Gral. José Bonilla: "La sociedad nos pide casi a gritos que bajen los efectivos de las FFAA"
El futuro jefe del Estado Mayor de la Defensa dijo que "a veces" son los propios militares "los culpables de no mostrar todas las bondades de las Fuerzas Armadas" a la sociedad. "A veces por falta de marketing no vendemos bien el producto", dijo Bonilla al ser entrevistado por En Perspectiva. Asimismo, el jerarca manifestó preocupación por el "atraso salarial" que sufren los militares.
(emitido a las 8.48 Hs.)
EMILIANO COTELO:
El próximo 20 de octubre el general del aire José Bonilla dejará su cargo de comandante en jefe de la Fuerza Aérea y se convertirá en el primer jefe del Estado Mayor de la Defensa.
Se trata de un cargo nuevo, creado en la ley Marco de Defensa Nacional aprobada durante el Gobierno del presidente Tabaré Vázquez. Creo que todos tenemos muchas preguntas sobre qué cambia y para qué sirve.
Pero además vale la pena tener en cuenta que el nombramiento de Bonilla se produce en un momento bastante particular en la relación entre el Poder Ejecutivo y las Fuerzas Armadas. Por un lado, por las diferencias que las dos partes han mantenido en cuanto al Presupuesto Quinquenal, porque las reducciones salariales que se incluyeron en un primer momento llevaron a varios oficiales de las tres fuerzas a anunciar que pedirían el pase a retiro. Y, por otro, porque en la Fuerza Aérea la decisión de promover como nuevo comandante en jefe al brigadier general Washington Martínez provocó el malestar de sus colegas más antiguos, varios de los cuales reaccionaron con anuncios de pase a retiro. Por todo esto, cuán delicado es ese panorama interno es una pregunta muy pertinente.
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EC - Para hablar de estos y otros temas, recibimos al general del aire José Bonilla, que todavía es comandante en jefe de la Fuerza Aérea.
El cargo que usted va a ocupar es la primera vez que se provee, fue creado en la ley Marco de Defensa Nacional votada en el período pasado. Veamos en primer lugar qué es el Estado Mayor de la Defensa. Si entiendo bien el texto del artículo 16 literal D, el Estado Mayor de la Defensa es un órgano del Ministerio de Defensa Nacional (MDN) encargado de asesorar en temas militares y de coordinar las actividades de las Fuerzas Armadas bajo las directivas de la política militar. ¿Es así?
JOSÉ BONILLA:
Correcto, la ley nº 18.650 creó el Estado Mayor de la Defensa y el cargo que se me confió. En primer lugar quiero resaltar que para mí es un gran honor en lo personal, es una gran responsabilidad a partir del 20 de octubre.
EC - ¿Puede desarrollar la idea del Estado Mayor de la Defensa?
JB - Justamente, estamos trabajando en eso, hay que darle vida a esa ley. Y para darle vida, lo primero que tenía que hacer el Gobierno es lo que hizo, nombrar al jefe del Estado Mayor de la Defensa. A partir de ese momento yo comencé a reglamentar la ley y a hacer la estructura orgánica para su funcionamiento, vital para después llevar adelante las directivas de política militar que me dará el mando superior, y a través de esas directivas comenzar a elaborar doctrina de empleo del concepto nuevo de planificación y empleo conjunto, reglas de enfrentamiento o de situaciones que ameriten, acordes con los nuevos escenarios estratégicos, planificar y coordinar las operaciones conjuntas y combinadas, la planificación en lo que hace a la logística conjunta, etcétera.
EC - Algunos se han preguntado si usted será un supracomandante en jefe, un comandante en jefe por arriba de los otros tres comandantes en jefe.
JB - No es tan así; ni sí, ni no.
EC - En algunos ámbitos parece serlo. Por ejemplo, el mando general de las operaciones conjuntas o conjuntas combinadas le toca a usted, y el sistema nacional de operaciones de paz también le toca a usted.
JB - Eso es correcto, ahí estaría la palabra sí. Y la palabra no es la que todos los uruguayos deseamos, que no suceda ninguna hipótesis de ningún tipo en Uruguay en que tenga que actuar un comando conjunto, una operación conjunta y combinada. Entonces me gustaría hablar, y Dios quiera que sea así, de lo que hace a las hipótesis que tenemos que manejar y toda esa doctrina de empleo, de reducir las Fuerzas Armadas. Dios quiera que nunca tenga que ser el comandante en el teatro de operaciones, ya sea por un desastre natural o una hipótesis muy lejana, que ya casi en el tiempo no se da.
EC - Usted no va a tener autoridad en las acciones individuales de cada una de las tres fuerzas.
JB - El Estado Mayor de la Defensa planifica las directivas que el mando superior quiere llevar adelante, y luego cada fuerza ejecuta esa planificación. A partir del 20 de octubre, así es como funcionaría el Estado Mayor de la Defensa con los tres comandantes en jefe.
EC - Usted alude al mando superior de las Fuerzas Armadas; según la Constitución, el mando superior le corresponde al presidente de la República actuando con el o los ministros respectivos o con el Consejo de Ministros.
JB - Correcto.
EC - Usted va a ser el jefe del Estado Mayor de la Defensa; ¿qué volumen va a tener el Estado Mayor de la Defensa?
JB - El equipo va a estar relacionado con las tres fuerzas, no tiene previsto un presupuesto, en la ley de Presupuesto actual no hay nada previsto, según el señor ministro de Defensa se usarían economías del inciso. Y los cargos acordes con la nueva estructura que se está reglamentando van a ser ocupados por oficiales del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea que trabajarán en conjunto para darle vida a todo ese Estado Mayor.
EC - ¿Qué estimación tiene usted? ¿Cuántas personas terminarían integrando este Estado Mayor?
JB - A mí me gusta trabajar con equipos pequeños, creo que es lo más conveniente, y también lo más saludable. No me atrevo a decir una cifra, pero va a ser algo bastante reducido.
EC - Más temprano había oyentes preocupados por esta nueva creación de cargos que implica la puesta en marcha del Estado Mayor de la Defensa. ¿Qué responde?
JB - Es muy fácil, porque los integrantes militares ya revistan en cada una de sus fuerzas, por lo tanto es nada más que destinarlos al Estado Mayor de la Defensa; la parte burocrática no se afecta en absolutamente nada, si yo llamo a trabajar a un coronel va a cobrar lo que hoy está cobrando en su lugar de trabajo.
EC - ¿Ese es el caso suyo también?
JB - Ese es mi caso también, yo quedaría fuera de cuadro. Hoy soy el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, así me siento, con ese gran honor, esa gran responsabilidad. Llegado el momento para mí será un dualismo de contradicciones entre la alegría de la nueva responsabilidad y la tristeza de dejar atrás 41 años de servicio en esta institución que abracé con muchas ganas y con mucha fuerza ya desde joven. Todo eso lo lleva a uno a un movimiento interno que le da ese dualismo entre alegrías y tristezas.
EC - Usted ha dicho que uno de sus primeros objetivos es que la población sienta orgullo de las Fuerzas Armadas.
JB - Así como yo me siento orgulloso de vestir este uniforme.
EC - ¿Qué líneas de trabajo se propone con ese objetivo?
JB - Mi estilo de comandancia ha sido de acercamiento, siempre que hablo con los medios trato de que esa sociedad de la que somos parte y que sin lugar a dudas sabe que un Estado sin ejército no existe como tal, sepa que hay unas Fuerzas Armadas que cumplen misiones importantísimas tanto en el mar como en el aire como en la tierra. Es como el seguro del auto, usted tiene auto y tiene que tener un seguro. Dios quiera que nunca lo tenga que usar, pero si algún día lo tiene que usar, allí está para facilitarle la situación. Entonces ahí están las Fuerzas Armadas, para dar esa seguridad, esa tranquilidad que precisa el ciudadano para seguir evolucionando y buscando lo que hace poquito en su radio decían, construir un país todos juntos, que es lo que deseamos todos. Las Fuerzas Armadas están al servicio de la sociedad, la sociedad vuelca impuestos para que las Fuerzas Armadas cumplan su misión, y nosotros tenemos que mostrarle a esa sociedad todo lo que hacemos por ella y por la tranquilidad que hace a resguardar la soberanía del país.
EC - En cuanto a la imagen negativa de las Fuerzas Armadas, todavía siguen pendientes debates sobre su papel en los años de la dictadura. Y este año se agregó el escándalo por irregularidades en la Armada Nacional. ¿Cómo se logra revertir un golpe como este?
JB - Es una pregunta con varios vértices. Mejorar la imagen de las Fuerzas Armadas ¿frente a quién? Si las pongo en el plano internacional, en la misma prensa uruguaya se pueden apreciar los elogios que permanentemente reciben nuestras Fuerzas Armadas en el exterior en el delicado tema que hace a la paz entre las naciones. Uruguay se ha destacado, es uno de los países más veteranos en este tipo de política exterior, y lo ha hecho con mucha fuerza, con mucho vigor, y ahí está la fortaleza por la que en la parte exterior nuestras Fuerzas Armadas están muy bien vistas.
En lo que hace a la parte interior, interna, la sociedad uruguaya, lamentablemente contesto dos preguntas la situación que pasó en nuestra Armada Nacional en mucho no ayuda, pero las situaciones que se pueden haber dado en la Armada también se dan en todos los ámbitos de la vida, no es la institución en definitiva ni es la gran cantidad de oficiales y personal subalterno de la Armada que están en esa situación. La Justicia trabajó puntualmente, llevó adelante varios procesamientos, hay que dar vuelta la hoja y esa institución tiene que seguir navegando con muchos bríos porque los buenos capitanes se ven en la tormenta, cuando pueden llevar el barco a buen puerto. Y la Armada en ese sentido está trabajando y lo está haciendo muy bien.
En lo que refiere a la sociedad, a veces nosotros mismos somos los culpables de no mostrar todas las bondades d las Fuerzas Armadas para con ella, que créame que son muchísimas. A veces por falta de marketing no vendemos bien el producto, pero yo pregunto: ¿quién lee los boletines del Ejército?, ¿quién mira las páginas web que tienen la Armada, la Fuerza Aérea y nuestro Ejército nacional? Y así están en muchas tareas, que no son las primarias, es verdad, pero en muchas tareas estamos apoyando permanentemente a esa sociedad a la que nos debemos.
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EC - Las Fuerzas Armadas tienen por delante una transformación que pasa por dos grandes capítulos: su misión y su tamaño.
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EC - Yo decía que en sus primeras declaraciones públicas usted sostuvo que hay que ir a unas Fuerzas Armadas más pequeñas, mejor equipadas y mejor pagas, que se adapten a las necesidades actuales de la sociedad uruguaya. Mencionó concretamente la necesidad de reducir el personal del inciso en un tercio en tres años: bajar de 30.000 a 20.000 efectivos, y con los ahorros aumentar los salarios de los efectivos que quedan y mejorar el equipamiento. ¿Esas son ideas suyas que presentará al MDN o son ideas que le han venido del mando superior?
JB - Las tres cosas a la vez, porque hay una que usted no nombró: la directiva que tengo del mando superior, lo que las Fuerzas Armadas estamos llamadas a llevar adelante porque precisamos tener unas Fuerzas Armadas más pequeñas, más eficientes, más eficaces, muy profesionales, y por supuesto y sin lugar a dudas, mejor pagas y lo que usted dijo: la sociedad nos pide casi a gritos que bajen los efectivos de las Fuerzas Armadas.
Pero no olvidemos que las Fuerzas Armadas tenemos misiones, la misión que tiene cada fuerza y la que tiene el MDN. Tenemos que ser muy cuidadosos en la planificación e ir haciendo la reducción en distintas fases.
EC - ¿Cómo se hará para bajar la plantilla de una manera tan drástica y en tan corto plazo, en tres años de 30.000 a 20.000 funcionarios?
JB - Búsqueda publicó que sería una reducción de 10.000 efectivos, yo no hablé exactamente de esa cantidad, hablé de criterios, pero tal vez puedan ser incluso más, por qué no 15.000 efectivos menos, u 8.000 o 5.000. Hay que hacer un estudio serio y hacer la reducción en forma gradual.
EC - Lo llamativo es que usted hablaba de 10.000 de reducción nada más que en tres años.
JB - Pero mire que hoy las Fuerzas Armadas, porque la parte privada está muy bien, muy sólida en lo que hace a la parte salarial, se están decantando, están vaciándose gradualmente porque la expectativa en la vida privada va arrastrando.
EC - El ministro Rosadilla ha dicho desde que asumió que todas las semanas firma varios pedidos de pase a retiro.
JB - Y no solamente pases a retiro, también se nos van de baja. El personal subalterno contratado en las Fuerzas Armadas solicita la baja frente a la posibilidad que tiene de mejores ingresos en otros incisos o en la vida privada. Es muy frecuente, tenemos una alta rotación de personal subalterno que se va de baja. Pero aquí viene uno de los grandes problemas que tienen las fuerzas en general, que es la gran capacitación que tiene nuestro personal. Ahora le voy a hablar como comandante, no como jefe del Estado Mayor de la Defensa. En la Fuerza Aérea tenemos pilotos muy capacitados y personal muy capacitado y para capacitarlos se precisan muchísimos años, no uno ni dos ni tres, muchísimos años, que tienen una experiencia sólida para llevar adelante su misión. Técnicos nuestros que son capaces de leer un manual en inglés e interpretarlo, de desarmar una turbina, ese personal constantemente se está yendo, y es una capacidad que al Estado uruguayo le salió muchísima plata y muchísimos años, y para el organismo al que ingresa cuando se va tiene costo cero, no tiene ningún costo en formación. Lo adquiere, le cambia el uniforme por el uniforme de Pluna, Lan Chile, etcétera, y comienza a trabajar. Ese es un problema que tienen la Fuerza Aérea y las otras fuerzas. Y por otro lado es muy poco atractivo ingresar a las Fuerzas Armadas, porque la motivante es el salario, y en las Fuerzas Armadas va a cobrar 5.700 contra 12.000 que gana un agente de segunda, el ejemplo habla por sí solo.
EC - Y agregaría un elemento más al análisis: Uruguay está ubicado al tope de la tabla en América del Sur en cuanto a militares en proporción con la población, tenemos unas Fuerzas Armadas sobredimensionadas.
JB - Ha sido debate en los últimos años el tamaño de las Fuerzas Armadas. Hay que revisar las distintas hipótesis que se manejaban para saber cuáles son verdaderas, y sobre esa base comenzar a trabajar profundamente en bajar gradualmente la cantidad de efectivos y ver la misión que tenemos que hacer.
EC - Vamos por partes. Una de las expectativas del Gobierno es que voluntariamente haya un traspaso de efectivos de las Fuerzas Armadas a la policía en función de las diferencias de salario que van a quedar consagradas en el nuevo Presupuesto. Es una medida interesante, porque las Fuerzas Armadas conservarían esa masa salarial para redistribuirla, y por otro lado el Ministerio del Interior (MI) obtendría buena parte del personal que necesita en la policía, donde se han abierto 3.500 vacantes. ¿Qué opina de esta posibilidad?
JB - A la luz de los hechos de que hemos estado hablando ahora eso se va a ir dando solo. Porque llevarlo adelante tiene muchas aristas que hay que estudiar, cuando usted llama a voluntarios a pasar eso requiere atrás lo que hace a esa persona que estuvo un tiempo en una fuerza, tiene años de servicios, tiene expectativas, entonces cómo hacer el pasaje a otro inciso. No es fácil contestar hoy, hay que estudiarlo, y sería un apresuramiento de mi parte darle una respuesta concreta. Pero créame que cada día se está yendo mucha gente de las Fuerzas Armadas atraída por lo que hablábamos.
EC - En el caso de los soldados y los policías veía números, el soldado hoy tiene un sueldo líquido de 4.000 pesos que con el presupuesto aumentaría en cinco años a 6.500, mientras que un policía tiene un sueldo líquido de 12.000 que con el presupuesto en los cinco años llegaría a 24.000.
JB - Al final del quinquenio un agente de segunda va a ganar lo mismo que un capitán de las Fuerzas Armadas, que tuvo cuatro años de estudio, que precisó terminar el liceo hasta el bachillerato, ingresar a la escuela, tuvo cuatro años de internado y se tuvo que capacitar, en el caso de la Fuerza Aérea el Estado aportó todo lo que hace a la parte aeronáutica, y cuando llegue, luego de 14 años de servicio, va a ganar exactamente igual que un agente de segunda que recién ingresa al MI. Eso es muy contundente.
EC - No sería la única anomalía, la única distorsión dentro del Estado en cuanto a retribuciones. Esa comparación que usted hace es muy chocante, pero cuántas hay, lamentablemente, todavía en distintos lugares del aparato público.
JB - Sí, el presidente mismo lo ha dicho, a igual trabajo, igual remuneración, a eso aspiramos todos. A veces con la palabra se llega muy lejos, pero cuando hablamos del presupuesto de las Fuerzas Armadas no hay que olvidar que en el período anterior las Fuerzas Armadas perdieron en sus salarios un 13,16% con respecto a todos los funcionarios públicos.
EC - ¿En qué período?
JB - En el período 2005-2009. Pero además, en el año 2007, luego de la rendición de cuentas de 2006, se aprobó un aumento de 11,34% para toda la administración central con un piso mínimo de 850 pesos con excepción del escalafón K, el escalafón militar. Quiere decir que nuestro personal más necesitado viene con un atraso en lo que hace al salario.
Para que tenga una idea, de alférez a soldado todos están debajo de la línea de pobreza, y el 50% está por debajo de la línea de indigencia. Por suerte hoy se puede hablar de que no son 1.000 pesos de aumento, sino 1.500, eso dejaría al personal subalterno en el grado de soldado de primera, próximo a salir de la indigencia. Eso es muy importante y esa es la preocupación que tienen las Fuerzas Armadas, que nuestro personal más necesitado tenga una expectativa de sueldo mucho mejor que la que tiene hoy. El Gobierno logró aparentemente no lo tengo escrito, tengo la información que sean 1.500 en vez de 1.000 pesos. Pero esos 1.500 en la economía del soldado, en cuanto a la plata que agarra en la mano, también es mucho menos, porque tiene montepío, y además luego, como muchos cobran con déficit, tienen muchos acreedores, lo que reciben de esos 1.500 menos el montepío es solamente un 30%, el resto va a pago de proveedores. El personal está muy metido en lo que hace al funcionamiento propio de un hogar vestir, comer, para eso se mete en cuentas en la Cooperativa de las Fuerzas Armadas, en la cantina, en distintos lugares donde pueden conseguir un crédito para satisfacer las necesidades básicas.
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EC - Usted no ha hablado solo de reducir la plantilla de las Fuerzas Armadas, también usted ha hablado de reducir la cantidad de unidades militares, por ejemplo cerrar varios cuarteles del Ejército. ¿Cómo es eso?
JB - La palabra es la que usted usó primero, tal vez cerrar unidades, no cuarteles. Porque al hablar de cuarteles, hablamos directamente del Ejército nacional, y yo no podría hablar del Ejército nacional, tenemos que hacer todos los estudios que le mencionaba al principio con gente de las tres fuerzas que esté en el Estado Mayor y a partir de ahí decidir qué unidades tendrían que transformarse.
En definitiva va a haber un redespliegue de las Fuerzas Armadas en todo el territorio, en lo que hace a la Fuerza Aérea, en lo que hace a la Armada nacional y en lo que hace al Ejército nacional. Ahí hay que tener en cuenta muchos aspectos, la sociedad lo sabe. No se percibe mucho en la capital, pero en el interior las grandes fuentes de trabajo son la Intendencia, el MI y el MDN. Ahí hay una situación social que requiere estudio antes de redesplegar o de definir los efectivos a bajar.
EC - Cuesta aceptar como justificación para el mantenimiento de una cierta unidad militar simplemente el hecho de que hay que cumplir con el papel de seguro de paro en tal o cual lugar del interior. Eso para las Fuerzas Armadas no debe ser muy digno tampoco.
JB - No, es como usted dice, pero hablábamos al principio de que tenemos que tener unas Fuerzas Armadas más pequeñas, más eficientes, más eficaces, más profesionales y mejor pagas, entonces a través de ese redespliegue y del estudio de los efectivos, vamos a cruzarlos, ya sea vayan al MI voluntariamente o que se pasen vacantes o personas a otros incisos. Es lo que trataremos de llevar adelante a corto plazo, lo más rápido posible, porque el país lo necesita y ya hablamos de lo que va a ganar un agente de segunda y lo que va a ganar un capitán; no se puede permitir, porque somos integrantes de esa sociedad en la que Dios quiera que a todos nos vaya bien y podamos salir adelante, creo que ese es el deseo de todos los uruguayos.
EC - Todo esto que usted señala suena muy racional, muy lógico, pero ¿por qué recién ahora se va por este camino? ¿El MDN, las Fuerzas Armadas no debieron haber pasado por este redimensionamiento hace ya unos cuantos años?
JB - Esto es como vender las joyas de la abuela, como vender la casa de sus padres. A todos nos cuesta mucho, cantidad a veces se confunde con poder, pero hoy, a la luz de los hechos, con las nuevas tecnologías, con los despliegues en forma muy rápida que se pueden llevar adelante, con un estudio de la geografía y lo que hace a los futuros escenarios estratégicos y las hipótesis, tenemos que hacerlo rápidamente. No nos podemos lamentar de lo que no hicimos, tenemos que mirar adelante, no solamente en achicar las Fuerzas Armadas para hacerlas más eficientes, más eficaces y mejor pagas, sino también en muchos otros temas que hacen a esta sociedad.
EC - En la entrevista del jueves en Búsqueda usted mencionó un ejemplo de esas reducciones de presupuesto que se podrían lograr en las Fuerzas Armadas; yendo a su propia fuerza, la Fuerza Aérea, dijo "acá está el comando de la Fuerza Aérea", en la base Boiso Lanza...
JB - ...Son 29 hectáreas...
EC - ..."Si yo llevo al comando para otra unidad, solo por hacer eso, ahorro los 22 soldados que están de guardia, que en realidad son 44, porque hay que hacer relevos. Acá hay dos servicios de cocina importantes, la del personal subalterno y la de los oficiales; si mudo la sede del comando, ahorro todos los cocineros, todos los rancheros y todos los mozos".
JB - Y además todos los servicios de mantenimiento que hacen a esta extensión importante, todo lo que hace a la vida diaria del comando de la Fuerza Aérea.
EC - Y agregaba: "Si eso se puede hacer en la Fuerza Aérea, indudablemente también se puede hacer en el Ejército", etcétera. Insisto: ¿por qué se demoraron tanto estas decisiones que suenan elementales?
JB - El momento es hoy, la historia ya es historia, no nos podemos lamentar. Esto es como la medicina, hay que prevenir, la prevención en medicina es lo más lógico, y en esto también. Si nos ponemos pensar en lo que podríamos haber hecho, ¿hasta cuándo vamos?, ¿hasta qué tiempo atrás tenemos que ir para decir "si hubiéramos esto o aquello"? Hoy se nombró un jefe del Estado Mayor de la Defensa, luego de todo un análisis que se fue dando en el Gobierno se llegó a esta instancia, entonces a partir de ahora miremos hacia delante en este caso en particular.
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EC - Usted todavía es el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, le queda un mes en el cargo. De todos modos, ya se sabe quién lo sucederá: Washington Martínez, que era, entre los oficiales generales la Fuerza Aérea, entre los brigadieres generales, el último en el orden de derechas, el más nuevo en ese grado. Está claro que el Poder Ejecutivo puede resolver de esa manera, puede elegir por la vía de la antigüedad o puede elegir por otras razones, pero la decisión provocó malestar entre algunos de los cuatro brigadieres más antiguos, al punto que dos de ellos ya decidieron pedir el pase a retiro. ¿Cómo hay que leer esta situación? ¿Es algo dramático, preocupante, o natural y punto?
JB - Es algo natural, en las Fuerzas Armadas sabemos que el mando superior tiene la potestad de nombrar al comandante en jefe, y en este caso eligió de los cinco al de la izquierda. Y uno personalmente tiene la potestad de seguir formándole al brigadier Martínez hablando en términos aeronáuticos o romper filas y pasar a situación de retiro voluntario. Cuando les comuniqué a los brigadieres la situación les pedí a todos reflexión, tranquilidad, seguir como hasta ahora, como ha sido historia en la Fuerza Aérea, en trabajo en conjunto, con una amistad de muchísimos años de conocimiento. Todos hemos compartido más de 35 años juntos en la fuerza, pero cada uno, como es natural, tiene la instancia de decidir qué hacer.
EC - ¿Les pidió que reconsideraran el pase a retiro?
JB - No, frente a la situación, llamé al brigadier Lupinacci a mi despacho, hablamos, él me planteó esto que estamos hablando, y va a dar un paso al costado; aún no lo ha hecho efectivo en la parte escrita, está la intención verbal. Al igual que el brigadier Olmedo, que se encuentra fuera del país y llega a fin de mes; también lo hablamos pero hasta ahora no tengo nada escrito.
EC - ¿Puede haber sanciones a algunos de ellos por las declaraciones que formularon a la prensa la semana pasada?
JB - No, cada uno se ajustó a su forma de pensar, explicó su situación con legitimidad. En esa reflexión me quedo.
EC - Ese malestar entre oficiales de la Fuerza Aérea por el criterio de designación del nuevo comandante es el último de una serie de episodios complejos en estos meses en las Fuerzas Armadas. Pocos días antes, los tres comandantes en jefe les habían manifestado al ministro y al propio presidente Mujica su disgusto por el presupuesto asignado al MDN. Y antes de eso pasaron varias semanas durante las cuales la Armada se vio sacudida por una larga serie de irregularidades, algunas de las cuales derivaron en el procesamiento de oficiales por la Justicia penal, la renuncia del comandante en jefe, y mientras tanto continúan las actuaciones judiciales en casos de violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura. Entonces, ¿cómo define la relación entre las Fuerzas Armadas y el Gobierno Mujica?
JB - Las Fuerzas Armadas es una organización vertical, ellos nos dan las directivas, nosotros las cumplimos. Esa es la relación que constitucionalmente corresponde y la que llevamos adelante. Hemos dado más que muestras de esa bondad desde el año 85 hasta ahora los medios lo saben y lo tienen que trasmitir, y seguiremos, como es lógico, en esta situación.
Hay preocupaciones en el caso del presupuesto, y me quiero detener en dos situaciones. Una es el presupuesto, en el que hay tres grandes escenarios. Un primer escenario es la parte operativa de cada fuerza, que es preocupante para el cumplimiento de la misión; tenemos que arrancar de lo que comenzamos en el año 2009 con los créditos de apertura, y le daremos al mando superior lo que se puede hacer o no en cumplimiento de la misión; misión que no ha cambiado en una sola coma. El segundo escenario es la parte salarial importante; ya que la situación del país no posibilita aumentos salariales, que al menos no se nos rebaje nuestro sueldo. Y el tercer escenario, tan importante como los anteriores, son las expectativas a futuro, que es lo que dice el Presupuesto; allí solicitamos reglas claras para que el oficial joven, el que se queda en las Fuerzas Armadas sepa a qué atenerse a futuro.
Y lo otro que también hace a la importancia de todos estos hechos es que a veces cuando se habla de retiro se piensa que el que se retira se vuelve millonario, y no es tan así. La Caja de Retirados Militares tiene actualmente 46.000 entre retirados y pensionistas, de los cuales el 60%, nada menos, gana menos de 10.000 pesos, el 22% gana entre 10.000 y 20.000 pesos y un 3% gana más de 50.000. A veces cuando se habla sin conocer los números se dicen cosas que no están ajustadas a la realidad, y es importante que la ciudadanía sepa esto, porque hace a que nos entienda un poco más en el momento de tomar una decisión. Son números actuales del mes de setiembre.
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Transcripción: María Lila Ltaif