18.12.2005












RECUPERAR UNA ZONA CONTAMINADA EN BROOKLYN PARA UN CLUB DE CANOAS

Concurso internacional de arquitectura
en N. York premió proyecto uruguayo

Un equipo integrado por los arquitectos Pedro Calzavara, Alejandro Recoba y Horacio Flora y las estudiantes Andrea Bajuk y Verónica Rossi conoció el llamado por Internet. Se documentó sobre el lugar a través de la red, envió el proyecto y obtuvo el primer premio. Cuando viajaron a recibirlo pudieron comprobar en el sitio que la representación virtual que se habían formado se ajustaba a la realidad, cuentan Calzavara, Rossi y Recoba.

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EN PERSPECTIVA
Viernes 20.02.04, 08.56.


EMILIANO COTELO:
Un grupo de arquitectos jóvenes uruguayos ganó un concurso para la remodelación de una zona de Brooklyn, en pleno Nueva York. Se enteraron del llamado navegando en Internet e hicieron llegar por correspondencia su proyecto, el cual finalmente resultó el triunfador compitiendo con otras 370 ideas.

Es una propuesta austera -algo en lo que los uruguayos de a poco nos vamos especializando- la que le permitió a este equipo de compatriotas logró destacarse frente a profesionales de 34 países.

Vamos a conocer detalles de este verdadero éxito académico uruguayo, en diálogo con algunos de los integrantes de este equipo: Verónica Rossi, integrante avanzada de Arquitectura, ¿en qué año?

VERÓNICA ROSSI:
Terminé todos los cursos y ahora empiezo a preparar la carpeta (la tesis, para muchas facultades), el último proyecto de facultad.

EC - Están con nosotros también el arquitecto Pedro Calzavara, profesor agregado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República, consultor de programas del BID desde 1990 (tiene 40 años de edad); y el arquitecto Alejandro Recoba, profesor de informática aplicada a la arquitectura (36 años). Falta mencionar al arquitecto Horacio Flora y a Andrea Bajuk, otra estudiante que también formó parte de este grupo.

Empecemos por aclarar si este grupo ya existía antes del llamado, antes de comienzos del año.

ALEJANDRO RECOBA:
Nos asociamos para este concurso en particular. Habíamos trabajado en asociaciones parciales algunos, pero no todos juntos como en esta oportunidad.

EC - Ustedes resolvieron participar en un concurso organizado en Estados Unidos, ¿por quién?

PEDRO CALZAVARA:
La convocatoria es llevada adelante por la American Institute of Architects, filial Nueva York, que es quien da el patrocinio y se encarga de toda la ingeniería del llamado, y dos instituciones que congregan a grupos de kayakistas y remeros de Brooklyn. Básicamente son esos los convocantes al concurso que es público, internacional y que contó con un jurado muy calificado integrado por siete miembros, cinco de los cuales son docentes de distintas prestigiosas universidades de Estados Unidos, de Yale, de Pennsylvania, de la Universidad del Sur de California, un representante de la comunidad local, de Brooklyn -de lo que seguramente hablaremos más adelante porque es un detalle no menor a los efectos de evaluar el concurso-, un artista plástico de Manhattan y una especie de relator o moderador que era asesor del Tesoro de Estados Unidos.

EC - Ya señalé en la introducción que ustedes supieron de este concurso a través de Internet. ¿Se enteraron de casualidad?, ¿cómo fue?

PC - El tema concursos para los arquitectos es toda una problemática, un desafío constante que nos permite ponernos a tono con lo que a veces es la ausencia de obras, sobre todo en la realidad contemporánea. Siempre estamos ávidos, siempre estamos buscando concursos, el tema es encontrar uno que reúna las expectativas, como tenía esta, y el gancho que tenía, que era una competencia muy interesante en una ciudad como Nueva York.

EC - Los arquitectos en todo el mundo y en particular los uruguayos están siempre pendientes de los concursos.

PC - Yo diría que sí... No sé si todos, pero a la gran mayoría; es algo que permanentemente nos desafía a la creatividad.

VR - Es un ejercicio diferente de la práctica cotidiana, como que hay oportunidad y tiempo de ejercitar otro tipo de dinámica que en la práctica cotidiana, que suele ser bastante más estresada, que presiona más, no se puede hacer.

EC - ¿Desde cuándo se extiende esta práctica de que los concursos, algunos concursos o muchos concursos se publican en Internet, quedan disponibles en Internet?

PC - No sé si coincide con la edad de Internet, que además es bastante adolescente, pero es una práctica relativamente contemporánea y lo que más sea más interesante es que a nuestros efectos la red está funcionando verdaderamente como una extensión virtual de los sentidos.

EC - Una extensión virtual de los sentidos... ¿Qué quiere decir esto?

PC - Que nos permite no sólo enterarnos de que hay una competición, sino de algún modo capturar su esencia espacial y formal a distancia, y a la vez hacer una propuesta a distancia.

EC - Son llamados internacionales.

PC - Sí, sí.

EC - Son llamados internacionales que implican un desafío para quienes se presentan, pero supongo que también un riesgo para quien convoca, porque van a trabajar en ese proyecto profesionales que muy probablemente no conocen el lugar.

PC - Claro; y en este caso fue un valor agregado.

EC - ¿Fue un valor agregado no conocer el lugar?

PC - No sé si no conocerlo, pero sí tener el desenfado o el desparpajo que da explotar lo que contemporáneamente se llama la extranjería, o sea poder no tener ningún prejuicio sobre el lugar.

EC - Claro...

PC - Eso da una libertad y una frescura -más adelante lo podemos a ver- que nos permitió interpretar -nos lo decían en el día del vernissage de la muestra- tal vez mejor que alguien que estaba ahí las características de lo que el concurso buscaba, o sea una sensibilidad oculta que pudimos lograr a distancia.

EC - ¿Verónica?

VR - Cuando pudimos visitar el lugar, cuando fuimos a recibir el premio (rápidamente nos convocaban la alegría y el deseo de ir y recibir el premio), y en especial Andrea y yo que llegamos más tarde en el avión pudimos llegar al aeropuerto de Laguarda, atravesando Manhattan del lado sureste, y lo primero que vimos fue el punto de inflexión de esa bahía, del terreno, que es un punto de inflexión en la trama de Brooklyn; vimos desde el avión esa sensación del terreno y todo lo que habíamos buscado por Internet, con todas las imágenes... Una vez que nos anotamos y nos inscribimos a través de ese medio buscamos todo tipo de información rodeando todo el terreno, información sobre el perfil del jurado, de todo lo que se trataba, de todo el entorno de la Comunidad del Bote...

EC - De eso vamos a conversar enseguida, de cómo hicieron, una vez que supieron del concurso y decidieron participar, para prepararse, para reunir la información y encontrarse en condiciones.

Yo decía que ustedes no conocían el lugar, pero sí Nueva York; algunos de ustedes la conocían.

VARIOS - Sí, todos; varias veces.

Detalle del proyecto ganador.

EC - Todos habían estado en Nueva York, pero no en este punto preciso. Ubiquemos a Brooklyn,

PC - Si tomamos la isla de Manhattan, el tramo que queda entre el puente de Williams, que es el que está inmediatamente al norte del famoso puente de Brooklyn y el sector de Naciones Unidas, en esa cuña, exactamente en la vereda de enfrente del río, donde el río es más fino, está esa costa de Brooklyn. Esa bahía queda en el baricentro de esa costa.

AR - A la altura del Empire State.

VR - Exactamente.


***

EC - Ahora sí, vamos a explicar con detalle qué es lo que se solicitaba en este llamado público internacional.

AR - El edificio consistía en un club de kayaks y botes asociados. Hay una especie de astilleros, se construyen botes exclusivamente de madera. Los convocantes tienen un perfil ecologista, por decirlo de alguna manera, entonces el edificio consistía en un taller de fabricación de kayaks y botes de madera, instalaciones relacionadas con la estiba de los botes y los kayaks, y servicios propios de lo que sería un club: una cafetería, una confitería, etcétera. El área total sería de 1.500 metros cuadrados dentro de un predio de 50.000 metros cuadrados.

EC - ¿Lo que se pretendía era transformar toda esa zona, o no sea no solamente construir los edificios?

AR - En el marco general está eso: hay un grupo de organizaciones no gubernamentales, incluso representantes del gobierno local que están con la intención de recuperar todo ese borde costero, el water front, para uso público. Actualmente es un espacio industrial, los predios son privados, con intenciones muchas veces contradictorias con el interés local, de la comunidad.

EC - Una oyente, Esther, pregunta si la parte donde ustedes tuvieron que proyectar es una zona de factorías que puede verse desde el edificio de la ONU. Ella estuvo en Nueva York hace poco y esa zona le llamó la atención porque se encuentra bastante descuidada.

AR - Es esa, es esa. Actualmente hay unos tanques de una refinería de petróleo, este sitio ahora está un poco obsoleto, pero anteriormente había muchas refinerías de petróleo y de hecho el sustrato, el suelo, está bastante contaminado y va a llevar muchos años recuperarlo. En el fondo, en el contexto está ese ánimo de recuperar eso como espacio de uso público, verde.

PC - Es un área deprimida, pero de alta energía potencial.

VR - Además hay una perspectiva para 2012 de que ese water front se vaya preparando para unas olimpiadas. Una de las cosas más interesantes es vender Nueva York, el skyland de Nueva York, si las actividades se hacen teniendo de fondo ese skyland, que es una de las imágenes más potentes para vender Nueva York como posible sede de olimpiadas.

EC - ¿Qué restricciones se planteaban en el llamado, qué condiciones había para los proyectos que pudieran presentarse?

PC - A nivel de proyecto, ninguna. Eso tenía de interesante, que era un concurso de ideas libres. Ellos buscaban un proyecto que fuera de la comunidad, en sintonía con ese plan del frente marítimo de Brooklyn, en contraposición a algunos intentos, en particular a un intento puntual de enclave de más fábricas para vender más energía a Manhattan, para lo cual había en principio unos inversores privados a los cuales se quiere oponer con el apoyo del área de Nueva York y de la comunidad un proyecto que a la sazón es este.

EC - O sea que todavía el futuro real y definitivo de esa zona está en debate.

PC - Está en debate. Eso es lo lindo, lo jugoso.

AR - Este concurso, creemos y de hecho lo hablamos, es una herramienta: obtuvieron con este concurso una serie de imágenes e ideas que les van a servir para seguir gestionando la transformación de ese frente.

En la entrega del premio, de izquierda a derecha: Alejandro Recoba, Pedro Calzavara, Verónica Rossi, Horacio Flora y Andrea Bajuk.

EC - ¿Qué resolvieron hacer ustedes; cómo se plantaron frente a este desafío?

PC - En la presentación tú hablaste de la austeridad y de la austeridad de recursos, algo muy uruguayo. Hay mucho de cierto en eso: nuestra propuesta básicamente se basó en algunas operaciones fuertes, sin que eso implicara debilidad. La idea es tomar tres elementos, que son la revitalización del water front, la instalación mediante el barrido de la tabla rasa de todas las instalaciones contaminantes y la construcción de una gran plataforma que llamamos la green platform, en un juego de palabras con el Green Point, que es el lugar, que entendemos como una plataforma de oportunidades.

EC - Una plataforma verde, ¿qué quiere decir?

PC - Es una especie de parque horizontal, un jardín en el horizonte; le llamamos un espacio de paz y de convivencia, un espacio público de los que los uruguayos somos muy deudores y a los que estamos muy habituados, pero que en ese contexto aparece como una perla. Esa naturaleza que construimos, valga el juego de palabras, se complementa con un algún modo poéticamente está como amarrado, como si fuera un bote, debajo de esa construcción, por lo cual no aparece visible ni omnipotente desde Brooklyn; sí aparece desde Manhattan. Ese juego de verse y no verse genera una seducción que terminó seduciendo al jurado y a los participantes.

VR - Otra cosa interesante es el hecho de que en un mismo suelo existe simultaneidad de dominios.

EC - Traduzcamos eso en términos...

VR - Se podría decir que esa plataforma verde es un dominio netamente público, porque justamente estamos construyendo un parque encima de un club de botes, entonces existe un dominio semipúblico, porque ese dominio no es cerrado, pero lo que está más cercano al agua es el club de botes, son estratos que están superpuestos.

Otra cosa interesante es que nosotros tenemos el contacto con el mar, con el agua como privilegio -de lo que muchas veces no nos damos cuenta-, y teniendo Brooklyn tres millones de habitantes, como toda la población de Uruguay, no puede acceder a ese East River y tener el contacto frente a la isla Manhattan que es el ícono por excelencia.

EC - Tal cual ustedes idearon el proyecto, estaban jugando con un valor realmente importante para la gente que vive en esa zona, con una novedad.

AR - Con una necesidad.

PC - Incluso agregábamos otro elemento más. Es una zona enfrente, porque el predio básicamente tenía dos grandes sectores; sustituimos por una zona toda forestada y descubrimos que hay una especie particular de pájaros que anidan en ese lugar, entonces le dimos un soporte a esa fauna mayor que el actual y le llamamos la Isla de los Pájaros, que queda enfrente y a la cual se puede acceder desde el bote también.

AR - Si tuviera que hacer una síntesis del proyecto, diría que lo abordamos más como un proyecto de paisaje más que como un proyecto de arquitectura. Eso fue particularmente valorado. El edificio es como un articulador, funciona como vínculo entre el agua y la ciudad, entre el espacio público y el privado y entre la naturaleza y lo artificial.

EC - ¿Ustedes saben que estos valores que han estado destacando son los que permitieron que este proyecto ganara?

PC - Sí, tenemos el retorno de las opiniones del jurado y sobre todo de algo que valió mucho la pena, que fue la presencia en el lugar y los comentarios directos.

EC - Los comentarios de los habitantes.

PC - Y de participantes del concurso y de gente de la AIA, de ese cóctel de gente que se arma.

VR - El día del vernissage de la exposición se expusieron 90 proyectos; y vimos que muchos participantes, como el programa se trataba del club de botes, especificaron el programa en un edificio, ese club de botes, pero dejaron el resto del terreno, que son 50 hectáreas, exactamente como está, con los tanques de gasómetros, se especificaron en ese dominio semipúblico del que hablaba antes, pero no intervinieron sobre el agua.

EC - A ustedes se les ocurrió proponer que esos tanques sean destruidos, ...

PC - Sí, sí, sí.

AR - Sin dudarlo.

EC - ...fue una iniciativa de ustedes.

PC - Nuestra, sí.

EC - ¿Estaba planteado como una posibilidad en el llamado?

PC - Al ser libre, lo estaba.

EC - O sea que el proyecto de ustedes tiene la virtud de que avanzó en contra de esos tanques, pero al mismo tiempo tiene una complicación por ese lado, porque obliga a esa comunidad a pelear un poco más por sacar adelante ese cambio, van a tener que lograr trasladar a algún otro lado esos depósitos.

PC - Toda actividad de construir implica en cierto modo demoler.

***

EC - ¿Cómo hicieron para imaginarse el lugar desde aquí, para situarse en ese lugar y trabajar desde Montevideo.

AR - El 100 por ciento de la información fue bajado por Internet; básicamente consistía en fotos del sitio desde distintos puntos de vista y planos, una planta con escala gráfica. Esa fue una de las dificultades que generó muchas discusiones; dimensionar verdaderamente, más allá de la medida en pies o metros, tener la sensación del sitio real. Lo primero que hicimos cuando llegamos fue ir al sitio justamente para chequear si era lo que nos habíamos imaginado, y se aproximaba bastante. Fue bastante emocionante también, después de horas y horas de ver fotos e imaginarnos, estar en el sitio fue un click...

EC - ¿Ustedes creían que tenían alguna posibilidad de ganar, siendo un llamado internacional realizado a través de Internet, en el que obviamente se iba a presentar una gran cantidad de arquitectos de distintas partes del mundo??

PC - Con seguridad... no. Pero obviamente teníamos esperanza y confiábamos en un equipo que está bastante bien balanceado en el sentido de nuestros roles y aportes.

EC - ¿Cómo es eso del balance?

PC - En el sentido de que los equipos se conforman por la famosa idea de la sinergia y la complementariedad, o sea: no todos hacemos lo mismo y todos tenemos nuestro aporte y nuestra visión del tema, lo que enriquece. Básicamente es un equipo de poca gente, nosotros trabajamos de setiembre a enero, cuatro meses, es un equipo de poca gente que tiene una modalidad de asociación flexible. Ese pequeño grupo a su vez recibía los suministros conceptuales de asesores que fuimos buscando en distintas áreas, como por ejemplo la náutica, la del bote, en la que ninguno era experto.

EC - ¿Tienen alguna certeza de que este proyecto se lleve adelante?

PC - Hay olfato periodístico en la pregunta, porque es lo que la gente mayormente consulta, además de sentirse en general halagada desde el punto de vista de que somos uruguayos y el mito de ganar fuera.

EC - Está bien, ¿pero eso va a salir del papel?

PC - Somos francos en esto: en las bases del concurso no había ningún compromiso que dijera que se iba a construir la obra. De hecho cuando uno se presenta a un concurso de ese tipo está cediendo los derechos de propiedad intelectual. Hay que tener en cuenta que en realidad el proyecto se precisa en el lugar, que la disponibilidad de fondos para un país como ese no es la misma que para un país como el nuestro, es una realidad...

AR - Tampoco son los mismos costos.

PC - ...los costos no son los mismos y que, a diferencia de otros concursos, el premio no representa sólo la opinión de un jurado técnico, sino que incluye la opinión técnica más la de la comunidad que estaba representada en el concurso. Eso nos da una expectativa de que será a futuro... Nosotros nos planteamos dispuestos a colaborar y planteamos el proyecto no sólo como un logro individual del equipo, sino como una mano extendida, una contribución a la comunidad de Brooklyn y a la ciudad de Nueva York. Era eso, un enlace de Uruguay con Estados Unidos.

EC - Suponiendo que se haga, ¿van a ser ustedes quienes lo ejecuten? Porque después falta hacer los planos descriptivos.

PC - Por supuesto, hay toda una etapa de ajuste. Como te decía, no es obligatorio, pero tenemos que tener en cuenta que el concurso tenía el respaldo de la AIA, que es un poco el correlato de nuestra Sociedad de Arquitectos en Estados Unidos. Eso siempre da una tranquilidad en cuanto a la defensa de lo que significan ciertos criterios profesionales... Que a veces son avasallados, pero intuimos que en este caso, por el modo como nos trataron y nos recibieron, incluso nuestra visita y nuestra disposición a colaborar y la demanda de información que nos están pidiendo; curiosamente vía la AIA nos están pidiendo información de lugares insólitos, como publicaciones de arquitectura de Seúl.

AR - Y una de Inglaterra.

EC - A eso iba: el premio en sí ya se lo gastaron, ¿no?

PC - Completamente.

AR - Y felizmente.

EC - El premio era 5.000 dólares, que gastaron en viajar a buscar el premio.

PC - Habiendo cumplido una promesa: en caso de sacar lo que sacáramos, que era muy difícil, lo íbamos a gastar todo en tratar de ir. Por suerte dio para eso.

EC - O sea que el premio en lo material "ya fue".

PC - Es historia.

EC - ¿Qué más les dejan este concurso y este primer lugar?

AR - La eventualidad, si esto progresa, de que nos tengan en cuenta, y otras oportunidades que creemos que pueden surgir. Y la experiencia de trabajo en equipo, que reivindicamos cien por ciento. Hemos trabajado individualmente en otras cosas, pero yo personalmente reivindico el trabajo en equipo, con el equipo adecuado.

EC - ¿Este concurso les abre otras puertas? Ustedes mencionaban repercusiones en Seúl...

AR - En publicaciones, es un hecho: va a haber publicaciones en Estados Unidos, en Inglaterra y otras más que no recuerdo. Seguramente esas traerán a otras.

EC - Además el proyecto está exponiéndose junto con otros que fueron premiados, en el propio lugar. ¿Hasta cuándo?

PC - Hasta el 27 de marzo en Laguardia Place 536, que es la sede de la AIA New York, entre Greenwich Village y Soho, a una cuadra de la Washington Square, que es el lugar donde nace la 5ª Avenida.

EC - ¿Esto es un salto en la carrera de ustedes? ¿A partir de esto los nombres de ustedes pasan a tener otro tipo de reconocimiento aquí, fuera del país...?

PC - Eso es algo que tendrán que verlo... no precisamente nosotros. Cada proyecto que hacemos los arquitectos es un paso más en el aprendizaje.

VR - Sin duda este logro incentiva muchísimo al equipo para seguir adelante y seguir investigando por Internet y algunos llamados que nos hagan para seguir participando como equipo, ya que funcionamos con una simbiosis bastante buena.

EC - Y para Uruguay o para la comunidad universitaria profesional uruguaya, ¿qué lección deja esto?

PC - Primero algo que es muy necesario para nosotros en este momento, a nuestra escala obviamente (hay que sumar esfuerzos en otras disciplinas, incluso en la nuestra de otros colegas muy capaces que han tenido también lauros): la dimensión de que es posible, de que hay que tirar para adelante más allá de las condiciones, que pueden ser o no negativas. Recuperar la idea de que en Uruguay existen, a pesar de las limitaciones, buenos profesionales; a veces faltan fondos económicos, pero no mentales, no recursos humanos.

En ese sentido nuestro pequeño mensaje, que hacemos a la interna del grupo cada vez que nos reunimos -que por cierto son muchas en este último tiempo-,es que este proyecto, más allá del premio, para nosotros no es una meta alcanzada, porque alcanzar una meta sería detenerse y lo que queremos es seguir.

***

El primer premio

Todos los proyectos premiados


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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
Fotos: Javier Castro

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