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Fondo de Financiamiento del sector arrocero
Entrevista con Hugo Manini, presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz.
EN PERSPECTIVA
Lunes 05.01.04, hora 8.05.
JOSÉ IRAZÁBAL:
Vamos a hablar de un sector de la actividad agropecuaria que realmente ha vuelto a la vida. La superficie sembrada de arroz creció en la campaña 2003-2004 más de un 20 por ciento, alcanzando las 180.000 hectáreas.
Estamos hablando de un rubro que ha tenido cinco años muy difíciles y después ha vuelto a aumentar su área, impulsada básicamente por el incremento de los precios externos y una oferta inferior a la demanda de grano en todo el mundo.
Para cerrar el año 2003 el Poder Ejecutivo puso en marcha lo que se ha llamado el Fondo de Financiamiento Arrocero, con el cual se lograría abatir deudas por más de 35.000.000 de dólares con el Banco República (BROU).
El tema fue analizado la semana pasada en Dinámica Rural, pero queremos ampliar la información, para lo cual estamos en contacto con el presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz, Hugo Manini.
Manini, ¿qué es este fondo especial que se ha creado para actividad arrocera?
HUGO MANINI:
En primer lugar conviene decir que este fondo ha sido el fruto de un trabajo que comenzamos a elaborar el 7 de enero del año pasado con el entonces subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, Martín Aguirrezabala, en base a algo que se había creado días antes y se estaba terminando de implementar, el Fondo Lechero. Nos reunimos con él a fin de año. En aquel entonces todavía no veíamos el horizonte claro, los precios seguían deprimidos. El Fondo de Financiamiento Arrocero ha venido a coronar un esfuerzo de cuatro ininterrumpidos años de oscuridad, de oscuro túnel en el que estuvimos sumergidos, por un lado por la caída de los precios y por otro por una política monetarista que venía acarreando un atraso cambiario que nos hacía absolutamente no competitivos. Todo esto fue generando un sobreendeudamiento en esos cuatro años, a partir de 1999, que de alguna manera había que atacar, que es a lo que apunta el Fondo. Aunque se llama Fondo de Financiamiento y de Recomposición de la Actividad Arrocera, yo destacaría la palabra “recomposición”, o sea reactivación, en la medida en que le da una solución, parcial pero importante, a ese sobreendeudamiento.
Hoy por hoy tenemos 1.000 dólares por hectárea promedio de endeudamiento, que es bastante; con este fondo prácticamente estaríamos abatiendo un 25 por ciento de ese sobreendeudamiento que tan poco favor hace en un momento en que se empieza a normalizar el mercado.
JI - ¿Cómo funciona el Fondo?
HM - El Fondo es una retención a las exportaciones de arroz, esa es la gran diferencia que tenemos con respecto al Fondo Lechero, por la peculiaridad de nuestro sector, que es exportador fundamentalmente. Debe ser el único caso en el mundo de un sector agrícola que tiene como objetivo la exportación de lo que produce, más del 90 por ciento del arroz producido en Uruguay se coloca en el exterior; aquí se consume entre un 4 y un 5 por ciento. A esas exportaciones se les hace una retención del 5 por ciento. Hubo que aprobar una ley, el 11 de julio del año pasado. Esa ley de securitización del flujo inversor le permite al Estado retenerle 5 por ciento del total de las exportaciones, sea arroz cáscara, arroz elaborado, semielaborado, parbolizado, brillado, etcétera. Con esa retención se está asegurando el cobro por parte del inversor.
JI - Estamos hablando de un fondo de 35.000.000 de dólares que son volcados exclusivamente al BROU para pagar deudas.
HM - Sí; tendríamos que decir que el gran beneficiario o uno de los beneficiarios de esta novedosa e ingeniosa ingeniería financiera es el BROU, porque estos 35.000.000 están destinados a las deudas con ese banco, de los productores y de las industrias; de los productores con el banco en un 50 por ciento, de los productores con las industrias, pero de las industrias que a su vez tengan deuda con el BROU. O sea que prácticamente los 35.000.000 irían al BROU.
JI - En el medio de esa negociación aparece la figura de las AFAP; ¿qué papel juegan en esto?
HM - Muy importante, se trata del ahorro previsional, un ahorro netamente nacional. Esto también es muy favorable para un sector que busca inversiones seguras y redituables; aquí se le está asegurando un 9,5 de tasa anual de interés, con una ley de securitización, con un decreto, con el funcionamiento del sector. No lo decimos nosotros, lo ha ido elaborando la empresa a la que le tocó hacer el estudio sobre riesgo. Las AFAP están colocando el 80 por ciento del monto y se deja abierto un 20 por ciento para inversores privados a través de la Bolsa de Valores Electrónica.
JI - ¿El fondo ya está funcionando?
HM - Todavía no, pero está muy encaminado. En los últimos días del mes de diciembre pasado, concretamente el lunes 29, tuvimos una segunda reunión en el séptimo piso del Edificio Libertad con el presidente de la República, con los ministros de Economía y de Ganadería, Agricultura y Pesca, con el secretario de la Presidencia, con los representantes de las AFAP y del banco emisor, que es el Banco Acac-Crédit Agricole, en la que se habilitó al banco a extender el certificado a las AFAP. El día 30, a las cinco menos diez de la tarde, se logró hacer ingresar el equivalente a estos 35 millones en el BROU para ultimar los detalles del fondo en el mes de enero.
JI - Por lo que usted dice, esto se convierte en una llave. ¿A qué situación se había llegado con el BROU para que ustedes necesitaran esta solución para seguir adelante?
HM - El BROU ha sido en los últimos 30 años el principal sostén financiero del sector arrocero. A la vez que hemos recibido ese apoyo hemos sido un muy buen cliente, el sector arrocero ha sido de los pocos que han bajado la deuda en 2002 y 2003 y está al día con los intereses –me refiero en términos generales, siempre hay alguna excepción–; el banco lo ha reconocido así, no sólo en este gobierno sino en los últimos gobiernos.
Pensamos que es importante que el BROU vuelva a actuar como lo ha hecho tradicionalmente, para lo cual es fundamental esta inyección adicional de amortización, sumada a que los precios, que se están normalizando. Mucha gente cree que el sector arrocero está frente a precios de novela; no, recién el año pasado, con el último precio, llegamos a lo que sería el promedio de los últimos 30 años en cuanto al precio de la bolsa. Tal vez un poco menos porque el promedio era de 9,30 y llegamos a 9,05. Esto es muy importante porque nos está permitiendo avizorar que en los próximos años, ya que por razones de coyuntura internacional el consumo de arroz supera por tercer año consecutivo a la producción y hay que reducir los stocks a los niveles más bajos desde 1985, cuando se comercializaba casi la mitad que ahora, el precio se va a mantener estable por dos o tres años, siempre en ese perfil de normalidad, teniendo en cuenta que el dólar vale hoy menos que hace 30 años, por cierto.
JI - ¿En qué plazo se van a pagar esos 35.000.000? ¿Qué cálculos hay?
HM - Esto está previsto para 15 años, pero nosotros pensamos que en cuatro años –es un cálculo matemático muy sencillo– se estaría pagando. Cuatro años con entregas de 10 millones de dólares por año. El 5 por ciento de un producto que da divisas al país estaría generando un piso de 200 millones de dólares por año, o sea que en cuatro años se estarían pagando capital e intereses, a lo sumo cuatro años y medio, cinco años, terminado lo cual podríamos hablar de usar esta modalidad para otro tipo de objetivos. El objetivo primordial cuando creamos el fondo era atacar el sobreendeudamiento, una de las mochilas más pesadas que llevaba el productor arrocero a sus espaldas.
JI - Usted manejó cifras realmente impresionantes. Decía que esta deuda que se salda es sólo un 25 por ciento, una cuarta parte del total de lo que el sector adeuda. ¿Es así?
HM - Sí, está bien. Hubiera sido deseable poder abatir el 50, 60 por ciento. Quiero hacer una reflexión: el productor arrocero se acostumbró durante los últimos 30, 40 años a usar el crédito y a tener un determinado endeudamiento, diríamos un endeudamiento normal, que podríamos tipificar en 250-300 dólares por hectárea. Así nos mantuvimos hasta 1999, con precios de la bolsa de 10,30, 10,35, 12,25, hasta que sucedió el descalabro en el Sudeste asiático, que todo el mundo conoce, la caída de los commodities, la caída de los precios de los productos alimenticios, y en esos cuatro años generamos una deuda en el eje de los 170 millones de dólares. Esa deuda es la que tenemos en este momento con el BROU, un poco menos de eso. No olvide que en una zafra estamos exportando más de 200 millones de dólares.
JI - ¿Es toda deuda con la banca pública, con el BROU?
HM - El BROU ha sido fundamentalmente el sostén financiero del sector arrocero. Ha sido un manejo un ágil, muy recíproco, muy cordial que hemos tenido con la institución, a la cual apreciamos mucho, valoramos mucho y pensamos que va a salir del marasmo en el que se encuentra actualmente, de la difícil situación en que quedó posicionada el año pasado, sobre todo a raíz de haber absorbido los pasivos del Banco Hipotecario, pero pensamos que el BROU se merece que todos los sectores productivos que han dependido de él para su funcionamiento busquen soluciones para ponerse al día.
JI - Decíamos que la superficie sembrada de arroz ha aumentado un 20 por ciento; por lo que usted decía las expectativas son buenas, por lo menos en cuanto a precios y a nivel de demanda internacional.
HM - Sí. Usted dijo 180.000 hectáreas; yo diría que estamos un poquito más arriba, cerca de las 190.000, y si el tiempo nos da una mano, si siguen estos días de calor y de sol, como el de hoy, pensamos que el rendimiento va a ser un 35 por ciento superior al del año pasado. Quiero destacar que el arroz en ese sentido es muy noble y muy seguro como cultivo; el año pasado tuvimos dificultades en la siembra, cosa que no sucedió este año. Vamos a mantenernos en esos volúmenes, que significarían 1.150.000, 1.200.000 toneladas, si el tiempo nos ayuda un poco con luminosidad, sol y calor en este mes de enero. Eso son más de 200 millones de divisas, sólo de divisas: estamos hablando de 200 y algo, pueden ser 250, 230, lo cual de por sí es más que todo el endeudamiento junto. Creo que no hay endeudamiento que no se pueda pagar en la medida que haya plazo y tiempo. Paralelamente a la negociación y a la instrumentación de este fondo, que quedó prácticamente puesto en marcha en los últimos días del año pasado, hicimos una negociación con el BROU: una vez ingresado el fondo, el banco les está concediendo a los productores una reprogramación de sus deudas que va de siete a doce años, lo cual es muy razonable, a una tasa que no es la deseable pero es la que hay en el mercado, 9,25 por ciento. De esa manera estamos convencidos de que vamos cumplir con el banco, como siempre se cumplió.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
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