Tabaré Vázquez – Rodolfo Nin Novoa, el dirigente del Partido por la Victoria del Pueblo, Hugo Cores, pidió la palabra para proponer que Nin Novoa, además de integrar la fórmula presidencial, encabezara todas las listas del EP-FA al Senado. Pero Cores no pudo finalizar su propuesta porque, por orden de la mesa, le fue cortado el audio del micrófono. Cores reclamó sin éxito al vicepresidente del FA, Jorge Brovetto, que le restituyeran la conexión para terminar su intervención. Brovetto se negó, lo que llevó a Cores a retirarse molesto del estrado.

-----------------------------
Transcripción y edición: Jorge García Ramón

recomendar esta nota




En perspectiva
l Dinámica Rural l Deportes l Página principal

Para escuchar la radio en vivo necesita el Real Player
Optimizado para Internet Explorer a 800x600
Copyright Espectador.com All Rights Reserved