18.12.2005














Una candidatura para la “renovación” nacionalista

Jorge Larrañaga: Ya se cumplen los tiempos para llegar a un acuerdo entre los candidatos no lacallistas: en marzo estaremos a cuatro meses de la elección interna. No voy a imponer mi nombre ante los otros grupos, pero la situación ya está polarizada en el nacionalismo y, más allá de las estructuras partidarias, la gente discernirá entre la actual mayoría y un nuevo proyecto.



EN PERSPECTIVA
Viernes 20.02.04, 07.37.


EMILIANO COTELO:
Al iniciarse el año electoral se intensifican los movimientos intrapartidarios para la designación de los respectivos candidatos. Ayer hablábamos a esta con el senador Julio Herrera a propósito del Foro Batllista en el Partido Colorado, y el día anterior consultábamos al senador Francisco Gallinal, de Correntada Wilsonista, en relación a la interna del Partido Nacional.

ALFREDO DANTE:
Paralelamente, en las últimas horas el líder de Alianza Nacional y precandidato presidencial, senador Jorge Larrañaga, reconoció que, para forjar un agrupamiento de fuerzas con vistas a las internas de junio, está en conversaciones con Gallinal, así como con el ex ministro y ex senador Sergio Abreu, con el también ex ministro y ex senador Juan Andrés Ramírez y con el ingeniero Ruperto Long.

La idea detrás de estas conversaciones es formar un polo no herrerista con el cual hacer frente al presidente del Directorio blanco, Luis Alberto Lacalle.

EC – El senador Larrañaga está en línea en este momento. Le consulto a propósito de estos comentarios que usted formuló ayer, porque esta es una posibilidad con la que se especula desde hace meses: un entendimiento entre los sectores no lacallistas –por denominarlos de alguna manera—con vistas a las internas del Partido Nacional, de modo que la elección termine siendo una opción polarizada: Lacalle – Larrañaga, por ejemplo. ¿Hay avances en esa materia?

JORGE LARRAÑAGA:
En primer lugar, creo que la polarización ya se ha dado dentro del Partido Nacional, y es lo que están recogiendo las empresas de opinión pública. Respecto a las perspectivas de un proyecto que simplifique la oferta electoral del partido hacia la elección interna del 27 de junio, puede ser una posibilidad que siempre está latente y está siendo analizada. Las conversaciones son permanentes, deben ser así entre los actores políticos. Tampoco queremos formar nada en contra de nadie, sino a favor del instrumento que tenemos, que se llama Partido Nacional.

EC – “No queremos formar nada en contra de nadie”, dice usted, pero varios de ustedes (me refiero a su propio discurso pero también al de Gallinal, por ejemplo) hablan de “renovación”, que impulsan “la renovación”. Y la renovación no es, entre otras cosas, desplazar a Lacalle? ¿No entienden a la renovación como desplazamiento de Lacalle del liderazgo? Para hablar claro, digo.

JL – Creo que, para hablar claro, renovación significa a nuestro juicio transformar el instrumento Partido Nacional; intentar cambiarlo. Siempre, por supuesto, con relación a lo que puede estar hoy en el presente. Pero nos importa impulsar un proyecto político en positivo porque además, de acuerdo a las normas constitucionales, el Partido Nacional tiene que comparecer con una candidatura única. Entonces, la renovación no es tampoco en función de las cédulas sino del estilo, del modo de hacer política...

EC – A ver si entiendo por qué usted quiere manejarse con cautela en esta respuesta... Efectivamente la renovación pasa por derrotar a Lacalle, pero ustedes quieren plantear el debate en términos civilizados porque, suponiendo que ustedes ganen, van a tener que acordar con Lacalle y con el herrerismo, y van a tener que conformar una fórmula presidencial que incluya a un hombre del herrerismo. ¿Entonces, mejor ir con cuidado?

JL – Creo que la experiencia pasada del Partido Nacional es una lección importante, porque nadie puede confiar en un partido político cuyos integrantes se enfrentan y se dividen. Me parece que el Partido Nacional debe apreciarlo muy debidamente. Más allá de las diferencias y más allá del tono de la campaña electoral, tenemos que reconocer que 28 de junio vamos a tener que estar todos los nacionalistas para enfrentar la contienda de octubre. Esto marca inexorablemente que debamos tener mucho cuidado en esto, porque además se tratará de que todos puedan encolumnarse detrás de una fórmula única en el partido, y nosotros aspiramos a ser ese candidato único de todos los blancos para intentar ser el presidente de todos los uruguayos.

EC - ¿Por qué no se han concretado todavía los acuerdos con Abreu, Gallinal, Ramírez, Long? ¿Qué está en estas conversaciones?

JL – Creo que los tiempos ya están llegando para que la cosa se resuelva. Vamos a pisar marzo y van a faltar menos de cuatro meses para la elección interna del 27 de junio. El próximo lunes 1º vamos a hacer el lanzamiento de las bases programáticas hacia un gobierno de compromiso nacional, un documento de unas 100 páginas, y el 21 de marzo vamos a hacer el lanzamiento de nuestro proyecto político en la Curva de Maroñas, y creo que son los tiempos necesarios para lograr entendimientos, si es que se los puede lograr. Tampoco hacer...

EC – Usted dice que, para el 21 de marzo, ¿estas conversaciones tendrían que haber llegado a un acuerdo?

JL – A mi juicio es tiempo más que suficiente como para determinar todos los esquemas de posible entendimiento con estos prestigiosos movimientos y compañeros, todos los cuales tienen su legítimo derecho de lanzarse a la arena política. Si hay alguna posibilidad de entendimiento la vamos a explorar...

EC – Pero yo le preguntaba qué demora el entendimiento. ¿Cuál es el tema: quién de estos precandidatos no herreristas que estamos mencionando es el que encabeza, para lo cual hay que esperar cómo evolucionan las encuestas, a ver si se confirma que usted es el primero entre ellos y con distancia suficiente?

JL – Yo creo que lo importante es tener un compromiso político programático de renovación, de cambio y de nueva presentación del Partido Nacional frente al esquema electoral actual. También hay un componente de cómo presentarnos en la contienda de junio, y ahí estarán las candidaturas; habrá que analizar cómo viene cada uno y cada uno tiene que asumir también la responsabilidad de no comprometer el resultado de ese proceso final de renovación. Creo que debe advertir cada uno de nosotros hasta cuándo podemos aspirar a algo en función de lo que la gente nos pueda estar deparando hoy en las encuestas de opinión pública, en los actos, en las comparecencias y en lo que en definitiva... En su momento el senador Gallinal dijo en términos metafóricos que bastaba simplemente oler el panorama político para darnos cuenta de quién cuenta con mayores posibilidades para encarar una candidatura presidencial por el partido, y creo que ese proceso está; está claramente...

EC – Cuando usted dice que “está claramente” se refiere a que es usted el que, entre esos candidatos no herreristas, recoge mayor apoyo en la interna blanca.

JL – Mire: yo no voy a anteponer mi nombre, ni se lo voy a imponer a los compañeros. Esto parte de la base de apreciar cuál es la temperatura política que hoy reina dentro del Partido Nacional, y a mi juicio hay un viento indetenible de cambio dentro del nacionalismo, y esto tendrá que ser apreciado. Yo no voy a hacer como el burro que se pone primero, y si no soy yo no es nadie. Creo que esto tiene que formar parte de un proceso de intelección armónica y racional de cuáles son las posibilidades de la oferta actual dentro del partido para advertir cuál es el camino...

EC – Pero, según lo que decía hace unos minutos, usted entiende que si no se produce este acuerdo entre los candidatos no herreristas puede estar en riesgo el resultado.

JL – No creo tampoco que esté en riesgo el resultado. Lo digo con respeto por todos porque, por más que haya más de dos candidaturas, creo que el proceso de polarización es inevitable. Así aconteció en la primera aplicación de la reforma constitucional de 1996, que fue en el 99, y ahora va a acontecer otro tanto. Seguramente habrá un proceso de polarización inevitable y esto simplemente puede jugar en contra de los resultados y de los porcentajes finales con mayor o menor amplitud, pero creo que el proceso de polarización está instalado en el partido. Es inevitable que en el proceso final de la campaña la gente va a buscar en un esquema más simplificado discernir entre la actual mayoría y quien pueda cambiar la mayoría hasta ahora dada en el Partido Nacional, y formular un proyecto y una postulación nueva de nuestra colectividad política hacia el resto del esquema político nacional.

EC – Sí, pero en esa polarización, si se mantienen todos los candidatos, por ejemplo usted puede llegar a perder por pocos votos frente al doctor Lacalle que es un hombre de una experiencia política muy fuerte, y que se está pertrechando como para que esta competencia del 27 de junio no sea algo sencillo.

JL – Creo por supuesto que no hay nada sencillo, pero también digo claramente que nuestra estrategia es hacia la gente, hacia los compatriotas que crean en un proyecto político nacionalista diferente y, más allá de las estructuras, tenemos fe en el pronunciamiento del ciudadano que es el gran protagonista. Lo digo sin altanería, sin soberbia pero con convicción: estamos convencidos de que, más allá de la postulación de otros prestigiosos compañeros, vamos a predominar en la elección interna.

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón


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