18.12.2005












LA EMPRESA SERÁ VENDIDA EN TRES MESES

Parmalat Uruguay asegura que contribuyó con todos los partidos; no sólo con Sanguinetti

El principal de Parmalat Uruguay, Jorge Gutman, aseguró que hace diez años la empresa colaboró con todos los sectores políticos que se lo pidieron y no sólo con el del ex presidente Julio María Sanguinentti. Así lo había declarado el principal de la multinacional en medio del juicio que se le sigue en Italia por la millonaria defraudación que realizó la empresa. Respecto a la venta de la filial uruguaya, Gutman afirmó que no habrá mayores cambios en la operativa. “Tengo la certeza de que no va a pasar absolutamente nada”, remarcó.

EN PERSPECTIVA
Lunes 05.04.04, hora 7.36.



EMILIANO COTELO:
Este tema dio que hablar tanto viernes como sábado y domingo; podemos ubicar el origen del debate aquí en nuestro país en el semanario Brecha, que destacó que en sus declaraciones ante la justicia italiana, Calisto Tanzi, el número uno de Parmalat, sostuvo que la multinacional había financiado a gobernantes y dirigentes políticos en el exterior, y con respecto a Uruguay nombró únicamente a Julio María Sanguinetti.

En el acta del interrogatorio practicado el 26 de enero último por las autoridades judiciales de Parma a Tanzi, se menciona a Sanguinetti entre varios ex presidentes latinoamericanos que recibieron financiación del grupo Parmalat. Concretamente, entre comillas: “En Uruguay nuestro directivo Jorge Gutman me dijo que había financiado a Sanguinetti, ex presidente de ese país”, declaró Tanzi.

El empresario nombró a otros políticos que habrían recibido financiación de Parmalat en Brasil, Argentina, Venezuela, Nicaragua y Ecuador. Con relación a Brasil sostuvo que su empresa apoyó a los presidentes Tancredo Neves, Fernando Collor de Mello y Fernando Henrique Cardoso, a través de diputados locales y de un vicepresidente cuyo nombre no recuerda. En ese país el respaldo financiero se canalizó por medio de Gianni Maria Grisendi, quien estuvo al frente de la filial brasileña durante casi 20 años. Grisendi tuvo a su cargo también la financiación de Carlos Saúl Menem, a través de varios políticos argentinos, entre los cuales había “un tal Duhalde, presidente del gobierno de Buenos Aires”, dijo.

El tema repicó el sábado en el diario La República, que hizo de este asunto su título principal, a partir de lo cual se conoció ayer domingo una carta del doctor Sanguinetti dirigida a varios medios de comunicación. En esa carta Sanguinetti dice: “Sostener que Parmalat financió mi campaña electoral es absolutamente falso. Decir que Parmalat contribuyó a una campaña electoral, eso es posible; no lo niego ni lo acepto porque no sé si Parmalat contribuyó, ya que no participé directamente de la campaña financiera de mi colectividad política ni tengo hoy los medios para documentarlo. De lo que estoy seguro es de que, si esa contribución existió, fue la normal que hace cualquier empresa”.

El ingeniero Jorge Gutman, principal de Parmalat en Uruguay, se encontraba en Italia, justamente, cuando se dieron estas noticias y estas declaraciones aquí en Montevideo, pero ahora ya está de regreso, volvió ayer domingo.

***

Ingeniero Gutman, ¿cómo observa esta serie de trascendidos y repercusiones?

JORGE GUTMAN:
Realmente me causaron una sorpresa muy grande porque en ningún momento yo le manifesté al señor Tanzi que había financiado una campaña política de ningún candidato. En su momento, y desde que terminó la dictadura, todavía en la época en que éramos Lactería, decidimos ayudar a todos los partidos políticos, a todas las diversas divisiones de los partidos políticos que nos lo pedían, porque creemos que es un deber de los industriales, de los empresarios, ayudar a financiar, ayudar a que los partidos den sus ideas para que el pueblo pueda elegir libremente sus candidatos. Eso no quiere decir que financiamos a nadie, les dimos a prácticamente todos los partidos políticos y a todos sus sectores cantidades equivalentes en su momento. Estamos hablando de diez años atrás, no puedo recordar cuánto le dimos a uno y cuánto le dimos a otro, pero estoy seguro de que no financiamos a nadie, de que la cantidad que dimos no fue significativa para ninguno de ellos y de que en ningún momento reclamamos favores a cambio.

EC - A eso iba. Este tema de contribuciones de empresas a campañas electorales de partidos políticos o de sectores de partidos políticos en Uruguay lamentablemente se conoce poco porque la legislación no obliga a trasparentarlos.

JG - No, pero lo permite.

EC - Claro, a eso iba: nada lo impide.

JG - Es absolutamente legal y figura en la contabilidad de las empresas que lo hacen.

EC - Nada impide que esas donaciones ocurran. De todos modos inmediatamente aparece la especulación, el rumor o el temor de que ese tipo de apoyos se realice a cambio de algo, a cambio de tales o cuales prebendas o marcos normativos que favorezcan la actividad de un sector o de una empresa específica.

JG - Exactamente, pero se puede comprobar perfectamente que Parmalat no ha recibido ningún favor –al contrario, le diría– de ninguno de los gobiernos que ha habido en los últimos años. Hemos tenido que arreglarnos absolutamente solos; ni hemos necesitado pedir favores –aparte no es nuestro estilo pedirlos– ni hemos tenido absolutamente ninguna ventaja con respecto a ninguna de nuestros colegas o de cualquier otra empresa que haya dado su colaboración a alguna campaña política. Al no poder acusarnos de eso y al asegurar que les hemos dado a distintos sectores de todos los partidos políticos cantidades más o menos equivalentes, creo que está absolutamente desmitificado lo que pueda haber dicho un señor que está encerrado, que ha estafado por 16.000 millones de euros y que en este momento no debe tener su cabeza muy libre como para poder recordar qué fue lo que en cada momento le dijo cada uno de sus directores diez años atrás.

EC - Seguramente el propio caso Parmalat, las connotaciones que tiene, la envergadura de la estafa que está en curso, etcétera, es lo que ha dado pie a que se hablara tanto de estos comentarios, de estas declaraciones ante la justicia del propio Tanzi.

JG - Por supuesto y ha tenido trascendencia. Estaba mirando recién en Internet: esta noticia, que realmente no tiene tanta importancia, apareció en diarios de México, de Guatemala, de distintos países. Evidentemente no tienen otra cosa que publicar.

EC - Usted decía: “Nosotros –por Parmalat– hemos contribuido a los distintos partidos”. ¿Efectivamente a usted le consta, ha podido repasar la documentación?

JG - No, no he podido repasarla.

EC - ¿Se han hecho aportes a los distintos partidos políticos, incluyendo al Partido Colorado, al Partido Nacional, al Encuentro Progresista?

JG - Sí, sí, por supuesto. No he revisado porque no me voy a poner a revisar documentación de diez años atrás; le estoy diciendo lo que recuerdo y tengo la certeza de que lo hemos hecho. Y ya le digo, no es desde Parmalat, le diría que fue desde 1984, cuando terminó la dictadura. En la época que éramos todavía Lactería ya habíamos adoptado esa normal: distintas cantidades a distintos sectores de los partidos políticos, porque creemos que es lo lógico y que las empresas cuando pueden, lo hacen.

EC - Un oyente dice que si no es a cambio de algo no entiende por qué se realiza ese aporte.

JG - Recién lo expliqué: al no haber otros medios de financiación tenemos que ayudar a que los partidos políticos puedan expresar sus ideas y que el pueblo pueda escuchar lo que cada uno tiene que decir para después elegir democráticamente, como tiene que ser. Es una de las funciones sociales, entre otras, que hacemos los empresarios.

EC - El planteo venía recién a propósito de si eran todos los partidos o no, porque hoy hay declaraciones del senador Reinaldo Gargano, en el diario La República, que dice: “No conozco que ninguna trasnacional haya financiado al Frente Amplio y puedo asegurar que no financió al Partido Socialista”.

JG - No recuerdo si al Partido Socialista le dimos o no; a algunos sectores del Frente le hemos dado. Pero estamos hablando de diez años atrás, ni mi memoria ni la de los líderes políticos recuerdan quiénes pidieron ni quiénes les dieron. Si el senador Gargano dice eso, tendrá sus motivos.

EC - Usted dice que hubo sectores del Frente que sí recibieron.

JG - Sí, por supuesto.

EC - ¿Qué tipo de montos eran?

JG - Dependía de las posibilidades en cada momento y de la dimensión del sector: 500, 1.500 dólares era lo que dábamos en cada caso, cuando lo creíamos posible.

EC - ¿Cuándo finalizó esta política?

JG - No es que finalizó esta política; usted recordará que en Italia vino todo el proceso de “mani puliti”, por el cual muchas empresas se vieron muy comprometidas. No fue el caso de Parmalat pero entonces nos dieron la orden de no dar a ningún partido político porque pensaron que podía pasar en otros países exactamente lo mismo. Creo que hicieron eso con todas las sucursales de Parmalat en los 30 países donde estaban en ese momento.

EC - En Uruguay ese criterio se aceptó y se aplicó de inmediato.

JG - Claro, evidentemente, tuvimos que aceptarlo.


***

EC - Las preguntas de los oyentes siguen llegando; hay una que tiene que ver con algo que usted señaló al pasar en cuanto a que esas contribuciones a los partidos políticos para sus campañas electorales están documentadas, que Parmalat tiene registros de ese tipo de aportes. Le hago esta consulta porque la hacen algunos oyentes y consciente de que estamos focalizando nuestra atención en usted y en Parmalat porque esto ha dado que hablar en estos días…

JG - …porque somos noticia en este momento.

EC - …porque son noticia, pero es una pregunta que podríamos y deberíamos hacerles a otras empresas. ¿Es posible que Parmalat dé a conocer esa información? Está claro que no está obligada a hacerlo.

JG - ¿La documentación…? Mire, realmente, en este momento tenemos trabajos mucho más importantes que buscar documentación de hace diez años, que está archivada, hay que buscar dónde pueden figurar salidas que no fueron significativas. Parmalat factura 45-50 millones de dólares de dólares por año; que hayan salido 5, 10 mil dólares de caja hace diez años para financiar a algún partido político… seguramente debe estar escondido en lo más recóndito de algún archivo. No podemos dedicarnos a ese trabajo, en este momento estamos preparando la venta de la empresa, tenemos auditorías extranjeras que están llegando en este momento, tenemos auditorías locales que están preparando el trabajo para los futuros interesados; realmente no podríamos ocuparnos de eso. Dígale al oyente que lamento mucho, pero que sería un trabajo ímprobo buscar esa información.

EC - Fíjese por qué se lo plantea este oyente; él pertenece a un sector del FA y dice: “Si yo me entero de que mi sector recibió dinero de Parmalat, me desafilio hoy mismo”.

JG - No, dígale que no se desafilie, que contribuimos gustosamente con todos los partidos que nos pidieron y volveríamos a hacerlo. Una multinacional no es mala palabra, ojalá hubiera muchas multinacionales que invirtieran lo que invirtió Parmalat aquí, que queda aquí, no son capitales volátiles, Parmalat da trabajo a 400 personas en forma directa en el interior y 1.400 personas dependen indirectamente de nosotros; no es una mala palabra ese tipo de multinacionales. Dígale que se quede tranquilo.

***

EC - Hablemos ahora del futuro de Parmalat Uruguay a partir de las reuniones que usted tuvo en Italia con las autoridades… ¿Cómo podemos denominarlas? ¿Son “autoridades provisorias” o “autoridades de emergencia” de la multinacional?

JG - Son autoridades nombradas por el gobierno italiano; en este momento Parmalat es una empresa intervenida y estas autoridades han tomado el mando completo, no solamente en Italia sino de todas sus filiales en el mundo, han decidido cuáles de las 30 instaladas van a seguir perteneciendo a la empresa –que son cinco o seis– cuáles van a vender, algunas porque no están dentro del ramo –como fábricas de bizcochos, de jugos, etcétera– y otras porque son chicas, porque están en países muy lejanos o porque no les interesan por su dimensión. Entre tantas otras, Parmalat Uruguay fue elegida para ser vendida a posibles interesados.

EC - ¿Cuál será el proceso entonces?

JG - Ya le dije. Fueron nombradas auditorías extranjeras para, con ayuda de sus filiales uruguayas, hacer un trabajo, una especie de due diligence pero más corto, para presentar a futuros o posibles compradores. La oferta será público porque el gobierno italiano lo obliga, seguramente se va a publicar en algún periódico económico. Varios ya se han presentado, otros se presentarán; se hará una selección entre ellos, se les dará el material que se preparó, cada uno hará su oferta y después se elegirá la que más convenga a los intereses de Parmalat.

EC - ¿Ya hay varios interesados?

JG - Sí, ya hay varios interesados que nos han manifestado su interés a nosotros en Uruguay y otros que lo han manifestado directamente en Italia.

EC - ¿Estamos hablando de grupos uruguayos o extranjeros?

JG - De grupos uruguayos, argentinos, brasileños y europeos.

EC - ¿Cuánto tiempo lleva el proceso hasta que se termine seleccionando a un comprador?

JG - Va a ser muy rápido, estimamos que en dos o tres meses va a estar terminado todo el proceso.

EC - Mientras tanto, ¿qué se puede asegurar con respecto tanto al funcionamiento de la empresa como a la estabilidad laboral de los empleados y el mantenimiento de los contratos con los productores remitentes?

JG - Hasta ahora se está manteniendo la actividad en forma normal, el único gran problema que tenemos en este momento es la sequía; por eso disiento con lo que usted dijo al principio sobre que es un muy buen tiempo, para nosotros es un muy mal tiempo. Ojalá lloviera, porque es uno de los problemas que tiene en este momento el sector del agro.

Estamos funcionando en forma normal, estamos exportando, tenemos una gran demanda de productos del exterior porque es un muy buen momento para exportar; mantenemos todo el personal, estamos prácticamente al día en el pago a los productores, estamos por firmar un fideicomiso con ellos para darles la seguridad del cobro de lo que se les adeuda en cada momento por la financiación que ellos les dan a las empresas lácteas. No hay ningún peligro de que pase nada raro antes de la venta.

EC - Y después de la venta, ¿qué impresión tiene?

JG - Después de la venta… Es una empresa en marcha, con sus obreros especializados, con algunos directivos especializados; tengo la certeza de que no va a pasar absolutamente nada, como no pasó cuando se vendió Lactería a Parmalat. Es una empresa en marcha, en buena situación, que no tiene personal de más; no tiene por qué haber ninguna diferencia con respecto a lo que es ahora; posiblemente cambie algún gerente, lo cual es lógico cuando entra una empresa nueva, pero no otra consecuencia.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe

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