18.12.2005












DESPUÉS DE AÑOS, YA SE PUDO ENCARGAR UN EQUIPO QUE VALE U$S 150 MIL

Nace el Grupo de Amigos
del Instituto Clemente Estable

Director del Iibce, doctor Luis Barbeito: El instituto, un centro de investigación multidisciplinaria reconocido, actúa sobre la salud humana y también sobre la calidad de la producción. Necesita fondos pero también “lobby”. Presidente de Paylana SA, ingeniero Isaac Soloducho: Quise actuar como un catalizador para que empresarios y sus instituciones contribuyan porque estos nos beneficia a todos, y no con una suma puntual sino con una colaboración permanente.

EN PERSPECTIVA
Jueves 15.04.04, 08.55.



EMILIANO COTELO:
Queremos contarles a propósito del nacimiento, en esta jornada, de una iniciativa que es tan innovadora como saludable, algo muy común en países desarrollados pero no tanto aquí en Uruguay. El titular podría ser: “Hoy nace el Grupo de Amigos del Instituto Clemente Estable”. Una apuesta a promover la investigación, pero eludiendo la casi histórica y a veces frustrante dependencia de las arcas del Estado.


***


Sobre esta experiencia que hoy se pone en marcha vamos a conversar por un lado con el director del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (Iibce), doctor Luis Barbeito, y con alguien que tiene mucho que ver en la génesis de este proyecto –no sé si no decir que es el impulsor–, el ingeniero Isaac Soloducho, presidente de Paylana SA. Soloducho tiene hoy 80 años, ¿verdad?


ISAAC SOLODUCHO:
Sí, señor; ya cumplidos.


EC - ¿Y continúa en actividad?


IS - Qué más remedio; los doctores dicen para estar saludable que hay que trabajar.


EC - Comencemos por el doctor Barbeito para ubicar al Iibce; ¿podemos repasar qué es exactamente este instituto, por si alguno de los oyentes no lo tiene presente?


LUIS BARBEITO:
El Instituto ya tiene hoy casi 75 años de antigüedad, nació como un laboratorio dentro del área de la educación, impulsado por el profesor Clemente Estable a su regreso de España. Primero fue un laboratorio de preparaciones biológicas para ser usadas en la educación, y luego progresivamente fue adquiriendo mayor complejidad, mayor multidisciplinariedad, hasta el día de hoy, en que está ubicado en avenida Italia y Francisco Simón, con aproximadamente 2.000 metros cuadrados de laboratorios y un relativamente buen equipamiento, donde trabajan 100 personas y cuya misión es el estudio del fenómeno de la vida y sus aplicaciones biomédicas y biotecnológicas.


EC - ¿Por ejemplo?


LB - El fenómeno de la vida es algo complejo, entonces puede haber cosas extremadamente puntuales como estudiar la genómica, los mecanismos por los cuales se codifica la información biológica; la proteómica, cuáles son las proteínas que van a ejecutar la información de los genes para llevar a cabo funciones; hasta el estudio de enfermedades de varios tipos en su plano más fundamental, preclínico. También tiene mucho que ver con la parte agronómica, estudia los aspectos genómicos y proteómicos de los vegetales; la microbiología tiene asimismo un espacio importante, todos los gérmenes que nos acompañan para el bien y para el mal están presentes y hay un fuerte grupo que estudia esos temas.

Y el legado de Clemente Estable, que era neurobiólogo, una persona que se fascinó y dedicó su vida al estudio de los mecanismos de funcionamiento del cerebro, lo que conocemos como neurociencias, y prácticamente la mitad del Instituto hoy constituye casi un centro de neurociencias, una rama muy avanzada en Uruguay comparativamente con otros países, donde trabajan alrededor de 50 personas en diversos ámbitos, en la parte eléctrica, en la parte química, en la parte celular...


EC - ¿Cuántos investigadores en total tiene el Iibce?


LB - En plantilla hay 50; luego tenemos 20 becarios que van rotando, que pertenecen a un fondo del Ministerio de Educación y Cultura, y hay alrededor de 30 personas que trabajan en proyectos; algunos provienen de becas del Pedeciba, otros tienen cargos de la Facultad de Ciencias, que nos reconoce como unidades asociadas. Yo diría que hoy por hoy debe haber unas 120 personas trabajando en el Instituto, muchas de las cuales son estudiantes.


EC - Un instituto que depende, es una unidad ejecutora del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).


LB - Exactamente, es una unidad ejecutora del MEC desde hace años, pero muy vinculada funcionalmente a la Universidad de la República y otras instituciones; mantenemos proyectos comunes con el INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria), con fundaciones internacionales... Nuestra vocación también es abrirnos al exterior, las grandes novedades en biología ocurren casi siempre afuera; hay una gran revolución que se está llevando a cabo y que hay que seguir de cerca, de otra manera estaríamos obsoletos en nuestras funciones, y eso lleva más o menos el 60 por ciento de nuestro tiempo laboral: estudiar para ver lo que está pasando afuera, ponernos en contacto con esa gente, tratar de introducir técnicas para seguir siendo competitivos en algunas áreas.

Y para demostrar que estamos en los cierto y que nuestras investigaciones son valederas precisamos el reconocimiento y la aprobación de nuestros colegas en el exterior, es así como funciona la ciencia. Nuestros investigadores son evaluados por las publicaciones internacionales que se hacen en revistas que son arbitradas por colegas; ahí es donde se mide la calidad de lo que se produce. En ese sentido nuestro Instituto realiza el 10 por ciento de la producción científica original de todo el país, medida en términos de publicaciones, que son aproximadamente 35 y 45 publicaciones anuales de difusión mundial.


EC - El último dato para ubicar al Iibce, ¿cómo funciona presupuestamente?


LB - Presupuestamente contamos con el apoyo mayor que nos proveen las arcas estatales a través del MEC con un presupuesto de aproximadamente 550 mil dólares, casi todo dedicado a la parte de remuneraciones, y una pequeña cuota de gastos de mantenimiento y de inversiones. Cabe decir que ese dinero de gastos e inversiones financia prácticamente el 10 por ciento de las investigaciones que se llevan a cabo. O sea que los investigadores que entran al Instituto tienen que saber que debemos movernos en el plano nacional e internacional para obtener el dinero que nos provee el equipamiento y los gastos de funcionamiento que cada día son más caros, porque todo esto se vuelve más sofisticado. El Instituto tiene contactos con universidades, con fundaciones, con organismos de salud y de promoción de la ciencia a nivel mundial y estamos obligados a presentar proyectos competitivos en todos los ámbitos donde sea posible.


EC - Pero hasta ahora no tenían relación con una fundación en Uruguay.


LB - Si bien habíamos recibido donaciones puntuales de personas fallecidas que obviamente dejaban un pequeño legado (nunca fueron muy grandes), no hubo nada organizado, un grupo de personas que se contactara con nosotros para establecer un vínculo, una apertura social, interesarse por nuestros problemas (lo que obviamente tiene que generar una reciprocidad). Creo que es buena cosa que también el Instituto se preocupe por gente que se interesa, es nuestra vocación. Pertenecemos a la sociedad y debemos volcarnos a ella.


EC - Les hubiera venido muy bien contar con un respaldo de ese estilo porque han andado con problemas en distintos momentos.


LB – Obviamente; ahora mismo, al igual que todo el país, atravesamos dificultades presupuestales y hemos pasado momentos críticos en los cuales además faltó lobby, no solamente dinero, trabajo de personas bienintencionadas, a veces también falta lobby para destrancar pequeños escollos o para obtener un reconocimiento en tal o cual lugar. Eso es una cosa que valoro mucho.


EC - En este contexto es que llega esta iniciativa del Grupo de Amigos del Clemente Estable.


LB - En este momento confluye una cantidad de gente que se estaba acercando, que quería colaborar, que llamaba, y creo que el catalizador –para hablar con un término enzimático– de esto fue el ingeniero Soloducho, que llamó una vez, otra vez y la tercera le devolví la llamada. Obviamente tiene experiencia en lo que pasa en otros países del mundo, rápidamente se interesó por los problemas –él lo va a contar mucho mejor que yo– y nos abrió una perspectiva que hasta hace un mes y medio no existía en nuestra mente.


***


EC - Ingeniero Soloducho, ¿por qué sintió la necesidad de hacer algo así y de dar este paso?


IS - Usted lo mencionó hace un rato, al introducirme: tengo 80 años y toda mi vida entendí que una persona que tenía que estar vinculada a la sociedad siendo empresaria, no podía dejar de interesarse por problemas societarios, tratar de ayudar, y lo he hecho siempre; últimamente me quedé sin trabajo.


EC - ¿Cómo es eso?


IS - No estaba trabajando para ninguna institución de beneficencia o social y empecé a pensar dónde podía conseguir trabajo (risa).


EC - Su actividad en instituciones sociales estuvo muy ligada sobre todo a la comunidad judía, ¿verdad?


IS - Sí, ocupé diversas posiciones en la Comunidad, entre ellas presidente en dos períodos, y en algunas otras sociedades, pero toda la vida trabajé en cuestiones comunitarias, incluso en la Fundación pro Hospital de Clínicas; durante un tiempo estuvimos allí y después dejamos de trabajar. Y ahora, pensando dónde podía insertar mi medio laboral, resulta que tengo una nieta en Israel estudiando temas vinculados a los que mencionó el doctor y por lo tanto me acerqué. Yo tenía admiración por el profesor Estable –quien además de ser un científico importante escribía como los dioses– y cuando era más joven acostumbraba leer sus escritos.

Debo reconocer en primer lugar la forma en que me recibieron. Hablé sobre cómo podía colaborar y me recibieron de una forma extremadamente amable, desinteresada, a tal punto que en una cena familiar el otro día me contaron una anécdota que puedo contar: una chica estaba buscando dónde estudiar ciencias y fue a muchos lugares, pero en ningún lugar (yo la dejé hablar sin decir que yo estaba en esa iniciativa) la habían atendido tan bien como en el Clemente Estable.


EC - ¿En principio cuál era su idea: contribuir, poner dinero?


IS - No sólo poner dinero personalmente, no se trata de una contribución personal por una vez. Yo siempre trabajé en comisiones, en colaboraciones, no creo en el impulso personal que solamente sirva a esa institución. El doctor Barbeito lo dijo al pasar, suele haber donaciones individuales, pero en Uruguay no hay una costumbre de protegerlas, como en los países anglosajones; alcanza con ir a Estados Unidos y ver las grandes fundaciones originadas por inversiones privadas, más otras no tan grandes ni famosas.

Yo he notado y noto una carencia en Uruguay por parte de los empresarios de acercarse a colaborar con fines sociales, científicos; personalmente me gustan los fines científicos. Por lo tanto creo que lo que estamos haciendo es lo que hemos hecho en otra oportunidad, es acercar a los diversos entes representativos –Cámara de Industrias, Asociación Comercial, Asociación Rural, Rotary Club– e ir formando; no me considero ningún reformador ni persona que pueda cambiar, no es un uruguayismo, hay que ir formando cultura, conciencia. He tratado de hacerlo en la medida que puedo, pero todavía es muy escasa.


EC - O sea que el proyecto es muy ambicioso porque por ahora se concentra en el Iibce, pero al mismo tiempo busca ser algo así como un ejemplo, busca generar un efecto demostración en el empresariado uruguayo para que otros puedan poner en marcha iniciativas similares en relación con otras actividades, por ejemplo vinculadas a la ciencia o la tecnología.


IS - Exactamente. Yo creo que el empresariado que sobrevivió no puede estar ajeno; pero eso fue algo circunstancial, está en la historia, va a seguir viviendo, va a haber industria, va ir creciendo, va a haber comercio, hay servicios con respecto a los cuales todo empresario tiene que tener un sentido de apoyo, de convivencia con la sociedad. Como usted dijo antes de esta entrevista, la integración en las escuelas y en los liceos, tiene que haber una integración permanente, formal; el empresariado debe sentir una obligación, ya que no puede dejar en el Estado el soporte y la ayuda.

El caso que cita el doctor nosotros lo vivimos todos los días en las empresas: las empresas tienen que ir tecnificándose y reinvirtiendo. Lo estamos viendo en Argentina con el gas y la electricidad, las empresas dejaron de reinvertir y pasó lo que pasó. Cualquier empresa, aún una textil, que se supone que no avanza con la rapidez de otras ciencias, si se queda un par de años sin invertir, atrasada, está muerta, no tiene retorno.


EC - Usted citaba un artículo que leíamos más temprano a propósito de los problemas de integración que se dan en los liceos públicos entre el instituto de enseñanza en sí y su entorno, la sociedad en la cual está enclavado. A partir de ese ejemplo ahora se refería a cómo puede funcionar un grupo como este, Grupo de Amigos del Instituto Clemente Estable en este caso. Usted quiere decir que no se trata simplemente…


IS - …de un apoyo individual.


EC - Primero, no se trata de un apoyo individual; y segundo, no se trata de que ese grupo se limite a fortalecer desde el punto de vista de sus recursos a una institución como esta;


IS – En parte, sí.


EC – ...pero al mismo tiempo apoyarse en ella en busca de desarrollos tecnológicos.


IS - Inversiones. En la invitación para esta tarde hemos preparado una cantidad de ítems en los que podemos colaborar. Por ejemplo, los aparatos son muy caros; debo decir que desde hace años ellos están deseando, necesitando un aparato indispensable que les permitiría dar un salto importante…


EC - Sí, porque esta relación entre el Iibce y el ingeniero Soloducho ya ha producido un resultado concreto. Me gustaría que el doctor Barbeito nos contara brevemente este hecho que tuvo lugar en estos meses.


IS – Sin números, ¿eh?


LB - Esto es algo anecdótico con lo que el ingeniero Soloducho nos dejó sorprendidos. Es verdad que nosotros hacía años veníamos buscando la forma de llegar a un equipamiento que se llama microscopio confocal, que es un microscopio sofisticado que utiliza una tecnología láser y un software muy potente para analizar el preparado histológico, las células o lo que sea en planos muy finos. Es una técnica que hoy por hoy requiere cualquier estudio, es un requisito indispensable; en Uruguay no hay ningún aparato de este tipo y para hacer estos estudios tenemos que mandar a alguien con los preparados a otros países, y eso nos está limitando enormemente.

Hace dos o tres años decidimos ponernos a la compra de esto, convencimos al ministro de Cultura de la época de que nos reforzara un presupuesto para lograrlo; pero no llegamos a la totalidad…


EC - El ingeniero Soloducho decía que no habláramos de cifras, pero hablemos de cuánto cuesta ese tipo en total.


IS – Era sobre mi colaboración.


LB – Estamos hablando de equipos que son del orden de los 150 mil dólares. En esa oportunidad pudimos comprar la base, de aproximadamente la mitad, después una donación muy generosa nos permitió alcanzar la segunda mitad del aparato –estamos hablando de períodos de seis a ocho meses– y ahora estábamos trancados, nos faltaba un resto importante y creo que en la primera reunión con Soloducho dijo: “Bueno, ¿cuáles son los problemas del Instituto, en qué puedo ayudar?”; le dije “Tenemos este problema, falta terminar la obra que quedó inconclusa, falta esto, y tenemos un equipamiento que hace cuatro años que estamos queriendo comprar y no podemos llegar, nos falta un pico”; y Soloducho nos dijo: “Coordinen una reunión con el proveedor y yo voy a negociar, porque ustedes seguramente (y es pura verdad) no saben”.

Se hizo esa reunión con el proveedor y el negocio se cerró, obviamente con un compromiso del ingeniero Soloducho de que se iba a alcanzar la cifra en el plazo de unos meses, para que este equipo se construya y se instale en Uruguay. Obviamente, en la comunidad de investigadores del Instituto estamos sumamente contentos porque hemos plasmado una vieja aspiración.


EC - O sea que ese equipo ya va a formar parte de las instalaciones del Iibce; ¿en qué fecha, aproximadamente, estará disponible?


LB - En 90 días. El Instituto, al igual que otras instituciones que trabajan en biología y biotecnología, cuando hay equipamientos únicos crean el concepto de servicio, son servicios nacionales; nosotros ya tenemos un par de servicios nacionales –uno a medias con la Facultad de Ciencias– que están abiertos a todo el país. Porque esas tecnologías sirven para hacer investigaciones muy puntuales, pero también para el control de calidad de productos, exportaciones, importaciones, etcétera. Lo bueno que tiene el Instituto es que tenemos un know-how muy importante de personas que van a hacer estos equipos, que son sofisticados, con el mejor rendimiento, y a pesar de que se rompan y no esté el service en Uruguay nosotros nos arreglaremos para que sigan funcionando.


EC - Así que el Grupo de Amigos del Clemente Estable, aún no constituido, ya produjo resultados.


LB – Y eso nos dio la convicción de que esto es muy factible, muy productivo y que actuando a otros niveles, que no necesariamente pasen por el dinero sino por el lobby, el apoyo y el entramado social, podríamos obtener muchas otras cosas que son necesarias.


***


EC - Doctor Barbeito, ¿podemos ver dos o tres ejemplos concretos de proyectos de investigación del Iibce relacionados con la realidad uruguaya, con la actividad productiva uruguaya?


LB - Mi temor es ser injusto, porque hay muchos proyectos. Yo señalaría aquellos que están apoyando a través de técnicas moleculares y microbiológicas los problemas productivos del país, los problemas de calidad. Si bien no necesariamente esa es la misión del Instituto, se está llegando a eso por una cuestión de necesidad.


EC - Algunos casos concretos.


LB - Hoy por hoy jerarquizaría la aplicación de técnicas moleculares al diagnóstico de enfermedades en plantas, por ejemplo, que es un proyecto que nos tiene muy esperanzados; eso es genómica.

Después tenemos un servicio de proteómica con un aparato muy sofisticado que estudia y analiza las proteínas en forma muy avanzada y que en la medida que se ponga a punto y empiecen las interacciones va a permitir lograr diagnósticos increíblemente rápidos, baratos y efectivos para control de calidad de productos biotecnológicos, biomédicos, de todo lo que es proteínas en alimentos, medicamentos, en lo que sea, que van a poder ser analizados. Es una técnica nueva y única en el país con enormes posibilidades.


EC - ¿Y un tercero?


LB - Quizás pongamos la microbiología o el desarrollo de fármacos o de vacunas.


EC - ¿Vacunas, por ejemplo?


LB - Hay una vacuna en desarrollo para enfermedades neurodegenerativas que está bajo mi égida, pero también hay un desarrollo de vacunas para enfermedades por ejemplo del ñandú. Hay 60 proyectos en el Instituto, algunos que la sociedad va a reconocer como importantes, otros con respecto a los cuales va a decir: “¿Y esto para qué sirve?”. Esa es la realidad.


IS - Ingeniero Soloducho, vayamos a lo que ocurre esta tarde: el Grupo de Amigos del Instituto Clemente Estable se presenta en sociedad, realiza su lanzamiento formal. ¿Cuál es el objetivo de este primer encuentro?


IS - El objetivo es formar un grupo, no es una iniciativa de una sola persona ni de unas pocas personas; hemos invitado y estamos pensando en seguir buscando (como dijo el doctor Barbeito, recién nos integramos) a todos los sectores sociales del país desde el punto de vista empresarial –Cámara de Industrias, Asociación Comercial, Asociación Rural, etcétera– para que vayan formándose conciencia de la necesidad de una colaboración económica más estrecha para que se puedan realizar algunos fines que son el sueño de una cantidad.

Me permito pasar un aviso: ellos no están demasiado bien pagos –nadie en el ámbito público en la sociedad está bien pago– y no tienen el equipo- Tenemos muchos talentos, está demostrado en todos los ambientes en que han intervenido talentos uruguayos, pero falta el equipo, hoy usted solo con buena voluntad –lo digo como industrial que vive los problemas todos los días–, de gente capacitada y que se puede mandar capacitar; la tecnología se compra, también se tienen que comprar los aparatos correspondientes, se tiene que entrenar a la gente y se tienen que sacar conclusiones. Esa es una filosofía de largo plazo que debiera irse formando en Uruguay, yo ya no voy a estar mucho tiempo, por la edad que tengo, pero me gustaría (para usar también la palabra científica) ser el catalizador para que el grupo de instituciones –y empiezo con lo institucional, además de lo individual– entienda la necesidad de seleccionar personas con voluntad de servicio. Todas las instituciones gremiales tienen mucha gente que va a mirar sus intereses sectoriales, o como quiera llamarlos –nosotros también, no me excluyo–, pero dentro de cada sector hay, lo he hablado con Balestra en el caso nuestro de la Cámara de Industrias, para que me envíe dos o tres personas con vocación para que, a través de los conocimientos que tengan, vayan formándose fondos más o menos permanentes, que no sean una colaboración.

También debo decir algo claramente: el Estado debe intervenir, hay una exoneración para todas las empresas que pagan el impuesto al patrimonio, que en una época era bastante más liberal pero hoy la necesidad de caja de la tesorería lo ha limitado; en el caso del Iibce, ¿cuántas unidades son, doctor?


LB - Son 8.000 unidades reajustables.


IS - El equivalente en dólares a 65.000 dólares por año; se puede imaginar que eso no es una generosidad extrema, son las donaciones que está permitido deducir, o sea que al donante le cuesta la cuarta parte. Si bien no es mucho, sirve de incentivo a una persona que da 5.000 dólares del impuesto al patrimonio que tiene que pagar, le da 1.250 dólares al Iibce a través de una donación de un equipo importante, de una beca, siempre controlada. Pero tiene que formarse esa filosofía.


EC - Usted dice que hay que procurar que se produzcan esas contribuciones, más allá de lo que son las exoneraciones vigentes que hoy están bastante limitadas en el marco legal.


IS - Exacto; en otros países no hay límite. En México, por ejemplo, caso que conocemos, es ilimitado en la medida que esté demostrado que son contribuciones efectivas importantes y aprobadas; tampoco a cualquier institución, hay una lista de instituciones reconocidas a las cuales usted puede aportar.


EC - Usted dice que el problema de que el Estado no ayuda demasiado a que se produzcan estas contribuciones no debe frenar a que ese movimiento siga adelante.


IS – Pero la gente se entusiasma cuando ve que teóricamente da 10 mil dólares y le cuesta 3.000 o 2.000. Lo que da puede servir más, tiene que tener un catalizador para que la gente sienta que tiene que donar, que un poco de lo que dona va directamente; esas comisiones trabajan voluntariamente, no cobran, no hay viático, no hay gastos; en nuestro caso además hay una amabilidad extraordinaria de investigadores por naturaleza, hay que reconocerlo.

El que vive en sociedad y tiene la suerte de estar en una empresa que pueda hacerlo o que tiene que pagar impuestos aún sin gustarle tiene que sentirse comprometido con los objetivos de futuro de este país.


EC - ¿Cuáles serán las prioridades dentro del Iibce para el uso de esos recursos extra que puedan surgir de este Grupo de Amigos?


LB - En la carta que hemos usado para convocar a esta reunión constitutiva del día de hoy, el primer objetivo es con respecto a lo humano, hacer esfuerzos y propulsar la formación de los jóvenes científicos, la retención en el país, evitar que emigren, pero también darles todas las opciones a través de intercambios internacionales, el establecimiento de convenios con otras instituciones para ofrecerles la máxima formación a través de pasantías en el exterior. Lo humano es lo clave en todo esto.

Después viene la parte de equipamiento, la parte de apoyo en redes internacionales, porque el Instituto precisa establecer más y más colaboraciones internacionales, y en la medida que venga gente con diferentes contactos, con diferentes conexiones en el mundo, puede abrirnos puertas a otras instituciones, podemos obtener a través de ella cupos, pasantías, financiación de proyectos; ese es el aspecto de lobby que le mencionaba.


IS - Habiendo trabajado en otras instituciones, como dije, en particular en el Hospital de Clínicas, sé que en Estados Unidos suelen dejar aparatos que para ellos se han convertido en vetustos a los pocos años. Mediante los contactos adecuados, esos aparatos para Uruguay son joyitas, son de primer nivel; entonces, tenemos que logramos formar un grupo con profesionales uruguayos, en este caso particular médicos, biólogos, etcétera, que están en el exterior, para poder conseguir estos equipos son desactivados porque para ellos son viejos y acá serán muy bienvenidos. Eso se consigue solamente a través de contactos.


EC - ¿Y los otros objetivos?


LB - El último objetivo, el cuarto, es la divulgación de las actividades del Instituto a nivel nacional. Desde épocas de Estable, casi todos los viernes durante el año lectivo recibimos escuelas, liceos; perohay una lista de espera increíblemente larga. También hacemos jornadas de puertas abiertas una vez al año –esta radio nos recibió en noviembre por este motivo–, y esto no tiene límite, podríamos seguir divulgando la obra de Estable, lo que se hace en el Instituto, las posibilidades de investigación, la importancia de todo esto. Y obviamente que la gente que se acerque puede servirnos de contacto, de intermediaria en esa tarea que no es banal para nuestra institución.


EC - El acto de lanzamiento del Grupo de Amigos del Instituto Clemente Estable es esta tarde…


LB - …a las 17 horas en el propio Instituto, seguramente en el salón de actos.


EC - Por ahora la forma de ponerse en contacto con el grupo es… ¿el propio Instituto?


LB - El propio Instituto.


IS - El director Barbeito.


LB - El teléfono es el 487 16 16, por si alguien quiere llamar.


EC - Y si no, llaman al ingeniero Soloducho que los atiende por teléfono también y en esta primera etapa seguramente va a oficiar como una especie de embajador, ...


IS – De catalizador.


EC - ...de catalizador, como él prefiere decirse.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón
Fotos: Caterina Notargiovanni
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