31.03.2004














¿Provocados?

Presidente de la Asociación de Productores Forestales, Gerardo Barrios: Hay predios mal cuidados, proclives al fuego, pero ¿quién lo enciende? Salus, Aznárez y Cerro del Toro están en una misma línea y ardieron el mismo día. Nuestro establecimiento sufrió cinco intentos el verano anterior.

EN PERSPECTIVA
Miércoles 31.03.04, 08.00.



EMILIANO COTELO:
El Ministerio del Interior (MI) informó que hoy el subsecretario de la cartera, Alejo Fernández Chávez, se reunirá con su par del Ministerio de Ganadería (MGAP), ingeniero agrónomo Edgardo Cardozo, para ajustar detalles sobre el comienzo de las inspecciones a predios forestales en vista del alerta máxima sobre riesgo de incendio.

La Dirección Nacional de Bomberos (DNB) reitera que está prohibida la realización de fuegos y quemas en todo predio forestado del territorio nacional. Preocupan a las autoridades las graves deficiencias de mantenimiento para prevenir incendios, que han sido verificadas en inspecciones terrestres y aéreas que evidenciaron falta de raleos, falta de limpieza, falta de poda y falta de calles cortafuegos.

Ayer hablábamos de este tema con el ministro del Interior, Daniel Borrelli, a propósito de la intensificación de los controles que va a tener lugar en estas horas por las falencias que se han notado en varios de los predios forestados.

Nos interesa saber qué dice la Asociación de Productores Forestales (APF) sobre este tipo de críticas.

***

EC - Estamos en diálogo con el escribano Gerardo Barrios, presidente de la APF. ¿Cómo ha observado esta serie de comentarios, de objeciones, que llegan desde el Poder Ejecutivo?


GERARDO BARRIOS:
Primero que nada con preocupación por la situación que estamos viviendo, con un clima totalmente adverso. La ocurrencia de todos estos fuegos casi en forma sistemática nos preocupa porque ningún productor planta sus árboles para que, después de pasar por todas las peripecias por las que hay que pasar y esperar 10 o 18 largos años para obtener el fruto del bosque, se queme. O sea que desde nuestro punto de vista es un tema preocupante.

En cuanto a las observaciones que hacen el señor ministro y el subsecretario, estoy totalmente de acuerdo, en esta actividad como en todas hay gente muy profesional, que hace muy bien su trabajo, y otra que lamentablemente ha pensado que plantar árboles es una tarea fácil, menor, muy rentable por sí y a la cual se le dedica poca atención.


EC – Claro: usted hablaba de cómo le preocupa a un productor forestal o a la gremial de productores forestales una coyuntura como ésta, pero también puede decirse que el propio productor tiene que ser suficientemente responsable como para estar prevenido ante riesgos de este estilo, que son obvios en una producción forestal.


GB - Claro, desde el punto de vista productivo las dos grandes amenazas que tenemos son pestes e incendios forestales. Sobre las dos hemos trabajado muchísimo como gremial, incluso en la adecuación del decreto que previene todo el tema de incendios forestales y temas sanitarios.


EC - Tengo aquí la última versión de este decreto, que es de mayo de 2002, que en su artículo 1º corrige redacciones anteriores y señala: “Todo proyecto de forestación, manejo y ordenación de bosques deberá incluir un plan de protección contra incendios forestales. La Dirección General Forestal (DGF) remitirá copia del mismo a la DNB. Sin perjuicio de ello el plan de protección contra incendios deberá incluir, al menos, plan de ubicación y croquis detallado de acceso al predio, con su caminería interna, cortafuegos, reservorios de agua y todo otro dato de utilidad para el caso de incendio, tales como disponibilidad de personal debidamente capacitado, herramientas, equipos, sistemas de vigilancia, detección y alerta, sistemas de comunicaciones, así como métodos de silvicultura preventiva”, o sea cría de ganado para que se alimente con el paso y los matorrales y de ese modo mantenga limpio el terreno, ¿no?


GB - Exacto; la cría de ganado dentro de los bosques para controlar la maleza es una de las prácticas más corrientes por lo efectiva y económica.


EC - Dice también: “Se deberán prever actividades periódicas de capacitación de personal a cargo de instructores calificados a realizarse como mínimo una vez al año, actuando en coordinación y colaboración con la DNB o del destacamento de Bomberos de su jurisdicción”. Y sigue, son algunos ejemplos de lo que establece la normativa vigente.


GB - Correcto. Buena parte de lo que usted leyó se cumple en la primera instancia: cuando uno va a hacer un plan forestal tiene que presentarlo a la DGF y respetar determinadas normas que obligan a hacer calles, cortafuegos, marcan el tamaño máximo que pueden tener las parcelas, que a su vez tienen que estar separadas entre sí por calles que permiten la extracción futura de la madera, desde el punto de vista medioambiental son corredores de fauna y en la prevención de incendio sirven para circulación, para generar cortafuegos y tratar de concentrar el fuego donde se origine.

Todo eso es una actividad previa que debe cumplirse. Recordemos que la DGF hace sus inspecciones en los comienzos, recibe la información y hace la inspección al año de plantación. El tema es qué actitud sigue el productor después en sus largos años de espera, si cree que el deber terminó una vez que plantó, si consigue poner ganado para hacer un control de las malezas o si tiene una actitud más activa en el tema. Y eso depende, como le decía al principio: hay producciones muy profesionales, que me atrevería a decir, para situarlas geográficamente, que son las del litoral y el norte, son las grandes empresas profesionales que están muy organizadas; fue allí donde en esta temporada de incendio comenzaron los problemas, pero son empresas que tienen todo su equipamiento de detección de incendios, torres y sistemas de distintas empresas y que se apoyan mutuamente, que es la forma de organizarse regionalmente.


EC - Eso es bastante lógico.


GB - Claro, porque no todos vamos a tener un cuartelillo de bomberos dentro del campo; muchas veces se comparten herramientas e incluso se contrata a brigadas privadas que hacen la vigilancia en las torres, lo que se intenta es tratar de llegar al fuego en la primera media hora de su origen, que es cuando realmente puede controlarse.


EC - Usted decía que hay una zona del territorio nacional donde las producciones forestales son más profesionales, y ubicaba esa zona en el litoral y el norte del país.


GB - Sí, en el litoral, el norte, también en el centro; después hay emprendimientos salpicados por el resto del país, entre los cuales aparece la figura del pequeño inversor forestal; le hablo de gente que de repente tiene 100, 200 hectáreas, que obviamente no tiene capacidad económica para solventar un servicio de vigilancia permanente o tener sus equipos. Muchas veces no tiene un establecimiento, es un campo pelado sin siquiera una casa, no tiene ni dónde guardar herramientas. Normalmente llega a convenios con sus vecinos: un vecino pone ganado a pastoreo, le cuida el bosque. Hay algunos bosques que merecen más atención que otros, hay una casuística bastante general. Esos predios están muy espaciados, por lo tanto a veces es difícil concentrar áreas importantes que permitan a esos productores generar un servicio común.

Y también están los inconscientes, la gente que piensa “A mí no me va a pasar” y no genera ninguna actitud proactiva frente al tema.


EC - Estamos hablando por un lado de incumplimientos de la ley y por otro de una actitud que perjudica quizás al productor vecino, que sí ha tomado las precauciones pero puede verse arrasado por un incendio del que no las tomó. Entonces, ¿qué hace una gremial como la que usted representa ante situaciones que usted mismo reconoce que existen?


GB - Primero hay que tener la valentía de reconocer que existen. Segundo, como actividad gremial hemos tratado de generar la conciencia en la gente de que éste es un tema importante; incluso hace poco, a través de nuestra gremial, se formó un grupo de productores muy importante en la zona de Illescas, Valentines, ruta 7. Estamos tratando de que esa célula crezca y se repita en varios lugares. Es una tarea cultural, no es fácil llegar.

Pero hay algo sobre lo que tenemos que ser autocríticos y reconocer: normalmente los incendios forestales ocurren fuera del bosque y el atacado es el bosque.


EC - ¿Cómo es esto?


GB - Hace pocos días se incendiaron 60 hectáreas en Lavalleja fruto de que un vecino prendió un pajonal, se armó un incendio de campo y tomó el bosque. No conozco el origen exacto del incendio de Salus, pero por versiones de gente que pasó por el lugar, lo que había era un incendio de campo fuera del parque. Quisiera saber cuál es el origen del incendio en Aznárez. En Piriápolis ya ha habido experiencias... debe haber un piromaníaco en la vuelta, porque recordará usted que hace unos años se prendieron seis focos el mismo día.


EC - Sí, se dio esa situación.


GB - Y fíjese si no estaremos contribuyendo en algo a esto –además de generar conciencia sanamente, que es la intención cuando se trabaja en esta noticia–: ¿por qué ocurre todos los días ahora?


EC - ¿Qué quiere decir?


GB - Yo sospecho, esto no es casual. En Uruguay no estamos como en Estados Unidos, donde hay generación espontánea de fuegos por tormentas eléctricas. En Uruguay siempre hay un factor humano que falla, intencionalmente o no.


EC - Pero estamos en una época caracterizada por falta de lluvias, muy altas temperaturas, vientos... ¿Eso no propicia los incendios?


GB - Sí, pero ¿quién los prende?


EC - Usted tiene la impresión de que…


GB - Yo tengo la impresión de que a veces ocurre esto como en los delitos sexuales: aparece un violador y aparecen 50 violaciones en la vuelta, o sea que no hay un efecto consecuencia cuando una noticia de repente se hace demasiado común.

Es mi única preocupación porque, fíjese: hay un incendio en Salus; ayer a las cuatro de la tarde se inició un incendio en Aznárez, en el camino que va de Salus a Aznárez, por la falda, bastante antes de Aznárez, casi Solís de Mataojo; sigue el camino y hay otro incendio en el Cerro del Toro. ¿Uno atrás del otro? Me da para sospechar.

Con esto no nos quitamos responsabilidad alguna; en Salus estamos hablando de un parque, obviamente es un bosque, pero no un bosque forestal, no es para producción forestal.


EC - Y si hubiera intencionalidad, ¿cuál sería el motivo?


GB - No tengo idea, no creo que haya algún motivo. Le doy una experiencia personal: nosotros tenemos un bosque al lado de Migues al que intentaron incendiar cinco veces en un año, cinco noches.


EC - ¿Cuándo ocurrió eso?


GB - El año pasado, o sea en el verano 2002-2003. Cinco veces. Eso ocurría a las 11 o 12 de la noche, o sea que había alguien que tenía la intención de prenderle fuego al bosque; por suerte no lo logró. Son factores que ocurren, es imposible controlar un bosque con vigilancia para evitar el ingreso de personas extrañas.


EC - Ahora que el MI y el MGAP van a intensificar las inspecciones a predios forestales, ¿de qué manera va a formar parte de ese operativo la APF?


GB - Nosotros siempre hemos estado a la orden de las autoridades y a la cabeza, exigiendo que estas cosas, como otras, como los temas laborales, se cumplan. Para que haya un desarrollo de un sector realmente profesional tenemos que actuar con profesionalidad, por tanto en eso estamos a la vanguardia. Apoyar a las autoridades, ni que hablar, y que quien no cumpla sufra las sanciones que tenga que sufrir. Eso es bien claro.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón


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