Entrevistas

José Mujica: "Para marzo no tenemos planteado ningún cambio en la integración del gabinete"

José Mujica: "Para marzo no tenemos planteado ningún cambio en la integración del gabinete"

En entrevista exclusiva con En Perspectiva, el presidente de la República, José Mujica, manifestó que por el momento no tiene planteado "ningún cambio" en el gabinete ministerial y aseguró que no concibe "cambiar un ministro sin cambiar el subsecretario" y viceversa. De ese modo, aventó conjeturas planteadas tras los últimos roces en algunos ministerios, particularmente en el de Economía y Finanzas. Además, se refirió a las prioridades del Gobierno para el año que comienza –donde reafirmó que el hincapié estará en la educación– y ahondó en los fundamentos y consecuencias del proyecto de ley de participación público-privada, cuestionado por algunos sectores del propio partido oficialista. Por otro lado, fue consultado por el encuentro que mantuvo ayer con Dilma Rousseff, la flamante mandataria de Brasil, y sobre cómo vislumbra las relaciones con el vecino norteño. "Yo veo todo un signo positivo para el comercio exterior uruguayo", aseveró.


(emitido a las 8.43 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Fue la noticia más importante del fin de semana en nuestra región: el sábado 1° de enero Dilma Rousseff asumió la Presidencia de Brasil.

La llegada de Dilma Rousseff al Gobierno acaparó la atención del mundo por varias razones. Es la primera mujer que accede a la Presidencia en Brasil, pero además tiene consigo una historia muy particular, por su pasado de guerrillera enfrentada a la dictadura militar, y por la cárcel y las torturas que enfrentó en 1970 cuando fue arrestada.

Pero además tiene la responsabilidad de sustituir a Lula, el primer obrero presidente de Brasil, que culminó su segundo período con 85% de popularidad y que se las ingenió para colocar a su país en las ligas mayores de la política internacional.

Ayer de mañana, Rousseff recibió en audiencia privada al presidente uruguayo José Mujica y luego dialogó también con la delegación multipartidaria que lo acompañaba. Que ella haya elegido esa como una de sus primeras audiencias no es un dato menor, si se tiene en cuenta que en su primer año de gobierno Mujica mantuvo un vínculo muy estrecho con Lula y dijo más de una vez que Uruguay debe "viajar en el estribo" de Brasil.

¿Qué se conversó en esa reunión?

Ese es el punto de partida para la entrevista que ahora iniciamos con el presidente de la República, José Mujica.

Usted está empezando sus vacaciones. ¿Cuándo se instala en Anchorena?

JOSÉ MUJICA:
Mis vacaciones son relativas, pero todo indica que me las debo tomar, por lo tanto pienso ir hoy de tardecita para Anchorena.

EC - ¿Hasta cuándo va a estar descansando?

JM - Pienso que hasta el 17, pero voy a recibir a una delegación nutrida de Corea el 5 y algún poderoso industrial de Brasil va a venir, y alguna gente de algún movimiento gremial también nos va a visitar.

EC - La licencia va a ser relativa.

JM - Es relativa, pero es licencia al fin, porque no hay ruido, se duerme bien. Es lo más importante.

EC - Durante el año pasado, en los 10 meses que lleva su Gobierno, usted mantuvo por lo menos cinco reuniones con el ex presidente Lula. Fue muy clara su decisión de estrechar la relación Uruguay-Brasil en todos los sentidos. Usted llegó a expresarlo en mayo con una frase muy gráfica que después se ha repetido, que Uruguay debe viajar todo lo que pueda "en el estribo de Brasil", que es la décima economía del mundo y está en pleno crecimiento.

Por eso, antes de ver lo de ayer, mi pregunta es: ¿qué resultados palpables, concretos para Uruguay ha dejado ese esfuerzo del año pasado?

JM - Yo creo que se lograron unas cuantas cosas importantes. Desde el punto de vista práctico, destrabar definitivamente el Focem (Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur), que era algo que estaba congelado, es decir, la financiación para proyectos importantes que estaba acordada desde hacía tiempo por los dos países grandes del Mercosur para tratar de compensar las asimetrías, pero que por razones equis no daba ningún resultado desde el punto de vista práctico.

Ese destrabe nos va a asegurar una interconexión potente en materia eléctrica con Brasil. Y por ese lado queda pendiente algo que recordamos ayer, la suscripción de un acuerdo energético con Brasil que nos asegure abastecimiento cuando lo necesitemos a precios razonables, no a los precios del mercado spot. Es decir, primero había que tener el puente físico, por dónde traer la energía, y ahora tenemos que dar el otro paso, concretar eso, que es un acuerdo pendiente que teníamos con el Gobierno de Lula, y que fue una de nuestras preocupaciones, lo recordamos ayer.

EC - ¿De qué depende que se concrete? ¿De qué depende que esté disponible ese mecanismo?

JM - El mecanismo está, el problema ahora es la discusión de precios.

EC - A eso me refería.

JM - Es la discusión de precios, porque si uno va a comprar en lo que se llama el mercado spot, va a pagar el precio de generación más alto, y nosotros necesitamos seguridad de abastecimiento y a un precio razonable. Pero Lula nos manifestó que había voluntad y creemos que se va a lograr.

 
 Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff,  senadora y primera dama de Uruguay, Lucía Topolansky, y presidente de Uruguay, José Mujica.
(Crédito de foto: Agencia Brasil).


Al mismo tiempo, en el mismo sentido, por el lado del Focem es necesario asegurar la financiación para terminar los trabajos de la línea ferroviaria que va a Rivera y que va a empalmar con el ferrocarril brasileño. Esto tiene mucho que ver con la vida de nuestro puerto, y con mejorar las relaciones comerciales y bajar los costos de esa relación con Brasil.

Una tercera cuenta pendiente, que hace muchos años que está y está en vías de licitación, es el nuevo puente sobre el Yaguarón, que va a ir a dar a la cabecera de la Ruta 26. Este puente favorece al Uruguay, pero también favorece a Brasil, porque ahorra unos 30 kilómetros para venir a Montevideo pero le ahorra también al sur de Brasil la comunicación con Argentina a través de la Ruta 26. Todas estas cosas estaban medio congeladas.

EC - ¿La presidenta Dilma Rousseff estaba al tanto de estos asuntos?

JM - Tiene nociones muy claras, sobre todo del asunto de la energía. Pero aparte de todo esto nos interesaba una cosa que es previa: sostener la metodología que habíamos acordado con Lula, que fue iniciativa de Lula, que era reunirnos bilateralmente cada tres o cuatro meses. Porque ello obliga a que la propia burocracia interna de los estados se mueva para dar respuestas en cada una de las reuniones presidenciales. Si esto no es muy importante en el caso de Uruguay por nuestras dimensiones, es decisivo en el funcionamiento de Brasil, un gigantesco Estado de constitución federal, que tiene dificultades para resolver.

EC - Entonces usted y la presidenta Dilma Rousseff se van a reunir cada tres meses.

JM - Sí.

EC - Va a ser un encuentro personal.

JM - Sí; le diría que este era el objetivo central de nuestro viaje, lograr ese instrumento diplomático que realmente nos da resultado.

EC - En las reuniones con Lula el año pasado se había mencionado también la participación de Brasil en la construcción de un puerto de aguas profundas en Rocha. ¿En qué está ese punto?

JM - Constituido nuestro equipo que va a terciar en las cuestiones técnicas de esto, ni bien se tenga claro el bosquejo se va a hablar y se va a intimar con Brasil. No sabemos con claridad qué rumbo va a tomar Brasil, pero de todas maneras tenemos que consultar a los vecinos, tanto a Brasil como a Argentina. No se trata de consulta en el sentido de soberanía, se trata de consulta en el sentido de participación que asegure mercado para este puerto, porque estos puertos no se pueden hacer a la marchanta.

EC - Un puerto de este tipo incluso puede ser visto como una competencia para el puerto de Buenos Aires y para algunos de los principales puertos brasileños.

JM - Es lo que diplomáticamente tratamos de evitar, una posible guerra de puertos de futuro, y optamos por el camino, hasta donde podamos, de la integración de intereses.

EC - ¿Y cuál sería la fórmula, al menos un esbozo? ¿Qué instrumento se utilizaría?

JM - Puede ser una figura de derecho público internacional, como se ha utilizado por ejemplo en la represa, podría ser algo por el estilo. Pero esto está erizado de dificultades, empezamos a discutirlo; hay financiación, hay intereses importantes, fundamentalmente en el aspecto granelero y de transporte de minerales en gran escala. El nudo es económico, la utilización de un puerto de esta naturaleza asegura un costo de al menos unos 15 dólares por tonelada menor por el transporte de estos materiales que la región exporta en gran escala y va a seguir exportando. Es a partir de eso que tenemos que discutirlo todo. Creo que también les conviene a ellos.

Cuando le digo 15 dólares, tenga en cuenta que son números sacados de que se puede traer el mineral de Bolivia por ejemplo en barcaza, bajarlo en Nueva Palmira, volverlo a embarcar, llevarlo al puerto de aguas profundas y ahí recién trasbordarlo, absorbiendo todos esos costos. Seguramente también les puede interesar a ellos.

EC - Preguntan desde la audiencia qué relación tiene esto con un proyecto que usted recibió la semana pasada para un puerto en las costas del departamento de Rocha.

JM - Justamente, ese proyecto está abierto porque necesita seguridad internacional. Ese proyecto tiene financiación y lo respaldan poderosos intereses, se lo ve como una especie de puerto relativamente complementario de uno que se está haciendo en gran escala al costado de La Coruña. Son los mismos intereses económicos que están atrás. Esto responde a una transformación del transporte marítimo en gran escala que va a sobrevenir en el mundo.

EC - ¿Ese proyecto converge con el puerto de aguas profundas en cuya inversión y desarrollo intervendrían Brasil y otros países de la región?

JM - Esa es la cuestión, juntar esos intereses, porque si no los logra juntar en alguna medida, no creo que un puerto de esa naturaleza tenga sentido para el Uruguay aislado, porque acá hay un problema de dimensiones. Y tiene mucho sentido, por el lugar donde está, para todos, o al menos para parte de la región. Pero todas estas cosas hay que irlas discutiendo hacia delante. Si este Gobierno logra al menos poner la piedra fundamental de este proyecto, otro Gobierno lo va a terminar.

EC - En materia de comercio con Brasil ha habido un crecimiento muy significativo en los últimos años, en el año 2006 exportamos 580 millones de dólares, en 2007 744, en 2008 984, en 2009 1.115 y en los primeros 11 meses de 2010 íbamos en 1.300 millones de dólares. Además. Brasil está ubicado como el principal socio comercial, recibe el 21% de nuestras ventas al exterior, muy lejos de Argentina, por ejemplo. ¿Qué pasa en esta materia? ¿Qué desbloqueos, qué cuentas pendientes quedan?

JM - Siempre vamos a tener cuentas pendientes, porque en un país tan gigantesco como Brasil hay intereses contrapuestos a nuestro Gobierno, que hacen lobby, que se mueven, etcétera. Eso es un dato de la realidad. Pero al mismo tiempo, por las propias dimensiones de Brasil, insistiendo, trabajando con inteligencia diplomática, con constancia y contando con la voluntad de los Gobiernos federales y a veces con las dificultades de los Gobiernos locales, yo veo todo un signo positivo para el comercio exterior uruguayo.

Brasil es un formidable exportador, el mayor exportador de carne del mundo, sin embargo las parrilladas de San Pablo deben de ser el mejor cliente que tenemos para los mejores corderos uruguayos. Porque un país tan grande tiene un espacio de gente con alto poder adquisitivo, si vendemos calidad podemos entrar. Por ejemplo, en este momento hay una cierta resistencia, hay una comisión de algunos diputados preocupados por la competitividad de Conaprole dentro de Brasil.

EC - Sí, desde la audiencia Diego consulta qué va a pasar con los lácteos, dice que hay rumores de obstáculos.

JM - Que no se asuste; lo reconocemos, por eso vamos. El material de Conaprole en cuanto lo ponen en una góndola vuela, porque tiene fama de bueno, por un montón de cosas que sabemos. Y vamos a tener obstáculos en la producción láctea brasileña, por eso tenemos que insistir por lo contrario. Hasta ahora hemos tenido un aliado importante, que es el Gobierno federal, y tenemos que mantener esa puerta abierta. Con esto no decimos que todo esté despejado, pero hay que insistir. Nunca pensamos, por ejemplo, que le íbamos a exportar autos armados a Brasil; esto es fruto del Mercosur, de otra manera era imposible. Eso se dio. Por eso vamos a insistir en este camino.

EC - El lunes de la semana pasada el Gobierno que usted encabeza revocó la decisión que había tomado el presidente Tabaré Vázquez de incorporar a Uruguay a la norma europea de televisión digital y dispuso que nuestro país adhiera a la norma brasileño-japonesa. El hecho de que la decisión se tomara la semana pasada fue visto como un gesto hacia Dilma Rousseff justo antes de que asumiera. ¿Cómo ingresa en este cuadro que venimos considerando?

JM - Cuando nuestro querido compañero Tabaré Vázquez tomó esa decisión el panorama en la materia en América Latina era muy otro, se pensaba que iba a haber una participación de modelos distintos. Pero los hechos fueron estableciendo que sucesivamente toda América Latina, salvo Colombia, terminara alineándose con el modelo nipón-brasileño. El problema que nosotros enfrentamos no fue de carácter técnico, es más bien geopolítico.

EC - ¿Qué quiere decir, en su análisis, ese término "geopolítico" teniendo en cuenta lo que veníamos charlando antes?

JM - Que un pequeño país de tres millones y poco de habitantes adoptara una norma diferente de la adoptada por los dos países de dimensiones colosales que lo flanquean nos exponía al riesgo de que buena parte de nuestra frontera de una forma u otra fuera entrando en esta norma más allá de nuestra voluntad. Todos sabemos lo que pasa con las trasmisiones uruguayas en la frontera y cosas por el estilo. Entonces optamos por este camino, no haciendo una elección técnica –nuestra voluntad tampoco era abandonar Europa, más bien Europa nos abandonó hace rato–, sino reconociendo la realidad. Por eso tomamos esa decisión.

EC - Supongo que fue bien recibida por el Gobierno brasileño. ¿Qué le dijo la presidenta Dilma Rousseff?

JM - Obviamente fue bien recibida. No tengo por qué negarle que fue un gesto deliberado en el momento en que lo tomamos. Buscábamos colocarnos lo mejor posible en materia de visión ante la nueva realidad política de Brasil, porque nos parece que es una manera de defender los intereses de Uruguay.

EC - Por ejemplo, de defender esos otros asuntos que están pendientes y de los que usted hablaba recién.

JM - Y de los que van a venir.

EC - Esta es una moneda de intercambio, de algún modo.
 
 Foto que publicó el canciller argentino, Héctor Timerman, en su cuenta de Twitter con la siguiente leyenda: "Tres luchadores políticos: Dilma, Lucía y Pepe".

JM - Desde luego, te doy para que me des, es cuestión solidaria. La solidaridad tiene que verse como un camino no retributivo al contado inmediato, pero sí en el largo plazo, es un camino de dos vías.

EC - Si entiendo bien, con esta decisión de adoptar la norma japonesa-brasileña de televisión digital no están en juego solamente las expectativas de recibir inversiones en este sector específico de las tecnologías de la comunicación o del software.

JM - No, es mucho más. Usted hace un ratito informaba que Estonia, un pequeño país de la antigua constelación soviética, ayer festejaba su entrada al euro.

EC - Sí, es el país número 17 en la zona euro.

JM - El mundo se está organizando, nos guste o no nos guste, en bloques de carácter gigantesco. ¿Y nosotros qué hacemos? Tenemos que apostar a construir lo posible, que es lo que tenemos en derredor, esa es nuestra manera de pensar, y por ahí las prioridades. La prioridad de este Gobierno en el campo internacional fue tratar de mejorar en todo lo posible la relación con los vecinos, porque los países no se mudan. Y segundo, ayudar a construir, hasta donde podamos, las mejores relaciones culturales, económicas, y sobre todo construir economía en conjunto. Pensar en construir autos en el Uruguay, si no tenemos la tranquera abierta de Brasil, es muy difícil, es imposible. Y así tantas otras cosas. Por supuesto, tampoco es un lecho de rosas, porque hay que competir con intereses que están allí, pero no hay que sentirse derrotado por las dificultades.

EC - Usted llegó al Gobierno teniendo de antemano una relación muy fluida y afectuosa con Lula. ¿Con Dilma Rousseff también se conocen y se tienen confianza personal? Se lo pregunto porque por ejemplo en las tomas de televisión del sábado, cuando Dilma Rousseff llegaba al Congreso y se acercaba a la mesa desde la cual después hizo uso de la palabra y tomó posesión del cargo, cuando se cruzó con usted hubo un saludo muy afectuoso, tanto a usted como a su esposa, Lucía Topolansky.

JM - Efectivamente, yo había estado un par de veces con Dilma en algunas de las reuniones con Lula, pero no tenía una intimidad de carácter político, de diálogo de largo alcance, como he tenido con Lula. Pero siento subjetivamente que hay simpatía mutua, tal vez inconscientes reminiscencias de caminos y esas cosas. Es bueno para un país tener relación profunda con los gobernantes vecinos; no creo que sea el único factor, y el que pueda decidir –los intereses objetivos de los estados siempre van a estar en primer término–, pero vaya que ayuda. Y tampoco nosotros vamos a disimular que tratamos de utilizar todos esos mecanismos para defender en lo posible los intereses de Uruguay.

EC - Me quedó repicando en la cabeza su frase de hace unos minutos a propósito de dejar atrás la norma europea de televisión digital. Usted dijo, palabras más palabras menos, "Europa hace rato que nos abandonó". ¿Cómo es eso? ¿Cómo concibe la relación Uruguay-Europa?

JM - Europa mira mucho más –la parte central de Europa, tal vez Alemania, incluso Francia, tal vez Inglaterra– hacia los Urales que hacia el sur. Y no lo digo en tono de reproche, ojo, no tiene ningún sentido, creo que su rumbo está ahí. Le han dejado a España el papel de la relación con América Latina, pero basta con leer los discursos de Sarkozy, la defensa de la política agropecuaria europea, las manifestaciones al respecto, los obstáculos infranqueables permanentes en la OMC, etcétera, para darnos cuenta de que es difícil que Europa, en esta etapa de la historia, pueda arrimarse a nosotros. Hay que tomarlo como un dato objetivo de la realidad. No es una maldad de Europa, es una realidad, está construyendo una unidad, tienen más chance los turcos de entrar que nosotros de hacer un convenio. Yo lo veo así. Ojalá me equivoque, porque nuestra presión fundamental va a venir del lado asiático, cada día más, y necesitamos polos importantes en términos relativos compensatorios. Vendrá por el lado de Estados Unidos, vendrá por otro lado; no sé. Mientras tanto, tenemos que luchar con esto que tenemos, será poco pero es lo que tenemos.

***

EC - Pasemos a algunos temas internos del país. Por ejemplo, hace un par de semanas, en Búsqueda, usted reconoció que en el 2010 no se vieron demasiadas realizaciones de su Gobierno, pero aseguró que en 2011 sí llega "la hora de concretar y ejecutar" el plan de Gobierno, entre otras cosas porque ahora sí está vigente la ley de Presupuesto Quinquenal. En titulares, ¿cuáles son las áreas en las que se verán hechos en los primeros meses de 2011?

JM - El Presupuesto es bastante claro en cuanto a que es una prioridad fortificar la infraestructura, mejorar mucho la infraestructura de soporte de la educación, y a su vez hacer transformaciones en el Estado y dar respuestas de carácter energético que están en el tapete; no se han podido concretar pero están en el tapete, se ha estado trabajando. Creo que en abril hay una licitación para la planta regasificadora, eso va a cambiar el perfil energético en forma importante en el Uruguay. Las inversiones de UTE van a ser muy importantes. Pero me hago cargo de que hay un tema que es vital, que es el tema de la educación.

EC - Usted destinó a ese tema uno de sus espacios en la audición de M24 la semana pasada.

JM - Empiezo por reconocer que tenemos en ese frente la mayor batalla, y me da la impresión de que tácitamente el pueblo uruguayo sin hablar nada nos marcó una línea. Esa línea fue una inscripción o la tendencia a una inscripción masiva en las distintas agencias de UTU, como diciéndonos "queremos destrezas rápido para trabajar ya". Muchísima gente –no quiero decir que todo el Uruguay nos diga eso–, una parte de capital joven nos está diciendo eso. Y nos parece que lo tenemos que reforzar en todo el país.

EC - Me impresionó en ese mensaje suyo en su audición cuando señaló que en el Gobierno "se debe reconocer sin vueltas que tenemos problemas en materia de educación, sobre todo en secundaria", y llamó a colocar este tema como prioritario en el año 2011. Cuesta creer que el presidente tenga que exhortar a su Gobierno a asumir sin vueltas que tenemos problemas en educación. ¿Puede entenderse que hay reformas que están frenadas porque aparecen diferencias en cuanto al diagnóstico del problema?

JM - La educación en este país tiene un enorme capital en la capacidad de la gente, curiosamente. Pero existe un conjunto de circunstancias que hace que buena parte de la capacidad objetiva que tienen en primer término nuestros educadores se trabe, por lo que fuere, no se pueda concretar, y sobre todo tienda frecuentemente a esterilizarse en cuestiones que siendo válidas francamente pueden ser secundarias ante la tarea que hay por delante.

EC - ¿Usted ve el freno en los propios docentes, entonces?

JM - No es en los docentes, es en distintas visiones que se traban las unas con las otras, de gente que es enormemente capaz y que no encuentra terreno para manifestar esa capacidad. Nos anulamos mutuamente.

EC - Y perdemos tiempo, además.

JM - Perdemos mucho tiempo, y nos vamos en interminables diagnósticos y cuestiones por el estilo.

EC - En su discurso del 1º de marzo ya había colocado la educación en un lugar central de la agenda.

JM - Por eso no puedo disimularlo, porque siento la deuda. Y tal vez uno de mis defectos más graves es decir lo que pienso.

EC - ¿Qué pueden hacer usted y el Poder Ejecutivo en los temas educativos cuando la ANEP es un ente autónomo?

JM - Siempre hay que apostar a la razonabilidad. Veremos.

EC - Porque el Ministerio de Educación y Cultura como tal tiene poca incidencia en esa materia.

JM - Sí, desde el punto de vista formal, sí, pero esto también preocupa a los educadores, a muchísimos. Alguna cosa se puede hacer.

EC - ¿En qué acciones concretas se está pensando?

JM - Déjeme no desatar pasiones antes de tiempo, déjeme hablar con ellos primero.

EC - Hablando de planes y de obstáculos, una herramienta que su Gobierno quiere emplear con fuerza para avanzar en las inversiones que se necesitan en infraestructura es el proyecto de ley de participación público-privada. Y ya se sabe que genera discrepancias y hasta rechazos dentro del Frente Amplio, y que va a ser motivo de movilizaciones por parte del PIT-CNT. ¿Cómo piensa manejar esta variable que apareció en este primer año, la de las diferencias dentro del propio oficialismo?

JM - Tenemos que conversar para saber lo que cada uno piensa. Aquí no está en juego la nuda propiedad, no hay atajos para caminos privatizadores; es exactamente al revés, queremos sacar a la administración pública del mormazo, y creemos sinceramente que el Estado tiene que cumplir el papel de tener empresas relativamente mixtas, en las que la clase media uruguaya encuentre un destino para poner sus pesos con seguridad, pero que también actúe como un elemento de control y de empuje. Ese es el camino, y no es el fantasma de privatización o de enajenación.

EC - Usted le asigna importancia a ese elemento que acaba de mencionar, que los uruguayos puedan invertir en esos proyectos.

JM - Me parece fundamental, el Estado tiene que cumplir el papel de dar un paragolpe de seguridad ante la incertidumbre. Uruguay tiene pocos empresarios, y bastantes más ahorristas, que no es lo mismo. El Estado tiene que dar la seguridad a esos ahorristas, pero debe también, en el afán de cuidar los recursos de esos ahorristas, tener el aliento controlador. Yo sé qué es lo que piensan algunos trabajadores, temen a mecanismos de privatización del Estado, y nosotros queremos salir de la privatización corporativa, que es peligrosa para cualquier Estado, los bienes del Estado son de la nación, no de la gente que trabaja en el Estado, y esto hay que entenderlo. Entonces, si quieren que suscribamos un acuerdo de que se precise el 99% de los diputados para cualquier cosa que tenga que ver con la propiedad, se lo concedemos. Por el contrario, nosotros queremos agrandar la propiedad pública, pero no a costa de la propiedad privada, y no a costa de trancar al país. Yo confío en que podamos discutir y encontrar salidas, porque si no, nos ponemos un trancazo y todo lo que sea progreso depende de lo que venga de afuera, y creo que tenemos que acudir a movilizar los recursos nuestros. Está bien que le demos facilidad al que viene de afuera a trabajar, pero ¿qué hacemos con la nuestra?

EC - Para terminar, un último asunto de actualidad, muy reciente. La semana pasada usted admitió, hablando con el semanario Búsqueda, que había intervenido para evitar la renuncia del subsecretario de Economía y Finanzas, Pedro Buonomo. Resulta que tanto Buonomo como el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Gabriel Frugoni, dos hombres que usted propuso para el equipo económico, vienen teniendo diferencias frecuentes con el ministro Fernando Lorenzo y los otros miembros del equipo que responden a Danilo Astori. ¿Quedaron solucionados esos cortocircuitos, o lo que se logró fue una solución temporal y en marzo terminará habiendo cambios en el equipo económico?

JM - No, el Gobierno hoy no tiene en su perspectiva ninguna necesidad apremiante de instrumentar ningún cambio en el gabinete.

EC - Pero ¿Buonomo se queda convencido?

JM - Sí, Buonomo es un compañero valiosísimo, y lo necesitamos donde está. Yo tengo amplia confianza. Es inevitable que en una tarea difícil a veces haya ciertos roces, pero son parte del desgaste natural que tenemos que acostumbrarnos a sobrellevar.

EC - De todos modos, usted en sus declaraciones a Búsqueda dijo que "el problema de fondo es de naturaliza política: las dos grandes corrientes que existen dentro del Frente Amplio, una más socializante y otra apenas progresista". ¿Es tan fácil de manejar, entonces?

JM - No, no tiene nada de fácil.

EC - Son las grandes tendencias que compitieron en la elección interna, una representada por usted y otra representada por Astori.

JM - Y ninguna puede renunciar a la otra, porque eso equivale a hipotecarlo todo. Este es el cuadro de la realidad y así hay que funcionar. Cuando la gente, alguna gente bienintencionada y otra analítica, puede ver posturas dubitativas, el Gobierno se tiene que tomar su tiempo para que mucha gente esté convencida de lo que tiene que hacer. Y tal vez pierde el tiempo. Hemos dicho que gobernar no es mandar, a veces hay que tomar decisiones porque están cantadas, la gente las pide. Ese es el momento. Si uno se anticipa demasiado corre el riesgo de que mucha gente útil no lo interprete. Entonces la sociedad es un término medio, esto tiene sus dificultades, pero por ellas tenemos que transitar.

EC - ¿Usted dijo recién, si entendí bien, que no va a haber cambios en el equipo económico al comienzo del año? Se lo pregunto teniendo en cuenta las versiones que han circulado tanto a propósito del Ministerio de Economía y Finanzas, por este episodio que mencionábamos, como por algunas diferencias en el Ministerio de Ganadería, entre el ministro y el subsecretario, o alguna disconformidad con la ministra de Desarrollo Social. Se ha manejado la posibilidad de cambios en el mes de marzo.

JM - Siempre hay hipótesis sobre todo ese tipo de cosas. Nosotros no tenemos planteado ningún cambio para marzo. Si la vida lo determina más adelante, yo no tengo la bola de cristal, pero no nos proponemos ningún cambio por delante. Eso sí, le voy a decir una cosa, un ministerio es un equipo, al menos en la manera de pensar que tenemos nosotros. El equipo no quiere decir que sean identidades calcadas ni nada por el estilo, más bien son complementarias, pero es en primer término un equipo. Yo no concibo cambiar un ministro sin cambiar el subsecretario, y no concibo cambiar el subsecretario sin cambiar el ministro, para mí es una realidad de equipo. Y cuando se está al frente de un equipo hay que procurar que el equipo funcione. Punto.

EC - En estos días de "vacaciones con agujeros" que va a tener, porque hay agenda oficial que atender, ¿a qué se va a dedicar?

JM - A caminar entre los árboles, que los admiro. Son monumentos vivos de la complejidad de la biología. Pero esa es la parte que uno lleva por dentro, qué va a hacer... Cosas chicas para el mundo pero grandes para uno.

EC - ¿Usted no tiene la afición de la pesca, como el doctor Vázquez?

JM - No, tengo otra canaleta, la de la naturaleza, y sobre todo la naturaleza verde, el mundo de la clorofila, lo admiro.

EC - ¿Tiene tractor en Anchorena para salir a trabajar?

JM - Sí, hay tractor, hay de todo, hay vacas, hay unos venados, hay bichos. Es notable. Y hay una linda costa. Un paraíso del Uruguay que hay que conservar para las generaciones que vienen.

***

Transcripción: María Lila Ltaif