18.12.2005












GABITO ZÓBOLI: “RESTRICCIONES, NO; PERO RACIONALIZACIÓN POR QUÉ NO”

Crisis energética: director afirma que los costos pueden cubrirse con “ahorro” de años anteriores

UTE “ganó demasiado” entre 2001 a 2003, reconoció el director blanco de la empresa eléctrica, Juan Gabito Zóboli. “Que una empresa que 2003 facturó 500 millones de dólares en bruto, haya tenido una utilidad de un 30 por ciento en dólares, parece fuera de la realidad”, agregó. Ese sobrecosto que pagaron los clientes durante los años anteriores permite enfrentar la crisis energética sin recurrir al aumento de tarifas. Para Gabito se debe generar “una cultura del ahorro en función de nuestra dependencia y de los altos costos energéticos, para tener más seguridad” y eficiencia.

EN PERSPECTIVA
Martes 06.04.04 - hora 7.35.

EMILIANO COTELO:
Hemos planteado esta pregunta en algunas entrevistas En Perspectiva: mientras esta crisis energética continúa, ¿no hay ninguna reacción oficial por el lado de racionalizar el consumo de energía eléctrica? ¿Por qué no se ahorra? ¿Por qué no se toman algunas medidas más o menos elementales, como por ejemplo reducir de manera sensible la iluminación en edificios oficiales durante la noche, aquellos que quedan encendidos y que son verdaderos faros en el conjunto de la ciudad?

Ese tema aparentemente no está en la agenda del gobierno, pero aparecen algunas voces que van en esa dirección; por ejemplo la del director nacionalista de UTE, Juan Gabito Zóboli.

***

EC – Gabito Zóboli, en las declaraciones que formuló en el día de ayer, usted dijo: “Restricciones no, pero racionalización, ¿por qué no?”.

JUAN GABITO ZÓBOLI:
En realidad eso debiera ser una actitud permanente en nuestra sociedad y en nuestro gobierno, en un esquema de dependencia absoluta o casi absoluta, como la que tenemos en materia energética. Yo quise subrayar el hecho de que no podemos pasar de la inacción total a medidas tales como el racionamiento o aumento de tarifa o tarifa térmica. Si bien por ahora no se habla de ellas, en el fondo nadie las puede descartar hasta que no llueva en forma abundante. De ese modo deberíamos tener un degradé que comenzara por una exhortación a limitar el consumo y algunas medidas como las que usted mencionaba en la introducción de esta nota.

EC - Sí; yo no entiendo, desde hace años me hago la pregunta todos los veranos, ¿por qué en nuestro país no modificamos el huso horario, como se hace en otros, lo que les permite en esas épocas de mayor cantidad de horas de sol, ahorrar energía eléctrica? Parecería que en Uruguay no hay una cultura del uso racional de la energía.

JGZ - Efectivamente; el cambio del huso horario ya se hizo en el país.

EC - Sí, pero hace años que se abandonó.

JGZ - Se abandonó. Son medidas de política energética que tienen que trabajar, por supuesto, por el lado de la generación o de la oferta, con una diversificación que nos conduzca a fuentes alternativas, como ustedes insinuaban, entre las cuales está la eólica, la biomasa, la geotérmica, que acá en Uruguay casi no se ha trabajado, y hacia fuentes de mayor autonomía, porque no es sólo una cuestión de mercado para saber qué tengo más barato en este momento y circunstancialmente, sino lo que me permite mayor seguridad. Pero también hay que trabajarlo por el lado del consumo o de la demanda a través de una mayor racionalización. Brasil lo hizo durante su crisis energética de 2001, con un resultado muy interesante porque llegó a bajar hasta un 20 por ciento el consumo domiciliario familiar, lo cual le permitió mantener una mejor atención a su industria, que por cierto estaba bien necesitada de energía.

EC - Usted dice que Brasil lo consiguió por la vía de racionalizar el consumo individual, familiar, etcétera.

JGZ - En un plan de eficiencia energética que fue tan exitoso que cuando terminó la situación de crisis los brasileños siguieron consumiendo menos, con medidas tan sencillas como promover la sustitución de electrodomésticos antiguos de consumo elevado por otros más eficientes, medidas que tienen que ver con el cerramiento de edificios, tanto para la calefacción en invierno como cuando están acondicionados en verano; esto es muy utilizado en la industria para detectar y eliminar fugas. Yo quería señalar que UTE tiene todo esto, cuenta con un plan de eficiencia energética financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente y el Banco Mundial (BM), que es parte de un préstamo más amplio que UTE ha tomado para renovación de equipos y –se me ocurre, porque esto es anterior a que yo llegara al Directorio– ha sido una condición del BM, pero tiene un perfil un poco bajo…

EC - Un perfil bastante bajo, diría yo.

JGZ - Exactamente; en algún seminario que se realizó me chocó un poco alguna manifestación de algún funcionario en el sentido de decir: “Bueno, pero en el fondo a nosotros lo que nos interesa es vender más, recaudar más y facturar más”.

EC - Allí iba exactamente con mi pregunta, iba a señalarle que en realidad éste no debería ser un asunto de preocupación de UTE; en el fondo UTE es una empresa cuyo negocio es vender energía eléctrica, así que cuanto más se consuma, desde el punto de vista de UTE, mejor. La cultura del uso racional de la energía eléctrica, la cultura destinada a evitar el despilfarro, sobre todo cuando muchas veces tenemos que terminar importando energía eléctrica, no es que nos arreglemos con la que se genera en las represas hidroeléctricas, que es “gratis”, o casi. Tenemos que importar energía eléctrica, tenemos que destinar divisas a esos efectos, entonces crear una cultura de ahorro o de racionalización del consumo debería ser un tema no de UTE, sino del gobierno, del Ministerio de Industria, Energía y Minería, eventualmente de la Ursea, la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua, pero no tanto de UTE, cuyo negocio es vender... Cuanto más venda, mejor.

JGZ - Es cierto, con determinadas precisiones. Claramente corresponde al Poder Ejecutivo, por su competencia en materia de política energética, pero en una concepción amplia que debería involucrar al Ministerio de Medio Ambiente, porque es sabido que nosotros hemos asumido compromisos en el sentido de no contribuir al cambio climático por la vía de incrementar el consumo energético; pero también de Economía y Finanzas por la dependencia que implica de las fuentes importadas.

EC - Usted dice que a UTE también debería interesarle que el consumo fuera más racional.

JGZ - Por algo UTE tiene tarifas diferenciales en horario pico, por ejemplo; quiere decir que hay momentos de la demanda, pongámosle entre las 18 y 30 y las 22 horas, que le complica el hecho de que todo el mundo esté consumiendo al mismo tiempo. Ahí hay un campo en el que trabajar. También por el lado de retrasar inversión; si todo hubiera salido bien –y ojalá todo salga bien–, se va a necesitar invertir en el orden de los 160 millones de dólares en una nueva central térmica a gas, tema más que conocido por la opinión pública, y al mismo tiempo comprometerse a una importación al firme de gas para cubrir esa demanda; si mantenemos baja la demanda podemos diferir inversiones. Quiere decir que es un tema del gobierno en general, pero también de la empresa UTE, aunque en menor medida.

EC - Claro, pero el gobierno tiene mucho que hacer en esto. Usted mencionaba al pasar una de las formas de racionalizar el consumo de energía eléctrica: sustituir las bombitas tradicionales por otras de bajo consumo; esas bombitas son más caras que las tradicionales, entonces perfectamente podría tomarse una medida desde el Poder Ejecutivo reduciendo la carga tributaria sobre ese tipo de bombitas, sobre aquellos artefactos que consumen menos.

JGZ - Exactamente; el proyecto de eficiencia energética es de UTE junto con la Dirección Nacional de Energía; es de allí que tienen que salir todas esas propuestas. De cualquier modo quiero volver al concepto de coherencia que tiene que haber entre todas las decisiones públicas; nosotros hemos adoptado el eslogan de “Uruguay, país natural”, y eso no se refiere sólo a conservar nuestra flora y nuestra fauna, sino que tiene que estar presente en todos nuestros actos e ir cambiando las pautas de consumo. Vuelto a UTE: una empresa que sigue siendo pública y monopólica no tiene que ser encarada únicamente como una forma adicional de recaudación en este aspecto –descarto todo lo relativo a su eficiencia y a la seguridad que nos tendría que dar en el suministro energético–; de algún modo esa cultura de facturo más, cobro más y recaudo más en una empresa estatal y monopólica para mí debería ser sustituida por otras directrices que atiendan otros objetivos nacionales y más altos.

EC - ¿Usted está sugiriendo que en este momento no se adoptan medidas de racionalización del consumo de energía eléctrica para no bajar la facturación de UTE y consecuentemente no bajar la recaudación de impuestos?

JGZ - No, no es que eso esté ocurriendo en este momento. En todo caso la única racionalización ha venido por la vía de la autolimitación de la gente, la presión tarifaria o la incidencia de la tarifa en el bolsillo de las familias y las empresas ha reducido claramente la demanda, que hasta este año había venido cayendo. En este verano felizmente aumentó nuevamente, creo que básicamente por la incidencia del turismo y por la notoria reactivación que la economía del país tiene. En esencia, que una empresa que el año pasado, 2003, facturó 500 millones de dólares en bruto, haya tenido una utilidad de un 30 por ciento en dólares parece un poco fuera de la realidad de cualquier empresa y de lo que tendría que ser el objetivo de una empresa nacional energética.

EC - ¿Qué quiere decir con eso? ¿Que ganó demasiado?

JGZ - Yo entiendo que ganó demasiado, sinceramente; hubiera preferido que ese dinero hubiese quedado en los bolsillos de las familias y las empresas uruguayas para ser redistribuido en la economía de otro modo. Pero, por cierto, con eso UTE amortizó deuda y en otra época transfirió a Rentas Generales, lo cual no está mal en definitiva, pero no debiera estar dentro de las prioridades.

EC - El director nacional de Energía, Álvaro Bermúdez, dice que por el momento no se instará a la población a una racionalización del consumo, ya que se está logrando recibir energía desde Argentina y Brasil; esto está en el diario El Observador de hoy.

JGZ - Es una competencia del Poder Ejecutivo; recién escuchaba que en Buenos Aires llueve, ojalá la lluvia se generalice y se normalicen todos los caudales de nuestros ríos que permiten la generación hidroeléctrica, y que además se arregle la situación del suministro de gas en las generadoras argentinas. Pero si eso no ocurriera, en algún momento va a tener que llegar.

EC - Mi pregunta es: si no hacemos ahora, ya, racionalización del consumo, por más que estemos importando de Argentina y de Brasil, también estamos haciendo funcionar las centrales térmicas.

JGZ - Por un lado estamos gastando muchísimo dinero en máquinas que no son eficientes.

EC - Y en cualquier momento va a haber que aumentar la tarifa, porque se va a terminar ese colchón que quedó acumulado con el último incremento de la tarifa de UTE.

JGZ - Sí; sobre eso quisiera hacer una reflexión. Por otro lado estamos gastando el agua que tenemos embalsada en el río Negro, que no es mucha, que dará para un mes aproximadamente. Si realmente ocurriera como lamentablemente ha ocurrido en el pasado, que las lluvias caen pero no en los lugares adecuados y la recuperación de esos caudales no es la necesaria, nadie puede descartar que no lleguemos a una situación peor. Yo hago todos mis votos y deposito todas mis esperanzas para que eso no ocurra.

EC - Sí, pero no es cuestión de votos y esperanza, es cuestión de tomar medidas.

JGZ - Claro, pero no faltará quien diga: “Acá sale este augur de malas noticias”.

EC - Pero estamos hablando de otra cosa: de planes de contingencia para evitar que se precipiten después situaciones que no pudimos controlar.

JGZ - Efectivamente. Pero aun al margen de la coyuntura, creo que todas estas situaciones de crisis tienen que ser vistas como oportunidades para cambios positivos, de fondo. Debiéramos incorporar de manera permanente –y volvemos a lo del comienzo– una cultura del ahorro en función de nuestra dependencia y de los altos costos energéticos que tenemos, para tener más seguridad y costos más bajos, simplemente eso que le sirve a todo el mundo, al gobierno, a las familias y al sector empresarial.

EC - Usted dejó algo colgado al pasar sobre si habrá que aumentar la tarifa si se sigue consumiendo fueloil en las centrales térmicas.

JGZ - Mi punto de vista es que podemos diferir bastante más ese aspecto, el aspecto económico o la incidencia económica de la crisis…

EC - ¿Por qué?

JGZ - Por lo siguiente: porque tanto el ejercicio 2000, como el 2001, como el 2002, como el 2003, tuvieron presupuestos que se calcularon en base a un consumo de combustibles para generación que luego no se produjo.

EC - Ah, qué interesante es eso.

JGZ - El tal colchón de hecho es bastante más grande y bastante más anterior.

EC - O sea que el colchón no es sólo del último incremento de las tarifas, sino que viene un colchón de 2002 y 2003.

JGZ - En las últimas instancias en que se discutió las tarifas mi posición ha sido: en realidad esto no es necesario porque hemos tenido muy buena hidraulicidad; no puede ser que cuando falta el agua nos hablen de tarifa térmica, pero cuando el agua fue abundante y lo que habíamos previsto gastar en comprar combustible no se gastó, luego no sea devuelto al contribuyente, usuario o cliente. De modo que, pienso, tanto la empresa UTE, como el propio Estado uruguayo, tienen “resto” suficiente como para explicarlo de forma que la gente lo entienda claramente y promediar el mayor costo de ahora con lo que ya ahorramos en lo que va de esta administración y lo que seguramente volveremos a ahorrar cuando la situación se normalice.

EC - En términos sencillos usted dice que hace bastante tiempo, no desde el último ajuste, que estamos con la tarifa inflada.

JGZ - En realidad cada presupuesto anual que se hace, se hace sobre la base de una previsión de compra de combustible que felizmente hasta ahora no había sido necesario utilizar, pero que todos sabíamos que por los ciclos normales en el clima, más algunos desbalances notorios que se están produciendo más recientemente, eso iba a venir. Pero al cierre de cada ejercicio no se dice: se ahorró tanto por no gasto de combustible.


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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe

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