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LA TECNOLOGÍA NUCLEAR APLICADA RESULTA MUY CARA PARA UN SOLO PAÍS
Uruguayo en investigación de punta sobre Alzheimer
Desde Uppsala, doctor Henry Engler, uno de los investigadores que descubrieron la manera de visualizar y fotografiar por primera vez la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Mientras la tomografía computarizada produce imágenes anatómicas de los órganos, la PET obtiene información acerca de cómo están funcionando, si existe tumor y su grado de malignidad. La tecnología permite desarrollar medicamentos que permitirán detener y aún revertir la enfermedad.
EN PERSPECTIVA
Viernes 27.02.04, 08.56.
EMILIANO COTELO:
El mal de Alzheimer sigue extendiéndose por el mundo, dejando a su paso dramas
humanos y enormes costos de tratamiento. Y hasta ahora la dificultad principal
para controlarlo era que no existían métodos de diagnóstico que permitieran
detectarlo a tiempo, cuando recién empieza a instalarse en el cerebro.
Eso, sin embargo, está cambiando. Investigadores de la Universidad de Uppsala
en Suecia y de Pittsburg en Estados Unidos, han desarrollado una nueva sustancia
fluorescente que se adhiere al tejido cerebral y, combinada con una forma relativamente
nueva de tomografía llamada PET, permite identificar los sectores que están
desarrollando la enfermedad.
Esta tecnología es toda una "ventana al futuro", no sólo en el tratamiento del
Alzheimer, sino también de otras enfermedades neurológicas, cardíacas y hasta
del cáncer. En Europa, Norteamérica y Japón el tema está generando una gran
expectativa (se ha dicho incluso que este trabajo podría ser reconocido con
el Premio Nobel), así que vale la pena conocer de qué se trata. Y eso resulta
bastante sencillo porque uno de los responsables de este avance, por el lado
sueco, es un uruguayo nacido en Paysandú, el doctor Henry Engler, que tiene
57 años de edad y hoy es director médico del Centro
PET de la Universidad de Uppsala. Con él vamos a conversar enseguida,
teléfono mediante.
Ubiquémonos en su propia peripecia y en sus tareas, su actividad académica tan
fructífera, por lo visto, con estos datos que estábamos recogiendo. ¿Desde cuándo
trabaja usted en este proyecto?
HENRY ENGLER:
Con este proyecto en especial, con la enfermedad de Alzheimer, entramos en contacto
con los colegas estadounidenses, un par de colegas con los que hemos tenido
muy buen contacto, uno se llama William Clank y el otro Chester Matis, de la
Universidad de Pittsburg. Hace unos seis años que entramos en comunicación con
ellos porque ellos tenían el mismo interés que manifestamos nosotros de encontrar
una sustancia que permitiera visualizar las placas típicas de la enfermedad
de Alzheimer.
EC - Pero usted tiene más tiempo que ese en el Centro PET de la Universidad
de Uppsala.
HE - Hace siete años que estoy trabajando en el Centro PET, o sea que fue casi
un año después de haber empezado a trabajar ahí que nos pusimos en contacto.
EC - ¿Qué antigüedad tiene el Centro PET?
HE - Tiene 11 años de existencia.
EC - Quizás debamos empezar por explicar en qué consiste la tecnología PET.
La sigla quiere decir "tomografía por emisión de positrones".
HE - Exactamente.
EC - ¿O sea?
HE - Quizás lo más fácil
sea compararlo con una tomografía computarizada. En el caso de la tomografía
computarizada usted tiene un aparato de rayos X que irradia, las radiaciones
atraviesan el cuerpo y luego hay cristales que van a procesar la información
y crear las imágenes, que son imágenes muy anatómicas. En el caso de la emisión
de positrones inyectamos pequeñas cantidades de una sustancia que hemos hecho
radiactiva, de modo que la persona está irradiando radiactividad desde dentro
del cuerpo hacia fuera. La forma de la cámara se parece mucho a la de una tomografía
computarizada, pero el principio es diferente: también tenemos cristales especiales
que son capaces de detectar la luz que se emite cuando se desintegra esa partícula
radiactiva, que forma imágenes tridimensionales tanto del cerebro como del resto
del cuerpo.
EC - En cuanto a los resultados o las posibilidades, ¿qué diferencia tiene la
tomografía PET con respecto a la tradicional?
HE - Mientras que con la tomografía tradicional uno tiene una muy buena estructura
anatómica, con el PET usted puede ver la funcionalidad de los órganos, puede
ver cómo está consumiendo azúcar un órgano; se puede ver receptores, la cantidad
en por ciento de receptores que hay en el cerebro; se puede ver sustancias como
amyloide, que no son detectables con la tomografía computarizada. Es un estudio
que da una imagen de la función, de cómo está funcionando un órgano en cuanto,
por ejemplo, a tumores, a indicar si el tumor es maligno o menos maligno, de
ese tipo que se suele decir benigno. esa es una de las diferencias fundamentales.
EC - ¿También permite identificar qué tipo de funciones está desarrollando un
determinado segmento del cerebro?
HE - Exactamente.
EC - ¿Por ejemplo?
HE - Por ejemplo, se puede saber si una persona está pensando en determinados
tipos de cálculos matemáticos qué parte del cerebro se está activando; si usted
está moviendo la mano podemos verlo en el cerebro porque en el cerebro hay una
representación del cuerpo humano; entonces se pueden ver los labios, la mano,
el pie... Eso es muy importante para los cirujanos, porque a veces hay tumores
en el cuerpo que deforman la corteza del cerebro, entonces no se sabe dónde
están ubicadas las neuronas que controlan una mano, por ejemplo. Con el PET
podemos ubicar dónde está la representación de la mano en el cerebro y operar
el tumor sin lesionar la mano.
EC - A través de esta misma tecnología ¿puede conocerse, por ejemplo, dónde
se sienta el miedo?
HE - Exactamente, es correcto. El pánico a los espacios abiertos, el pánico
por las arañas y las víboras, eso tiene una representación dentro del cerebro
que hemos podido ubicar en nuestro centro.
EC - Es maravilloso conocer que todas esas posibilidades están a disposición.
HE - Es como ciencia ficción.
EC - Esto es lo que permite la tomografía PET que, como usted remarcaba al comienzo
de esta charla, no es algo nuevo. ¿Cuánto tiempo tiene?
HE - El centro de Uppsala es uno de los más importantes del mundo...
EC - ...y tiene 11 años.
HE - 11 años de existencia, o sea que se empezó con esto allá por el año 1984,
pero no hubo avances hasta unos 10 años atrás y es en este momento en que se
está empezando a producir la eclosión de la técnica en Estados Unidos, Japón
y Europa. Tengo entendido que en Argentina y Brasil ya están trabajando con
cámaras.
EC - A eso iba con la pregunta siguiente, si ese tipo de tomografía está disponible
en nuestro país o medianamente cerca.
HE - No está disponible en Uruguay en el día de hoy. Una de las dificultades
es que para poder marcar las sustancias radiactivas se necesita un acelerador
de partículas, y para eso se necesitan técnicos muy bien capacitados; además
el precio de estas herramientas es bastante elevado. Es muy importante tener
en un país un ciclotrón que produzca las sustancias radiactivas que luego se
pueden aplicar.
EC - Si entiendo bien, para ordenar esta primera parte de la conversación, lo
que ustedes hacen en el Centro PET de la Universidad de Uppsala es ir configurando,
desarrollando aplicaciones de esa tomografía PET para distintos usos, para diagnóstico
de enfermedades, por ejemplo y concretamente, la más reciente, la que usted
mismo llevó adelante, para la enfermedad de Alzheimer.
HE - Sí. Yo he desarrollado también una técnica para el diagnóstico de la enfermedad
de Creutzfeldt.
EC - O sea ¿la enfermedad de la vaca loca?
HE - Está relacionada con la enfermedad de la vaca loca. También se exige tener
una cámara de emisión de positrones para poder hacer el diagnóstico.
***
EC - Los cables que han recorrido el mundo en estas semanas dicen: "Tres
investigadores suecos descubrieron la manera de visualizar y fotografiar por
primera vez la progresión de la enfermedad de Alzheimer". Y dan los nombres:
Agneta Norberg, Bergt Laangstroem y Henry Engler. Claro, porque usted tiene
además la nacionalidad sueca, ¿no?
HE - Tengo la nacionalidad sueca, sí; tengo las dos nacionalidades.
EC - Ahí está, además de sueco es uruguayo.
HE - Sí, por supuesto.
EC - ¿Podemos explicar, ahora sí, en qué consiste este método que usted ha desarrollado?
HE - Sí. La idea salió de las conversaciones que teníamos con los investigadores
estadounidenses. William, uno de ellos, hacía tiempo que estaba tratando de
encontrar una sustancia que se podía fijar a los cúmulos de proteína que son
típicos en la enfermedad de Alzheimer. Una vez que obtuvieron una sustancia
que pudiera pasar lo que se llama la barrera hematoencefálica, una especie de
barrera que hay entre la sangre y el cerebro, que no permite el pasaje de cualquier
molécula, una vez que consiguieron una sustancia que pasaba esa barrera, nos
mandaron la sustancia a la cual estuvimos tratando con diferentes técnicas de
marcar radiactivamente. Una vez que logramos marcarla radiactivamente, médicos
del Hospital de Estocolmo me enviaron 16 pacientes y luego miramos a nueve personas
sanas y pudimos comprobar que la sustancia se fijaba en las placas típicas de
la enfermedad en los pacientes, dejando la parte de la corteza del cerebro libre
en los controles. Fue una diferencia muy evidente.
EC
– Con la transcripción de esta entrevista, nuestros oyentes van a poder ver
esas fotografías
comparando los dos cerebros.
HE - Una cosa que es común en pacientes y enfermos: la sustancia tiene una cierta
afinidad por las sustancias grasas que están componiendo una parte, lo que se
llama la sustancia blanca del cerebro. La parte central de los controles muestra
captación, en las figuras hay una escala que va del negro al rojo, con los colores
del arcoiris: el negro significa que no hay captación de la sustancia y el rojo
es la máxima captación. En los controles se ve centralmente que en la materia
blanca hay retención, pero no en la corteza cerebral, donde están las neuronas;
en el caso de los pacientes la máxima concentración es en la zona de las neuronas,
en toda la corteza cerebral.
EC - ¿Qué es lo que permite esa sustancia con esas propiedades que usted está
describiendo?
HE - Nos abre unas posibilidades realmente muy buenas. Los problemas de la memoria
pueden estar asociados con una depresión, pueden estar relacionados con un estrés
muy intenso, pero pueden estar relacionados con enfermedades orgánicas importantes
del cerebro.
EC - Si entiendo bien, este método de identificación de sectores del cerebro
afectados por Alzheimer, permite, ante un problema de memoria que presente una
persona, verificar si se trata de Alzheimer o si la causa es otra, y detectarlo
muy a tiempo.
HE - Exactamente. La idea es separar rápidamente a aquellos que tienen placas
y que posiblemente van a desarrollar la enfermedad de Alzheimer de aquellos
que no las tienen y seguramente no la van a desarrollar. Además se los puede
seguir en un espacio de un año y ver si las placas han aumentado, por ejemplo,
o si han aparecido en algunos de los casos.
Esa es una de las posibilidades; la otra es que abre una ventana interesante
en lo que respecta al desarrollo de nuevos medicamentos que está ocurriendo
hoy, como por ejemplo vacunas contra el Alzheimer que se están experimentando,
o sustancias que rompen las placas de amyloides. Vamos a poder ver el efecto
directamente en los pacientes.
EC - Claro, con este sistema ustedes van a poder ir chequeando si esos medicamentos
surten el efecto esperado.
HE - Sí, muy rápidamente, quizás antes de que empiecen a aparecer síntomas positivos.
EC - Otra pregunta: en el caso de diagnosticar a tiempo un principio de Alzheimer,
¿cuál es la ventaja? ¿Qué tipo de tratamiento se puede hacer; cambia realmente
el futuro de esa persona si se lo detecta a tiempo?
HE - En el día de hoy existen cuatro tipos de sustancias que se están usando
contra el Alzheimer. Esas sustancias no detienen la enfermedad, pero mejoran
la sintomatología del paciente, es decir que hay una mejora en la calidad de
vida. En este momento se están invirtiendo muchísimos recursos para conseguir
una sustancia que frene o haga retroceder a la enfermedad. Esto, por supuesto,
es ley para todas las enfermedades: cuanto más temprano en su desarrollo se
las diagnostique, mayores son las posibilidades de cura.
EC - Este sistema ha recibido varios premios y distinciones en los últimos meses.
HE – Sí. Tuvimos un premio que me entregaron en Madrid, en una conferencia de
la Academia de Imagenología Molecular. Luego recibimos un premio en Francia,
en el Congreso de Farmacología, por haber desarrollado una técnica para poder
estudiar rápidamente sustancias sin tener que hacer estudios enormes de toxicología.
Se llama microdosing, es el concepto de las dosis microscópicas, que con el
PET podemos usar para rápidamente estudiar nuevas sustancias que aparecen y
seguirlas en el cuerpo sin producir fenómenos tóxicos en el paciente. Por eso
también recibimos un premio en Versailles, Francia.
EC - Usted ha dicho que es una gran ventana al futuro, porque las aplicaciones
no quedan limitadas al mal de Alzheimer, sino que pueden también ser de gran
ventaja, de gran utilidad, en otro tipo de enfermedades. ¿Podemos conocer algunas
de esas otras alternativas?
HE - Yo he desarrollado un método para la enfermedad de Creutzfeldt - Jakob
con este sistema; estamos tratando de encontrar métodos más efectivos para diagnosticar
otros tipos de demencias y separarlas del Alzheimer; también estamos trabajando
mucho con cáncer, con cáncer de próstata, mejorando el diagnóstico y tratando
de ayudar en la parte de terapia.
EC - ¿Podemos conocer de qué manera se aplicaría en estos casos?
HE - En este momento en el caso de los cánceres de próstata hay un marcador
en la sangre que indica que puede haber una actividad, una reactivación del
cáncer, pero muchas veces es imposible encontrar pequeñas metástasis. Aquí hemos
desarrollado un método que permite, en un estado muy pronto de la enfermedad,
si se producen pequeñas elevaciones de la enzima, hacer rápidamente un examen
y detectar pequeñas metástasis localizadas en los ganglios cercanos a la próstata.
Ese es un ejemplo.
EC - ¿Algún otro?
HE - Yo estoy trabajando con tumores de cerebro, estamos tratando de encontrar
sustancias que nos permitan diferenciar la reaparición de un tumor operado,
con lesiones necróticas, que se llaman, por causa de la irradiación en el tratamiento.
Es un campo que ofrece unas posibilidades inagotables.
EC - La primera de las posibilidades que ofrece, por lo que usted decía, es
la de acotar exactamente cuál es el área abarcada por el cáncer, a los efectos
del tratamiento.
HE – Sí: a veces con la tomografía computarizada se ve una forma de tumor, la
anatomía del tumor, y cuando hacemos el PET vemos que se ha extendido por fuera
de esa zona anatómica -eso no se puede ver con la tomografía computarizada-
y muchas veces se ve la aparición de metástasis que no han sido registradas
por la tomografía.
EC - Aparecen, como usted se imaginará, varias preguntas de los oyentes. Algunas
tienen que ver con otras enfermedades neurológicas; ¿qué pasa con la epilepsia,
por ejemplo?
HE - Este domingo vamos a tener un encuentro en Londres para tratar de desarrollar
nuevos marcadores en el caso de la epilepsia. Hoy estamos utilizando algunas
sustancias en forma de rutina para identificar cicatrices que puedan existir
en el cerebro, que no son identificables con la tomografía computarizada, que
permiten a los cirujanos la extirpación de los focos. En Noruega no hay todavía
cámara de emisión de positrones, entonces tenemos una gran cantidad de pacientes
que vienen desde ese país a Uppsala para ser estudiados aquí antes de ser operados.
También tenemos un par de trazadores radiactivos que nos permiten detectar muerte
neuronal o presencia de cicatrices en el cerebro. O sea que tiene una aplicación
muy importante en la ayuda a los cirujanos para extirpar focos que no es posible
captar con la tomografía computarizada.
EC - Viene otra pregunta a propósito de la enfermedad de Parkinson, si se está
trabajando...
HE - Antes de este trabajo con Alzheimer estuve haciéndolo mucho con el Parkinson
y he usado dos tipos de sustancias para poder hacer el diagnóstico diferencial
entre enfermedad de Parkinson y lo que se llama parkinsonismo, que es un grupo
de enfermedades que se enmascaran al principio como Parkinson, que eventualmente
incluso pueden tener una respuesta a las medicaciones que existen, pero luego
se demuestra que se trata de otro tipo de enfermedad. Aquí también es muy importante
en el principio, para tranquilidad del paciente y para el médico tratante, tener
un diagnóstico claro. Tenemos un método que espero poder publicar en unos meses
acerca de la combinación de diferentes marcadores para el diagnóstico diferencial
entre el Parkinson y el parkinsonismo.
EC – También le consultan a propósito de la esquizofrenia.
HE - Hemos hecho algún tipo de trabajo en esquizofrenia, pero no estamos en
este momento haciendo un desarrollo muy profundo de esa parte.
EC - Pero usted también mencionó la posibilidad de aplicaciones en enfermedades
cardíacas.
HE - Sí. En nuestro centro estamos en este momento empezando el desarrollo de
la parte de enfermedades cardíacas, es la nueva puerta que estamos abriendo.
En otros centros se ha desarrollado más la parte de cardiología, nosotros estamos
muy concentrados en este momento en la neurología y en la oncología. En este
momento tenemos un médico que está trabajando dedicado exclusivamente a las
enfermedades cardíacas, pero es un comienzo en nuestro centro.
EC - Por supuesto que varias de las preguntas apuntan a saber en qué medida
este tipo de tecnologías están o van a estar disponibles a corto o mediano plazo
en nuestro país o dónde, porque son preguntas referidas a casos de pacientes
uruguayos en el caso del Alzheimer, por citar nada más que esa enfermedad.
HE - Yo le voy a dar mi opinión de cómo veo el problema. Pienso que es muy difícil
para un solo país cubrir los gastos necesarios. Como una primera etapa hay que
tratar de que países como Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay se pongan de
acuerdo de alguna manera para desarrollar esto. Teniendo la posibilidad de tener
un centro en alguno de estos países es más fácil desplazar pacientes a esa zona
y organizar la eventual distribución de sustancias radiactivas que puedan utilizarse
a distancia. Algunas sustancias radiactivas tienen una vida media muy corta,
desaparecen, no se pueden trasladar, pero hay otras que sí se pueden trasladar,
por ejemplo en tres horas, en un viaje de avión. Lo hemos hecho aquí mismo en
Suecia, hemos llevado la sustancia a lugares donde no hay cámaras incluso en
automóvil; los médicos la están esperando, la reciben sustancia, la inyectan
y teniendo la cámara se hacen la investigación del paciente. Me parece que lo
que se necesita es un trabajo de equipo y ponerse de acuerdo.
Por otra parte pienso que tiene que haber una obligación de los países que están
más desarrollados de tratar de incentivar esto y ver el desarrollo de esta parte
de la medicina nuclear como sumamente importante para los países de América
y África, por ejemplo.
***
EC - Dejo para el final la historia personal suya. Varios oyentes preguntan
si este Henry Engler es el mismo que fue dirigente del Movimiento de Liberación
Nacional - Tupamaros. Sí, es el mismo. Es más, Henry Engler fue
uno de los llamados rehenes durante la dictadura militar, es decir aquellos presos que fueron sometidos
al régimen de reclusión más duro de que se tenga noticia.
Por eso le pregunto, ¿cómo fue que luego de salir de la cárcel, en 1985, se
dio este giro en su vida que lo llevó a Suecia y a terminar especializándose
en imaginología y estos nuevos desarrollos?
HE - Es un poco así. Después de la liberación en 1985 estuve trabajando en el
Movimiento por la Tierra y contra la Pobreza, un movimiento que habíamos conversado
mucho cuando estábamos en la celda con Sendic, y que Sendic inauguró. En esa
época yo estaba dedicado a la música, teníamos un grupo que se llama “Cantares
del Calabozo”, con el que cantábamos canciones que habían sido gestadas durante
la época de cautiverio. Trabajé unos nueve meses en ese proyecto para tratar
de difundir esa parte de la cultura de la gente que había estado presa, así
como para recabar finanzas para ese Movimiento por la Tierra y contra la Pobreza.
Vine a Suecia... En ese momento no pensaba quedarme sino estar un par de meses,
pero las circunstancias se dieron de otra manera. Quizás en eso también haya
jugado el amor una parte importante porque me enamoré aquí y me quedé, me empecé
a quedar; luego la muerte de Sendic influenció, luego un poco el tiempo me fue
dejando más... Al principio no pensaba dedicarme a la medicina, sino que estaba...
Empecé con la música y tuve contactos con músicos suecos muy buenos, de los
cuales traduje canciones que luego fueron difundidas en Nicaragua y Cuba...
EC - Usted había sido estudiante de medicina, y cuando decidió en Suecia retomar
aquella vocación empezó la facultad desde primer año nuevamente.
HE - Sí, porque consideraron que mis estudios... Yo había hecho cinco años en
la Facultad de Medicina y no había dado los exámenes de quinto año, había hecho
los cursos pero no había llegado a dar los exámenes. En Suecia consideraron
que eran muy anticuados mis estudios, y como yo estaba trabajando y tenía familia
no podía dedicarme a hacer una especie de examen que se podía dar para entrar
en segundo año de facultad, y tuve que hacer toda la carrera de vuelta.
EC - ¿En qué año tomó esa decisión?
HE - Tenía 42 años cuando empecé a estudiar nuevamente.
EC - Hace 15 años.
HE - Sí, en 1989.
EC - ¿Y hoy está dedicado completamente a la actividad académica, no desarrolla
la vinculación política con Uruguay?
HE - No, tengo muy poco contacto político con Uruguay; estoy sumamente dedicado
a la investigación científica.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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La tecnología
PET en Uruguay, aporte tras la entrevista a Henry Engler
(Mensaje enviado el viernes
27 de febrero)
Hola,
Siempre escucho el programa
un rato en la mañana antes de venir a trabajar y hoy me interesó
especialmente la entrevista al Dr. Engler porque tiene relación directa
con mi área de trabajo, ya que soy docente de la Cátedra de Radioquímica
de la Facultad de Química y me dedico a la investigación sobre
Radiofármacos, sustancias radiactivas que se usan con fines diagnósticos.
Ya estaba al corriente del
tema de trabajo del Dr. Engler y lo encuentro muy interesante y valioso.
Quisiera hacer algunos comentarios
en relación al tema PET en Uruguay. Es cierto que la tecnología
PET no está disponible aún en nuestro país y seguramente
pasarán algunos años antes de que llegue, pero la limitación
es exclusivamente económica debido no solamente a la alta inversión
inicial necesaria para el ciclotrón y las cámaras PET sino también
al alto costo de cada procedimiento, que según tengo entendido es de
por lo menos 1.000 dólares por paciente.
Lo que no es real es que
la disponibilidad de personal altamente calificado sea una limitación.
La técnica PET forma parte de una especialidad médica, la Medicina
Nuclear, que tiene una larga tradición y un buen grado de desarrollo
en nuestro país. El Centro de Medicina Nuclear del Hospital de Clínicas
tiene una larga trayectoria. Fue pionero en Latinoamérica y actualmente
continúa formando profesionales de otros países de la región
a través de cooperación con el Organismo Internacional de Energía
Atómica.
La Comunidad de Medicina
Nuclear de nuestro país, formada por médicos, químicos
y técnicos en radioisótopos, está muy interesada en lograr
que Uruguay pueda disponer de PET en un plazo no muy lejano y se ha formado
un grupo de trabajo a nivel de la Universidad hace poco con ese objetivo. La
Sociedad Uruguaya de Biología y Medicina Nuclear planea para dentro de
un par de meses realizar actividades relacionadas con este tema, ya que el presidente
de la Federación Mundial de Biología y Medicina Nuclear que va
a visitar Uruguay dentro de poco es especialista en PET.
Como reflexión final
(¡¡¡y pequeña crítica también!!!) creo
que si realmente interesa saber el estado de la Medicina Nuclear o de cualquier
otra disciplina en Uruguay lo ideal es preguntar a los valiosos profesionales
que viven y trabajan acá y con mucho esfuerzo, dadas las limitaciones
financieras que todos conocemos, intentan que podamos seguir lo más de
cerca posible los últimos avances en Ciencia y Tecnología.
Gracias
Dra. Ana M. Rey
Prof. Adjunto de Radioquímica
Facultad de Química
***
Respuesta del Dr. Engler
(Mensaje enviado el sábado 28 de febrero)
Estimada Dra. Ana Rey:
Quisiera explicar dos cosas. La primera es que el problema económico
es sumamente importante, pero el problema de gente capacitada depende de lo
que se quiera hacer con la PET. Si uno va a realizar estudios con FDG (azúcar
marcada con flúor 18) y detectar captación o no en tumores, como
ocurre en la mayoría de los países que usan la PET (incluso con
un criterio de ganancia económica), entonces la necesidad de preparación
de personal se simplifica. No totalmente, porque en nuestro caso tenemos una
larga experiencia de los problemas que hemos afrontado.
Uppsala es uno de los centros
PET más avanzados del mundo y allí hemos desarrollado muchas substancias
nuevas que exigen mucho trabajo (atención que esto no lo digo yo, sino
los que trabajan con PET en EE.UU., Japón y Europa). PET no pertenece
a la medicina nuclear en Uppsala, sino que se ha desarrollado independientemente.
Hemos reclutado personal con mucha experiencia en medicina nuclear y, para que
puedan funcionar independientemente, se necesitan esfuerzos muy considerables
y sobre todo mucho tiempo. Se necesitan ingenieros capaces de mantener el ciclotrón
en marcha, se necesitan ingenieros de computación que puedan mantener
una red de comunicación y desarrollar software para la obtención
de imágenes, se necesitan químicos que desarrollen métodos
de marcar nuevas substancias y sistematización para no fracasar en las
síntesis, se necesita personal médico y técnicos médicos
que debe aprender a manejar las cámaras de PET con sus protocolos a veces
muy complejos. Se necesitan farmacólogos muy experientes, y científicos
capaces de pensar en bioquímica, física, patología, oncología,
neurología, etcétera. La formación de médicos es
un proceso lento que nos ha llevado mucho tiempo. La modalidad de cuantificación
de substancias que usamos en Uppsala ha exigido enorme trabajo a físicos
y programadores para lograr modelos matemáticos que interpreten la realidad.
Hoy tenemos 55 personas trabajando en nuestra organización y no es nada
fácil conseguir recambios.
Yo no dudo de que haya científicos
capaces en Uruguay. Todo lo contrario. Pero también sé que para
desarrollar la técnica PET como se la aplica hoy en Uppsala hay que aprender
muchísimas cosas desde un nivel casi cero. Le pongo por ejemplo, que
un técnico que venga de medicina nuclear en Uppsala, donde tienen todos
los adelantos de la rama, menos el PET, necesita un par de años para
estar manejando los protocolos que usamos de un modo aceptable. Esto se aplica
a chinos, iraníes, daneses, españoles y suecos que han trabajado
con nosotros.
En cuanto a la pequeña
crítica, la acepto y le formulo otra pequeña. Creo que si interesa
desarrollar el PET en Uruguay lo ideal sería tomar contacto con profesionales
que trabajan con mucho esfuerzo en otros países y han andado un buen
trecho. Máxime teniendo en cuenta que algunos hablan español.
No recuerdo que nadie de Uruguay se haya comunicado conmigo, por ejemplo, dado
que estoy trabajando en un sitio que es referencia mundial del PET.
Pero pongámonos de
acuerdo en que es una necesidad desarrollar el PET en Uruguay y yo estoy dispuesto
a participar en cómo, en todo lo que esté a mi alcance para eso.
No creo que sea bueno que hagamos una cuestión de "prestigio"
el discutir sobre esto.
Pero quiero dejar presente que para mí PET es muchísimo, muchísimo
más que FDG. Y lo más positivo: es que nos conocimos por E-mail,
gracias a este intercambio!
No nos perdamos de vista
Le saluda atentamente
Henry Engler
***
Viable
(Mensaje del enviado el domingo 29 de febrero)
Estimados amigos:
Con sorpresa y alegría he leído la transcripción de la
entrevista realizada al Dr. Henry Engler el pasado viernes. Sorpresa porque
no estaba enterado de la existencia de un compatriota en una posición
científica de tal destaque, en un área de mi propio interés
profesional. Alegría porque, aparte de la natural satisfacción
de que un uruguayo sea noticia en el mundo científico, este hecho abona
el terreno de un proyecto al cual estamos abocados desde hace un tiempo atrás:
disponer de la tecnología de PET en Uruguay.
Esta tecnología, como se describe en el transcurso de la entrevista,
representa una modalidad única de imagenología funcional molecular,
a diferencia de las imágenes de tomografía computada y resonancia
magnética que muestran los cambios anatómicos producidos como
consecuencia de un proceso patológico. Por tanto, es capaz de detectar
alteraciones más sutiles y con mayor anticipación, mejorando las
posibilidades terapéuticas. Por ejemplo, en oncología se ha demostrado
que tanto en la etapa diagnóstica como de seguimiento evolutivo, la aplicación
del PET ocasiona un cambio de conducta médica en un 30% de los pacientes,
aumentando la probabilidad de curación y ahorrando recursos económicos.
Es obvia la importancia de este dato para un país como el nuestro, con
limitados recursos en el área de la salud y con lamentable récord
internacional en cuanto a incidencia de cáncer.
Como bien dice el Dr. Engler, la instalación de esta tecnología
es costosa y su desarrollo debería producirse de forma armónica
entre los países de la región. Sin embargo, se ha calculado que
es económicamente viable la instalación de un servicio PET por
millón de habitantes; según dicha estimación, en nuestro
país sería entonces posible contar con tres de ellos, centralizándose
la producción del material radioactivo necesario por parte de un único
ciclotrón, que podría ser administrado por instituciones estatales
como la Universidad de la República y el Ministerio de Salud Pública,
quizás en conjunto con entidades privadas.
En resumen, esta avanzada tecnología médica está a nuestro
alcance si somos capaces de diseñar y llevar a cabo un proyecto viable
y si existe una convicción generalizada de su utilidad clínica
entre médicos y administradores, cosa esta última nada difícil
de conseguir dado el volumen de evidencia científica que continúa
acumulándose en favor de su aplicación.
A propósito, deseo aprovechar la ocasión para informar que en
abril próximo recibiremos la visita del presidente de la Federación
Mundial de Biología y Medicina Nuclear, Prof. Myung-Chun Lee de la Universidad
Nacional de Seúl, Corea del Sur, quien disertará sobre PET, evento
al que será invitado el cuerpo médico nacional, autoridades de
la salud y prensa en general.
Atentamente,
Dr. Fernando Mut
Jefe del Servicio de Medicina Nuclear, Asociación Española
Ex profesor adjunto del Centro de Medicina Nuclear, Hospital de Clínicas
Ex presidente de la Sociedad Uruguaya de Biología y Medicina Nuclear
(Subimn)
***
PET: viable si no se dispersan los esfuerzos
(Mensaje
enviado el lunes 1º de
marzo)
Estimado Sr. Cotelo:
Mi nombre es Ricardo Morel,
soy médico, y trabajo como asesor médico
para una de las firmas que desarrollan e investigan sobre PET, la General Electric.
Esta empresa, de más de 100 años, y una de las más grandes
compañías del mundo (con ventas de más de US$ 130 billones
/ año), es el líder en fabricación de equipos médicos
a nivel global.
El desarrollo de la tecnología PET ha adquirido un tremendo impulso
a nivel mundial, dado el altísimo impacto que está demostrando
en la conducta diagnóstica y terapéutica de muchos tipos de pacientes,
sobre todo el cáncer y los trastornos de tipo Alzheimer.
Si bien es cierto que hay
altos costos implicados en la adquisición
de esta tecnología, la demanda mundial con la consiguiente producción
masiva de estos equipos ha tendido a abaratarlos. Hoy por hoy está absolutamente
al alcance de nuestro país, y el impacto en la salud pública
con disminución de costos en el manejo de pacientes, justifican sin
lugar a dudas esta inversión. Esto es demostrable mediante cualquier
estudio de viabilidad y costos seriamente encarado.
Lo que no puede suceder
es lo que es una característica típica
de nuestra cultura, y es la que en lugar de encarar una inversión responsable,
seria, y al alcance de toda la comunidad, diversos agentes busquen su propio
camino y se superpongan inversiones y emprendimientos que a la larga hace inviables
a todos. Creo que debe estudiarse una inversión de este tipo contando
con todos los involucrados, públicos y privados. Sin egoísmos
o afanes de protagonismo, no se debería privar a nuestra comunidad
de tan importante adelanto.
Apoyemos la iniciativa
que en ese sentido está encarando la Sociedad
Uruguaya de Medicina Nuclear.
Saluda atentamente,
Dr. Ricardo Morel
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