Seregni abandonó la actividad pública
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A
20 años de su liberación, el general (r) Líber
Seregni fue homenajeado en el Paraninfo de la Universidad. Convocado
por un grupo de ex militantes estudiantiles de la salida de la
dictadura, el acto se convirtió en la última comparencia
pública de uno de los hombres más importantes de
la política uruguaya de los últimos 40 años.
Protagonista de la unificación y ascenso de la izquierda,
el general Seregni se despidió de la política llamando
a la unidad y a recrear el espíritu de los años 80
para superar la crisis del país.
“Intenté en mi vida ser fiel a mi mismo, coherente,
en el marco de los principios éticos elementales en la defensa
de la libertad y la democracia y al respecto irrestricto a la Constitución
y a la ley”, manifestó Seregni en su despedida ante
un Paraninfo que contaba, entre otros, con la presencia dec los
principales dirigentes del Frente Amplio, encabezados por Tabaré Vázquez,
el precandidato colorado Guillermo Stirling, Alejandro Atchugarry,
Carlos Ramela, y Hector Gross Espiell.
El veterano dirigente, de 87 años, destacó que siempre
actuó a conciencia. “Todo lo que hice, lo bueno y
lo malo, lo acertado y lo erróneo, fue a plena conciencia.
Traté de perseguir el paradigma de decir lo que se piensa
y hacer lo que se dice. A veces pude hacerlo y otras veces no.
Yo también sentí el dilema de la posible oposición
entre la ética de las convicciones y la ética de
las responsabilidades. Esto último debe ser tenido muy en
cuenta por todos nosotros cuando juzgamos la conducta de gobernantes
y de líderes políticas”.
En tal sentido, recordó que sólo cuando salió de
la presidencia del Frente Amplio pudo hablar por él y ser
auténtico. "Dije mi verdad, que si en ocasiones pudo
chocar o herir a alguien no fue mi propósito y si en algún
momento eso pasó aquí públicamente presento
mis excusas", dijo Seregni
Al recordar todo lo relacionado a su liberación dijo que
no pretendía “hacer historia, pero sí, ejercitar
la memoria colectiva”. “No hay memoria sin olvido.
El problema es que hay que olvidar para mantener aquello que no
se debe olvidar”, agregó.
"Corren vientos de renovación y de cambios",
dijo el general. “La expresión de las voluntades en
todas las tiendas políticas de elaborar propuestas y voluntades
para un futuro mejor del pueblo oriental. Entonces, quiero remarcar
una condición sine quan non, primera, para cualquier proyecto
de recuperación exige el cambio moral de la sociedad. La
crisis provocó el encerramiento de la gente en sí misma
y el aislamiento. Afectó los valores societarios que tenemos
que recuperar. Esa es una tarea común de todas las fuerzas
políticas y sociales de nuestro país”.
Al finalizar pidió que lo dejaran salir "por la puerta
grande de la Universidad". Fue su último discurso.
Ahora deberá contenerse para no participar del debate público,
tal como lo reconoció. “No voy a molestar a nadie.
Dentro del ropero seguiré pensando y si en un momento siento
la necesidad de pelear, lo haré contra las puertas del ropero".
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