(Emitido a las 8.21)

EMILIANO COTELO:
En Cartagena de Indias son las 5.21. Rosario, ¡te hemos hecho madrugar esta mañana!

ROSARIO CASTELLANOS:
Es absolutamente de noche aquí en Cartagena. Una noche que es una maravilla, como son las noches aquí, absolutamente templada, casi calurosa, con una luna redonda y perfecta brillando en este sitio que me ha recibido con esas condiciones excepcionales del tiempo, que no son otra cosa que el marco ideal para disfrutar de este lugar.

EC - ¿Qué estás haciendo en Colombia en estos días?

RC - En estos días tiene lugar la XVII Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo, que este año tiene lugar aquí. Por esta razón, ha llegado una enorme cantidad de gente de todas partes del mundo, fundamentalmente relacionada con la industria del turismo, pero además hemos sido invitados unos cuantos periodistas. En el caso de Uruguay, fui invitada junto con otros seis colegas por la Embajada de Colombia para participar en este evento y conocer esta maravilla. En primer lugar, la maravilla misma de Cartagena de Indias, y luego otros destinos que también vamos a visitar, que serán parte del contenido de mis contactos con ustedes.

EC - ¿Cuándo llegaste?

RC - Llegué ayer cuando ahí eran las 19 horas y aquí apenas las 16 horas. El viaje comenzó muy temprano en la mañana en Buenos aires, viajamos en Avianca en un vuelo directo Buenos Aires-Bogotá, y luego tomamos una conexión casi inmediata a Cartagena de Indias. El primer vuelo llevó seis horas y media y una hora el segundo.

EC - Cartagena de Indias es una ciudad fascinante. Yo tuve la oportunidad de estar allí hace unos años, pero con muy poco tiempo libre, participando en un congreso. ¿Cuáles fueron tus primeras impresiones?

RC - Cartagena de Indias fue fundada en 1533 por el español Pedro de Heredia. Durante todo el período colonial fue un punto fundamental de llegada y de partida de la ruta de galeones que unían a España con el Nuevo Mundo. Ubicada sobre el mar Caribe y dada esa importancia, tuvo la contrapartida de ser blanco permanente del asalto de piratas y bucaneros, por lo tanto toda su construcción da cuenta de esa condición de haber tenido que defenderse permanentemente. Es una ciudad amurallada, a mediados del siglo XVII comenzó a rodearse de una muralla que abarca varias manzanas, a la que en distintos períodos se fueron sumando gruesas paredes de piedra. Es una piedra amarillenta, parecida a la caliza, que aparece con pequeños agujeritos, como si fuera picada. La muralla tiene distintas alturas, con todo un sistema de torres de vigías, de puestos de guardia en la parte alta, de baluartes, de troneras, todos elementos que aseguraban la posibilidad de vigilar desde dentro la costa y también parte de la tierra. La ventaja es que no la demolieron. No puedo dejar de pensar qué habría sido de Montevideo si se hubiera mantenido su condición de ciudad amurallada.

Pero la ciudad creció, hoy es una ciudad moderna –eso se ve desde el aire– y se ha construido alrededor de la muralla una gran doble avenida, de manera que uno tiene una cierta perspectiva, la ciudad no está pegoteada a la muralla antigua, se ha mantenido ese cinturón de la vieja ciudad como algo separado de la evolución posterior. Como fue declarada por UNESCO Monumento Histórico de la Humanidad, todo lo que se ha hecho al interior de la muralla procura conservar, restaurar, reciclar lo que permanecía, y lo nuevo que se ha construido mantiene las características del colonial español del siglo XVII.

Esto la hace una joya, la visité en la noche con sus luces amarillas, los faroles de hierro, muy iluminada, y con la ventaja de que durante la noche se corta el tránsito vehicular y se puede caminar por esas calles. Disfruté de un colonial puesto a punto, absolutamente a nuevo, a todo color, que da cuenta de una arquitectura que debe de haber sido muy rica en su momento, con grandes casas, portales de piedra y puertas de madera tachonadas, con llamadores de hierro importantísimos y balcones de madera. Y las plantas tropicales, las flores que salen de los balcones le dan un colorido y un ambiente a la ciudad vieja que desde la noche de ayer me tiene absolutamente enamorada.

EC - Recuerdo dos hoteles cinco estrellas construidos en lo que fueron conventos de Cartagena de Indias, recuerdo también el Museo de la Inquisición y la casa que García Márquez tenía o sigue teniendo sobre el mar.

RC - La sigue teniendo, es una casa moderna, que fue construida por un gran arquitecto colombiano hace poco fallecido, Solsona. Prácticamente no se la puede ver desde fuera porque tiene un alto muro, pero es parte de lo que se ha sumado como valor contemporáneo a ese interior.

EC - Son ejemplos de lo mucho que tenemos para charlar contigo En Perspectiva y en otros espacios de la programación de El Espectador durante tu visita a Colombia y en especial durante tu permanencia en Cartagena. ¿Hasta cuándo vas a estar en Cartagena?

RC - Hasta el viernes voy a estar en Cartagena. Voy a tener para agotar todo esto que me tiene absolutamente enamorada.

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Edición: Mauricio Erramuspe