Rebajaron calificación de riesgo de Grecia y se teme por un default: ¿un caso aislado o el comienzo de más problemas?
Análisis de la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte
(emitido a las 8.43 hs.)
JUAN ANDRES ELHORDOY (JAE):
Esta semana los mercados financieros se vieron sorprendidos por la reducción de la calificación crediticia de la deuda soberana de algunos países. En concreto, Fitch Ratings bajó la calificación de la deuda de Grecia desde A- hasta BBB+, al tiempo que Standard & Poors mantuvo la nota en A- pero le bajó la perspectiva de estable a negativa, lo cual suele anticipar una rebaja en la nota. Ayer Standard & Poor´s también bajó la perspectiva de la deuda española para negativa, aunque mantuvo la nota en AA+.
Tras esas noticias, los mercados financieros en Grecia y en España registraron un deterioro importante, que tuvo algunos impactos en el resto del mundo. En particular, el martes las acciones bajaron en San Pablo y el dólar subió en Brasil. Por eso nos pareció que valía la pena dedicar nuestro espacio de análisis económico de hoy a este tema. ¿Qué está sucediendo en Grecia? ¿Estamos ante el comienzo de nuevas turbulencias? ¿puede haber un contagio de estas situaciones en nuestra región? En seguida, dialogamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.
Tratemos de situar a los oyentes en la situación de Grecia. ¿Por qué las agencias calificadoras tienen a Grecia en la mira?
FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):
En realidad, hay que tener presente que Grecia venía arrastrando desde hace años muchas fragilidades en el frente fiscal. Desde el año 2000 tiene un déficit fiscal mayor al máximo de 3% del PIB que se permite en la Unión Europea, máximo que se fijó en su momento como condición necesaria para entrar en la unión monetaria.
Eso se venía reflejando desde hace tiempo en la cotización de los bonos del gobierno griego, que eran los que pagaban las tasas de interés más altas en la zona euro. Con la crisis internacional la economía griega ingresó en una recesión severa que en las últimas semanas quedó claro sería más larga de lo previsto. Y esa recesión terminó generando un fuerte déficit fiscal. En 2008 el déficit fiscal trepó hasta 7,7% del PIB y para este año se prevé un déficit de casi 13% del PIB.
JAE: A partir de esa situación crítica en el frente fiscal actualmente, ¿cómo son las perspectivas? Te lo pregunto porque en general se manejaba que la economía mundial comenzaba en este segundo semestre del año la fase de recuperación.
FC: Es cierto. Pero como decía recién, hay indicadores que sugieren que la recuperación sería más lenta en Grecia. En eso podría incidir que en el pasado Grecia tuvo más inflación que el promedio de la zona del euro. eso la dejó con un problema importante de competitividad. Y como Grecia dejó su propia moneda para integrar la zona del euro, no puede recurrir a la herramienta usual en estos casos que es la devaluación de la moneda. Además, esta situación de competitividad se agravó con la fuerte apreciación del euro que se produjo este año en relación al dólar.
Por otra parte, junto con el problema de competitividad y de déficit fiscal, Grecia está registrando un fuerte déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Exporta menos de lo que importa. Esa situación se puede mantener mientras el país acceda al financiamiento, pero los mercados se están mostrando más cautelosos o menos dispuestos a seguir financiando a Grecia. Si Grecia se quedara sin financiamiento en forma abrupta, sufriría una retracción económica muy significativa.
JAE: ¿Y cuán grave es esa situación? ¿Qué chances tiene Grecia de recurrir a alguna clase de salvataje de la Unión Europea?
FC: Son interesantes las preguntas. En primer lugar debemos aclarar que no estamos todavía ante una situación dramática. La nota de Grecia sigue siendo de grado de inversión. El riesgo país de Grecia se disparó en estas semanas, desde 139 hasta unos 220 puntos sobre los bonos alemanes (que en Europa son la referencia de menor riesgo). Pero no se trata de un riesgo país tan alto, es similar al de Uruguay o Brasil. De todas maneras, es claro que hay nerviosismo, las acciones en Grecia cayeron 11% en tres días.
En segundo lugar, aunque para los años próximos se prevé cierta mejora de las cuentas públicas, los analistas señalan que sin reformas estructurales (sobre todo que atiendan el desbalance en la seguridad social) la deuda pública continuará subiendo, desde un nivel que ya es muy elevado (108% del PIB) hasta un 130% del PIB.
Y este punto es clave en la respuesta a la otra pregunta que hacías, y que tiene que ver con un eventual salvataje de la Unión Europea. Hay varios elementos a tener en cuenta en relación a este tema.
JAE: ¿Cuáles son esos elementos?
FC: En una unión monetaria como la zona del euro quien podría asistir al gobierno de Grecia sería el Banco Central Europeo, que es propiedad de todos los países.
En una decisión de ese tipo podrían entrar distintas consideraciones, desde un enfoque de apoyo a un país miembro, hasta razones de riesgo sistémico, pues el apoyo a Grecia podría limitar contagios en otros países de Europa que también enfrentan dificultades. Pero por otro lado, un apoyo financiero fuerte del Banco Central Europeo podría ser visto al final como un premio a los países que no hacen un manejo responsable de las cuentas públicas. Por eso hay mucha insistencia en estos días de parte de autoridades europeas de que Grecia debe implementar medidas de ajuste.
De todos modos, desde el Banco Central Europeo ya se adoptaron algunos criterios de flexibilización para permitirle a los bancos en Grecia tomar crédito contra el Banco Central Europeo garantizados con deuda soberana griega. Hasta hace unos días, el BCE solo consideraba como garantías válidas a los títulos de deuda pública con calificación crediticia A. Estos días implementó una flexibilización transitoria que en principio duraría hasta 2011.
JAE: ¿Y cómo es la situación de España? ¿A qué obedeció la baja de la perspectiva de la deuda española que anunció ayer Standard & Poor´s?
FC: España comparte con Grecia un problema similar de falta de competitividad, porque durante el boom inmobiliario los precios subieron mucho medidos en euros y ahora las empresas enfrentan costos demasiado altos.
Además, el déficit fiscal también ha subido mucho (hasta 9,5% del PIB) pero la deuda es mucho más baja que en Grecia (está en torno de 50% del PIB). Y por otra parte, el sistema financiero español está mucho más sólido. De hecho, ayer la agencia Moody´s destacaba que España tiene uno de los sistemas financieros más fuertes entre las grandes economías desarrolladas.
Es decir, España también tiene algunos ajustes que llevar adelante en estos próximos años, pero los problemas son claramente menos severos que en Grecia.
JAE: ¿Cómo debemos interpretar esta crisis en el contexto internacional? ¿Es el comienzo de una nueva ola de malas noticias?
FC: Hay algunos analistas que advierten que esta crisis en Grecia podría terminar en un default, que sería el primer default de un país de Europa Occidental desde el default de Alemania a la salida de la guerra en 1948. No se trata por ahora de la opinión mayoritaria aunque sí es lógico asumir que si en Grecia no se toman medidas de ajuste fiscal importantes en los próximos años y si Grecia no logra mantener un financiamiento fluido, un default podría ser el desenlace final. También hay analistas que marcan que en países de Europa Oriental la crisis ha dejado situaciones de fragilidad en los sistemas financieros.
En síntesis, debemos mirar de cerca cómo se siguen desarrollando los acontecimientos pero en principio pensamos que no veremos un agravamiento de la economía mundial a partir de estos acontecimientos.
JAE: ¿Y hay algún riesgo de contagio regional? Lo digo en función de la caída del Bovespa esta semana después de que se conoció esta rebaja de la calificación en Grecia.
FC: Nosotros hemos comentado varias veces que las perspectivas de la economía mundial eran favorables para 2010. Que en general veíamos un panorama de recuperación importante en las economías emergentes pero que persistían factores de riesgo, riesgos asociados por ejemplo a la sostenibilidad de los impulsos fiscales en los países desarrollados.
Grecia no es una economía importante en el concierto mundial pero es una señal de que en las economías desarrolladas persisten problemas en el frente fiscal y en los sistemas financieros. Por eso decíamos que debemos seguir los acontecimientos de cerca.
De todas maneras, mantenemos la perspectiva positiva que mencionábamos recién.
JAE: ¿Y descartan en principio un riesgo importante de contagio? Estoy pensando en el impacto que la Crisis Rusa del 98 tuvo en Brasil.
FC: Nos parece poco probable que tengamos un contagio regional. Hay que ver en qué medida tenemos repercusiones en otros países de Europa Oriental donde también hay vulnerabilidades. Lógicamente una extensión de las dificultades en Grecia al resto de Europa Oriental podría afectar el ánimo de los inversores hacia otras economías emergentes. Hay que ver también cómo se desarrollan los acontecimientos en España.
Pero nos parece importante señalar algo que hemos comentado otras veces. Los contagios tienen mucha más probabilidad de ocurrencia en aquellos países donde se observan fuertes desequilibrios macroeconómicos. Eso está bastante documentado a nivel académico. Hace algún tiempo el economista Guillermo Calvo (un estudioso del tema) marcaba en una conferencia en la Universidad ORT que países con fuertes déficits en la cuenta corriente o fuertes déficits a nivel fiscal están mucho más expuestos a ese riesgo. Esa era la situación de Brasil en 1998, esa fue la situación también de Uruguay con la crisis de 2002. Los fundamentos económicos de ambos países son notoriamente mejores hoy. Por eso, en principio pensamos que no veremos un impacto muy fuerte ni en Brasil ni en Uruguay.
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