Fragmentos
del discurso de Tabaré Vázquez en el 33º aniversario
del Frente Amplio:
"Treinta
y tres años de lucha, treinta y tres años de entrega,
treinta y tres años de ejercer un profundo amor por el pueblo
uruguayo. Ésa ha sido nuestra tarea. Éste es el mérito
fundamental de nuestro Frente Amplio. Y es por eso que hoy conmemoramos
y decimos bien, conmemoramos, este nuevo aniversario y no decimos
que lo festejamos. Porque lo podemos conmemorar, pero en el Uruguay
de nuestros días, compañeras y compañeros,
no hay nada para festejar. Son muchos los cientos de miles de uruguayos
que están sufriendo. ¿Qué vamos a festejar
si hay niños uruguayos que comen en los tachos de basura?
¿Qué podemos festejar cuando hay miles de niños
uruguayos que viven en situación de calle? ¿Qué
podemos festejar cuando hay tantos desocupados y tantos uruguayos
que se tienen que ir del país porque este no les da siquiera
una oportunidad para vivir dignamente?
Los representantes del gobierno, como decía Rodolfo (Nin
Novoa), están eufóricos. Muestran mejoras, que las
hay, no podemos negarlas. ¿Cómo no las va a haber
si el año pasado no vendíamos un churrasco fuera de
fronteras? Y hoy por suerte estamos vendiendo carne en el mundo.
¿Cómo no vamos a estar mejor si el año pasado
no vino nadie a hacer turismo en Uruguay? Y felizmente este año
han venido a nuestro país....Claro que esos niveles de mejora
se están viendo. Se dan condiciones internacionales excelentes
para la plantación y la venta de soja, de maíz, de
girasol, y bienvenido sea. Está muy bien. Ojalá mejoremos
mucho más. Ojalá haya más trabajo para los
uruguayos. Pero esto que estamos viendo no es más que alguna
mejora de los signos vitales de un país, de un pueblo, que
este gobierno se encargó de dar contra el suelo. Y es de
ahí de donde estamos saliendo. Recién estamos saliendo.
Este país está en el CTI. Ha regularizado su respiración,
ha regularizado su pulso, ha estabilizado su presión arterial
pero estamos en el CTI por culpa de las políticas económicas
que los sucesivos gobiernos que hemos tenido en las últimas
décadas han llevado adelante.
Claro
que el gobierno, que ufanamente muestra la mejora de algunos indicadores
macroeconómicos y dice por ejemplo que la desocupación
bajó (y está bien y ojalá que baje más),
no dice que ha bajado también porque decenas de miles de
uruguayos que no tenían trabajo se fueron del país
y entonces no los contabilizan. El gobierno no dice que bajó
la tasa de desocupación, pero que la variable de ajuste que
ha llevado adelante ha sido el salario de los trabajadores y el
ingreso de las familias que ha caído dramáticamente
en estos cuatro años de este gobierno insensible e inhumano,
que defiende intereses que no son los intereses del pueblo. Un 23%
cayó el salario real de los trabajadores en estos cuatro
años. El año pasado, el salario real cayó un
12, 4 %. Esto el gobierno no lo dice y no dice tampoco, cuando habla
de esas mejoras, de lo que está pasando con otros indicadores
que son tan o mucho más importantes que éstos, como
son los indicadores sociales (...)
Por todas estas razones, no tenemos mucho para festejar, compañeros
y compañeras frenteamplistas. Sí para conmemorar.
Para conmemorar 33 años en un año muy particular,
muy especial que vive el Uruguay. Este año 2004, en el que
se van a realizar elecciones nacionales para elegir representantes,
diputados, senadores y un nuevo gobierno nacional. Y en esta oportunidad,
este aniversario, y este año tan especial, encuentra nuestra
fuerza política situada como la fuerza política más
importante: la primera fuerza política de este país.
Lo
fuimos por decisión libre y soberana del pueblo uruguayo
en 1999 y lo somos en la opinión popular a través
de la medición de estas opiniones, por las encuestas nacionales
que se realizan permanentemente. De cada dos uruguayos, por lo menos
uno está apoyando el programa, la política y la identidad
de esta fuerza política. Así planteado el tema, analistas
políticos, cientistas políticos, politólogos,
analizan por qué se da esta situación. ¿Por
qué el Frente Amplio - Encuentro Progresista es hoy la primera
fuerza política del país? Y usan como argumento que
estamos privilegiadamente situados (como lo estamos) por los malos
gobiernos de los partidos tradicionales; por la incapacidad de los
partidos tradicionales de encontrar soluciones a los problemas que
la gente tiene. Y tienen razón. Es verdad. Pero sólo
es una verdad a medias. Falta la otra parte de la verdad. La que
más pesa y la que más importa: el Frente Amplio y
el Encuentro Progresista están en primer lugar de la consideración
ciudadana por mérito propio, por ser lo que somos, por nuestra
seña de identidad, por la identidad frenteamplista, por ese
misticismo de ser frenteamplista (...).
Hoy,
33 años después de su fundación, reivindicamos,
con más fuerza quizás que en aquel momento, los principios
y valores que llevaron a la fundación de esta fuerza política
y de esto quiero hablar: quiero hablar de la identidad frenteamplista.
Porque este es el momento, es la ocasión mejor para decir
que estamos como estamos porque el Frente Amplio es lo que es. Y
así lo vamos a analizar. No es fácil hablar de identidad.
No es cosa fácil hablar de la identidad de una fuerza política,
o de una institución, o de una nación, o de una persona.
Hace siglos que el tema se analiza en distintos ámbitos.
(...) Yo quiero hablar de nuestra identidad, la del Frente Amplio.
Nuestra identidad nace con esta fuerza política. Está
escrita en sus documentos fundacionales (...) Ha sido discutida
a lo largo del tiempo en distintas instancias estatutarias: en congresos,
en plenarios....La última vez que se discutió sobre
la identidad frenteamplista fue en el Cuarto Congreso (...)
Las grandes metas del Frente Amplio que marcan su seña de
identidad es luchar por la libertad, por la igualdad, por la justicia
social y por solidaridad.
La libertad como principio fundamental en la vida de los hombres.
Sin libertad no hay paz. Sin libertad no hay democracia. Sin libertad,
la vida es simplemente un ensayo para la muerte. Miles de uruguayos
han dado su vida defendiendo la libertad. Históricamente
el pueblo uruguayo ha luchado por la libertad. Como lo dijera Artigas,
la cuestión es entre la libertad y el despotismo. Por eso
luchamos, por ese mandato histórico, por la libertad.
Es un principio irrenunciable y total para los frenteamplistas,
trabajar y luchar por la igualdad. La igualdad de todos los ciudadanos
ante la ley, como establece la Constitución. Pero más
que eso, la igualdad de todos los ciudadanos ante la vida y sus
posibilidades. Igualdad de oportunidad para todos los uruguayos.
Igualdad de oportunidad para los niños y jóvenes uruguayos
en todo el país. Como decía Rodolfo (Nin), lo mismo
que quiero para mis hijos y para mis nietos, esas mismas posibilidades
las quiero para todos los niños y para todos los jóvenes
del Uruguay. Y por eso trabajamos.
Justicia social para que el producto de esfuerzo, para que el producto
del trabajo, para que la riqueza del país de distribuya entre
todos con justicia e igualdad. Vaya si tendremos que trabajar para
lograr esa justicia social.
Solidaridad; que está profundamente arraigada en el corazón
de todos los uruguayos para vencer ese criterio de egoísmo
que el modelo dominante, el modelo neoliberal, ha introducido en
la mente y en el corazón de los pueblos.
Solidaridad para vencer el egoísmo.
Esta necesidad de igualdad, de justicia social y de solidaridad
encierra otro concepto fundamental del ideario artiguista y es que
los más infelices sean -definitivamente- los más privilegiados.
El Frente Amplio, el Encuentro Progresista, la Nueva Mayoría
trabajan para lograr una sociedad de hombres y mujeres libres y
solidarios. Tenemos una profunda vocación humanista y estamos
que podremos construir con otros sectores una sociedad mucho más
humana, donde los derechos del hombre no sean una mercancía
y donde la economía esté al servicio de la gente y
no la gente al servicio de la economía.
El Frente Amplio es una herramienta política para consolidar
en este país la paz, la democracia y el desarrollo sustentable.
Queremos vivir en paz. La violencia no saldrá de esta fuerza
política. Enfrentaremos con ideas, con propuestas y con programas
cualquier violencia de cualquier tipo que se quiera plantear en
la sociedad uruguaya. Desde el principio hemos sido una fuerza pacífica
y pacificadora. Pierden el tiempo quienes nos quieren acusar de
violentistas. La violencia está en otros lugares. La violencia
está en esos niños que comen en los tachos de basura.
Trabajamos por una sociedad fuertemente democrática. Queremos
profundizar, ensanchar y alargar la democracia. Y es por eso que
esta fuerza política está comprometida, trabaja y
profundiza la democracia representativa. Pero también utilizamos
la democracia directa y propugnamos la participación ciudadana,
la descentralización política, la democratización
de la información y la transferencia (cada vez más
importante) del poder de decisión a los uruguayos.
Queremos una democracia plural y plena. Nos vamos a oponer a cualquier
intento de darnos una democracia tutelada. La democracia uruguaya
sólo la controla el pueblo uruguayo. Que lo vayan sabiendo.
Que lo sepan ahora. No hay democracia tutelada posible en este Uruguay
libre (...).
Uno de los elementos fundamentales de la democracia es el derecho
que tiene el pueblo a la verdad histórica y a la justicia,
(en el marco de la Constitución, de la ley y del Derecho
Internacional) sobre la violación de los Derechos Humanos
perpetrada durante la dictadura cívico militar. En el marco
de la Constitución y la ley, todo. Fuera del marco de la
Constitución y la ley, nada. Hace varios años trabajamos
fuertemente para derogar esa ingrata, infame y triste ley de impunidad.
Trabajamos para conseguir las firmas y lograr que el pueblo uruguayo
se expidiera. Fue muy difícil, pero las firmas se juntaron
y el pueblo uruguayo se expidió. Y en esa expresión
del pueblo -lamentablemente desde nuestro punto de vista- no pudimos
derogar esa ley de impunidad.
Si defendemos la democracia directa, si defendemos la opinión
que el pueblo debe dar en instancias fundamentales, lo tenemos que
defender en todas las instancias: cuando la resolución nos
es favorable y cuando nos es adversa. Y fue adversa para quienes
queríamos derogar la ley de impunidad. Por tanto, vamos a
respetar la Ley de Caducidad. Pero vamos a exigir el cumplimiento
de toda la ley, fundamentalmente del artículo cuarto que
establece que tenemos que conocer qué ha pasado con los ciudadanos
presos desaparecidos, adultos y niños, hasta el último.Y
no descansaremos hasta saber qué ha pasado con cada uno de
estos ciudadanos. Pero de la misma manera exigimos, porque tenemos
derecho a hacerlo (somos la primer fuerza política del país
y nos apoya el 50% de los ciudadanos uruguayos) que aquellos que
defendieron y defienden la Ley de Caducidad no hagan de ésta
un chicle para tratar de introducir en ella circunstancias, casos
o personas que no están contempladas en esa ley.
Lealtad institucional hacia el pueblo de un lado. Lealtad institucional
hacia el pueblo del otro. Me resisto a creer que podamos asumir
que el Estado uruguayo mandató a militares a raptar a una
joven mujer embarazada para robarle a su niña y matarla después.
No puede ser que esto lo haya hecho el Estado uruguayo. Esto no
lo ampara la Ley de Caducidad. Me resisto a creer que haya alguien
que piense que la Ley de Caducidad puede amparar a quienes mataron
al "Toba" y a Zelmar. Me resisto a creer que haya quien
diga que esta ley de impunidad protege a los civiles, cuando realmente
no los protege.
Democracia plural y plena es lo que quiere el pueblo uruguayo.
En esa democracia debemos reconocer la igualdad en la diversidad
y debemos respetar las diferencias; que es el nuevo desafío
de los tiempos actuales.
Desarrollo sustentable para que la producción y el trabajo
dignifique la vida del hombre y de la mujer, respetando el medio
ambiente. La lucha total, irrestricta contra la deshonestidad; lucha
frontal contra la corrupción. Como lo fuimos en el 71, queremos
ser ahora la voz de los uruguayos que quieren una sociedad más
justa, más fraterna, más humana" (...).
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