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EP-FA retomará proyectos de impacto social
Senador Rodolfo Nin Novoa: En la reunión de bancada se informó que fueron presentados más de 400 proyectos de ley, la mayoría de los cuales no fueron considerados. Aunque sea un año electoral, los problemas de la gente siguen, y se hará una recopilación y actualización para presentarlos nuevamente.
EN PERSPECTIVA
Martes 02.03.04, 07.51.
EMILIANO COTELO:
El presidente del Encuentro Progresista – Frente Amplio, Tabaré Vázquez, mantuvo ayer la reunión con su bancada parlamentaria, tradicional a comienzos del año legislativo.
“Si quieren alcanzar la quimera del triunfo, deben convertir al EP en un animal político con estas características: orejas grandes, ojos grandes y boca pequeña”. ¿Fue es una de las directivas de Vázquez a los legisladores, senador Nin Novoa?
RODOLFO NIN NOVOA:
Sí; palabra más, palabra menos, básicamente vinculado a la posición que debe tener la fuerza política frente a los problemas de la sociedad: orejas grandes para escuchar muy bien los problemas y las sensibilidades sociales, ojos para visualizarlos bien, y boca pequeña...
EC – ¿Boca pequeña para las polémicas internas?
RNN – (Risa) Y... sí. Básicamente para eso.
EC – Porque dicen los comentarios que a Vázquez le molestaron algunas declaraciones que cruzaron dirigentes del EP-FA en estos días, o algunos anuncios que hicieron desde el MPP a propósito de cambios en el gabinete, etcétera.
RNN – Francamente no lo sé, porque él estaba en el interior y yo en el exterior; no tuvimos oportunidad de conversarlo porque esos acontecimientos surgieron entre el jueves y el viernes de la semana antes de Carnaval. Nosotros nos fuimos el viernes, uno para el interior y el otro para el exterior, y la verdad es que no pudimos cruzar ningún comentario respecto a un episodio del que ayer, cuando nos vimos, ya había pasado más de una semana.
EC – Pero ¿qué significa “boca chica”?
RNN – Que si Dios nos dio dos orejas y una boca es para que escuchemos más de lo que hablamos, una máxima que suelo usar para mí mismo, también.
EC – En cuanto a la tarea legislativa, entonces, ¿qué se marca la izquierda como prioridades?
RNN – Teniendo en cuenta que este es un año electoral, y que naturalmente hay que encararlo como tal, no dejar de lado los problemas diarios que tiene la gente. En ese sentido, cuando contabilizamos los meses que faltan para las elecciones, debemos tener en cuenta que en esos mismos meses la gente tiene que seguir pagando el alquiler, el agua, la luz, la alimentación de sus hijos, la educación, con una falta de trabajo estructural que, más allá de las oscilaciones, ronda el 15% de la Población Económicamente Activa. Ese debe ser el eje de nuestra preocupación legislativa; no olvidarnos de eso.
EC – De eso había hablado Vázquez en su discurso del 5 de febrero.
RNN – Sí, y ya lo viene haciendo el EP-FA desde hace 10 años. Recuerdo que, inmediatamente después de la campaña electoral de 1994, en una gira con el doctor Vázquez por el interior del país, comprometidos con no estar en contacto con la gente sólo en períodos electorales, recogimos aquella inquietud que empezaba a sentirse con mucha fuerza en torno a la falta de trabajo y a la demanda consiguiente por grandes sectores de la población, e hicimos una propuesta que llevamos al [entonces presidente de la República] doctor Sanguinetti, a finales del 95, y a partir de ahí siempre hemos dado muestras de querer ayudar en ese tema. No hemos tenido suerte, naturalmente, porque el otro dato que hay es que el EP-FA ha presentado en ambas Cámaras más de 400 proyectos de ley, la mayor parte de los cuales no tuvo éxito.
Lo que propuse ayer fue que se hiciera un trabajo de recopilación de los proyectos y, con mucha selectividad, ver cuáles serán los que impulsemos nuevamente atendiendo a la solución de estos temas más acuciantes.
EC - ¿Cuáles serían algunos ejemplos?
RNN – Por ejemplo recuerdo uno para la creación de un comité de emergencia social, que coordine los esfuerzos en materia alimentaria que hace la sociedad, el Estado en su conjunto, sobre todo a raíz de la crisis de 2002, proyecto que está presentado en el Senado desde esa época, y que involucra a la sociedad civil, a las organizaciones sociales, a las intendencias, al Ministerio de Trabajo y algún otro, etcétera.
Se trata de recoger esos proyectos y similares que apuntan a la infancia, a la niñez carenciada, a la educación, los problemas de la salud; actualizarlos, reformarlos si es necesario, y presentarlos nuevamente con toda la fuerza parlamentaria posible.
EC – Entendiendo el razonamiento –por ser año electoral los problemas del país no se detienen, y son graves pese a que la economía se está recuperando, hay acumulados déficit muy serios sobre todo por el lado social— la pregunta (que le hago a usted pero podría hacérsela a legisladores de todos los partidos) es, en un año como este, a la hora de trabajar por esos asuntos, cuál es el límite entre la sensibilidad social, el interés genuino, y la demagogia, el paso que se da para la tribuna.
RNN – Mire: no lo resolvimos ayer, y creo que se maneja con el límite de la responsabilidad, de la ética, de la decencia; el estar convencido de que esa tarea es auténtica y que no se hace precisamente para la tribuna. Muy poca gente sabía por ejemplo (incluso los propios parlamentarios) que nosotros tenemos presentada esa cantidad de proyectos que le mencioné, más de 400. Y con eso no hemos “camiseteado”, si se me permite el término; ni lo haremos tampoco con estos temas. Me parece que alguna gente lo podrá tomar como actos demagógicos, pero la verdad es que a lo largo de estos 10 años hemos dado pruebas suficientes de que, cada vez que no acompañamos alguna iniciativa del gobierno, fue porque teníamos una mejor. Y cada vez que se han planteado problemas serios de la sociedad siempre hemos ofrecido una alternativa. Nos hemos definido como una oposición rigurosa, responsable, seria, y por lo tanto hemos cumplido desde nuestro punto de vista ese papel de interpelar al gobierno por una realidad que se ha venido creando a través de la aplicación de un modelo determinado, y también de plantear soluciones. Me parece (lo digo con toda franqueza) que lo hemos hecho a lo largo de estos 10 años, que yo recuerde, desde que estoy integrando el EP-FA.
EC – Hablando de interpelar, ya que usted empleó ese término, ¿no están sucediéndose demasiadas interpelaciones? Ya hay anunciadas dos más desde el EP-FA.
RNN – Yo creo que ese es un ejercicio de profunda raíz democrática. Acabo de venir de Inglaterra y tuve oportunidad de ver el “question time”, que es una comparecencia del primer ministro en la Cámara de los Comunes, que se hace ¡cada 15 días!
EC – Sí: es algo cotidiano y normal.
RN – Entonces, creo que hay que sacar ese recelo por el que los ministros no dan explicaciones. Los ministros deberían ir más seguido al Parlamento, las interpelaciones tendrían que verse como un acto de transparencia en el ejercicio de la democracia y del gobierno, porque lo que está en juego y lo que se maneja en la administración del Estado son los recursos de la gente. Son los recursos que se piden a la sociedad, y que ésta vuelca con gran sacrificio. Entonces, me parece que no es demasiado, me parece que hay que dar a la oposición ese papel, y ese papel debe ser precisamente resaltado y no tomar a la oposición como que, si pregunta por qué se gastó el dinero, por qué se hizo tal cosa o se quiera hacer tal otra, se la vea siempre tratando de obstaculizar la tarea del gobierno. Hay que pedir cuentas, los gobernantes deben rendir cuentas... Los mandatarios son eso, al fin y al cabo: son mandatarios y no mandantes de la gente.
***
EC – Las dos interpelaciones previstas son al ministro de Transporte y Obras Públicas, Lucio Cáceres, por la intención de conceder en La Paloma y su puerto el espacio para que opere una terminal granelera (lo impulsa el diputado Martín Ponce de León, de la Vertiente Artiguista), y por otro lado al ministro de Economía y Finanzas, Isaac Alfie, por los sueldos de los gerentes del Nuevo Banco Comercial, a impulsos del diputado Víctor Rossi.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón
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