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SUDÁMERICA TIENE LA VENTAJA COMPETITIVA DE LA PRODUCCIÓN NATURAL
IICA: apoyo técnico para el desarrollo del sector agropecuario en América
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Director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, Dr. Chelston Brathwaite: Es fundamental el acceso a información, capacitación y tecnología para modernizar al sector. El IICA ayuda a los países a introducir nuevas técnicas en esas áreas, para reducir las brechas de conocimiento. Un brazo de la OEA, plataforma para implementar proyectos, crear agronegocios que generen empleo y ser competitivos en la exportación. Es inconveniente la dependencia de productos primarios cuyos precios pueden caer, como ocurrió con el café y el azúcar.
EN PERSPECTIVA
Jueves 25.03.04, 08.12.
EMILIANO COTELO:
El sector agropecuario está en primer plano por el protagonismo que le ha tocado jugar en la reactivación económica del país. La actividad pasa por una excelente coyuntura, pero que al mismo tiempo convive con muchos riesgos e incertidumbres. Por citar sólo un ejemplo en el sector ganadero, la amenaza de la fiebre aftosa que en nuestra región está siempre presente.
Hoy les proponemos abordar la realidad del sector agropecuario desde una perspectiva continental, ver de qué forma cooperan los países en busca de soluciones a algunos de estos problemas, a algunos de estos desafíos. Para ello vamos a dialogar hoy con el doctor Chelston Brathwaite, director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), que actualmente se encuentra en nuestro país; llegó ayer de noche y se queda hasta el sábado de mañana.
Para comenzar creo que es necesario incluir algunas preguntas que le permitan a la audiencia situarse ante usted, nuestro interlocutor, y ante el organismo que representa.
Usted tiene 61 años y nació en Barbados, ¿verdad?
CHELSTON BRATHWAITE:
Sí, nací en Barbados, pasé muchos años.
EC - ¿Cómo se lleva con el castellano, desde cuándo lo habla?
CB - Aprendí mucho en México durante mi tiempo allá, en Costa Rica y hoy estoy tratando de captar un poco del lenguaje del sur para ayudarme a profundizar más el idioma.
EC - En cuanto a su formación, tiene una Maestría en Ciencias de la Agronomía, es doctorado en Fitopatología en la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, y está diplomado en Desarrollo Agrícola en la Universidad de Londres. Ocupa el cargo de director general de IICA desde enero de 2002. Es el primer caribeño de habla inglesa que ocupa la Dirección general del IICA.
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EC - El IICA fue fundado en 1942 y tiene su sede central en San José de Costa Rica. Es, si se quiere, el brazo agrícola o agropecuario de la OEA. ¿Con qué objetivos fue creado?
CHELSTON BRATHWAITE:
Fundamentalmente el IICA fue creado en 1942 como una institución de capacitación e investigación en agricultura para el continente; fue una época cuando muchas universidades no tenían facultades de Agricultura fuertes y la capacitación y la investigación en productos tropicales fue un elemento clave en la búsqueda de prosperidad y competitividad en el sector.
EC - Ese fue el origen.
CB - Sí, desde este punto de vista fue una iniciativa multinacional muy importante que empezó antes de la formación de las Naciones Unidas, antes de la formación de la OEA: el IICA es una de las instituciones internacionales más viejas del continente.
EC - ¿Cuáles son las principales tareas del IICA hoy en día?
CB - El instituto tiene como objetivo fundamental apoyar a los países para modernizar al sector; colaborar en el sentido de hacer frente a las necesidades e insertar la agricultura dentro del contexto mundial. Hoy en día el sector de la agricultura es una de las áreas más discutidas en el contexto de la OMC, las normas que regulan el comercio internacional y consecuentemente es fundamental que los países tengan acceso a información, capacitación, tecnología para modernizar sus sectores.
EC - ¿Qué modalidades asume esta cooperación? ¿Es de carácter técnico, es financiera?
CB - Es una cooperación técnica fundamentalmente ayudando a los países a introducir nuevas técnicas de información, de organización, de gobernabilidad, de experiencias exitosas, transfiriendo experiencias de un país a otro para que a través de esta modalidad poder reducir la brecha de conocimiento entre los que tienen el conocimiento y los que no lo tienen. De esta manera funcionar como una plataforma de cooperación para la transferencia de experiencias y la implementación de proyectos en los medios rurales, para que podamos realmente crear en las áreas rurales agronegocios que puedan generar empleo, y al mismo tiempo ser competitivos en la exportación y producción de productos para los mercados interno y externo.
EC - ¿Puede citar algún caso concreto, algún ejemplo?
CB - Con la crisis que hemos tenido en los últimos años en Centroamérica con el café, estamos ayudando a los países a entrar en un proceso de diversificación produciendo frutos tropicales, algo que demandan y necesitan los mercados del norte; están produciendo más frutos tropicales hoy en día que en los últimos 10 años. Ese es un cambio radical desde el punto de vista de la dependencia de un solo producto.
EC - ¿Algún ejemplo que tenga que ver con nuestra región?
CB - Desde el punto de vista del sur pienso que lo que se ha visto con la producción de soja es un buen ejemplo del cambio que se ha producido en esta parte del mundo en los últimos 20 años. Hoy en día, países de esta región están llegando a ser número uno en la producción de soja, como Brasil. Además la producción de carne no usando insumos procesados sino lo tradicional, es un importante elemento en la producción en esta región.
EC - Usted se refiere a la carne orgánica, la carne natural.
CB - A la carne orgánica natural, que pienso que tiene mucho que ver con lo que está pasando en el mundo de hoy, donde tenemos una situación con la vaca loca que es realmente una amenaza no solamente en el norte sino para todos los países del continente desde el punto de vista de que lo que es un problema en el norte hoy es un problema en el sur mañana, entonces tenemos que estar muy atentos.
Además a lo largo de la historia del IICA aquí en Uruguay hemos tenido evidencias de iniciativas exitosas, como por ejemplo el área demostrativa de San Ramón, La Estanzuela que hemos tenido en los 60, el fortalecimiento institucional y el desarrollo regional en los 70, la reconversión de la granja en los 80 y durante los 90 hemos tenido una proyección más regional de cómo promover realmente la cooperación entre los países del sur de una manera más horizontal, compartiendo experiencias y todo esto.
EC - En otro momento conversaremos con representantes del IICA en Montevideo a propósito de varios de esos proyectos en los que se ha dado la cooperación con nuestro país, pero hablemos hoy más en términos generales. Esta es la segunda vez que usted llega a Uruguay desde que asumió como director general de IICA y su visita coincide por un lado con la inauguración de la nueva sede de ese organismo en el Edificio Mercosur, usted está allí en este momento.
CB - Exactamente.
EC - Pero además coincide con la tercera reunión ordinaria del Consejo Agropecuario del Sur (CAS), con los ministros de Ganadería y Agricultura del Mercosur más Bolivia y Chile. ¿Qué es exactamente el CAS?
CB - El CAS es una instancia de los ministros de Agricultura del Sur, es un foro de diálogo, de cooperación, un foro de intercambio de ideas y experiencias para aprovechar el espacio regional que desde nuestro punto de vista es clave si los países profundizan la integración dentro del contexto del Mercosur y al mismo tiempo para buscar soluciones a problemas comunes que existen en el continente, como la política comercial, cómo enfrentamos la aftosa, cómo trabajamos los problemas de inversión agrícola, cómo enfrentamos los retos que tienen que ver con la salida de la gente de las áreas rurales a la ciudad... buscando soluciones que puedan ayudar a enfrentar los retos de hoy conjuntamente, no aisladamente, porque al mismo tiempo hay muchas cosas en común, aunque tenemos países grandes como Brasil y Argentina, en el contexto de Chile, Uruguay, Paraguay hay muchas experiencias que los países pueden compartir.
EC - ¿Cuál es el vínculo entre el IICA y el CAS?
CB - El instituto está sirviendo como secretaría de esta instancia apoyando a los ministros en todo lo que tiene que ver con la parte logística de organización de sus reuniones; y al mismo tiempo está funcionando como la base de respuesta técnica en el sentido de ayudar en la implementación de acciones que salen de las reuniones de los ministros para dar cumplimiento a sus necesidades. Desde esta perspectiva el instituto está funcionando en dos niveles: como secretaría en la parte logística, de registrar lo que está pasando en los acuerdos de los ministros, y al mismo tiempo como instrumento de implementación de acciones que salen de las reuniones como mandatos del mismo instituto. En ese sentido estamos dando un apoyo clave desde el punto de vista de la integración de la región.
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EC - Vamos a concentrarnos en uno de los principales temas que van a estar sobre la mesa en estos dos días de conversaciones en el marco del CAS en Montevideo, el frente sanitario. En ese capítulo entran asuntos tan importantes como la fiebre aftosa, que es muy sensible para los uruguayos, o el mal de la vaca loca, de gran trascendencia a nivel mundial. ¿De qué forma contribuye el IICA al tratamiento de estos temas, a la prevención de estos males, en los países del continente?
CB - Fundamentalmente estamos diciendo que tenemos que estar preparados para estas situaciones con un proceso de modernización de nuestros sistemas sanitario y fitosanitario en todos los países. Hace poco tuvimos una reunión en Houston, Texas, donde hablamos justamente del problema del mal de la vaca loca.
EC - Usted acaba de venir de esa reunión en Houston.
CB - Estuve en Houston en la reunión…
EC - En la reunión de OPS y el Ministerio de Ganadería de Estados Unidos.
CB - Sí, trabajando junto con OPS respecto a este problema que tiene su importancia para el sector agrícola, pero también desde el punto de vista de la salud pública. Debemos estar preparados para enfrentar estos problemas que están llegando cada vez más frecuentemente a nuestro continente. En ese sentido entendemos, en el contexto de globalización, que lo que es un problema en Europa hoy va a ser un problema en las Américas mañana. Desde esta perspectiva la preparación de nuestra capacidad de respuesta a estos problemas es lo más importante. Es lo más importante desde el punto de vista de fortalecer y modernizar los sistemas que tienen que ver con estos problemas, coordinar regional y hemisféricamente en cooperación y capacitar a nuestra gente, porque la capacidad de respuesta es lo que estamos buscando.
Hoy en día Estados Unidos está desarrollando nuevas técnicas para la detección del mal de la vaca loca, y pienso que tenemos que aprender porque fundamentalmente nos estamos enfrentando a una pérdida de confianza de los consumidores del mercado sobre la carne, que no podemos permitir. Tenemos que asegurar a los consumidores que lo que están comprando es de alta calidad, enfocar en la calidad de los alimentos y capacitar a nuestra gente en estos temas es fundamental.
EC - ¿El caso de la vaca loca es uno y el de la aftosa es otro? ¿Qué prima hoy? ¿Manejarlos de manera diferente?
CB - Sí, son cosas totalmente diferentes. En el caso de la vaca loca estamos ante una enfermedad que tiene su origen en los prions, que son más pequeñas que los virus; es un problema muy especial que tiene su capacidad de crear un problema en los humanos. En este sentido uno de los problemas fundamentales en el control de esta enfermedad es la detección porque tiene una incubación de entre dos y ocho años, entonces uno puede tener la enfermedad en su país y no saberlo si no se tienen mecanismos de detección para enfrentar el problema temprano.
Desde esta perspectiva la preocupación que tenemos especialmente en los países del Caribe y América Central, que han importado animales de Estados Unidos y de Canadá, es que posiblemente la enfermedad no esté sólo en el norte sino también en otros países.
EC - Para nosotros, para los uruguayos, para esta región del continente, el problema de la vaca loca es un asunto lejano todavía; por ahora estamos tranquilos.
CB - Sí, pero tenemos que estar preparados porque, como he dicho, por el hecho de que la enfermedad tiene un tiempo de incubación tan largo se la puede tener sin saberlo. Esto se ha dado, entonces la realidad del problema puede ser más profunda y más amplia de lo que hemos pensado. Por eso pienso que el involucramiento de los países en un proceso de capacitación, de conocer qué están haciendo otros países, qué hicieron los países de Europa, qué hizo Inglaterra que tuvo el problema ya hace tres o cuatro años, es fundamental en el control de enfermedades. El IICA como institución del continente está ayudando en este intercambio de conocimiento e información para que los países puedan prepararse para enfrentar este tipo de problema, aprendiendo un país de otro. Este tipo de actividad, de formación, de promoción, de cooperación horizontal, es una de las actividades más importantes del instituto.
EC - En el caso concreto de la vaca local y en el caso concreto de la reunión del CAS en Montevideo, ¿está previsto algo en particular que se vaya a resolver?
CB - En esta reunión se está discutiendo el desarrollo de un plan regional de control de la fiebre aftosa, los países y los ministros van a presentar sus experiencias para ver cómo podemos desarrollar conjuntamente un plan para enfrentar el problema.
EC - En la reunión del CAS la preocupación central no es la vaca loca, sino la aftosa.
CB - La aftosa es clave; se va a mencionar y va a haber un espacio para hablar de la vaca loca también, pero pienso que lo más importante en este momento es la fiebre aftosa.
Además vamos a hablar de las negociaciones comerciales internacionales; del control del picudo algodonero –un problema del algodón–; de agricultura familiar y empresarial, una propuesta de Paraguay para ver cómo podemos enfrentar los problemas de la agricultura familiar y mejorar los ingresos de las familias rurales; de cómo podemos fortalecer la cooperación regional, como en el caso de Procisur, que es un proyecto que tiene que ver con cooperación en tecnología; hay un foro de los decanos de facultades de Agronomía del sur; y recientemente estamos desarrollando una iniciativa sobre políticas agropecuarias en el sur sobre la que también vamos a hablar y ver cómo conjuntamente podemos desarrollar políticas comunes en los países. Hay una agenda muy interesante, seguramente el instituto va a conseguir algunos mandatos de los ministros para afinar y enfocar mejorar el trabajo en el sur.
***
EC - En nuestro país muchas personas cuestionan la dependencia excesiva de Uruguay respecto a las actividades del sector primario, como la ganadería y la agricultura. Se da algo así como una contraposición de paradigmas: la agropecuaria como símbolo del país tradicional y la ciencia y la tecnología como el futuro al cual se debería apuntar. ¿Cómo ve usted ese debate?
CB – Somos muy conscientes de que el futuro tiene mucho que ver con la posibilidad de agregar valor a los productos primarios. En los mercados de hoy los productos primarios están perdiendo valor internacionalmente, especialmente por la competitividad de otros países. Entonces está claro que tenemos que ver cómo agregar más valor en los países de origen para poder incrementar los ingresos de los productores. Hemos tenido el caso del café, tenemos el caso del azúcar que tiene hoy precios muy bajos en el mercado, entonces muchos países están buscando la manera de agregar valor a sus productos y ver cómo producir productos especiales, como los orgánicos u otros que necesita el mercado.
EC - Usted dice que esa dicotomía de la que yo hablaba no es real.
CB - No es una dicotomía, pienso que es un paso adelante que tenemos que tomar en cuenta para el desarrollo del sector, no se puede continuar produciendo productos primarios, sino que les tenemos que agregar valor para que puedan conseguir un precio mejor, es una manera de mejorar los ingresos de la gente en las áreas rurales.
EC - ¿Qué aporta el IICA en ese sentido; qué esfuerzos se hacen para hacer converger esos dos paradigmas, para acercar la tecnología al sector primario?
CB - Tenemos un programa mediante el cual estamos promoviendo la agroindustria rural, estamos viendo cómo se les puede agregar valor a los productos agrícolas en las áreas rurales y además estamos promoviendo el agronegocio como un tema clave para el futuro. Esto implica que tenemos que convertir a los productores, no solamente la producción sino el agrobusiness, el agronegocio, que ellos entiendan la necesidad de manejar las inversiones en el sector de modo de convertir sus producciones en agronegocios y agregar valor a lo que están produciendo. Sólo de esta manera podemos ver la posibilidad de mejorar los ingresos de los productores.
EC - ¿Cómo ingresa la biotecnología en los planes del IICA?
CB - Es fundamental para el futuro, entendemos que las nuevas técnicas de mejoramiento de la productividad son fundamentales para el futuro. Hay mucho debate sobre los productos genéticamente modificados, hay una sensación de que pueden ser peligrosos para la salud, pero con base en todo lo que hemos visto en los últimos 10-15 años, no hay evidencia de esto. Tenemos que ver en qué medida podemos usar estos productos para mejorar la competitividad de lo que estamos produciendo. Los productos desarrollados pueden ayudarnos a bajar los insumos de pesticidas y fertilizantes y tienen beneficios para el medio ambiente y para el mismo productor al reducir sus costos. Pienso que es un proceso de educación que tenemos que promover, tenemos que concientizar a la población y la comunidad para que puedan entender que básicamente quienes están usando los productos genéticamente modificados son técnicos biológicos, científicos, y no hay ninguna evidencia de su peligro en este momento.
EC - Es un tema que daría para conversar un rato largo, lo dejamos apuntado en esta charla de hoy, porque quiero hacerle una última pregunta que tiene que ver con debates que se dan en nuestro país y en buena parte del mundo. ¿En qué medida se debe subsidiar la actividad agropecuaria desde el Estado? ¿El agro es un sector más de la actividad económica que tiene que ingeniárselas por sí solo para competir, o tiene que ser apoyado en la medida que, por ejemplo, es vital contar con alimentos propios o que hay que evitar el vaciamiento de las zonas rurales? Son argumentos que se manejan.
CB - Es un punto que tiene su controversia, sus pros y sus contras, depende de qué se trate. Yo diría que desde el punto de vista de lo que el Estado puede dar, capacitación, generación de tecnología, organización y todo esto es fundamental en el contexto de desarrollar una agricultura moderna.
Lo que está en debate y controversia son los pagos directos a los productores de vez en cuando para que no produzcan. Es una controversia en el mundo de hoy y es parte de los obstáculos que tenemos para llegar a un acuerdo sobre agricultura en el contexto de la OMC. Cada Estado en cierta medida tiene la responsabilidad de apoyar a sus productores, de velar por la incorporación de nuevas técnicas, de apoyar la regulación de la tenencia de la tierra, la investigación, la capacitación y todo lo que pueda hacer para ayudar a superar la oscuridad alimentaria, pero cuando llegamos al pago directo ya son necesarios una discusión y un examen más a fondo.
EC - Uno de los argumentos para llegar a esos pagos directos es: si el Estado no le paga a ese productor, el productor deja la actividad, se retira del campo, viene a la ciudad y tenemos un problema social que a su vez es costoso.
CB - Esa es otra manera de ver el asunto, porque al mismo tiempo la sociedad también está pagando el costo de los subsidios. Uno tiene que ver desde los dos lados, pagar los subsidios es un costo para la sociedad también; la gente que paga los impuestos tiene que asumir ese costo, hay que examinar el tema desde los dos lados y ver hasta qué punto la sociedad está preparada para subsidiar a la producción al mismo tiempo que le paga a la gente del campo, de las áreas rurales, para que no venga a complicar la vida de la ciudad. Sobre esto tiene que haber un debate interno del país para determinar en qué medida se puede resolver, porque este balance urbano - rural es fundamental para la paz social.
El problema que tenemos muchas veces en el debate internacional es que las ayudas no solamente tienen un efecto interno en el país sino también efectos múltiples en lo externo, en el contexto del comercio internacional. Yo pienso que los países deben regresar a la mesa de negociación, poner todo sobre la mesa y llegar a un acuerdo. La propuesta de Doha todavía es relevante en el contexto de tener una agenda para el desarrollo, los países tienen que regresar a la mesa de negociación y llegar a un acuerdo sobre cómo van a manejar estos intereses. En este sentido el instituto está dispuesto y hemos tenido siempre la responsabilidad de poner a los diferentes actores en la mesa para discutir el asunto y proporcionar la información técnica de modo de poder llegar a acuerdos.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
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