18.12.2005












UNA APUESTA EXPORTADORA CARGADA DE EMOTIVIDAD

La Caballada, un emblema
de Salto que reabre sus puertas

Con una inversión de 4.000.000 de dólares, mañana a las 8 horas, el Frigorífico La Caballada retomará su actividad. Pasaron nueve años desde su cierre y cuando recupere plenamente su actividad empleará a unas 400 personas directamente. Pablo Sierra, director del frigorífico La Caballada, explicó que esta reapertura mejorará la producción de carne en el norte del país ya que el ganado recorrerá menos kilómetros antes de su faenado. Tras años de trabajo y emocionado por este logro, Sierra aseguró que esto demuestra que “hay que intentar las cosas, hay que luchar, hay que golpear puertas...”

EN PERSPECTIVA
Miércoles 14.01.04 - Hora 8.50.

JOSÉ IRAZÁBAL:
Tras una larga espera, mañana se concretará finalmente la reapertura del Frigorífico salteño La Caballada. Pasaron casi nueve años desde aquel 25 de febrero de 1995 en que el establecimiento realizó su última faena.

Se trata de una muy buena noticia, no sólo para los habitantes de la ciudad de Salto y alrededores, porque se reabre una importante fuente generadora de empleo, sino también para los productores ganaderos del norte del país, que ven en este establecimiento una alternativa más a la hora de faenar. A las 8 de la mañana del jueves se pondrá en marcha la primera faena de prueba, tanto en el rubro vacunos como en el de ovinos.

Sobre esta experiencia vamos a conversar con Pablo Sierra, uno de los directores del Frigorífico La Caballada.

Antes de ingresar a esta nueva etapa del frigorífico La Caballada, nos gustaría repasar parte de su historia, que arranca allá por mediados del siglo XIX, cuando era un saladero.

PABLO SIERRA:
Sí, uno de los grandes visionarios que tuvo el país, que fue don Pascual Harriague, que se instaló por estos lados, creó el negocio del salado de la carne y lo llamó el saladero “La Caballada”. El nombre responde a un paso que existe en los predios del frigorífico. Después como el salado se hacía en los lugares donde se consumía la carne, el negocio dejó de ser atractivo y don Pascual Harriague, uno de los grandes visionarios instalados en el departamento de Salto, como no podía ser de otra manera, se dedicó al tannat e introdujo la frutilla a Uruguay. El saladero la Caballada tiene más de 150 años de historia.

JI - Estamos hablando de 1860.

PS - Exactamente, estamos hablando de los albores de la patria.

JI - Hay un dato por allí que dice que diez años después de empezar a funcionar faenaba ya 50.000 animales por año.

PS - Claro; aquí la cuenca era abastecida por ganado de Argentina fundamentalmente, de la mesopotamia argentina. Aquí existe un mangrullo donde se avistaban las tropas y se avisaba para que la gente se aprontara para faenar.

JI - ¿De dónde viene el nombre “La Caballada”?

PS - Responde a un paso, La Caballada, en esta zona de Salto. Es un nombre que hoy está usando el frigorífico, pero también hay unos vinos de origen nacional con la misma denominación porque es una zona típica del departamento.

JI - Se ha dicho que ese nombre se vio reafirmado porque en algún momento el frigorífico faenó caballos.

PS - No, de eso no tengo conocimiento; respondía a la zona, que se llama La Caballada. No conozco ese dato.

JI - La Caballada fue un líder de la industria frigorífica en Uruguay durante muchas décadas, hasta que llegó al cierre en 1995. ¿Cuáles fueron los motivos?

PS - No me gustaría ahondar en la empresa anterior. El cierre fue muy trágico para la zona, para la región. Los productores no tuvieron más la posibilidad de enviar sus ganados a ese frigorífico, que está enclavado en una zona de mucha producción. A 200 kilómetros a la redonda no existe ningún frigorífico exportador de las características de La Caballada. Eso lo sintió enormemente el departamento de Salto, primero por la mano de obra que se perdió. En 1995 fue muy trágico para toda la región, fundamentalmente para Salto.

JI - Estamos hablando de nueve años atrás.

PS - Casi nueve años atrás.

JI - ¿En qué estado estaban las instalaciones cuando ustedes llegaron?

PS - Estaban bien, pero hubo que hacer una gran adecuación, hubo que hacerle un overhold general a toda la maquinaria. No faltaba nada, eso es cierto, estaba absolutamente todo. Pero nueve años después hubo que hacer desde el techo hasta los pisos, una gran obra civil, y sobre todo adecuar cantidad de instalaciones que estaban obsoletas, como por ejemplo la sala de desosado, que venía funcionando con permiso precario; como estaba en funcionamiento siempre había prórroga. Hoy al ser una empresa nueva y pedir de nuevo todas las habilitaciones hubo que hacer una gran adecuación en los flujos, en la circulación del frigorífico. Evidentemente se aprovechó la gran estructura edilicia, los metros cuadrados, pero la gente que lo conoció anteriormente hoy no lo reconoce, porque hasta la puerta de entrada fue cambiada.

JI - Cuando en el año 2000 se comenzó a soñar con reabrir el frigorífico se hablaba de que éste se había mantenido en buenas condiciones porque hubo gente que lo cuidó. ¿Quiénes se encargaron de eso?

PS - Sí, hubo gente que lo cuidó, fundamentalmente el señor Carlos Vargas, el gerente general, y un grupo de funcionarios que creyeron y apostaron a que la ganadería es una de las riquezas genuinas del país y que cuando viniera la vuelta, cuando nos diéramos cuenta de que Uruguay iba a salir a través de exportar materia prima que se produce en la zona con valor agregado a través de la mano de obra salteña, confiaron siempre en que iba a venir alguien a reactivar.

El tiempo les dio la razón, lo cuidaron denodadamente durante ocho años y hoy los resultados están a la vista.

JI - Hay una historia de amor muy fuerte de esa gente hacia lo que hacían.

PS - Exactamente, un sentimiento salteño muy fuerte. No se podían resignar a que una industria de las características de este frigorífico, netamente exportador, con playa de ovinos, playa de vacunos –la única playa de ovinos en el norte del país donde, aunque tengamos el stock más bajo de la historia, están predominantemente los pocos ovinos que existen–. Apostaron con mucha dedicación; hubiera sido mucho más fácil tomar otros rumbos, pero creyeron y las cosas se están dando.

JI - Mucha gente se puede preguntar cómo los empleados, los obreros, tenían acceso para hacer esos trabajos, cómo no se remató eso. ¿En manos de quién estaba?

PS - Se remató; no hubo interesados, el mejor postor fue el Banco República, que se quedó con el boleto de compraventa. Lo remató en su época pero no hubo interesados.

JI - El banco le permitió a esa gente…

PS - El banco permitió tener el activo muy bien conservado a través de esa gente.

JI - La reapertura del frigorífico La Caballada implica una inversión total importante; se ha manejado la cifra de 4.000.000 de dólares, por ejemplo.

PS - Sí, efectivamente muy importantes.

JI - ¿Estamos hablando de capitales nacionales o extranjeros?

PS - De capitales nacionales. Tuvimos el apoyo de una empresa internacional que nos financió los equipos –porque tiene mucha adecuación de equipos de frío–, nos financió la panelería, que es nacional, y toda la parte de acero inoxidable, que era prácticamente inexistente. Para acceder a los mercados del Nafta y de la Comunidad Europea hoy los mercados exigen absolutamente acero inoxidable en todos los palcos, en toda la sala de desosado; de eso no tenía nada. Es una empresa estadounidense que confió en Uruguay, que confió en nosotros, fue el crédito más grande que se dio para Uruguay en el año 2003. Es un orgullo que una empresa estadounidense haya confiado en nosotros.

JI - ¿Qué son los palcos?

PS - Es donde el animal después de faenado va circulando y se le van sacando las distintas partes, como la cabeza, las orejas, el cuero; donde se trabaja el animal.

JI - Usted ya dio alguna pista, pero ¿cómo se utilizaron esos 4.000.000 de dólares?

PS - La mayor parte en la readecuación del frigorífico, una inversión superior al 1.500.000 para la readecuación y puesta a punto, que incluye mucha tecnología, porque ocho años después… no tenía tecnología. Nosotros hacemos una gran apuesta a la trazabilidad, es decir aprovechar todos los datos que nos da el productor en su guía de Dicose (Dirección de Contralor de Semovientes), que nos dice qué edad tiene el animal, de qué zona viene. Aprovechamos todo eso dentro de la planta para hacerle el seguimiento hasta el corte.

JI - Aclaremos que trazabilidad es el seguimiento del animal desde que nace y se cría en el campo hasta que llega al frigorífico. Saber de dónde vino, en qué condiciones y demás.

PS - Exactamente. Vamos a tratar de aprovechar toda esa información que nos da el productor a la entrada del frigorífico y llevarla hasta la góndola. Hoy los mercados no la pagan más, pero en algún momento, con todos los sucesos que estamos viviendo, lo van a reconocer y el consumidor va a tener que pagarlo más porque está comprando información.

***

JI - ¿Cuántos puestos de trabajo genera esta primera etapa del frigorífico?

PS - En el momento están trabajando más de 130 personas en la parte de readecuación y reacondicionamiento de todo el frigorífico, entre personal propio y empresas tercerizadas.

JI – La parte de reacondicionamiento no se ha terminado.

PS - Sí, estaremos haciendo la faena de prueba mañana porque la parte de playa de faena, corrales y las cámaras está pronta. Se está terminando y pensamos este fin de semana terminar el desosado, para lo cual ya vamos a estar pidiendo nuevamente la autorización al Ministerio para que nos venga a inspeccionar, lo que nos permitirá acceder a los mercados externos. Cuando estemos a full, con muy buen nivel de actividad, que vamos a lograr a través del tiempo, a través de las nuevas habilitaciones que nos vayan haciendo y del acostumbramiento de la gente, pensamos que vamos a dar 400 puestos de trabajo directo. Un dato de esta realidad: hoy tenemos reuniones con 60 personas que van a ingresar mañana para realizar esta faena de prueba; vamos a estar incorporando 60 personas más a las que están trabajando actualmente.

JI - Unas 130, más o menos.

PS - Sí.

JI - Hoy hablábamos del amor, la expectativa y la esperanza que le puso mucha gente al frigorífico en los nueve años que estuvo cerrado, pensando que en algún momento iba a reabrir. ¿Qué pasa con esa gente? ¿Se prioriza a la hora de tomar? ¿Estará nuevamente en el frigorífico?

PS - Los 60 que ingresan mañana son todos ex funcionarios del frigorífico, que tienen el adiestramiento que nos llevará rápidamente a este proceso de habilitación. Por supuesto, mucha gente se fue del departamento, algunos se fueron al exterior lamentablemente y otros están en otras actividades. Nosotros apostamos que el 60-65 por ciento de la gente que trabajaba anteriormente vuelva.

JI - ¿Qué edades tiene esta gente? Supongo que muchos de ellos están veteranos…

PS - No, estamos hablando de gente de 35-40 años, que cuando cerró el frigorífico era muy joven.

JI - Debe ser una sensación muy especial para esa gente.

PS - Es una sensación muy especial, muy emotiva. Para Salto y para la región es muy especial; el frigorífico es un emblema de Salto, del departamento, sin lugar a duda. Hoy sabemos que la industria frigorífica es la única capaz de generar 500 puestos de trabajo y en un lugar como Salto va a tener una enorme repercusión.

JI - ¿Qué van a hacer mañana?

PS - Mañana a la hora ocho se faenarán los vacunos, se realiza todo el proceso e inmediatamente se va a proceder a faenar los lanares, de manera de dejar habilitadas las dos playas.

JI - ¿Eso se hace con inspectores presentes?

PS - Sí, con los Servicios Veterinarios del departamento, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), que van a revisar todos los procesos.

JI - ¿Cuántos animales se van a faenar mañana?

PS - Más o menos 35 bovinos y 150 lanares, de manera de completar la línea y ver cómo se realiza todo el proceso.

JI - ¿Ustedes tienen idea de plazos? Porque supongo que están urgidos por comenzar a trabajar, pero necesitan ciertos disparadores, ciertas aprobaciones del gobierno, del MGAP, para poder empezar a faenar.

PS – A exportar. Sí, pensamos que en 20 o 30 días vamos a estar exportando fluidamente. Nos estamos manejando con esos plazos.

JI - Supongo que la buena noticia en este caso no es sólo para la gente de Salto y para los ex funcionarios del frigorífico que pueden volver a tener su puesto de trabajo, sino que esto también debe repercutir y debe ser visto con ojos muy especiales por parte de los empresarios ganaderos de la zona. Usted decía que no hay muchos establecimientos al norte del río Negro que tengan la capacidad de La Caballada.

PS - Exactamente. Todo aquel productor que a veces no puede completar un camión y tiene que terminar vendiendo el novillo o la vaca gorda en la feria, va a tener la posibilidad, a través de este frigorífico salteño, de exportar al mundo. En los departamentos de Artigas, Río Negro, Salto y Paysandú no existe ningún frigorífico que esté más cerca que La Caballada.

Uno de los grandes temas que tiene Uruguay, según un estudio hecho por el INIA y financiado por el BID, es el problema del estrés, del machucamiento, de la cantidad de kilómetros que tiene que recorrer el ganado para llegar a las plantas. La Caballada está en un sitio privilegiado, porque los ganados recorren a lo sumo 150-180 kilómetros con lo cual se evita el machucamiento, el estrés del animal; es decir se gana en calidad de carne. A Uruguay eso le cuesta 50 millones de dólares por año; entonces apostamos a la profesionalización en ese manejo para evitar pérdidas.

JI - ¿Quiénes más están en la zona? El frigorífico PUL y el Frigorífico Tacuarembó.

PS - Sí, PUL está en Cerro Largo y Frigorífico Tacuarembó está en Tacuarembó.

JI - Son quienes están más cerca de ustedes.

PS - Sí, Pool está a la misma distancia que los frigoríficos de Canelones, a más de 400 kilómetros. Al norte del río Negro están el Frigorífico Tacuarembó y este salteño.

JI - Otro dato de La Caballada que no parece menor es que está habilitado para faenar ovejas, creo que es el único en los departamentos al norte del río Negro.

PS - Exactamente, es lo que comentábamos. Salto está en un lugar privilegiado respecto del Mercosur, tenemos mucha vinculación con Argentina y Brasil; el mercado del ovino está firme. En el tema del ovino incide enormemente el flete; nosotros estamos en una situación privilegiada, tenemos una capacidad de faena de 2.400 animales en un turno de ocho horas y una muy buena playa, con muy buena capacidad. Vamos a tratar de aprovecharla al máximo.

JI - Hablemos de los destinos de la carne que se va a producir en el frigorífico. ¿Cómo van a colocar esa carne?

PS - Nos estamos imaginando un escenario como está funcionando actualmente el mercado de la carne. Apuntamos básicamente al Nafta, que es el gran mercado, no solamente por precio sino también por volumen. Es un gran demandante; la prueba la están dando los datos de 2003: en seis meses que operó el mercado de Estados Unidos casi el 50 por ciento de las exportaciones fueron a ese mercado.

JI - Sí, pero ahora está cerrado ese mercado.

PS - No, no está cerrado. Hubo algunos vaivenes con el tema de esa enfermedad que apareció; lo que pasa es que estamos asistiendo a las fiestas de fin de año, al receso, siempre en el mercado de la carne se produce un receso.

JI - Me refería al impedimento de Estados Unidos de colocar su carne en sus mercados tradicionales, que hace que esa carne se vuelque básicamente al mercado interno y sea más difícil para los productores y la industria uruguaya colocar carne allí.

PS - Claro, pero la carne que coloca Uruguay no es competitiva porque la que exporta Estados Unidos es de otra calidad, es otro tipo de carne que aquí no se produce. Uruguay está exportando a Estados Unidos. Estamos esperando la apertura del mercado de México, porque en ese país no hay cuotas y hay bajos aranceles. Esperemos que se concrete rápidamente porque es un mercado que empieza con un arancel del 9 por ciento y por el tratado de libre comercio puede llegar en tres años a una desgravación impositiva de 7; lo atractivo es que no tiene cuotas. Nuestro frigorífico podrá exportar sin que haya cuotas asignadas por INAC.

JI - Va a ser importante la definición del gobierno mexicano que va a conocerse en los primeros meses de este año. Ayer el presidente Jorge Batlle estuvo hablando con su par azteca, Vicente Fox, para ver si se podía acelerar el trámite y México termina abriendo antes la puerta a la carne de Uruguay.

PS - México es la octava economía mundial y Uruguay, con sus carnes naturales, libres de enfermedades, puede llegar a ocupar un espacio muy importante al haberse cerrado la entrada a la carne de Estados Unidos.

JI - En su momento el frigorífico La Caballada tuvo determinados cortes de carne para colocar, por ejemplo el corte Hilton; son cortes muy especiales y caros, pero que al cerrar perdió a manos de otros frigoríficos.

PS - Exactamente; hoy nuestro frigorífico sale sin cuotas, ni para Estados Unidos ni para la Comunidad Europea, sin ni siquiera cuota de iniciación. Antes había cuota de iniciación, había una reglamentación de INAC que asignaba a cada industria frigorífica nueva que creaba puestos de trabajo una cuota de iniciación, que era el 1,8 del total de la cuota que tenía asignada el país. Hoy eso no es así, la cuota se gana exclusivamente por el nivel de exportación.

JI - ¿No se puede gestionar que le devuelvan lo que perdió?

PS - No, no, ya lo intentamos. La reglamentación de INAC es muy clara en ese sentido: por más que se crean 400 puestos de trabajo para esta zona y esta región, que es muy importante, no vamos a tener acceso a eso. Va a ser un frigorífico exportador, pero sin cuota de iniciación.

***

JI - Supongo que esta experiencia genera expectativa a nivel local y en quienes apostaron a esto. ¿Cuándo comenzaron ustedes las gestiones de reapertura del frigorífico?

PS - En octubre de 2001. Como salteños no nos podíamos resignar a dejar cerrar una industria de estas características –pensando en lo que es Uruguay, en su riqueza pecuaria–, con la ubicación que tiene en el contexto del país. Hoy la tendencia moderna es que los frigoríficos estén en los centros de producción, no en los centros de embarque, es decir que estén cerca de donde se produce el ganado, para que los animales tengan que recorrer menos kilómetros, para tener menores costos de pérdida, menos estrés, menos machucamiento. Revisando el frigorífico y viendo sus características vimos que era posible su reactivación, que era posible crear una nueva empresa y apostar al trabajo de los salteños, de los uruguayos, creer en Uruguay, invertir en Uruguay. Aquello que en su momento fue una cosa quijotesca, un sueño, hoy se está concretando en realidad. En aquel momento hubo mucho de coraje, propio de los salteños, pero también mucho de visión, porque hoy, con el escenario sanitario que tenemos los hechos nos están dando felizmente la razón. Cuando adquirimos el frigorífico todos los mercados estaban cerrados, Uruguay estaba aislado mundialmente por la aftosa y hoy, dos años después, el escenario es favorable.

JI - Usted es salteño.

PS - Soy salteño, sí. Soy uruguayo, salteño y nieto de vascos, orgullosamente nieto de vascos....

JI - ...que estuvieron en el origen de todo esto.

PS - Exactamente, en el origen de todo esto y de las grandes cosas.

JI - ¿Qué recuerda usted de lo que fue este frigorífico en Salto décadas atrás?

PS - Un gran movimiento a nivel de transporte, de productores, de gente. Si bien es poca la gente comparativamente con la que va a trabajar, ya se ve el movimiento a nivel de los comercios, de las expectativas, de las empresas transportistas, porque se supone que por cada puesto de trabajo directo que se genere en el frigorífico se van a generar tres indirectos a nivel de transporte, de suministros, de proveedores. Es un movimiento diario de empresas que están trayendo material; a su vez eso genera otros puestos de trabajo. Tiene un efecto multiplicador muy importante, realmente Salto y la región van a ser beneficiados.

JI - No quiero terminar esta nota sin preguntarle sobre algo que nos está afectando a todos los uruguayos y sobre lo que tanto se ha discutido ya desde el año pasado: los precios de la carne a nivel local. Mucho se ha hablado sobre si son los precios reales que debe que tener la carne hoy en el país ante la apertura de mercados a nivel internacional, esta explosión de colocación de carne de este año. ¿Qué opina en ese sentido?

PS - Tenemos un estatus sanitario muy favorable y muy importante; en la región, rodeados por Brasil y Argentina, tenemos un estatus sanitario que nos permite acceder a mercados a los que ellos no acceden. Eso nos permite mejores precios; esos mejores precios se traducen en más divisas para el país; esas divisas para el país se traducen en más trabajo para los uruguayos. Me parece que es eso lo que tenemos que ver, que tenemos que tender a ese tipo de cosas. El precio de la carne es producto de los mercados a los que estamos accediendo. He visto impulsos o ideas del gobierno para tratar de bajar el precio de la carne con medidas fiscales o impositivas que comparto absolutamente. Pienso que a nivel interno el precio de la carne tiene que tener una baja a través de ese tipo de medidas y no de otras, como puede ser la importación de países vecinos.

JI - Allí se abre otra discusión, hay quienes se quejan porque el gobierno no ha permitido el ingreso de carne de países vecinos, lo que podría ayudar a bajar los precios internos.

PS - ¿Y si los mercados a los cuales estamos accediendo, específicamente el Nafta, nos dicen “a partir de este momento, si ustedes importan carne, no les compramos más”? Nos caen todas estas divisas y este plus que estamos generando por acceder a esos mercados. Creo que el tema se ha manejado inteligentemente, hay que ir por el lado de una desgravación impositiva para bajar los precios de la carne. Si la carne es un producto noble, si el año pasado nos generó más de 400 millones de dólares de ingreso por exportación, si este año se supone que vamos a batir el récord, que va a ser el único sector que va a poder llegar a 500 millones de dólares, son noticias muy buenas para el país. Tenemos no solamente que conservar estas cosas sino incentivarlas, seguir en este camino, tratar de que abra México, insistir con Corea y Japón, de manera que nuestras carnes estén en todas las góndolas del mundo.

JI - ¿Qué pasa con La Caballada en ese sentido? ¿Qué pasa con la demanda interna? ¿También va a volcar carne al mercado interno?

PS - Sí, evidentemente, al ser un frigorífico de estas características también va a atender el mercado interno y a toda la zona. Hoy la carne viene de otros departamentos. Trataremos de imponer nuestra marca en el abasto de Salto, Artigas y las ciudades adyacentes al departamento.

JI - Quienes viven por ahí ¿pueden tener alguna expectativa de que va a bajar el precio de la carne a raíz de la apertura de La Caballada?

PS - No creo que se traduzca en un tema de precios, o significativamente en un tema de precios. Puede ser un tema de comodidad, de estar más cerca. Con la gran demanda que hoy hay en el Este con el turismo en esta temporada que parece que está siendo muy buena, también hay dificultad para conseguir algún tipo de carne en esta zona porque los mejores cortes están yendo para aquella zona.

JI - Quienes vivimos en el interior durante nuestra niñez recordamos claramente los grandes camiones, impresionantes, de La Caballada, que atravesaban las rutas de buena parte del país. ¿Volveremos a verlos?

PS - En aquel momento eran camiones términos; hoy la carne se transporta en contenedores. Es un servicio que la empresa ha tercerizado, con un concepto moderno tratamos de ahorrar gastos fijos. Estamos viendo la posibilidad de utilizar también el río Uruguay, que es navegable, de utilizar las barcazas para bajar los costos a puerto.

JI - ¿Para transportar hacia dónde?

PS - A todas las partes del mundo, pero a través del puerto de Buenos Aires.

JI - Nos gustaría que nos hiciera una reflexión final sobre la expectativa que usted tiene personalmente sobre mañana a las ocho de la mañana, cuando se dará el primer paso: abrir las puertas y comenzar la faena después de nueve años.

PS - Sin duda va a ser un día muy emotivo en lo personal. Esto tiene mucho trabajo, mucha fuerza, mucha dedicación, muchas horas de estar lejos de mi familia. Sin duda va a tener una emotividad imponente; trataremos de no quebrarnos cuando estemos ahí, en la faena de prueba.

Fundamentalmente quiero darles un gran mensaje a todos los uruguayos, a todos los buenos uruguayos: hay que intentar las cosas, hay que luchar, hay que golpear puertas. Muchas veces no tenemos que esperar que todos nos venga sino que hay que con insistencia, decisión y coraje llevar las cosas a buen término. Tenemos un hermoso país, tenemos muchas cosas por hacer, muchas cosas por explotar y sin duda esto va a redundar en una calidad de vida mejor para todos los uruguayos, específicamente para los del interior. Así evitaremos que familias se disgreguen, se separen, se vayan al exterior y darles la posibilidad de vivir en este Uruguay que es chico pero de corazón grande. Son muy importantes las empresas uruguayas que generen puestos de trabajo porque le estamos dando la oportunidad a un compatriota, le estamos tendiendo la mano a un amigo, a un vecino, para que trabaje y se sienta partícipe de este Uruguay que viene, de este Uruguay del futuro, que va a ser el Uruguay del trabajo, de la tierra y del esfuerzo.

Carlos Vargas: durante cinco años, ex empleados del frigorífico salteño La Caballada mantuvieron la planta en buen estado, trabajando honorariamente. Entrevista del 15 de junio de 2000.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe

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