18.12.2005














Prohiben importación de bromato de potasio

Director de Salud del MSP, Diego Estol: Además de esta prohibición, el Ministerio y las intendencias unificarán criterios para detectar y sancionar duramente los incumplimientos. Es necesaria una actitud vigilante de las autoridades, de los empresarios y de la sociedad.

EN PERSPECTIVA
Martes 27.01.04, 07.35.


JOSE IRAZABAL:
El Ministerio de Salud Pública prohibió el jueves 22 la importación de bromato de potasio con destino a su uso en alimentos, incluyendo bebidas, según informó ayer la propia secretaría de Estado (Documento PDF).

ALFREDO DANTE:
La medida venía siendo reclamada insistentemente por la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM), a partir de comprobar su utilización en las inspecciones practicadas en 100 de las más de 700 panaderías que existen en la capital, y que ya derivaron en multas y la clausura por 48 horas de una veintena de ellas.

JI – El decreto del gobierno nacional fue adoptado al comprobarse en forma reiterada en varias zonas del territorio nacional la violación a disposiciones vigentes que prohiben el uso del producto desde 1993.

Estamos en comunicación con el director nacional de Salud, doctor Diego Estol. ¿Por qué esta decisión?

DIEGO ESTOL:
Fundamentalmente en función de la realidad que se está verificando la utilización de bromato en algunas panaderías, a partir de inspecciones que realizaron la IMM y otras del interior.

Ya que hay una prohibición expresa desde 1993, además de acuerdos firmados por Uruguay en el ámbito del Mercosur por los que también se prohibe su utilización como un agregado a la panificación, se dio un paso más. En primera instancia el MSP adoptó una resolución más rígida en cuanto al control del bromato, y luego –ya que una resolución de ese tipo requería la aprobación de otros ministerios— el Poder Ejecutivo dispuso esta prohibición de importarlo para su utilización en alimentos y bebidas.

Acá existía una costumbre; desde 1907 el bromato se utilizaba como un aditivo para mejorar la presentación y la duración del pan. Pero en 1985 se demostró en Japón que el producto era cancerígeno, y en 1993 se prohibió su utilización en Uruguay como en el Mercado Común Europeo y en otros países del mundo.

Este es un tema delicado, afecta a la salud, y lo importante es la reflexión de las panaderías respecto a no usar este producto, que como decía mejora la apariencia del pan pero objetivamente tiene un efecto claramente nocivo para la salud.

JI – Si un producto está prohibido, ¿por qué está habilitada su importación?

DE – El año pasado veníamos supervisando la importación de bromato de potasio. Hubo un partida de dos kilogramos a mediados de año, cuyo destino fue claramente establecido por la empresa. A fin de año, los técnicos del MSP detectaron la importación de 3.000 kilogramos incluso antes de que todo esto surgiera a la luz pública, y ya estaba interdicta esa importación por el MSP.

JI - ¿Con qué objetivo se lo había importado?

DE – Estamos en conversaciones con la empresa importadora, que en estos momentos debe presentar los descargos sobre qué objetivo tenía el producto. Se ha dicho a nivel público que era para otra finalidad, desobstrucción de cañerías y otro más... Eso no está claro para nosotros, y los técnicos están evaluando qué descargos puede presentar la empresa respecto a ese tema.

JI – Se trataba de 3.000 kilogramos.

DE – 3.000 kilogramos fueron todo lo que llegó al país, en diciembre.

JI - ¿Se supone que ese bromato de potasio es el que termina siendo utilizado en estas panaderías que ahora han sido clausuradas?

DE – Ese es el otro tema que nos preocupa. Uno es el de la vía formal: esperemos que esto que ingresa en forma legal no esté llegando indirectamente a las panaderías, porque sería una transgresión muy importante a una disposición sanitaria en el país; lo están investigando los técnicos del MSP. Y el otro problema –porque existe en la región— es que puede existir contrabando del bromato con el fin de utilizarlo en la panificación.

De todas formas, quiero aclarar que en los casos verificados últimamente se detectó su uso en algunas panificadoras artesanales y que no están en los circuitos normales de control, por más que ha aparecido en algunas panaderías con cierto porte comercial. En esto estamos trabajando con la IMM y con otras en el interior. El tema es que no hay más espacio para esto: panadería en la que se compruebe la utilización de bromato de potasio, será clausurada, se dará a publicidad la dirección de los lugares que expendan pan con ese componente. Tenemos que actuar muy duramente, porque es un tema de salud pública.

JI – Usted dice “actuar muy duramente”, pero cerrar una panadería por dos días no parece una medida dura para quienes están infligiendo una ley y poniendo en riesgo la salud de la población.

DE – Queremos armonizar las resoluciones de la norma general del MSP y de las intendencias que cumplen el papel de policía bromatológica en coordinación con nosotros. Estamos pensando reunirnos con las intendencias en los primeros días de febrero, discutir estos y otros temas bromatológicos y establecer una pauta común para todo el país en cuanto a qué actitud tomar al respecto, y qué técnicas de laboratorio unificadas usamos en todo el país, porque en algunas zonas han surgido dudas en cuanto a la validez de las técnicas utilizadas para determinar la presencia de bromato. Creo que ahí tenemos que avanzar y unificar la conducta. Nosotros, en lo que tiene que ver con el producto y la importación, vamos a ser duros en su control y en cuanto a que si existiera alguna utilidad del bromato de potasio con algún fin industrial (que en principio no existe), va a estar sometido a un riguroso control por parte del MSP.

JI – Unificar criterios con las intendencias, decía usted. ¿Son ellas las que determinan qué tipo de sanción aplicar? Porque usted anunciaba que se actuaría muy duramente, y yo le comentaba que una suspensión de 48 horas no parece una sanción adecuada. ¿Son las intendencias las que determinan la sanción, o el MSP también puede tomar medidas?

DE – El MSP puede tomar medidas porque ejerce la superintendencia general de todo el país en los temas de alimentos. Pero hay disposiciones municipales en cuanto a la graduación y el tipo de sanciones que pueden aplicar. La Intendencia de Lavalleja, producto de una situación específica, cambió las disposiciones y pasó a publicar la dirección de la panadería involucrada y a clausurar por un mes. Tenemos que armonizar una idea para actuar coherentemente en todo el país. En ese tema, por más que el MSP tiene la superintendencia, no podemos violar las disposiciones de las intendencias en cuanto al nivel de sanciones.

JI – Desde 1993 está prohibido el bromato de potasio. ¿Hay un registro de las infracciones detectadas en estos diez años?

DE – Creo que cuando surgió la prohibición a nivel nacional hubo un impulso inicial durante el cual no se detectó casos. El bromato de potasio tiene una apariencia muy parecida a la del azúcar impalpable o a la harina, y lo que hubo en Uruguay y que llevó a su prohibición en 1993, aparte de las recomendaciones internacionales, fue que por error algunas panaderías habían utilizado bromato en lugar de azúcar impalpable. No recuerdo exactamente qué ha pasado en los últimos años en cuanto a su detección, pero lo que surge claro es este último elemento que comienza por algunas intendencias.

JI - ¿Se puede esperar medidas más duras? Versiones de prensa dicen que la IMM, que ayer clausuró otras cinco panaderías por 48 horas, presentó o presentará denuncia penal contra las empresas que usaron bromato de potasio.

DE – Creo que se puede armonizar alguna idea general y, una vez que podamos concluir un acuerdo para todo el país, ese camino que se está planteando por la IMM, que ya planteó un grupo de ediles a nivel nacional e incluso alguna intendencia del interior, la vía legal también puede ser por la implicancia sobre la salud que tiene en el largo plazo.

Otra cosa que quiero decir es que la manipulación del bromato es tóxica por sí misma. Produce irritación de las vías respiratorias, problemas gastrointestinales, y el contacto directo produce afectación de la salud de quienes trabajan en la panadería. En forma muy madura, el PIT-CNT sacó ayer un comunicado reclamando la protección de su gente, y por otro lado agrega la importancia de trabajar por la seguridad del pan a nivel nacional, ya que es un componente muy importante de la dieta de los uruguayos. Estuve haciendo una recorrida por el interior en los últimos días de la semana pasada, y en muchas panaderías por las que pasaba en el camino, en panaderías rurales, los carteles decían “No agregamos bromato a nuestro pan”. Usted me preguntará qué garantías tenemos; hay que seguirlo trabajando, pero por lo menos se empieza a ver una conciencia y una actitud de diferenciar un producto que no afecta a la salud.

AD – De la veintena de panaderías clausuradas en Montevideo, ¿se sabe cuánto tiempo hacía que utilizaban bromato de potasio?

DE – Es una información que estamos procesando conjuntamente con la IMM para ver de qué época eran las fiscalizaciones anteriores, pero al momento actual no tenemos certidumbre sobre eso.

El tema es que la gente dice “Muy bien, pero esto afecta en el mediano y largo plazo”. Pero por ser de mediano y largo plazo los uruguayos nos tenemos que empezar a preocupar. Estos agregados que en cuatro, cinco, diez años, producirán una tendencia al cáncer, una insuficiencia renal, tienen que empezar a preocuparnos. Como otros temas ambientales, el aire en la ciudad, la contaminación con plomo, cromo, etcétera, que tienen que empezar a preocuparnos porque afectan la salud de nuestra gente, y en general afectan más a la gente de menores recursos. Los tenemos que poner en el tapete, discutirlos y avanzar hacia una sociedad cada vez más clara, más transparente, más limpia, y que mejor proteja a su gente.

AD – Pero ¿es posible que una panadería uruguaya haya estado incorporando a sus productos el bromato de potasio desde 1993?

DE – No me animaría a hacer una afirmación de ese tipo. Creo que los controles existieron, se controló durante un tiempo, pero posiblemente por la situación económica de inestabilidad y cantidad de cosas más que hemos vivido en los dos últimos años, ahí empezaron prácticas no muy claras, no sólo en el rubro de las panaderías sino en distintos ámbitos nacionales. Tenemos que empezar a reconstruir un ordenamiento y una fiscalización de este tipo de prácticas para poder actuar todos en tiempo y forma.

AD – En la medida en que se trata de un producto que el consumidor no puede detectar, ¿se ha pensado en fiscalizar más sistemáticamente tanto por el MSP como por las intendencias?

DE – Es parte del programa que queremos armonizar junto con las intendencias del interior del país. Los órganos del Estado deben trabajar juntos, tenemos que aunar esfuerzos y establecer un mecanismo centinela por lo menos para poder actuar más rápidamente, tomando muestreos en todo el resto del país; porque hablamos de Montevideo pero en el resto del país también hay algún problema.

JI – En Montevideo, una veintena de panaderías fueron clausuradas por dos días. ¿Qué pasó en el resto del país?

DE – Tenemos algunas situaciones ya determinadas en algunas intendencias; ya se está actuando, hemos hablado con los centros panaderos e incluso ellos mismos van a actuar con esas panaderías informales o artesanales que se ven mucho en el interior. Incluso hay lugares en que se lleva pan artesanal desde departamentos vecinos. Creo que en el interior, a partir de esta situación que empieza en Montevideo, se comenzó a apretar un poco los controles y la fiscalización, y vamos a ver qué realidad tenemos. Creo que ya, producto de haberse hecho público y de que algunas intendencias han actuado con seriedad y responsabilidad, es un llamado de atención y todas esas panaderías que han incurrido en este tipo de mala práctica que afecta a la salud de la gente deben esperar, de parte de todas las estructuras del Estado, una actitud firme y dura para reprimir ese tipo de actitudes.

JI – Se mencionaba que el bromato de potasio puede ser utilizado también en la fabricación de bebidas. Han surgido numerosas marcas de bebidas, que incluso van cambiando en distintos puntos del país (no sabemos si son las mismas). ¿Qué control hay sobre ellas?

DE – En eso también se está trabajando junto con las intendencias. Durante este año hemos cerrado varias instalaciones de procesamiento y embotellado de bebidas...

JI - ¿Por el uso del bromato de potasio?

DE – No: por el uso de edulcorantes no autorizados internacionalmente. Todos tenemos en este momento el problema de la globalización: los productos entran y salen, y debemos establecer mecanismos más rígidos. Estamos trabajando mucho en el ámbito del Mercosur para establecer criterios y mecanismos comunes. La región ha avanzado mucho y creo que en el Cono Sur se está comenzando a generar una estructura de control bastante buena para todo ese tipo de productos; el Mercosur comienza a ser celoso de lo que entra, porque muchas veces productos que son prohibidos en otros países aparecen rápidamente a la venta en los nuestros. Tenemos que ser muy vigilantes, y creo que podemos seguir trabajando no sólo con el bromato de potasio sino con todos aquellos productos que puedan afectar la salud.

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón

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