Entrevistas

No encuentran solución para aprovechar sobrante de fruta que está siendo desechado

No encuentran solución para aprovechar sobrante de fruta que está siendo desechado

En los últimos días, productores agrícolas se han visto obligados a tirar grandes cantidades de duraznos y ciruelas debido a los bajos precios y la escasa demanda. Hasta el momento, los aproximadamente 200.000 kilos de frutas que han tenido que ser desechados no encuentran un destino más productivo que el suelo o la volqueta. Nelson Moizo, productor frutícola, manifestó a En Perspectiva que debido a las abundantes lluvias el aumento de la oferta durante este año era esperable, pero no en la magnitud registrada, y aseguró que los productores "están a la orden" para donar el excedente. En tanto, Andrés Berterreche, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, señaló que probablemente hubo un error en la planificación de los productores e indicó que existen algunas complicaciones para administrar la alternativa de la donación desde la órbita estatal.


(emitido a las 7.40 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Miles de quilos de duraznos y ciruelas han sido tirados por granjeros debido a los bajos precios que registran estas frutas en el mercado, según un relevamiento realizado por El Espectador. Si bien no hay estadísticas ni datos oficiales, en la plaza se afirma que son muchos los productores que han tenido que tirar fruta en volquetas, criaderos de cerdos, cunetas o depósitos en chacras porque no les conviene llevar la mercadería a vender por los bajos precios. Además, no hay demanda.


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JAE – Vamos a conocer de primera mano cómo ven los productores esta situación. Estamos con Nelson Moizo, jefe de producción de la empresa Domingo Moizo, productor frutícola, opera también en el Mercado Modelo. ¿Cuál es su situación con relación a este hecho?

NELSON MOIZO:
Hoy mismo estamos empezando a tirar duraznos de la variedad "June Gold", que ya hace un mes se cosechó y por lo tanto no se conserva más. Como es tan grande la oferta y tan poca la demanda hay frutas que ya no catalogan a nivel comercial y obviamente hay que tirarlas.

Y el otro tema es que hay ciertos precios de mercadería que no pagan los costos de empaque y de transporte para llevar al mercado, por lo tanto esas mercaderías también se están tirando, dentro de las variedades de durazno.

JAE – ¿Qué es lo que hace usted como productor con ese durazno? ¿Dónde lo tira?

NM – Con el volumen que estoy tirando lo vuelco en un predio que tengo, donde se arrancó una viña, para no contaminar los cursos de agua y las cunetas. Los tiro dentro de mi predio para después mezclarlo nuevamente con tierra.

JAE – ¿Qué volumen es el que va a tirar usted a partir de hoy?

NM – Calculamos aproximadamente unas 25 toneladas de fruta; sin contar todo aquel durazno maduro o muy chico que al día de hoy se ha venido trabajando y no se ha llevado a comercializar. Ahí existe un porcentaje de fruta que también se tuvo que tirar porque no tenía precio a nivel comercial.

JAE – Nosotros hemos recogido que esta situación se da entre muchos productores del sur del país. ¿Tiene idea de cuántos están en una situación como la suya?

NM – Prácticamente todos los productores estamos en la misma situación, tanto productores como comercializadores que acopian mercadería de otros productores. Con los duraznos empezamos con las primeras variedades del norte y terminamos con las últimas variedades del sur, al final de febrero, principios de marzo. Se producen alrededor de unas 50 variedades desde que comenzamos en noviembre con Salto hasta que terminamos en febrero con el sur; al haber un aumento en la producción esas variedades se fueron acumulando y por lo tanto estamos en la situación que estamos hoy.

JAE – Esto era esperable, si uno mira por ejemplo los informes del Ministerio de Ganadería ya se sabía que iba a producirse un aumento importante de la oferta de durazno este año. ¿Qué puede hacer el productor frente a eso?

NM – Era esperable pero no en esta magnitud. Se podía esperar una producción mayor, una baja de precios, pero no el extremo de tirar fruta. A veces es muy fácil decirlo pero a la hora de hacerlo a uno le duele porque uno está todo el año para poder producirlo, no es fácil tirar fruta.

El tema es que también se dieron las condiciones climáticas como para que hubiera un muy buen desarrollo de la fruta y el año pasado obviamente la sequía lo opacó. Por lo tanto, el año pasado no se podía visualizar que en esta zafra llegaríamos a esto.

JAE – ¿Cuánto explica el clima esta situación?

NM – El clima explica muchísimo porque a los duraznos les ha venido lloviendo desde que floreció; la fruta siempre tuvo agua, tuvo buenas reservas de humedad debajo para desarrollarse y obviamente criar una muy buena fruta, cosa que el año pasado no tuvo.

JAE – ¿Cuánto ha afectado el agua en el gusto de la fruta?

NM – Eso afectó bastante porque a mayor tamaño de fruta con mayor cantidad de agua menos sabor. Como pasa con las ciruelas, las uvas o las manzanas, en los años muy llovedores la fruta se desarrolla más y por lo tanto tiene menos concentración de azúcar.

JAE – Usted dice que a partir de hoy va a tirar 25.000 quilos de durazno, ¿esto cuánto significa en términos de dinero?

NM – En términos de dinero, a un promedio de precio de venta del mercado, usted lo tendría que multiplicar por 5 pesos. Si usted ve esto con los precios del año pasado, habría que multiplicarlo por 12 pesos para tener una relación.

JAE – ¿Y esto cuánto representa en el giro que tiene su empresa?

NM – Este volumen que se va a tirar representa quizás un 10% de nuestros duraznos. El tema es cómo comparamos los precios, porque este año el precio que le está quedando al productor sinceramente no paga los gastos. No los paga porque no toda la fruta se puede vender, hay ciertos calibres para los que en el mercado ya no hay demanda. Se vende la fruta grande y buena, el resto no tiene precio, entonces a la hora de cerrar los quilos por hectárea los precios no cierran.

JAE – Una pregunta que se repite en los mensajes de los oyentes tiene que ver con el destino: ustedes optan por tirar la fruta. ¿Por qué no se dona a países que tienen problemas de comida o por ejemplo al INDA, que es un canalizador importante de alimentos aquí en Uruguay?

NM – Nosotros trabajamos con varias organizaciones benéficas a las cuales estamos constantemente llamando para que vengan a buscar fruta. En el tema de mandarla a otro país que esté sufriendo hambre no hay quien pague ese costo, yo tendría que poner plata para poder sacarme de encima la mercadería.

Las industrias a nivel nacional tampoco están trabajando duraznos, incluso hay variedades que se plantan exclusivamente para la industria, y por lo que tengo entendido esos productores sólo colocaron el 5% de la producción; el otro 95% lo tuvieron que dejar caer al piso.

JAE – ¿Pero por qué esa mercadería no sale hacia el INDA?

NM – Yo calculo que si no sale es porque quizás el INDA o quien sea no ven que esta tipología de fruta pueda ser distribuida realmente. El durazno es muy perecedero, es totalmente distinto a la manzana, entonces realizar una logística para que llegue a destino y alguien lo pueda aprovechar no siempre es fácil.

Nosotros estamos totalmente a la orden para donar la fruta; obviamente, antes que tirarla por lo menos que la aproveche alguien.

JAE – ¿No se ha acercado nadie del Estado, sabiendo que está ocurriendo esto y que es una oportunidad para canalizar de una mejor manera ese alimento que termina en el piso?

NM – No, nadie se ha acercado, y creo que son más los quilos que se van a tirar que las bocas que podrían estar comiendo esta fruta.

JAE – ¿Hay alguna estimación de cuánto se va a estar tirando en esta zafra?

NM – Sinceramente no, pero quizás estemos hablando de 20, 25% de la producción.

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JAE – El productor Nelson Moizo decía que en esta zafra aún no se ha implementado ninguna estrategia para canalizar la fruta que se está tirando y distribuirla entre gente necesitada.

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JAE – La pregunta es por qué no se ha hecho nada o por qué no hay alternativa. Vamos a recibir a Andrés Berterreche, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca. ¿Por qué estamos en esta situación en la que los productores están tirando volúmenes importantes? ¿No hay nada que permita canalizar ese alimento hacia un mejor destino?

ANDRÉS BERTERRECHE:
Son dos preguntas bien separadas. La primera es por el tipo de durazno en particular, de la época de diciembre, y el exceso de lluvias hizo que hubiese un tamaño y una cantidad superior a la normal, lo que determinó que hubiera un exceso para lo que es el mercado. Tal vez el origen de esto habría que verlo en un tema de planificación general de las plantaciones. Es bastante complicado, porque si nosotros nos metemos a definir este tipo de cosas enseguida aparecen los que nos dicen que el Estado no se tiene que meter. Pero suele suceder que ante situaciones ambientales –que es con lo que se maneja toda la agropecuaria– puedan ocurrir este tipo de situaciones.

JAE – Claro, pero en otros tiempos, en el anterior gobierno y en este, han existido operaciones para ayudar a los productores con exceso de producción. Recuerdo el caso del tomate industria, o el caso, en este gobierno, de la uva y la producción de vino a granel que se terminó exportando a Rusia. ¿Por qué no ocurrió lo mismo en este caso?

AB – No, en general eso es parte del trabajo entre el Estado y los productores en la Junagra, que es una institución donde se dan las discusiones.

JAE – ¿Pero esto no ha sucedido en este caso?

AB – Se propuso pero no hubo ofertas sobre qué hacer. Por lo menos de parte nuestra, hay buena disposición. Existen algunos problemas con el tipo de durazno del que estamos hablando, que es más complicado de industrializar porque el carozo no se sale y compite contra productos que vienen de otros lados que son de mejores características.

Por otro lado, en situaciones similares se trató de hacer un plan y no anduvo, porque justo en ese momento el producto subió en el mercado y se prefirió mandar al mercado que a la industria. Eso genera que algunas partes vean esto con cierto recelo. Pero en la situación de hoy, si hay propuestas específicas sobre esto se deben plantear en los órganos que hay para eso y se verá si se puede hacer algún tipo de manejo para industrializarlo, porque es la única que queda.

JAE – Pero da la impresión de que ya es tarde, porque de hecho Moizo comentaba que hoy va a tirar 25.000 quilos de fruta.

AB – Es probable que sea tarde. La Junagra se viene reuniendo en forma constante y de todas maneras también se reúne a pedido de los productores. Las soluciones no vienen cuando se tiran los duraznos, está visto. Según lo que me dijo el director de la Junagra, esto ya fue comentado en algún momento durante las sesiones de la Granja y no hubo propuestas concretas.

JAE – Hay muchas preguntas del público. Ana de Solymar dice: "El Mides debería organizar brigadas para hacer dulce"; Fernando de Pocitos dice: "¿Por qué no regalan la fruta o la dan para hacer conserva?"; otras propuestas mencionan por ejemplo hospitales y centros de INAU como destino de esta fruta. ¿Qué tiene para decir al respecto?

AB – En nuestro caso como Ministerio de Ganadería no podemos meternos en decisiones que tienen que tomar otras carteras. Tampoco es tan simple, yo escuchaba el final de la entrevista con el productor que decía toda la parte logística no es tan sencilla, y es verdad. Además la parte jurídica tampoco es tan sencilla, trabajar en el Estado no es como trabajar en el sector privado donde uno toma definiciones y las ejecuta. Acá hay una serie de normas, a veces en contra de lo que queremos hacer, que nos traban las posibilidades de hacer ese tipo de propuestas que están bien pero que en el marco de la gestión del Estado suelen ser voluntaristas y llevan al fracaso. Algo bastante planificado como fue la ración para los ganaderos en la seca pasada nos costó muchísimo, muchas veces se criticó que llegó tarde; y además se contó con la muy buena disposición tanto de los productores organizados a nivel territorial como de aquellos proveedores que esperaron bastante para pagarlo. Aún regalado, hay normas jurídicas dentro del Estado que no hacen fácil el procedimiento.

JAE – ¿Cómo es eso?

AB – Nosotros no podemos... ¿cómo interviene ahí el Estado? ¿Tiene capacidad para hacer eso? ¿Cómo se registra lo que entra y lo que sale? Hay una serie de normas, aún siendo donaciones.

JAE – Pero el Ministerio de Ganadería ya sabía que esto iba a pasar. ¿No dio el tiempo para planificar, por ejemplo a nivel de diferentes instituciones del Estado, alguna política de donación mancomunada y armada para hacer eficiente esta situación?

AB – Lo primero que hay que pensar es que tenemos que hacer algo para viabilizar esa fruta, eso fue lo que se planteó hasta el último momento en la Junagra. Después, tratar de viabilizarlo a través del Estado no es sencillo. ¿Quién levanta la fruta? ¿Quién paga la logística?

JAE – ¿Pero cómo ocurrió por ejemplo en el caso del INAVI con la uva?

AB – El INAVI fue una cosa totalmente diferente, ahí hubo un negocio...

JAE – ...Porque participaron bodegas, empresas privadas, esa es la diferencia.

AB – Sí, claro, y además el vino ya estaba, lo que había era un exceso del producto industrial.

JAE – Y hablando de planificación, ¿no entiende usted que aquí también hubo una falla en la planificación de los productores?

AB – Eso es parte del negocio de los productores. Si yo defino cosas, si entro en una economía más de corte planificado, asumo la responsabilidad por los errores de mi planificación. Ahora, cuánto se planta, cuánto se deja de plantar hoy acá está absolutamente liberalizado, entonces eso es parte de la ecuación de riesgo-ganancia de los productores.

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