Tertulia especial

La Situación del Sector de las Tecnologías de Información y Comunicaciones en Uruguay: cómo consolidar el crecimiento

La Situación del Sector de las Tecnologías de Información y Comunicaciones en Uruguay: cómo consolidar el crecimiento

En los últimos 30 años el mundo ha vivido una transformación impresionante, impulsada por las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, las llamadas TIC. Una revolución que ha afectado transversalmente todas las actividades humanas. Y Uruguay, aunque que no es un líder mundial en estas tecnologías, ha sabido aprovechar algunas ventanas que esta movida le abre a las sociedades que cuentan con recursos humanos calificados. En mesa redonda, Fernando Brum, Omar de León, Marcelo Erlich, Jorge Moleri y Nicolás Jodal analizaron este fenómeno y sus manifestaciones en el país.

(Emitido a las 9:05)

EMILIANO COTELO:
En los últimos 30 años el mundo ha vivido una transformación impresionante, impulsada por las tecnologías de la información y las comunicaciones, las llamadas TIC.

Una revolución que ha afectado transversalmente todas las actividades humanas, desde el entretenimiento a la medicina, desde las finanzas a la producción y el comercio, desde la educación al periodismo y a los medios de comunicación. Una revolución cuyos avances vivimos todos los días, en un despliegue imponente de nuevos servicios online, de nuevos dispositivos inteligentes y conectados, de nuevas formas de comunicarse y de socializar, de intercambiar información y de educarse.

Uruguay, aunque no es un líder mundial en estas tecnologías, ha sabido aprovechar algunas ventanas que esta movida les abre a las sociedades que cuentan con recursos humanos calificados.

Así, nuestro país se ha transformado en desarrollador y exportador de software, y al mismo tiempo ha captado inversiones importantes de productores globales de software y servicios informáticos. Los resultados no lucen nada mal: el año pasado las exportaciones de software habrían superado los 160 millones de dólares y el sector ha llegado al desempleo cero.

Por otro lado, en comunicaciones Uruguay muestra uno de los índices más altos del continente en cuanto a penetración de telefonía celular y de Internet, y ha experimentado un crecimiento notable del teletrabajo, exportando servicios a través de las redes.

Pero como esta movida de las TIC sigue a ritmo de vértigo, cabe preguntarse si Uruguay podrá mantenerse "a tiro" de las nuevas "oleadas" o quedará relegado, no solo perdiendo oportunidades futuras, sino además debilitando las conquistas que se alcanzaron hasta ahora.

Por ejemplo, nuestra industria de software, ¿puede mantener su impulso exportador cuando ya sufre una restricción fuerte por falta de recursos humanos y se resiente por el aumento de los costos internos en dólares? 

¿Los operadores de telecomunicaciones podrán enfrentar una competencia que cada vez es más fuerte y diversificada? Pensemos, por ejemplo, que la venta de minutos de telefonía fija o telefonía celular se enfrenta a plataformas como Skype, que son accesibles a través de Internet y se ofrecen a costos muy bajos o directamente gratis.

Y nuestros canales de televisión ¿podrán competir en el futuro con la televisión y el video por Internet, que no conocen fronteras? O ¿cómo se posicionarán ante la televisión para celulares? Si la atención del público se diversifica y se mira cada vez más Internet y menos televisión, ¿qué ocurrirá con los ingresos por publicidad que sustentan el modelo de la televisión abierta?

Más en general, está claro que nuestro país no crece hoy basado en su producción de tecnología sino, sobre todo, en los commodities agroindustriales. La nuestra no es una producción intensiva en conocimiento, y nos falta mucho camino por recorrer para emular a países como Irlanda o Finlandia, que en pocas décadas se transformaron de agroexportadores en referentes globales de la tecnología.

¿Qué se puede hacer desde el Estado para que Uruguay potencie al máximo sus oportunidades y sepa enfrentar los desafíos que todo esto representa? En particular, ¿qué pueden aportar las empresas del Estado en esta materia?

Sobre estas y otras cuestiones les proponemos discutir esta mañana en esta mesa redonda que ha organizado la Universidad Católica en el marco del ciclo 2008 de Aportes al Debate Nacional. El tema de esta jornada es: "Situación del sector de las tecnologías de información en Uruguay. Cómo consolidar el crecimiento".

***

EC - Participan en el debate el ingeniero Nicolás Jodal, director de Artech, la empresa creadora de Genexus; el ingeniero Jorge Moleri, director de Cybernet y secretario general de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI); el ingeniero Marcelo Erlich, gerente de la División ANCEL de ANTEL y presidente de la Asociación GSM para Latinoamérica; el ingeniero Omar de León, consultor en temas de telecomunicaciones y director de Teleconsult, y el ingeniero Fernando Brum, director de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).

En primer lugar, cada uno de ellos realizará una exposición, luego abriremos una instancia de debate a partir de algunas preguntas y finalmente habrá un espacio para redondear la discusión, en el que se podrán incluir algunas inquietudes que lleguen del público.

Invito al ingeniero Nicolás Jodal, director de Artech, a presentar el tema: "Los nichos en el mercado global para la industria del software uruguaya".

NICOLÁS JODAL:
Me toca hablar sobre los nichos en el mercado global para la industria del software uruguaya. Es un tema que me gusta mucho y está bien planteado, yo no elegí el nombre pero está muy bien hecho. Normalmente cuando me invitan a hablar me preguntan cuáles son los obstáculos y cómo hay que resolverlos. Es un discurso bastante típico de Uruguay, que servía en otros momentos, se buscaba progresar y la forma era identificar los obstáculos y tratar de resolverlos. Pero en un mundo basado en la innovación no es el paradigma correcto. Yo tengo una frase de Henry Ford, que en sus primeros años de vida fue un innovador nato, un emprendedor nato, y decía: "¿Qué son los obstáculos? Son todas las cosas difíciles que uno ve cuando aparta los ojos de su meta". Así que mucho más que preocuparme por cuáles son los obstáculos –el título de la charla está claro–, voy a referirme a cuáles son las oportunidades, es el orden correcto. No quiere decir que en algún momento no haya que preocuparse por los obstáculos, pero el orden correcto es primero ver las oportunidades y una vez que se tiene la meta ver cuáles son los problemas.

Hoy voy a hablar de oportunidades, y para eso tenía otra frase, esta vez de Bernard Shaw, que dice: "El hombre racional se adapta al mundo que lo rodea; el hombre irracional se obstina en intentar que sea el mundo el que se adapte a él. Por lo tanto todo progreso se debe al hombre irracional". Espero ser bastante irracional en lo que voy a decir y espero que no concuerden para nada conmigo.

Me corresponden las generales de la ley: no vengo a hablar aquí como un consultor que mira una visión lejana de Uruguay y ve qué posibilidades podría haber, sino como una persona que está en el campo de batalla y que todos los días persigue alguna de estas oportunidades que voy a plantear.

Por último, antes de entrar en el tema, quiero hacer una aclaración sobre el tema de los nichos. Como cualquier industria, la industria del software tiene que perseguir los nichos, uno tiene que elegir hacia dónde atacar, no puede tratar de hacer todo. Sin embargo hay una diferencia muy importante en a qué me refiero con nicho en la industria del software y en otro tipo de industrias, por ejemplo en la industria manufacturera que fabrica productos. Cuando hablamos de nichos en la industria manufacturera en Uruguay normalmente en el peor casos la ley que los rige es la economía de escala, lo peor que le puede pasar a una empresa que factura cosas, a una industria que manufactura productos, átomos, es ser pequeña, la economía de escala es lo que permite hacer mejores precios y demás. Entonces en el caso de Uruguay, que es un país pequeño, la economía de escala es un factor muy grave, muy complejo, y necesariamente tiene que buscar nichos alrededor de cosas como por ejemplo líneas de baja producción, de baja cantidad, de altísima calidad, etcétera. La espada de Damocles de la industria manufacturera es la economía de escala.

En la industria del software no nos rige esa misma ley, la economía de escala no es relevante, tenemos otra espada, quizás más grande y más filosa, que es la economía de la innovación. En la industria manufacturera, que fabrica átomos, el peor caso no es ser pequeño; en una industria que fabrica conocimiento, que fabrica intangibles, no solo software, el peor caso es ser obsoleto. No tenemos que buscar nichos debido a la economía de escala, sino debido a que tenemos una capacidad importante de innovar, de crear cosas nuevas, cosas que no existían.

Voy a empezar con un nicho que fue el original y el tradicional de la industria de software de Uruguay, en el que nos va muy bien y aún tenemos muchísimo para avanzar.

Los nichos que hemos sabido aprovechar vienen de una definición clásica de lo que es crear valor: una empresa se dedica a crear valor y para crear valor hay que satisfacer la necesidad de los clientes. La industria de software de Uruguay ha aprovechado clientes que existían en el país y ha desarrollado software muy importante para ellos. Por ejemplo, cuando se apostó a Uruguay como sistema financiero, uno de los hechos secundarios e interesantes fue que se creó una poderosísima industria de software alrededor de los sistemas financieros. Hoy dos de las empresas más importantes de la industria financiera de América Latina son uruguayas, y eso se debió a que trabajaron en conjunto, en alianza con la banca y el sector del software.

En este momento hay otra enorme oportunidad en otros sectores pujantes. Tenemos que seguir buscando sectores pujantes de Uruguay y a adherirles bits, adherirles software. Hay por lo menos dos sectores interesantísimos en este momento y ya están dando resultados. Uno de ellos es la agroindustria; todos sabemos la gran revolución que ha pasado en Uruguay con eso, y por ejemplo el sistema de trazabilidad que se ha aplicado es absolutamente local, se ha desarrollado en Uruguay y hoy es modelo en toda América Latina. Estamos haciendo el mismo proceso que pasó con la banca, estamos continuando el sistema con agroindustrias, y lo mismo está pasando con frigoríficos y otros.

Y el otro camino es el área de la logística. La logística ha crecido enormemente en Uruguay, y es cada vez más software, cada vez más bits, cada vez más información. Entonces de la misma manera que conseguimos adherirle bits a la carne, tenemos que adherirle más bits a la logística.

En esta primera intervención quería decirles que en uno de los nichos más importantes ya hemos tenido suceso y que tenemos que seguir avanzando es en sistemas de gestión complejos que estén en la punta de la tecnología. Nuestro objetivo más importante tiene que ser nuestra capacidad de innovación, no la economía de escala sino la capacidad de crear cambio, de ser innovadores.

EC - Es el turno del ingeniero Jorge Moleri, director de Cybernet y secretario general de la CUTI, que hablará sobre "El sector del software: logros y desafíos".
 
JORGE MOLERI:
Agradezco esta oportunidad que permite que toda la comunidad, todo el país sepa qué está pasando con esta industria que en hoy está en un momento de auge, es muy conocida, pero que viene trabajando desde hace muchos años, se sustenta en un trabajo de mucho tiempo.

Tenemos una estructura de empresas que abarca desde empresas que son un poco más que unipersonales a otras con muchos cientos de personas. Hay aproximadamente unas 250 empresas desarrolladoras, 80 en todo lo que es servicios de Internet, datos, comunicaciones y 350 firmas armadoras de equipos, comercializadoras de hardware y software.

De las empresas que específicamente se dedican al desarrollo de software y tecnologías de la información –que dijimos que eran 250–, 240 son miembros de la CUTI. Esto es un hecho muy importante, que no se repite en el resto de América Latina, donde las cámaras son algo pequeño respecto de la industria. Se ha trabajado en forma conjunta, se ha hecho un trabajo de equipo muy fuerte; esto es algo que cuando salimos al exterior impacta y a veces es difícil de hacer entender de primera: las empresas colaboran entre sí, trabajan en equipo para lograr esos objetivos de crecer y exportar.

La exportación. En 1989, cuando se formó la CUTI, no había mediciones, pero por las conversaciones que teníamos sabíamos que se exportaban unos 25.000 dólares. Hubo un fuerte crecimiento, estamos con cifras de 188 millones de dólares; estas cifras son de 2007, todavía tienen que ser ajustadas.

Si tomamos 1988 –que fue un año estable– como base 100 y comparamos, vemos en el gráfico de la derecha cómo evolucionó la industria exportadora de software; en el gráfico superior su crecimiento, que ha sido mucho mayor que las exportaciones de Uruguay en general; en este cuadro, que es el mapa del mundo, vemos todos los países a los que Uruguay exporta –actualmente Uruguay exporta a 52 países–; y en la imagen de la derecha, que es un mapa de América Latina, se ven todos los lugares donde hay oficinas comerciales ya establecidas de empresas uruguayas, que en algunos casos son compartidas y en otros son únicas. (Vea aquí la presentación y los gráficos utilizados por Jorge Moleri)

Uruguay es el mayor exportador per cápita de América Latina, en valores absolutos es el tercer exportador. Durante muchos años fue el primer exportador en valores absolutos, pero por razones de tamaño países como Brasil y México hoy exportan cifras más altas que las nuestras en valores absolutos, pero per cápita están muy lejos de nosotros.

En este otro cuadro vemos la exportación dirigida a los diferentes mercados y en los diferentes años. En 2001 América del Sur era el destino de aproximadamente el 65% de nuestras exportaciones y hoy es el 44% de una cifra de exportación que ha crecido mucho. Por otro lado ha habido una diversificación, con un gran crecimiento en México y América Central y otro gran crecimiento en países subdesarrollados. Esto ha permitido una mayor estabilidad; nos ayudó mucho la crisis de 2002-2003.

¿Quiénes se internacionalizaron? Fundamentalmente se internacionalizaron los exportadores de software financiero, los que se integraron a empresas en cuanto a entender su modelo de negocio y lo llevaron al exterior. Todo lo que es logística, por ejemplo software para bancos, de recursos humanos, de aduanas, software que creaba un nuevo modelo de negocios, rompía ciertos paradigmas, y también prestar servicios asociados con la entrega de información, con la entrega de datos que de otra forma no estaban disponibles.

¿Cómo lo hicieron? Fundamentalmente apuntaron a buscar socios de negocios en el exterior, a unirse o crear firmas trasnacionales –en muchos países firmas uruguayas crearon filiales–; a desarrollar modelos de franquicias y entregarlos; a prestar servicios de tercerización a empresas internacionales; y los conglomerados, que permitieron que un gran conjunto de muy pequeñas empresas en algunos casos, asociadas entre sí o con empresas más grandes, accediera a grandes mercados y simultáneamente tuvieran mayor credibilidad.

Uno de los impactos importantes que ha tenido todo este crecimiento de la industria de las tecnologías de la información se ha dado en el plano del empleo. Hoy empleamos unas 10.000 personas. El crecimiento del empleo, tomando también 1998 como base 100 y comparando con el crecimiento de empleo que ha habido en el país, ha sido muy superior y es bastante similar al crecimiento de las exportaciones; ambas curvas, en el país y en nuestra industria.

En este mapa de Montevideo se representa la distribución de las empresas clasificadas como empresas de software, empresas de Internet, empresas de procesamiento de datos, empresas de consultoría. Se puede apreciar que hay una fuerte concentración en Montevideo; en los hechos se ha creado un cluster virtual, que se dio también por las características del país. Esto es parte de un desafío, podemos mostrar al exterior las características que permitieron crear esta comunidad que trabaja en forma muy colaborativa, muy en conjunto, pero que está circunscrita fundamentalmente a Montevideo. Originalmente se dio debido a las características de accesibilidad de las telecomunicaciones, cosa que hoy ha cambiado.

Ese cluster virtual se desarrolló fundamentalmente por las condiciones favorables para la vida –nivel social, educativo, seguridad–, que han llevado a que también muchas empresas del exterior se instalaran en Uruguay, y condiciones favorables para el desarrollo de la industria –elevado nivel de las universidades, marco fiscal promocional que acompañó–. Si bien es una industria que nació "entre los yuyos", sin la colaboración de nadie, sin que nadie creyera que Uruguay podía tener una industria de tecnología de la información, en estos momentos de mayor maduración, de mayor crecimiento, el apoyo que se está logrando a través de préstamos internacionales y de organismos del Estado, le permiten una mayor consolidación. También la presencia de empresas internacionales, tanto empresas clientes como empresas vinculadas con tecnologías de la información, permitió un mayor nivel de exigencia, de conocimiento, y el acceso muy temprano a tecnologías que estaban disponibles en los países desarrollados.

En este complejo diagrama mostramos que el desarrollo de la industria no es producto solo de unas pocas empresas o de un grupo de empresas de tecnologías de la información. Hay muchos actores, con un grado de interrelación altísimo; intervienen diferentes organismos del Estado, que pueden apoyar o dificultar ese desarrollo –en general han apoyado–; todo lo que es educación, todo lo que son las distintas cadenas de información.

Vamos a dejar para la segunda parte nuestros desafíos.

EC – La siguiente exposición es la del ingeniero Marcelo Erlich, gerente de la División ANCEL de ANTEL, sobre el tema: "Las tendencias en el mercado de celulares y aplicaciones móviles".

MARCELO ERLICH:
Voy a tratar de dar un panorama general de lo que está pasando en el mundo en el mercado de las telecomunicaciones y de las aplicaciones, para tener una idea de cuáles son los drivers que se van a aplicar en la región, en el mundo y particularmente en Uruguay.

Llevó casi un siglo alcanzar 1.000 millones de abonados de usuarios móviles en el mundo, cuatro años para los segundos 1.000 millones, tres años para los terceros y en un año más estaremos en casi 4.000 millones de usuarios móviles en el mundo.

El mercado marca una creciente demanda por la movilidad. En una encuesta que se hizo hace muy pocos meses en América Latina, el 40% de los usuarios consultados dijo preferir la telefonía móvil frente a la televisión, a Internet y a otros servicios de telefonía.

Actualmente estamos con 3.700 millones de usuarios móviles en el mundo distribuidos entre las distintas regiones; en particular en América Latina tenemos más de 400 millones de usuarios móviles.

¿Cuáles son las tendencias? ¿Hacia dónde vamos? ¿Hacia dónde van los mercados? Se piensa que hacia 2012 vamos a llegar a los 5.700 millones de abonados móviles en el mundo. Eso da una idea de cómo está creciendo el sector y de las implicaciones que va a tener en el futuro.

Hacia 2010 el promedio de la región va a alcanzar casi el 100% de la penetración, con casi 600 millones de usuarios móviles. En Uruguay estamos ya hoy en casi el 100%, pero hay países que están en el 75% y otros que apenas están en el 50%.

Los usuarios móviles siguen demandando acceso. Ahora pasamos de la voz a Internet, el acceso de banda ancha, se demanda acceso donde sea. Eso impulsa un nuevo cambio en las telecomunicaciones. Primero las telecomunicaciones móviles superaron a las telecomunicaciones de voz fijas, y se espera que en 2012 se llegue a 1.800 millones de usuarios de banda ancha en el mundo, de los cuales 1.200 millones van a ser usuarios de banda ancha inalámbrica móvil. Se va a repetir la historia, las comunicaciones móviles e inalámbricas van a superar a las comunicaciones fijas en acceso de banda ancha.

De esos accesos de banda ancha, casi el 70% va a ser de la tecnología 3G, solamente el 23% va a ser acceso de banda ancha por DSL y menos del 10% va a ser acceso por cable módem. Estos datos marcan las tendencias en lo que tiene que ver con acceso de banda ancha y lo que se puede esperar en el futuro.

Actualmente en el mundo hay más de 100 millones de usuarios de banda ancha móvil. En particular con la tecnología HSDPA hay en el entorno de los 50 millones; ya hay más de 270 terminales, 119 notebooks con acceso inalámbrico embebido, que no requieren ni siquiera un módem externo USB, de los cuales hay 74 modelos, hay 50 routers wireless y más de 40 módulos embebidos. Esto empieza a marcar las tendencias. Se espera que en los próximos años haya unos 50 millones de usuarios activos de laptops conectados a Internet de forma permanente.

¿Qué demandan los usuarios? Demandan cada vez más ancho de banda. Hasta hace poco con los distintos dispositivos móviles nos conformábamos con aplicaciones que requerían hasta 384 kilobitios de acceso de banda ancha; las aplicaciones que se van a generar en los próximos años nos van a demandar entre 50 y 100 megabitios de acceso de banda ancha.

Y también desde el punto de vista del contenido estamos ante un cambio de paradigma, estamos pasando de la web 2.0, de los contenidos autogenerados, a la web móvil 2.0. Empezamos a pensar cómo vamos a hacer para meter todos estos contenidos en el celular, cómo vamos a incluir aplicaciones sociales móviles, cómo se va a incluir lo que tiene que ver con voz sobre IP, voz sobre Internet en el celular, etcétera. Ese es uno de los grandes desafíos para la industria y para los operadores y los desarrolladores.

¿Qué es lo que va a permitir? En particular, uno de los habilitadores son los dispositivos con nuevas capacidades, que generan nuevas oportunidades de negocios, nuevas aplicaciones asociadas con dispositivos del tipo Blackberry, iPhone, y aplicaciones como las que conocemos en el mundo web. La televisión móvil, que ya existe, va a ser uno de los principales disparadores de generación de aplicaciones y de contenidos, no solo en lo que tiene que ver con el desarrollo de contenidos, sino con el desarrollo de las herramientas para controlar y gestionar el contenido. Ya tenemos You Tube en el móvil, ya tenemos la aplicación Skype embebida en el móvil, tenemos el proyecto Android, auspiciado por Google, se supone que el GPhone va a estar desarrollado en los próximos meses.

En particular surge la pregunta: ¿qué vamos a hacer con la voz, con el video y con el contenido? ¿Los operadores de telecomunicaciones móviles van a seguir siendo un caño, un medio de transporte, o van a cambiar su modelo? Empieza a aparecer un nuevo concepto, el de las Telco 2.0 y los Vendor 2.0, pasamos de un concepto en el cual la infraestructura de red era lo más importante a un concepto en que el contenido es lo más importante.

Finalmente, tenemos que pensar desde la óptica de los usuarios. ¿Qué quieren los usuarios? Cada vez más los usuarios quieren estar conectados e interactuar, no importa desde dónde, desde el móvil, desde fijo o desde cable. Y si consultamos qué es lo que prefieren, más del 90% prefiere tener un único dispositivo. Creo que en particular ese único dispositivo van a ser los dispositivos móviles.
(Vea la presentación utilizada por Marcelo Erlich)

EC - Pasamos al ingeniero Omar de León, director de Teleconsult, una empresa consultora especializada en la industria de las telecomunicaciones y el broadcasting, que hablará sobre el tema: "El desafío de los operadores de telecomunicaciones en el contexto actual, regional y mundial". (Vea la presentación utilizada por Marcelo Erlich)

OMAR DE LEÓN:
Vamos a comentar la situación de los operadores, de la regulación y de los mercados en el mundo y cómo estamos en Uruguay. Es muy importante en todo esto distinguir despliegue de tecnología de eficiencia en el sector, es decir, obtener el máximo de servicios con el menor uso de recursos. Podemos tener un buen despliegue de tecnología, pero posiblemente no estemos bien desde el punto de vista de la eficiencia del sector, lo cual repercute en otras industrias, principalmente en la industria de las tecnologías de la información.

Hasta hace unos diez años Uruguay estaba alineado en el manejo de su sector con lo que sucedía en el mundo. Pero actualmente esa divergencia se ha agudizado, lo que indica que si no se adoptan medidas en cuanto a la regulación, estamos condenados a un deterioro progresivo de nuestra posición relativa en el mundo. No quiere decir que estemos empeorando, quiere decir que el mundo progresa mucho más rápidamente que Uruguay en este momento.
 
Este deterioro puede ser cuantificado, voy a dar una cifra estimativa de lo que significa solamente para el sector ese deterioro de la eficiencia.

Desde hace unos 20 años hay en el mundo una fuerte evolución de los mercados hacia una situación de competencia. Esa tendencia en los marcos regulatorios ha llevado a que se estén abriendo los mercados facilitando la apertura hacia la convergencia, que sería una tercera fase, y en nuestro caso particular todavía no hemos entrado de lleno en la primera fase de la apertura de la competencia. Dejo fuera de esto el mercado en el que se mueve mi amigo Marcelo Erlich, en el cual hay una fuerte competencia en Uruguay, en los móviles, pero en el resto de los sectores no es así.

Es interesante ver que en algunos aspectos Uruguay todavía se maneja con la ley de creación de Antel –la 14.235–, que es de hace 38 años. En ese momento faltaban cinco años para que apareciera la red celular en el mundo y aproximadamente 20 años para que apareciera la Internet en el mundo. En estos últimos 34 años hemos pasado por sucesivas derogaciones y derogaciones de las derogaciones de esta ley, pero en los hechos no tenemos un marco regulatorio: no hay una ley, no hay una política, no hay regulación.

Esto se contradice con lo que pasa en el mundo. Es bueno notar algunos aspectos. Por ejemplo, no hay país de América Latina que no tenga avances en este sentido, ni hablar de los países desarrollados, de los países africanos. Esta fue una de las principales causas del milagro irlandés, del milagro de Malasia, donde se abrieron los mercados con marcos regulatorios modernos.

Un dato interesante es que en el año 92 estábamos discutiendo la privatización de ANTEL, y en ese mismo momento, un poco después, en el año 94, Cuba privatizaba su empresa de telecomunicaciones. Hoy en el mundo países como Vietnam, China y otros que podrían estar en las antípodas del mundo liberal, están en proceso de privatizaciones; en particular Telefónica y Vodafone ya tienen participación en las empresas chinas, minoritaria pero la tienen. Y Vietnam está por privatizar algunas de sus empresas.

Ha habido avances tan grandes que incluso hay palabras que uno no ha escuchado, por ejemplo el multiportador discado, que es la posibilidad de seleccionar el operador de larga distancia para cada llamada; y está la portabilidad numérica, hoy no hay país de América Latina que no esté discutiendo o implementando la portabilidad numérica, que significa que yo me puedo mudar de operador y llevarme el número telefónico. Eso genera una fuerza competitiva en los mercados que lleva a una reducción importante de precios, a mejora de calidad, a opciones para el usuario y un montón de otros beneficios que se derraman en todo el sector económico y social del país.

En Uruguay no solo estamos en esa situación de falta de marcos regulatorios específicos de las telecomunicaciones, sino que incluso tenemos una ley de competencia que en el capítulo "Órgano de aplicación" de su reglamento –que salió poco tiempo después de la ley– copia textualmente los varios artículos de la ley, salvo que la ley dice que se aplicarán todas y cada una de las disposiciones de la ley, que la URSEC es la responsable de eso, y el reglamento dice "la URSEC será responsable de la aplicación de la ley". Hay una reticencia a llevar el mercado a la competencia.

Tenemos un buen desarrollo de las redes móviles, pero por cuestiones de eficiencia los precios en Uruguay no se asimilan a los precios de empresas eficientes. No quiere decir que la empresa sea ineficiente en sí, es que el marco regulatorio no está hecho para eso.

Largo una cifra estimativa –que se puede justificar muy bien– de la pérdida por falta de eficiencia en el sector. Exclusivamente construyendo una frontera alrededor del sector telecomunicaciones, sin considerar el derrame en el resto de los sectores, hay una pérdida de entre 200 y 250 millones de dólares anuales por ineficiencia. Una planta de Botnia cada cuatro años se está consumiendo la ineficiencia del sector telecomunicaciones en Uruguay.

EC - El ingeniero Fernando Brum, director de la ANII, cierra la ronda de presentaciones con el tema: "Las industrias intensivas en conocimiento y su relación con el desarrollo de Uruguay".

FERNANDO BRUM:
No voy a hacer una presentación institucional, voy a tratar de arrimar algunas reflexiones sobre la industria en general, sobre la industria en Uruguay y sobre algunos de los principales desafíos.

La industria en general ha cambiado bastante en el siglo XXI con respecto al siglo XX, más allá de que en el imaginario muchas veces seguimos pensando en la empresa de garaje que inventó una nueva tecnología que en poco tiempo tuvo un efecto totalmente disruptivo y generó efectos nuevos en los mercados, en la propia vida cotidiana.

Hoy la industria tiene nichos a velocidad de vértigo, pero también tiene sectores con una característica de madurez mucho mayor. Sectores donde lo importante sigue siendo la innovación, pero además de la innovación son muy importantes la calidad, la predictibilidad, desarrollar los sistemas, desarrollar el software de acuerdo con las necesidades de los usuarios en tiempo y forma, y que no haya fallas en todos esos procesos.

Hoy la industria del software global no es solamente vértigo, en el siglo XXI hay tres grandes componentes. Uno es el vértigo, pero que está más en los nichos que en los componentes estructurales de la industria, no ha habido grandes saltos tecnológicos en los últimos diez años, sino que es más de lo mismo, son tecnologías que se perfeccionan, que se refinan, que se completan y que terminan de permear el conjunto de la sociedad, pero no hay grandes saltos de tecnología. Hablamos de los celulares que tienen muchos años, de las redes que tienen muchos años, de Internet que tiene muchos años, hay un montón de aplicaciones que se volvieron cotidianas, las aplicaciones de oficina también tienen todas muchos años, quizás se mejoran, pero son mejoras incrementales en ese nivel.

Hay vértigo en los nichos y hay rejuvenecimiento de otras industrias, hay aplicación de tecnologías de la información a otras industrias. El caso más claro es el liderazgo de Toyota en la industria automotriz, que se explica por la capacidad de rejuvenecer la industria automotriz con la utilización de la electrónica y la informática en sus vehículos.

En Uruguay encontramos el mismo panorama, replicamos, hay empresas que trabajan en los nichos –y que trabajan muy bien en los nichos–, hay empresas que trabajan integradas a cadenas globales de valor, hay empresas que trabajan en la predictibilidad, hay empresas que trabajan en los servicios entregados en tiempo y forma, en cadenas de valor en las que de repente el esfuerzo de venta o el prestigio es de alguna marca o firma y hay un esfuerzo en los servicios de aplicar toda esa tecnología. Y hay desarrollos en el área de rejuvenecimiento en la cadena agroindustrial; la trazabilidad que señalaba Nicolás es un área de oportunidad importante.

Hay oportunidades en los tres niveles, hay empresas que se desarrollan en los tres niveles y hay empresas que se desarrollan más o menos con la misma metodología que cuando nacimos entre los yuyos, que fue resolver problemas. La industria encontró problemas originales, como los problemas del sector financiero, cuando la industria del software los empezó a resolver en esta región logró generalizar soluciones y pasó a moverse en mercados regionales y globales. En la trazabilidad estamos resolviendo problemas de este tipo y en muchos de los esfuerzos de nicho de muchas empresas también.

En definitiva, el panorama global está muy espejado por el panorama local, y eso es bueno, quiere decir que estamos en la línea, que tenemos de lo que hay, de ese desarrollo combinado muy desigual de los subsectores de software –es muy difícil hablar del software como una sola cosa–, tenemos de todo.

Y tenemos problemas también. En esta situación de crecimiento sostenido tuvimos la suerte de tener crisis espantosas, porque la crisis de 2001 en Argentina fue espantosa, le dio un golpe durísimo a la industria, pero la industria revivió mucho más fortalecida. Un mercado que era algo así como el 40% de las exportaciones hoy creo que es el 14%. Hoy la industria está mucho más diversificada, en 2002 exportaba a muchos menos lugares. Hasta las crisis nos ayudaron en ese sentido; las crisis nunca ayudan, las empresas reaccionaron adecuadamente en esas condiciones de crisis y sobrevivieron; es aquello de que lo que no me mata me fortalece.

Hoy los tres grandes desafíos que tiene que resolver la industria son: en primer lugar el tema de los recursos humanos, en segundo lugar los recursos humanos y en tercer lugar los recursos humanos. Esos son los tres grandes desafíos.

Muchas cosas se están haciendo. El problema de los recursos humanos es tan importante que muchas empresas se están metiendo en el negocio de los recursos humanos, no como negocio sino por su propia necesidad. El Centro de Capacitación entre el LATU y muchas de las principales empresas es una muestra, experiencias como la de Artech y de Larrobla en Guichón es una muestra maravillosa que le pido a Nicolás que después cuente. Ahí hay un problema de capacitación y las empresas preocupadas se están metiendo para tratar de resolverlo.

Otro tema es la productividad. El Silicon Valley no se formó solamente con la gente de California, con la gente de San Francisco; se formó con la gente de todo Estados Unidos que empezó a trabajar en tecnologías de la información y con millones de green cards que atrajeron gente. Nosotros resolveremos los problemas de recursos humanos capacitando más gente, pero también volviéndonos un polo de atracción de inmigración de recursos calificados. Y eso se hace a partir de productividad, si logramos empresas con mayor productividad vamos a tener capacidad de pagar mejores salarios y de atraer, es decir, no evitar la inmigración. Hoy decimos que tenemos desempleo cero en la industria, y está muy bien, pero queremos tener desempleo negativo, queremos ser atractores de ingenieros de la región que pasen a trabajar en Uruguay porque tenemos empresas pujantes.

Para eso las empresas tienen que ser más productivas, tienen que seguir invirtiendo en gestión, en metodología, y tienen que crecer, porque si bien en el tema del software la escala no es una cosa fundamental, en alguna medida lo es. Empresas muy pequeñas, de dos, tres, cuatro personas, no tienen economías de escala como para alcanzar niveles de productividad importantes. El tema de las fusiones está arriba de la mesa en la industria, es un tema importante y por ahí se pueden lograr avances en productividad, que complementados con los avances en capacitación, pueden llegar a resolver o potenciar esta situación para pasando de desempleo cero a desempleo negativo.

***

EC - También está con nosotros el ingeniero Omar Paganini, que es el decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica. 

Abrimos la instancia de discusión, de debate –ustedes dirán cuánto discrepan, cuánto coinciden–, porque tenemos bastante para charlar. 

Pasemos a algunos de los puntos que quedaron picando en las primeras exposición. Está el tema de los recursos humanos, el tema de la regulación. Vamos a empezar por los recursos humanos. ¿Cuántas personas trabajan en nuestro país entre software y telecomunicaciones? 

JM - Trabajan unas 10.000 personas en los sectores de tecnologías de la información. Tenemos desocupación cero. Me pareció muy importante lo que planteaba Fernando Brum, que cuando se refirió a los problemas repitió tres veces recursos humanos, porque tiene varias dimensiones. Necesitamos mayor cantidad de gente, para lo cual desde el año pasado estamos haciendo algunos programas piloto a través de la enseñanza en tercero y cuarto año de liceo para estimular el vuelco hacia orientaciones científicas, hacia carreras tecnológicas, que no es solo estudiar informática o telecomunicaciones. Necesitamos recursos formados en los distintos campos en los cuales esas tecnologías de la información trabajan. 

EC - ¿Algunos ejemplos más? 

JM - Por ejemplo, necesitamos gente que sepa gerenciar empresas, gente que sepa administrar, que sepa dirigir proyectos, que sepa de calidad. Precisamos personas especialistas en áreas financieras, en áreas logísticas, en todos los sectores donde se desarrollan los sistemas y donde intervienen las tecnologías de la información. 

EC - ¿En todos los casos estamos hablando de formaciones de nivel universitario? 

JM - No, precisamos formación desde las tecnicaturas –lo que sería UTU– hasta posgrados, distintas cantidades de gente de esos sectores. La cadena productiva necesita todos esos sectores, gente orientada a la investigación y gente orientada a los niveles más operativos de los sistemas de información. 

EC - ¿Hay que entender que hoy hay empresas que no pueden hacer lo que podrían hacer por falta de recursos humanos?, ¿estamos en ese escenario? 

FB - Sí, hoy uno habla con los directivos de algunas empresas y le dicen: "Tengo tal posibilidad de negocio, tengo tal cliente en tal lugar, pero no me voy a presentar" o "tuve que decir que no tomaba ese trabajo porque no cuento con la gente necesaria y no quiero correr el riesgo de poner el nombre de mi organización, porque no tengo la gente preparada, entonces no voy a tomar un contrato cuando tengo dudas de si voy a poder cumplir o no". 

JM - Estamos en esa situación, se pierden negocios por carencia de recursos humanos en las empresas. 

NJ - Pongo un ejemplo interesante, porque a veces se dice recursos humanos y se piensa que precisamos ingenieros de software. Lo interesante de esta industria es que genera mucho más trabajo para otros perfiles que específicamente para ingenieros de software. Un caso típico: una empresa que vende software bancario probablemente emplee más contadores que ingenieros de software. Entonces cuando se habla de problemas de recursos humanos en una empresa que vende software financiero, probablemente se esté quejando de que faltan contadores. 

El otro punto es que son tan sofisticados los sistemas que vendemos en el mundo, que no solo necesitamos gente que programe (el programador) y gente experta en el área (contadores), con el dominio específico del tema en que está trabajando. Se necesita también gente que documente, gente que sepa escribir. La industria ha ido buscando soluciones, nosotros estamos haciendo una experiencia piloto junto con la empresa de Larrobla, que está instalando sistemas bancarios en toda América Latina, y por ahora nos está yendo bastante bien. Estamos entrenando gente de Guichón en una parte de la tecnología; no tiene que tener formación universitaria, simplemente tiene que haber terminado la parte de secundaria, y la entrenamos en alguna de las áreas que se necesitan para instalar un banco. El objetivo final de esa prueba es instalar un banco en Panamá con gente trabajando en Panamá, en Montevideo y en Guichón. 

EC - ¿Por qué eligieron Guichón, en el departamento de Paysandú? 

NJ - Porque vino alguien de Guichón con un entusiasmo enorme y nos dijo que quería trabajar en eso y nosotros estábamos buscando. Había gente muy inquieta que estaba buscando soluciones para su pueblo, decía: "No queremos que la gente se vaya, ¿qué podemos hacer?". Le dijimos: "Instalemos un banco en Panamá". Nos quedaron mirando, pero ahora estamos tratando de hacerlo. 

EC - Es interesante, ¿cuántas personas están involucradas en ese proyecto? 

NJ - Empezaron unas 60 personas y ahora hay unas 20. Lo queremos hacer como piloto, porque si la jugada nos sale la queremos repetir. 

FB - Hay una iniciativa similar a esa, que acompaña la iniciativa de Guichón, también en Paysandú. Gente de allí ha tomado contacto con la incubadora de ingenio para tener servicios de incubación de empresas en Paysandú. También han tomado contacto con la ANII para empezar a desarrollar actividades de creación de empresas en el área tecnológica, y hay algunos otros programas en el área de creación de microempresas orientadas a la tecnología en el interior que se van a empezar a desarrollar a partir de los próximos meses. 

EC - Hemos hablado bastante de la industria del software; ¿qué pasa en telecomunicaciones con los recursos humanos? 

ME - En telecomunicaciones tenemos el mismo problema, pero básicamente con los profesionales formados en tecnologías de la información aplicadas a las telecomunicaciones. Hoy hay más demandas de ingenieros de software que hacen desarrollos de telecomunicaciones, que hacen integración de equipamiento, que de ingenieros en telecomunicaciones específicamente. Ese es uno de los grandes problemas que hoy tiene nuestra empresa, hay una gran demanda, hay una permanente rotación del personal y hay muchos ingenieros electrónicos y en telecomunicaciones que se reciben, que se especializan en software aplicado a telecomunicaciones y emigran del país por las necesidades de la industria en general. 

EC - Ingeniero De León, ¿otros países han tenido este mismo problema? ¿Cómo lo han superado? ¿Qué tipo de iniciativas se pueden mencionar de fuera de Uruguay? 

O de L - No conozco en detalle el tema de recursos humanos en otros países como para dar una opinión. 

JM - Muchos países vienen a América Latina a buscar ingenieros, muchos países ponen avisos en Uruguay, países con un déficit endémico, por ejemplo España tiene un déficit de 25.000 informáticos, Japón tiene un déficit muy grande y van a buscar a otros lados, y también colaboran en su formación. 

EC - Eso para nosotros es un problema. 

JM - Sí. 

EC - Además hay que competir con otros países que hacen propuestas atractivas para captar el mismo tipo de recursos humanos que le falta a la industria uruguaya. 

NJ - Puede ser una oportunidad, porque es un problema que tiene todo el mundo y que no tiene solución fácil. Muchos países dicen: "Queremos formar ingenieros de sistemas" y ponen muchos millones de dólares para formarlos, pero es como tratar de tener un hijo en menos de nueve meses; lleva nueve meses. Decisiones importantísimas que tomó la Facultad de Ingeniería en la década de los sesenta permitieron la industria del software en la década de los noventa. Son procesos de largo plazo, el mundo necesita ingenieros de software, no los va a poder formar con la velocidad que necesita, y nosotros tenemos muy buenos. Lo que tenemos que hacer es no mandar a la gente sino crear empresas, crear programas para cumplir con eso. 

JM - Con respecto a la formación, me gustaría ir a algunas experiencias que recogimos. Cuando fuimos los liceos a hacer un trabajo motivacional, hicimos también algunas encuestas en tercero y cuarto año del liceo para saber por qué podían o no estudiar carreras orientadas a tecnologías de la información. Y encontramos una gran mayoría que no estaba dispuesta a estudiar carreras de tecnología de la información básicamente por dos motivaciones: una era que si se metían en esas carreras corrían el riesgo de volverse tarados. 

EC - ¿Esa era la respuesta, así de franca? 

JM - Así de franca. 

FB - Es una repuesta con sabiduría, así estamos, basta con mirarnos. 

JM - Así nos ven. Y la otra era que les parecía que había que trabajar mucho. 

EC - ¿Esas son las dos barreras que hay que vencer? 

JM - Hay problemas culturales. Tenemos muchas esperanzas de que el Plan Ceibal derribe esas barreras, y por cómo está caminando nos parece que va a hacer una contribución muy grande que vamos a ver dentro de muchos años, por lo que decía Nicolás sobre el tiempo de gestación.  

FB - Vamos a ser todos tarados y listo. 

O de L - Coincido con lo que dice Nicolás en el sentido de que puede ser una oportunidad, ya que se visualiza mucho en el mundo la tercerización de servicios aprovechando importantes desarrollo de telecomunicaciones. Por ejemplo, una empresa española que precisa ingenieros de software, en lugar de llevarse los ingenieros, que posiblemente prefieran trabajar en Uruguay, puede subcontratar esos servicios de desarrollo aquí. En Estados Unidos hay laboratorios médicos que toman placas que son analizadas durante la noche en la India y tienen los resultados de mañana para ser dados a los pacientes. 

EC - Con respecto a la experiencia de Moleri en los liceos, me quedaba la pregunta de si con esas charlas logran motivar a los estudiantes, si logran vencer algunos de esos prejuicios. ¿Qué efecto tienen esas actividades que organizan? 

JM - Es algo que se mide en dos o tres años. En los lugares donde se trabajó se incrementó después la matrícula en orientaciones científicas; todavía no han llegado a niveles universitarios. En el nivel universitario se nos genera otra dificultad, que nos reclaman mucho las universidades: como la industria tiene una gran demanda, empieza a tomar estudiantes a veces desde los primeros años para retenerlos, y en la medida en que empiezan a trabajar en la industria se resiente su formación universitaria, su rendimiento en la universidad, con el enriquecimiento de lo que es trabajar y estudiar simultáneamente. 

EC - La otra pregunta era: ¿por qué tenemos que preocuparnos por la falta de recursos humanos en este sector? Para ustedes es una pregunta obvia, pero viene por el lado de qué potencial tiene esta industria en Uruguay, adónde podríamos llegar, dónde podríamos estar quizás hoy mismo. ¿Qué estimaciones tienen ustedes sobre lo que podría rendir este sector de la economía en los próximos cinco o diez años? 

FB – Buzz Lightyear decía "hasta el infinito y más allá", es la primera aproximación que tratamos de hacer. No le vemos un techo, es como decir: ¿cuál es el techo de las TIC a escala global, en la economía mundial? No se visualiza un techo, la tasa de crecimiento de las TIC es igual o mayor, excepto algún período, en 2000-2001 creció menos que el producto global. Salvo en ese período, desde 1950 hasta 2008 ha crecido mucho más que el producto global. 

EC - Son obstáculos a escala mundial. 

FB - A escala local también, las TIC en Uruguay han crecido más que el producto históricamente, salvo en algún año anómalo. ¿Cuál es el límite? El límite lo da el mercado, y el mercado hoy no presenta límites claros, no hay un agotamiento, no se puede decir que las TIC estén llegando a la zona de rendimientos decrecientes. Todavía seguimos en la zona en que la inversión tiene rendimientos por lo menos lineales, si no mejores que lineales. No hay signos de agotamiento de la industria, en absoluto. 

EC - Dejamos hablar al dueño de casa. 

OMAR PAGANINI:

Yo también tengo preguntas. Veo una cierta problemática vinculada con el posicionamiento del país en el mundo. Tengo la sensación de que se ha posicionado mucho como productor líder en costos. En Uruguay se hacen las cosas con menor costo que en otros lados; salvo en algunos casos claros, nos cuesta mucho tener posicionamientos como marca, como empresa que tiene una demanda y por lo tanto una productividad que permite pagar mejores salarios. 

¿En qué medida no estamos ahí en una necesidad de cambio, de quiebre, de ver cómo hacemos para que a nivel mundial nuestras empresas tengan una demanda fuerte, que permita que nuestros ingenieros ganen lo mismo trabajando en nuestras empresas que trabajando en Oracle, en Google o en Irlanda y por lo tanto se retengan? Creo que ahí hay uno de los desafíos para los años que vienen. 

NJ - Tengo un punto de vista diferente. Por lo menos a nivel latinoamericano, si hay una cosa que tiene Uruguay es que hoy es un país reconocido por la calidad de software. Uno puede ir a México –yo viajo muchísimo– o a muchos lugares y cuando dice que el software viene de Uruguay, no está la idea "ahí fabrican barato", sino "ahí fabrican cosas de calidad". Por lo menos en esta primera etapa hemos sido conocidos, sobre todo en América Latina, por la calidad y no por los costos. 

El tema de los costos es una historia que va y viene, todos los que tenemos algunos años sabemos que en algunos momentos los costos son favorables y en otros momentos no, es algo que hay que tener siempre en cuenta. Pero la industria del software de Uruguay hoy es reconocida, es un brand, es una marca país importante que Uruguay podría aprovechar más. 

EC - Y en retribuciones, en salarios, ¿cómo estamos en la comparación internacional? 

NJ - Se pagan salarios muy buenos y que están bastante bien con respecto a niveles mundiales. Depende del tipo de cambio y esas cosas, pero estamos en niveles de muy buenos salarios. 

JM - Hay algo muy importante para medir los países, para ver si están orientados a vender barato, a ser países de producción de bajo costo o no, que es ver cuánto se factura por persona por año. Un modelo como el de la India, que es muy conocido por producir a bajo costo, el año pasado andaba entre 25.000 y 30.000 dólares de facturación por persona por año, eso es lo que facturan en promedio las empresas que se dedican a desarrollar software encargado por terceros. 

En Uruguay, si tomamos promedios de todas las industrias de tecnologías de la información de 2001 a 2006, el promedio está en 60.000 dólares por persona por año. Estamos en el doble de la India, quiere decir que no estamos exportando mano de obra de programación, estamos exportando conocimiento, y en la medida que eso se va desarrollando más y el camino que seguimos es ese, el conocimiento tiene valor, no precio. 

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EC - Por los mensajes que han llegado desde la audiencia, parece que hay uno o dos aspectos que han generado mucha expectativa entre los oyentes. 

Pablo, de Pocitos: "Es una vergüenza que acá no seamos dueños de nuestros números de teléfono. ¡Aguante la portabilidad numérica!". 

Esto nos remite a un tema que aparecía en las intervenciones iniciales, concretamente en la del ingeniero Omar de León, el problema de la regulación en el sector telecomunicaciones. ¿Podemos abundar en ese atraso y en qué es lo que está faltando regular? 

O de L - En realidad no tenemos nada en Uruguay, nos basamos en esa ley de hace 34 años, no hay una política de telecomunicaciones definida y hay una regulación muy escasa, que es la regulación emitida por la URSEC hace unos años. El reglamento de interconexión, que es uno de los pilares para el fortalecimiento de la competencia, tiene muchos errores, algunos conceptuales; tanto es así que la URSEC hace un par de años inició un proceso de revisión que parecía que llegaba a buen fin, con un reglamento muy bueno, pero nuevamente ese proceso se estancó. 

EC - Traducido a términos sencillos, ¿de qué se ocupa esa reglamentación? 

O de L - Esa reglamentación se ocupa de cuánto le puede cobrar un operador a otro en una llamada. Por ejemplo, yo quiero hacer una llamada de un teléfono fijo a un teléfono móvil, entonces el operador fijo (en este caso ANTEL) tiene que pagarle al operador móvil por el uso de la red para terminar esa llamada, es un insumo para Antel lo que le cobra el operador móvil. Ese valor está regulado en todos los países del mundo, eso es lo que se llama Reglamento de interconexión. Y cuando un abonado móvil llama a un teléfono fijo también hay un valor que está regulado. En eso hay algunos problemas y no ha sido debidamente aplicado en Uruguay, tiene valores altos para lo que deberían de ser en una empresa eficiente. 

EC - Esta cuestión de la portabilidad del número de teléfono celular tendría que ser objeto ¿de qué? 

O de L - De una regulación específica. 

EC - Pero ¿es una reglamentación o es una ley?, ¿qué es lo que se precisa? 

O de L - En el escaso marco legal que tenemos hoy alcanza con una regulación de la URSEC. Hay una cantidad de cosas que se pueden hacer, de medidas así, inmediatas, que pueden mejorar mucho el sector sin necesidad de ir a todo ese proceso de ley política. Es absolutamente necesario, pero no imprescindible. 

EC - ¿Qué dice el ingeniero Erlich, desde Ancel, sobre esta parte de la discusión? 

ME - En primer lugar quiero hacer un par de comentarios. Coincido con Omar en cuanto a la carencia de política de telecomunicaciones y la ausencia de marco regulatorio. Específicamente voy a referirme al sector móvil. Pero una de las cosas que hoy Omar dejó picando tiene que ver con la eficiencia... no dispongo de los números, pero quiero comentar que esa carencia de marco regulatorio en Uruguay no ha sido obstáculo para que el desarrollo de las telecomunicaciones continuara. Voy a dar algunos números, algunos ejemplos para referirme a eso. En primer lugar, a la fecha de hoy el promedio regional de penetración de telecomunicaciones móviles es de 75% y Uruguay hoy es el segundo país, después de Argentina, en penetración móvil en la región. La penetración de telefonía fija en la región en promedio está en 16%, y Uruguay está casi en 30%, es el primer país de la región en penetración de telefonía fija. 

EC - ¿Cómo se calcula la penetración? 

ME - Se calcula la cantidad de teléfonos fijos dividido la población. En hogares, estamos en un 75%. En lo que tiene que ver con penetración de banda ancha, el promedio regional es 2,9%, y en Uruguay estamos en 7%, somos el primer país en toda América Latina. 

Además están las proyecciones, Dynamic Research hizo en 2008 un estudio y proyectó la penetración de banda ancha país por país en América Latina; el país que iba a tener mayor penetración iba a ser Chile, que iba a llegar al 7%; es decir que en 2011 va a alcanzar la penetración que en Uruguay tenemos ahora. Repito, reconozco la carencia de marco regulatorio y la carencia de competitividad directa en algunos sectores, pero eso no ha obstado en el desarrollo de las telecomunicaciones. 

Comparto plenamente –Antel hace tiempo que lo está tratando de impulsar– el incremento de la eficiencia, fundamentalmente en lo que tiene que ver con los costos de interconexión. El costo de interconexión entre redes, entre una red fija y una red móvil, es totalmente asimétrico, es más de tres veces más el costo de terminar una llamada en una red móvil que en una red fija. Eso tenía sentido en su momento, cuando la penetración de telefonía móvil estaba en el 20% y estaba muy por debajo de la penetración de telefonía fija. Hoy la red móvil es mucho más grande, estamos en el 100% y en el 30% en la red fija. Por lo cual, si hablamos de eficiencia en el uso de las redes, los costos de terminar una llamada en una red u otra tendrían que ser similares. 

Por otro lado, sobre la portabilidad numérica, es un tema relativamente nuevo. En Estados Unidos está implantada desde hace algunos años, pero en la región recién desde el año pasado se han acelerado las iniciativas de portabilidad numérica en toda la región, fundamentalmente en lo que tiene que ver con el mercado más competitivo, que es el móvil, se están implantando, hay anuncios e implementaciones de portabilidad numérica, es un tema que queda planteado. 

Por último, no tenemos que olvidar un punto que tiene que ver con el desarrollo de las telecomunicaciones en particular en Uruguay, que es el tema del espectro. La administración del espectro es algo muy complejo, y más por lo que mostré en los números recientemente, el crecimiento de la banda ancha y el crecimiento de los requerimientos de recursos hacen que la necesidad de espectro por país se multipliquen por tres. En Uruguay hoy ya tenemos algunas dificultades, porque el espectro que asignado para los operadores móviles es escaso, está muy acotado, está al borde, ahí tenemos un gran desafío para viabilizar el crecimiento de los servicios.

***

EC - El ingeniero Erlich destacaba los avances que Uruguay ha tendido en materia de telecomunicaciones, pese a no contar con un marco regulatorio modernizado, actualizado. Ingeniero De León, ¿por qué venimos tan atrasados en regulación en materia de telecomunicaciones? Con el marco legal que tenemos hemos tenido los avances que Uruguay ha mostrado y que reseñaba el ingeniero Erlich. Entonces, ¿qué podríamos conseguir si actualizáramos la normativa? 

O de L - Una cosa es la tecnología y otra la eficiencia del sector. Yo puedo tener un despliegue tecnológico en el país, tengo alta teledensidad, es muy cierto, la teledensidad fija es la más alta de América, pero son cifras que vienen desde hace diez años, ha habido un crecimiento muy importante comparado regionalmente en el área móvil, que es donde hay más competencia, y eso demuestra lo que propongo, la importancia de la competencia. Cuando creamos Ancel, en el año 1994, teníamos 5.000 abonados –los tenía Movicom en ese momento– y la sola aparición de Ancel hizo explotar el mercado, por la competencia. Posteriormente, hace unos años, la aparición de CTI en el mercado uruguayo produjo un nuevo escalón de competencia que produjo un mayor crecimiento y una baja de costos. Esto prueba lo que estoy diciendo: es importante dotar de competencia al sector, y eso se consigue a través de la regulación. 

Cuando hablo de la eficiencia me refiero en el sentido de que todos los uruguayos estamos pagando un precio excesivo sobre lo que sería el precio en un mercado regulado y orientado a la competencia, como en el resto del mundo. 

EC - ¿De qué orden es lo que pagamos de más por año? 

O de L - Depende de los servicios, pero si, como comentaba hoy, hacemos una frontera alrededor del sector telecomunicaciones, lo que dejamos de cobrar los uruguayos como propietarios de Antel por concepto de utilidades, más lo que aportamos de más al sector porque los precios no están orientados a los precios de una situación de competencia, está entre los 200 y los 250 millones de dólares. 

EC - Usted dice que hay que abrir más la competencia. ¿La competencia en qué rubros?, ¿qué ejemplos? Porque en telefonía celular hay competencia, hay tres operadores; ¿debería haber más competencia? ¿En qué otros rubros de las telecomunicaciones debería haber más competencia? 

O de L - En la telefonía celular lo que hablaba de la portabilidad numérica ya lo hemos mencionado, y si me preguntan qué es lo que le sirve al país desde todo punto de vista, es abrir todo el mercado a la competencia, tanto el mercado de la telefonía fija, la larga distancia internacional, que fue abierta en uno de esos conatos de apertura del mercado que hubo en el año 2002, que luego se cerró nuevamente, por lo cual quedó un nicho de empresas de larga distancia que están operando, no hay una plena competencia. Tampoco hay multiportador discado, para usar un operador alternativo de larga distancia tengo que discar una tira de números gigantesca. Todo eso hace que en el mercado de larga distancia, por ejemplo, todavía estemos pagando dos o tres veces lo que sería el precio de competencia. Y en telefonía fija... 

EC - ¿En telefonía fija también es posible la competencia? 

O de L - Sí, un cuñado que llegó de Brasil en estos días me decía: "Mirá, el operador de cable, portoaelegre.net, me ofrece más canales, más ancho de banda que el que tenía, por el mismo precio, y además telefonía local ilimitada, con un precio de telefonía de larga distancia en Brasil menor que el que tenía con el otro operador". En el mundo uno observa estas cosas que acá uno no está acostumbrado a ver, que hoy venga el operador de cable y ofrezca eso, al otro día viene el operador de telecomunicaciones y ofrezca algo mejor. Los precios van para abajo y la calidad va para arriba. 

EC - Desde la industria del software, ¿cómo se observa este debate, cómo se observa este planteo a propósito de carencias en la regulación de las telecomunicaciones, y sobre todo carencias en materia de competencia? 

NJ - Yo lo quería poner en el contexto estratégico, no solo para la industria del software sino para el país todo. Así como hace 100 años lo importante era la red eléctrica y la red carretera, y hoy tenemos una industria forestal importante porque tenemos un buen puerto, nuestro futuro, pero no solo el de los ingenieros de software, el futuro de Uruguay pasa por esta infraestructura virtual, necesitamos que estas carreteras sean buenas y baratas. Por ejemplo, es un componente sustancial del teletrabajo. Hablábamos de los recursos humanos, de que tenemos desempleo cero; pero no solo los ingenieros de software, los ingenieros agrónomos tienen desempleo cero ahora, y probablemente arquitectos y demás también lo tengan en el corto plazo, porque la formación que tenemos en Uruguay va a permitir diseñar casas para Nueva York. Pero para eso tengo que mandar el plano por Internet, que es una cosa muy grande, que pesa mucho, entonces desde el punto de vista virtual necesitamos una carretera buena, bonita y barata. 

Yo no soy experto en el tema, no sé dónde está el fiel de la balanza, pero como ciudadano común tengo claro que es absolutamente estratégico para nosotros tener una infraestructura de ancho de banda de acceso a Internet buena, bonita y barata. 

JM - Nuestra industria necesita esa carretera, y sobre todo lo que se llama la carretera de subida, la carretera para salir del país. Tenemos una diferencia muy grande de ancho de banda entre lo que entra y lo que sale, precisamos una carretera grande. Ese teletrabajo no es solo que más gente en distintos lugares del país pueda trabajar en los proyectos, en las empresas, es poder combinar proyectos con gente que está en distintos países, poder trabajar con especialistas de otros lugares, poder trabajar con toda la diáspora de uruguayos que en muchísimos lugares tiene una experiencia muy grande y que puede ser integrada a los proyectos. En nuestras empresas, en las empresas de tecnología de la información, tener equipos trabajando a distancia es algo fundamental. Los horarios muchas veces son los horarios del cliente para donde se está trabajando, son los horarios de los problemas o de la duración del proyecto, los lugares ya casi no importan. Obviamente la relación personal en algunos aspectos es muy importante y hay que estar en contacto, pero es solo para algunas de las funciones. 

EC - ¿Cómo se observa desde ANCEL lo que se estaba diciendo? 

ME - Quiero volver a comentar algunos aspectos vinculados con el tema de qué es lo que hay que regular y en qué segmento de las telecomunicaciones tenemos que aumentar la competitividad. Nuevamente hago algunas preguntas o algunas reflexiones. La telefonía fija está cayendo en todas partes del mundo, la telefonía móvil es el gran apalancador, la convergencia de dispositivos hace que sean los dispositivos móviles los que recojan la mayor parte de los servicios. 

En lo que tiene que ver con banda ancha, la banda ancha móvil va a ser el 70% y ADSL va a estar solo en el 24%. Yo planteo: si queremos regular y apalancar la competencia como forma de eficiencia, deberíamos tratar de regular los mercados que van a generar el futuro de los accesos y la conectividad. Los números que mostré demuestran que no tiene demasiado sentido hacer esfuerzos en regulaciones complejas, el país ha tenido antecedentes de esfuerzos en vano por intentar regular la apertura en algunos aspectos de las telecomunicaciones. Sí tiene sentido abrir la competencia, regular para generar más oportunidades, tiene sentido tratar de promover el mayor acceso de banda ancha internacional. ANTEL está trabajando, en algunos sectores hay competencia, pero no en aquellos sectores de las telecomunicaciones, de servicios, en los cuales la tendencia es a la baja. 

Omar comentaba lo que son los servicios convergentes en triple play o cuádruple play sobre cable módem, y mostré que el cable módem no va a llegar en el mundo a menos del 10%. Tenemos que utilizar las tendencias de las telecomunicaciones para saber en qué focos hay que hacer más hincapié. 

O de L - Tengo dos o tres comentarios. Primero lo que se mencionaba aquí, que necesitamos velocidad de salida. Es un fenómeno curioso en Uruguay, estamos en la peor situación de la región y seguro del mundo, porque contratamos fibra óptica que es simétrica, con la misma capacidad de salida que de entrada, sin embargo ANTEL restringe muy fuertemente la salida. Tengo una ADSL de 1.500 kilobitios y la velocidad de subida es 128 kilobitios; cuando tengo que mandar un correo pesado, un plano o lo que sea, lleva una eternidad. Eso es parte de la falta de competencia. 

Por otra parte, está bien, no abramos la telefonía fija, pero hagamos lo que hacen países que han tenido operadores en condiciones de monopolio durante años: regulemos al operador de telefonía fija y orientemos sus tarifas a las tarifas en competencia. Mantengamos la propiedad estatal, mantengamos el monopolio, pero regulemos las tarifas. Si regulamos las tarifas, podríamos reducir el consumo de todos los uruguayos como parte de esa ineficiencia en unos 120 millones de dólares. Estamos pagando por la telefonía fija unos 120 millones de dólares o más. Porque hay países que cobran mucho menos por ese servicio, y ni que hablar cuando un operador de cable se lo da gratis. 

JM - Me gustaría tirar una pequeña bombita. Hace unos años le hicimos una consultoría en los sistemas de gestión a una pequeña empresa telefónica de Estados Unidos. Y ellos nos decían que hablar de los distintos tipos de telecomunicaciones ya no tenía mucho sentido, hacían mucho énfasis en la convergencia. El equipamiento que necesitaban para hacer telefonía fija, telefonía móvil, dar servicio de Internet, televisión y muchos otros era el mismo. El valor del minuto tampoco tenía sentido, o el valor de los kilobitios. Tenían una misma infraestructura y lo que necesitaban era fidelizar a los clientes a largo plazo y cobrarles algo fijo mensualmente por mantener esa infraestructura. 

O de L - 100 por ciento de acuerdo, hacia ahí va el mundo en este momento. Todavía estamos tres generaciones atrás en esto, es lo que decía al principio. 

EC - Hemos discutido a propósito de regulación, pero antes alguno de los integrantes del panel habló de una política. No necesariamente es lo mismo; ¿qué podría aportar una política en materia de telecomunicaciones? ¿Qué es política y no es necesariamente regulación? Algún ejemplo. 

O de L - La política es el cimiento del edificio, nos ponemos todos de acuerdo en una política, que puede ser una política de Estado, en hacia dónde ir con ese sector tan importante que es el de las telecomunicaciones. Como un desgajamiento de la política, es como el fiel, es el norte hacia donde vamos; luego vienen los instrumentos jurídicos y regulatorios que permiten implementar la política. La política la define el Parlamento, la gestiona algún ministerio afín y después toda la regulación la ejecuta un ente regulador independiente y autofinanciado. Acá no tenemos ninguna de las dos cosas, que es lo peor que nos puede pasar en el tema regulatorio. Discúlpeme, arquitecto, pero es mi visión por mi experiencia en el mundo y en Uruguay. 

EC - El ingeniero De León se dirige al arquitecto Jaime Igorra, presidente de la URSEC, que está aquí en la primera fila. 

ME - Yo quiero comentar algunas cosas. No es que no esté de acuerdo en las necesidades que tiene hoy la industria en cuanto al desarrollo de las telecomunicaciones y la influencia de la materia regulatoria, pero no es suficiente, y el hecho de que haya regulaciones, de que haya apertura a la competencia no genera eficiencia. Pongo dos ejemplos de países en los que hay mercado competitivo con empresas totalmente dominantes, uno es México y otro es Telefónica. Y las tarifas más caras están en España y en México; han tenido suma presión, hay convergencia. La convergencia es tecnológica, no hace falta que haya regulación ni apertura, la convergencia existe, las distintas posibilidades existen, sin embargo las eficiencias no se generan a pesar de que hay un mercado altamente competitivo. En teoría, porque hay un mercado competitivo pero con empresas dominantes que no aseguran las tarifas y las economías que se están planteando. 

EC - ¿Con qué temas podemos seguir, ingeniero Paganini? 

OP - Quedaron muchos temas abiertos, y yo quería agregar alguno para profundizar más adelante. En primer, Marcelo Erlich habla de una Telco 2.0 que va a cambiar su modelo de transmitir información a agregar contenido, y por otro lado tenemos un sector de software que produce un montón de contenido. Entonces, ver si no hay ahí una oportunidad de alianza de largo plazo que valdría la pena explorar cómo hacer y qué implica para potenciar el sector. 

Otro tema que está muy vinculado es el rol del Estado en todo esto, como palanca de todo esto, desde dónde, con qué instrumentos; el rol de las empresas públicas más en general está planteado en el aire en toda esta discusión sobre regulación. Y también podríamos volver sobre el tema recursos humanos. 

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Escuche la segunda parte del debate en la Universidad Católica.