(emitido a las 7.30 hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Tras su visita de ayer por Bolivia, el presidente José Mujica destacó por un lado que se le ofreció a ese país acceso al mar por los puertos de Montevideo y Nueva Palmira. Por otra parte, se demandó el suministro de gas natural para Uruguay a través del ducto argentino. "Este último punto es el más urgente", dijo Mujica ayer en conferencia de prensa. En el plano diplomático se agrega que Bolivia va a iniciar esta semana gestiones ante Argentina para que se habilite el uso del gasoducto de ese país.

Con respecto a la salida de Bolivia al mar, Mujica recordó que, para facilitar el comercio, desde hace varios años Uruguay ha concedido espacios públicos en los puertos de Nueva Palmira y Montevideo para que pueda ingresar y salir mercadería vinculada al país del altiplano.


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JAE – El presidente Mujica estuvo acompañado por algunos ministros, entre ellos el canciller de la República, doctor Luis Almagro. ¿Qué destacaría con respecto al tema del gas? ¿Qué tiene que suceder para que Uruguay empiece a comprar el gas boliviano?

LUIS ALMAGRO:
Tendría que haber un acuerdo tripartito entre Uruguay, Bolivia y Argentina a fin de asegurar la posibilidad de que Bolivia bombee gas a Argentina y que el gas sea trasmitido desde Argentina a Uruguay.

JAE – ¿Quién tiene hoy día la llave de esa decisión? Porque Bolivia está dispuesto a vender gas.

LA – Argentina tiene la llave para que pueda ser posible el negocio. Para Bolivia es estratégico venderle gas a Uruguay porque sería una diversificación de los mercados que tiene actualmente, y para nosotros es importante recibirlo pagando un precio menor; entonces el tema acá es resolver con Argentina los aspectos prácticos que permitan esto.

EMILIANO COTELO:
¿Usted dice que la compra de gas proveniente de Bolivia implicaría para Uruguay pagar menos que lo que estamos pagando hoy por el gas argentino?

LA – Podría conseguir muy buenos precios, podría ser 7, 8 quizás, pagando la tarifa; estaría por debajo de los 12 o 13 que cuesta la operación actualmente.

EC – Y, por otro lado, la utilización del gasoducto argentino evitaría tener que construir un ducto especial a estos efectos, porque de eso también se habló en algún momento.

LA – Sí, esas son otras posibilidades que se manejan pero son más a mediano plazo: la posibilidad de construir un gasoducto hasta Uruguay, o la posibilidad de que Bolivia instale una planta compresora de gas, lo cual facilitaría el transporte hacia Uruguay.

EC – ¿Qué relación tiene esta negociación por el gas boliviano con el ofrecimiento a Bolivia para que realice su salida al mar, ya sea a través de los puertos de Nueva Palmira y Montevideo –donde esa alternativa ya existe– como eventualmente en ese proyecto mucho más ambicioso de un puerto de aguas profundas en Rocha que sería construido por varios países de la región?

LA – Son temas independientes. En los dos temas existe interés de las dos partes. En el tema del gas existe interés de Bolivia de venderlo y nuestro de comprarlo, en el tema portuario existe interés de Bolivia en tener la salida al Atlántico y nosotros tenemos una posibilidad de constituirnos aún más fuertemente como centro logístico. En los dos casos existe interés de las dos partes, vamos a intentar resolverlas de manera independiente y técnicamente.

JAE – Bolivia ya tiene la posibilidad de utilizar la infraestructura de Uruguay a través de Nueva Palmira y Montevideo para operar, sin embargo lo hace en forma muy esporádica. Por ejemplo, el galpón de 985 m2 que tiene Bolivia en Nueva Palmira prácticamente no se utiliza. Entonces, ¿cómo se entiende esto con la disposición que usted dice que Bolivia tiene para operar en Uruguay?

LA – La disposición existe, en este caso también hay que resolver temas prácticos que involucran a todos los países de la región. Para llegar hasta Uruguay, Bolivia tiene que tener un pasaje obligado por Argentina o por alguno de los socios mayores del Mercosur.

En el caso de la hidrovía tenemos algunos temas pendientes a solucionar; también con la República Argentina, dado la normativa que tiene en la utilización de barcazas nacionales, pilotaje, practicaje, temas que todavía no han tenido una solución práctica. Este es otro de los asuntos que tenemos que tratar de resolver regionalmente, no bilateralmente. Hemos podido avanzar bilateralmente en temas que necesitan soluciones regionales.

JAE – Hay que señalar también que Argentina ha ofrecido a Bolivia una zona franca en Rosario para salir con mercadería boliviana a través del Paraná hacia el exterior. ¿Entonces?

LA – También está esa posibilidad, por eso eran muy importante estas conversaciones que hemos mantenido en estos días respecto a reafirmar el compromiso de Uruguay con la utilización de los puertos de Montevideo y Nueva Palmira y tratar de reflotar el interés boliviano en la utilización de los mismos.

JAE – ¿Está previsto algún contacto bilateral con Argentina para destrabar esta situación que usted menciona?

LA – Tenemos que tener contactos trilaterales o cuatrilaterales porque también es interés de Paraguay y de Brasil, en algún caso, entonces requieren soluciones más amplias.

EC – Ahora, teniendo en cuenta que esas posibilidades de Nueva Palmira y Montevideo ya existen pero que están dificultadas por esos obstáculos, por esos asuntos pendientes que dependen de otros países de la región, ¿cómo es que ahora se agrega este otro proyecto de que el puerto de aguas profundas que está pendiente en Rocha, un viejo sueño uruguayo, ahora sea un emprendimiento conjunto de los países del Mercosur y alguno más?

LA – Todos estos proyectos tienen que tener una condicionante regional y tenemos que trabajarlos en ese sentido. Definitivamente tenemos aspectos prácticos a resolver y ellos involucran a los socios mayores del Mercosur, pero también existe la necesidad y un interés específico de Bolivia que todavía no ha sido resuelto de la mejor manera y es donde entra a jugar Uruguay.

JAE – En algún momento se habló de un puerto multinacional en Rocha, también se habló de la posibilidad de conformar una empresa privada con participación accionaria de los gobiernos para operar esa terminal, ¿qué es concretamente lo que está planteando y presentando el gobierno?

LA – Esto es algo en lo que primero tenemos que levantar los consensos necesarios y luego desarrollar el proyecto a nivel regional. Incluso este proyecto podría tener la inversión del sector privado y público de fuera de la región que tiene interés en sacar exportaciones o ingresar importaciones a través de un puerto de aguas profundas con salida al Atlántico; eso es fundamental para la región. Entonces Uruguay tiene que vender este proyecto a ese nivel, ya hay algunos países interesados y hay algún sector privado interesado, tenemos que seguir trabajando el tema y concretarlo sobre las factibilidades que vamos elaborando.

JAE – Dice usted entonces que la figura no está establecida, primero viene la etapa de conseguir la anuencia o el apoyo de los países de la región.

LA – Tenemos que trabajar en el apoyo de los países de la región porque tiene que ser un proyecto regional, eso sería lo mejor para todos. De no ser un proyecto regional, tendríamos que ver otras variables de inversión que lo transformen en un proyecto nacional.

EC – ¿De dónde surge la idea de que un puerto de aguas profundas sea un proyecto regional? ¿De que Uruguay por sí solo no tiene escala por lo menos para lo que es la inversión y el movimiento que se produciría en un puerto así en los primeros tiempos...?

LA - ...un puerto de aguas profundas de carácter regional sería positivo para todos los países de esta subregión.

EC - Porque la otra posibilidad es que se requiera un acuerdo regional por la competencia que ese puerto implicaría para otros puertos argentinos o brasileños que podrían frenar un proyecto así.

LA – Sí, sería ver al proyecto desde una visión muy pequeña o muy restringida. Si tenemos un puerto muy fuerte de aguas profundas en la región, eso incluso puede impulsar el crecimiento de otros puertos, que van a realizar más tareas; el puerto de San Pablo no elimina la acción de todos los puertos más chicos que hay en la subregión sino que los potencia.

JAE – Sin embargo, a 250 kilómetros de la frontera uruguaya está el puerto de Río Grande que es muy eficiente, tiene una profundidad de 16 metros –mucho más que Montevideo–, es un puerto que se puede considerar de aguas profundas y que maneja mucha mercadería. ¿Cómo se presenta esto de una competencia con Río Grande do Sul?

LA – No es un tema de competencia, es un tema de elaboración para una subregión que necesita la salida por medios más económicos, simplemente.

JAE – ¿Más económicos que Río Grande? Se lo pregunto porque algunos expertos nos planteaban que a Uruguay quizás le conviene mucho más salir por La Charqueada hacia Río Grande do Sul y que quizás ese sea el puerto de salida a ultramar que Uruguay necesita, utilizando el transporte fluvial por laguna Merín y laguna de Los Patos.

LA – Esa es una posibilidad, también habría otras posibilidades de estudio, otros planteos y otros proyectos. Este es el que hemos estado hablando y por el que usted me llama, pero existen muchas otras posibilidades. Pero lo que sí queda claro es que la región necesita una salida económica para su producción y que esa salida económica analizada conceptualmente sería por un puerto de aguas profundas en el Atlántico uruguayo.

EC – ¿Qué papel jugaría ese puerto en el sistema de puertos en la región? ¿Para qué tipo de movimiento sería?

LA – Para toda clase de movimientos, pero obviamente sería para movimientos de exportación e importación de producción minera, también para la salida de producción de celulosa, de producción de madera, de soja y de productos alimenticios de la subregión.

JAE – ¿En qué ámbito se van a plantear conversaciones en la región con los países del Mercosur? Porque se habló también de URUPABOL, que es una organización que nuclea a Uruguay, Paraguay y Bolivia. ¿Cómo se integran los otros?, ¿en qué ámbito?

LA – Nosotros terminamos una ronda de contactos, eso todavía está en trámite.

EC – ¿Cuáles serían los primeros pasos entonces?

LA – Los primeros pasos son las reuniones tripartitas con Argentina, una reunión cuatripartita con Paraguay y también vamos a tener reuniones bilaterales con Paraguay en mayo.


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EC – ¿Qué otros datos agregamos para completar este tema por hoy?

JAE – Repercusiones a nivel político o a nivel técnico que han surgido en estas horas con respecto a este puerto de aguas profundas en Rocha. El ex presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Edison González Lapeire, dijo a En Perspectiva que salvo Bolivia y Paraguay "es muy difícil que los demás estados se integren a este proyecto, no sólo por razones de soberanía sino sobre todo por razones de carácter económico y social". En la misma dirección se han expresado el fin de semana el ex canciller Sergio Abreu y el ex canciller Didier Opertti.


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