18.12.2005














Concretan alternativas de sustitución eléctrica en Brasil

Ministro de Energía, José Villar: Las autoridades brasileñas han accedido a continuar enviando electricidad a través de Rivera, más allá de los 40 días que equivaldrían a la asistencia que brindó Uruguay cuando ellos tuvieron problemas. Tampoco tienen inconvenientes en ceder a Uruguay la destinada a Argentina mientras ésta no la utilice. Se seguiría utilizando la generación térmica en espera de que se recupere el potencial hidráulico.



EN PERSPECTIVA
Miércoles 07.04.04, 07.40.



EMILIANO COTELO:
Las anunciadas lluvias resultaron ser muy escasas, lo que mantiene el alerta sobre la producción agropecuaria y también sobre el déficit energético, por el déficit de generación hidráulica en Salto Grande. Allí se sitúa uno de los faltantes puntos débiles, al que se agregó el cese abrupto del suministro que se importaba de Argentina.

Las autoridades uruguayas desarrollan desde hace dos semanas distintas gestiones para cubrir ese déficit. En particular, en estas horas se encuentran en Brasil el ministro de Energía, José Villar, como el presidente de UTE, Ricardo Scaglia.

Aparentemente han logrado avanzar allí otro paso en el intento por conjurar la crisis eléctrica. La ministra de Minas y Energía de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró ayer por la tarde que no tiene objeciones para mantener más allá de los plazos previstos originalmente el suministro eléctrico que ese país viene proporcionado a Uruguay a través de la estación conversora Rivera – Livramento, dice hoy El Observador. La funcionaria también aceptó que energía norteña llegue a Uruguay, vía Argentina, aunque el asunto debe ser discutido ahora en Buenos Aires.

***

Estamos en comunicación con el ministro Villar, a quien hemos ubicado en Río de Janeiro. ¿Cuántos días hace que están en Brasil?


JOSÉ VILLAR:
En realidad empezamos a trabajar ayer. Llegamos de madrugada, así que llevamos una jornada de trabajo.


EC – Fue la segunda visita a Brasil en muy pocos días.


JV – En lo personal es la primera; había estado la gente de UTE y el director de Energía, cuando se gestionó en el primer momento la conexión a través de la conversora Rivera.


EC - ¿Qué resultados dejan estos contactos de ayer con las autoridades brasileñas?


JV – Buenos. Nosotros planteamos dos cosas concretas y la opinión de la ministra fue favorable. Una fue continuar recibiendo energía a través de la conversora de Rivera más allá del período que insumiera la devolución de la energía que en su momento UTE facilitó a Brasil (lo estimamos en unos 40 días a partir de que se empezó a recibir). Ustedes saben que, más allá de una decisión política, requiere una instrumentación a través de la empresa Eletrobras, lo que se va hacer hoy; pero la ministra fue favorable a eso y nos estaría dando una tranquilidad, más allá de que no es una cantidad importante de energía, pero bueno...


EC - ¿Por qué Brasil podría decir que no, si lo que Uruguay pretende es comprar esa energía; por qué podría no estar disponible después de este plazo de 40 días?


JV – Puede decir que no básicamente por entender que existe una situación energética en que no lo puede brindar. Puntualmente, incluso, ellos tienen un componente hídrico muy alto y, en términos generales, están bien de agua. Increíblemente y fuera de lo común están muy bien en el nordeste, lo que no es habitual para este período del año, y están más flojos de agua en el sur, en Rio Grande, justamente la zona de interconexión. En consecuencia, pudo haberse generado una situación de duda o de falta de posibilidades. Pero no fue así, de modo que en ese sentido la decisión política de la ministra fue muy amigable, muy favorable...


EC – Ese camino quedó despejado, entonces, y continuará viniendo energía eléctrica de Brasil por esa interconexión más allá de los 40 días, pero ¿de qué manera? Hasta ahora estamos recibiendo la compensación por la energía eléctrica que en su momento suministró Uruguay a Brasil cuando éste tuvo déficit, o sea que no estamos pagando en efectivo por ella. A partir de los 40 días ¿habrá que empezar a pagar, o también comenzará un sistema de compensación a la inversa?


JV – Yo le decía antes que continúan hoy las gestiones con Eletrobrás por ese tema puntualmente. Eletrobrás y UTE hicieron la inversión de la conversora en sociedad. Es una relación muy particular, que los técnicos de UTE dominan muy bien, y esta mañana se van a reunir para finiquitar ese aspecto. Así que todavía no le podría decir con exactitud en qué términos.


EC – Pero usted decía que había un segundo punto para la agenda de ayer con la ministra brasileña.


JV – Como es sabido, Argentina y Brasil llegaron a un acuerdo sobre el cual falta ajustar algunos detalles comerciales para que Brasil le cede hasta 500 megavatios a través de la interconexión que tienen ellos. La semana pasada, hablando con el secretario de Energía de Argentina, ingeniero Daniel Cameron, me manifestó que –si bien habían conseguido esa autorización—realmente tienen intención de no utilizar esa energía hasta el caso extremo de tener que hacer cortes eléctricos en Argentina. Y él no prevé esa situación para el mes de abril. En consecuencia, se nos ocurrió plantear a Brasil en primera instancia, como corresponde, la posibilidad de poder utilizarla nosotros en la medida en que Argentina no la esté utilizando, por lo menos en forma interrumpible, como se dice técnicamente en estos casos. La ministra no planteó ningún inconveniente, también lo facilitó. Anoche hablé con el ingeniero Cameron, y me dijo que ellos están pensando terminar los ajustes de este acuerdo este lunes o en todo caso el martes, y que él tiene la mejor disposición para conversar una vez terminado eso, pero que en principio nos iba a facilitar esa alternativa con mucho gusto.


EC – En definitiva, entonces, a partir de estas dos novedades surgidas a partir de ayer, ¿cómo estamos en relación a la necesidad de sustituir lo que hasta hace dos o tres semanas estábamos importando de Argentina y prácticamente se cortó?


JV – Estamos bien. Nosotros recibíamos 338 megavatios, de los cuales ya nos restituyeron 130. Más 70 que estamos recibiendo de Brasil, serían 200. Y de estos 500 megavatios vamos a tratar de conseguir lo máximo posible...


EC – Estarían faltando unos 140 megavatios.


JV – Por eso, y no va a haber inconvenientes para cubrirlos. Diría más: vamos a tratar de gestionar más cantidad para tener una reserva, por lo menos hasta que se vea que mejoran las cotas de las represas.


EC – Es decir que, una vez agotados estos detalles, ¿podrían apagarse las centrales térmicas?


JV – No iría tan lejos, porque Santo Grande ha disminuido su generación y, en el momento en que estábamos recibiendo de Argentina esa cantidad, estábamos con mayor generación hidráulica. Le diría que no. En estas situaciones de crisis hidráulica, siendo un porcentaje muy importante en nuestra matriz, hay que ser muy prudentes y no olvidar que Salto Grande está en un nivel bajísimo, que está a poco de tener que parar porque tiene que alimentar de agua potable a Salto y a Concordia. De modo que estamos en una generación mínima a esta altura, lo que obliga a tener prudencia. Diría que hoy por hoy, aunque sea transitoria y deseable por el menor tiempo posible, aprovechar todo lo térmico que se tenga para reservar la poco agua que hay ahí.


EC – En definitiva, ¿qué panorama avizora para las próximas semanas, suponiendo que no llueva en la zona de Salto Grande?


JV – En la línea de trabajo en que estamos, si redondeamos el éxito de esta gestión, utilizar el máximo de energía que estamos consiguiendo y cubrir con ella el déficit de Salto Grande. No queda otra.


EC – O sea: funcionaríamos con toda esa energía importada, tanto de Argentina como de Brasil directamente o vía Argentina, más lo que producen las centrales térmicas.


JV – Correcto.


EC – Y eso ¿satisfaría las necesidades de consumo, o habría que ingresar ya en un plan de restricciones?


JV – Le diría que con la represa de Salto Grande hoy estamos en el orden de los 500 y algo, más 100 de Salto; de energía térmica nuestra estamos cerca de los 500... Con eso, teóricamente, estaríamos más o menos cubriendo el pico de alta de hoy. Y tenemos la diferencia de lo que estamos trayendo de afuera, así que no veo razón por ahora para que se planifique... Bueno: se puede planificar para alternativas posteriores, pero no estamos en la etapa de pensar en restricciones.


EC – Restricciones no; pero ¿tampoco una política de recomendaciones a la población para que minimice el uso de energía eléctrica? Llama la atención que no se vaya por ese camino por lo menos: una racionalización del consumo.


JV – Está bien; la parte formal siempre incide en estas cosas, pero de esto venimos hablando y ustedes los comunicadores están informando permanentemente en forma muy amplia y acabada todas estas alternativas. Ayer veía en el diario El País una foto patética de Salto Grande. Nosotros no retaceamos información, la llevamos poco menos que en tiempo real: yo estoy haciendo gestiones en Brasil, usted me llama y con mucho gusto le informo.

Creo que, en este tipo de situaciones, la ciudadanía gradualmente va tomando conciencia de que la situación puede complicarse. Es probable que, formalmente, si uno hace un comunicado exhortando a reducir los consumos, tenga mayor efecto. Es probable. La verdad es que –se lo tengo que decir con honestidad— no tengo esa experiencia.


EC – No le parece necesario. Le parece suficiente con la conciencia que el ciudadano tenga a partir de la información que recibe.


JV – No digo que no sea necesario llegada una situación más crítica. Uno está midiendo los consumos permanentemente y, si ve que se mantienen altos y que la gente no ha hecho eso de motu propio, habrá que explicarle bien las cosas...

Pero es una alternativa para más adelante. No quiero que se deduzca que ese es un escenario inmediato. Le diría que, antes de entrar en una etapa de necesidad imperiosa de restringir energía, la gente que tiene experiencia en eso (UTE la tiene porque hay gente de muchos años ahí adentro) manejará las cosas como corresponde, promoverá una reducción voluntaria y ahí se medirá el consumo y se verá hasta qué punto tiene efecto. En Brasil sucedió eso: hace cuatro o cinco años hubo una crisis hidráulica tremenda, una sequía muy grande, las autoridades pidieron a la ciudadanía que redujera el consumo y voluntariamente, creo que sin hacer apagones, se redujo en el orden del 20%. Eso hizo superar la crisis.

Tengo la tranquilidad de que, llegado el momento, si esa situación se diera en Uruguay, si se diera, tendremos que ir quemando etapas en ese sentido y de la misma manera para lograr el objetivo principal que es tener energía para lo que realmente es imprescindible: la producción, servicios esenciales, etcétera, y también mantener la calidad de vida sin despilfarrar energía.

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Notas relacionadas:

Crisis energética: director afirma que los costos pueden cubrirse con “ahorro” de años anteriores. UTE “ganó demasiado” entre 2001 a 2003, reconoció el director blanco de la empresa eléctrica, Juan Gabito Zóboli. “Que una empresa que 2003 facturó 500 millones de dólares en bruto, haya tenido una utilidad de un 30 por ciento en dólares, parece fuera de la realidad”, agregó. Ese sobrecosto que pagaron los clientes durante los años anteriores permite enfrentar la crisis energética sin recurrir al aumento de tarifas. Para Gabito se debe generar “una cultura del ahorro en función de nuestra dependencia y de los altos costos energéticos, para tener más seguridad” y eficiencia (06.04.04).

“Uruguay sigue sin definir un Plan Energético Nacional”. Ex director de UTE, diputado Ronald Pais (FB, PC): Durante este gobierno y el anterior se insistió en apostar al sector privado dilatando la participación de UTE en nuevos emprendimientos. Los partidos no han discutido internamente ni buscado acuerdos sobre un modelo: ser 100 por ciento independientes nos cuesta dinero, pero tener energía más barata y absolutamente dependiente nos lleva a que un día no la tenemos y perdemos mucho más (02.04.04).

El Observador (07.04.04):

En este contexto de dificultades para Uruguay en materia eléctrica, el Banco Mundial aprobó el pasado 26 de marzo un proyecto dotado con algo más de U$S 20 millones para mejorar la eficiencia energética del país, el que apunta a incrementar la demanda de los consumidores por bienes y servicios que puedan contribuir a ese objetivo. Incluye acciones en los departamentos más poblados, el marketing para incentivar el uso de aparatos que permitan ahorros, la creación de un Consejo Nacional de Ahorros y la entrega de equipamientos de generación solar de electricidad a hogares rurales pobres. El primero de los elementos del proyecto se denomina Desarrollo del Mercado de Energía Eficiente, está dotado con U$S 10,7 millones y será implementeado por el Ministerio de Industria, Energía y Minería. Apunta a respaldar actividades que mejoren la eficiencia energética en todos los sectores económicos y el ahorro de todo tipo de energía.

Este proyecto puede derivar en la creación de un Consejo Nacional de Ahorro y de un sello que se colocaría en los aparatos electrodomésticos de más uso y equipos de iluminación e industriales y que acreditaría que ahorran energía.

Dentro de este mismo elemento del proyecto, se incluye un Fondo Uruguayo para la Eficiencia Energética con U$S 7,9 millones, destinado a financiar distintas actividades, que sería administrado por un banco por encargo del Ministerio de Industria. Realizará préstamos ya sea en dólares o pesos.

Otro elemento del plan, al que se asignan U$S 8,9 millones, es la creación de una Unidad de Ahorro Energético dentro de UTE que desarrollará nuevas áreas de negocios.

El Banco Mundial prestará asistencia técnica para establecer la unidad, para dotarla de personal y enfrentar sus costos y para realizar investigaciones de mercado y capacitación.

El proyecto inicial de la unidad apuntará a la provisión de iluminación eficiente, calentadores de agua y otros equipos para clientes residenciales y comerciales en Ciudad de la Costa, Paysandú, Colonia del Sacramento y San José. También proveerá de alumbrado público en Maldonado, San José, Soriano y Lavalleja y apuntará a la reducción de pérdidas energéticas en las zonas urbanas pobres.

Además se destinarán U$S 1,3 millones a la entrega de equipamiento de energía solar para hogares rurales de bajos ingresos.

Un tercer elemento del proyecto denominado Administración del Proyecto contará con U$S 1,2 millones y será gestionado en forma conjunta por UTE y el ministerio.

Por otra parte, en otro coletazo de los problemas energéticos argentinos, Ancap decidió interrumpir parte del suministro de gas natural que realiza en forma directa a las industrias que utilizan este fluido en carácter de interrumpible entre las que se encuentran Metzen & Sena y Fanapel. El corte en principio se extenderá hasta el 12 de abril.


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Transcripción y edición: Jorge García Ramón


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