Una visión general de Cartagena
En su segundo día de visita en Colombia, Rosario Castellanos aportó una visión intra y extra muros de la ciudad que la aloja: Cartagena de Indias.
(Emitido a las 8.24)
EMILIANO COTELO:
Rosario sigue en Cartagena de Indias.
ROSARIO CASTELLANOS:
Así es. Aquí es todavía de noche, pero se anuncia una vez más un día muy caluroso, así que con 24 grados esto es mucho más soportable que con los 32 o 33 que vamos a tener al mediodía.
EC - ¿Qué nos cuentas de Cartagena hoy?
RC - Quería contarles una visión general de Cartagena. Fundamentalmente me voy a referir a la ciudad histórica.
Cartagena es hoy la quinta ciudad de Colombia, tiene un millón de habitantes, por lo tanto se ha extendido bastante más allá de la ciudad vieja, la ciudad amurallada. No saben lo difícil que resulta imaginar, cuando uno la recorre, su distribución en el terreno. Tuve que subir a un cerro, el cerro de La Popa, a 250 metros sobre el nivel del mar, para entender por qué se me complicaba tanto orientarme. Y es que su territorio tiene una geografía muy compleja.
Cartagena está a orillas del mar Caribe, del océano Atlántico, pero tiene una costa absolutamente recortada e irregular, y la ciudad vieja se desarrolla en dos islas hoy artificialmente unidas con tierra firme. Esta constitución es lo que confunde permanentemente, porque por un lado estamos convencidos de que estamos en tierra, recorriendo la costa del Caribe, pero por otro nos queda toda una zona de lagunas, que son los espacios que han quedado entre las conexiones de estas islas con tierra firme. Por eso mi confusión y por eso mi primera recomendación es ver esta geografía desde lo alto del cerro de La Popa.
El cerro tiene además un interés agregado, porque en lo alto está ubicado el monasterio de La Candelaria, un monasterio agustino del siglo XVII que conserva un notable claustro de arquitectura colonial barroca, rodeado de galerías porticadas, llenas de una vegetación que le da un ambiente mucho más agradable que el calor seguramente se sufrió a lo largo de todos estos siglos en este particular clima tropical.
Desde lo alto se ve la ciudad vieja, ubicada en dos islas. En la isla de San Diego está la parte más importante, la administración, los centros comerciales, las familias, los monasterios y las iglesias, las construcciones más lujosas, el centro histórico más interesante, mientras que la isla de Getsemaní alojaba a la población de menos recursos, a la población más pobre de la ciudad colonial.
La ciudad moderna se extiende al sur de la ciudad histórica, en una singular península de forma muy irregular. Es el único punto donde aparecen los edificios en alturas, las torres que alojan un barrio equivalente al Pocitos nuestro, con un malecón que es una rambla sobre el Caribe. El resto es la evolución de la ciudad que parece crecer hacia el norte. Yo estoy alojada en un hotel al norte de la ciudad histórica, frente al Caribe, con la posibilidad de pegarme un baño en estas hermosas aguas cuando el tiempo y la recorrida lo permiten.
Luego está tierra firme, con barrios absolutamente chatos, con casitas mucho más humildes, seguramente los barrios más populares, sin edificios en altura. Esa zona de tierra firme protegía las zonas de la ciudad amurallada junto al mar desde una fenomenal fortaleza, el castillo de San Felipe de Barajas, una construcción militar que vale la pena conocer, considerada la construcción militar colonial española del siglo XVII más importante de América.
Entonces, por un lado, la forma de ver y entender esta ciudad desde lo alto, y por otro dos recomendaciones, el monasterio de La Candelaria y el castillo de San Felipe de Barajas, vienen a complementar estos encantos de Cartagena.
Mañana voy a volver a la ciudad vieja, donde seguramente está el mayor interés de esta ciudad que ha hecho del turismo la principal industria, de la que vive su población.