Análisis Económico

Las medidas de la Fed y una mirada a la crisis desde Uruguay

La crisis financiera provocada en el mercado hipotecario de Estados Unidos se está extendiendo. El gobierno de George Bush busca mitigar su impacto pero el escenario de recesión es cada vez más probable. En principio, no deberían esperarse impactos inmediatos en Uruguay, dijo el economista Pablo Rosselli, de Deloitte. "Esto de que la debilidad del dólar y los problemas en Estados Unidos están contribuyendo a tener commodities altos, no debería llevarnos a mucha alegría. Si uno mira desde una perspectiva de mediano plazo, lo que debemos concluir es que los riesgos para la economía mundial se están intensificando", advirtió.

(Emitido a las 7.41)

EMILIANO COTELO:
El tema no es de acá pero le pega a todo el mundo y genera nervios y preguntas en todos los países, incluido en Uruguay. Por lo tanto, aparece reflejado en la tapa de los diarios montevideanos.

El País dice: "Crisis en Estados Unidos se agravó y sacudió a los mercados". Últimas Noticias, por su parte, lo encara así: "FMI alerta por efecto de crisis financiera en Estados Unidos".

Por supuesto que Argentina también tiene los ojos puestos en esta coyuntura. Si ustedes miran la portada de La Nación encontrarán que el título principal es: "Una corrida contra los bancos tiene en vilo a los mercados". La nota dice que "los grandes inversores del mundo parecieron comenzar a tomar conciencia ayer de las dimensiones que puede alcanzar la denominada crisis subprime, provocada por una fenomenal especulación financiera en el negocio inmobiliario en Estados Unidos, construido sobre la base de créditos a trabajadores y personas de ingresos bajos y medios.

Hasta el viernes valorizaban cada papel del banco de inversión Bear Stearns a 30 dólares, con un castigo que se estimaba "fuerte", tomando en cuenta que ese mismo papel había llegado a valer US$ 172 apenas un año antes".

Agrega La Nación que "durante el fin de semana se enteraron de que esa prestigiosa entidad, con 85 años de historia, que consiguió sobrevivir a la Gran Depresión y las dos Guerras Mundiales y a mediados de julio pasado había anunciado la liquidación de varios de sus fondos especializados en inversiones en derivados hipotecarios, había sido rematada a manos de su competidor JP Morgan a cambio de US$ 236 millones, es decir, a US$ 2 por acción.

Los datos conocidos de la operación fueron revulsivos para los mercados. ¿La razón?: si el precio asignado a un banco era ficticio, ¿qué tan reales pueden ser los conferidos en las pizarras al resto de las entidades?

La duda disparó un vendaval de ventas que, como suele ocurrir durante una corrida, afectó en principio a todas las acciones con cotización, pero terminó teniendo especial efecto en los papeles bancarios y financieros. Y dejó derrumbes de hasta 5% en las bolsas de Asia y Europa (plazas en las que, por cuestiones horarias, impactó de modo directo el pánico generado por aquella transacción), que se fueron repitiendo luego en las principales plazas bursátiles de América latina".

De todas formas dice el matutino argentino que "a la hora del cierre de las operaciones en esta región, las pérdidas se redujeron (el Merval porteño, que caía más de 4%, cerró perdiendo 2,8%), en consonancia con un rebote que mostró Wall Street en la última parte de la rueda de ayer, especulando con un nuevo y agresivo recorte en la tasa de referencia de Estados Unidos previsto para hoy y aliviada por el financiamiento que la Reserva Federal aseguró a la operación.

La Fed se comprometió a liberar hasta US$ 30.000 millones en favor de JP Morgan, tomando como reaseguro los activos menos líquidos de Bear Stearns (decisión apoyada públicamente por el secretario del Tesoro, Henry Paulson), lo que corrobora que ese organismo está dispuesto a jugar fuerte para evitar que la crisis de los bancos agregue presión extra a la ya golpeada economía estadounidense".

El diario El País de Montevideo dice por otro lado que acá en Uruguay la situación fue monitoreada durante todo el día desde el Banco Central que esperará antes de decidir si aprueba modificaciones de corte monetario a nivel local sobre todo a conocer las novedades que se aguardan para el día de hoy".

Estamos con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.

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Pablo, esto está movido...

PABLO ROSELLI
Definitivamente está muy movido. La crisis financiera que está viviendo Estados Unidos es un hecho que se observa realmente cada muchos, muchos años. Así que sin duda las expectativas están puestas en lo que está pasando allí.

EC - Sería bueno que nos ayudaras a pasar en limpio algunas de estas noticias porque son complejas. No es sencillo decodificarlas desde acá, sobre todo para el ciudadano común y corriente.

Vayamos en primer lugar a esta transacción que yo mencionaba recién, la compra de Bear Stearns por JP Morgan. ¿Podemos, con tu colaboración, entender de qué se trató exactamente?

PR - Bien, lo que estaba sucediendo con el banco Bear Stearns es que los inversores se estaban deshaciendo de sus posiciones en los fondos que maneja el banco de inversión. Los bancos de inversión no toman depósitos en cuentas como entendemos habitualmente sino que le ofrecen a sus clientes una serie de productos financieros que esos bancos tienen en sus portafolios.

Lo que había era una fuerte corrida, el banco estaba perdiendo liquidez porque los inversores temían que todos esos productos financieros tenían una exposición muy fuerte en los riesgos del mercado hipotecario y se estaban desvalorizando. Finalmente lo que sucedió fue que uno de los principales competidores de ese banco, JP Morgan, hizo una transacción de compra de la institución a un precio de remate. Lo compró por tan solo 236 millones de dólares. Los analistas marcaban que el edificio principal del Banco Bear Stearns tiene un valor del orden de los 1.000 millones de dólares, lo cual está pautando que en ese precio se descontó que hay muchos activos del banco de inversión que están valuados todavía a un precio superior al que efectivamente esos activos tienen.

De todas maneras el mercado tomó de forma positiva la transacción realizada por JP Morgan. Hubo un pánico notorio en Asia, las bolsas en Estados Unidos también abrieron a la baja, luego hubo un repunte, pero las acciones de JP Morgan subieron 10%. Eso está marcando que los inversores de alguna forma interpretan que JP Morgan hizo un muy buen negocio con esta transacción.

Hay dos elementos para eso, uno es el bajísimo precio de compra y el otro elemento es que esta transacción ocurre con el aval de la Reserva Federal que le dio un crédito muy fuerte de 30.000 millones de dólares al comprador para hacer frente a los problemas de liquidez que está teniendo.

EC - Ese es todo otro tema: el papel que está jugando la Reserva Federal en esta crisis y el papel que jugó en particular durante el fin de semana. Porque la primera noticia que se había conocido era la decisión de la Reserva Federal de brindarle asistencia financiera a Bear Stearns. Eso se conoció entre el viernes y el sábado.

PR - Exactamente.

EC - Eso ya era algo con pocos antecedentes.

PR - Sí, porque en realidad lo que se entiende es que la Reserva Federal como banco central actúa como prestamista de última instancia de los bancos comerciales. Es decir, cuando los bancos que toman depósitos –no estos bancos de inversión- sino cuando los bancos comerciales toman depósitos y enfrentan un retiro súbito de los depositantes, está previsto que el banco central de Estados Unidos que es la Reserva Federal le preste fondos, le inyecte liquidez a esas instituciones. Pero en realidad ya la semana pasada la Reserva Federal había anunciado un crédito especial para un banco de inversión, que era este banco Bear Stearns.

El fin de semana extendió eso, de alguna forma tomó varias medidas. Una de las medidas fue establecer una línea de préstamos a corto plazo para un conjunto de bancos de inversión. Estipuló cuál era la lista de bancos de inversión que tenían abierta esa línea de crédito que puede ser de hasta seis meses y que se pueden tomar entregando como garantía otros activos. De esa forma, la primer medida del fin de semana fue hacer más general lo que había sido una medida especial para Bear Stearns que es tener a la Reserva inyectando liquidez en instituciones a las cuales habitualmente no les prestaba.

EC - Y después vino lo que fue la solución definitiva para el caso del Bear Stearns que se trató de la compra por JP Morgan. ¿Pero es una compra asistida a su vez por la Reserva Federal?

PR - Sí, ahí desconocemos si cuando la Reserva Federal anunció que prestaba los 30.000 millones de dólares ya estaba en su conocimiento que se estaba negociando esa transacción. Pero deberíamos presumir que sí y que por eso apareció esa línea tan fuerte.

EC - Estamos hablando de decisiones que se tomaron durante el fin de semana, algo que tampoco es usual. La compra del Bear Stearns por el JP Morgan se dio a conocer el domingo por la noche y también el domingo por la noche se conocieron nuevas medidas tomadas por la Reserva Federal en cuanto a las tasas de interés.

PR - Sí, el hecho de que la compra se haya anunciado el domingo de noche, es decir, antes de la apertura de los mercados, de alguna forma ya está pautando el involucramiento de la Reserva. La Reserva intentó que el mercado abriera con las cartas lo más claras posible. Y además se reunió la propia Reserva en un fin de semana cosa que no ocurría desde hace casi 30 años. En el año 79 había habido una reunión en un fin de semana.

En esa reunión se tomaron varias medidas porque además de hacerse general esa línea de préstamos para los grandes bancos de inversión, también se decidió bajar lo que es la tasa de descuento.

EC - ¿Qué es la tasa de descuento?

PR- La tasa de descuento es la tasa a la cual los bancos pueden solicitar crédito a la Reserva Federal. La Reserva Federal maneja dos tasas: la de los fondos federales que es la tasa objetivo para el precio de los créditos interbancarios cuando los bancos se prestan entre sí y la de descuento que está habitualmente por encima de la tasa interbancaria. Cuando un banco tiene problemas de liquidez y no encuentra quien le preste en el segmento interbancario, puede recurrir a la Reserva Federal.

El recorte de tasa fue sólo de 25 puntos básicos bajó de 3,5 a 3,25 pero eso no debe llevarnos a confusión. En realidad la señal es extremadamente fuerte. En agosto la diferencia entre la tasa de descuento y la tasa interbancaria era de cien puntos. Es decir de un punto porcentual o cien puntos básicos. Ya en agosto había bajado a cincuenta y ahora la diferencia con la tasa de los fondos federales es de solamente 25 puntos básicos. ¿Qué quiere decir esto? Prácticamente lo que la Reserva Federal está reconociendo tácitamente es que el mercado interbancario está funcionando muy mal, que los bancos no se prestan entre sí. La señal prácticamente dice: "si precisás dinero no vayas a pedirle a otro banco, pasá directamente por la Reserva Federal que te cuesta 0,25% más".

EC - Con el detalle de que además esa línea de crédito ahora también está disponible para bancos de inversión.

PR - Con el detalle de que además esas líneas están disponibles para bancos de inversión y con otra decisión que es que los plazos para devolver esos créditos se extendieron nuevamente. Algunos meses atrás se habían extendido hasta un mes de plazo y ahora están en tres meses.

A los bancos lógicamente no les gusta ir a la Reserva Federal. Cuando un banco va a la Reserva Federal le está diciendo a sus clientes, a sus inversores, que está pasando por algún tipo de problema. Pero de todas maneras la respuesta de la Reserva Federal es realmente abrir una gran línea de crédito a un precio que es prácticamente el mismo que el del mercado interbancario. Eso pauta la gran preocupación que tiene la Reserva Federal por la restricción del crédito que se está viviendo en Estados Unidos.

EC - Esas medidas tomadas durante el fin de semana y algunas de ellas el propio domingo por la noche con la intención de que estuvieran ya difundidas y operativas cuando se retomara la actividad el lunes, en principio dieron lugar a un lunes muy convulsionado, un lunes lleno de inestabilidad. Ya dijiste algo a propósito de la reacción de los mercados. En resumen, ¿cómo la considerarías?

PR - La reacción del mercado es relativamente esperable. Los inversores presumen que la Reserva Federal maneja mucha información. A veces no maneja más información que el resto de los inversores pero la presunción es que maneja mucha información. Y si se toman medidas tan de emergencia como todas estas, la reacción natural de los inversores es decir "esto está realmente complicado si no la Reserva no se hubiera reunido un fin de semana, no habría prestado 30.000 millones, no habría hecho esto, lo otro y lo otro".

Así, con ese pánico inicial, todos los mercados reaccionaron con bajas muy fuertes. Las acciones en particular abrieron con caídas muy fuertes, luego se fueron recuperando. Fue un día de mucha volatilidad, algunos analistas marcaban que por ejemplo el Dow Jones cambió como 27 veces de signo durante el día, es decir, de ganancias a pérdidas, cambió muchas veces. Índices más generales de acciones como el Standard & Poors que tiene los precios de 500 empresas terminaron con pérdidas no muy fuertes de 1%. En realidad, de los 10 índices por industria que componen el Standard & Poors, ocho terminaron con bajas y en el caso del Dow Jones la leve suba que se observó al cierre del mercado fue exclusivamente porque JP Morgan subió 10% como decíamos recién por ese impacto de ese negocio que fue valorado muy positivamente por los inversores.

Si vamos a hablar de las monedas ocurrió lo mismo. Inicialmente el dólar abrió con caídas muy importantes llegó a cotizar a 95,8 yenes por dólar, que es el nivel más bajo en 12 años y el euro llegó a cotizar a 1,59. Luego las cotizaciones se moderaron un poco. El euro cerró a 1,57 dólares por cada euro y la cotización con el yen fue de 97,5 yenes. En cualquier caso estamos viendo un momento de gran debilidad del dólar.

EC - A todo esto ayer el presidente George Bush reconoció que la economía de Estados Unidos vive tiempos difíciles, ya lo había hecho pero ayer reiteró el reconocimiento de que la situación está complicada. Pero aseguró que su gobierno está controlando la situación ante los temores que corrían en cuanto a que la crisis se generalizara.

"Vivimos tiempos difíciles pero una cosa es segura, hemos actuado de manera firme y decidida", dijo Bush luego de que ya se conocían algunas de las medidas que se habían tomado. Insistió en que van a continuar interviniendo y tomando las resoluciones que haya que tomar para enfrentar esta coyuntura.

PR - Sí, de hecho el mercado descontaba que la Reserva Federal en el día de hoy aplique una rebaja de cien puntos básicos en la tasa de fondos federales. Algunos pensaban que podía ser un poquito más de cien puntos básicos y contemplan más bajas de tasas en los meses siguientes.

EC - Una rebaja de cien puntos básicos en la tasa de los fondos federales implica una rebaja de un punto porcentual.

PR - Exacto, que pasaría de 3 a 2% anual. Recordemos que en agosto estaba en 5,25% anual.

EC - Es una caída impresionante la que se ha dado.

PR - Y para setiembre podría terminar en 1,5% anual. La política monetaria, en definitiva, está actuando con bajas muy agresivas de tasas. Desde que la Reserva Federal comenzó a anunciar un objetivo para la tasa interbancaria que fue en el año 80, nunca había habido estas caídas de tasas tan fuertes. Hay que ir creo que a la década del 60 para tener una flexibilización monetaria tan rápida como la que estamos viendo ahora. Y también hubo medidas en el frente fiscal de expansión de devolución de impuestos por un monto equivalente a más de un punto del Producto Bruto Interno. Las políticas macroeconómicas en definitiva realmente están respondiendo agresivamente para tratar de frenar los impactos recesivos de esta situación.

El problema que está quedando y que es difícil de solucionar -o que hay que entender para ver que esa respuesta a las políticas macroeconómicas puede tener un impacto limitado- es si los problemas que estamos viendo en el sistema financiero de Estados Unidos empiezan a ser vistos más como un problema de solvencia de instituciones que tienen problemas para recuperar sus activos, que un problema de liquidez. Si el problema es estrictamente de liquidez, de que hay mucho pánico, los inversores temen por esa situación y están retirando dinero como lo hicieron de Bear Stearns y los bancos no quieren prestarse entre sí, la política de inyectar liquidez en la economía puede funcionar. Pero si en el sistema bancario vamos a seguir viendo problemas de recuperación de los activos, la restricción del crédito que se genera cuando los bancos tienen problemas de solvencia, es mucho más severa y es difícil de solucionar solamente con que se abarate el costo del dinero para los bancos.

Los bancos hoy cuentan con dinero más barato de la Reserva Federal pero si hay muchos problemas de solvencia van a ser reticentes para prestar y eso sí genera efectos más recesivos.

EC - Para terminar queda entonces la expectativa por lo que pase hoy con los mercados y lo que a su vez resuelva la Reserva Federal. Por último, aunque sea brevemente, ¿qué coletazos tiene todo esto en Uruguay?

PR - Hay varios temas. Las turbulencias financieras en general son negativas para los países emergentes y en el caso de Uruguay hemos visto una suba importante de riesgo país desde que empezó la crisis en Estados Unidos. Allá por junio, antes de que empezara esta crisis, el riesgo país había llegado a un mínimo realmente muy bajo de 130 puntos básicos, ya para diciembre estaba en un nivel que podríamos decir un poco más normal, de 220 puntos básicos y ahora está arriba de los 300 puntos básicos. Esto no le ocurrió solo a Uruguay, los inversores son más reticentes a prestar a los países emergentes, eso tiene un impacto en el costo de financiamiento del país. Afortunadamente el país no tiene necesidad de salir en este momento que es de turbulencias al mercado de capitales porque en los últimos años se extendió mucho el plazo de financiamiento y a su vez el Banco Central ha acumulado muchísimas reservas internacionales. Pero ese es un primer indicio negativo.

Después, mirando en una perspectiva de corto plazo, hay una contra cara de todos estos problemas en Estados Unidos que es la debilidad del dólar en el mundo. El dólar está débil, eso contribuye a tener precios altos de los commodities medidos en dólares y eso es una noticia muy buena para la economía real de nuestro país. Si bien decíamos que el riesgo país ha subido y eso desde el punto de vista financiero es algo negativo, la debilidad del dólar está ayudando a mantener precios muy altos de los commodities por lo menos en el corto plazo y supone también que tenemos que pensar que en Uruguay vamos a tener alguna presión adicional de apreciación de la moneda uruguaya porque el dólar se está debilitando en todo el mundo.

Pero esto de que la debilidad del dólar y los problemas en Estados Unidos está contribuyendo a tener commodities altos en estos meses, en estas semanas, no debería llevarnos a mucha alegría. Si uno mira desde una perspectiva de mediano plazo lo que debemos concluir es que los riesgos para la economía mundial se están intensificando. Primero porque estamos con una crisis financiera importante en la principal economía del mundo, no deberíamos pensar que eso no va a tener efectos en la economía mundial.

Como decía antes, si lo que en principio parece ser una crisis financiera de liquidez comienza a adquirir un perfil de problemas de solvencia, entonces tendríamos que pensar en restricciones del crédito persistentes en Estados Unidos, con una recesión más fuerte, eventualmente más prolongada que la que los mercados están descontando y eso más tarde o más temprano tendría que tener efectos en la economía mundial. A su vez, si miramos a la economía mundial, a los problemas que hay en la principal economía que es Estados Unidos, se le está agregando la consolidación de un escenario de presiones inflacionarias importantes porque la suba de los commodities, la suba del petróleo, está haciendo que la inflación suba en la gran mayoría de los países y eso puede terminar propiciando un ajuste fuerte de tasas de interés sobre todo el año que viene. La perspectiva de mediano plazo es bastante más incierta con riesgo de una desaceleración más marcada o abrupta de la economía mundial y con riesgo de que los commodities reviertan este momento de euforia que están viviendo.

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Edición: Mauricio Erramuspe