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¿Desaparece el Partido Colorado?
Sociólogo Julio César Aguiar (Equipos Mori): No son encuestas ni pronósticos sino resultados de la Corte Electoral: desde 1942 hay una caída permanente desde el 57% de los votos a, probablemente, 20% este año. El Partido Colorado ha perdido las bases de socialización política en Uruguay, que en la actualidad influyen más a favor de la izquierda que de otros partidos. La opinión pública ha generado esto, y es difícil que recuperen la base de reclutamiento.
EN PERSPECTIVA
Jueves 25.03.04, 07.51.
EMILIANO COTELO:
“Politólogos aseguran el triunfo del Encuentro Progresista – Frente Amplio pero con diferentes matices”, titula hoy el diario Últimas Noticias, en relación a las conclusiones expuestas ayer, en un desayuno organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), con la participación de César Aguiar (Equipos Mori), Juan Carlos Doyenart (Interconsult) y Luis Eduardo González (Cifra).
“A siete meses de las elecciones, analistas políticos auguran el triunfo de la izquierda”, sintetiza Búsqueda en su nota principal de tapa.
Lo interesante no es sólo quiénes participaron del coloquio, sino que, además de informar los resultados de sus últimas encuestas, también proyectaron lo que puede ocurrir en las próximas elecciones. En el encuentro organizado por ADM, cerca de 200 ejecutivos escucharon varios vaticinios, como la desaparición del Partido Colorado y la instauración de un gobierno "conservador" y de largo aliento de Tabaré Vázquez, que evitará irritar a militares, organismos multilaterales de crédito y empresarios.
“También oyeron que uno de los peores escenarios para el país seria una derrota del Encuentro Progresista, porque podría producirse la ruptura de la coalición y la acción independiente de los grupos de ultraizquierda”, dice la crónica de Últimas Noticias. “Los encuestadores también manifestaron que el senador José Mujica tiene la misma cantidad de votos que todo el Partido Colorado y que Guillermo Stirling representa el continuismo dentro de esa colectividad”.
“César Aguiar (Equipos-Mori) opinó que el EP-FA tiene una enorme ventaja electoral sobre los demás partidos que, a su criterio, es indescontable. Anticipó que también ganará las intendencias de Canelones, Paysandú, Maldonado y Montevideo.
“Indicó que la coalición es una gran corriente que puede lograr entre 56 y 57 por ciento de votos en la primera vuelta. Calificó al Nacional y al Colorado como ‘dos partidos chiquitos’ y afirmó ‘con fuerza y convicción’ que el Partido Colorado está en desaparición. Acotó que la actuación situación electoral del Partido Colorado no obedece a la gestión del actual gobierno, ya que esa colectividad pierde votos desde 1966.
“‘Los que quieren cambiar a los titulares del poder político votando al Frente Amplio en realidad añoran un Uruguay desaparecido, del pasado, y no un Uruguay del futuro. Quieren el cambio pero son conservadores’, dijo Aguiar. Destacó que los frentistas han copado todos los estamentos de la sociedad: educación, sindicatos, iglesia y medios de comunicación, entre otros.
“Explicó que el decaimiento de los partidos tradicionales se debe a una combinación de muerte de sus votantes y ausencia de lealtad política de hijos a padres, ya que sólo la mitad siguen la tradición familiar y el otro 50% se vuelca al EP-FA.
“Estableció que Jorge Batlle tiene la peor imagen de todos los presidentes latinoamericanos, lugar por el que antes competía por el renunciante Gonzalo Sánchez de Losada, de Bolivia. También destacó que Vázquez ha logrado mantener unida a la coalición y ha sabido disciplinar a la ultraizquierda. Pese a todo este planteo, Aguiar admitió que aunque ‘es difícil’ el EP-FA puede perder y, ante ese escenario, pronosticó su fractura. ‘Ya no habrá posibilidad alguna de disciplinar a la ultraizquierda, tendremos un país complicado’, aseveró. Añadió que un gobierno de los partidos tradicionales desde 2005 sería el más débil desde comienzos del siglo.
“Juan Carlos Doyenart, director de Interconsult, aseveró que el EP logrará una victoria ajustada, que puede comprometer su mayoría parlamentaria. Estimó que un triunfo en primera vuelta con 56 o 57%, previsto por Aguiar, es el escenario menos probable. Coincidió en predecir un futuro negro para el Partido Colorado y dijo que factiblemente sólo podrá retener las intendencias municipales de Artigas y Rivera.
“Coincidiendo con el planteo de Aguiar sobre la demografía electoral, expresó que de cada 10 ciudadanos que entran al padrón electoral, seis votan al EP-FA.
“Doyenart pinceló cómo sería un gobierno de Vázquez: mucho discurso, pocos cambios, sin movimientos bruscos que irriten a empresarios, militares y organismos de crédito y le puedan hacer perder el control de la situación. En su opinión, también habrá moderación en materia de reforma del Estado, pese a que el EP-FA tendría apoyo de opinión pública para hacer los cambios que se rechazan a los partidos tradicionales. Previo asimismo una muy estrecha relación con el gobierno brasileño de Luis Inácio Lula da Silva.
“Doyenart manifestó que los propios dirigentes blancos y colorados no están convencidos de que puedan revertir la tendencia. ‘El hecho que los candidatos de los partidos tradicionales sean Larrañaga y Stirling va a ayudar a que no haya tanta rispidez’, anticipó. Estimó que el EP buscará un acuerdo con grupos de los partidos tradicionales a nivel parlamentario, pero lo consideró difícil con el Partido Colorado, donde ‘Sanguinetti y Batlle van a seguir pesado un buen tiempo más. Si alguien mató a Sanguinetti porque no fue candidato, que lo vaya reviviendo rápido. Con Larrañaga habría más posibilidades, por posiciones más cercanas y porque él mismo ha mostrado disposición. Incluso con Lacalle, que es un hombre muy pragmático. Obviamente, esos apoyos parlamentarios tendrían una contraparte, que sería la participación en las empresas públicas y determinada cuota del poder’.
“Luis Eduardo González, director de la empresa Cifra, entiende que ‘la población está cansada y quiere probar otra cosa; está decidida a experimentar’. Expresó que es ‘razonable’ prever enfrentamientos ente el gobierno del EP-FA y el PIT-CNT. ‘No sabemos si en los primeros seis meses, 12 o 18, pero van a ocurrir. La historia de Adeom es demasiado clara’.
“Sobre este punto, Aguiar advirtió que una de las cosas que puede complicar un triunfo del FA es una ‘escalada de los grupos de ultraizquierda, que obligue a las autoridades del FA a reprimir este año. Puso como ejemplo la manifestación realizada el martes en el Palacio Municipal por trabajadores de limpieza, al que calificó de ‘grupo siniestro’ y opinó que ‘alguien puede manipular a estos grupos de ultraizquierda’.
“González enfatizó que ‘el problema del Frente es la posibilidad de creer exageradamente que los del otro lado son todos malos y los frentistas son morales, éticos, buenos y puros. Eso no sobrevive cinco años de gobierno. No es así; lo que corrompe es el poder’.
“Reiteró su advertencia sobre la posibilidad de que existan turbulencias este año, ante la posibilidad de un cambio importante en el poder. ‘En los dos bandos hay buena cantidad de buen corazón, animosa, un poquito pasional de más, que van a hacer cosas que, mirándolas en perspectiva, no hubieran hecho’”.
***
Vamos a detenernos en uno de los asuntos que estuvieron sobre la mesa en ese coloquio. “El Partido Colorado está desapareciendo; lo digo con fuerza y convicción: la tendencia histórica es extremadamente clara”, sentenció el sociólogo César Aguiar, director de Equipos Consultores, con quien vamos a dialogar a continuación. Llama la atención el planteo, sobre todo por la contundencia.
CÉSAR AGUIAR:
Claro; es importante aclarar que allí tomé datos históricos de los resultados electorales. Dije que es una tendencia de 60 años que arranca en 1942 y continúa hasta la fecha, el Partido Colorado decrece regularmente, comienza con el 57 por ciento de los votos en 1942 y va bajando a 52, 44, 41, 30 y probablemente llegue a 20 por ciento en estas elecciones; es una tendencia de largo aliento. No sale de las encuestas, sale de los resultados electorales que tiene la Corte Electoral.
Cuando un partido pierde sus bases de reclutamiento, eso es lo que le pasa: es muy difícil recuperarlo.
Pero también dije que el escribano Stirling y el senador Atchugarry tenían por delante la inmensa tarea de intentar recuperarlo.
EC - Tú dices que cuando un partido pierde sus bases de reclutamiento…
CA - El reclutamiento en el sentido de de dónde saca sus electores.
EC – “No existen muchos ejemplos en el mundo de partidos que habiendo perdido su base electoral la recuperen luego”.
CA – Habiéndola perdido a tan largo plazo. No existen muchos ejemplos.
EC - ¿Puedes explicar un poco mejor esto de la base electoral o la base de reclutamiento?
CA - Un partido toma sus votos de sus simpatizantes que recluta en diversos grupos de la sociedad. Tú leías esa crónica y quiero corregirla: yo no dije que el Frente había “copado” algunas instituciones, sino que las bases de socialización política en Uruguay –la familia, la escuela, los barrios, los sindicatos, el lugar de trabajo, los grupos religiosos, los medios de comunicación— hoy por hoy influyen más a favor del FA que de otros partidos; y no porque las haya “copado” sino simplemente porque la opinión ha generado esto.
Eso es lo que genera la base de reclutamiento, la base donde los partidos obtienen sus votos. El Partido Colorado hoy por hoy tiene muy pocos lugares de donde obtener sus votos, y esto no tiene nada que ver con Batlle ni con el gobierno de Batlle, tiene que ver con una tendencia de largo aliento. Si tú mirás solamente el último ciclo, desde 1966 hasta hoy, en 1966 el Partido Colorado tuvo el 49 por ciento de los votos, el mismo porcentaje que hoy tiene el EP, y cayó sistemáticamente a lo largo de 40 años.
Eso es una tendencia de largo aliento, nos guste o no nos guste; lo dije “con fuerza y con énfasis” porque me parece importante que la gente vea estas cosas más allá de las coyunturas políticas y que no le impute al gobierno puntual los resultados, que son resultados de una tendencia mucho más estructural.
EC - Me interesa profundizar en el tema porque, en su espacio de análisis político En Perspectiva, Oscar Bottinelli encaró hace pocas semanas algo similar a este tema cuando expuso la evolución que han tenido a lo largo del siglo XX y comienzos del XXI la suma de los partidos históricos, el Partido Nacional más el Partido Colorado.
CA - Es un viejo tema que desarrolló más bien Luis Eduardo González en su tesis de doctorado. Lo desarrolló con toda claridad; el que no quiera verlo que no lo vea, pero que está claro y que está fundado no en encuestas sino en resultados duros, no hay duda.
EC - Allí se veía que la suma de los votos de los dos partidos tradicionales como un solo conjunto pasó, del 90 por ciento que tenían en 1966, al 81 por ciento y después siguió cayendo: 76 por ciento en 1984, 69 por ciento en 1989, 64 en 1994, 55 en octubre de 1999 y 53 –dos puntos menos– cuatro semanas después, en el balotaje. O sea, hay una caída de 90 a 53 por ciento.
CA - Exacto; pero esa caída se explica fundamentalmente por la caída sistemática del Partido Colorado; el Partido Nacional oscila.
EC - Hacia allí iba mi pregunta, porque en el análisis que habíamos escuchado aquí se consideraba la suma de Partido Colorado y Partido Nacional.
CA - Es correcto también, pero eso está explicado fundamentalmente porque en esa suma hay uno que baja regularmente; el otro oscila.
EC - Eso iba a consultarte en el final, ¿qué diferencia de comportamientos percibes tú en este análisis entre el Partido Nacional y el Partido Colorado?
CA - Lo que dije: claramente la tendencia del Partido Colorado en el largo plazo es a la caída, y el Partido Nacional oscila: sube y baja, sube y baja.
Repito: no estamos hablando de encuestas sino de tendencias históricas de largo aliento, que algunas veces fueron medidas por encuestas, pero en general son resultados electorales. Esto es fuerte, yo sé que es fuerte, sé que esto que estoy diciendo no es una cosa fácil de aceptar, pero hay que estudiar la historia, que lo dice con claridad.
Además –quiero subrayar esto–, me tocó a mí –me toca en general por la “a” de Aguiar– exponer en primer término y enfaticé este tema, como algunos otros que tú resumiste, buscando ver si mis colegas decían que no; y mis colegas coincidieron en la percepción global del tema.
También quiero precisar que yo no pronostiqué que el Frente va a tener el 57 por ciento de los votos: dije que puede llegar a 56-57 por ciento si llega a captar la proporción de indecisos que tiene actualmente en forma proporcional a su peso actual. Puede llegar a eso; puede estar por debajo de eso en función de la coyuntura electoral, el crecimiento de la economía, la excelente candidatura que tiene el Partido Colorado, la buena candidatura que en cualquier caso va a tener el Partido Nacional y las circunstancias del clima social que tú mencionaste.
EC - O sea que no es un pronóstico estricto ese 56-57 por ciento.
CA - No, no, nada de eso. Ningún colega pronosticó, nadie pronostica a esta altura, teniendo nueve meses por delante. Simplemente dije –y creo que los demás coincidieron– que la ventaja con la que parte el FA, con 49 por ciento en las encuestas de casi todos los colegas, e incluso en alguna, como la que difunde Bottinelli, arriba del 50 por ciento, es casi indescontable. Carreras son carreras, así son.
EC - Lo otro que me llamó la atención en tu exposición de ayer fue lo que señalaste a propósito de un escenario en el que el FA no ganara, qué podría implicar para el próximo período de gobierno.
CA - Eso es muy importante, ya lo vengo diciendo públicamente desde hace tiempo. En cualquier caso el Frente va a crecer en forma importante. Creció una barbaridad: en marzo de 1999, es decir en el período electoral anterior, a la misma altura que hoy, el Frente era el 30 por ciento del electorado, ahora es el 49, creció una barbaridad; en cualquier caso va a crecer.
¿Qué puede ocurrir, entonces? Puede ocurrir que el Frente pierda (lo subrayo: “puede” ocurrir, aunque es un resultado poco probable), pero que nazca un gobierno que tenga una debilidad brutal, mucho más débil que este que tenemos ahora, no lo podemos ni imaginar. Ese gobierno tan débil probablemente tenga que ofrecerle al Frente una coalición porque, si no, no va a gobernar. Y eso puede llevar a la ruptura del Frente.
Un punto central de mi presentación que tú no resumiste es que una de las cosas que todos tenemos que reconocerle a Tabaré Vázquez y a la dirección del Frente es que han logrado mantener unida a la izquierda en el ciclo de largo plazo, en 20 años, y han impedido de alguna forma que en Uruguay surjan manifestaciones de ultraizquierda pesadas, como las hay en Argentina o en Bolivia. Si el Frente se partiera por la izquierda sería un resultado extremadamente negativo para todos nosotros, para los frentistas y los no frentistas, porque iríamos a una situación tipo Argentina con piqueteros, con grupos de ultraizquierda, con ocupaciones salvajes y demás.
En esto, Vázquez ha sido un excelente conductor, ha mantenido unido al Frente. Por eso puede ganar; pero si no gana va a ser extremadamente difícil mantenerlo.
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Transcripción: Jorge García Ramón y María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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