(emitido a las 07.34 Hs.)

EMILIANO COTELO:
"Estoy escondido de la Policía que me está persiguiendo, estoy en un descampado. Nos encontramos en Vértigo. Ahí vienen, ahí vienen". Esas fueron las últimas palabras de Michael Sebastián Mariño Olivera, de 24 años, asesinado a balazos en las primeras horas del domingo en la zona de Piriápolis.

Su amigo Mario se había bajado de la camioneta minutos antes y dijo, hablando con El Observador, que cuando habló con él por celular lo notaba asustado. "Dijo esas palabras pero no me dio tiempo a agregar nada", lamentó.

El juez en lo penal de Maldonado, Gabriel Ohanian, procesó anoche con prisión a cuatro policías que participaron del operativo. A uno de ellos, de iniciales M.M., le imputó homicidio especialmente agravado; a los otros tres los procesó por encubrimiento.

Después de dispararle los cuatro tiros por la espalda los policías decidieron "armar" el operativo y colocaron un rifle 22 en el vehículo de la víctima para simular que esta los había amenazado con un arma.

La crónica de El Observador resume los hechos, dice que "Michael había ido a Piriápolis a participar de un encuentro de autos tuneados a los que era adicto, una actividad a partir de la cual ya había tenido algún problema anterior con la Policía".

Sí, dice la crónica que "según un amigo el joven fue golpeado por policías de Treinta y Tres el fin de semana anterior al participar en uno de estos encuentros, como no tenía libreta lo llevaron a la comisaría, lo trataron de pesado, y le pegaron pues reprochó el trato".

Fue a esta nueva actividad, la de Piriápolis, con algunos de sus mejores amigos, en tres autos y la idea era terminar la noche en el boliche Vértigo en la zona de Playa Grande, al oeste del balneario. A esa dirección enfiló, junto a Mario, su camioneta, una VW Saveiro, cerca de la medianoche del sábado, cuando en las inmediaciones de la Rambla de los Argentinos y Bulevar Artigas se encontró con un grupo de tuercas que hacían roncar los motores de sus tunings, quemaban cubiertas y realizaban picadas.

Allí se quedó y comenzó la persecución de la Policía que terminó en tragedia. Sus amigos creen que huyó porque hacía algunos meses le habían quitado la libreta de conducir y porque el fin de semana anterior había tenido ese incidente con la Policía de Treinta y Tres.

Los funcionarios enseguida pidieron apoyo y las cosas terminaron con el desenlace fatal, que en los primeros momentos no fue comunicado de esa forma a los familiares y amigos. La versión inicial que estos recibieron es que Michael había sufrido un accidente.


***


EC – Estamos en comunicación con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi.

Usted no participó ayer de la conferencia de prensa, estuvo en su lugar el subsecretario, Jorge Vázquez.

EDUARDO BONOMI:
Sí, yo estaba internado en el médico, hace unos días que estoy en casa por un problema de salud. Pero el domingo estaba más o menos enterado como había sido la cosa, habíamos resuelto hacer la conferencia de prensa pero desde el sábado que estoy con un problema de salud, igualmente de algo estoy enterado.

EC -Evidentemente es un episodio que sacude a la Policía, ¿no?

EB – Sí. El domingo habíamos hablado de la necesidad de investigación de Asuntos Internos, incluso le planteamos al juez y éste entendió que no era necesario porque ya tenía suficiente claridad sobre el tema por la investigación hecha por la propia Policía de Maldonado. Los elementos lo tiene la propia Policía y es ante la Policía que el policía procesado por homicidio especialmente agravado reconoce que plantó un arma. Esto ya se sabía desde el domingo.

Y que ahora sí, a pesar de que sea decisión judicial, empieza a actuar Asuntos Internos, porque acá puede haber otro tipo de falta no penal sino administrativa, que tenemos que averiguarlo.

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
¿Los antecedentes de este efectivo policial cuáles son?, ¿había algo que permitía suponer algún tipo de desvío o estamos hablando de alguien con un legajo limpio?

EB – No, de la persona no sé exactamente si tenía legajo limpio o no. Había habido algún problema de exceso pero justamente de otro tipo de exceso y no de estas características que es gravísimo.

EC – ¿Qué tipo de exceso era el que estaba como antecedente?

EB – El trato a la gente...

EC - ...Un mal trato digamos...

EB - ...Sí, excesos en el trato. Fíjese que el jefe de Policía de Maldonado, una persona excelente, cuando aparece esto puede aparecer como un problema no del jefe sino del lugar. Por eso vamos a investigar, ya sabe Asuntos Internos del tema, ya tiene los primeros materiales y tiene esa tarea.

Fíjese que hace un mes y medio, dos quizás, hubo también un problema acá en Montevideo, no en Maldonado, que terminó con un policía procesado. Lo hemos respaldado a ese policía porque entendemos que más allá de que haya tenido un desenlace fatal se comportó correctamente.

Acá todo lo contrario, acá hubo problemas que ponen en juicio el accionar policial. Estamos tratando de mejorar la relación de la sociedad con la policía, cuando nos encontramos con esto tenemos que ir a fondo porque esto afecta esa relación.

JAE – Usted habla de una investigación interna de la policía para ver si administrativamente esto se pudo haber evitado, se pudo haber tomado alguna decisión que permitiera prevenir este hecho. ¿Estamos frente a un caso aislado, frente a un caso inevitable de alguien que perdió la cabeza y realmente enloqueció en el momento del operativo, o si realmente se está frente a un caso de una falla de la estructura de la policía que no pudo o no tomó medidas para evitar ante algún indicio algún tipo de episodios como el que ocurrió?

EB – No estamos ante un caso colectivo, estamos ante un hecho concreto que afecta el funcionamiento interno y la relación con la sociedad. Estábamos trabajando con una comisión para analizar el tema de las picadas y otra forma "la gallina" que también se utiliza en este momento y que ha dejado varios heridos de gravedad. "La gallina" es cuando se enfrentan dos motos a toda velocidad y el que desvía es gallina y a veces no desvía y costó un brazo, una mano. Estamos investigando estas situaciones con una comisión que preside Policía Caminera, está también Inteligencia, la Jefatura de Policía de Montevideo y Canelones y la Intendencia de Montevideo y Canelones y un psicólogo. La recomendación que hacen, en un caso de estos, es no iniciar una persecución, no por esta situación, que esto ya es más grave todavía sino que una persecución de este tipo puede terminar con accidentes graves.

JAE – ¿Es una recomendación o es una orden?

EB – No es una orden porque es una comisión; la orden estaba para producirse...

JAE - ...Una vez que resuelva la comisión.

EB – Claro, estaba para producirse pero ya había elementos que indicaban que ni siquiera iniciaran una persecución, alcanza con tomarle la matrícula y dejarlo porque después se ubica.

EC – Acá estamos ante un caso en el que ante la presencia de una persona en una picada la policía opta por perseguirlo, primer exceso. Además, como suceden luego los hechos: aparentemente, es la versión que dio el policía de que cuando intentan acorralarlo con dos móviles este joven Michael al escapar mueve su vehículo y roza al funcionario que después reacciona y por eso lo balea; estamos hablando de vuelta de un exceso en la respuesta. Pero mi pregunta va sobre todo al final de la historia, a eso de que una vez constatado el desenlace de esa agresión se decide colocar un arma en el vehículo para comprometer a la víctima. La verdad sorprende que eso se haya podido hacer y da para sospechar si eso no es algo extendido en la Policía porque cada tanto ha habido denuncias de ese tipo no sólo de colocación de armas, de colocación de dosis de drogas en un determinado arresto, en un determinado operativo. ¿Qué inquietud tiene usted como ministro ante ese detalle?

EB – Más allá del procesamiento judicial iniciamos una investigación interna que deje claro que esas cosas no pueden suceder. En el caso del otro policía procesado fue en el medio de un tiroteo y no sólo no se dejó un arma sino que desapareció el arma que se había usado y el policía fue preso, no se le ocurrió para nada dejar un arma. Esto no creo que sea una práctica generalizada...

EC - ...Esperamos que no, que no sea una práctica generalizada, pero la naturalidad con que esta persona lo hizo choca un poco.

EB – Por supuesto que choca.

EC –¿Los policías andan habitualmente con armas no reglamentarias aparte de las de reglamento? ¿De dónde sacó este hombre esa arma para ponérsela a la víctima en su auto?

EB – No sé. Le digo que en este momento no lo sé, también le decía que el día de ayer no fui al ministerio, hoy tampoco. Pueden acceder a un arma no reglamentaria, pero si un policía realiza disparos con un arma no reglamentaria y hiere es un delito. Ustedes capaz que lo recuerdan cuando hace mucho tiempo, en 1968, mataron a Líber Arce el policía que lo mató fue preso porque tiró con arma no reglamentaria.

EC – Es cierto.

JAE – ¿En este caso no está previsto que haya controles de policías a policías para ver si efectivamente llevan un arma no reglamentaria? Digo porque en este caso por las descripciones que hay, y se ha manejado desde ayer, este policía tenía entre sus ropas esa escopeta calibre 22.

EB – Un rifle entre sus ropas no puede tener, puede tener otro revólver pero un rifle entre sus ropas no puede tener. En todo caso lo podrá tener en el vehículo y si lo tiene en el vehículo es una falta colectiva, no individual. Pero un rifle entre sus ropas no puede tener.

JAE – Está bien, está correcto. ¿Está previsto que haya controles de los vehículos, por ejemplo?

EB – No, el policía en un vehículo tiene otras armas pero son reglamentarias también. En un patrullero puede tener otras armas pero son reglamentarias, no un rifle 22.

Ahora, yo había escuchado las dos versiones la del rifle 22 y la de una escopeta, una escopeta puede ser reglamentaria pero es más burdo todavía dejar una escopeta, qué va a estar haciendo un muchacho con una escopeta que es reglamentaria de la Policía.

EC – A los oyentes la situación le da para disparar una cantidad de preguntas. Por ejemplo la de que el arma que desaparece en una escena del crimen puede terminar siendo usada por un policía para plantarla en otro.

En fin, el hecho es muy delicado y supongo que habrá conclusiones de esa investigación administrativa, ¿cuándo?

EB – No sé, se inició ayer porque nosotros le ofrecimos al juez la posibilidad para iniciarla de inmediato pero el juez entendió que los elementos que le había dado la Policía y los que él mismo había recogido eran suficientes y desechó la posibilidad entonces Asuntos Internos interviene a partir de ayer. Ayer se le dio la información, los materiales, y empezaba a actuar.

JAE – El caso parece muy claro y desde el principio todo hacía indicar que la Justicia iba a terminar procesando como terminó procesando al policía y también a los otros que lo acompañaban como cómplices. Sin embargo, puede llamar la atención que el Ministerio del Interior haya convocado a una conferencia de prensa antes de que el juez se expidiera en el caso, cosa que ocurrió, ayer la conferencia de prensa fue a las 11.00 de la mañana y el juez finalmente decretó el procesamiento sobre las 21.00 horas. ¿Por qué ocurrió esto y no se resolvió esperar que la Justicia defina por más que estuviera claro el resultado?

EB – Es que todos teníamos muy clara la situación desde el domingo. A mi me avisan de esto el domingo de mañana y el domingo de mañana ya está aclarada la situación. La única duda que podía haber era cuántos procesados.

JAE – Claro, en este caso es claro para el Ministerio del Interior pero en otros casos se podría suponer realmente quién define que está claro o no está claro, ¿no es el juez? Tal vez no sea la pregunta aplicada en el mejor caso, para esta ocasión, ¿pero no puede ser interpretado como una presión a la Justicia el hecho de que alguien públicamente, nada más ni nada menos que la dirección de la Policía, salga a señalar como culpable a un policía antes de que el juez lo disponga?

EB – He dicho varias veces: "de esto no voy a hablar para no interferir con la actuación de la Justicia" cuando algún problema pudiera no estar claro ofrecer dudas. Esto no ofrece duda alguna a nosotros ni al juez, la única duda que podía ofrecer –ya le digo- es si procesaba a uno, a tres, o a cuatro. Cuando había detenidos diez u once policías estaba claro que los responsables iban a estar entre cuatro y la Policía ya sabía quien había disparado y quien había dicho que había plantado un arma y el juez también lo sabía porque si la Policía lo sabía se lo pasó al juez. Entonces esto no tenía ninguna duda de parte del juez tampoco.


***


EC – Por supuesto que entre los mensajes de los oyentes también aparece la inquietud por el telón de fondo de este hecho de la madrugada del domingo: las picadas, ¿cómo hay que plantarse frente a esta costumbre?, ¿qué se va a hacer para regularlas para que no sigan siendo clandestinas? Hay alguna iniciativa en algún departamento del país que ya provocó su polémica, ¿pero puede seguir esto en el plano en el que se encuentra?, ¿no es necesario encararlo a fondo y de una vez?

Enlace de interés:
Ley de Procedimiento Policial