Internacionales

Conociendo a los candidatos: primer debate presidencial en Brasil

Contacto con Mauricio Rabuffetti, colaborador de En Perspectiva en Brasil.


(emitido a las 07.25 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Ayer por la noche tuvo lugar en San Pablo, el primero de cuatro debates previstos entre los candidatos a la Presidencia de Brasil para las elecciones del próximo 3 de octubre. En un encuentro marcado por la cordialidad y que, según medios brasileños, evitó la polémica, los opositores José Serra, Marina Silva y Plinio Sampaio, se midieron con la actual favorita en las encuestas, la oficialista Dilma Roussef.
El gran ausente, por primera vez en varios debates electorales, fue el presidente Luiz Inacio Lula da Silva.

Para hacer un primer análisis de la campaña en Brasil, estamos en contacto con Mauricio Rabuffetti, comentarista habitual de En Perspectiva en asuntos internacionales y jefe de redacción de la agencia France Presse en Brasil.

¿Cómo viste el debate, cuál es la primera reflexión que se impone?

MAURICIO RABUFFETTI:
Fue un debate muy suave, concentrado en temas nacionales sobre los cuales no hubo una gran confrontación de ideas sino más bien una contraposición entre una defensa del actual gobierno y cuestionamientos a temas que quedaron pendientes en la gestión de Luiz Inacio Lula da Silva. Tuvo todas las características de una presentación en sociedad de los candidatos, porque a pesar de que la campaña ya lleva algunas semanas, y la pre campaña algunos meses, esta fue la primera vez en la cual tanto los brasileños de a pie como los analistas y periodistas que seguimos la campaña por la Presidencia en Brasil, tuvimos oportunidad de comparar a los postulantes. Es lo bueno de ese ejercicio de debate que muchos uruguayos añoramos en nuestra política. De alguna manera fue la campana de largada a una pugna electoral que hasta el momento dista de entusiasmar demasiado a la gente. El principal factor es el que aludías al comienzo: la ausencia de una de las figuras más carismáticas de la política brasileña de los últimos años, que es el presidente Lula.

EC - Lula no será candidato porque la Constitución lo impide, y su candidata es su ex jefa de gabinete, Dilma Rousseff, una mujer a la cual los uruguayos conocemos poco, menos incluso que a su principal rival de la oposición, José Serra, quien tiene una larga trayectoria política.

MR - Exactamente. Lula no está, pero todo el peso de su popularidad, todo el aparato político de su Partido de los Trabajadores y su capacidad de generar alianzas con otros partidos –algo tan importante en el espectro político brasileño, muy fragmentado-, todo eso es el soporte de Rousseff, una ex ministra poco conocida cuando fue nombrada candidata por el propio Lula. Dilma Roussef –que estaba muy nerviosa durante el debate de ayer, incluso se le cortó varias veces la respiración y no pudo terminar sus frases- ha tenido que modificar hasta su apariencia y sus gestos por ser considerada demasiado dura. Y durante el debate mostró que va a seguir en una estrategia de campaña que hasta ahora le ha dado buen resultado, ya que su candidatura fue la que más creció en las encuestas. Esa estrategia, obvia pero efectiva, es apoyarse hasta el cansancio en los éxitos del gobierno Lula que ella integró, para promoverse.
EC- ¿Qué podemos decir de Serra y de la otra candidata opositora, la ecologista Marina Silva, también ex ministra de Medio Ambiente del gobierno Lula? ¿Qué los diferencia de Rousseff y cómo funcionó para ellos el debate?

MR- Serra es un ex gobernador del estado de Sao Paulo que ya fue candidato a presidente en 2002, cuando perdió precisamente contra Lula. Es candidato por el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) y durante el debate se concentró esencialmente en dos temas: salud e infraestructura. En el primer caso cuestionando las notorias deficiencias de atención del sistema sanitario brasileño, sobre todo para quienes dependen de la asistencia pública, y en el segundo, criticando lo que considera falta de inversión en puertos, rutas y aeropuertos durante el actual gobierno. Esa era un área de responsabilidad directa de Roussef durante la gestión actual y Serra pegó bastante sobre ese punto, que también es una reivindicación de los sectores industrial y exportador que encuentran dificultades para canalizar su producción con fluidez tanto dentro como hacia afuera del país.

EC- ¿Y el caso de Marina Silva?

MR- Marina Silva  tiene apenas 8% - 9% de las intenciones de voto y el cuarto candidato, Plinio Sampaio, menos de 2%. Marina Silva no tiene posibilidades reales de llegar a la Presidencia pero hizo una serie de reflexiones contundentes sobre varios temas, particularmente sobre combate a las drogas altamente adictivas como la pasta base que tanto estrago causa en los países de la región, y sobre su caballito de batalla que es la defensa del medioambiente con desarrollo social, la oposición al flagelo de la deforestación, y también se refirió a la necesidad de fortalecer el saneamiento en un país en el que muchísimas poblaciones carecen de este servicio.

EC- Las encuestas por el momento dan una ventaja clara a Dilma Rousseff. ¿Cómo quedará el panorama después del debate de ayer?

MR- No vamos a saber de inmediato el impacto de este debate en la opinión pública. La ventaja de Dilma Rousseff ha crecido sobre todo en los últimos días. De hecho ayer un sondeo le dio 41,6% de las intenciones de voto, 10 puntos exactos por encima de Serra. Vamos a ver qué pasa cuando empiece la difusión de publicidad televisiva a mediados de agosto. Está previsto un gasto importante de dinero en publicidad en esta campaña. Hay que ver, también, cuánta más incidencia puede tener el presidente Lula en el devenir de la candidatura de Rousseff. El presidente ha sido multado varias veces por campaña anticipada y elogia cada vez que puede a su candidata, lo cual levanta críticas en varios sectores. Es un presidente que tiene 80% de popularidad, así que tiene gran influencia.

EC - ¿Cuál es, en tu opinión, aquel aspecto al cuál los uruguayos –que vemos esta contienda desde lejos- tenemos que prestar más atención en esta campaña; aquel tema o temas que pueden afectar más a Uruguay en su relación con Brasil según gane uno u otro candidato?

MR: Los dos candidatos con posibilidades de ganar, tanto Dilma Rousseff como José Serra tienen posturas diferentes en muchas áreas. En materia de política exterior probablemente un gobierno de Serra tomaría posiciones más definidas sobre casos puntuales que un gobierno de Rousseff, que se parecería más al gobierno actual en el sentido de tratar de ser "amigo" entre comillas de todos. Serra ha mostrado posturas más definidas y más críticas en relación a temas importantes como la actual crisis entre Colombia y Venezuela por ejemplo. Si tuviera que marcar un asunto que para Uruguay es importante claramente te diría que es la visión de uno y otro sobre el Mercosur.

EC- ¿Cuál es la visión de cada uno sobre este punto?

MR- Rousseff tendría, al igual que el gobierno de Lula, una visión de un Mercosur como el actual, en el que se avanza de a poco –muy de a poco de hecho- hacia una unión aduanera. Serra tiene una visión más pragmática en el plano comercial y quiere "flexibilizar" según dijo a la prensa, las reglas del bloque para que no haya obstáculos a la firma de acuerdos de libre comercio con terceros países, lo cual no es posible hoy en día sin la aprobación de los países miembro. Es un poco aquella discusión que se planteó cuando el gobierno de Jorge Batlle y luego el gobierno de Tabaré Vázquez en sus primeros meses buscaban el camino para un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Argentina y Brasil no vieron con buenos ojos aquella posibilidad. Si ganara Serra, tal vez promovería una opción distinta, un camino distinto para el Mercosur. Creo que de los temas sobre la mesa hasta el momento, este podría ser el más interesante para Uruguay.