18.12.2005














MPP propone topes de sueldos en el Estado

Diputado Ernesto Agazzi: Hay una total falta de racionalidad; cada “potrero” de la administración resolvió según sus correlaciones: los ministros cobran distinto, hay funcionarios que cobran más que los ministros... Y lo más importante, la actitud hacia las responsabilidades. Nadie quiere ceder un pelo, pero hay que dar una señal y avanzar en la racionalidad.


EN PERSPECTIVA
Martes 24.02.04, 07.36.


EMILIANO COTELO:
El Movimiento de Participación Popular (MPP) acaparó titulares en los últimos días, sobre en relación a la interna del Frente Amplio. Así, la diputada Lucía Topolansky hablaba de puestos que a su entender debería ocupar su sector político en un eventual gabinete de un gobierno encabezado por Tabaré Vázquez. En otro plano, todas las gestiones llevadas a cabo para conformar el Espacio 609.

Y ayer el tema fue otro: un planteo del MPP a los demás sectores del Frente según el cual, si la dirección de izquierda no acepta su propuesta de topear el sueldo del presidente de la República en U$S 1.500 y en 1.000 el de los demás cargos públicos, ese grupo promovería un plebiscito para que los simpatizantes del Frente Amplio sean quienes definan el tema, según lo que informó el diario El Observador.

Estamos en comunicación con el diputado Ernesto Agazzi. ¿Desde cuándo manejan ustedes esta iniciativa?

ERNESTO AGAZZI:
Esta es una cosa vieja, ¿eh? No es novedad de ahora. En el VIII Congreso del Frente Amplio, cuando se discutió el programa de las fuerzas de izquierda si accedemos al gobierno, incluimos una moción para relativa a este asunto. La idea política es que hay que topear de arriba.

EC – Ustedes lo plantearon en diciembre pero finalmente no se trató en el plenario del congreso.

EA – Exactamente: lo propusimos en diciembre, no se trató en el plenario, y las cosas que no se trataron en el plenario van a ser tratadas de alguna manera. Ahora se está viendo qué trámite llevan las cosas que no fueron tratadas. Pero esa información está mal...

EC – Ustedes insistieron en la última sesión de la Mesa Política.

EA – No, no. Está incluido probablemente para un Plenario Nacional, cuyo orden del día está a resolución del la Mesa Política.

Pero esa información está mal. La moción que presentamos en el Frente Amplio fue topear los sueldos del presidente, del intendente y el de los ministros como sueldos máximos del Estado, y lo expresábamos en Salarios Mínimos Nacionales: creo que el sueldo del presidente era 34 SMN, el del intendente 26 SMN, y de ahí para abajo en el Ejecutivo nacional y en los departamentales. Esa era la idea, y lo expresábamos en SMN para no hablar de otro tipo de expresiones monetarias. En realidad el SMN hoy está muy bajo, pero la idea política es que lo que hoy está topeado son las jubilaciones y lo que hay que topear son los sueldos altos para que todos estemos en el mismo barco. Pero de ninguna manera hablamos de plebiscito ni nada: esto va a tener la misma discusión que los demás temas que plantearon todos los grupos frenteamplistas. La noticia que salió ayer en El Observador nos pone como llevándonos al Frente por delante...

EC – El titular era “MPP amenaza con plebiscito interno por el tope a los sueldos”.

EA – Eso está mal.

EC – Pasando en limpio, la iniciativa de topear los sueldos sí existe...

EA – Existe, está escrito, lo presentamos al congreso.

EC – ...pero no están –al menos por ahora— advirtiendo al resto del Frente que si no se aprueba en las instancias de dirección van a promover un plebiscito.

EA – Exactamente. Los errores de esa noticia de ayer son dos: uno, el monto; y el otro, el procedimiento. Lo planteamos y lo discutiremos en la interna frenteamplista. La posibilidad de plebiscitos internos existe para todos los temas, pero no estamos amenazando a nadie y eso es lo segundo que está mal. La noticia, de la forma en que está organizada, nos pone como una especie de “vanguardia arremetedora” en la interna frenteamplista y eso está mal; no es así.

EC – Yendo al fondo de la cuestión, a la idea de topear los sueldos, está claro que no se refiere sólo al presidente, los ministros, los intendentes, los directores municipales. También abarca los distintos cargos de los entes autónomos.

EA – Sí; todo. Todo el Estado. En el Estado, la relación entre el que gana menos y el que gana más hoy anda entre 85 y 100. Queremos llevar eso a entre 30 y 40.

Esto tiene un componente ético, no tanto económico. Sabemos que con esto no vamos a hacer un ahorro de muchísimos millones de dólares que salven al Uruguay. Lo tenemos bien claro, pero nos parece que en las últimas décadas se ha disparado mucho la polarización, la diferencia entre los que ganan más y los que ganan menos, en el Estado y en la sociedad. Entonces, nos parece que, junto con el programa, es conveniente que digamos algo sobre esto para que sea un mensaje claro para la población y una decisión tomada en ese sentido.

EC - ¿Cómo han tenido en cuenta argumentos como los del siguiente tipo? Al revés, en los últimos años, cuando se discute este tipo de temas, hay quienes sostienen que para algunos cargos de gobierno puede darse incluso que las retribuciones actuales sean bajas, sobre todo si se pretende tener gente calificada para ocupar esas posiciones. Los ministros, por ejemplo, creo que están cobrando alrededores de U$S 1.000; pero en determinadas profesiones un cargo de U$S 1.000 no es atractivo y puede ocurrir que el técnico elegido para esa responsabilidad directamente no acepte o si lo hace siga con otras actividades que pueden generar incompatibilidad, o no dedique al cargo el tiempo que debería...

EA – Está bueno ese tema; eso es cierto. Una primera consideración es que no hay un sueldo de ministro: el de Economía gana distinto que el de Agricultura y que el de Salud Pública. Puede valer esa consideración en el sentido de que en Estado hay sueldos que son muy bajos, mientras hay gerentes de entes autónomos...

EC – ...que ganan bastante más que un ministro.

EA – ...que ganan tres veces lo que gana un ministro.

EC – De todos modos, no entendí eso de que los ministros ganan diferente.

EA – Ah, no, no: no todos ganan lo mismo hoy. Tienen sueldos distintos, es así. Hay que mirar en el presupuesto. No se sabe por qué pero es así; hay ministros que ganan poco y ministros que ganan mejor. Es como los intendentes.

EC – Francamente, no lo tenía claro. Vamos a chequear ese dato.

EA – Ahora: nosotros pensamos que hay que dar una cierta racionalidad al conjunto de los sueldos del Estado. Hoy es un caos, porque cada persona que cobra en el Estado lo hace según distintos criterios; ese es el problema: no son sólo distintos montos, sino distintos criterios. Hay muchos ítems... En algunos lugares, como los sueldos son bajos, se les da compensaciones de distinto tipo, y llegan a haber hasta 10 compensaciones diferentes. Queremos entonces tener una actitud política de homogeneizar un poco eso.

Y el segundo aspecto es que no proponemos sueldos de miseria, pero queremos combatir la idea de que los sueldos del Estado son como los de “el otro Uruguay”. En realidad estamos en este Uruguay, tenemos una deuda impresionante, estamos fundidos, debemos tener un criterio de refundación nacional. Y los compañeros que van a asumir responsabilidades no las van a elegir por los salarios que ganen, sino que los vamos a designar por su responsabilidad política con un proyecto. Y en eso tiene que ir un criterio de solidaridad del compañero que agarre eso. O sea que no va a ser la ley del mercado la que rija en esto, sino la ley de la responsabilidad política con su país, con su tiempo, sobre todo con los necesitados, con los trabajadores.

EC – Pero ¿piensan por ejemplo que puede ocurrir que algún técnico valioso perteneciente a la izquierda considere que con retribuciones de ese estilo no vale la pena...?

EA – Lo vamos a discutir en la interna frenteamplista, entre todos. Veremos cuál criterio priva. Muchas veces se dice que si pagamos sueldos medianos o bajos hay técnicos que se irán a trabajar a otro lado. Si los técnicos a los que vamos a poner en cargos de responsabilidad van a decidir dónde trabajan en función del sueldo que cobran, mejor que se vayan a trabajar a otro lado.

EC – En estos valores que están manejando, que para el caso de ministro... ¿cuánto sería?

EA – Unas 26 veces el salario mínimo del Estado.

EC – O sea que andaríamos en el orden de los U$S 1.000, a precios actuales.

EA – De repente un poco más, porque pensamos que al SMN también hay que moverlo.

EC – Bien. Pero esa cifra ¿incluye los descuentos que le va a hacer el partido al que pertenece, como hace hoy con los legisladores y los directores de la Intendencia de Montevideo?

EA – El sueldo es el sueldo. Después, las decisiones [político partidarias] sobre el sueldo son otro tema.

EC - ¿Estamos hablando de cifras líquidas o nominales?

EA – No entramos todavía en esos detalles. Lo veremos en el desarrollo de la discusión. Incluso, sobre esto que planteamos, hay compañeros en el Frente que han adelantado que discrepan. Lo planteamos, lo ponemos arriba de la mesa, y nos expediremos todos. Después nos vamos a atener a lo que resolvamos entre todos.

EC – El tema da para bastante más, pero una última pregunta. Con topear simplemente los sueldos, quizá se genere una gran distorsión: como usted mismo señalaba, en algunas empresas públicas hay gerentes que ganan bastante más de U$S 1.000; si baja esos sueldos al tope del que hablamos, ¿qué pasa con los cargos inferiores: se va a achatar la pirámide, van a quedar ganando prácticamente lo mismo cargos de responsabilidad distinta en la jerarquía...? Parecería que habría que encarar una reestructura de fondo, no alcanzaría con el tope.

EA – Esa es la idea. Lo que pasa es que la reestructura de fondo la pensamos ajustando arriba y después racionalizando para abajo. Esa es la idea: que el todo tenga un cierto contenido de racionalidad que hoy no tiene. Hoy, hay áreas en que el ministro gana U$S 1.000 y hay funcionarios de entes que ganan U$S 3.000. Eso es irracional. No vamos a lograr la perfección en poco tiempo, porque a esto hay que irlo acomodando... La visión que tenemos es que el Estado está todo empotrerado, y en cada uno de esos potreros las reglas de juego fueron fijadas según las correlaciones; hay potreritos donde los sueldos son altísimos, otros donde los sueldos son bajos, otros donde están bastante parejos, otros donde están muy desparejos... Queremos que el Estado haga un esfuerzo grande en avanzar hacia una racionalización de todo esto. Esa es la idea política.

EC – Ese fue uno de los temas del presidente Jorge Batlle en los primeros meses de su mandato...

EA – Y bueno: el sueldo del presidente...

EC – ...y usted sabe que no se avanzó en esa reestructura.

EA – Es que es difícil, ¿eh? Porque nadie quiere aflojar del lugar donde está. Y esto, que vale para los sueldos, vale para todo. También para la organización del trabajo, también para la actitud frente a las responsabilidades. Nadie quiere moverse un pelo del lugar donde está parado en materia salarial pero tampoco en materia de decisiones, de las cosas que hace, de los procedimientos, de qué responsabilidades tiene... No puede ser el funcionario quien determina cómo marcha el lugar donde trabaja: tiene que ser el todo el que lo determine.

Capaz que los salarios es pensar el tema muy instrumentalmente; hay cosas más importantes que los salarios, como es la actitud frente a la función. ¿Cómo puede haber lugares donde hay personas con responsabilidad muy importante en un ministerio que al mismo tiempo tienen otros trabajos que son públicos y notorios, importantes, conocidos, donde se gana mucho, en forma paralela con un cargo importante en un ministerio? Esas cosas hay que racionalizar...

EC – También se da el problema de la actitud en los puestos más bajos del escalafón.

EA – Sí, típicamente; y hay que arreglarlos.

EC – Es una de las críticas que recibió la administración frentamplista en la Intendencia de Montevideo, cuando en los primeros tiempos, al asumir Tabaré Vázquez, se comenzó dando un aumento de sueldos sin exigir a cambio una mayor dedicación, un mayor compromiso.

EA – Estamos de acuerdo, lo aprendimos todos: no se puede dar sin contrapartida. A estas cosas típicamente hay que arreglarlas con una voluntad manifiesta, de arriba para abajo. Si no, se le exige al de abajo y el de arriba sigue tan campante. Esa es la idea.

***

EC – Para terminar, una curiosidad: ¿cómo se encontró usted cuando, la semana pasada, su colega la diputada Topolansky lo mencionó como el candidato del MPP para el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca?

EA – No me sentí bien, porque no creo que haya que empezar por discutir nombres. Hay que empezar por discutir estas otras cosas y después llegaremos a los nombres.

EC – Pero ¿efectivamente usted se siente en condiciones para desempeñar esa cartera?

EA – No, no: creo que cualquiera de nosotros puede asumir la responsabilidad que le toque. Pero en particular no manifiesto mi interés, ni me siento capacitado, ni manifiesto el deseo, ni me interesa discutir eso.

***

EC – El diputado Agazzi hacía la precisión de que la propuesta del MPP es topear los sueldos en función de Salarios Mínimos Nacionales (en el caso del Presidente de la República, 34 SMN), recordemos que hoy está en $1.242. El sueldo del Presidente, en consecuencia, rondaría los $ 42.228, uns U$S 1.400 a la cotización actual.

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón

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