Entrevistas

Graciela Bianchi (liceo Bauzá): "La inclusión se logra por la exigencia, no por la facilitación"

Graciela Bianchi (liceo Bauzá): "La inclusión se logra por la exigencia, no por la facilitación"

Como directora del liceo Bauzá, y junto a docentes de ese instituto, la doctora Graciela Bianchi anunció que no aplicarán la actual reglamentación del pasaje de grado y de control de asistencia, que consideran demasiado permisiva, y, en cambio, manejarán un reglamento propio, más exigente. "Desde hace bastante tiempo se ha tendido a facilitar el pasaje de grado y las inasistencias [...] La inclusión no se hace facilitando que no vayan al liceo o promoviendo con notas cada vez más bajas", señaló entrevistada por En Perspectiva. La profesora explicó que esta propuesta "busca volver a determinados principios básicos de la educación pública uruguaya" que apuntan a formar "ciudadanos críticos y responsables", según indicó. "Estamos haciendo un proyecto de alternativa que vamos a someter a la aprobación de todo el equipo de docentes del Bauzá y vamos a hacer una propuesta alternativa", aseveró.


(emitido a las 10.11 Hs.)

EMILIANO COTELO:
"La educación pública es un gran árbol de Navidad al que le fueron agregando chirimbolos, cada vez más, hasta que hicieron tumbar el tronco".

Con esta frase, la profesora Graciela Bianchi definía a fines del año pasado el estado de la educación pública en Uruguay –en particular de la educación media– cuando la consultaban a propósito de lo que han hecho los Gobiernos del Frente Amplio en esta materia y el presupuesto del que se dispone.

Unos meses antes, por sus discrepancias con la gestión de la educación, la profesora Bianchi había renunciado al cargo de secretaria administrativa del Codicen (Consejo Directivo Central de la ANEP), un puesto de confianza en el que fue designada en 2007 por el Gobierno de Tabaré Vázquez.

Ahora, esta docente, abogada y escribana, que se define como frenteamplista independiente, vuelve a desafiar a las autoridades desde su lugar como directora del liceo Bauzá. Junto con los docentes de ese instituto anuncia que no va a aplicar el Reglamento de Evaluación y Pasaje de Grado del Bachillerato definido por el Consejo de Educación Secundaria (CES). Amparándose en la autonomía de cada centro, la directora y su equipo han decidido redactar un reglamento propio que será más exigente.

¿Por qué se enfrenta de este modo al gobierno de la educación? ¿Qué propuestas hace para mejorar la calidad de la enseñanza en Uruguay?

Vamos a charlarlo con la profesora Graciela Bianchi, directora del liceo Nº 6, Francisco Bauzá.

***

EC - Profesora Bianchi, doctora Bianchi, escribana Bianchi, no sé cómo presentarla...

GRACIELA BIANCHI:
Profesora Bianchi.

EC - Usted tiene esas tres formaciones.

GB - Tengo las tres formaciones.

EC - ¿Por qué?

GB - Primero hice profesorado de Historia y simultáneamente Notariado. Tuve que trabajar en épocas muy difíciles, podía ser destituida en cualquier momento, y uno tiene que saber que para defender la dignidad y la libertad también debe poder financiarlas. Después descubrí además que la abogacía, el derecho en general, era muy importante para ejercer las otras dos profesiones, porque es una formación integral en un Estado de derecho.

EC - Además tiene una especialización en gestión de instituciones educativas por la Universidad de Madrid.

GB - La Universidad a distancia de Madrid.

EC - ¿Puede dar algún otro detalle?

GB - En el mundo, que es bueno mirarlo –no copiarlo pero sí mirarlo– con un análisis crítico adaptado a la realidad uruguaya, hace mucho tiempo que se distingue claramente lo académico de la gestión. No es para separar, no son compartimentos estancos, se tiene que trabajar en forma permanentemente coordinada, pero la gestión es una especialización, y la gestión de las instituciones educativas es una especialización dentro de ella. Las universidades europeas y los países que tienen mejores resultados –que no es el caso de España– hacen esa distinción. Todos sabemos, porque tenemos experiencia, que es muy difícil que un académico pueda gestionar, y a su vez los que estamos especializados en gestión no somos académicos en el sentido estricto de la palabra. Hay que articular esas dos especializaciones.

EC - Políticamente se define como frenteamplista independiente. ¿Eso es una ventaja o un inconveniente?

GB - Un absoluto inconveniente a la hora de encontrar espacios de reflexión interna. Somos catalogados como que hacemos críticas externas, que eso está mal, que lo tendríamos que hacer internamente; yo intenté hacerlo, hace mucho tiempo que estoy intentando hacerlo, no soy de la agrupación 1º de marzo de 2005, siempre fui frenteamplista.

EC - Yo la recuerdo a usted como secretaria del senador José Germán Araújo.

GB - Exacto. Los independientes no tenemos espacio. Y si a eso le agregamos –y aclaro que no soy feminista– que soy mujer en una sociedad bastante hipócritamente machista y misógina –digo hipócritamente porque no se reconoce–, es complicado. Yo agoté todos los mecanismos internos para tratar de que se comprendiera en qué situación estábamos, y tuve que renunciar, porque en un cargo de confianza, por razones éticas, no se pueden hacer y decir las cosas que yo estoy haciendo y diciendo.

EC - Después de su renuncia a ese cargo de confianza en el Codicen volvió al cargo de directora del liceo Bauzá que había ganado por concurso ¿en qué año?

GB - En el 94.

EC - Hablemos del Bauzá. El liceo Nº 6, Francisco Bauzá, es un centro educativo ubicado en Lucas Obes entre Agraciada y Buschental. La zona de influencia que atiende abarca barrios como el Prado, Belvedere, Paso Molino, Cerro, La Teja, Capurro, Reducto, Bella Vista, Paso de la Arena y Nuevo París. Tiene más 3.000 estudiantes.

GB - Este año desgraciadamente tenemos una matrícula muy inferior a la que tenía cuando yo dejé en el año 2005; tenemos aproximadamente 3.000 estudiantes, incluido el turno nocturno. Yo soy la directora de los cuatro turnos.

EC - Tiene 400 docentes.

GB - Más de 400 docentes.

EC - Es uno de los liceos con más alumnos del país, pese a que allí solo se dictan cursos de bachillerato.

GB - Exactamente. Todavía somos el liceo más grande del país, a pesar de la pérdida de la matrícula.

EC - ¿Qué otras características señalaría del Bauzá?

GB - Una característica que es muy perceptible cuando trabajamos dentro del liceo –aparte se han hecho estudios, no somos estadísticos expertos pero tenemos compañeros que lo son– es que la mayoría de los chicos que están en la etapa etaria para desarrollar el bachillerato no concurre al liceo Bauzá del Prado. Estamos en un entorno de algo más del 1 % de chicos del Prado. Abarcamos toda la zona oeste que usted enumeró: Santa Catalina, el Cerro... Es un lugar que tiene muy buena locomoción, abarca incluso la zona metropolitana, el departamento de San José. Eso genera una dispersión importante, una disociación para el trabajo educativo, porque la comunidad educativa de los alrededores, que ahora se quiere meter dentro del liceo por el Consejo de Participación, es muy difícil de hacer porque no es un liceo del barrio como lo fue en otra época.

EC - Vamos a lo más nuevo, a esto que se conoció el jueves en el semanario Búsqueda. ¿Por qué nace esta "rebelión" que usted y los docentes del Bauzá han emprendido y que usted compara con la "ira de los justos" de la que habla la Biblia?

GB - En primer lugar voy a hacer una aclaración: no me sacaron de contexto, yo no utilicé la palabra "rebelión", pero me hice cargo porque el espíritu del artículo es claro y yo represento a un sector importante del liceo Bauzá. Puede haber profesores que estén en desacuerdo, pero hasta ahora no me lo manifestaron; al contrario.

EC - ¿Qué carencias detectan en los alumnos que los llevan a tomar esta decisión?

GB - Yo traje, está acá arriba, estamos en la radio pero usted lo ve, el trabajo que se está haciendo, y tenemos mucho más. Se empezó por una prueba diagnóstica que está prevista en el reglamento. Porque hay que tratar de modificar y hacer una propuesta alternativa, con criticar solo y hacer terapia de grupo no salimos adelante. No se trata de romper y tirar, se puede reformular e interpretar. Somos absolutamente conscientes de que no podemos tocar el currículo. Por ejemplo no hicimos la prueba diagnóstica en forma anónima, la hicimos con nombre y apellido. Y en las pruebas diagnósticas de todas las asignaturas que están previstas en el reglamento hay muy malos resultados por asignatura. No voy a aburrir a la audiencia, acá están los biblioratos, que son muy ilustrativos.

EC - En síntesis, algunos números.

GB - En síntesis, lo que atraviesa todas las orientaciones es la carencia fundamentalmente del manejo del lenguaje, del manejo del idioma en general, de la comprensión lectora, y dificultades del razonamiento, yo diría si fuera socióloga, que no lo soy y no me gusta opinar, pero algo leí, de razonamiento cotidiano. Hay una disociación entre la edad que tienen los muchachos que recibimos y los problemas muy concretos que tienen que resolver, ya no digamos académicos, digamos incluso de relacionamiento, de posicionamiento frente al docente, incluso en cuanto a las normas básicas de urbanidad.

EC - Usted está haciendo esta vez el primer año completo desde que retoma la dirección del liceo Bauzá. Había dirigido ese instituto hasta el año 2005 cuando fue nombrada prosecretaria general de Secundaria y después pasó al Codicen.

GB - Exacto.

EC - Entonces, esos resultados que usted está comentando ahora ¿la impresionaron porque son peores que los que tenía de su experiencia anterior en el propio Bauzá?

GB - Los problemas en la educación datan de mucho tiempo, eso lo sabemos todos. Nosotros ya habíamos intentado algún tipo de proyecto durante la vigencia del programa anterior, que era del año 76, aplicamos proyectos alternativos, y no se armó semejante problema como ahora. Hoy encontramos peores resultados, pero además, después de un período entero de Gobierno de izquierda, frenteamplista, como lo queramos llamar, al inicio del segundo período –porque estuve en el proceso de cambio, renuncié dos meses después de que asumieron las nuevas autoridades– me di cuenta de que volvíamos a empezar. Pero ya no volvíamos a empezar con respecto a otras administraciones con otro signo político, sino que volvíamos a empezar con las peores descalificaciones incluso con el Gobierno anterior. En educación no se puede volver a empezar, pero eso no puede ser un discurso, y yo lo comprobé, entonces volví a mi liceo a ver si ahí podíamos profundizar los cambios.

EC - Pero cuando usted vuelve al liceo y se encuentra con estos resultados en esas pruebas que mencionábamos, ¿por qué toma la decisión de no aplicar o no aplicar todo el Reglamento de Evaluación y Pasaje de Grado, por ejemplo? ¿Qué tiene que ver con lo que venía analizando recién?

GB - Hay un nexo causal muy claro de comprobar. Desde hace bastante tiempo, desde administraciones anteriores, se ha tendido a facilitar el pasaje de grado y las inasistencias, entiendo que con la mejor buena fe –ojo, jamás voy a juzgar intenciones porque no es mi estilo, soy una profesional– se concibe la inclusión al revés. Según mi modesta opinión y la de muchos docentes, la inclusión no se hace facilitando que no vayan al liceo, que no estudien, que no importa, teniendo notas bajas, promoviendo con notas cada vez más bajas. Los documentos están escritos, no es una opinión, hay directivas que no están escritas pero que efectivamente se dan.

EC - ¿Cómo es eso de las directivas no escritas?

GB - Se reciben directivas muy claras. A mí todavía nadie me lo dijo en forma expresa, pero me lo dieron a entender y me lo transmitieron algunos profesores que tienen mucha confianza en mí y saben que yo pongo la espalda para resistir posibles problemas en el sentido de que soy la responsable, no porque me crea Juana de Arco, sino porque soy la directora del liceo Bauzá, como consecuencia lo que se haga ahí es mi responsabilidad.

EC - ¿Qué le han comentado?

GB - Me han dicho: "Mira, Graciela, tenemos problemas, no sé cuál va a ser tu actitud ahora, pero en los dos años anteriores nos han visitado inspectores de asignatura que nos han observado". Incluso una profesora me dijo: "Me bajaron el puntaje porque tenía muchos insuficientes". Eso no está escrito, pero es el peor de los mensajes.

EC - ¿Hay un mensaje implícito o explícito de que los profesores tienen que promover más alumnos?

GB - Está explícito en los documentos. Basta leer los documentos, nosotros tenemos un estudio comparativo de los documentos, de las sucesivas circulares que cambian; incluso en años anteriores llegaron a cambiar dos veces el mismo día. Ahora hay una circular que ha llamado mucho la atención, que entra en vigencia en marzo del año que viene, por la que los chicos de sexto van a poder recursar tres materias de cuarto, las de quinto y las de sexto después de haber perdido en el período de abril.

El tema es: ¿estamos incluyéndolos? No, los estamos excluyendo, porque la única manera de incluir es formando. Formando en las asignaturas, formando en el humanismo, en la conciencia crítica y apuntando a tener ciudadanos críticos y responsables. Viven conectados –hay que pararse en la puerta del liceo como nos paramos a la entrada de los turnos– a los celulares, a los MP3, aislados del resto del mundo, de sus propios compañeros. Esa cultura del individualismo y de hacé la tuya y no importa lo demás está conduciendo a resultados muy excluyentes también para los seres humanos considerados individualmente, que son nuestra preocupación, los alumnos.

***

EC - En sus declaraciones usted ha ubicado este posicionamiento que ahora adopta el liceo Bauzá como una "tercera vía" entre lo que llama "neorreforma de Rama", que, según dice, es lo que están ejecutando las autoridades nombradas el año pasado, y la posición de los consejeros que responden a los sindicatos de la enseñanza. ¿Podría explicar un poco mejor esto?

GB - No soy nadie para corregirlo, pero yo no me estoy enfrentando a las autoridades, estoy tratando de trabajar en lo que me corresponde. Obviamente yo soy una ciudadana y tengo mis convicciones y mis pareceres, y preferiría, como estamos tratando lo que es positivo y la propuesta alternativa, no detenerme en lo que nos puede llevar a enfrentamientos. Yo estoy diciendo esto desde que renuncié, lo puse en la carta de renuncia, que además es un expediente en el Codicen. Creo que hay una tercera posición. Es muy feo, mucho no me gusta el término, pero no sabía cómo explicarlo para que todos nos entendiéramos. Hay un número muy importante de docentes con muy buena formación que están siendo sistemáticamente descalificados porque se dice que todos llegamos a 7º grado porque pasan los años, porque nos volvimos viejos. No, la antigüedad es calificada, si los inspectores actúan bien y los consejeros también, hay mecanismos perfectos para la formación permanente.

Entonces esta "tercera posición" busca volver a determinados principios básicos de la educación pública uruguaya, por eso hablo de volver a firmar el contrato con la sociedad uruguaya. Y he recibido en estos días muchos llamados de personas de a pie que me agradecen que haya alguien que diga "hay que asistir, hay que portarse bien, no hay que faltarles el respeto a los docentes, hay que estudiar, hay que dejar de bajar las cosas de internet, hay que volver a los libros". Si no, como dice Umberto Eco, dentro de 10 años los muy ricos estarán buscando a los muy pocos muy buenos maestros para que sus hijos se eduquen. No es que sean malos los mecanismos electrónicos de comunicación, información y formación, pero no se pueden convertir en un fin en sí mismos.

Cuando yo hago este planteamiento y vuelvo atrás en la educación uruguaya, algunos me dicen "no podés volver atrás, el Uruguay es distinto", obvio; "la globalización", sí, pero el problema no es la globalización, es la ideología de la globalización. ¿Qué pasaría si los franceses renegaran de Montesquieu porque escribió en el siglo XVIII? Se nos caería la separación de poderes. La cultura de los pueblos es acumulativa, el Uruguay logró en otras épocas tener un nivel de excelencia a escala mundial, no solamente en América Latina, y desafiar la incorporación de diferentes, como grandes corrientes inmigratorias analfabetas en idioma extranjero. Y lo hizo la educación pública. Como consecuencia creo que hay que volver a muchos principios que fuimos dejando porque las tecnocracias tienen esas cosas, y no son inocentes, saben muy bien hacia dónde van. Escuché lo que se comentaba sobre la película en el bloque anterior.

EC - Estábamos comentando la película "Inside job".

GB - Exactamente, ese es el mundo real, aunque nos duela. ¿De qué manera salimos? Salimos con conciencia crítica, con humanismo y con gente muy bien formada. Si en los grandes países desarrollados se hubiera hecho más hincapié en el humanismo de repente no tendríamos aviones sin pilotos, controlados electrónicamente, que matan gente.

***

EC - ¿Qué acciones llevará adelante el liceo Bauzá a partir de esto que usted ha anunciado?

GB - Concretamente las acciones se basan –porque todo tiene un fundamento– en que queremos transformaciones profundas pero por la vía democrática. No es que vamos a romper los reglamentos que existen, vamos a reformularlos, vamos a interpretarlos; las normas se interpretan, porque si no, serían decretos simplemente, no habría justicia si las normas no se interpretaran. Lamentablemente hoy estamos escuchando muchas posiciones sobre aspectos técnicos del derecho. Vamos a reformular, ya lo estamos haciendo en la práctica, interpretando fundamentalmente de forma cualitativa, con una mayor exigencia, lo que se estipula por escrito con una simple enunciación numérica. Por ejemplo: ¿qué significa un 3? ¿Significa que lo puedo pasar? La respuesta es sí, con 1 y con 2 inclusive. La pregunta es: ¿ese 3 significa que el alumno sabe? Si significa que el alumno sabe, se promoverá; si significa que no sabe, se utilizarán los otros puntajes. Por eso se hizo un estudio comparativo entre lo que el alumno debe saber al llegar al bachillerato y lo que no sabe. Es muy simple, no es nada complicado, es muy democrático y muy respetuoso de las normas.

Lo mismo con respecto a las normas de convivencia, se trata de aplicar el reglamento de disciplina con la mayor rigurosidad y además sistemáticamente utilizando un criterio de contacto permanente, que, aunque parezca imposible por el número no lo es, porque el 99 % de la tarea que tenemos es conversar con los padres, sobre todo por los emergentes buenos y malos que hay –porque por suerte también hay muchos buenos–, y establecer un compromiso. Por esto que nos ha estado pasando, que se han depositado en la educación todas las responsabilidades que la familia no asume –y no digo que no asuma porque no quiere, probablemente no asuma porque no puede–, hay que resignificar los roles.

EC - ¿En términos prácticos qué implica eso?

GB - Significa que los padres tienen que hacerse cargo de la educación integral de sus hijos, nosotros vamos a complementar con ellos la educación también integral y a hacer hincapié fundamentalmente en la enseñanza. Se me ha calificado de muchas cosas, de idiotismo intelectual, de asignaturismo, pero los alumnos carecen de lo más elemental, no quiero volver sobre lo mismo, pero carecen del manejo del idioma y demás. Entonces ya no es un problema de discusión intelectual si es o no terminar el bachillerato. Pongámonos en la realidad, pensemos en Europa cuando terminó la guerra, no se discutieron teóricamente las técnicas constructivas para levantar los edificios, los soldados con los uniformes todavía sucios de sangre los empezaron a levantar.

En este momento estamos tratando de hacer eso, y eso no significa una rebelión. Me asusta... no me asusta, yo no me asusto en general, pero me preocupa que algo tan sencillo, que debería ser lo normal, sea una cosa excepcional. Eso me da la pauta de que las cosas están más graves de lo que yo a veces aprecio, y no soy tremendista, soy sumamente positiva.

EC - Volviendo al reglamento: pasando en limpio, ¿van a interpretar de una forma esas disposiciones, o las van a cambiar?

GB - Algunas las vamos a cambiar, por supuesto las vamos a cambiar en forma colectiva y vamos a hacer la propuesta a las autoridades competentes. Suponemos que nos darán una respuesta técnica.

EC - La síntesis es que van a imponer criterios más exigentes.

GB - Esa es la síntesis, porque entendemos que la inclusión se logra por la exigencia, no por la facilitación. La facilitación o el facilismo llevan a lo contrario, a la estratificación del sistema de clases. Dentro del liceo Bauzá ya vemos una estratificación del sistema de clases, no olviden que el 7 % de la población del oeste tiene apenas algún nivel universitario; no digo que por ahí esté toda la solución, pero ya notamos una estratificación que es lo que lleva a la pérdida de la República. Y cuando pueden pagar, van a colegios privados, sabiendo que los profesores son los mismos, pero hay una creencia de que la contención es mayor.

EC - ¿La autonomía de los centros educativos habilita un paso como el que ustedes están dando? Se lo pregunto porque veía declaraciones en Últimas Noticias del secretario general del Ministerio de Educación y Cultura, Pablo Álvarez, que señalaba: "Una cosa es realizar desde la dirección proyectos que favorezcan la modalidad de aprendizaje y la vida institucional de los jóvenes, y otra es plantear que no van a respetar los reglamentos existentes en materia de currículo y de faltas".

GB - Con todo respeto a Pablo Álvarez, voy a contestar porque es una autoridad en el país, pero a mí no me puede dar directivas, mientras esté esta Constitución vigente me pueden dar directivas el Codicen y el CES. Yo no camino al borde de la Constitución, si se quiere modificar el modelo, primero modifiquemos la Constitución.

EC - Usted fue citada por el CES después de hacer estas declaraciones.

GB - Si me permite voy a hacer una aclaración: yo nunca hablé de cambio de currículo, porque no soy una inconsciente, soy una persona sumamente racional. Yo no puedo tocar el currículo. Y lo que más me molesta es que dije desde el principio que no podíamos tocar la currículo, más allá de que vamos a hacer una propuesta alternativa al Consejo, porque en esta tercera posición lo que queremos demostrar es que hay una propuesta de alternativa y que está en el propio sistema, no hay que ir muy lejos para ir a buscarla, no somos corporativos todos, no estamos todos por la lucha de poder. ¿Por qué se interpreta que porque queremos hacer algo distinto es una rebelión, se nos inventan cosas que no dijimos? Porque en el reportaje de Búsqueda, al contrario, dije que no podía tocar el currículo, y dije que ese era uno de los problemas fundamentales.

EC - Pero el reglamento sí lo van a tocar. ¿Pueden tocar el reglamento? ¿Qué análisis hacen? ¿Qué les dijo el CES sobre la idea de modificar el reglamento en el Bauzá?

GB - A mí se me citó en forma personal y se me preguntó si yo ratificaba o rectificaba el contenido del artículo de Búsqueda del jueves pasado. Yo ratifiqué, haciendo la aclaración de que la palabra "rebelión" es una titulación de la prensa que respeto, cada uno sabe lo que hace, pero que el espíritu de la crítica era correcto. No se me hizo ningún otro comentario, nada. Contesté esa pregunta y me retiré. Dije que el trabajo no era clandestino –ya bastante había trabajado en la clandestinidad en la dictadura–, están todos los biblioratos en los que están todos los trabajos, cualquiera puede acceder, los inspectores, los consejeros, así que acá no hay nada oculto, hay actas de las reuniones de coordinación.

EC - ¿Cómo conciben el procedimiento? ¿Redactan las variantes al reglamento del liceo Bauzá, y una vez que esté pronto lo emiten al CES para que le dé el visto bueno, o directamente empiezan a aplicarlo?

GB - No podemos dejar de rehenes a los estudiantes, eso es clarísimo. No puede haber un reglamento stricto sensu para los alumnos del liceo Bauzá mientras los demás siguen en la misma situación. Seríamos absolutamente soberbios, y los profesores no lo son, y yo menos, si lo fuera me habría quedado en el cargo de confianza. Lo que vamos a hacer, y lo estamos haciendo, es una interpretación cualitativa diferente, estamos haciendo un proyecto de alternativa que vamos a someter a la aprobación de todo el equipo de docentes del Bauzá y vamos a hacer una propuesta alternativa.

EC - Entonces no lo empiezan a aplicar ya, dependen de lo que diga el CES.

GB - Ya estamos aplicando muchas cosas, ya estamos aplicando el nivel de exigencia, la interpretación cualitativa, el análisis personalizado en las pruebas diagnósticas. La coordinación real de tareas que atraviesa todas las asignaturas, que muchas veces se convierte en espacio vacío, se está aplicando desde ya, y se va a hacer una evaluación en julio. Y simultáneamente se está elaborando. Basados en la autonomía vamos a aplicar algunas cosas más, y el Consejo nos dirá, supongo que habrá un seguimiento técnico. Parto de la base de que todos estamos en el mismo sentido, por más que tengamos posiciones discrepantes.

***

EC - Otra línea de acción que ustedes han anunciado es que dan clases de nivelación hasta julio para contrarrestar el déficit con el que llegan los alumnos procedentes del ciclo básico. Esto no está establecido en bachillerato.

GB - Sí, está, es una línea estratégica que profundizamos. Cuando se hizo la Reformulación 2006 se dieron horas remuneradas para coordinación institucional, es un día a la semana en que nos reunimos a contraturno todos los docentes del turno para coordinar las políticas generales. Además a los docentes, según la carga horaria que tienen, les dan horas de coordinación interdisciplinar, que se van perdiendo si no se controla, se han transformado en un aumento de salarios encubierto.

EC - Ustedes van a aprovechar esas horas.

GB - Las estamos aprovechando. Uno de los biblioratos que usted tiene acá sobre la mesa son las actas y los trabajos que se están haciendo en esas horas de coordinación. Son obligatorias, son remuneradas.

EC - ¿Los docentes aceptaron sin inconvenientes?

GB - Perdón, ahí sí que me habría enojado con los docentes y habría aplicado al reglamento que corresponde, que es el estatuto. Antes los trabajos colectivos eran más difíciles porque eran horas no remuneradas, pero de la Reformulación 2006 hay que rescatar cosas positivas, por ejemplo las horas de coordinación. Los docentes aceptan, están con un nivel de compromiso que cualquiera que lea los documentos y los trabajos puede ver. Hay que controlar estrictamente al principio, porque están muy desesperanzados. Es darles los espacios para que puedan hacer lo que saben hacer.

EC - ¿Ha tenido contacto con directores de otros liceos? ¿Cabe la posibilidad de coordinar acciones entre distintos institutos en la línea que usted está dando a conocer?

GB - Yo me reintegré recién después de seis años. Todavía no me reintegré a la Sala de Directores, por razones obvias de tiempo. Muchos directores de mi generación se fueron jubilando, y algunos me dicen ¿por qué no te jubilás y te vas, que lo único que vas a tener es problemas? Entre los nuevos hay muchos directores comprometidos, pero yo todavía no he iniciado algo de coordinación, porque primero hay que consolidar y ver en qué nos vamos a equivocar –nos vamos a equivocar en muchas cosas– en el Bauzá. Pero he recibido, sí, muchas llamadas y muchas ayudas en cuanto a orientación, que por supuesto no voy a mencionar.

EC - Le voy a hacer llegar todo el tráfico de mensajes de la audiencia que hemos recibido durante esta entrevista. Una abrumadora mayoría de ellos elogia la actitud que ustedes están adoptando. Por ejemplo, hay gente que dice "recupero la esperanza", ese tipo de opiniones.

Pero también hay objeciones. Le leo un mensaje que llegó temprano cuando yo anuncié esta nota. Dice Gustavo de Canelones: "Cuando entreviste a la profesora Bianchi, piense en lo anárquico e inadmisible que resultaría que todo director mediático y confrontativo impusiera sus criterios. No estoy pidiendo que no informen, sino que tengan responsabilidad ante actitudes argentinizantes".

GB - Con todo respeto a los hermanos argentinos, lo que queremos es justamente no argentinizarnos en lo negativo. No somos ni confrontativos ni anárquicos, al contrario.

EC - ¿Es mediática usted?

GB - No.

EC - De hecho ha aparecido bastante en los medios desde el año pasado.

GB - Con total honestidad, respeto mucho a la prensa, tuve muchas oportunidades de salir a la prensa en mi primera etapa de dirección, cuando teníamos problemas de ocupaciones, y jamás lo quise hacer. Pero había mecanismos, canales institucionales para que las cosas se fueran desarrollando con normalidad, fueran del tipo que fueran, incluso sentarme a discutir con el profesor Rama sobre cosas en las que yo discrepaba mucho, y era una simple directora de un liceo. En este momento no veo esos canales, de pronto es incapacidad mía, pero yo no los siento.

EC - Salir a los medios ha sido la alternativa que le quedó.

GB - Entre otras cosas. Pero en realidad son los medios, porque ¿por qué se detonó esto de Búsqueda del jueves? Porque yo me levanté y me fui de una reunión a la que el Consejo había citado a los directores de los bachilleratos que entendí que era ofensiva a la más básica formación profesional que cualquiera de nosotros tiene. Dije muchas cosas –tal vez un poco más fuertes porque estaba entre compañeros–, respeto las jerarquías, porque en los equipos también hay jerarquías, pero entendí que aquello era absolutamente falto de contenido ante la realidad en que estamos, y me levanté y me fui. Con total honestidad, yo no busco a la prensa, eso tuvo repercusiones. Cuando renuncié, renuncié en un expediente, pero alguien –que por cierto no fui yo– hizo trascender el expediente, y cuando me vienen a preguntar contesto. No tengo canales para estas cosas; mejor dicho, los que yo creí que había no me escucharon.

***

Transcripción: María Lila Ltaif