18.12.2005














Alfie mantiene proyecciones, y espera mejora en indicadores

Según el ministro de Economía, en el exterior se considera que la crisis uruguaya en 2002 obedeció a causas externas, Uruguay “no tuvo la culpa” y la salida fue exitosa. Destaca la creación de 68.000 puestos de trabajo aunque advierte que la demanda de empleo aumenta más rápido que la oferta. La economía puede crecer más de lo previsto, y hay que esperar qué ocurre con la inflación.


EN PERSPECTIVA
Jueves 05.02.04, 07.36.


EMILIANO COTELO:
El ministro de Economía y Finanzas, de regreso de Londres, hizo ayer una evaluación muy positiva de su visita a Inglaterra, adonde fue a disertar en ámbitos académicos, empresariales y gubernamentales sobre la salida de la crisis en Uruguay.

El regreso del ministro coincide con algunas novedades relacionadas con su cartera, y estamos ahora en comunicación con él. ¿Cuál fue el origen de este viaje a Londres?

ISAAC ALFIE:
Una invitación desde la Universidad de Oxford y de la Canning House precisamente para disertar sobre cómo Uruguay se dio la salida de la crisis, la forma en que se la dio, y las lecciones que se extraen de la política aplicada y del canje de deuda.

EC – Usted disertó en la Universidad de Oxford, en la London School of Economics y visitó la Canning House.

IA – Exactamente.

EC – Y de esos temas que mencionaba, ¿qué fue concretamente lo que expuso?

IA – Básicamente se expuso el diseño de la salida desde el punto de vista conceptual y práctico, y el canje de deuda básicamente como pilar o punto final de la salida de una crisis muy profunda, la del sistema financiero del año 2002.

EC - ¿Qué interesaba especialmente a esos auditorios de la forma en que se manejó esa crisis?

IA – Dependía obviamente de cada uno de los auditorios. Pero académicamente lo que más interesó fue la forma de política económica aplicada, cómo se puede aplicar política económica básica, diríamos, a casos concretos, y dar los resultados esperados. En especial, cómo funcionan los incentivos dentro de la economía, cómo funciona la racionalidad de la gente cuando responde a lo que debe responder: cómo uno explicaba bien cómo hizo el marco conceptual general... Cosa bastante parecida a lo que expliqué en la conferencia de Acde a fin de año: un marco conceptual general, sin cambio de reglas, un manejo fiscal responsable y un manejo monetario muy responsable, y después ir resolviendo los temas de a uno, temas que había que enfrentar antes de que desembocaran en cosas peores. En especial el tema de la deuda: Uruguay no sólo hizo un canje muy, muy importante... Ayer veía que la revista especializada Latin Finance lo pone como la mejor operación de manejo de deuda del año, y cómo sin entrar en default –caso prácticamente único en el mundo—Uruguay reestructura toda su deuda, es aceptada por la gente, por supuesto sin quitas nominales pero en términos financieros públicos con una quita razonable, diríamos. No hay que olvidar que, en términos financieros, la quita se mide por el valor actual de la deuda: cuánto valen hoy los flujos actualizados; y como la tasa de interés que Uruguay pagaba implícitamente cuando hizo el canje era mucho más alta que la que tenía los cupones de los bonos, en realidad había una quita implícita en el planteo uruguayo.

EC – ¿Qué tipo de público fue el que le escuchó?

IA – Académicos –en algunos casos profesores, en otros casos con alumnos—y en la Canning House prácticamente el mundo empresarial –banqueros, representantes de empresas británicas, y demás—. Un enfoque parecido pero mucho más enfocado a los resultados concretos y a cómo está el país en el corto plazo.

EC – Además de analizar la forma como se implementó la salida de la crisis, ¿también interesaba a estos interlocutores conocer cómo se había llegado a la crisis? Porque sin duda hay méritos en el trabajo que se hizo para lograr emerger de la manera menos traumática posible de ese abismo en el que se había caído, pero también es bastante claro que a nivel del gobierno hay una cuota de responsabilidad por haber llegado a esos límites tan graves, ¿no?

IA – La evaluación que se hace desde el exterior es que Uruguay no tuvo la culpa, que esto fue un shock recibido desde afuera, provocado básicamente por el mayor default en la historia del mundo y por un congelamiento de depósitos bastante inédito, que afectó a los depósitos a la vista y no a los a plazo...

EC – Usted está aludiendo a la República Argentina.

IA – Es la evolución que hacen en el exterior. Y, sumado a eso, hubo que cerrar dos bancos por fraudes por cosas relacionadas con Argentina y el Banco de Galicia no por fraude pero también por cosas relacionadas con Argentina porque el gobierno argentino le impidió que pusiera dinero en Uruguay... Entonces, la evaluación que se hace es que Uruguay no tuvo la culpa. Es más, muchos dijeron no entender cómo aguantamos tanto tiempo. Y cuando uno muestra las cifras de la corrida bancaria, de los depósitos que se fueron del sistema, la evaluación que se hace es “Qué barbaridad. No conocemos una salida tan importante”.

EC – Sin duda esos factores externos pesaron de una manera muy decisiva en la crisis que terminó viviendo el sistema financiero de nuestro país, pero también es cierto que, por ejemplo, el alto nivel de déficit fiscal que venían mostrando las cuentas del Estado, y el alto endeudamiento público, fueron factores que contribuyeron a esa crisis.

IA – Si usted mira las cuentas fiscales en ese momento, nadie puede decir que el déficit no era alto. Pero nadie puede decir tampoco (y eso también se evalúa) que esa fue la causa. Ni siquiera una causa que hubiera desembocado en algo parecido a lo que desembocó. Porque teníamos un nivel de deuda/Producto de alrededor del 50%, un nivel absolutamente manejable en situaciones no digo normales sino más o menos difíciles. O sea que eso no desembocaba en lo otro indefectiblemente; no desembocaba. Y eso lo reconocen todos los analistas; mucho más en Europa, donde los niveles deuda/Producto superan en general el 100%, y siguen manejando sus economías y relativamente bien su parte fiscal. O sea entonces que nadie dice que no hubiera déficit fiscal, lo había; nadie dice que no fuera elevado, lo era porque era un camino difícil de recorrer por mucho tiempo, pero que se podía recorrer en esos tiempos de recesión. Si usted mira el salto de la deuda, no obedece a déficit fiscal: entre 1998 y 2002, pongámosle, salta prácticamente 65 puntos en términos de Producto; y, de los 65 puntos, 11 y algo son por déficit fiscal; el resto es prácticamente por la crisis, porque hubo que pagar depósitos, y porque el dólar pegó un salto de valor frente al peso.

EC – En definitiva, entonces ¿qué dejan esas disertaciones que dio en Londres, a partir de lo que venía explicando; algún tipo de conclusión, de consecuencia?

IA – Creo que la conclusión más importante es que en situaciones de crisis extrema se puede evitar cosas peores y se puede hacer manejos adecuados sin entrar en una crisis que se vuelvan irremediables y que después pueda costar una o dos generaciones para recuperarse.

EC – O sea, sin tomar ¿qué tipo de medidas?

IA – Sin tomar medidas como el control de capitales, por ejemplo, cese de pagos (ahí hubo claramente voluntad de los acreedores de ayudar al país), y sin tomar medidas que desembocan después en tener gente en la calle, con muchos problemas sociales, lo que termina necesitando más de una generación para recuperar el camino; y en especial sin perder la institucionalidad, que tanto importa.

***

EC – Al llegar al país, usted se encontró con dos datos...

IA – Uno bueno y uno malo.

EC – ...uno bueno y uno malo, efectivamente. En enero, la inflación fue muy alta: 2,19%. ¿En qué medida pone en riesgo la pauta de inflación para este año, que ustedes anunciaron (justamente en el Foro de Acde, a fines del año pasado) que estaba entre el 7 y el 9%.

IA – Para saber en qué medida la pone en riesgo hay que esperar al menos un par de meses. En el programa teníamos una inflación de 1,5% para enero, básicamente teniendo en cuenta los aumentos de tarifas públicas; quizá un poquito menos alguna tarifa pública, pero el petróleo está bastante más alto. Pero tampoco iba a hacer la diferencia.

Cuando uno mira el índice ve el aumento de los impuestos de las intendencias, el aumento de las cuotas de la salud, el aumento de las tarifas públicas, y ve además todos los servicios relacionados con el esparcimiento. Obviamente asistimos a una demanda agregada muy importante en el primer mes del año, y eso repercutió en un salto en los precios. Ya habíamos empezado a observar algo en la segunda quincena de diciembre.

EC – Esa demanda agrega, ¿qué origen tuvo?

IA – Externa, del turismo. Obviamente también hay más demanda interna, porque las ventas de fin de año, y diríamos el mejor último trimestre del año que tuvimos no tiene nada que ver con lo externo, con el turismo, porque el turismo empezó en enero, a Argentina no le exportamos prácticamente nada el año pasado, a Brasil menos que el año anterior porque Brasil estuvo un poco peor desde el punto de vista del crecimiento (terminó cayendo en 2003 en cifras preliminares), o sea que es una cosa propia, y empieza a haber más demanda. Hay más demanda, en cierta manera bastante imprevista por los empresarios, al parecer, y eso generó cierto desabastecimiento bastante palpable en algunos artículos sobre fin de año. Cuando hay desabastecimiento los precios suben, eso está claro; el tema es ver ahora qué pasa este mes: si los precios siguen subiendo a un ritmo más allá de lo programado o, por el contrario, fue un salto de una sola vez y ahí quedó; básicamente si no se transforma en inflación. Esperamos que sea un salto de una sola vez; en realidad no tenemos muchos elementos para pensar una cosa contraria a esa, pero...

EC - ¿Y hay algún tipo de medidas que pueda tomar el gobierno para regular esta evolución de los precios?

IA – Sí, se están tomando. Básicamente son de control monetario; las está tomando el Banco Central.

EC - ¿O sea?

IA - Disminuir la cantidad de dinero en circulación.

EC – Por la vía de la emisión de letras.

IA – Exactamente.

EC – El otro dato con el que se encontró: buenos números en la evolución del desempleo al final del año, que ubicaron el índice por debajo del 16%.

IA – 15,4%, si no estoy errado. Creo que más importante que ese número es la evolución del empleo. La tasa ya está más o menos en el nivel de mayo de 2002 que no le puedo decir que fue una maravilla, pero estamos en los niveles previos a la crisis profunda. Cuando uno hace la expansión de qué significa esta tasa de empleo del último trimestre frente al mismo trimestre del año anterior, la expande a toda la Población Económicamente Activa, le da que en el último trimestre hay 68.000 puestos de trabajo efectivos más que en el último trimestre del año pasado, que era el fondo de la crisis, está claro, pero son 68.000 puestos efectivos más, en línea con lo que dijimos en el Consejo de Ministros: que entre 65.000 y 70.000 puestos habían sido creados al final del año. Y no estamos recogiendo todavía el efecto del verano, el efecto de enero. Seguramente los números del mes que viene van a mostrar una mejor ocupación todavía y una menor tasa de desempleo ahora sí, porque el aumento de la oferta no pueden acompañar tanto al aumento de la demanda. La oferta está aumentando también, como suele ocurrir cuando hay más oportunidades de empleo, pero tiene su límite: la oferta es más o menos el 60% de dos millones 900 mil personas.

EC – La pregunta que puede quedar es si no estaremos ante un resultado coyuntural, relacionado justamente con esa etapa del año que hemos estado analizando.

IA – No. Creo que no, precisamente por lo que le decía: los números del último trimestre del año no tienen nada que ver con la temporada turística ni con la situación regional. Fue todo producto de un crecimiento genuino en especial hacia fuera de la región por el lado de las exportaciones. También hay números preliminares (entonces tendríamos dos buenas y una mala) de registros de exportación, que crecen algo así como 30 y algo por ciento en enero frente al mismo mes del año pasado. O sea que en las exportaciones seguimos creciendo en años móviles y vamos en camino a ese crecimiento que habíamos anticipado. El crecimiento no se da en la región sino más bien fuera en términos generales.

Diríamos entonces que eso fue genuino. Todo es genuino en realidad cuando es crecimiento, aún regional, pero en ese caso quedamos más atados. De esta manera, estamos atados a lo que pase en el mundo global, y se supone que el mundo global es menos inestable que un país en concreto; en general pasa eso, y no porque el país sea de por sí inestable sino porque cuando se hace una canasta de todos va a dar más estabilidad.

EC – En definitiva, la estimación de evolución del Producto para 2004 ¿es la misma que dieron a fin de año?

IA – Por el momento, sí. Por un mes no se tiene que hacer cambios ni tener datos tan precisos apenas terminado el mes como para decir “Ah, no; esto se cambia”. Yo prefiero ser prudente; vamos a seguir esperando y mirando la evolución de las cosas.

EC – O sea que, en definitiva, por ahora es...

IA – 5%.

EC – 5% de crecimiento de la economía.

IA – Por este año. Claro: si las exportaciones crecen 30%, eso sólo está dando 6% de base. Pero no creo que crezca 30% en el año, ni que 30% sea de volumen físico; porque también hay un efecto precio y un efecto volumen físico: el año pasado, de los 18 puntos, aproximadamente 4,5 fueron efecto precio y los restantes 13,5 fueron volumen físico puro.

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón

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