18.12.2005














Polémica binacional por fábrica sobre el río Uruguay

Intendente de Río Negro, Francisco Centurión: La Comisión Administradora binacional tiene el proyecto con todas las exigencias que le planteó el Ministerio de Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. No hay obligación de consultar y hacer estudios técnicos específicos por parte de Caru, porque no hay ningún tipo de contaminación constatada.



EN PERSPECTIVA
Miércoles 25.02.04, 07.35.


EMILIANO COTELO:
El canciller argentino Rafael Bielsa se sumó ayer sin previo aviso a la comitiva que acompañó al presidente Kirchner a Gualeguaychú, para atender personalmente el reclamo de un grupo de vecinos y de las autoridades provinciales contra la instalación de una fábrica de pasta de celulosa presuntamente contaminante en Fray Bentos, en la margen oriental del río Uruguay, según informa hoy el diario La Nación.

ALFREDO DANTE:
Agrega que “Bielsa descartó que el reclamo ambiental pueda derivar en un nuevo conflicto con las autoridades uruguayas y calificó de ‘óptimas’ las relaciones con el país vecino. No obstante, dejó en claro que el emprendimiento oriental -que prevé una inversión de 500 millones de euros- deberá cumplir con las condiciones establecidas por el Tratado del Río Uruguay, firmado por ambas partes”.

Recuerda La Nación que “el presidente uruguayo, Jorge Batlle, autorizó la instalación de la empresa Celulosas de M´Bopicuá, de origen español, y se evalúa la creación de un emprendimiento similar de origen finlandés que requeriría una inversión de mil millones de dólares.

"‘Nos parece extraordinario que se instale la fábrica siempre que haya mecanismos que aseguren una explotación de la naturaleza sin perjuicio para la ecología’, dijo el canciller tras reunirse con una delegación de la Asociación Civil Vecinos de Gualeguaychú Autoconvocados por la Defensa del Río Uruguay.

“Los vecinos habían anticipado su intención de pedirle una audiencia a Kirchner, pero, consultado sobre esta cuestión pocos minutos después de bajar del helicóptero, el Presidente -que viajó para anunciar una serie de obras públicas- se negó a opinar y sostuvo: ‘Pregúntenle al canciller Bielsa, que ha venido por este tema’.

“Los vecinos pudieron entregarle a Bielsa un documento y el canciller les expresó su compromiso de seguir de cerca el tema. El ministro contó que anteayer la Cancillería había recibido dos informes sobre el impacto ambiental de la papelera: uno del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, que los ambientalistas calificaron de ‘más blando’, y otro de dos consultores técnicos, considerado ‘más duro’. Bielsa los giró a la Comisión Administradora del Río Uruguay, que según indica el tratado, tiene 30 días para expedirse.

“Más enfático fue el gobernador entrerriano, Jorge Busti (PJ), quien consideró que ‘debe reverse esta medida de Uruguay’ y anunció que su gobierno estudia presentar ‘un recurso de amparo ambiental’. Al respecto, Bielsa señaló: ‘No sabemos si va a ser un amparo exhortando a la Nación para que tome una actitud distinta o si será de otro tipo, así que vamos a esperar’.

“También estuvo en Gualeguaychú una delegación de ambientalistas uruguayos que apoyan el reclamo argentino y que impulsan en su país la presentación judicial del fiscal de Estado Enrique Viana contra la decisión de su gobierno”
.

EC – Antes de esta visita, se especulaba con que el propio presidente Néstor Kirchner ingresara al debate, pero prefirió no hacer mención al tema.

El gobierno uruguayo, según el diario El Observador, no está dispuesto a discutir la administración con la administración Kirchner porque, afirman, el emprendimiento no afectará al río y que en el fondo los cuestionamientos al país vecino están basados en intereses económicos.

Pero del lado argentino se señala que la administración Batlle incumplió el Tratado del Río Uruguay, y se anuncia la presentación de un recurso de amparo ambiental.

Fue en este clima que el intendente de Río Negro, Francisco Centurión, denunció ayer que Argentina se opone a la construcción de una planta española de celulosa sobre la margen oriental del río Uruguay, porque –según afirmó— quiere que la empresa se instale en su territorio.

Estamos ahora en comunicación con el intendente Centurión. ¿Fue así, dijo usted que las autoridades argentinas están poniendo obstáculos a la instalación de esta planta porque lo que quieren en realidad es que se instale en Entre Ríos?

FRANCISCO CENTURIÓN:
Son... de alguna manera, presunciones que uno hace ante otro tipo de presunciones, ¿verdad?

EC – O sea que la suya es una presunción, no tiene pruebas.

FC – Obviamente, obviamente que es una presunción, pero tiene una explicación en el hecho de que no encontramos con fundamento ninguno de los argumentos esbozados por los gobernantes o por los ambientalistas argentinos; no hay razones para presumir lo que se presume, que es un riesgo de contaminación, sino todo lo contrario: todos los informes, todos los estudios, todas las precauciones exigidas para que la empresa las contemple en su proyecto han sido contempladas, y todos los informes solicitados (han estado disponibles para quien quiera estar informado del tema), con la seriedad que corresponde... Por lo tanto, no nos queda otro camino que presumir que hay intereses de otro tipo, lo cual es muy lamentable por cierto. No es que yo quiera atribuir intenciones a nadie, porque no es mi estilo ni mi costumbre, pero realmente me preocupa la imagen que como región estamos dando al mundo, en un momento en el cual necesitamos la inversión privada, sea extranjera o sea local, pero sobre todo la extranjera, para poder salir de esta crisis que nos ha golpeado tan duro.

EC – Pero desde Argentina también se habla con preocupación de la región, y se señala por ejemplo que Uruguay no se habría preocupado por el impacto de una instalación como esta en la zona. Concretamente, que no se habría solicitado la autorización correspondiente a la Comisión Administradora del Río Uruguay para determinar el impacto ambiental. El canciller Bielza dijo ayer que iniciará gestiones ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru).

FC – La Caru tiene en su poder los informes que corresponden, que han sido presentados por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) cuando aprobó el proyecto. La Dinama es el organismo nacional específicamente competente en el tema ambiental...

EC – Usted aclara que Uruguay presentó la documentación ante la Caru.

FC – Por supuesto.

EC – Porque el gobernador Busti ha insistido en que el gobierno uruguayo no cumple con el Tratado del Río Uruguay que establece que cualquier obra que afecte al régimen del mismo o la calidad de las aguas debe ser comunicada previamente a ese organismo.

FC – Lo que pasa es que ahí hay una confusión, que creo que puede ser aclarada fácilmente. Lo que el tratado establece es que, ante un hecho constado de contaminación por cualquiera de los dos países o en cualquiera de los dos márgenes del Río Uruguay, corresponde establecer un organismo técnico binacional independiente y específico ad hoc para estudiar ese tema y expedirse sobre el mismo. En este caso estamos hablando de un proyecto, ni siquiera de una obra en ejecución ni mucho menos operando; se puede presumir que tiene un riesgo de contaminación, pero al mismo tiempo, si se lee el proyecto con detenimiento y todo lo que la Dinama ha exigido y ha sido cumplido, se puede presumir que el proyecto no va a ser contaminante. Uruguay no tiene ninguna obligación de poner trabas burocráticas en el camino ni de agregar elementos externos a algo que viene bien aspectado, digamos...

EC – Pero usted ¿remarca, de todos modos, que la información fue entregada a la Caru?

FC – La información es el documento que presentó la empresa, el proyecto; lo que la Dinama le ha exigido durante todo el proceso de aprobación –que no ha sido corto— y los resultados finales. Yo mismo tengo la información, y cualquier ciudadano que esté interesado en conocer a fondo el emprendimiento, tiene la información disponible en el Ministerio de Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. Y la Caru tiene la información que corresponde, para conocimiento y para cualquier tipo de ampliación o consulta que corresponda también. Lo que no corresponde es ese ítem que se pretende instalar en la opinión pública de que hay una obligación de consultar y una obligación de hacer estudios técnicos específicos por parte de Caru, cosa que no corresponde porque –repito—no hay violación de estatuto alguno por Uruguay, desde que no hay ningún tipo de contaminación constatada.

EC – Dice hoy el diario El Observador que, “aunque no lo dicen públicamente, las autoridades uruguayas están molestas porque en Gualeguaychú protestan por la instalación de la planta de Ence, que será de última tecnología, pero no hablan de la contaminación que generan las viejas fábricas de celulosa que hay en Argentina sobre el río Paraná”.

FC – Hay muchos casos de industrias contaminantes en los países vecinos. En algún caso, las propias plantas de celulosa ahí referidas, y que obviamente responde a que están instaladas con tecnología obsoleta. Eso es claro y evidente. En todo el mundo las industrias de este tipo tienen un componente muy fuerte de procesamiento de alta tecnología y con productos que en sí mismos tienen un alto riesgo de contaminación. Pero también la tecnología que está disponible hoy es la mejor y es la que ha permitido que los países desarrollados las acepten y por eso están vigentes hoy en España, en Finlandia, en Alemania, en países con una exigencia máxima desde el punto de vista ambiental.

EC - ¿Cuántas plantas de celulosa hay en Argentina sobre el río Paraná?

FC – No las conozco todas, pero deben rondar la decena.

EC – De todos modos, el reclamo no es sólo de las autoridades de Entre Ríos: hay organizaciones ecologistas del propio lado uruguayo que siguen movilizándose en contra.

FC – Creo que fueron estas mismas las que, al no encontrar eco en nuestro territorio, promovieron la movilización en la margen argentina. Creo que aquí hay dos componentes: uno legítimo, que es la preocupación lógica y natural de preservar la calidad ambiental, que comparto como ciudadano primero, segundo como vecino y también como gobernante. Pero el otro es defender como una consigna tal vez vacía el que no hagamos nada más en este planeta para no generar más desequilibrios ambientales. Cualquier acción humana en este mundo moderno: sea ir de nuestra casa a nuestro trabajo en vehículo, supone un cambio en el ambiente, una alteración y una contaminación con ruido, con combustible quemado, con lo que fuere. Hay un extremo ya de acciones que van por ese lado y que obviamente están mirando con fatalismo el hecho de que el mundo siga creciendo y desarrollándose. Yo creo que es al revés: cada vez que el ser humano hace una acción, debe pensar en cómo hace otra para contrarrestar y poder volver a encontrar el equilibrio y el óptimo de calidad de vida para la gente.

***

La Empresa Nacional de Celulosa de España (Ence) posee a 12 kilómetros de Fray Bentos, sobre la ribera oeste del río Uruguay, una terminal logística denominada M’Bopicuá, que se inauguró en noviembre pasado, con muelles, lugares de acopio y planta de astillaje, y quiere completarla con la planta de celulosa.

El mes pasado, el presidente Jorge Batlle, los ministros de Transporte y Obras Públicas, Lucio Cáceres, de Industria y Energía, José Ignacio Villar, y de Relaciones Exteriores, Didier Opertti, recorrieron en una visita oficial a Galicia una planta similar a la que se proyecta construir en Uruguay.

Ence se encuentra actualmente en la búsqueda de subcontratistas para realizar las obras, además de tener ya nombrados a los gerentes españoles que dirigirán la planta.

Además de esa empresa española, la finlandesa Botnia está a punto de resolver su instalación en el litoral oeste para construir una planta procesadora de pasta blanqueada de celulosa, con una inversión total prevista cercana a los U$S 1.000 millones. En los primeros días de marzo, un grupo de ejecutivos del grupo Botnia llegará a Uruguay para entrevistarse con pobladores locales en un foro público de modo de poner en marcha también este proceso.

Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) uruguayas reiteraron en estos días sus críticas hacia este emprendimiento de la empresa gallega Ence.
El Grupo Guayubirá, por ejemplo, se opone a este proyecto y asegura que entiende perfectamente la postura argentina. Ana Filipini, integrante de este grupo, señaló a radio El Espectador que si fuera al revés y la planta se estuviera por instalar en territorio argentino, ellos también se opondrían al proyecto. "Estamos permanentemente en contacto con la gente de Argentina que está siguiendo este tema y consideramos que su preocupación por el tema es extremadamente válida. Nosotros también creemos que la instalación de la fábrica de celulosa en Fray Bentos va a producir gran contaminación al río y el río tiene dos márgenes", comentó.

El Grupo Guayubirá sostiene que la planta no sólo tendrá consecuencias negativas a nivel ambiental sino también económico.

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Transcripción y edición: Jorge García Ramón


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