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Herrera: caso Gelman está comprendido en la ley de caducidad
El senador colorado Julio Herrera dijo que Argentina y Uruguay deben seguir colaborando mutuamente en la resolución de los casos de desaparecidos “de acuerdo a las normativas de cada país”. Para él es claro que la muerte de la nuera del poeta argentino está comprendida por la Ley de Caducidad. “De una vez por todas, por lo menos como sociedad, tenemos que saber sumarnos a lo que fue el deseo del presidente Batlle en aquel 1º de marzo de 2000 cuando dijo “para sellar la paz” afirmó.
EN PERSPECTIVA
Jueves 22.01.04 - Hora 07.55.
JOSÉ IRAZÁBAL:
“Esta mañana Uruguay le puso fin a la crisis con Argentina”, ése es uno de los títulos de la prensa esta mañana. Tras la comparecencia del canciller Didier Opertti y el viceministro Guillermo Valles ante el Parlamento.
Sobre esa reunión vamos a dialogar con el senador colorado Julio Herrera.
Senador, ¿cuál es el primer balance que usted hace de la comparecencia del canciller ayer?
JULIO HERRERA:
Tengo un balance altamente positivo. La reunión de ayer en la Comisión Permanente fue, durante casi todo su trámite, una reunión de alto nivel, de gran seriedad y responsabilidad. Hubo un planteamiento inicial por parte del senador Luis Alberto Heber, que realmente fue un planteamiento muy responsable, muy serio, muy atinado, y que preguntaba las cosas fundamentales para los intereses del país, recibiendo la respuesta para cada tema por parte del canciller Opertti, que también se caracterizó por una gran solvencia, como siempre, atendiendo a los aspectos clave para la defensa de los intereses de Uruguay.
JI - Sin embargo recién Gargano nos decía que para él se terminó hablando de temas que no tenían nada que ver con el centro de la polémica: los derechos humanos. En cambio, se analizó el sí o no al Parlamento del Mercosur y cosas por el estilo.
JH - Esos son temas centrales, la polémica es más bien circunstancial. Lo fundamental son las negociaciones que culminaron en la última reunión del Mercosur, donde Uruguay obtuvo resultado por cierto muy positivos. Uruguay se planteó algunos objetivos para sus intereses, para los intereses de todos los uruguayos, que fueron explicitados por el ministro Opertti en una Comisión de Asuntos Internacionales del Senado unos días antes de la cumbre a la que fue invitado. Si uno compara lo que dijo el ministro Opertti antes con los resultados de la reunión puede sentirse muy satisfecho de la actuación de Uruguay en esa reunión del Mercosur: buscó asegurar la competitividad de nuestra industria, otorgar previsibilidad al menos en el mediano plazo para obtener un mejor nivel de inversiones y mejorar condiciones de acceso para los productos uruguayos dentro y fuera del Mercosur, y en grandes líneas eso se obtuvo.
Le confieso que se obtuvo más de lo que yo mismo y muchos esperábamos cuando escuchábamos al ministro Opertti en la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado. Tengo experiencia en negociaciones del Mercosur de años anteriores desde el Ministerio de Industria y sé lo difícil que es, siempre estaba pendiente y presente cómo resolver el tema de la admisión temporaria, un tema fundamental para la industria uruguaya; cómo resolver el tema de los arbitrajes, seguimos con el tema de Motociclo, que recuerdo que ya en 1998-1999 los fabricantes argentinos de bicicletas impedían el acceso en fechas clave de las bicicletas uruguayas, se acercaba el Día del Niño, los días de las fechas tradicionales, el Día de Reyes y ya sabíamos que teníamos un problema con las bicicletas uruguayas. Esas cosas se han ido puliendo, mejorando; no dejamos de tener problemas.
El tema de las afinidades de carácter ideológico entre los gobiernos están subordinadas a los intereses de los sectores económicos nacionales, si alguien dice que había afinidad ideológica antes entre un gobierno argentino y un gobierno uruguayo, entre un gobierno brasileño y uno uruguayo, dificultades en el comercio hubo siempre y las va a haber siempre porque los países primero defienden sus intereses y luego dan lugar al divertimento de las afinidades ideológicas.
JI - Pero el tema de ayer no era el comercial, se llegaba en medio de una crisis muy fuerte de relacionamiento con el gobierno argentino; esto es tan así que el propio canciller dijo que el relacionamiento con Argentina era un tema de Estado para Uruguay. Hacía referencia al cruce de acusaciones, muchas de ellas subidas de tono, entre funcionarios del gobierno argentino –el propio presidente Kirchner estuvo involucrado– y el gobierno uruguayo. Lo que desató toda esta tormenta fue el tema derechos humanos.
JH - Sin duda, pero aquí hay un tema circunstancial, que fue esta tormenta que mejor no hubiera sucedido. Yo hablo a título de ciudadano común y corriente, no voy a hablar como senador. Uruguayos y argentinos, como pueblos, nos hemos sentido avergonzados de todo este lío, porque no nos sentimos en esta relación de dialéctica confrontacional con los argentinos ni ellos se sienten así con nosotros. Fue un tema que se ubicó a nivel de presidentes: declaraciones que no debieron haber sucedido, trascendidos que no debieron haberse hecho, voceros que no debieron haber hablado y gente que opinó de todos lados. Eso dio por resultado algo que todo indica que felizmente con el comunicado de la cancillería uruguaya –contundente, explicativo, transparente, que demuestra la actuación del gobierno uruguayo en la materia que provocó la polémica–, según la reacción del jefe de gabinete argentino, de la cancillería argentina, un señor Valdés, está terminado. Eso es lo que importa.
Escuché las declaraciones del senador Gargano y por un momento me pareció que estaba haciendo de abogado del gobierno argentino para seguir con el problema. Tenemos que terminar con este asunto, las relaciones históricas entre Uruguay y Argentina no admiten, o mejor dicho: admiten que puedan suceder estos hechos desgraciados, pero tenemos que darlos por finalizados y continuar con la relación natural entre el pueblo argentino y el uruguayo.
JI - Pero usted se para a un paso del gobierno uruguayo en cuanto a toda esta polémica. Usted dijo que hubo declaraciones inconvenientes o fuera de lugar de los dos lados.
JH - Sí, efectivamente. Han sido declaraciones públicas, ha habido rectificaciones, arrepentimientos, pedidos de disculpa; ha habido trascendidos que no se debieron haber hecho, voceros que intervinieron; eso de los dos lados. Ayer se decía en el Senado que esto es el resultado de lo que el presidente Batlle dijo. El presidente Batlle dijo lo que no debía decir, pero luego fue, pidió disculpas y el presidente Duhalde, que era el destinatario de las declaraciones equívocas del presidente Batlle, las aceptó; no solamente las aceptó en el plano diplomático, también en el personal, cuando falleció la madre del señor presidente Batlle vino a saludarlo. También es cierto que Argentina –hasta hace muy pocos meses lo vi en la prensa, no es que tenga información privilegiada– le agradeció al gobierno uruguayo varias gestiones que ha hecho ante organismos internacionales para facilitarle su situación ante la negociación de la deuda y la obtención de créditos internacionales. Eso por dos veces, primero lo hizo el presidente Duhalde y luego hubo una comunicación del gobierno del propio presidente Kirchner. Yo quiero pensar en las cosas buenas. Si ha habido un desentendimiento entre presidentes que parece que tienen personalidades distintas, esas cosas suceden en la vida; lo que no debe suceder es que todos hagamos caudal de eso para entorpecer y empeorar algo que naturalmente está por encima, que es la relación entre Argentina y Uruguay.
JI - ¿Le satisfizo el informe de cancillería al gobierno argentino en toda esta polémica que se ha generado en torno al caso de la nuera del poeta argentino Juan Gelman?
JH - Sí, el comunicado de cancillería da paso por paso y con total precisión, cuáles son las cosas que se han hecho, fundamentalmente destaca la coordinación que ha tenido con las distintas autoridades argentinas, tanto autoridades de carácter político como autoridades judiciales y organizaciones de la sociedad civil, como Abuelas de Plaza de Mayo y otras organizaciones. Se ha investigado sobre uruguayos y argentinos, porque en materia de derechos humanos no se hace cuestión de Estado por un caso, se hace cuestión de Estado por los derechos humanos en sí mismos, y si es una cuestión de Estado tampoco se puede discriminar por nacionalidad. Le confieso que si una cuestión de derechos humanos me pregunto por qué se declara cuestión de Estado un caso cuando hay 30 mil por resolver. Espero que Argentina siga empeñada en seguir resolviendo sus propios casos de desaparecidos y siga colaborando con Uruguay, y que Uruguay siga colaborando con Argentina en el ámbito de sus competencias y de acuerdo a las normativas de cada país.
JI - ¿Usted comparte la decisión del gobierno de declarar este caso comprendido dentro de la ley de caducidad para frenar las investigaciones judiciales?
JH - El señor Gelman le solicitó al gobierno uruguayo averiguar sobre el paradero de su nieta; felizmente en marzo del año 2000, hace ya casi cuatro años, el gobierno uruguayo y organizaciones privadas de la sociedad civil lograron ubicarla y se encontró con vida. Eso es lo más importante de todo, la principal apuesta es a encontrar la vida. Los restos son muy importantes, por supuesto que sí, hay que respetar el deseo y la aspiración de encontrarse con los restos de los seres queridos que han muerto, pero lo principal y antes que eso, es la vida, y aquí se encontró a la nieta con vida. Lo que no se logra encontrar y esclarecer con total precisión es cómo murió la nuera del señor Gelman y dónde podrían estar ubicados sus restos. Pero no es el único caso, en Uruguay hay algunos otros casos que no se han podido determinar, y en Argentina hay 30 mil que no se han podido determinar.
JI - Si en el medio de todo esto aparecen declaraciones como las que ha realizado el senador Michelini, tanto en medios argentinos como en medios uruguayos, diciendo que hace tres años el propio presidente Batlle le dijo que conocía las circunstancias e incluso el nombre del asesino de esta mujer, que tiene toda la información, que los restos de la nuera de Gelman están en una unidad militar en Uruguay; ¿eso de cualquier manera no abre un frente muy grande de una situación donde el gobierno dice “no podemos ir más de acá” y por otro lado alguien está brindando información que dice que realmente se podría avanzar más?
JH - Comprendo lo que usted me pregunta, pero yo no sé qué fue lo que el señor Batlle le dijo al señor Michelini. El señor Michelini dice que le dijeron eso. Vamos a ponernos en la hipótesis de que el señor Batlle le haya dicho al señor Michelini algo de eso y que la persona, que el señor Michelini no menciona y que dice que Batlle le dijo, sea un militar que haya creído que estaba cumpliendo con lo que entendía en ese momento que eran sus funciones: secuestraron en una operación a esta ciudadana argentina, la trajeron para acá, nació su hija, luego la mataron. Es claramente un caso comprendido dentro de la ley de caducidad, porque nadie dice que fue un particular que pidió un rescate económico, estamos hablando de un operativo militar, por eso está incluido dentro de la ley de caducidad, por eso está incluido dentro de la Comisión para la Paz y por eso hay un especial interés político por parte del gobierno argentino, porque si fuera un secuestro de orden económico otra sería la historia. ¿Para qué trajeron a esta chica a Uruguay? ¿Por qué nació su hija aquí y la mataron luego? No sé si habrá sido una equivocación… Que es una equivocación está claro, nadie tenía que ser secuestrado ni asesinado, y nadie tenía que haber ocultado la operación. Pero eso fue lo que sucedió en esa época y todos sabemos que lamentablemente sucedió y con muchos ciudadanos.
JI - ¿No arrojaría un manto de claridad, no sería una actitud mucho más firme del poder político, en este caso del gobierno, si alguien sospecha que los restos de esas personas pueden estar en una unidad militar, ir, buscarlos y así cerrar definitivamente el caso para que no siga estando planteado sobre la mesa?
JH - Yo no puedo hablar por el gobierno ni por las futuras decisiones que adopte en esa materia, pero me afirmo en lo siguiente: los uruguayos dictamos una ley que tiene disposiciones muy claras; luego se sometió a referéndum, el pueblo decidió con total claridad cuál era el camino por el cual quería resolver esta situación del pasado; luego este gobierno estableció una Comisión para la Paz que aclaró casi todos los puntos. Entonces me parece que de una vez por todas, por lo menos como sociedad, tenemos que saber sumarnos a lo que fue el deseo del presidente Batlle en aquel 1º de marzo de 2000 cuando dijo “para sellar la paz”. Si hacemos todas estas investigaciones para después seguir buscando, seguir buscando culpables, para tratar de arrastrarlos a los juzgados, para tratar de burlar la disposición legal y la aprobación popular, entonces nos estamos metiendo en mayores problemas. Los uruguayos no podemos pasarnos los próximos 40 años discutiendo sobre lo que sucedió en los últimos 40 años, porque quizás cuando terminemos nos daremos cuenta de que además de los 40 años de desgracias habremos tenido 40 años de polémica; habrán pasado 80 años durante los cuales no nos habremos ocupado ni de nuestro presente ni de nuestro futuro.
JI - En esa ley que votaron los uruguayos el tema de los desaparecidos no se daba por cerrado; al contrario, se decía que se iba a investigar y se iban a buscar los restos de los desaparecidos.
JH - Las investigaciones del artículo 4º se refieren a las denuncias ya presentadas a la fecha de la promulgación de la ley. Yo no quiero entrar en una disquisición de tipo jurídico porque me parece que se está tratando de hacer razonamientos de tipo jurídico para dejar de lado, para burlar, para esquivar, para hacer un dribbling, como se dice en fútbol, a lo que fue el espíritu de la ley, el gran acuerdo político y la voluntad popular cuando se expresó. No lo hicimos precisamente con alegría, lo hicimos para dejar atrás una época del país, unos años a los cuales creo que todos o la inmensa de mayoría no queremos ni siquiera aproximarnos.
Caso Gelman: respuesta uruguaya aquieta la polémica con Argentina I. Entrevista con el senador Reinaldo Gargano.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
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