Radio en vivo


18.05.2003
























CREDITOS Y AGRADECIMIENTOS

Embajador de Uruguay Nicolás Moreno
Mai Saranrat (nuestra guía inolvidable)
Ministerio de Relaciones Exteriores del Uruguay
Canal 12

BIBLIOGRAFÍA
CONSULTADA

Guías Océano

PRODUCCIÓN:
Victoria Rodríguez
Alejandra Borques
Enrique Cotelo

MUSICALIZACIÓN:
Enrique Cotelo

EDICIÓN:
Nano Priliac


 

"Bangkok, entre pagodas y rascacielos"

"Yo no sabía lo que buscaba. Quizás era nada más que la intensidad tan propia y existencial, que es la quintaesencia de un joven ambicioso. Sea lo que sea, nunca soñé con huracanes. Siempre lo supe: en el golfo de Siam, no hay huracanes. Pero tampoco me imaginé estar varado por un destino somnífero en tierras extrañas¼ Me han llamado 'un escritor de los mares, de los trópicos, descriptivo y realista'. Pero de hecho, mi interés ha estado en encontrar el valor ideal de las cosas, de los eventos y la gente. Sólo eso. Busco en el poder de la palabra escrita, poder hacerlos escuchar, sentir, y en definitiva: hacerlos ver".

Joseph Conrad. "La Línea de la Sombra". 1917

Escuche el programa

Quizás esta nochecita los debería saludar (juntando las manos como al rezar, con una pequeña reverencia y una amplia sonrisa) y diciendo: Pai nai! Hun sabai di mái?. Justamente quiere decir "Qué tal, cómo están?", con la extraordinaria amabilidad de Tailandia. Les proponemos viajar muy lejos, visitar una ciudad llena de contrastes y contradicciones y de una belleza cautivante, reflejo de tradiciones centenarias, a la vez de una modernidad asombrosa, capital de un Estado, y casi una ciudad-estado por sí sola...

Vamos a recorrer a Bangkok, entre pagodas y rascacielos, entre leyendas y realidades, entre "El Rey y Yo" y el Fondo Monetario Internacional, entre el oro del Palacio Real y las joyas y las sedas, entre el tráfico más denso del mundo y los canales del mercado flotante, entre el templo del Buda de Esmeralda y el mercado flotante de Damóen Saduák...

Un poco de historia

La primera historia que les voy a contar de Bangkok es muy actual. Ustedes la vieron en las pantallas de cine hace muy poco. Es la historia de la película "El rey y yo" protagonizada por Jodie Foster. Pero antes de meternos en ella, tenemos que hacer un poquito de historia...

Thailandia ha sido un país independiente por más de 800 años, el único en el sudeste asiático que nunca fue una colonia europea. Originariamente, el pueblo thai inmigró de China hace 2.000 años. En su peregrinación fueron influenciados por la cultura india y adoptaron el budismo. En el siglo XIV se fundó el primer reino de "Ayutthaya" (cuya capital estaba más al norte de Bangkok), reino que abarcaba países tan remotos como Vietnam, Cambodia, Laos y parte de Malasia...

Desde el siglo XVII las potencias coloniales europeas como Holanda, Portugal, Francia o Inglaterra, llegaron a Thailandia (en ese entonces conocida como "El reino de Siam"), para entablar el comercio, traer tecnologías, y disputar muchos de esos territorios que Siam fue perdiendo con los europeos poquito a poco.

Entre 1851 y 1868, después que la capital fuera trasladada a Bangkok, gobernó el rey Mogkut, con el título de Rama IV. Él comenzó la apertura de Siam hacia occidente. Mogkut creía que la modernización fortalecería su país contra los europeos. El rey quería que sus hijos, como él, sacaran provecho en aprender el idioma inglés. Para estos efectos contrató a la institutriz inglesa Anna Leonowens, quien vivió en la corte durante cinco años y al volver a Inglaterra escribió un libro sobre su vida en la corte... A pesar de que Mogkut logró abolir los viejos decretos que penalizaban con la muerte "la introducción al palacio de poemas amatorios", o los susurros durante las audiencias reales, o la amputación de un pie para quien pateara una puerta del palacio, igualmente la institutriz Loenowens quedó tan impresionada con las intrigas palaciegas que en su libro Mogkut aparece como un rey cruel, tirano y siempre implicado en intrigas con sus esposas.

Holywood inmortalizó al rey Mogkut en la figura calva, inconfundible de Yul Brynner primero, quien finalmente sucumbe ante los encantos de la institutriz, protagonizada más recientemente por Jodie Foster en la remake de la película "Ana y el Rey" que se llamó "El Rey y Yo"...

Durante nuestra estadía en Tailandia, preguntamos a muchos, tanto por el libro como por las películas (nunca exhibidas en Tailandia). Todos las consideraban insultantes para la monarquía y el país, aunque nadie las había visto y su sola mención incomodaba tanto a funcionarios del gobierno como al más simple tailandés.

Amables... pero estrictos

No queremos entrar en detalle (como tampoco quiero asustarlos, porque al final en Tailandia nos trataron muy, muy bien) pero las condiciones de nuestra filmación en Bangkok, pactadas antes de nuestra salida entre la producción y el gobierno de ese país eran propias de una dictadura. Aclaremos, Tailandia no lo es. Se trata de una democracia y un país muy tolerante, pero igualmente tuvimos que comprometernos por escrito de seguir un guión (aprobado por ellos anteriormente) y un itinerario, comprometiéndonos a no filmar nada fuera de programa y a estar vigilados las 24 horas del día por un oficial del gobierno tailandés que lacraba todos los días (al final de la jornada de trabajo) los rollos ya filmados y que nosotros no podíamos abrir hasta salir de Tailandia. Bueno, eso, en principio. Con los días, la vigilancia no se hizo tan estricta y nos llevamos muy bien con Fuangrabil Narisaroj, el funcionario del gobierno tailandés, quien pasó a ser simplemente "Nick" y a transformarse en un colaborador incondicional de nuestro equipo.

La Ciudad Real

La primiera visita de nuestra agenda en Bangkok, al otro día de nuestra llegada, era casi obligatoria. Íbamos a visitar la antigua ciudad real, un complejo de palacios reales de todas las épocas, templos sagrados y pagodas, 25 manzanas enclaustradas detrás de dos kilómetros de enormes murallas blancas.

Nuestra entrada a la Ciudad Real tuvo sus contratiempos. Primero, tengo que advertirles que si bien en Tailandia hay tres estaciones: la "calurosa", la "lluviosa" y la "fría", para los turistas que vienen de cualquier país "normal", el clima es siempre el mismo: calor, calor y calor. La Organización Meteorológica Internacional declaró a Bangkok como la capital más calurosa del planeta. Nosotros sufrimos siempre más de 40º todos los días y casi 90% de humedad... En fin, sabiendo esto, para nuestro primer día en Bangkok nosotros salimos con la ropa más liviana que teníamos.

Lamentablemente, al llegar al Palacio Real, los hombres del equipo no fueron admitidos porque vestían pantalones cortos. A mí me exigían que cubriera mis hombros y que llevara sandalias cerradas; por lo que tuvimos que cruzar la calle, donde un sabio tailandés vende la ropa adecuada para ser admitido en el Palacio Real.

En fin. El Gran Palacio comenzó a ser construido en 1783. Tiene 33 palacios, pagodas ceremoniales y templos, además de monumentos, estatuas, terrazas, jardines, plazas y estupas...

Vamos por partes... En diferentes épocas, fueron construidos diferentes palacios para cada rey y su corte. El más antiguo es el Mahamontien, residencia de los reyes Rama I, II y III, donde se encuentra la fastuosa sala de coronación de todos los reyes de Tailandia, totalmente revestida en oro y cielorrasos y alfombras púrpuras y donde es costumbre que el nuevo rey pase al menos su primera noche como rey. En realidad no se utiliza mucho, porque el actual rey de Tailandia, el rey Bhumibol, ha sido rey desde 1946.

El siguiente Palacio Real de la Ciudad Real, el Chákri, fue construido en 1868 por Rama V, abuelo del rey actual de Tailandia, quien lo mandó construir a un arquitecto italiano en estricto estilo neoclásico, ante la oposición de su primer ministro... Me acuerdo que cuando lo miramos por primera vez de lejos, había algo raro, algo "que no pegaba". Y era que en aquel palacio típicamente italiano, el Primer Ministro había conseguido del rey solo una modificación: la incorporación del tejado de colores rojo, verde y oro tipo pagoda, de innegable estilo tailandés.

Para el siguiente palacio, el "Boro-Mabidám" construido por Rama VI (cada rey se construia su propio palacio), ningún Primer Ministro tuvo suerte. Es un palacio muy formal y elegante en estilo neoclásico, como el edificio de la Universidad, tanto las paredes como el techo. Está cerrado al público y es aquí donde se alojan los monarcas extranjeros (como recientemente la reina Isabel de Inglaterra o el Rey Juan Carlos de España), cuando visitan Tailandia...

Pero el mayor atractivo de la Ciudad Real de Bangkok no es ningún palacio, sino la capilla real, llamada el Templo del Buda de Esmeralda, la imagen más sagrada de Thailandia... Por muchas razones, por todo lo que nos habían comentado antes, por la monumentalidad del exterior del templo, por el grupo de ocho estatuas gigantes que vigilan su exterior, por el ruido sobrenatural para espantar los demonios que provocan miles de chapitas al viento alrededor del templo, teníamos grandes expectativas con el Buda de Esmeralda. Sin embargo, es apenas una estatua de 50 centímetro de alto, eso sí encima de un gran altar laminado en oro, y ni siquiera es de esmeralda sino de jade. La leyenda dice que un rayo cayó sobre una piedra sólida de jade dentro de un monasterio y al romperse se encontró una figura de Buda que con los años se volvió esmeralda...

Los fieles y peregrinos que vienen de todas partes de Tailandia le tienen gran admiración y respeto. El rey lo visita tres veces al año para cambiar las ropas del pequeño Buda, y nosotros para verlo tuvimos que quitarnos los zapatos, refrescarnos en agua bendita, nunca darle la espalda y, al sentarnos, colocar los pies hacia atrás. Si no cumplíamos con alguna de estas reglas, algún monje de la capilla amablemente nos lo iba a notar.

La Bangkok moderna, un mundo aparte

Hay un Bangkok menos pintoresco, muy moderno, caótico (que igualmente logró deslumbrarnos), con smog y olor a fideos saltados en salsa de soya... Según datos oficiales Bagkok tiene 6.000.000 de habitantes, la población real es de 12.000.000 (40 veces mayor que la segunda ciudad de Tailandia). Bangkok, dentro de Tailandia, es como un mundo aparte.

El tráfico absolutamente desordenado de las calles, lleno de autos enormes último modelo, buses, motonetas y tuk-tuks -taxis de tres ruedas-, desde el hotel, hasta cada rincón de la ciudad, llenando calles, avenidas y autopistas, es una imagen que nunca se nos va a borrar de Bangkok. A toda hora, un ejército de baritas de uniforme caki, casco y botas altas de cuero, con tapabocas blancos contra la contaminación, intentan con orden y método (pero sin mucho éxito) desenmarañar el gigante embotellamiento que son las calles de Bangkok. Un embotellamiento que comenzó hace años, nadie sabe cuándo ni cómo, pero que todavía continúa...

Con sabiduría oriental, los autos no protestan a bocinazos. Ante nuestra impaciencia, el chofer de la camioneta nos confiesa: "Aquí meditamos. Es la manera de ser del budista: serenidad y gentileza." Viniendo de la India, como veníamos, los tuk-tuk no nos impresionaron tanto, pero sí las motos-taxi de 2 ruedas, identificadas por los choferes de chaleco rojo numerados. Me vi obligada a subir a una cuando tuve que cambiar la fecha de los pasajes. Fue la experiencia más emocionante y peligrosa de toda mi vida, sobretodo porque el chofer, sólo un poco mayor que un niño, estaba dispuesto a todo con tal de llegar a tiempo. Mientras él se rascaba la nariz con una mano y la moto esquivaba los obstáculos más desafiantes que un video-game, mi adrelanina subía a niveles insoportables. Sobreviví, pero a la vuelta, pedí un remise con chofer.

Los tailandeses llaman afectivamente a Bangkok como "Krun Tép", la Ciudad de Los Angeles, y su paisaje urbano tiene mucho que ver con "la otra" Los Angeles en Estados Unidos. Desde el comienzo del "milagro asiático" a fines de los 70, Bangkok la ciudad vivió un boom inmobiliario durante 25 años, construyendo 50 o 100 rascacielos supermodernos por año. El valor inmobiliario aumentaba y no había manera de satisfacer la demanda de los inversionistas por más y mejores edificios, cada vez más altos y más sofisticados. La crisis de la moneda tailandesa en 1997 detuvo la locura inmobiliaria de Bangkok, y muchas obras, como el sistema de autopistas, los pilares y las plataformas del metro elevado quedaron a medio construir, y quizás nunca lleguen a concluirse...

El Puente sobre el Río Kwai

Kanchanaburi, Tailandia... A unos 120 kilómetros al noroeste de Bangkok, aquí se encuentra el famoso "Puente sobre el río Kwai", inspiración de la novela y la película de Alec Guiness.

La historia es conocida. En 1942, los japoneses empezaron la construcción de un ferrocarril que acortara las vías de aprovisionamiento entre Thailandia y Birmania. La construcción se realizó a lo largo de 400 kilómetros, con el trabajo forzado de un cuarto de millón de tailandeses y 60.000 prisioneros de guerra occidentales. Se calcula que la mitad de los trabajadores forzados murieron por los castigos, el hambre, las enfermedades y el cansancio... Dos cementerios cerca de Kanchanburi contienen los restos de los prisioneros de guerra holandeses, australianos, daneses y de otras nacionalidades, y los turistas occidentales muestran su respeto, en una escena muy emotiva, dejando miles de ramitos de flores o sombrillas de papel, que transforman en un jardín de recuerdos a la tumba del soldado desconocido.

La zona roja

Estamos casi volviendo de "Bangkok, entre pagodas y rascacielos"... En estos pocos minutos que nos queda, vamos a hacer una visita prohibida. ¿Se acuerdan que les comenté que para filmar en Tailandia siempre teníamos que estar acompañados de un empleado del gobierno? Esta visita fue una picardía fuera de programa. No se lo cuenten a nadie, pero solo con el chofer y sin nuestro "espía oficial" salimos de noche para que nuestro camarógrafo lograra unas discretas tomas de la zona roja de Patpong.

Todo el tiempo hemos hablado de Bangkok como una ciudad de contrastes, entre pagodas y rascacielos, tradición y modernidad. Pero es imposible imaginarse un contraste mayor que el de la serenidad de los templos y los palacios de la Ciudad Real durante el día con el desenfado explícito y el exhibicionismo que caracteriza las calles y los clubes de la noche de Patpong. Lugar donde tampoco era nada fácil de filmar, y donde Carlos Trobo, nuestro cámara, fue un genio de la discreción tanto en la calle, como adentro de los clubes donde él logró filmar, lugares a donde yo no entré.

Mientras Carlos y la producción entraba a un club, yo pude conversar con un oficial de la Policía Turística que vigila de lejos la zona (un hecho paradigmático ya que, teóricamente, en Tailandia la prostitución es ilegal). Fuera de micrófono el policía me dijo que el gobierno no puede hacer mucho porque el problema de la prostitución en Tailandia no es nuevo, ni la culpa la tienen los turistas extranjeros. Las chicas son compradas cuando tienen 12 ó 13 años en las aldeas, a su propia familia, por unos 200 a 500 dólares, y que para recobrar su libertad, deben devolver el doble de esa cantidad.

No deje de ver, no se pierda...

Si van a con tiempo por unos días, no dejen de visitar el gran palacio y el templo del Buda de Esmeralda, Wat Po y su enorme Buda de oro reclinado, el museo de las barcas reales, tomen un crucero por el río Chao Phraya, visiten el Jardín de las Rosas, el barrio chino, pasen por la puerta del mejor hotel del mundo: el Hotel Oriental (foto), asista a un match de boxeo tailandés, vaya de compras a los modernísimos shoppings de Bangkrak o Silóm, y si despierta temprano súmese a quienes practican "tai chi" en el parque Lumpini. Y todo esto sin salir de Bangkok...

Casi me olvidaba, una tienda muy sofisticada que vale mucho la pena visitar es la Casa de Jim Thompson, donde se puede comprar las mejores sedas de la marca de sedas más prestigiosa de Tailandia. Aunque no compren nada, la casa de por sí vale la pena la visita. Es un conjunto de siete casas de madera de teka tradicional, compradas en Tailandia central, desmontadas madera por madera y ensambladas de nuevo por Jim Thompson, todo un personaje de leyenda y misterio. Jim Thompson llegó a Tailandia después de la Segunda Guerra Mundial como agente secreto de la CIA y después de retirarse fundó su propia compañía de sedas. En 1967, mientras visitaba una de sus plantaciones en la selva de Malasia desapareció misteriosamente sin dejar rastro, y a pesar de una búsqueda que duró años, nunca se volvió a saber de Jim Thompson...

Otros destinos

 



En perspectiva
l Dinámica Rural l Deportes l Página principal

Para escuchar la radio en vivo necesita el Real Player
Optimizado para Internet Explorer a 800x600
Copyright Espectador.com All Rights Reserved