18.12.2005












ORACIONES A SAN EXPEDITO SERVÍAN PARA INTERCAMBIAR INFORMACIÓN

Familia y secuestrador negociaron
el rescate a través de la prensa

El jefe de Policía de Montevideo, José Pedro Delgado, confirmó que el secuestrador de Valentina Simon conocía a la familia y había tenido “una situación enojosa” con uno de sus integrantes. Volvió a negar que se haya pagado un rescate aunque, dijo, el captor esperaba cobrarlo.

EN PERSPECTIVA
Jueves 08.01.04 - Hora 7.34.


JOSÉ IRAZÁBAL:
Ayer en la mañana sobre las 7 y 20 entraba Alfredo Dante a los estudios de El Espectador con una noticia fresquita: hacía un rato nada más había aparecido en su casa de Carrasco Valentina Simon, de 15 años de edad. Hacía 20 días había sido secuestrada.

ALFREDO DANTE:
Desde ese momento se sucedió una serie de hechos que terminan con la exposición de la prensa de hoy. Por ejemplo el diario El País: “Secuestro por venganza. Abogado de familia vinculada a la banca y al agro lo planeó por siete meses. Confesó que actuó solo”.

JI - Aparece una foto grande en colores. La sonrisa de esta adolescente domina hoy la tapa de los diarios de Montevideo, asomada detrás de los muros de su casa y saludando a los reporteros gráficos que estaban en ese momento. Supongo que habrá sido de mañana, sobre el mediodía, pocas horas después de haber sido liberada.

En el diario La República el título principal hoy es: “Escribano del sistema bancario era el raptor. Misterioso epílogo del primer secuestro extorsivo del Uruguay; nadie cree que Carlos Marizcurrena –en algunos diarios se maneja ya el nombre del secuestrador– haya actuado solo y que no se haya pagado el rescate”. La República sostiene que fuentes policiales y de la familia le aseguraron que sí se pagó un rescate vía Holanda contra la prima de contingencia del banco donde trabaja el padre de esta chica.

AD - Todos los diarios titulan hoy sus portadas con esta información. El Observador dice: “Acorralado, el secuestrador liberó a Valentina sana y salva”.

JI - Búsqueda dice: “La Policía evalúa aciertos y errores del operativo que permitió resolver el secuestro de Carrasco para prevenir nuevos delitos”.

Últimas Noticias lo enfoca de esta manera: “Odisea de 20 días con un final feliz. Hay innumerables interrogantes a develar”.

Vamos a meternos de lleno en este tema. Estamos en contacto con el jefe de Policía de Montevideo, inspector José Pedro Delgado.

Delgado, comencemos por uno de los temas más sensibles que rodearon este caso. La República maneja una versión de que sí se pagó un rescate en este caso, más allá de que la propia familia lo ha desmentido y también los representantes de la Jefatura de Policía ayer cuando se hizo la conferencia de prensa en la tarde.

JOSÉ PEDRO DELGADO:
Esa información corre por cuenta de quien la publica. Yo le puedo decir que no se pagó rescate en este caso.

JI - ¿Cómo se desencadenó finalmente la liberación de Valentina Simon?

JPD - Se logra una serie de evidencias probatorias que circunscriben a esta persona como el presunto autor material de los hechos. Con lo que teníamos primeramente se le allanó el domicilio y posteriormente, al no encontrarlo, fue citado y al concurrir en la mañana de ayer a la Dirección de Investigaciones, con las evidencias que teníamos en su contra, terminó por admitir la autoría de los hechos.

JI - Repasemos cronológicamente cómo se desarrolló todo esto. Usted dice que se había hecho un allanamiento de la casa de este hombre; ¿cuándo?

JPD - Anteayer en la tarde.

JI - O sea el día martes; ¿a qué hora?

JPD - Los datos concretos obran en el Poder Judicial, en la órbita del juez actuante, que tiene toda esa indagatoria.

JI - Pero fue más o menos…

JPD - …en horas de la tarde.

JI - …se fue al domicilio de este hombre.

JPD - Sí.

JI - ¿Por qué? ¿Qué certeza se tenía?

JPD - Para ser claro: la localización de la camioneta fue un indicio que nos permitió ir estudiando, en un trabajo de hormiga, la situación en sí. Una de las líneas de acción orienta hacia determinado objetivo y en base a ello se actúa con esa persona.

JI - Hoy algún diario dice que la clave de esa camioneta que se encontró, después de ocho o diez días de producido el secuestro, es un papelito donde aparece la mitad del apellido de este hombre. ¿Es así?

JPD - Me comprenderá, eso está dentro del presumario judicial y no puedo abundar en detalles hasta que el juez no se expida al respecto.

JI - Pero una de las claves fue la camioneta.

JPD - Sí, una de las claves fue la camioneta.

JI - ¿Hasta ese momento se tenía una cierta certeza, se tenían datos que apuntaran a ese hombre, o ése fue el disparador?

JPD - Hasta ese momento no teníamos nada; únicamente teníamos las hipótesis y conjeturas, que si bien eran chequeadas y descartadas por su veracidad, no habían conducido hasta esa persona.

JI - Ustedes empiezan a sospechar de él a raíz de los indicios que encuentran en la camioneta, ¿y qué hacen? ¿Empiezan a hacer un seguimiento de este hombre?

JPD - Un trabajito de hormiga por parte del Departamento de Delitos Complejos y del Comando de la Dirección de Investigaciones permite un descarte de hipótesis que lleva a que todo oriente hacia él.

JI - Supongo que a esa altura bastante sorprendidos por el perfil de este hombre…

JPD - Sí, sin duda, a pesar de que la conducta humana no tiene reflejo, ¿no?

JI - Se dice en los relatos que se hace hoy en diferentes periódicos que se había comunicado a través de mensajes de correo electrónico un par de veces y que los mensajes apuntaban a desorientar a quienes investigaban, dando a entender que era una banda la que había realizado el secuestro.

JPD - Él tuvo para pensar esto entre siete y ocho meses, así que lo planificó todo con claridad.

JI - ¿Puede corroborar si este hombre conocía a la familia?

JPD - Tenía un conocimiento, no gozaba de su amistad pero tenía un conocimiento de la misma.

JI - Se dice por allí que incluso había un negocio familiar con él.

JPD - Actuó como profesional en una transacción comercial.

JI - Los relatos de esta mañana señalan que este abogado-escribano había tenido negocios financieros en común con la familia, particularmente con un familiar cercano de la víctima y que al parecer no había quedado conforme con los resultados. ¿Hay algo de eso? ¿Ese puede ser el móvil por el cual esta persona llevó adelante este delito?

JPD - Hubo por parte de él una situación enojosa, por lo que manifiesta, con uno de los integrantes de la familia, pero el resto no es así.

JI - ¿Qué participación tuvo la Policía en la forma como se dieron las comunicaciones entre la familia y el secuestrador?

JPD - En todo momento hubo un contacto y una coordinación permanentes con la familia.

JI - ¿Cuándo comienza a establecerse este sistema de comunicación a través de los avisos fúnebres?

JPD - Creo que fue a la semana, después del 25 de diciembre.

JI - ¿Había antecedentes de este tipo de sistema en otros secuestros? Ustedes han estado en contacto con la Policía argentina, que también dio una mano en este caso.

JPD - Allá por el año 1997 –yo no estaba en Montevideo– se registra un hecho similar, no de las mismas características, pero similar.

JI - Expliquemos –para gente que puede no manejar toda la información que se ha brindado en estas horas por parte de la Policía– que una de las vías de comunicación entre la familia y el secuestrador eran los avisos de agradecimiento que se publican por lo general en el diario El País en la página de las necrológicas. Allí aparecían algunos mensajes y cifras, aparece claramente una negociación por dinero.

JPD - Sin ahondar mucho en los detalles, porque no quiero inmiscuirme en la actuación judicial, sí, había un cifrado que se establecía, esa era la forma de comunicación.

JI - ¿Es correcto que cada tres o cuatro días el secuestrador se encargaba de que la familia recibiera una prueba que demostrara que la joven estaba viva?

JPD - No; se manifestó en varias oportunidades, pero no cada tres o cuatro días.

JI - ¿Cómo se manifestaba?

JPD - Siempre por medio de comunicaciones con un celular.

JI - ¿No había posibilidades de rastrear a ese celular?

JPD - Eran comunicaciones grabadas; en cuanto a lo demás de la metodología operativa, amén de constituir el presumario judicial, no vamos a decirlo porque sería divulgar cómo operamos y estaríamos avivando a los demás, ¿no?

JI - Vayamos a lo que fue la mañana de ayer, al momento en que se produce la liberación de Valentina; ¿por qué cree que después de 20 días termina liberándola sin cobrar el rescate?

JPD - El desarrollo de los hechos en los últimos días motivó que no tuviera tiempo, pero estaba dentro de su planificación cobrar el rescate.

JI - ¿La Policía se entera del lugar donde estaba Valentina por ella misma? ¿Ella dice “me tenían en tal lado” o ustedes ya sabían que estaba ahí?

JPD - Teníamos un panorama del lugar donde se encontraba secuestrada, pero nada más.

JI - No tenían vigilancia en esa zona.

JPD - No, para nada; el lugar donde estaba secuestrada surge después de la indagatoria realizada en el interrogatorio del detenido.

JI - ¿Cómo se toma la decisión de hacer el allanamiento en la casa donde vivía este hombre? Se puede pensar que se ponía en riesgo la vida de la adolescente, ¿no?

JPD - Se toman las providencias necesarias; surge lógico que no la va a tener secuestrada donde vive.

JI - ¿Cómo se produce la llegada de esta persona, de este abogado-escribano, a la Jefatura de Policía de Montevideo ayer de mañana? ¿Ustedes lo citaron o fue simplemente a pedir explicaciones por el allanamiento que habían hecho en la casa de sus padres el día anterior?

JPD - Él fue citado; debe haber creído que era para aportar detalles o a ver por qué se lo requería.

JI - Hoy hay dos versiones en los diarios sobre cómo termina confesando que es el autor del secuestro. Se dice por allí que un policía en el interrogatorio le dijo: “Sí, porque usted la violó”, y ahí él contestó: “Yo no la toqué”, y eso fue reconocer que era el secuestrador.

JPD - No, no; existen los recursos interrogatorios, pero no, no.

JI - No fue por ahí la cosa.

JPD - No, no.

JI - Hay otra versión, Alfredo, que es la que publica el diario El Observador.

AD - Sí, dice: “Acá está todo el pescado vendido, no dé más trabajo. Está liquidado”, le habrían dicho en el interrogatorio a este hombre.

JPD - Se ponen las cartas sobre la mesa, se muestra determinada evidencia irrefutable y la persona termina por admitir, porque aunque vaya con la negativa, el juez también tiene su particularidad y su forma de interrogatorio judicial.

JI - También se señala que este abogado pidió para hablar con su familia, porque aparentemente prefería que se enterara por él de lo que había hecho y no por la prensa.

JPD - No, no, a partir de una detención se establece la incomunicación inmediata de la persona.

JI - O sea que en este caso no hubo una comunicación de este hombre con su familia.

JPD - No, no.

JI - ¿Usted está convencido de que este hombre actuó solo?

JPD - Lo que tenemos hasta el momento es que actuó solo.

JI - ¿Qué es lo que lleva a afirmar eso tan categóricamente?

JPD - Reitero –y no por ser peyorativo en este aspecto–: todas esas interrogantes que surgen están en la órbita del Poder Judicial y no puedo brindar información.

JI - Un oyente nos pregunta por qué se tardó tanto en encontrar la camioneta, prácticamente 10 días, cuyo número de matrícula, según ha surgido, tenía sólo un número de diferencia con el que había dado el testigo presencial del secuestro.

JPD - Se nos complicó; no teníamos sólo el hecho concreto de la camioneta, había un montón de situaciones puntuales que también motivaron una rápida intervención.

JI - ¿Él había comprado la camioneta? ¿De quién era?

JPD - La compró a una persona que nosotros indagamos con anterioridad.

JI - ¿La persona no dio el nombre del comprador?

JPD - No, no, la transacción se realizó incluso sin la documentación correspondiente, en forma totalmente irregular.

JI - O sea que era imposible llegar a quién tenía la camioneta.

JPD - Si la persona no sabía quién era el comprador, evidentemente no.

JI - Vayamos a la operativa de la Policía, que usted dice que hizo un trabajo de hormiga. ¿Cuántos efectivos se dispuso exclusivamente para investigar este caso?

JPD - El Comando de la Dirección de Investigaciones y todo el Departamento de Delitos Complejos. Pero es de justicia resaltar y destacar la labor que también cumplieron los demás departamentos de la Dirección de Investigaciones; el apoyo que recibimos por parte de la Dirección de Información e Inteligencia, de la Dirección General del Tráfico Ilícito de Drogas, del Servicio de Asistencia de Telecomunicaciones de Jefatura, de Identificación Civil, de la Dirección de Migración, de las jefaturas del interior con su cierre de fronteras, de la Dirección Nacional de Policía Caminera en los controles de rutas; de una persona cuyo nombre no viene al caso, pero es un técnico en informática que también nos dio una gran mano; de la Justicia en sí –vale resaltarlo porque a veces se cuestionan determinados hechos pero en las lindas todos olvidamos–, del doctor Alvaro França, el doctor Alvaro Beyhaut y el doctor José Balcaldi, que está actuando en este momento. Hubo una coordinación y una colaboración de manifiesto por parte de estos profesionales. Otra cosa a destacar es el apoyo de la prensa en cuanto a que muchas veces sabía cómo venía la cosa y optó por perder la primicia y dejar que nosotros trabajáramos libremente.

JI - De todas maneras, a propósito de cómo se informó este caso a nivel de la prensa, en algún momento se dejó traslucir cierto malestar por parte de algunas autoridades y desde el comando de la Jefatura de Policía porque se presumía que se estaba muy cerca de esta persona y que por algunas versiones que trascendieron se había echado todo atrás. ¿Eso ocurrió realmente?

JPD - Sí, sí; yo me referí a la prensa en su totalidad. Hubo hechos puntuales que no vienen al caso ni es de orden resaltar, que motivaron determinada complicación en el transcurso de la actuación.

JI - ¿Dónde está este hombre hoy? ¿Cuáles son los pasos que se va a dar?

JPD - En el día de hoy tiene que concurrir nuevamente por orden judicial al Juzgado a prestar declaraciones. Se encuentra en dependencias de la Dirección de Investigaciones.

AD - Pasando raya, ¿cuáles definiría como los principales aciertos y errores que cometió la Policía en este caso?

JPD - Siempre pedimos mayor rapidez en las cosas, pero a veces querer no es poder. Lo resaltable es el esfuerzo, el sacrificio que pusieron de manifiesto primeramente el Departamento de Delitos Complejos y el comando de la Dirección de Investigaciones, y después todo el apoyo y la colaboración del resto de las instituciones y personas que mencionaba. No quiero olvidar a la gente de Antel, que nos dio una mano bárbara, y a la embajada de Estados Unidos, que también aportó su apoyo técnico.

JI - ¿A qué se refiere con “mayor rapidez en las cosas”?

JPD - Usted sabe que uno a veces liga mal, no solamente por el conocimiento que pueda tener de un determinado hecho puntual o aquella duda razonable que tiene, sino que a veces liga mal, no tiene suerte, y un procedimiento que usted orienta en determinada dirección falla porque lo trabaja en ese sentido y después se da cuenta de que no estaba en el sentido correcto.

JI - Quedan muchos detalles del caso por develar. No hemos manejado –creo que no se maneja en ninguna crónica– la presencia de armas en manos del secuestrador. ¿Se encontraron armas?

JPD - No, no, llevó a cabo el hecho sin armas.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe

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