En un tiempo récord de tres meses, y con la participación de médicos uruguayos y cubanos, se celebraron el viernes las primeras mil operaciones de ojos en el Hospital de Ojos del Saint Bois.

Este hospital inaugurado en noviembre de 2007 cuenta con la más alta tecnología y tiene pensado seguir creciendo. A tales efectos, mejorará su infraestructura, buscará acuerdos para lograr más y mejor locomoción y pasará de 25 operaciones diarias a 40.

La ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, agradeció al pueblo cubano la solidaridad y la eficacia de su trabajo en este hospital. Dijo que el país está saldando la deuda que mantiene con sus miopes y con sus ciegos y que para evitar las diferencias que existen con la Asociación de oftalmólogos de Uruguay, que no están de acuerdo que médicos cubanos en nuestro país, la secretaria de Estado elaboró un proyecto para revalidar la carrera. "Ya está enviado. Visto por la Secretaría de la Presidencia, conversado con el director de la Escuela de Graduados. Creo que va bajar la tensión en todo este tema que es los que tradicionalmente ha hecho el país. Siempre, médicos extranjeros que vienen transitoriamente al país a poder operar. Lo estamos haciendo por vía de decreto", afirmó.

Actualmente, una operación de cataratas cuesta entre 1.500 y 2.000 dólares. En este hospital, se realiza en forma gratuita a personas carenciadas y, a partir de junio, a todos los jubilados y pensionistas que ganen menos de 10 bases de prestación (menos de 17.500 pesos). Este anuncio lo hizo Ernesto Murro, presidente del Banco de Previsión Social. "Porque ha sido, justamente, con el dinero de jubilados y pensionistas que se compró el ex Hogar Israelita, que va a servir de lugar transitorio para preparación o convalecencia de todas las operaciones que se hagan aquí en el Hospital de Ojos y se van a poder operar gratuitamente ya sean jubilados y pensionistas que se atienden en salud pública, como jubilados y pensionistas que se atienden en mutualistas", explicó.

Lorena Parra fue una de las 1.000 personas que accedió a la operación. Ella estuvo siete años ciega recorriendo médicos y tratando de juntar los dólares para poder operarse. "Me voy a operar del otro ojo porque todavía tengo el otro ojo. El agradecimiento es infinito, es total, es maravilloso (...) Todos me dicen que soy una vieja llorona pero lo que me devolvieron es la felicidad más grande de la vida", expresó.