|
Preocupa vencimiento de U$S 3.150: de deuda argentina
Crónica del corresponsal en Buenos Aires, José Antonio Gil Vidal. Economista Fernando Antía (Instituto de Economía, Facultad de Ciencias Económicas, Udelar): El proceso de “normalización” del default de 2001 levará algún tiempo más. Se llegará a algún acuerdo, porque a nadie conviene una ruptura, pero durante un tiempo esta situación generará incertidumbre en la región.
EN PERSPECTIVA
Lunes 08.03.04, 07.28.
EMILIANO COTELO:
Estamos en comunicación con nuestro corresponsal en Buenos Aires, José Antonio Gil Vidal. Estamos a muy horas del posible default con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que podría declararse mañana, martes 9. Y Buenos Aires está muy preocupada a nivel político, económico, financiero.
JOSÉ ANTONIO GIL VIDAL:
Diría que no sólo Buenos Aires está preocupada, sino que los medios reflejan que también en Uruguay tienen un alerta por lo que pueda pasar en Buenos Aires.
EC – También en Brasil se sigue con expectativa.
JAGV – A tal punto que el ministro de Economía, Roberto Lavagna, estuvo repasando este fin de semana el acuerdo que el presidente argentino Néstror Kirchner tuvo con “Lula” da Silva en Caracas. Es que quiere dejar bien claros algunos puntos: que va a plantear las cosas desde el conjunto pero de ninguna manera van a negociar las dos deudas en conjunto, lo que sería una locura porque son dos panoramas diferentes. Todo para no dejar nada librado al azar en medio de febriles gestiones de último momento con el FMI.
EC – Recordemos cuál es la clave, qué es lo que está en juego mañana.
JAGV – Argentina debe pagar nada menos que U$S 3.150 millones, como parte de una de las revisiones del FMI, y esto es curioso, con metas sobrecumplidas. Para llegar a un acuerdo parcial el Fondo había puesto una cantidad de metas que finalmente el gobierno argentino cumplió, y cumplió sobradamente. Sin embargo, la pulseada ha seguido hasta el momento y suponemos que va a seguir hasta las últimas horas de hoy, porque aparecen nuevas exigencias del FMI y el gobierno no quiere entrar en ese juego. Algunas exigencias no pasan por lo que se cumpla o no con el FMI, ...
EC – No son cuestiones de números.
JAGV – No son cuestiones de números sino decisiones políticas porque quiere que se encare rápidamente una decisión respecto a los acreedores privados, y se está en una posición de dureza.
EC – Que se encare una negociación con los tenedores de títulos de deuda argentina.
JAGV – Quieren que se negocie con aquellas organizaciones que representen por lo menos a un 80% de los tenedores. El gobierno quiere que sea con un 50% de los acreedores para que sea válido; el ministro de Economía está tratando de llevarlo a un poco más, a un 66%, que sería más o menos representativo.
La verdad es que el presidente está reflexionando desde una posición de dureza, es el más duro de todos. El pago al FMI afectaría nada menos que el 20% de las reservas, y por lo tanto quiere todas las garantías del mundo. El mismísimo presidente está al frente de la negociación, ya dio la orden de no pagar si no hay una señal positiva del organismo, y aparentemente –según pudimos saber durante el fin de semana, y coinciden en ello varios medios— ajustó con Lavagna lo que sería un “plan B”. El presidente estuvo todo el fin de semana en el Calafate, en Santa Cruz, el lugar adonde va a buscar un poco de paz en momentos críticos, pero también instruyó desde allí al titular del Banco Central, Alfonso Prat-Gay, y al jefe de gabinete para que esté atento en las próximas horas: si no hay una respuesta favorable del FMI, ordenó bloquear una cuenta que Argentina tiene en Washington, para que el FMI no pueda cobrarse esos U$S 3.150 millones.
EC – Según veía este fin de semana, ampliando en el mismo sentido de lo que señalabas recién, los puntos que hoy están trabando el acuerdo, las nuevas exigencias del FMI, son tres: aprobación definitiva de los bancos asesores de la deuda; aceptación por Argentina del Comité Global de Acreedores como representante de los tenedores de bonos (que es uno de los grupos que agrupan a acreedores, el que lidera Nicola Stock, pero el FMI exige que Argentina inicie con él las negociaciones); y el tercer punto establecer que la propuesta argentina deba ser aceptada por un 80% de los acreedores para que tenga consenso internacional.
JAGV – Y te agrego uno más. Según hemos podido chequear, son esos tres puntos y además el acuerdo con los bancos acreedores en setiembre. Porque aquí no empieza sólo una revisión puntual de este hecho coyuntural, sino buena parte de lo que va a pasar en la próxima revisión de setiembre.
Las exigencias también estarían relacionadas (pero esto ya es más especulativo) con el “plan B” que afirman tener los más allegados al presidente: quisieran saber en Washington cuáles serían esas alternativas.
Te puedo anticipar algunos puntos de este proyecto alternativo por si la cosa no funciona.
EC – Si finalmente Argentina resuelve no pagar mañana.
JAGV – Finalmente, pero tampoco... Mañana hay un vencimiento importante, va a ser una decisión importante, pero no hay que olvidar que, para entrar en default, hay 180 días después de esta decisión. O sea que técnicamente no se entraría en default, aunque sería una señal política más que fuerte y más que preocupante.
Si no se llegara a un acuerdo, el proyecto alternativo del gobierno sería aplicar más recursos a la inversión pública; apurar la cancelación de deuda nueva, es decir cumplir con los títulos emitidos después del primer acuerdo con el FMI, con los cuales el gobierno argentino no quiere entrar en default; consolidar el nivel de reservas del Banco Central y garantizar el superávit fiscal, pero sin afectar el crecimiento económico.
Algunas fuentes dicen en las últimas horas que creen que finalmente la sangre no va a llegar al río. Aunque de todas maneras hay mucha preocupación, confían en todavía en que muy posiblemente el acuerdo sea sellado antes del martes, durante una conversación que al parecer está pactada entre Anne Krueger y Roberto Lavagna. Y está lo que destacaba: que técnicamente sólo después de 180 días se puede hablar para el mundo de un default, por lo que creen que la sangre no llegará al río.
Pero, según hemos podido saber (algunos medios argentinos también lo informan hoy), hay una gestión contra reloj de Estados Unidos ante el FMI. Es la novedad más saliente después de todo lo que hemos podido saber de las últimas 48 horas. La gestión está en manos del número dos del Tesoro a pedido de Argentina, después de una comunicación con el doctor Lavagna en que le confirmó (y esto sí es concreto) que Argentina no va a pagar si no hay una garantía y que se va a firmar el decreto que forma la comisión de bancos. Hoy se reúnen los directores del Grupo de los Siete países industrializados para tratar el caso.
O sea que el tema está muy conflictivo, no hay señales positivas por el momento, en el entorno presidencial los más optimistas creen que la sangre no va a llegar al río, pero me parece que a partir de aquí van a jugarse algunas decisiones políticas muy importantes para el futuro de Argentina y me temo que también para algunos de los países que están complicados en Sudamérica.
***
EC - ¿Cómo puede repercutir en nuestro país esta incertidumbre argentina, lo que el vecino haga o no mañana, si paga o no ese vencimiento con el FMI? Vamos a conversarlo con el economista Fernando Antía, coordinador del Área de Coyuntura del Instituto de Economía en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República. ¿Cómo observa usted desde acá lo que se juega en estas horas en Buenos Aires?
FERNANDO ANTÍA:
Creo que es parte de ese proceso de “normalización” financiera de Argentina después del default de diciembre de 2001; que es un hito más de un proceso que a mi modo de ver va a llevar a la normalización de una situación tan compleja como la que Argentina vivió en estos últimos dos años. Pero que no descarta que en ese forcejeo se produzca ahora una ruptura momentánea, un cierto atraso en el pago de estas obligaciones...
EC – Si Argentina no paga, si decide no cumplir con este vencimiento, ¿qué consecuencias pueden experimentar la región y nuestro país?
FA – Infiero que en el plano financiero habrá una mirada de nerviosismo sobre Argentina, pero que podría extenderse a los bonos de los países emergentes, y precisamente a los de esta región: los de Brasil por cierto y también los nuestros. Ese sería un efecto inmediato, mientras se procesan esas negociaciones que imagino febriles, en un lapso que se extiende hasta 180 días que es el período en el cual, si no se produjera el pago mañana, se consolidaría una posición de ruptura con el FMI.
No obstante, entiendo que se va a ir a algún tipo de entendimiento al cabo de ese proceso de negociación. Pero aún si así fuera, los efectos de muy corto plazo en el plano financiero serían negativos obviamente para Argentina pero también para Uruguay.
EC – De hecho este panorama ya tuvo algún efecto en nuestro país: el gobierno decidió adelantar para la semana pasada una ampliación que ya estaba prevista del bono global 2006, de unos 100 millones de dólares.
FA – Y da la impresión de que hizo bien, porque se logró bajar el riesgo país que Uruguay enfrentó, de alguna forma esquivando esta situación de turbulencia que probablemente se produzca si es que finalmente no hay un acuerdo hoy, cosa que tampoco debe descartarse.
EC - ¿Cuál es su impresión sobre el desenlace?
FA – Creo que Argentina va a llegar a un acuerdo. Argentina no quiere aislarse de la economía mundial, y el G7 de las principales economías del mundo no quiere que se produzca una ruptura con Argentina, aunque está haciéndose eco de presiones muy fuertes de los tenedores de bonos de ese país que, en algunos casos como en Italia son cientos de miles, y están presionando a sus respectivos gobiernos para que éstos a su vez presionen a Argentina buscando una salida que será, imagino, un poco a mitad de camino entre la quita del 75% que ha propuesto Argentina y el cobro del 100%. Creo que habrá algún tipo de entendimiento, al cabo de un proceso que en lo que hace a la negociación con los tenedores de bonos recién está comenzando; en rigor todavía no se ha formalizado: de alguna manera, lo que se está discutiendo con el FMI son las reglas de juego de esa negociación.
EC - ¿Por qué debía llegarse a una situación de tensión tan fuerte como esta?
FA – Hay en juego una deuda enorme: U$S 88.000 millones, más los intereses devengados desde diciembre de 2001, que pueden sumar casi 20.000. Es la situación de default más grande en la historia, de modo que todos estos elementos involucran obviamente múltiples intereses y definen una situación muy compleja, muy seria, en la que además se están definiendo posibles conductas futuras de otros actores en la economía mundial, ...
EC - ¿Usted alude, por ejemplo, a Brasil?
FA – Por ejemplo. No está planteado en lo inmediato, Brasil tiene claramente una estrategia de cumplimiento riguroso de sus obligaciones, pero todo este tablero está en juego no sólo con Brasil sino con otros países, y creo que los intereses en juego, tanto de Argentina como de la economía mundial y de los países más poderosos del mundo, van finalmente a encontrar alguna fórmula que sea favorable para ambas partes.
***
EC – Respecto a lo que está ocurriendo con el otro vecino, Brasil, les recomendamos la nota de Eleonora Gosman, corresponsal en San Pablo del diario Clarín. “El frente externo: preocupación por las consecuencias de un eventual default argentino con el fondo. La asociación con Argentina, un tema que divide en Brasil. El ala económica del Gobierno teme que termine siendo una ‘trampa’ para Lula”.
----------------------------------------
Transcripción y edición: Jorge García Ramón
recomendar esta
nota
|
|