Entrevistas

"Ney" Castillo (PC): "Me incorporo a la política para llevar la camiseta de la gente"

"Ney" Castillo (PC): "Me incorporo a la política para llevar la camiseta de la gente"

Tiene una reconocida trayectoria como oncólogo pediatra. Además, fue dirigente de Defensor Sporting y de la Federación Uruguaya de Basketball. Ahora, el polifacético Luis Alberto "Ney" Castillo entra de lleno a la política como uno de los dos candidatos a la Intendencia de Montevideo por el Partido Colorado. Entrevistado por En Perspectiva, explicó que la actividad política era un "debe" en su vida que le permitirá "devolver en algo" lo que la sociedad le dio y aseguró que se presenta "para ganar". Apoyado por Vamos Uruguay, la Agrupación de Amigos de Óscar Magurno y la lista 42 de Diego Martínez, dijo no sentirse "en ningún casillero" dentro de su colectividad, y remarcó que hubiera preferido un candidato y un programa únicos. Sostuvo que en una eventual administración municipal priorizará los temas de la basura, la droga, los paseos públicos y la transparencia, y agregó: "Si soy intendente y no soluciono el problema de la dignidad de los hurgadores y el de la basura, me voy antes de que termine el ciclo".


(emitido a las 8.55 hs.)

EMILIANO COTELO:
Hasta fines del año pasado, el nombre de Ney Castillo se asociaba a la medicina y al deporte.

Castillo es un prestigioso oncólogo pediatra, vinculado al hospital Pereira Rossell y a la Fundación Peluffo Giguens, que en su momento él mismo impulsó.

En el ambiente deportivo lo identifican por su gestión como presidente de la Federación Uruguaya de Basketball, en la que creó la Liga Uruguaya, pero también porque fue dirigente de Defensor, delegado de ese club ante la Asociación Uruguaya de Fútbol y presidente de la Comisión Administradora del Estadio Centenario.

Ahora, a los 62 años, Castillo decidió incursionar de lleno en otra actividad: la política. Fue el mes pasado, cuando aceptó ser uno de los dos candidatos del Partido Colorado (PC) a la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM).

En las últimas horas publicó en su perfil Facebook una columna en la que se presenta a sí mismo, para lo cual repasa detalles de su vida personal y profesional. Por ejemplo, se define como un "un tipo con suerte", entre otras cosas por la familia que tiene y porque es un "enamorado" de su profesión.

Para conocerlo más de cerca, para averiguar qué lo llevó a aceptar su candidatura, y para ver algunas de sus propuestas para la capital, recibimos al doctor Luis Alberto Castillo.

***

EC - Dije "doctor Luis Alberto Castillo" y me sonó raro. Supongo que a usted mismo le suena raro.

LUIS ALBERTO CASTILLO:
Sí, la verdad es que, excepto para mi señora, soy Ney para todo el mundo.

EC - ¿De dónde viene lo de "Ney"?

LAC - Mi viejo cuando nací había acordado con la familia otro nombre, y fue y me puso el nombre de él, que se debe a que el abuelo era herrerista, por Luis Alberto de Herrera, así que tengo un nombre paradójicamente blanco que por suerte utilizo poco.

EC - En una instancia electoral como esta le puede venir bien. ¿Entonces Ney?

LAC - Ney fue el nombre que eligió una tía para llevarle la contra a mi papá, y quedó en la familia y los amigos. En realidad soy Ney para todo el mundo.

EC - Empezaron a decirle Ney y se olvidaron del Luis Alberto. ¿Por qué se considera "un tipo con suerte", como publicó en su perfil Facebook?

LAC - Somos de una familia de origen humilde, y considero que los objetivos con los que empecé han sido ampliamente superados. Hay muchísima gente en el medio de todo esto, que me ha ayudado acá en Uruguay y fuera para que pudiera sobrepasar los sueños. A veces es difícil poder decir "llegamos mucho más lejos de lo que pensábamos".

EC - Nació en Santa Lucía.

LAC - Sí.

EC - Y pasó buena parte de su infancia y su juventud en la zona de Villa Colón.

LAC - Cerca, en el barrio obrero de Lezica. Nos mudamos de Santa Lucía al barrio obrero de Lezica, que está detrás del Saint Bois, porque papá trabajaba en el Saint Bois. Ahí me crié y de ahí nos mudamos para el Parque Batlle en la época escolar. Pero todos los viernes, sábados y domingos me iba para Santa Lucía, porque toda la familia estaba en Santa Lucía y mi sueño era disparar para allá.

EC - Tiene dos hijas, una nieta, un nieto y una nieta en camino.

LAC - Exacto, que va a nacer antes de la elección. Vamos a ponerle Victoria Colorada.

EC - ¿Qué edades tienen sus padres? Porque de ellos también habla en sus notas.

LAC - Mis papás tienen 82 y 81. Y son el espejo en el que me miro, por todo lo que hicieron por mí y por mi hermano, que ahí no lo nombro y está enojado. La apuesta de mis viejos, como toda generación de gente pobre, humilde, fue la generación siguiente. Y las generaciones que vinieron, gracias a ellos son como son.

EC - De su padre vinieron la vocación por la medicina y hasta su contacto con el PC.

LAC - Sí, mi papá en su trabajo como laboratorista en determinado momento empezó a trabajar en el laboratorio Martínez Prado, y por cuestiones accidentales era el laboratorista que iba a puncionar a don Luis Batlle Berres allá al camino de las Tropas, y en algunas oportunidades me llevaba, sobre todo cuando la cuestión era un sábado o un domingo. Yo no sabía ni quiénes eran, pero veía a Lanza, a Sanguinetti, a Michelini, a Jorge Batlle, todo el entorno que después fue la sucesión de líderes colorados e incluso de otros partidos.

EC - ¿Fue a partir de aquellas experiencias, de esas anécdotas casi casuales que se fue haciendo batllista?

LAC - Sí, sentía –capaz que trasmitida por mi viejo– una admiración impresionante por Luis Batlle, y después esa admiración se fue trasmitiendo a otras generaciones. Uno veía a un hombre resencillo, autoritario pero resencillo, que parecía difícil que pudiera acaudillar de la manera que acaudillaba, porque a veces iba a algún acto y veía cómo la gente se enfervorizada cuando hablaba, me llamaba la atención de chico.

EC - ¿Qué edad tenía en ese momento?

LAC - Tendría 10, 12, 15, por ahí.

EC - Vamos a repasar las actividades que desarrolla hoy. Es director del Servicio de Hemato Oncología Pediátrica del Hospital Pereira Rossell, director del Servicio de Transplante de Médula Ósea de la Asociación Española, presidente de la Federación Uruguaya de Basketball e integrante de la Comisión Directiva del Comité Olímpico Uruguayo. ¿Qué me falta?

LAC - Dirijo algunas investigaciones y estudios internacionales sobre algunas enfermedades oncológicas específicas, soy el subdirector de los programas de investigación de leucemias linfoblásticas, que es probablemente el estudio más importante en leucemia linfoblásticas del niño a nivel mundial, participan casi 30 países de tres continentes. Yo soy el vicedirector de ese estudio. La leucemia linfoblástica es la enfermedad oncológica más frecuente en los niños. Y presido el Grupo de Investigaciones Oncológicas en Niños de América Latina, somos una filial del Grupo Cooperativo Americano de Investigaciones de Cáncer en Niños.

EC - ¿Cómo hace para desarrollar simultáneamente tantas tareas?

LAC - Primero, tengo muchas horas en el día, y segundo, una de las pocas virtudes que puedo reconocer públicamente, la habilidad para conformar buenos equipos en todos los lugares donde estuve.

EC - ¿Por qué decidió ahora meterse en política como uno de los candidatos del PC a la IMM?

LAC - Capaz que era un debe. Primero, es evidente, me sale de dentro, tengo una formación humanitaria, social, paralela a la científica. Nunca me pude encasillar en una cosa sola, necesito hacer más de una cosa, porque una sola cosa me satura un poco la mente. Obviamente tengo una formación humanística y social, y estaba como en debe, porque varias veces varios amigos me habían invitado a hacer cosas, y si bien participaba en algunas cosas más filosóficas que concretas, un día dije que sí, pensé que me había llegado el momento de devolver en algo todo lo que la sociedad me dio, de trasmitirlo.

EC - Hay un antecedente, hace cinco años usted fue suplente de Pedro Bordaberry cuando fue candidato único del PC a la IMM. Pero el compromiso no era el mismo que el que asume ahora.

LAC - También en esa oportunidad un grupo importante del PC me había ido a hablar para que asumiera el liderazgo. Pero en ese momento no me sentí atraído para nada, Pedro me vino a buscar para que lo acompañara, y le dije 10 veces que no, pero al final me ganó, porque me cuesta decir que no.

EC - Veamos las complejidades del paso que da. En primer lugar, por el lado político asume un desafío dificilísimo, porque Montevideo parece un bastión frenteamplista inexpugnable. ¿Cómo ve ese lado de la cosa?

LAC - Ninguna de las cosas que he hecho en mi vida ha sido fácil, nada fue fácil. Pero si usted me pregunta cómo lo veo, mucha gente me ha consultado: "¿Cómo lo vas a tomar si perdés?". Yo no voy a perder en esto, primero, porque pienso ganar, pero además porque hay muchas cosas para ganar, no es solo tener el 51% al cual apuntamos.

EC - ¿Incluso si pierde vale la pena este esfuerzo en el que se embarcando?

LAC - Exacto, eso es lo que trato de decir. Uno sale a la cancha a exponer su juego, a decir las experiencias que tiene, a trasmitir que un Montevideo mejor es posible, que muchas veces no depende de lo que pone el Estado sino del esfuerzo de cada uno. Yo lo oí preguntar qué hacemos nosotros cuando llueve para asegurarnos de que los desagües están bien. No hay forma, cuando uno pone mucho esfuerzo, mucho trabajo, se queda tranquilo con uno mismo, no hay forma de perder. Pierde el que es derrotado y no ha puesto todo lo que tiene que poner arriba de la mesa, lo que no está dentro de mis horizontes.

EC - Pero yendo a lo personal, tiene que dejar por el camino algunas de las responsabilidades que recién estábamos mencionando.

LAC - Eso es cierto. Voy a tener actividad normal hasta la Semana de Turismo, cuando voy a llenar un poco más mi agenda, pero a partir de ahí me voy a mantener con el hospital hasta las 10 u 11 de la mañana, porque ahí hago un poco de bien, cargo el alma cada día que voy, entonces me hace bien también a mí para arrancar el día.

EC - Yo le preguntaba cómo ha sido su relación con el PC; quizás sea bueno profundizar por el lado de dónde se siente ubicado en el PC. Porque mucha gente últimamente lo identifica con Vamos Uruguay (VU) porque fue suplente de Pedro Bordaberry en 2005, y Pedro Bordaberry fue uno de los dirigentes que lo impulsaron ahora, pero el año pasado usted fue candidato en listas del Foro Batllista, con Óscar Magurno.

LAC - Cierto. Es difícil incluso para mí decir dónde me siento específicamente ubicado. Me siento más bien un independiente, me sentí siempre. Yo decía que mis últimas actividades políticas fueron formar parte de lo que llamamos la Red Batllista, un grupo en el que filosofamos y nos juntamos periódicamente a hablar de los problemas del Estado, de la inserción del PC en eso; es un grupo que lidera Luis Mosca e integran Miguel Vieytes, Ramiro Gutiérrez –que me está acompañando–, Humberto Capote, el contador Iglesias, el contador Sergio Fernández, un grupo que periódicamente nos juntamos más para filosofar que para otra cosa. Yo tengo mucho respeto y muchas cosas que me unen con Jorge Batlle, con Julio María Sanguinetti, y a Pedro lo conozco desde hace muchos años, más por la actividad deportiva que por su actividad específicamente política. Los respeto a los tres, creo que los tres tienen su perfil, y la verdad es que no me siento políticamente en ningún casillero.

EC - ¿Cuál es la relación en especial con Óscar Magurno? Magurno jugó un papel muy importante en su proclamación; se apartó de Propuesta Batllista (PROBA), que venía impulsando al otro candidato que ahora tiene el PC, José Villar, y se hizo presente en una reunión de VU para anunciar que él estaba con usted, que proponía y respaldaba a Ney Castillo.

LAC - Fue una decisión de Óscar que respeto mucho, y además le debo un agradecimiento, porque él se la jugó sin ninguna cosa especial, porque me había pedido que lo acompañara simbólicamente en su lista en la interna pasada, y yo le dije que sí, sin ninguna otra intención que decirle que contaba con mi apoyo. Y quizás en este momento sintió que tenía que hacer lo mismo conmigo; fue absolutamente iniciativa personal, yo no hice ninguna gestión con nadie para que me apoyaran o no me apoyaran, pero fue una de las condiciones que impuse cuando me vinieron a buscar: contar con una mayoría importante dentro del partido para aceptar, de otra manera no habría aceptado.

EC - Lo apoyan VU, la Agrupación Amigos de Óscar Magurno y la lista 42 de Diego Martínez.

LAC - Es de esas cosas raras que a veces no entiendo mucho de la política, los primeros que me vinieron a hablar fueron José Pablo Franzini y Diego Martínez. El mismo día de la elección de octubre, cuando yo estaba en la casa del partido, los dos me vinieron a decir que yo sería un buen candidato a intendente, cosa que no tomé con mucha seriedad en ese momento, y paradójicamente Diego siguió con su idea y José Pablo se volcó después para otra vertiente.

EC - Pero son estos tres los sectores que lo respaldan, cuando usted prefería ser candidato único.

LAC - Sí, me habría gustado que el PC, conmigo o sin mí, fuera con un candidato único y un programa único, porque el partido necesita dar una visión de unidad, está en un momento de crecimiento, de dar imágenes diferentes. Pero ese ya dejó de ser un tema mío.

EC - Hace algunas semanas, cuando todavía se venía negociando su postulación, en unas declaraciones a Búsqueda usted llegó a quejarse de la "micropolítica". ¿A qué aludía concretamente? ¿Qué estaba pasando?

LAC - Respeto muchísimo que haya una vertiente del partido que maneje todas las candidaturas que se consideren necesarias, pero esas cosas deben manejarse de otra manera, el candidato que estaba en ese momento de ninguna manera estaba sectorizado, no era –como me han expresado– un problema conmigo, sino un problema político de la interna colorada del que estoy y quiero seguir al margen, no quiero participar para nada. Los líderes tienen que interpretar más lo que la gente quiere que los intereses propios.

EC - ¿Cómo hace para sobreponerse, para estar por encima de esos juegos, de esas negociaciones, de esas disputas, de esas zancadillas que caracterizan a la vida política?

LAC - Trato de pensar como un ciudadano y no como un político, ¿qué estaría haciendo si fuera un ciudadano? Porque la ciudadanía ve todas esas cosas, las digiere y después las procesa, esa es la imagen que muchas veces tenemos los ciudadanos de los políticos.

***

EC - ¿Qué es el deporte para usted?

LAC - Mi segunda pata. Yo todos los mediodías a las 12.30 salgo a correr ocho o 10 kilómetros, y algún kilómetro más el fin de semana. Es una de las cosas que me han ayudado muchísimo, hasta a pensar.

EC - Ahora corre, pero durante su vida ha jugado al fútbol, al básquetbol; ¿a qué más?

LAC - A todos los deportes con pelota, pero fundamentalmente fútbol y básquetbol, eran las dos cosas que me apasionaban.

EC - ¿Los deportes son su forma de cortar con las características dramáticas que tiene su otro amor, la profesión de oncólogo pediatra?

LAC - De alguna manera sí. Mi amor por el deporte es anterior a esto, pero yo me sorprendo a mí mismo en un partido por las cosas que hago, que no hago normalmente... como que el indio que está dentro sale en el fútbol y en el básquetbol.

EC - Usted dice que ama su profesión. Pero la oncología pediátrica debe de ser muy dura, enfrentarse permanentemente a niños enfermos de cáncer no es algo agradable; y menos aún manejar casos de niños enfermos terminales. ¿Cómo lo afecta eso a usted individualmente?

LAC - Es lo que decía antes, seguimos aprendiendo, es un tema que no se termina de aprender nunca, cómo manejarse con la familia y cómo manejar uno el sedimento de todo eso. En los primeros minutos de la profesión, yo estaba en el Visca todavía, estábamos bastante desprotegidos, se estaba muriendo un nenito, y la primera cosa que se me ocurrió y que hice fue disparar, no estuve cuando el nenito falleció. Fue una de las cosas que me quedaron; nunca más, porque después el sentimiento de culpa fue mayor por haberme escondido. Una cosa que nunca más hice y nunca más hago, los niños y las familias nos necesitan mucho más cuando uno está en un proceso en que no puede curar a un niño que cuando lo puede curar. Entonces esa es una cosa que trasmito a todos mis compañeros, con eso uno duerme tranquilo, porque ha hecho todo, estuvo en los momentos más difíciles. Uno nunca pierde así. No debe de haber otra profesión en que uno reciba más de lo que da, recibimos mucho más de lo que damos.

***

EC - Teniendo en cuenta que en Montevideo el FA se mantiene por arriba del 60% del electorado, ¿con qué discurso se va a presentar usted para intentar interrumpir esta serie que ya lleva 20 años de gobiernos de izquierda en la capital?

LAC - Una de las razones por las que me incorporo a la política –lo tengo asumido, voy a pasar a ser un político– es llevar la camiseta de la gente. La gente en Montevideo tiene problemas, porque si bien el Frente Amplio ha hecho muchos esfuerzos –lo reconozco– en muchas cosas no ha satisfecho una gestión completa, entonces me voy a poner la camiseta de la gente para tratar de ayudarla e identificarme con todos aquellos que, sean del FA, del PC, del Partido Nacional, del Partido Independiente, de Asamblea Popular, crean que Montevideo tiene problemas, identificarme con aquellos que son descreídos de la política, que creen que Montevideo tiene problemas, y vamos a tratar de liderar un movimiento para encontrarles solución al menos a algunos de esos problemas que son muy visibles y muy claros.

EC - ¿Cuáles son sus prioridades? ¿Cuáles son los ejes centrales de su discurso, de su campaña?

LAC - Hay dos o tres puntos, la basura y los hurgadores, la droga, los paseos públicos y la transparencia.

EC - Me llama la atención que mencione la droga; ¿es un tema municipal?, ¿es un problema municipal?

LAC - Es uno de los problemas sociales más severos que afectan a nuestra sociedad. Las policlínicas municipales actúan en temas de salud como el primer foco para detectar problemas de salud y ayudar a la comunidad. Hoy con el Sistema Nacional Integrado de Salud tenemos una superposición de policlínicas barriales y policlínicas de ASSE, entonces se podrían utilizar las policlínicas municipales para educación, prevención, seguimiento de los problemas de droga en los barrios. Esa es una buena cosa que podemos hacer desde el municipio.

EC - Propone un giro en la gestión de las policlínicas, no dedicarlas a tratar los casos de drogadicción.

LAC - No, es un tema de educación, muchas cosas pasan por ahí, temas de prevención, difusión de la problemática, y, si es posible, hacer seguimientos adecuados con asistentes sociales para mantener lo más alejada posible a nuestra juventud de ese problema en las distintas áreas de Montevideo.

EC - Habló también de la basura, un tema que aparece en el discurso de los distintos candidatos, especialmente en los de la oposición. ¿Cuál es su diagnóstico en ese problema?

LAC - En el problema de la basura tenemos dos problemas, uno que si uno lee los discursos del último gobierno de Arana previos a asumir, los discursos del intendente Ehrlich previo a asumir y la entrevista que usted le hizo a Varela, que podría haber sido candidato a la IMM...

EC - ...el diputado Carlos Varela, que fue uno de los posibles candidatos del FA a la Intendencia.

LAC - Los tres en su momento –y ya han pasado 10 años– han aludido a que tenemos problemas. No soy yo, lo dice la gente, cuando uno hace las compulsas ¿cuál son los principales problemas de Montevideo? Son los basurales, los hurgadores y los carritos. Cuando venía para acá decía: si soy intendente de Montevideo y no soluciono el problema de la dignidad de los hurgadores y el problema de la basura de Montevideo, me voy antes de que termine el ciclo.

EC - ¿Cómo? ¿Qué ideas maneja?

LAC - Manejamos la idea de que el responsable de eso es la Intendencia, la Intendencia tiene que tener los contendores que se necesiten, tiene que tener los camiones que necesiten para trasladar la basura, y tiene que darles a los hurgadores sin necesidad de que vengan con sus carritos a Montevideo, porque es una actividad que –lo hemos estudiado y diagnosticado con la ayuda de nuestro equipo– rinde dinero bastante importante a los hurgadores, es una actividad que rinde bastante dinero al país, se manejan algo así como dos millones y medio de dólares en materia de exportación de material para procesamiento. Es decir que hay una disponibilidad económica en ese negocio que nos permitiría, con los debidos asesoramientos, conformar cooperativas de microempresas para que los hurgadores puedan trabajar en las mejores condiciones en lugares adecuados, y no circulando por Montevideo.

EC - Usted propone que directamente no haya más hurgadores circulando con carritos por las calles de la capital, que el transporte de la basura esté a cargo exclusivamente de la Intendencia o de la empresa concesionaria correspondiente.

LAC - Y que haya algunos centros en la periferia de Montevideo donde los trabajadores trabajen en forma cooperativa como microempresas.

EC - Pero supongo que ahí hay recelos de por medio, porque una de las razones por las cuales los hurgadores trabajan como lo hacen es que quieren asegurarse la mayor tajada posible; habría todo un tema de negociación con ellos para asegurarles un determinado ingreso.

LAC - Por supuesto, pero es todo parte del informalismo que reina en Montevideo, la exclusión social genera informalismo. Pero el diagnóstico que tenemos dice que hay mucho dinero de por medio, entonces estaríamos en condiciones de asegurar una buena retribución a esta gente que además trabaja con intermediarios. Si conforman un grupo económico cooperativo podrán deslizarse del intermediario que hace mucho más dinero que el propio hurgador.

EC - Desde la audiencia llega un mensaje de Martín que dice: "La basura es un negocio que pocos imaginan, por algo no se ha solucionado aún".

LAC - Contra ese negocio, que atenta contra nuestra dignidad –no sólo desde el punto de vista de la salud que significa la basura en todo Montevideo sino ver toda esa gente y esos niños circulando por Montevideo y metidos dentro de los basurales barriales–, es que vamos a dar la pelea.

EC - Mencionó como otra de sus preocupaciones los espacios públicos. ¿En qué sentido?

LAC - Es notorio que el vandalismo es tremendo en los espacios públicos, las plazas, el zoológico, los cementerios; en algún día especial uno puede ir con la familia, pero los días en que realmente hay movimiento hay una falta de seguridad muy importante. Y no estoy hablando de policías municipales, sino de –ya lo ha dicho algún otro candidato, lo temas son muy convergentes– guardias municipales. Hacer de los paseos públicos lo que la Intendencia hizo en la plaza Seregni, es una de las cosas que tenemos la obligación de hacer en otros lugares públicos de Montevideo, incluidas las playas y el zoológico, que da una pena enorme. Hay muchísimas cosas por hacer por allí, es un tema relevante para todos los montevideanos.

***

EC - ¿Qué instrumentos piensa utilizar para devolverles a esos espacios públicos la utilidad que tienen que tener, el funcionamiento lógico que tienen que tener?

LAC - Yo salgo a correr por distintos lugares de Montevideo; uno de los lugares por los que he corrido y corro mucho es el parque Rivera, que no queda en mi zona de influencia pero voy por allí para tener buena sombra. Y después de 20 años es buena cosa que hayan reimplantado árboles, han cerrado el parque a la circulación de autos que se metían en la arena y estropeaban, se empezó a cuidar el laguito. Es importante la presencia de guardaparques en todos los parques de Montevideo, como hay ahora en el parque Seregni, conectados con la policía; ellos no tienen acción de policía sino acción disuasiva y educativa con la gente que va al parque, y de cuidar todo el entorno. Después de muchos años se volvieron a plantar árboles en el parque Rivera. El FA ha tenido ideas –lo mismo con la basura–, pero le ha faltado redondear la gestión. Y creo que es tiempo, después de 20 años, de que algunas de esas gestiones se completen.

EC - Una parte del problema es cultural, está en la gente. Se lo preguntan desde la audiencia, Fernando del Prado dice: "¿Cómo piensa Ney Castillo solucionar el problema de la actitud ensuciadora que tiene la gente común y corriente?".

LAC - Estoy completamente de acuerdo, la vivimos todos, cuando un matrimonio no funciona bien la culpa siempre la tiene el otro. Yo creo que la Intendencia tiene una función educadora, persuasiva, que juega un rol muy importante y que la gente debe cooperar en muchas actividades. Ayer me hablaban del tema de circulación de los vehículos, con buen criterio la Intendencia puso unas líneas para la circulación preferencial de los ómnibus, pero la gente que está afectada en las áreas se enteró cuando vio la rayita, no hay una actitud educativa y persuasiva de mostrarle a la gente los beneficios de eso, se implantan medidas sin conocimiento. Es una gestión que está bien ideada pero no bien instrumentada.

EC - Desde la audiencia llegan algunos mensajes provocativos. Por ejemplo, este de Álvaro de Pocitos, que a raíz de una respuesta en que dijo que le cuesta decir que no, le pregunta: "Si le cuesta decir que no, ¿cómo hará en la relación con ADEOM?

LAC - Es buena la pregunta. No hay empresa pública ni privada que funcione si uno no tiene el poder de disuadir, porque empleadores y empleados tienen los mismos objetivos y tienen que transitar el mismo camino. Si no tenemos el poder de disuadir –que creo que lo tenemos, porque tenemos objetivos comunes, porque tenemos que recorrer el camino juntos–, es imposible que la empresa funcione. Apostamos a relacionarnos bien porque nos hemos relacionado bien en todas las actividades que hemos desarrollado. Esto es igual que lo que dije antes: el matrimonio empleadores-empleados no funcionó bien y las culpas no son únicas, son compartidas.

EC - ¿Por qué lo dice? ¿Qué culpa tuvo la Intendencia, por ejemplo?

LAC - A manera de ejemplo, he leído y comparto que las carreras administrativas muchas veces han sido cortadas por una superpoblación de cargos de confianza que no permite la buena planificación de la carrera administrativa de un funcionario. Se le dio mucha cosa al empleado en un momento sin pedirle nada a cambio.

EC - Supongo que se refiere a la decisión inicial de Tabaré Vázquez cuando asumió como intendente de reducir la jornada laboral de los funcionarios municipales manteniendo el sueldo.

LAC - Fue una de esas cosas que se dieron sin pedir nada a cambio, a raíz de eso lo que se hacía en ocho horas no se podía hacer en seis, y hubo que emplear o tercerizar gente para que cumpliera funciones. Y después aumentos que se prometieron y se firmaron sin capacidad de cumplirlos, y cuando uno no cumple con los acuerdos está en falta. El matrimonio evidentemente no ha funcionado bien y sigue sin funcionar bien.

EC - Pero también hay un problema cultural, ¿cómo se crea en el funcionarizado municipal la cultura del servidor público? Porque no tengo dudas de que hay muchos empleados municipales convencidos del servicio que tienen que prestar, pero eso no está extendido. Entonces, ¿cómo se genera esa cultura?

LAC - Ha habido 20 años para generarla y no se ha generado, el empleado tiene que tener la cultura de servir, pero también el incentivo de poder progresar en su carrera; como en todos los lugares, tiene que haber cursos de mejoramiento y perfeccionamiento para que el empleado pueda crecer en su función. Porque todos nosotros cuando nos iniciamos en alguna actividad, usted en el periodismo y yo en la medicina, tuvimos el soporte –yo lo tuve– para crecer, mis jefes me decían: "Tenés que estudiar esto, a ver si después podés hacer lo otro". Y yo trato de hacerlo en mi equipo: "Vos tenés que apuntar a crecer en este campo", y los preparo y tengo equipos de gente que los prepara para desarrollarse y apuntar a tareas mejores. Los incentivos para los trabajadores de crecer en la función son de las cosas más importantes en la relación empleador-empleado.

EC - Pero quizás el problema sea más profundo, da la impresión de que muchos empleados municipales no son conscientes de para qué están allí, de que hay una población que les paga sus sueldos para que cumplan con un servicio.

LAC - En eso estamos totalmente de acuerdo. La concientización del personal de que son servidores públicos y de que el sueldo lo pagamos entre todos los uruguayos. Los que toman las decisiones son el intendente y el equipo de gobierno, es una condición sine qua non para el relacionamiento.

EC - ¿Qué tipo e campaña piensa llevar adelante, teniendo en cuenta que usted no es un candidato tradicional, que puede ser visto como un outsider?

LAC - La campaña se va a basar en propuestas positivas y transparencia. Esa es la bandera que vamos a llevar.

EC - ¿Qué quiere decir transparencia en este caso?

LAC - No hablo de los temas específicos, groseramente el tema Bengoa; no necesito poner en la campaña que soy honesto, como nadie puede dudar de que Mujica es un tipo honesto. Pero la transparencia de gestión va más allá de no llevarte un peso en el bolsillo del trabajo público que hacés, sino por el que la gestión esté debidamente con los libritos abiertos, las cuentas abiertas. La plata es la plata de la gente, y cuando uno empieza una gestión tiene que mostrar en qué gastó la plata, cómo la gastó, justificar los desvíos de dinero, y si no se pudieron cumplir las cosas, por qué no se pudo, hacer una debida rendición de cuentas a la gente, que es la que puso el dinero, de en qué y cómo se gasta el dinero municipal.

EC - Larga la campaña esta semana.

LAC - Mañana tenemos una conferencia de prensa en la Casa del PC a las 19.30, en la cual vamos a largar la campaña formalmente y a presentar el equipo, del cual me enorgullezco muchísimo, y uno de los cuales es compañero suyo acá en La Tertulia.

EC - El doctor Fernando Scrigna, que fue en su momento secretario general de la Intendencia. Y después de la campaña, sea cual sea el resultado, ¿su idea es mantener un rol más activo en la política?

LAC - Cuando sea intendente no sé cómo voy a seguir.

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Transcripción: María Lila Ltaif