SAN
PETESBURGO
Tesoro de Rusia
Es
aquí donde la historia no se percibe como un pasado remoto
sino como algo que se encuentra inmediatamente con la contemporaneidad,
con su propio destino. Esta ciudad representa un sueño
cumplido, el del Emperador Pedro I.
Para los rusos es "su ciudad europea"
El Mundo, Julio 1999
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Hoy
los voy a llevar a una de las ciudades más importantes de
Rusia: San Petesburgo.
Esta
ubicada en el delta del Rio Neva, en el extremo oriental del golfo
de Finlandia. La mayor parte de esta ciudad se construyó
sobre las orillas del Neva justamente y en las islas formadas en
el río. Es la segunda ciudad más grande de Rusia y
uno de sus más importantes puertos marítimos.
Admirando su
esplendor, uno no deja de asombrarse frente al hecho de que esta
ciudad museo, envuelta en tanta historia siga tan joven en esencia.
Es aquí donde la historia no se percibe como un pasado remoto
sino como algo que se encuentra, inmediatamente- tal como lo escribe
el periódico El Mundo- con la contemporaneidad, con su propio
destino.
Casi uno puede
ver al mismísimo Pedro I, ese impetuoso e infatigable zar
ruso pisando por primera vez la orilla pantanosa del río
Neva.
En San Petesburgo
no hay colinas, para poder verla desde lo alto, hay que sobrevolar
la ciudad, así que presten atención si llegan en avión.
Observen sus líneas rectas, nítidas... verán
que es una ciudad sobria y real.
Con sus casi
300 años es una ciudad joven, comparadas con otras europeas,
verdad, concebida además como una ventana a Europa. Pronto
se hizo célebre como una de las ciudades mas lindas del viejo
continente. Es su arquitectura, lo que más llama la atención,
seguramente porque sus enormes palacios, sus grandes avenidas y
sus famosas noches blancas le aportan una imagen de ciudad de cuentos
de hadas.
Es fácil
encariñarse con esta ciudad y en este Mapamundi vamos a tratar
de provocarles ese sentimiento.
La ciudad
de Pedro I
En
San Petesburgo lo que abundan son enormes edificios que guardan
tesoros incalculables. Por ejemplo la Fortaleza de San Pedro y San
Pablo es el núcleo que dio lugar al comienzo de San Petesburgo.
La fortaleza
fue fundada en mayo de 1703, por orden y con el diseño propio
de Pedro I. Ahora claro, todos queremos saber más de este
pujante Zar ruso... a mí tanto como a ustedes ya me pico
la curiosidad, así que buscando entre mis anotaciones de
viaje les cuento lo que aprendí mientras recorría
esta ciudad con una amable y simpática guía de habla
española.
Pedro para los
que estamos flojos en historia, fue zar de Rusia entre 1682 y 1725.
Sus campañas militares y esfuerzos de modernización
convirtieron a Rusia en un imperio con amplia presencia en los asuntos
europeos.
Nació
en Moscú, el 9 de junio de 1672. Su educación incluyó
las artes técnicas y mecánicas, pero también
las ciencias militares y navales. Durante su reinado Rusia se convirtió
en una gran potencia europea, en parte debido a la introducción
de muchas ideas y practicas científicas, tecnológicas,
culturales y políticas de la Europa occidental.
En 1696, después
de crear la primera flota rusa, Pedro arrebató a los turcos
la fortaleza de Azov y de esa manera logró que Rusia accediera
al Mar Negro.
Era un hombre
que viajaba y le gustaba aparecerse en las cortes europeas y escuchen
que curioso: en estos viajes, Pedro persuadía a artesanos,
artistas, consejeros y otros expertos para que viajaran a Rusia
y así rodearse de gente calificada.
En 1703, durante
la guerra, Pedro fundó San Petesburgo y la convirtió
en la capital de Rusia.
Fue un hombre
que para los historiadores estableció las bases del Imperio
ruso, con principios absolutos y a veces muy crueles.
Sin embargo,
durante su reinado, se sustituyo el alfabeto eslavo por el latino,
se publico el primer periódico ruso y se fundaron escuelas
y la Academia de Ciencias. Ya van a sentir la magnificencia de aquel
emperador, navegante empedernido y aventurero.
En barco
o a caballo...
Si usted quiere sentir el espíritu de San Petesburgo, pasee
por sus calles y plazas y sobre todo por sus malecones.
Puede incluso
tomarse un barquito y como en Venecia o en Amsterdam, recorrer los
canales que salen del gran río Neva y que recorren los mejores
lugares de esta ciudad, atravesando los grandes palacios y los parques.
También pueden alquilar un caballo en alguna de las plazas,
y pasear... ahora me acuerdo que también vi en Moscú,
gente paseando a caballo. En realidad a uno le llama mucho la atención,
pero hay gente para todo y parece que es muy usual hacer este paseo
como un deporte.
Vamos hasta
la Plaza de San Isaac, para poder conocer la Catedral de San Isaac.
Con
su enorme cúpula dorada que se ve desde todos los puntos
de la ciudad. Es el tercer edificio cupular del mundo por su altura
(101,5 m). Su cimentación contiene 24.000 pilotes de pino.
En esta catedral pueden entrar 14.000 personas. Tiene algo mas de
72 columnas monolíticas adornadas y que sostienen pórticos
gigantes. 40 años estuvieron trabajando en esa catedral...
desde el año 1818.
Artistas italianos,
pintores rusos, estatuas de Vitali... Tiene 62 mosaicos de vidrio,
donde se usaron 12.000 matices de vidrios de color.
Lo más
curioso, además de estas maravillas interiores, es que esta
Catedral tiene a los 43 metros, una columnata desde donde se abre
una perspectiva de la ciudad impresionante. Si se colocan exactamente
en frente, van a ver que las personas parecen hormiguitas chiquititas
caminando por el balcón. Se los recomiendo...
San Petesburgo,
como les dije al principio guarda tesoros a simple vista....
Noches blancas
Todos sin duda
han sentido hablar de las "noches blancas en San Petesburgo"
es mas así se publicitan los paquetes turísticos para
poder disfrutar de este momento que la naturaleza le brinda al hombre
una vez al año. La ciudad entera parece vestirse de blanco
para recibir a los turistas.
El invierno en San Petesburgo como en cualquier ciudad marítima
del norte, agobia... no sólo por sus heladas sino por los
vientos bruscos y penetrantes y sobre todo por la oscuridad. El
caso es que el día resulta muy breve y los que trabajan se
van a la oficina y regresan a casa a la luz de los faroles.
Hay que reconocer
que los días claros durante el invierno no son muy frecuentes
y todo el mundo lo que hace es esperar cada vez más impaciente
la llegada de la primavera, cuando el sol empieza a brillar permaneciendo
en el cielo cada vez más tiempo.
Pero bueno,
volvamos a las noches blancas... Según cuentan los habitantes
de San Petesburgo, los poetas rusos tienen una especial predilección
por esta época del año. ¿Qué ocurre?
Aproximadamente entre la primavera y el verano, en el mes de junio,
sucede que el sol no termina nunca de ocultarse y nunca de salir.
Así... la ciudad vivirá varios días de fiesta...
Por ejemplo, el rito tradicional de abrir los puentes. En la penumbra
aparecen los barcos y las barcazas que participan de este evento,
y es realmente conmovedor.
El escritor
Vasili Rozanov, vivía en una casa que miraba al rio Neva
y escribía que de niño, le gustaba mucho estar cerca
de las ventanas para mirar durante toda la noche los faroles de
los barcos que pasaban a su lado como fantasmas.
La ciudad además
prepara para esta ocasión, varios conciertos que acompañan
el espíritu de fiesta y se escuchará por donde quiera
que usted camine una infinidad de notas musicales. Nadie querrá
dormir para no perderse el espectáculo, un cielo con tonalidades
sólo imaginables en un amanecer eterno.
El museo
de Catalina II
Una
ciudad que entre otras cosas, guarda en uno de sus mas famosos palacios
una de las colecciones pictóricas y escultóricas más
famosas del mundo: el Museo
del Ermitage.
Fue fundado
por Catalina II en 1764, como museo de la corte. En un principio
sus fondos los constituían obras de arte de Europa Occidental
que la emperatriz había adquirido de colecciones privadas.
Estas obras
quedaron expuestas en el pequeño Ermitage, galería
privada que quedaba al lado del Palacio de Invierno.
Hoy las colecciones
ocupan cinco magníficos edificios intercomunicados, incluido
el Palacio de Invierno, con sus lujosos interiores decorados para
la corte de los zares.
Sin
escatimar recursos, Catalina fundó la base de una colección
que al final de su reinado le había aportado mas de 2000
cuadros. ¿Tengo que mencionarles algunos nombres para que
se entusiasmen? Tiziano, Rafael, Rembrandt. Hoy la colección
del museo, incluye pintura italiana, española, flamenca y
holandesa. Hay obras de Leonardo Da Vinci, Velazquez, El Greco,
Matisse y hasta Picasso.
Seguro que en
un día nunca podrán recorrer este museo, es enorme.
Ocurre con la mayoría pero si eligen qué tipo de pintura
o el artista que más les guste, de antemano, esa será
una buena forma de empezar.
Una curiosidad
que no quiero dejar de mencionar es que en la colección de
este museo están muy bien guardados los famoso huevos de
pascua de Fabergé. Este orfebre ruso desarrolló una
línea de diseños de joyas concebidos como arte decorativo
y se hizo famoso entre la corte imperial rusa y entre otras monarquías
europeas.
Se convirtió
en el favorito del zar Alejandro III, por ejemplo, a quien le diseño
sus famosa artesanía y tanto le gustaron, que el zar le regalaba
a su esposa uno distinto cada año.
La firma Fabergé
cerro luego de la revolución en 1918. Hoy, sus piezas llegan
a subastarse a precios astronómicos en Christies o en Sothebys.
A Moscú... en tren
Estabamos recorriendo
San Petesburgo, pero les propongo una vez más, que la dejemos
para tomarnos un tren rumbo a Moscu.
Ya que estamos
en Rusia, ¿cómo no vamos a hacerle una visita a Moscú,
su capital? Pero es que además, ese viaje en tren, fue una
de las experiencias más miedosas que viví en todos
estos años viajando para Canal 12. No es que no se los recomiende,
pero sí les diría que es bueno que escuchen y hagan
exactamente lo que les digo, si es que tenían planeado hacer
ese viajecito.
El viaje transcurrió
durante la noche, nueve horas en un tren con camarotes algo antiguos
para poder dormir pero cómodos. Un tren que se movía
pero, provocaba el mismo efecto que a los niños en los autos,
vieron, ese movimiento que ayuda a conciliar el sueño.
Todo parecía
ser bastante normal, el tren era un poco viejo, pero el interior
del camarote no dejaba de ser bastante curioso...como en las películas,
cortinitas con festones y terciopelos algo gastados, pero la cama
limpia y prolija que es en definitiva lo que uno busca. Ahora claro
traten de subir al tren ya habiendo cenado. Ese el primer consejo
que les puedo dar, el camarote restaurant dista mucho de lo deseable.
Cuando me disponía
a dormir, golpearon a la puerta, era el inspector del tren que me
avisaba que debía cerrar la puerta con una especie de cerrojo
de metal que yo debía poner del lado de adentro. Me acuerdo
como si fuese hoy: él en su ruso y yo con mi español...
complicado pero entendí lo que me quiso decir: que la noche
es peligrosa en cualquier tren y que a uno le abren el camarote
y no se da cuenta.
Así que sin chistar, hice lo que me indicó, cerré
bien la puerta y además, puse contra la puerta, todas mis
valijas. Y me dormí. Esa noche, no pasó nada. Pero
ya me habían robado en otro viaje en tren, en otra parte
de Europa. Experiencia que no desearía que les pasara a ustedes,
por eso los prevengo.
El escenario
de la historia rusa
Yo les propongo
que en este bloque demos un paseo por la famosa Plaza Roja, allí
descubrirán que es como si se transportaran a una imagen
que hemos visto hasta el cansancio en las películas y en
la televisión. Me refiero a los noticieros y a las películas
de espías.
Primero hay
que recorrer la avenida principal de la ciudad, la Avenida Nevsky,
transitada por enormes 4x4 con vidrios polarizados y sortear la
alta velocidad a la que están acostumbrados a manejar los
rusos.
Al llegar a
lo que ellos llaman el kilometro cero de Moscú, detrás
de una muralla roja, aparece una de las plazas mas grandes y mas
impactantes del mundo, la Plaza Roja. Escenario de grandes acontecimientos
históricos y de desfiles militares.
Según
la suposición de los historiadores la plaza ya existía
desde la segunda mitad del Siglo XIV. Por primera vez se menciona
como plaza en 1434. En aquel tiempo los moscovitas le dieron otro
nombre "El Incendio", por los puestos de madera que frecuentemente
ardían. En la Plaza Roja se daban a conocer las noticias
más importantes. A mediados del Siglo XVI se construye La
Catedral de San Basilio, y a mediados del Siglo XVII la plaza se
convierte en la más atractiva de la ciudad.
"Krásniy"
- en antiguo ruso quiere decir bello o rojo. La "Bella Plaza"
o "Plaza Roja" hoy es el corazón de Moscú
y de toda Rusia. Tiene 695 metros de longitud y 130 de ancho. Se
extiende a lo largo del muro este del Kremlin. En épocas
anteriores, en la Plaza Roja pasaba todo tipo de eventos, tanto
religiosos, como laicos. En la época soviética las
fiestas de la Revolución Socialista de Octubre y de la Victoria
en la Segunda Guerra Mundial se conmemoraban con desfiles militares.
Cuando
atraviesen una de las famosas puertas a la izquierda verán
las tiendas Gum, fueron construidas por el arquitecto Pomerántsev
en el estilo pseudo-ruso.
Es uno de los
centros comerciales más grandes de Rusia. Se abrió
el 2 de diciembre de 1893. Es un edificio de tres largos pasillos,
cada uno de ellos de tres pisos que se extiende a lo largo de la
Plaza Roja. Más de 160 tiendas se ubicaban aquí antes
de la revolución del año 1917.
Realmente llama la atención lo magnifico del edificio pues
casi ya no cumple su función. Hoy, las tiendas Gum tienen
un gran competidor... un shopping más moderno, con todas
las grandes grifas europeas. Ese shopping queda bajo tierra, fuera
de la plaza pero muy cerquita a la vez.
En la Plaza
Roja, varias torres les van a llamar la atención. Son las
que corresponden al ángulo de la plaza que pertenece al Kremlin,
del que prometo contarles algo muy pronto en una nueva emisión
de Mapamundi. Ahí está ubicado el famoso Mausoleo
de Lenin. En el interior, el cuerpo del lider ruso está embalsamado.
Quieren que les diga qué me llamo la atención en ese
momento en la plaza. El silencio. El lugar, a pesar de estar repleto
de turistas, inspira casi al silencio, un poco porque esta repleto
de guardias que vigilan el orden de la plaza pero creo que es esa
enormidad la que se impone y lo deja a uno casi sin palabras.
Una joyita...
Por ultimo una
joyita desde todo punto de vista. En el fondo de la plaza está
la Catedral de San Basilio, que les mencionaba hace un ratito...
Les diría que casi me hizo acordar a las locuras de un Dalí,
pero no es de Dalí.
Nueve
cúpulas tiene esta catedral y ha sido durante mas de 400
años la silueta mas identificable del horizonte moscovita.
Su esplendor representa una de las más importantes manifestaciones
de la arquitectura rusa. Fue construida por orden del Zar Ivan IV
a quien apodaban "Iván el terrible".
La última
imagen que tengo en mi retina es la de la iglesia a la noche rodeada
de fuegos artificiales. Los rusos aman los fuegos artificiales y
ya verán que siempre encuentran una buena excusa para tirar
fuegos al cielo...
Regio empacho
Les cuento una
última de San Petesbrugo. Como parte de la agenda de trabajo
de Canal 12 teníamos que filmar el restaurante del lujoso
Hotel Europa. El cheff nos tenía preparada una serie de platos
diferentes a base del mundialmente famoso caviar ruso. Hete aquí
que después de que Carlos Trobo, camarógrafo de esa
producción, filmó cada uno de los platos, el cheff
nos invitó a comer. Con Carlos pensamos que uno no siempre
tiene la chance de degustar ese célebre caviar en uno de
los restaurantes más célebres de San Petesburgo.
Pueden creer
que terminé empachada de caviar. Sé que queda horrible
pero es que el cheff insistía con que probáramos todos
los platos. Al principio era divertido y rico pero después
los hacíamos por cumplidos. Un exceso de caviar.
Dasdivania..y
spasiva. Adiós y gracias, probablemente las únicas
dos palabras que recordaré por siempre en ruso.
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