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“HE SIDO MUY RESISTIDA PORQUE NO PERTENEZCO AL SISTEMA”
Cristina Maeso, procesada, continúa activa en la profesión y en la política
La representante de ahorristas del Banco Montevideo señala que, para tipificarle el delito de “violencia privada”, la jueza debió interpretar el espíritu con que escribió a los representantes de Royal Ahold, porque del texto de las cartas no surge amenaza alguna. En política, mantiene su intención de disputar la candidatura presidencial del Partido Nacional. Prefiere no catalogarse en izquierda – centro – derecha: “he coincidido con todos, y para mí los ejes son otros”.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 11.02.04, 08.55.
EMILIANO COTELO:
Ayer fue procesada sin prisión junto al contador Julio Kneit. La Justicia les tipificó el delito de Violencia Privada, a partir de una demanda del grupo Royal Ahold, que reclamó haber sido extorsionado por los dos profesionales.
Pero a fines del año pasado ella había vuelto a la política partidaria, creando la agrupación “Basta y Vamos” y postulándose como precandidata presidencial en el Partido Nacional. ¿En qué medida este fallo judicial altera esos planes?
De esta y otras cosas vamos a conversar a partir de este momento con la doctora Cristina Maeso.
La jueza Fanny Canessa los procesó ayer sin prisión a usted y al contador Kneit, representantes de ahorristas del Banco Montevideo, a pedido del fiscal Eduardo Fernández Dovat. La magistrada entendió que ambos incurrieron en el delito de violencia privada al amenazar a los directivos de la empresa holandesa Royal Ahold. La prueba fueron cuatro cartas que ustedes enviaron a directivos del grupo Ahold. La doctora Cannessa destaca que “objetivamente” las cartas contenían una amenaza, ¿entonces?
CRISTINA MAESO:
Es su opinión. No es la del doctor Cairoli, por ejemplo, que es catedrático grado cinco de Derecho Penal, ex presidente de la Suprema Corte de Justicia; no es la opinión de muchos penalistas. Pero es obvio que los otros no tienen la investidura que tiene ella en este momento, que es la jueza, con la facultad de hacer pesar su opinión en la forma en que la hizo pesar.
EC - Las cartas tenían la intención de ejercer una forma de presión sobre Royal Ahold...
CM - Las cartas, obviamente, no eran románticas. Las cartas estaban dirigidas en un estilo profesional; están publicadas, cualquiera puede leerlas; si hubiesen contenido amenazas no las hubiésemos divulgado nosotros mismos. Esas cartas estaban escritas a los holandeses, que eran los socios del grupo Peirano y en ese momento, 30 de setiembre, todo el grupo Peirano estaba procesado menos uno que estaba y sigue prófugo. El delito que se les imputaba en ese procesamiento era insolvencia fraudulenta y asociación para delinquir, porque en ese momento todavía el tribunal no había revocado esta segunda imputación. Por lo tanto ellos, como socios, estaban alcanzados en el límite impreciso de hasta dónde la insolvencia fraudulenta y hasta dónde la asociación para delinquir. Yo no puedo partir de la base de que un socio esté asociado con el otro para delinquir, pero hay una cosa que es básica y elemental: ese socio tiene la carga de explicar que no está comprometido en la insolvencia fraudulenta, ni integra la asociación para delinquir.
EC - Cuando usted habla de “ese socio” se refiere a Royal Ahold.
CM - A los holandeses, que además se habían quedado... Y digo “quedado” porque en definitiva no está probado todavía el procedimiento: si fue adquirido, si fueron opciones de compra, si fue que pagaron préstamos y las acciones estaban prendadas y entonces le fueron cedidas... No lo tengo claro porque, como todavía toda esa documentación la tienen y no la dan... Y por algo no la dan, porque creo que cuando usted, con documentación, puede probar su desvinculación usted simplemente la baja a la mesa, está obligado a darla. Esos socios holandeses se habían quedado con el principal activo de todo el grupo Peirano, valuado en 600 millones de dólares, de un día para el otro, en función de préstamos bancarios por 492 millones de dólares que no estaban ni en los balances de un socio ni en los balances del otro. Y créame que usted puede cometer una pifia, un olvido, una omisión en un balance; pero de ese monto, no.
EC - ¿Ustedes sostienen que la empresa Disco de Argentina fue vaciada en una maniobra conjunta de sus dos socios de la época, Royal Ahold y el Grupo Peirano?
CM - Al punto que nosotros estamos iniciando una acción de nulidad de esa transferencia de acciones; lo tenemos en juicio civil y por ese juicio con una acción pauliana y una acción simulatoria hemos obtenido las severísimas medidas que hemos obtenido sin contra cautela; por algo será. Me pueden procesar a mí, pero tampoco echemos sombra sobre los tres jueces civiles que han intervenido en el proceso civil y que han ratificado la interdicción en los 237 supermercados.
EC - Pero volvamos a las cartas. En ellas ustedes advertían a Royal Ahold de que llevarían adelante una campaña de desprestigio de esa firma en los medios de comunicación si esta corporación holandesa no se avenía a un acuerdo para asumir como propio los pasivos del Banco Montevideo.
CM - Primera cosa: ¿usted leyó las cartas?
EC - Sí.
CM - ¿Usted dice que yo ahí advertía que yo iba a hacer una campaña de desprestigio?
EC – Bueno: es una interpretación.
CM - ¿O yo digo que, si yo denuncio, o si yo demando, o si yo afirmo que existe un fraude, como lo afirmé...? Lo hice, está probado: el propio escándalo de Ahold que ya había estafado a Food Services en 500 millones de dólares, que después tuvo que confesar que no eran 500 sino 1.500 millones, que ya tenían miles de juicios de los accionistas, juicios por los que en este momento están pidiendo que la Justicia en Holanda ordene destruir todos los balances desde el 98 y que los directivos devuelvan el dinero que indebidamente cobraron en perjuicio de los accionistas.
Lo que digo en esas cartas es que, si hago una denuncia penal como hice, y si hago una demanda civil como hice, eso iba necesariamente a treparse en el escándalo, y se iba a sumar al desprestigio. Porque yo no tengo poder sobre los medios de prensa, el contador tampoco, yo no tengo ningún poder sobre su programa, yo puedo cortar y usted puede dar después su opinión, que puede ser a favor o en contra mío, ¿yo qué poder tengo sobre su programa? Si no tengo poder sobre la prensa nacional ¿qué poder podemos tener sobre la prensa internacional? Pero les estoy advirtiendo como un daño derivado... Porque ellos se encargan incluso, en la primera respuesta, de amenazarme a mí diciéndome que yo voy a ser responsable de todos los daños que la trascendencia de mi denuncias o acciones tenga en la prensa mundial, y de todos los daños que por la baja de acciones les produzcan mis acciones. Entonces yo marco clarito: “Un momentito, caballero; usted está obligado a explicarme; porque usted es el socio de quien estaba obligado a pagarle a mis clientes, y usted ahora tiene todos los bienes del deudor; entonces explíqueme”. Porque yo estoy habilitada a hacer cualquiera de esas dos cosas; es más, estoy obligada y por eso hay una causal de exoneración para mí (el artículo 28 del Código Penal), yo estoy obligada a denunciar y a demandar, las consecuencias accesorias y derivadas que no comando pero que puedo prever no me van a ser imputables.
EC - Para terminar con este punto: cuando ustedes redactaron esas cartas de la forma como las redactaron supongo que podían esperar que tuvieran este tipo de consecuencias, que podían ser utilizadas en su contra.
CM – De este tipo, no. Por ellos por supuesto, yo sé a quién me estoy enfrentando, tengo muchas ilusiones pero no nací ingenua y con 54 años imposible que lo sea. Sí, yo sé a quién me enfrento.
¿Que hubieran tenido acogida en nuestro sistema penal? No, jamás lo soñé. ¿Y sabe por qué? Cuando yo hago la denuncia en el Jugado en lo Penal de octavo turno y pido que sea traído el presidente de Royal Ahold y su gerente financiero, el juez los cita tres veces por Interpol en función del fundamento que estoy dando en la denuncia. Pero Interpol holandesa contesta “Holanda defiende a sus ciudadanos”. Esa es la actitud de Holanda. Ahora: cuando ellos vienen y denuncian aquí, a los únicos que están investigando desde hace un año y medio el fraude, que tienen también semiplena prueba del fraude al punto de que tienen acciones muy fuertes, tienen acciones penales que están paradas porque hace nueve meses que no se mueven esas actuaciones, pero que tienen infinitos elementos para traer gente a declarar, la jueza nos procesa a nosotros. No: hasta esas consecuencias, ni en mi peor ni más febril imaginación hubiera podido pensar que estaba en ese punto.
EC - De todos modos ¿ustedes se daban cuenta de que estaban utilizando una herramienta delicada con estas cartas?
CM – No: las cartas no son una herramienta delicada. Las cartas son una herramienta para lo que incluso toda la jurisprudencia aconseja tener, que son los mecanismos previos. Y cuando yo digo autocomposición no es negociar económicamente: es decir como les dijimos (y fuimos a Holanda: no sólo escribimos; fuimos a nuestro costo, con todos nuestros documentos) “Por nuestros documentos, que eran fraccionados, ustedes están involucrados. Estamos acá para que nos den los de ustedes y nos prueben que no están involucrados, porque si no yo tengo la obligación de demandar y de denunciar. Y demandar y denunciar va a tener connotaciones que yo no manejo pero que son perjudiciales y que estoy previendo”. No me dieron nada.
Yo veo películas de matinée; cualquiera ve películas de matinée, y todos hemos aprendido que las amenazas tienen que ser anónimas. ¿A usted le parece que dos profesionales podemos hacer una amenaza en papel membreteado y bajo firma? Eso ya no es sólo un procesamiento, eso es un insulto a la capacidad intelectual de dos ciudadanos.
EC - Ahora: la jueza sostiene que en la etapa de sumario va a continuar estudiando el caso y que puede llegar a tipificar un delito más grave; tipificó violencia privada, pero a ustedes los denunciaron por extorsión.
CM - Sí, nos tipificaron un delito mucho menor, la violencia privada, que es un delito residual como es el virus en medicina. No sé por qué dijo eso, porque en realidad se supone que si usted va a juicio la tipificación puede ser la que hizo, puede ser más grave o puede ser más leve. Ahora: si usted prevé exclusivamente la más grave, yo me quedo preguntando sobre la disposición objetiva del ánimo que escribió esa cláusula; pero me quedo preguntando simplemente.
Y otra cosa que señalo, y lea los extractos porque yo no tengo la sentencia todavía (la fotocopia que me dieron ayer era ilegible; me está corriendo un plazo y recién hoy voy a tener la sentencia), dice que “del contexto de las cartas se infiere...” Nadie puede ir al contexto si el texto es claro. Las normas de interpretación de todos los documentos y de todos los instrumentos están en el Código Civil. Porque si alguien viene a consultar mi espíritu, o el espíritu de las cartas, todo el sistema me hubiera venido a felicitar porque el espíritu es entender a todos los que lloran desde hace un año y medio en mi escritorio. O sea que a mí espíritu nadie puede llegar, se tienen que quedar en mi texto; la sentencia dice que "del contexto" y, como este es un delito que hay que imputar a título de dolo, yo tengo que haber querido amenazar deliberadamente con un daño injusto, que estaba dentro de mi posibilidad y además con conciencia y voluntad.
Por lo tanto, quedate en mi texto y encontrá si en mi texto yo con dolo amenacé.
EC - Ustedes van a apelar, eso está claro...
CM - Sí, naturalmente.
EC - ...y, con el fallo tal cual está, ¿en qué medida se alteran sus planes en materia política? ¿Cómo se interpone este fallo en su pretensión de ser candidata en las internas del Partido Nacional, a la Presidencia, a la convención?
CM - Espero que esto, que está dentro del sistema, que fue un procesamiento muy atípico... En realidad yo hubiera querido que fuera más público de lo que fue; me hubiera encantado que estuviera la prensa y todo el público en general siguiendo esto, porque acá yo no tuve ninguna garantía: la denuncia se conoció en la prensa, los denunciantes hicieron declaraciones, a mí nadie me tomó ninguna, el 21 de enero yo ya conocía por la prensa que el fiscal había pedido procesamiento, el juzgado me decía que era reservado y no me decía de qué estaba imputada o de qué se me pretendía imputar, por la prensa me enteré que no era de extorsión sino violencia privada, por la prensa me enteré ya antes de ir al juzgado de que iba a ser procesada... Fue toda una maravilla de publicidad que a mí me hubiera encantado que jugara para el otro lado. Y estas cosas que dañan (ya crean un daño), me hubiera gustado que tuvieran la opinión de por lo menos dos o tres fiscales; pienso que hay delitos que deberían tener más opiniones involucradas para evitar estas cosas que ya en sí mismas son un daño. Pienso, honestamente pienso que a mi carrera no la afecta porque es un delito menor, porque estoy procesada sin prisión (y menos mal porque esta es mi única arma de trabajo).
EC - Pero desde el punto de vista legal, constitucional...
CM – Por eso, desde el punto de vista legal, pienso que por las características de este delito, porque en principio, por el procesamiento, no va a derivar en pena de penitenciaría, yo no voy a tener mi ciudadanía suspendida, de acuerdo al inciso 2º...
EC - ¿Eso quién lo resuelve: la Corte Electoral?
CM – No. Después de que el procesamiento queda firme, si queda firme, el juzgado tiene que informar a la Suprema Corte de Justicia, y es la Suprema Corte que decide y lo comunica a la Corte Electoral. Pienso que no va a encuadrar en el inciso segundo del artículo 80, pero si encuadrara, sí, claro: me queda mutilada la carrera política y eventualmente alguien pueda entender hasta que quedo también impedida en mi ejercicio profesional, que es mi arma de vida, con la que sostengo a mi familia. Hasta ahora, en este momento, sólo estoy procesada; puedo seguir ejerciendo mi profesión y puedo seguir con mi carrera política.
***
EC - Todos recordamos su incursión en la política en el Partido Nacional a fines de la dictadura, en 1982 cuando las elecciones internas, y luego en las elecciones nacionales del 84, una época en la que tuvo fuertes enfrentamientos con los sectores wilsonistas del partido. Integró una de las fórmulas presidenciales blancas en 1984, acompañando la candidatura de Juan Carlos Paysé. No fue electa para el Parlamento...
CM – Nunca.
EC - Después hizo otro intento en política, 10 años más tarde, en el 94, con una lista a diputados en Manos a la Obra con Alberto Volonté. Y ahora este tercer intento. ¿Como que cada 10 años vuelve?
CM - Debe ser un ciclo lunar o algo de eso (risas).
EC - ¿Por qué este retorno en este momento?
CM - La verdad es que hice mis intentos cuando pude, y cuando no los hice fue simplemente porque no pude. Yo he sido muy resistida, vivo en la intemperie desde siempre; he ocupado los lugares que he podido porque es un hecho que no pertenezco a la estructura o al sistema; hay alguien que no se siente cómodo conmigo, es obvio. Y se ha dado, es verdad, cada 10 años tengo una posibilidad y trato de responder a todas las posibilidades; pienso que cuando la vida nos da una posibilidad también tiene una expectativa sobre nosotros.
EC - ¿Por qué decide ahora crear su propio grupo que se llama “Basta y Vamos”?
CM - Ya con 54 años he acumulado muchos “Basta”, porque a mi criterio hay muchos problemas que esperan solución, y muchos problemas que esperan ser suprimidos: estamos llenos de problemas inventados.
Y el “Vamos” porque no tenemos que esperarlo todo, no podemos seguir teniendo esta mentalidad de hijos huérfanos que esperan todo del gran padre tutelar que es el Estado, porque al final el Estado se desborda, es ineficiente, costoso; sino que tenemos que seguir simplemente enriqueciendo la democracia, en la dinámica de la libertad, en la dinámica de la iniciativa privada, apostando al ciudadano. Me gustó muchísimo este nombre que salió en un grupo de mujeres, cuando veníamos trabajando todas las mujeres de todos los partidos políticos en esa demostración que existe por encima de las diferencias de partidos o de divisas, porque el sentido común no es propiedad exclusiva de nadie y porque tenemos que perder esa costumbre espantosa, que nos está mutilando, nos está volviendo simplemente mediocres, donde partimos de la base de que si la idea es de los nuestros es buena y si viene de otro lado es mala. Yo creo que el principio es que si la idea es buena y puede concretarse, debe hacerse sea quien sea que la tenga. Este nombre salió allá cuando trabajamos las mujeres y llegó hasta esta posibilidad gracias a esta reforma constitucional última.
EC - Este movimiento ¿tiene una impronta femenina?
CM - No; este movimiento lo que tiene es una mujer al frente e indudablemente, como mujer, tengo una visión... yo no digo opuesta, pero sí distinta a la visión masculina. No creo que haya ninguna empresa humana grande que pueda prescindir del masculino y del femenino: hasta la teología se realiza hoy, y hasta el Padre Nuestro empieza a ser Padre - Madre Nuestro, porque Dios es el masculino y el femenino. Si bien veo a muchas mujeres que han quedado relegadas, y mujeres que han demostrado como profesionales, como amas de casa pero jefas de hogar, como empresarias, su capacidad de decisión, su capacidad de pensar lo mejor a favor de sus hijos... ese capital humano tiene que ser aprovechado para pensar lo mejor a favor de los hijos de todas, que son los hijos de este país.
Este es un movimiento que intenta llevar a esas mujeres, que han sido sistemáticamente relegadas, tanto en las ciudades como las mujeres rurales, que fueron sustituidas por mediocres anodinos que nadie conoció, simplemente porque tenían amistad o porque pusieron 2.000 o 50.000 dólares, no interesa (que ahí es donde empieza la dependencia del poder político al poder económico), pero piensa llevar hombres. Mi equipo, ese gabinete en las sombras que yo entiendo que habría que formar permanentemente, lleva hombres en seguridad, en materia de salud, de vivienda, de obras públicas, y mujeres.
EC - ¿Usted propone darle énfasis a la participación de la mujer en cargos de gobierno, pero no por la vía de las cuotas?
CM - Yo peleé por las cuotas porque entiendo que la ley es un instrumento civilizado que tiene el sistema para corregir anomalías evidentes. Si tenemos una democracia representativa y el 52% no está representado... pero directamente no está representado; hoy las mujeres ya no tienen que pedirle permiso ni a sus padres ni a sus cónyuges, ni para vender, ni para hacer una opción profesional, ni para tener tarjetas de crédito.
A este país le falta un remo y por eso navegamos en círculos y estamos siempre pasando por los mismos temas, por los mismos problemas.
EC - Usted apoyó la ley de cuotificación...
CM – Sí, y voy a seguir apoyándola porque ahora ingresa al Senado.
EC - Pero dejando de lado la ley, si a usted le toca conformar su equipo, o le toca tener que armar un gabinete ¿lo hace por cuota o teniendo en cuenta las capacidades?
CM - No, por supuesto, pero le voy a decir más: cuando yo estudié el sistema inglés y me di cuenta de la importancia de tener un gabinete en la sombra... Fíjese: en este país para ser portero hay que dar un concurso de oposición, de mérito, de calificación... Para ser gobernante, no. Ni siquiera hacemos concurso frente a la soberanía, porque la ciudadanía opta en función de opciones ya preparadas. A mí me encanta este sistema nuevo de la Constitución que permite que los candidatos disputemos en el gran mercado de la opinión, concursando; que la gente pueda compararnos, que la gente pueda probarnos, hacernos preguntas, que pueda estudiar quiénes somos, cómo hemos sido, qué intereses tenemos, qué ambiciones tenemos, qué estilo de vida tenemos, qué valores tenemos, de qué familia incluso venimos; esto me encanta.
Pero en este país hay que terminar con la improvisación, no se puede decir que se puede estar legislando de un día para el otro, o que se puede ser ministro de una cosa porque me llamaron por teléfono hace 48 horas y me pongo a ver de qué se trata el Ministerio, y después me sacan de ese Ministerio y me ponen en el otro; o que yo, que ni siquiera soy capaz de tener un kiosco de caramelos, porque ni siquiera podría hacer un arqueo de caja todos los días, esté al frente de un banco o de servicios importantes. El gabinete en las sombras para mí lo que da es la preparación de un equipo paralelo que, cuando critique a un ministro por tal o cual medida, el que está como candidato a ocupar ese cargo tenga la solución alternativa. Eso va preparando un equipo, pero además va permitiendo poner a prueba a los que usted en definitiva designe. No se puede designar por...
EC - ¿Cuándo presenta ese gabinete en las sombras?
CM - No es que yo lo presente porque... Entendámonos: yo estoy en este momento disputando una elección interna; no soy todavía el candidato de mi partido. Pero sí pienso tenerlo como propuesta irrenunciable, porque yo pienso competir hasta las elecciones internas, y que todo mi partido organice el gabinete en las sombras del partido.
EC – Vuelvo a la pregunta con que iniciábamos esta parte: en ese gabinete en las sombras ¿cómo maneja la proporción hombres - mujeres?
CM - Sólo por capacidades, por méritos y talentos. El tema no es que por ser mujer se tenga derechos; el tema es que por ser mujer se nos niegue los derechos, que es una cosa muy distinta. Hay capacidades en mujeres absolutamente probadas que llegan hasta determinado nivel y después salta un improvisado porque no es mujer. Pienso que este tema tiene que pasar a la historia: en ningún país del mundo importa si es mujer o si es hombre.
EC - Sigamos con la definición del perfil de su grupo, de su precandidatura. ¿Cuáles son las principales líneas, además de estas que veníamos conversando ahora?
CM - Las estoy ajustando porque tengo demasiadas, y hay que depurar hasta llegar a las tres o cuatro básicas. Pero una fundamental es, en primer lugar, superar esta falta de presencia del 52% de un capital humano, que es el que más está sufriendo todo: como hija, como esposa, como madre y fundamentalmente en este fenómeno sangrante de la emigración, en ese fenómeno errático de la educación donde tenemos hijos a quienes les han cambiado los programas de estudio dos y tres veces, hijos que se van a recibir cerca de los 30 años por el problema de los paros, hijos que después con el título no van a saber qué hacer. Eso es condenar a la frustración o a la depresión y tenemos ya 500.000 depresivos en este país y la depresión es fuente de violencia, fuente de suicidio, es fuente de todo porque la depresión es una enfermedad.
EC - Dos definiciones que tomo de declaraciones que ha hecho por ejemplo al diario El País en octubre del año pasado: "Creo que ni siquiera el gobierno gobierna sino que nos mandan desde afuera, y eso me subleva". ¿A qué alude?
CM - Yo estoy leyendo en este momento todos los programas de gobierno de los tres partidos que están en el gobierno... Porque tenemos un sistema parlamentario; no tenemos un sistema presidencial, y en este momento este país dejó de ser bipartidista, los tres partidos están ocupando proporcionalmente un lugar en el gobierno. Y yo veo que en materia de educación, de salud, los tres partidos coinciden a tal punto que a veces tengo que volver a la tapa a ver de quién estoy leyendo el programa.
¿Cómo es posible que no se haya encontrado coincidencias para políticas de Estado que no estén cambiando cada cinco años? Eso me parece básico.
O sea que me parece básico restaurar la representación efectiva de una democracia que se dice representativa y que desconoce al 52%. Me parece básico terminar con la improvisación y organizar en cada partido un gabinete en las sombras, con dos o tres postulantes a cada uno de los cargos, que cuando lleguen a las carteras o cuando lleguen a los entes autónomos sepan de qué hablan y no estén pidiendo a los secretarios "A ver de qué estamos hablando", o saquemos medidas que en definitiva son erráticas para que el otro las vuelva a cambiar.
La tercera: que en este país, necesaria y urgentemente se necesitan políticas de Estado.
Y la cuarta es que cuando hablamos de proteger a las inversiones, no estemos hablando exclusivamente de los inversores extranjeros a quienes les damos todo tipo de prebendas y de exoneraciones (después hacen una inversión de 5 millones y al otro día se llevaron 80), sino que empecemos también a defender al inversor nacional, a quien le decimos que apueste a la pradera, por ejemplo, para que después los cultivos que hace hayan dejado de estar en la mira del gobierno porque ahora estamos en otra cosa.
Yo pregunto: en este momento que están con todo este tema de la tercerización de las carteras en los bancos ¿cuántos de estos deudores no se endeudaron porque apostaron a este Mercosur que les iba a abrir un mercado de 300 millones de compradores, y nuestro país terminó importando el producto que ese fabricante o ese empresario estaba produciendo en su fábrica? Porque acá se tiran hasta los tomates de nuestras cosechas.
Y de eso es cuando hablo de que este país no tiene que cuidar las fronteras físicas: hoy los tamaños de los países se miden en la inteligencia y en la dignidad con que se defiende la soberanía. Este tema de que nos hayan cerrado desde afuera al Banco Hipotecario, a mí por supuesto me subleva porque la vivienda es un derecho fundamental y la vivienda en este país, en un altísimo porcentaje, todos, se la estamos debiendo al Banco Hipotecario. Y ¿qué va a pasar a partir de ahora?
A mí, todo este tipo de situación donde a Argentina se le da la posibilidad de estar negociando... Después del default y después del crack y después de las advertencias el Fondo Monetario ¿ahora tiene un tratamiento mejor que nosotros, que estamos exigidos a pagar a costa de que no se pueda aumentar, que no haya canasta de alimentos? Es inaudito; nos están gobernando desde afuera y para mí este país tiene que volver a levantarse sobre su identidad y empezar a defender su soberanía.
EC - ¿Usted puede categorizar el pensamiento de su grupo político?
CM - ¿Qué quiere decir?
EC - Izquierda, derecha, social democracia, liberalismo... No sé: hay quienes aceptan y quienes no aceptan utilizar etiquetas. ¿Usted que dice?
CM - No es que no las acepte; después se sientan los que tienen esa solvencia y me ponen las etiquetas. Yo prefiero ser libre, moverme en este pentagrama con la razonabilidad de las cosas. En algunas cosas he coincidido con la derecha, en otras con la izquierda, en otras con el centro, porque a mí las oposiciones que me interesan son otras que son mucho más sustanciales: me interesa la categoría de la honestidad y de la deshonestidad, de la corrupción y de la integridad, de la generosidad y del egoísmo, del patriotismo o de la antipatria. Esa son las categorías básicas que a mí me interesan y lo demás... Esto es como un partido de fútbol: yo soy simplemente un jugador, después se sientan en una mesa y hacen todos los análisis que quieren, algunos saben y otros no, de otros uno piensa: “Pero si yo le diera a este los zapatos de fútbol capaz que se enreda con los cordones”; pero bueno: esto es parte de este juego democrático.
EC - Imagino la respuesta a esta pregunta, pero se la hago igual para redondear esta entrevista. El Partido Nacional es la colectividad que presenta hoy mayor número de precandidatos presidenciales. Hay quienes entienden que sería saludable simplificar esa oferta bajándola a dos o tres opciones. Yo deduzco que usted no se baja, que va a seguir hasta junio, que va a ser precandidata presidencial de todos modos, que no va a acordar con ninguno de los otros nombres que está en danza.
CM - Sí, usted es muy inteligente y presume bien. Pero además, yo discrepo con la premisa de los que piensan así. Creo que la Constitución dice que es importante la democracia interna en los partidos, y para mí es una lástima que este mecanismo no esté siendo aplicado en todos los partidos políticos. ¿Sabe lo que me encantaría a mí? Llegar a poder armar los postulantes al Parlamento a partir de la opinión de los barrios; a mí me encantaría estar compitiendo en mi barrio y si salí elegida competir con los elegidos del otro barrio. Entonces haríamos una dinámica mucho más participativa, seríamos realmente representantes porque de verdad, ¿quién conoce al segundo o tercero que va en la lista, y quién conoce al suplente del cuarto que en definitiva es quien en este momento está invocando representación?
A mí me encantaría que la pluralidad de candidaturas se estuviera dando en todos los partidos políticos y que se siguiera profundizando en este sistema donde el candidato no tiene que tener plata, porque yo no voy a tener dinero y porque tenemos que cambiar las estructuras de las campañas políticas (si no hacemos nacer al poder político dependiendo del poder económico, porque esas deudas se pagan).
Me encantaría un sistema electoral de competencia abierta y de elección nominativa. Merecer yo los votos, porque yo me los merecí o no me los merecí, pero hice el esfuerzo de concursar, porque los cargos más altos de este país, son los únicos que no tienen concurso de capacitación y mérito.
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Transcripción: María Eugenia Lima
Edición: Jorge García Ramón
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