Entrevistas

Bordaberry: "Mujica y Lacalle representan una generación que se está yendo"

Bordaberry: "Mujica y Lacalle representan una generación que se está yendo"

Entrevistado por En Perspectiva, el líder de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry, comentó la situación actual de su sector y consideró "un gravísimo error" dar por ganada la elección interna. Afirmó que el Partido Colorado debe renovarse e indicó que los líderes de los otros partidos representan un pasado caracterizado por el maniqueísmo. Definió su propuesta como "liberal democrática", "batllista" y "pragmática siendo sensible al ser humano", y reclamó una gestión de gobierno "menos explicativa" y más eficiente. Asimismo, expuso sus proyectos en materia educativa, agraria y energética, a los que consideró temas fundamentales.


(emitido a las 9.01 hs.)

EMILIANO COTELO:
Todas las encuestas de intención de voto coinciden en que Pedro Bordaberry lidera con muy amplio margen la interna del Partido Colorado (PC).  

Si bien él exhorta a su gente a no bajar la guardia y a seguir trabajando, todo indica que el lunes 29 pasará a ser el líder de una colectividad que desde 1985 tenía dos referentes indiscutibles: los ex presidentes Julio María Sanguinetti y Jorge Batlle.

¿Cuál es ese "nuevo PC" al que se refiere en su campaña? ¿Por dónde vienen algunas de sus propuestas programáticas que este fin de semana aparecieron ordenadas en un documento publicado en internet?

De esos temas vamos a conversar con el doctor Pedro Bordaberry, precandidato por Vamos Uruguay (VU).

***

EC - La campaña electoral de VU en televisión empezó con una serie de avisos bien breves, de siete u ocho segundos, que protagoniza un niño pelirrojo, no sé cómo le dicen ustedes, "el Coloradito" o "el Colorado chiquito"... ¿Cómo le dicen?

PEDRO BORDABERRY:
Le dicen el "Colo", pero se llama Joan Manuel.

EC - Una idea trasgresora, que no tiene mucha tradición en las campañas electorales en televisión. Admite la situación complicada del PC; lo hace con humor, jugando con la ternura de un niño, pero reconoce que está difícil para el PC. Llega a decir en uno de los spots "estamos en el horno". Y además es una serie de avisos que llama a los colorados a reaccionar, a levantar con orgullo la bandera del partido, etcétera. ¿Por qué se eligió ese enfoque?

PB - Lo discutimos bastante. Tenemos un equipo formidable en esa área, esos avisos son fruto del trabajo del equipo Color 9, Diego Silva, con gente de Indias, [...] Ledué, más el trabajo de Leandro Pauletti en comunicación, Andrea Russo. Lo discutimos mucho y nos pareció que hay que partir de la realidad; la situación del partido en general no es buena, nuestra tarea por delante es volver a convertir al partido en un instrumento al servicio de la gente, y el partido también tiene que aggiornarse mucho en su comunicación, en su forma de llegarle a la gente.

Quizás el partido no lo haya entendido en los últimos tiempos, hoy los mensajes son de comunicación más rápida que aquel viejo razonamiento de una hora, o cosa explicativa, sencillamente porque el mundo actual es así, lo tenemos que tomar. Y esos spots que duran ocho o nueve segundos son un buen punto de partida para decir la situación en que estamos, y sobre todo para hacer un llamado a ponernos las pilas, como dice Joan Manuel, el Colo, en algunos de los avisos.

Después vinieron otras etapas, él conmigo, y después él inicia, y sigue una cantidad de gente. Es una cosa razonada y muy profesional.

EC - ¿Y tiene impacto? ¿Esa serie de avisos logra lo que ustedes buscaban?

PB - Por ahora estamos más que contentos. En los primeros tres días los spots de Joan Manuel y de VU tuvieron 7.000 bajadas de YouTube; tenemos mensualmente unos 4.000 ingresos en nuestra página web, y pasamos a tener 15.000. Evidentemente han tenido impacto, la gente los comenta.

EC - Son avisos muy breves, de siete u ocho segundos. ¿Eso da la pauta también de que se están moviendo con recursos escasos?

PB - Sí, somos un grupo nuevo. Por lo general los grupos que ya vienen actuando, actúan en política, se les paga por los votos que obtienen en la elección, y normalmente guardan de ese dinero para la elección siguiente, tienen una especie de capital de giro. Pero cuando uno sale de cero no tiene ese capital de giro, entonces tenemos que cuidar nuestros recursos. Pero es bueno, porque también es así como queremos cuidar los recursos del Estado mañana, haciendo cosas de ese tipo que hacemos en una campaña electoral. Es muy parecido a lo que hicimos en el Ministerio de Turismo, con muy pocos recursos allá en 2001, 2002, 2003: Uruguay Natural, toda aquella comunicación que tenía muy poco presupuesto y salió así. Está bien aprovecharlo.

EC - Hablando de cautela, también me llamó la atención que usted haya señalado más de una vez en los últimos días que VU todavía no tiene ganada la elección interna del PC, pese a que todas las encuestas son muy contundentes. La última encuesta que hizo Factum entre el 16 y el 18 de mayo le daba a Pedro Bordaberry entre 72 y 79%, según distintas posibilidades, más del 70%; a Hierro le daba entre 15 y 17%, y después Amorín, Lamas y los indefinidos sumados estaban en el orden de igual o menos que 10%. No parece haber dudas en las encuestas. ¿Por qué usted sí lo pone en duda?

PB - Cuando empezamos hace dos años a trabajar lo hicimos con mucha humildad, nos hemos esforzado muchísimo, y nos parece que sería un gravísimo error, cuando faltan veintipocos días decir "ya llegamos". Además, enfrente hay dos maquinarias –en el buen sentido de la palabra– políticas, dos estructuras políticas muy importantes, como son el Foro Batllista (FB) y la lista 15, que cuentan con muchísimos recursos. Yo decía ayer en broma en Lavalleja a los dirigentes: "Tengan cuidado que billetera no mate galán". En este último tramo de la campaña –ya lo estamos viendo– hay una presencia masiva, tenemos un reporte de los minutos en televisión y es mucho mayor el de ellos. Entonces nosotros que hemos trabajado duro no tenemos que aflojar, y además es la primera elección de VU, es la primera vez que comparecemos. Cuando uno debuta siempre puede cometer más errores, entonces tenemos que tener muchísimo cuidado y no relajarnos y pensar "ya llegamos". Sería un error muy grave.

EC - Cuando Bottinelli daba y analizaba los últimos números de sus encuestas, hacía otra anotación, decía: "el Partido Colorado está en caída; estuvo prácticamente entre el 8 y el 9%, más hacia el 9%, todo el año pasado y al comienzo de este, después bajó a 8%, y ya desde abril está en el 7% como preferencia global en el país. Lo que se infiere es que la caída de Hierro y la caída de Amorín en gran parte son fugas hacia el Partido Nacional; no es solo movimiento interno –que lo hay– sino que también hay una fuga hacia el Partido Nacional".

¿Cómo analiza este fenómeno?

PB - Con preocupación, con muchísima preocupación.

EC - ¿Qué pasa? ¿La consolidación de VU como mayoría expulsa votos de lo sectores del Foro, de la 15?

PB - Eso nadie lo puede saber, ni Bottinelli lo sabe. Habría que encuestar a esos ciudadanos, que son un porcentaje muy chico, para ver cuál es su motivación para quedarse dentro o para irse afuera.

EC - Otra hipótesis es que están teniendo éxito algunas exhortaciones que vienen del Partido Nacional (PN), por ejemplo la de Javier de Haedo, por el lado de "esa interna está definida, vengan votos batllistas a ayudar a Larrañaga a ganarle a Lacalle", ese tipo de cosas.

PB - Eso también puede suceder. Pero por lo menos en esta campaña electoral hay que fijarse objetivos, fechas, cronogramas, y cumplirlos. En VU primero nos hemos fijado como meta ganar la interna el 28 de junio. Una vez que la hayamos ganado, vamos a encarar la segunda etapa de la campaña, que es competir con el PN y con el Frente Amplio (FA). En este momento no tenemos que estar pensando "mi competencia es con el PN", porque si me desconcentro de mi objetivo, pierdo. Quizás en otros partidos se hayan concentrado más en el objetivo de octubre y terminen perdiendo el objetivo de junio. Hay que ir paso a paso. Y después de junio, si las encuestas tienen razón y quedan el doctor Lacalle, el señor Mujica y nosotros, tendremos una lindísima oportunidad de hacer algo parecido a lo que hicimos en aquellos dos meses de campaña municipal en marzo y abril de 2005, que fue una campaña de propuesta, de conducción nueva, moderna. La gente se puede enganchar con nuestra propuesta ahí, lo siento así.

EC - Justamente, pensando en octubre, ¿qué les dice usted hoy en la campaña interna del PC a los colorados que no lo van a votar? ¿Qué manejo hará de la mayoría que aparentemente va a obtener en el PC? ¿De qué forma se va a plantar después del 28 de junio rumbo a octubre? ¿Cómo hará, con qué argumentos –quizás ya pueda adelantar los argumentos– para retener a esos votantes del FB, de la 15, de Daniel Lamas, etcétera?

PB - Usted está dando un supuesto en el que no quiero entrar, el supuesto de que ya ganamos y de que se están yendo todos.

EC - No, yo no dije que se estuvieran yendo todos, dije que por lo que Bottinelli estudia y verifica, hay cierta fuga.

PB - Y es lógico que la haya, a veces cuando las internas son más competitivas en otros partidos la gente quiere decidir; quizás se esté haciendo eso, y eso me preocupa hoy para retenerlos, para que voten dentro del partido.

EC - ¿Con qué razones, con qué argumentos?

PB - El argumento es que si en la elección de junio el PC se renueva, se revitaliza, se presenta nuevo, moderno, etcétera, eso va a ser una plataforma sobre la cual lanzar la campaña de octubre. Si el PC hace lo que no hizo en los últimos tiempos, que es brindar nuevas caras, nuevas formas de actuar, con los mismos principios del partido, pero se revitaliza, tenemos una buena oportunidad hacia octubre. Pero si además esas encuestas a las que usted hace referencia son así, de junio a octubre va a pasar algo muy claro: el señor Mujica y el doctor Lacalle representan una generación que se está yendo, una generación que vivió en la guerra fría, en la lucha, en el insulto, en el Hitler, callate la boca, te tomaste el perfume, en esas cosas, en la izquierda con la derecha, el capitalismo contra el comunismo, el bolche contra el facho, todas esas cosas que yo no quiero.

Entonces mientras ellos van a seguir, porque lo llevan muy dentro porque lo vivieron como actores de primera línea, nosotros vamos a levantar la bandera de nuestra generación, que es "dejen de pelearse, dense cuenta de que la Unión Soviética no existe más y que el Estados Unidos capitalista del que hablaron durante tanto tiempo hoy estatiza bancos, empresas automotrices y constructoras de viviendas. Dense cuenta de que el mundo cambió, seamos pragmáticos, sensibles hacia el ser humano, vamos a construir esto". Sería algo muy similar a lo que hicimos en mayo de 2005 en Montevideo: vamos a hablar de los problemas de la gente, cómo solucionarlos, cómo vamos a trabajar, vamos a decirle fuerte a ese Uruguay del enfrentamiento de los últimos 40 o 50 años que ya pasó, vamos a trabajar por el futuro. Va por ahí.

***

EC - Desde el viernes está publicado en el sitio web de VU un documento que es la propuesta programática, un documento de 21 páginas que se titula "Vamos por iguales oportunidades para todos".

Empiezo por preguntarle sobre algo a lo que usted ya aludió: no hay en el documento una definición ideológica. Es más, en la introducción ustedes dicen que hoy es muy difícil encasillar a alguien en socialista o capitalista. Destacan que los países realmente exitosos han optado por el pragmatismo en lugar de la ideología. ¿Cómo definiría entonces a VU?

PB - Ante todo como un grupo democrático liberal políticamente, eso es esencial. Pero en lo que refiere a las soluciones en cada área, el área económica, la agropecuaria, la educación, siempre con un pragmatismo, encontrar la mejor solución siendo sensible al ser humano, a la persona, a la familia, al ser humano en relación. Quizás el mundo, en especial Uruguay, se peleó por izquierda-derecha, "yo soy de este lado, vos sos del otro", y hoy asistimos en el mundo entero a la caída de una cantidad de cosas a las que la gente se ataba al extremo que mataba por ellas, se peleaba con armas de fuego por ellas. Hoy en el mundo las únicas tensiones de ese tipo son las religiosas, las étnicas, ya no más de eso.

Entonces tanto los que se decían de izquierda como los que se decían de derecha tenían cosas buenas y cosas malas. Y nosotros decimos: vamos a descartar las malas, tomar las buenas de ambos lados y vamos a aplicarlas con sensibilidad hacia la persona. Ese el mundo en el que nos toca vivir, un mundo menos explicativo, más de tomar decisiones, más de la eficiencia. Y uno encuentra en esa postura que le digo a gente como Lula, Gordon Brown, Bachelet, Macri, Sarkozy, que hacen esas cosas más allá de sus propias ideas. Y siempre lo supimos todos, las ideas económicas puras no se pudieron aplicar, ni de un lado ni del otro, y los que intentaron hacerlo fracasaron.

EC - ¿Ese mismo razonamiento vale hacia dentro del partido a propósito de sus distintas corrientes históricas?

PB - No sé si vale hacia dentro del partido. Quizás hoy en Uruguay, no solo en el PC, en todo el sistema político, seamos los únicos que decimos esto.

EC - Ustedes no se definen como batllistas.

PB - Sí, ese programa es batllista, es un programa de neto corte batllista, porque tiene como fin siempre la justicia social, la igualdad de oportunidades.

EC - En el capítulo de las políticas sociales se reivindican las políticas sociales "coloradas y batllistas". No se definen exclusivamente como batllistas, se nutren del batllismo, pero van más allá.

PB - Es que nosotros creemos que los objetivos de José Batlle y Ordóñez de principios del siglo pasado hoy están más vigentes que nunca, pero el mundo cambió, en el mundo actual uno no puede hacer lo mismo que hacía Batlle y Ordóñez en 1910 o en 1915, sería un error. Pero esas ideas batllistas las comparte todo el espectro político, por ejemplo el doctor Lacalle. Yo he dicho varias veces que el doctor Lacalle hoy es batllista y no lo ha desmentido. Hoy todos se quieren apropiar de ese batllismo, hasta el doctor Lacalle, y si no lo es, que lo diga, porque yo varias veces he hecho esa afirmación y él no lo ha negado.

EC - Usted tiene un contencioso aparte con el doctor Lacalle.

PB - No es eso, es alguien que en su momento se decía que era muy antibatllista hoy no lo dice más. Cito el caso del doctor Lacalle porque cuando lo invitaron a los homenajes a Batlle y Ordóñez dijo "yo a los homenajes a Batlle y Ordóñez no voy", y hoy trae ideas batllistas, entonces uno dice "hasta Lacalle es batllista" y no lo niega. Para ver un extremo. Obviamente que el batllismo auténtico está en el PC, el verdadero. ¿Sabe qué era sobre todo el batllismo? Era hablar para los próximos 20 o 30 años, era tener un país con atención al ser humano, con sensibilidad hacia la persona, que es lo que nosotros buscamos con el pragmatismo, hablando para los próximos 20 o 30 años. Eso era esencialmente el batllismo, era un país de avanzada. Y se construyó así.

EC - Hablemos de algunos capítulos de la propuesta programática, empecemos por el de la educación. Se plantea reformular el sistema; no vamos a poder ver todos los puntos, pero proponen, por ejemplo, extender la educación obligatoria, bajándola a los tres años de edad, y además insisten con las escuelas de tiempo completo. Pero este detalle de los tres años, ¿por dónde viene?

PB - Es el tema más importante que tiene Uruguay en el futuro, en el corto y en el mediano plazo, si no mejoramos la educación, estamos terminados, Uruguay no tiene futuro. Y sobre todo bajar la edad de ingreso al jardín. Sería algo parecido a lo que hizo Enriqueta Compte y Riqué en 1892, cuando creó el primer jardín de infantes de América. Hay una cantidad de habilidades que el niño adquiere a partir de los dos años, la lectoescritura, una cantidad de cosas, después es más difícil. Pero sobre todo decimos que al bajar eso los jardines pasan a tener un gran valor desde el punto de vista de la lucha contra la pobreza y la marginalidad. Queremos hacer eso sobre todo en la zona de contexto crítico, porque al bajar la edad del ingreso y hacerlo obligatorio, da una cobertura que esos hogares en zonas de contexto crítico y de pobreza no tienen, ahí hay una fusión de la función de la educación con la función de luchar contra la desigualdad de oportunidad.

EC - En lugar de hablar de escuelas de tiempo completo dicen "centros de tiempo completo"; ¿por qué?

PB - Quien nos ha ayudado muchísimo –y le estamos muy agradecidos– ha sido Germán Rama. Lo digo porque algún otro está levantando hoy la bandera de Germán Rama después de haberlo criticado durante no sé cuánto tiempo.

EC - Eso es una alusión a Mujica.

PB - Claramente. Era el peor del mundo y ahora es el mejor. Se dio cuenta; es bueno lo que le está pasando a Mujica, en el verano se dio cuenta de que el Conrad era bueno para Uruguay, que trabajan 2.000 personas, después de 10 años de criticarlo, y ahora se dio cuenta de que las escuelas de tiempo completo son algo muy bueno. Se construyeron 100 escuelas de este tipo entre 1995 y 2000, y en este período de gobierno se construyó una y se reconvirtieron 15 que ya estaban construidas. Hay una diferencia grande. Y es bueno que el país entero ahora, Mujica y nosotros, encaremos que en el próximo quinquenio hay que construir 600 escuelas de tiempo completo.

EC - ¿Por qué el cambio de denominación?

PB - Rama las llama "escuelas de medio tiempo" a las actuales y "de tiempo completo" a las otras. No sé por qué le cambiaron el nombre, pero son escuelas de tiempo completo, en especial en las zonas de contexto crítico. Esto lo hizo la Unión Europea hace tiempo, en especial en la Europa oriental, cuando cayó el muro, rápidamente para aggiornar a esa población se fue hacia eso, nada de medio tiempo, tiempo completo, bajar la edad de ingreso al jardín. Estamos haciendo lo que hicieron los europeos con aquellos países que estaban en situaciones parecidas a la nuestra, estaban del otro lado de la cortina cuando se cayó y se integraron a la Unión Europea. Hay que ir por ese lado.

Y después tenemos que ir hacia los liceos, incluso estamos hablando de tener facultades departamentales, de hacer algo parecido a lo que hizo Batlle y Ordóñez en 1912 cuando creó la ley de Liceos Departamentales. Quizás haya que tener facultades públicas, universidades públicas departamentales también. Porque era una locura, antes el que quería ir al liceo y vivía en el interior tenía que venirse a Montevideo; y hoy es un drama muy grande la migración de jóvenes hacia Montevideo, que dejan el interior porque tienen que estudiar acá, salvo alguna excepción en la Regional Norte. También habría que ir por ahí.

EC - Ustedes proponen varios cambios a nivel universitario, por ejemplo promover la competitividad entre la actual Universidad de la República (Udelar) y otras universidades públicas a crearse, así como con universidades privadas, vinculando el financiamiento público al resultado investigativo y educativo que defina el sistema político. ¿Cómo es esto?

PB - Hoy en la Udelar no importa cuántos egresados haya, uno le da un presupuesto, entonces se lo termina gastando en butacas. Entonces vamos a crear otra universidad pública, situada en el interior y a competir con la Udelar actual, y vamos a asignarles recursos por la cantidad de egresados o por la cantidad de resultados investigativos que obtengan. Quiero una universidad autónoma, quiero una universidad pública, soy ex alumno de la Udelar, fui a la Universidad pública, pero quiero que esa Universidad sea más eficiente, y claramente es una muestra total y absoluta de ineficiencia.

Los que han trabajado en eso muy duro son dos personas con una capacidad que me tiene asombrado, dos técnicos excepcionales, uno es el profesor doctor Óscar Ventura, grado 5 en la facultad, un hombre que me sorprende por su capacidad, y el otro es el contador Isaac Umansky, que es especialista en gestión del Estado. Él habla de gestión del Estado por resultado. ¿Cuál es el resultado fruto de comprarnos butacas para la Universidad frente a otros resultados que se tenían que obtener? ¿Por qué se tomó esa decisión? Esas cosas que en Uruguay no se controlan. El equipo que se ha hecho en VU me entusiasma mucho porque es gente que habla de cosas del Uruguay real, de lo que Uruguay necesita. Ventura y Umansky son dos de ellos.

EC - Hablando de financiamiento, en el punto siguiente dice: "facilitar el acceso de los menos pudientes a la educación terciaria y universitaria, modificando el sistema de financiamiento público de uno –el actual– dirigido a solventar la oferta, a uno –el que ustedes proponen– que subsidie la demanda en función de su necesidad económica. El subsidio del Estado será en forma de una beca que el usuario podrá usar como forma de pago total o parcial en la institución que él o ella elija". ¿De qué están hablando? ¿Cómo lo conciben?

PB - Hoy uno estudia lo que quiere sin tener cuenta, ni la propia Universidad le dice, si después va a conseguir trabajo o no. Tenemos una Universidad que ha confundido autonomía –con la que estoy de acuerdo– con aislamiento. Autonomía no es aislamiento, autonomía es autonomía del poder político de turno, autonomía de los partidos políticos, cosa que se ve muy poco en la Udelar hoy; cuando se presentan las listas, por más que solo se presentan nombres, se sabe "estos son los colorados, estos son los blancos y estos son los del Frente". Hay muy poca autonomía de los partidos, pero más allá, yo creo en esa autonomía.

Pero esa Universidad tiene que estar cerca del Uruguay real, tiene que darse cuenta de cuáles son los profesionales que van a encontrar trabajo en Uruguay hoy y cuáles no. Porque es una universidad que está sacando una cantidad de profesionales que no encuentran trabajo en Uruguay, se frustran y se van. El país está invirtiendo en carreras de profesionales universitarios que se van a generar riqueza en otros países y que desde allá compiten con nosotros. Tenemos que acercar una y otra cosa.

EC - ¿Para ustedes tiene que haber matrícula y que algunos alumnos tengan subsidios, beca?

PB - Claro, que haya matrícula, que algunos alumnos tengan beca, y después cuando se reciben, cuando trabajen, si les va bien, devuelvan lo que el país les dio. Pongo mi ejemplo: yo me habría podido pagar la Universidad pública, pero me la pagó el Estado uruguayo. Está mal. Ahora salió el Fondo de Solidaridad y ese tipo de cosas, pero está mal, los que aprovechan hoy la Udelar son quienes tienen recursos, los que no los tienen no pueden hacerlo.

EC - Modificar esto implica encontrarse en el camino con la autonomía de la Udelar. ¿Cómo se hace?

PB - Claro que implica eso, pero esto es el puntapié inicial de lo que creemos que tiene que hacer Uruguay. Y significa también escuchar las opiniones de otros y atenderlas. Y más allá de partidos, es una cuestión de decir: "Muchachos, así como estamos no funciona". Le pongo un ejemplo que usted va a compartir: estuve conversando con el agente de Tata Consultancy; esa gente, que hace programas de computación, tiene desempleo negativo en materia de ingenieros en computación, porque Uruguay hoy no capacita, no se reciben suficientes ingenieros en computación para ese trabajo. La ORT se instaló en Zonamérica al lado de Tata Consultancy y les dice a los muchachos: "Si ustedes estudian acá, acá van a tener trabajo". ¿Qué estamos haciendo con la Udelar? Vamos a poner el énfasis en la autonomía, pero también en lo que necesita el país. ¿Qué estamos haciendo en investigación? En la parte agropecuaria la Universidad ha trabajado bastante cerca del Uruguay real, pero en las otras áreas no. Tenemos que empezar a hablar de eso.

***

EC -  El agro tiene destinado el capítulo más largo, de dos páginas. ¿Por qué?

PB - Uruguay es un país agroexportador, el 70% de la producción de Uruguay es agroindustrial. También es un diferencial importante con las propuestas de los otros partidos, y también con las de nuestros compañeros del PC. Creemos mucho en la actividad agropecuaria, pero también tenemos un equipo formidable de técnicos que han trabajado en esto; los dirige el ingeniero agrónomo Fernando Mattos, ex presidente de la Asociación Rural, uno de los técnicos en materia agropecuaria más conocidos y reconocidos que hay hoy, presidente de la Fundación Pro Cría, que trabaja en la zona de Cerro Largo y Treinta y Tres. Está el ingeniero Gabriel Capurro, un ingeniero joven, de 32, 33 años, con una capacidad tremenda. Está Alejandro Tedesco, ex presidente del SUL, y hay un grupo mucho más grande –se van a enojar los que no nombro, pero, como dicen los jugadores de fútbol, "a todos los que me conocen".

EC - Insisten en la necesidad de un modelo de desarrollo de la economía nacional a través de la definición de políticas de Estado de largo plazo. Y enumeran una serie de propuestas. Una de ellas, que quizás ya por el nombre llame la atención, es la creación de un Banco Nacional del Agua. ¿A qué aluden con esto? Lo apoyan en el problema del cambio climático.

PB - Estas medidas tienen un antecedente, fijamos los lineamientos de nuestra propuesta agropecuaria el año pasado, y la entregamos a la Asociación Rural en setiembre del año pasado. Ya en ese momento nuestros técnicos advertían el problema del agua, cuando no había seca, cuando no habíamos pasado lo que pasamos en el verano; el documento está en poder de la Asociación Rural y de la Federación Rural, y ya advertía el tema del riego, del agua, y las dificultades desde el punto de vista del costo energético de regar en Uruguay.

Y siguieron avanzando, en esto trabajó principalmente García Brum, junto con Gabriel Capurro, y quieren hacer una modificación importante en la que participan el Estado y el productor y hacen bancos de agua a los cuales todos los otros productores pueden acceder pagando un canon. De esa forma no es que se vaya a regar todo el territorio nacional, porque eso es inviable, pero se puede regar parte de las extensiones agropecuarias de cada productor.

EC - Cuando usted dice que se hacen bancos de agua, está aludiendo a que se hacen tajamares, represas.

PB - Sí, grandes.

EC - Para uso colectivo.

PB - Y voluntario. Participa el Estado, algo similar a lo que se hizo con la forestación en su momento, que provocó lo que provocó, con subvenciones, y el que ingresa, como el Estado ingresa, tiene el deber de dar acceso a otro que lo solicite.

EC - Ya hay alguna línea de trabajo en esa dirección en este gobierno.

PB - No sé si hay alguna línea de trabajo en esta dirección; si la hay, bienvenida sea. Me entusiasmó eso y lo del banco de fosforita.

EC - Ese es otro punto, el Fondo Nacional de Fósforo.

PB - De repente los oyentes no dominan esta parte. Yo soy abogado, pero tengo una evidente vinculación con el sector agropecuario. Los animales comen pasto, y el pasto tiene que tener determinados nutrientes, determinadas condiciones, y una de las grandes limitaciones en nuestra tierra es el fósforo. Y en eso la Fundación Pro Cría en Cerro Largo y Treinta y Tres está teniendo resultados espectaculares. Los procreos eran del 30, 33%, los índices de preñez, y a partir de esta experiencia pasaron a 90, 91, 92%. Con el avance de la forestación, la agricultura, etcétera, la parte de ganadería es expulsada o empujada a zonas más duras, de campos más complicados. Entonces para que convivan el árbol, la planta y la vaca, tenemos que empezar a trabajar sobre estas cosas, y se puede. Es una propuesta muy interesante, novedosa –creo que somos los únicos que estamos hablando de estas cosas– y surge principalmente de gente que es productora, que está en la experiencia diaria. Le podemos hacer un buen aporte a Uruguay con estas cosas, sobre todo eso.

EC - En cuanto a energía, ustedes propugnan el desarrollo de políticas energéticas de largo aliento, pero en particular se pronuncian a favor de la energía atómica.

PB - Sí, y la eólica. Aquí quiero hacer una anotación. Uruguay va a tener restricciones energéticas muy graves en el corto plazo por imprevisiones de este gobierno. Este gobierno tenía una licitación pronta, ya estaba abierto el primer sobre para construir una planta de ciclo combinado, pero como la había hecho el otro gobierno la dejó sin efecto. Este gobierno está tomando una decisión muy desacertada en lo que refiere a la integración energética con la región. En lugar de hacer la conexión con Garabí en Brasil, la descartó, y ahora propugna la conexión energética San Carlos-Candiota, con un costo de 200 millones de dólares más. La planta conversora de Garabí costaba 80 millones de dólares, y la conexión a Candiota cuesta 280, y además nos hace socios en el lío de Candiota, que afecta a Uruguay. Es una decisión muy complicada.

Además todos los desaciertos del país en materia energética en estos últimos cinco años, no seguir lo que se había comenzado, nos van a provocar en el corto plazo restricciones energéticas este mismo invierno. El tema energético es muy importante en Uruguay, tenemos un técnico de primerísima línea como el ingeniero Álvaro Bermúdez, que es reconocido, que ha trabajado en Europa, en América Central, es un hombre que domina el tema, fue director nacional de Energía. Uruguay está equivocando el camino en eso. La energía atómica, en el mejor de los casos, no va a estar antes de ocho, nueve, 10 años, y entre tanto tenemos que hacer cosas, y una es hacer la integración a la región, y otra son las energías alternativas, la eólica, en lo que este gobierno tampoco está acertando al no abrirla a la inversión privada. Rechazó una inversión de la gente de Bulgheroni, de Agrolán, de 43 millones de dólares, sencillamente porque quiere seguir controlando la cosa. No estamos tomando decisiones, sino buscando el corporativismo de la UTE sin pensar en los uruguayos que en cualquier momento vamos a tener que empezar a apagar la luz en el invierno.

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Transcripción: María Lila Ltaif