Entrevistas

Rodrigo Arocena: la Universidad tiene que cambiar su estructura "excesivamente centralizada"

Rodrigo Arocena: la Universidad tiene que cambiar su estructura "excesivamente centralizada"

El rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arocena, explicó cómo se está corrigiendo la "excesiva centralización" de la institución que orienta, estrategia basada en tres pilares: programas regionales de enseñanza terciaria, centros universitarios regionales y polos de desarrollo universitario. Entrevistado por En Perspectiva, Arocena aseguró que la Universidad está "plenamente a favor" de aumentar la autonomía de los centros universitarios regionales y señaló que sin "una cuota de desconcentración, delegación y regionalización" la misma no puede ser eficiente. Además, se mostró de acuerdo con que se creen nuevas instituciones terciarias para ampliar las oportunidades de formación. "El Uruguay está viviendo un clima espiritual de optimismo que yo nunca había conocido. No podemos desaprovechar esta oportunidad", expresó.


(emitido a las 8.55 hs.)

EMILIANO COTELO:
Durante la última campaña electoral los partidos políticos tuvieron diferencias notorias en casi todos los temas: seguridad, economía, relaciones internacionales, atención a la pobreza... Sin embargo hubo un asunto en el que todos los candidatos presidenciales coincidieron de forma prácticamente unánime: la necesidad de descentralizar la enseñanza terciaria y extenderla a todo el país.

En ese sentido se presentaron distintas iniciativas, la mayoría de las cuales apuntaban incluso a la creación de una nueva institución pública terciaria, paralela a la actual Universidad de la República (UDELAR) y que tuviera su sede en el interior.

Casi como si se tratara de una respuesta a aquellas inquietudes, ayer tuvo lugar en Tacuarembó la primera sesión del Consejo Directivo Central (CDC) de la UDELAR que se realiza fuera de Montevideo en los últimos 10 años.

La reunión –a la que además asistió el presidente José Mujica– sirvió como cierre de una jornada en la que se inauguró una nueva carrera que solamente se dictará en ese departamento, la de Tecnólogo Cárnico.

Vamos a conversar con el rector de la UDELAR para conocer qué se está haciendo en materia de descentralización, qué pasos se han dado hasta ahora y qué se hará en el futuro para recoger una inquietud que ya parece ser un clamor entre los uruguayos.

***

EC - Esta reunión del CDC de ayer, la primera en el interior en 10 años, parece una respuesta a los reclamos que todos los partidos políticos, incluido el oficialismo, hicieron en la campaña electoral a favor una mayor descentralización. ¿Es correcta esa interpretación?

RODRIGO AROCENA:
Es el intento de mostrar que la UDELAR converge con esa preocupación nacional y viene trabajando en esa dirección desde hace mucho tiempo, en una etapa muy clara: los trabajos de descentralización de la Universidad comenzaron hace 53 años en Salto, siguieron hace 47 años en Paysandú, y así sucesivamente. Uno tiene que tener mucho cuidado de no cometer el pecado de pensar que la historia comienza cuando uno llega.

Pero es cierto que en el año 2007, cuando el CDC resolvió entrar en un proceso de nueva reforma universitaria, se redefinió la estrategia para el interior y desde entonces se está trabajando activamente en tres pilares: la creación de programas regionales de enseñanza terciaria con diferentes actores, la construcción de centros universitarios regionales con creciente grado de autogestión y la radicación de docentes de alta dedicación en lo que llamamos polos de desarrollo universitario. A cuenta de explicar más, quiero subrayar que la UDELAR no tiene en absoluto una posición que indique que quiere ser la única institución relacionada con este tema.

EC - Es una puntualización interesante, porque una de las preguntas que pensaba formularle es si un acto como el de ayer, con toda la formalidad que tuvo, con Tacuarembó como base, con la presencia de autoridades nacionales incluido el presidente, de algún modo buscaba frenar la idea –que el propio Mujica había manejado– de crear una segunda universidad pública en el interior.

RA - Dejemos esto perfectamente claro. Cuando definimos los lineamientos de una nueva reforma universitaria orientada a colaborar en generalizar la formación avanzada a lo largo de la vida entera combinada con el trabajo, una de las afirmaciones clave fue la siguiente: el Uruguay necesita un sistema nacional de educación terciaria pública formado por algunas instituciones ya existentes, como la nuestra, y otras a crear. El país resolvió en 2008 crear dos nuevas instituciones de enseñanza terciaria, el Instituto Universitario de Educación y el Instituto Terciario Superior. Estamos colaborando activamente, como lo indica la ley y como es nuestra vocación, en la construcción de esas instituciones. Le corresponde al país definir qué instituciones nuevas quiere crear. La Universidad no quiere ser la única, considera que para ampliar las oportunidades de formación se necesitan nuevas instituciones; habiendo la República definido qué nuevas instituciones va a crear, colaboramos con ellas.

EC - Lo cierto es que en el verano usted en particular, pero también otras autoridades universitarias, tuvo reuniones con las autoridades del nuevo gobierno, y este tema estuvo arriba de la mesa.

A fines de febrero, antes de asumir como presidente de la República, en una entrevista en Brecha Mujica contó que habían tenido conversaciones promisorias, que había una corriente interesante dentro de la UDELAR que ve el tema de la descentralización, y descartó la idea de crear una segunda universidad estatal que él mismo había sugerido. "La línea menos costosa es que esta Universidad abra el paquete y se multiplique. Lo irrenunciable es que hay que desarrollar formación terciaria en el interior del país, y en la misma categoría coloco a la UTU", explicó.

¿Hubo algún tipo de acuerdo entre la UDELAR y Mujica en este sentido?

RA - Lo que ha habido son intercambios públicos de opinión. Parece claro que la mayoría de la gente que está trabajando en el tema se da cuenta, primero, de que no es nada fácil crear una institución nueva; segundo, de que ya se resolvió crear dos instituciones pero todavía no se las puso a caminar –¿cuántas instituciones a la vez se van a crear?–; tercero, supongamos que Emiliano Cotelo dentro de 10 años es el presidente de la República y quiere crear una nueva universidad en el noroeste: ¿lo haría a partir de lo que tiene la UDELAR en el centro universitario en construcción del noroeste, o en contra? Claramente, creo yo, aprovecharía todo lo que se está haciendo allí.

Por consiguiente, la creación de centros universitarios regionales muy vinculados a la realidad regional no va a en contra de ninguna futura diversificación. Al contrario, le da al país la base académica para optar por distintos caminos. En este momento da la impresión de que todos vamos convergiendo en la idea de que estamos creando dos nuevas instituciones, la Universidad se está más que descentralizando, se está regionalizando. Aseguremos que esos no sean proyectos en el papel, llevémoslos a la práctica, y una vez que eso esté hecho veamos qué nuevos pasos corresponde dar. En educación quizás más que en otras cosas se construye mirando a largo plazo pero dando pasos seguros, construyendo una escalera.

EC - Uno de los objetivos del acto de ayer era informar a propósito de lo que se está haciendo, que, como marcaba usted, quizás no todos conocen en el propio sistema político, en la sociedad. ¿Podemos resumir cuáles son las decisiones que ya se han tomado y por dónde va la descentralización en marcha?

RA - Ayer les repartimos al presidente de la República, al vicepresidente, al ministro de Educación, al intendente de Tacuarembó una brevísima carta que resume la perspectiva de reforma de la Universidad y a continuación cuenta detalladamente lo que se viene haciendo en el interior. Para usar lo mejor posible el tiempo que usted amablemente me ha dado, quiero decirle que la estrategia universitaria para el interior desarrollada a partir de 2007 es una estrategia de tres patas.

La primera pata son los programas regionales de enseñanza terciaria. Se trata de, en cada región donde tenemos cierta fuerza y cierta presencia, que no es en todo el país, con los actores de la región –intendencias, comisiones pro-Universidad, sector productivo, ANEP, etc.– hacer una oferta educativa conjunta. Ejemplo típico: Tecnólogo Cárnico, ¿qué más razonable para el noreste?, ofrecido no por la Universidad sino por la Universidad y ANEP-UTU con colaboración del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA), financiamiento de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y activa presencia del sector productivo. Ayer toda la plana mayor del Frigorífico Tacuarembó estaba allí, ejemplo típico de carrera pensada en una perspectiva de programa regional de enseñanza terciaria en colaboración. Si algo tenía claro cuando llegué al rectorado, y se lo decía a toda la gente que venía del interior, es que la Universidad no puede, no quiere y no debe hacer sola la gran tarea de construir enseñanza terciaria y universitaria en el interior. Los programas regionales de enseñanza terciaria, de los que por ahora tenemos tres en marcha, noreste, Salto y Paysandú, apuntan a esa colaboración. Estamos construyendo el Programa Regional de Enseñanza Terciaria del Este y apuntamos a que Salto y Paysandú unifiquen el suyo.

Entonces, primera pata de la estrategia, programas regionales de enseñanza terciaria.

Segunda pata, cómo se refuerza la presencia propiamente universitaria. Hasta hace dos años la Universidad tenía presencia bastante grande en Salto, bastante importante en Paysandú y bastante menor en dos o tres departamentos más. No pensamos que tenga sentido hacer una universidad en cada barrio de Montevideo o en cada ciudad del interior, hay que apostar a las regiones, que es lo que puede darle entidad. Entonces estamos pensando en centros universitarios regionales; tres están en construcción. Seguramente el más importante, por la larga presencia universitaria, es el Centro Universitario Regional del Noroeste, con sólida base en Salto –con más de 4.000 estudiantes universitarios–, sólida base en Paysandú –con más de 1.200 estudiantes– y presumiblemente, si los departamentos lo quieren, importante contribución futura de Río Negro y Artigas.

Segundo centro universitario regional en construcción en el noreste, a partir de la presencia, no tan importante pero significativa, de la Universidad en Rivera y Tacuarembó, la Estación Experimental de Bañados de Medina de la Facultad de Agronomía en Cerro Largo, y lo que Artigas sudeste quiera colaborar, el noreste, que tiene una personalidad muy propia.

Tercer centro universitario regional, el más nuevo, en construcción, es el Centro Universitario de la Región Este. No me canso de decirlo, el CDC lo creó en julio de 2007 y al día siguiente no le dio ninguna estructura, no porque nos hayamos olvidado sino porque nos pareció importante no hacerlo solos. Tres departamentos quisieron participar –Maldonado, Rocha y Treinta y Tres; cuando Lavalleja quiera incorporarse tendrá las puertas abiertas–, las comisiones pro-Universidad de esos departamentos también se integraron, y tenemos una mesa consultiva del Centro Universitario de la Región Este que nos ha venido orientando.

Entonces, segunda pata de la estrategia, los centros universitarios regionales. Está claro mirando el mapa del país que el centro y el suroeste todavía no tienen una perspectiva. Somos realistas, trabajamos con lo que tenemos y no vendemos versos; si esto marcha y el país lo apoya, en el próximo período 2011-2020 intentaríamos construir centros universitarios regionales en el centro y el suroeste. Pero no queremos –por eso no usamos mucho, yo no uso mucho la palabra "descentralización"– que esos centros dependan perpetuamente de Montevideo, queremos que se vayan expandiendo, que recojan las dinámicas regionales, que tengan una cuota de autogestión cada vez más grande.

EC - Por ejemplo, desde la audiencia Juan quiere saber qué opina el rector de otorgarles autonomía a los centros regionales.

RA - El rector está completamente a favor, en el entendido de que eso es un proceso de construcción. Y tan a favor estamos que hoy, miércoles 17 de marzo, entra a la Asamblea General del Claustro un borrador con alternativas de nueva ley orgánica que entre otras cosas permitiría lo que ahora no podemos. Si ahora le queremos dar a un centro universitario regional el mismo tipo de autogestión que tiene una facultad, no podemos; con la nueva ley orgánica, por la que venimos trabajando desde hace dos años, podremos. Así que le podemos decir al amable oyente que el rector –pero mucho más importante que el rector, la mayoría de la Universidad– está plenamente a favor de una construcción de autonomía creciente de los centros universitarios regionales.

EC - En dos palabras, ¿qué implicaría en términos prácticos?

RA - Implicaría, por ejemplo, que tendrían una situación en materia de capacidad de decisiones y de representación en el gobierno universitario similar a la de la Facultad de Derecho, a la de la Facultad de Ingeniería, tendrían ese nivel de autogestión, de decisión sobre lo que les concierne, de incidencia en el gobierno universitario, y podrían traducir en el colectivo de la Universidad sus puntos de vista y los de su región.

EC - ¿Qué actividad se desarrolla en los centros regionales universitarios?

RA - Depende mucho, como cabe esperar, del nivel de elaboración que tienen. No es lo mismo Salto, que empezó a ofrecer carreras en el 57, que el este, donde empezamos en 2007. Pero para ir a lo más importante, hay carreras que se ofrecen en el interior y no se ofrecen en Montevideo. La Licenciatura en Diseño de Paisaje, pensada entre la Facultad de Agronomía y la Facultad de Arquitectura, se cursa solo en el este. El Tecnólogo Cárnico que abrimos ayer se cursa solo en el noreste.

Déjeme hablarle todavía, ya que me hace esa pregunta tan interesante, de una de las apuestas más importantes. En 2007 teníamos la conjetura de que la reforma iba a cobrar más dinámica en el interior que en Montevideo, porque allí está buena parte de las cosas nuevas por hacer. Por ejemplo, estamos poniendo en marcha ciclos iniciales optativos para que la gente pueda pasar de un área a otra, para que si entra a la Universidad y no tiene la vocación definida no tenga que elegir si quiere hacer economía o sociología, sino hacer un ciclo inicial optativo de ciencias sociales. En Montevideo todavía no los tenemos, esperamos tenerlos en 2011, pero están en marcha en el interior.

EC - ¿Cómo funcionan?

RA - Si usted quiere hacer alguna carrera del área científico-tecnológico-agraria y no tiene claro cuál va a ser o siente que su base en matemática o en biología es débil, o había entrado a la Universidad a Derecho y quiere cambiarse, el ciclo inicial optativo del área social que se ofrece en el este le da una formación que le permite después seguir cualquiera de las carreras del área social. Eso tiene que ver con uno de los cambios mayores que estamos implementando. Durante mucho tiempo –y hasta ahora– si usted entraba a Derecho y descubría que su vocación era la matemática, tenía que ir a enseñanza media de nuevo, lo cual es desde el punto de vista personal una gran frustración y desde el punto de vista pedagógico un disparate.

EC - Eso se cambió a partir de fines del año pasado, principios de este.

RA - Pero una cosa es la resolución y otra cosa es la implementación. Si usted hizo derecho y quiere hacer matemática, ¿yo le voy a vender el verso de decirle "entre directamente a la Licenciatura en Matemática"? Le va a costar mucho. El ciclo inicial optativo del área científico-tecnológica le dará las herramientas para ese recorrido horizontal, no para hacer una vuelta atrás para después avanzar. Esas cosas se están poniendo en marcha en el norte en el ciclo inicial optativo del área científico-tecnológico-agraria. Hay una diversidad de carreras grande. En este momento se están ofreciendo por primera vez en el noroeste las carreras completas de Agronomía y Veterinaria, había años de experiencia de dar buena parte de las carreras, ahora se están ofreciendo completas.

Vayamos al tercer pilar de la estrategia, que son los polos de desarrollo universitario.

EC - Sí, así completamos este panorama de lo que usted dice que la Universidad está haciendo y no siempre se conoce.

RA - Exactamente. Es un banquito de tres patas: primera pata, programas regionales de enseñanza terciaria; segunda pata, centros universitarios regionales; tercera pata, polos de desarrollo universitario.

¿Qué son los polos de desarrollo universitario? En la discusión que tuvimos con los interesados de cada región detectamos prioridades regionales; no las elegimos nosotros, las conversamos. Para mantenernos en el noreste, ya que ayer estuvimos allí, ¿cuáles aparecieron como prioridades regionales muy importantes? Carne, la primera; madera, claramente, uno recorre Rivera y Tacuarembó y no tiene dudas; recursos naturales y desarrollo sustentable, porque todo esto puede poner en cuestión el uso adecuado de los recursos naturales; estudios de frontera, porque usted llega allí y la vinculación con Brasil es inmensa. Esos son los cuatro ejes temáticos prioritarios del Polo de Desarrollo Universitario del Noreste; hay otro en el este y otro en el noroeste. Una vez definidos los ejes prioritarios, se hacen llamados a grupos de docentes que quieran instalarse en la región para cultivar el tema. Cultivar el tema quiere decir hacer enseñanza vinculada, hacer investigación y colaboración con la sociedad en el trabajo en esos temas.

EC - Polo de desarrollo no es lo mismo que centro regional.

RA - No, el polo de desarrollo universitario tiene que respaldar al centro regional. Si construimos un centro universitario regional y todos los docentes trabajan cinco horas por semana, tienen otros siete empleos y no tienen tiempo para hacer investigación, ¿qué enseñanza universitaria vamos a ofrecer? Quizás al principio valga la pena, pero no se va a sustentar, no se va a modernizar. Hay que elegir ciertos temas para combinar investigación y enseñanza, no podemos investigar en todos los temas en todos los departamentos del país. Entonces elegimos cuestiones prioritarias. Ayer Astori ratificaba mucho, miraba eso y decía "es fundamental, la enseñanza universitaria no puede sino basarse en la investigación". Por eso elegimos algunos temas en los que creemos que es posible y a la vez necesario hacer investigación, y empezamos a radicar grupos –no docentes aislados– de alta dedicación allí. De nuevo, si usted resuelve que quiere ser matemático, no le estamos proponiendo que se vaya solo a trabajar como matemático a Salto, sino que se presente con un grupo de colegas para seguir haciendo investigación.

EC - ¿Qué éxito están teniendo en cuanto a la captación de docentes que se radiquen efectivamente en el interior, que no que estén yendo y viniendo como ha ocurrido tradicionalmente en algunas de las experiencias antiguas de la UDELAR, la de Salto, la de Paysandú?

RA - Le contesto a su pregunta con enorme gusto. De 280 y tantos docentes de la Regional Norte Salto ya 200 están radicados allí. Pero ahora estamos hablando de la alta dedicación y radicación de nuevos grupos. La respuesta es una palabra: sorprendente. Se están presentando a los llamados –porque no resuelve el rector quién se va a Rivera o quién se va a Salto, se hacen llamados abiertos, y si usted quiere presentarse con su equipo se presenta y será evaluado– docentes que están volviendo del exterior; nos complica la vida, esperábamos dos o tres aspirantes y de pronto hay ocho o diez, varios de ellos extranjeros –excelente, que vengan–, la respuesta es realmente notable. Como consecuencia de eso tenemos el primer grupo de investigación en matemática radicado fuera de Montevideo en 2010, y me animo a hacer un pronóstico: el laboratorio de virología que dirige en Salto, donde ya está instalado, el doctor Rodney Colina, joven científico que volvió del exterior, va a ser en poco tiempo una referencia no solo nacional sino regional. Paso a paso, no vendemos versos, pero en este momento avanza la radicación en el interior.

EC - Miky consulta desde Rivera: "¿Por qué necesariamente tienen que venir los docentes al interior, con los costos que eso implica? ¿No se puede hacer parte de esa actividad docente a través de teleconferencias?".

RA - Sin ninguna duda; no hagamos contraposición, la Universidad tiene lo que se llama EVA –el nombre es difícil de olvidar–, el Espacio Virtual de Aprendizaje. La Universidad está instalando salas de teleconferencias, ya tiene instaladas en todas las regionales del interior, en varios lugares de Montevideo, y aprovecha eso. Creer que uno tiene que optar entre hacer todo presencial y hacer todo virtual es un error, hay que combinar. Si tenemos un espléndido curso de Introducción a la Biología que podemos grabar bien y repetir en sala de teleconferencia, lo haremos para todo el país. Pero nada sustituye, si usted es estudiante, el tener allí docentes de derecho, de biología o de salud. Entonces combinamos ambas cosas.

EC - Las teleconferencias hoy permiten el intercambio, no solamente la clase magistral en un sentido.

RA - Naturalmente, pero cuando se trabaja en laboratorio, en salida de campo, hay que insistir en la idea que para nosotros es clave –de pronto estamos equivocados, todo esto es para discutir–, hablamos de enseñanza semipresencial. Yo diría que todo curso del futuro va a tener que ser semipresencial, va a tener que tener parte virtual y parte presencial. A eso estamos apostando.

***

EC - "Les agradezco mucho, porque hay vientos de cambios y de empuje. Tal vez empezamos a vivir una época en la que estamos medio hartos de darle vuelta al huevo para encontrar el pelo, y tal vez colectivamente como sociedad empezamos a encontrar un tranco de cambio y de optimismo relativo".

Eso dijo ayer el presidente de la República, José Mujica, cuando habló –fue el último en hablar– ante el CDC de la UDELAR reunido en Tacuarembó.

Esta actividad de ayer es el centro de la charla que estamos teniendo esta mañana con el rector Rodrigo Arocena, que volvió anoche tarde.

RA - Llegamos a las dos de la mañana, pero tan entusiasmados que da para seguir trabajando. La jornada de ayer, y sobre todo la actitud de la gente en Tacuarembó, fue tan auspiciosa durante todo el día, asistimos a cosas tan notables, la presentación del neuronavegador –tarea conjunta del Hospital de Tacuarembó, el Hospital de Clínicas y la Facultad de Ingeniería– fue tan deslumbrante, el entusiasmo de la muchachada que va a entrar al Tecnólogo Cárnico fue tan impactante, las intervenciones del gobierno nacional fueron tan claras en el CDC que creo que todo abona a algo fundamental: el Uruguay está viviendo un clima espiritual de optimismo que yo que tengo 63 años nunca había conocido. No podemos desaprovechar esta oportunidad.

EC - Usted explicó lo que está en marcha, e incluso los planes que todavía restan ejecutar en ese proceso de descentralización y regionalización de la UDELAR. Ahora, con ese camino, ¿no se corre el riesgo, al continuar aumentando el tamaño de una sola institución, de terminar generando un monstruo, una UDELAR demasiado grande, un paquidermo? ¿No se incrementan los riesgos de ineficiencia?

RA - Digámoslo con claridad: sin ninguna duda. Por eso también llegamos, por otro camino, a algo que mencioné hace un rato: la necesidad de una nueva ley orgánica que permita pensar una gran institución con unidad de conducción, un CDC representativo que fije los grandes lineamientos, y gran desconcentración y delegación de cumplimiento de funciones. Por ejemplo, en las regiones.

EC - Se lo pregunto porque en el debate que se dio en la campaña electoral –y que de hecho sigue, Vamos Uruguay acaba de presentar un nuevo proyecto de creación de una universidad pública en el interior, la Universidad Nacional José Artigas– lo que había detrás de la posibilidad de crear una segunda institución era la búsqueda de una organización que fuera más ágil, más eficiente, que trajera aire fresco al ámbito universitario, y que de algún modo desafiara a la UDELAR a llevar adelante asignaturas pendientes.

El diputado Fernando Amado dice en el proyecto que presentó ayer:

"Creemos que la UDELAR tiene un papel relevante a cumplir en el desarrollo futuro del país, pero se encuentra paralizada por los vicios de su crecimiento anarmónico y desproporcionado, lo que le quita flexibilidad, capacidad de respuesta y de reacción y adaptabilidad a las necesidades reales de la sociedad.

El Uruguay, con sus 3,5 millones de habitantes, tiene solo una gran universidad pública y unas pocas universidades privadas de menor porte. Creemos que existe el espacio para una nueva universidad pública". Y menciona ejemplos: "Finlandia, por ejemplo, un país que no llega a tener el doble de población de Uruguay, tiene más de 40 universidades y politécnicos, un camino que instamos a que nuestro país empiece a recorrer".

No le pregunto por "universidad pública dos" sí o no, ya hablamos de eso, ahora le pregunto cómo examina a la institución que dirige desde el punto de vista del tamaño desproporcionado que empieza a tener.

RA - Déjeme reiterar por si algún oyente se incorporó tarde: la UDELAR desde 2007 no es partidaria de ser la única institución de enseñanza terciaria del país. Es partidaria de crear un sistema, y respeta lo que resuelve la República. La República ya resolvió crear dos nuevas instituciones, colaboramos con eso, y si mañana la República resuelve otra cosa, colaboraremos con las nuevas instituciones. Nos parece que la idea de contraponer es un error.

EC - Pero la pregunta era cómo se autoanaliza la Universidad desde el punto de vista de los problemas que tiene, de los problemas de eficiencia, que probablemente crecen con el tamaño.

RA - El Consejo Ejecutivo Delegado en el año 2008 trató 2.900 asuntos y en el año 2009 trató 4.200, así que tengo clarísimo eso. En la medida en que la Universidad siga teniendo la responsabilidad nacional que ahora tiene es clarísimo que sin una cuota de desconcentración, delegación y regionalización no puede ser eficiente. Lo venimos diciendo desde que asumimos el rectorado, en 2008, hace ya dos años, cuando presentamos las ideas para una nueva ley orgánica uno de los objetivos era este. No olviden que si se crean muchas instituciones eso permite una mayor desconcentración, pero plantea un problema simétrico, el de la coordinación entre instituciones. Quienes han estudiado los problemas de la teoría de las organizaciones saben que no hay soluciones óptimas.

EC - Pero también es cierto que no hay muchas universidades en el mundo que tengan el tamaño, en proporción a la población, que tiene la UDELAR en Uruguay.

RA - Es cierto. Yo no soy partidario de universidades inmensas, la Universidad de Buenos Aires tiene bastante más de 300.000 estudiantes, es una cosa enorme, y la Universidad Nacional Autónoma de México más todavía. Yo soy partidario, incluso por mi convicción en pro del cogobierno democrático, de que hay que tener una capacidad de gestión desconcentrada y regionalizada muy grande. Nosotros tenemos una universidad a la cual la República le ha encomendado ofrecer enseñanza universitaria, hacer investigación y hacer extensión en todo el territorio. Mientras tengamos esa decisión, ese mandato de la nación, tenemos que cumplirlo. Para cumplirlo bien no podemos seguir teniendo la estructura excesivamente centralizada de hoy. Ley orgánica para cambiar también eso.

EC - ¿Cuándo estará pronto el proyecto de ley orgánica elaborado por la Universidad y que después tendrá que discutir el Parlamento?

RA - Nuestra esperanza cuando presentamos la primera propuesta a comienzos de 2008 era que estuviera esencialmente lista a fines de 2008 y en 2009 pudiera ser aprobada con calma. Eso no pasó, los problemas del diálogo democrático a veces llevan a postergaciones muy largas, pero desde setiembre la Universidad está trabajando activamente otra vez en ese asunto, se creó una comisión muy representativa, que armó un proyecto con alternativas en los puntos en que hay discrepancia. Hoy lo trata la Asamblea General del Claustro, el martes que viene lo trata el CDC, a fines de abril está convocada la convención de la Federación de Estudiantes, y se intenta convocar, entiendo yo, la convención docente, para tomar posición sobre estas cosas. Si el demos universitario capta bien la relevancia de esto, a comienzos de mayo podemos tener una propuesta discutida con la sociedad para someter al Parlamento.

***

EC - Para terminar, con todos estos antecedentes que usted acaba de detallar, ¿cómo se entiende lo que ocurrió en Salto, donde la UDELAR tenía previsto iniciar este año cursos de primero de Facultad de Medicina y a último momento el propio CDC dejó en suspenso ese avance?

RA - La mayoría del CDC entendió que no estaba adecuadamente preparada la propuesta y que se corría el riesgo de que no se diera con el nivel académico adecuado y no se pudiera continuar después. En Salto y en Paysandú se dictan cursos de medicina desde cuarto año en adelante, y muchos queremos que se amplíe esa oferta; lo que se ha resuelto es estudiarla más pausadamente, integrarla a los planes de conjunto de formación en salud en el noroeste y volver a considerarla con vistas a 2011. Por consiguiente, más allá de que el tema ha despertado legítimas discrepancias dentro y sobre todo fuera de la Universidad, la tarea del rector como vocero de la Universidad es subrayar que en ningún momento se resolvió que no habrá cursos de primero de medicina en Salto.

EC - Pero con respecto a este año no hay vuelta.

RA - Con respecto a este año CDC adoptó una resolución, la reconsideró y por mayoría resolvió que este año primer año de medicina no se abre en Salto. Ojalá –y aquí hablo ya personalmente– seamos capaces de trabajar todo lo bien que hace falta para que el año que viene, no solo en Salto, sino en el Centro Universitario de la Región Noroeste, Salto, Paysandú y los demás departamentos, se pueda hacer una buena y sólida oferta en ese sentido.

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Transcripción: María Lila Ltaif