Entrevistas

Gobierno toma medidas para proceder al traslado obligatorio de personas en situación de calle

Gobierno toma medidas para proceder al traslado obligatorio de personas en situación de calle

La ola de frío que azota al país provocó en lo que va del año la muerte de cinco personas que vivían en la calle. Ante esta situación, el presidente José Mujica reclamó mejorar los planes para atender a ese sector de la población. Entrevistada por En Perspectiva, la ministra de Desarrollo Social, Ana María Vignoli, indicó que las brigadas del ministerio fueron reforzadas con médicos para que determinen los casos en que deba procederse al traslado obligatorio de esos individuos a establecimientos públicos, ya que la normativa vigente habilita tal posibilidad. Los afectados por esta medida no serán ingresados a los establecimientos habituales sino a "locales con personal especializado" que serán "específicos para este grupo de gente que tiene patologías y adicciones", explicó la jerarca. "No van a quedar internados, van a estar por la noche, por ahora, y luego si la quieren salir van a poder hacerlo, y si se quieren quedar van a poder quedarse", puntualizó. "El objetivo es que esos ciudadanos se independicen, logren un medio de subsistencia y puedan vivir de una forma más adaptada a lo que la sociedad quiere y espera de todos", subrayó.


(emitido a las 10.11 Hs.)

EMILIANO COTELO:
¿Persuadir?, ¿obligar? ¿Cómo debe actuar el Estado ante las personas que, pese a los rigores del invierno, insisten en seguir viviendo a la intemperie aunque se les ofrezca un refugio? ¿Y nosotros qué debemos hacer?, ¿de qué forma ayudamos más?

Seguramente estas son algunas de las preguntas que ustedes se han hecho luego de conocer que en el fin de semana ocurrió un nuevo fallecimiento por hipotermia, el quinto en lo que va del año. Se trata de un hombre de unos 59 años, que solía dormir en una esquina en la zona del Cordón y que aún no ha podido ser identificado.

En la actualidad, unas 800 personas asisten a los 17 refugios que hay en Montevideo y que aún tienen cupos libres. Sin embargo, otras 650 continúan durmiendo en la calle.

Ayer el Consejo de Ministros resolvió reforzar las brigadas del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) que recorren los distintos barrios para asistir a estas personas, agregándoles médicos y psiquiatras. El objetivo es persuadirlas, más de lo que se hacía hasta ahora, para que vayan a un refugio y evitar así una muerte más.

¿Cuánto cambiará eso la situación actual? ¿Se evitará una nueva víctima por el frío? ¿Cómo entiende el Gobierno que debe colaborar la sociedad cuando ve a una persona durmiendo en la calle?

Vamos a charlar de estos temas, que ayer fueron discutidos en distintos espacios durante el programa (*), con la ministra de Desarrollo Social, Ana María Vignoli.

En primer lugar, ¿es correcto que el presidente José Mujica se manifestó muy desconforme ayer con la actuación del ministerio en este asunto?

ANA VIGNOLI:
Más que desconforme, diría que planteó una gran preocupación y la duda que existe siempre, cómo podemos profundizar y mejorar los planes que tenemos para atender determinadas poblaciones, en este caso las que todavía se mantienen en calle. Una gran preocupación que fue motivo de intercambio entre todos los ministerios para revisar, ver o valorar qué es lo que se ha hecho hasta ahora y cómo podemos mejorar en este sentido o tomar algunas otras medidas, porque también está en discusión la ley que propone la senadora Mónica Xavier. Todo eso está siendo objeto de análisis y discusión, y también llega al Consejo de Ministros, y es motivo de preocupación del presidente y nuestro desde siempre.

EC - Veía la crónica de Últimas Noticias sobre la sesión de ayer del Consejo de Ministros que dice que en la primera ronda que hacen los ministros, cuando cada jerarca reporta los temas de su área y realiza los planteos y consideraciones que entiende oportunos, usted no habló de este problema de la gente en la calle y las muertes por frío, y que eso cayó mal entre sus colegas. ¿Puede ser?

AV - Eso no me lo manifestó nadie y no fue exactamente así. En esa ronda de información lo primero que dije fue que estaba enterada –porque yo había viajado el lunes anterior por la noche– de una reunión que se había realizado en Presidencia con la gente encargada de refugios y de situación de calle, y de que se habían tomado algunas medidas. Lo mencioné y pasé a informar sobre mi actividad en el exterior, porque viajé a la reunión de ministros de Desarrollo Social en el Mercosur, en la que sucedieron dos cosas importantes, que fueron la aprobación del Plan Estratégico de Acción Social en todo el Mercosur y la presidencia del Instituto del Mercosur, y firmamos un convenio de cooperación con Paraguay. Era una información importante, todos los ministros informamos sobre nuestra actuación en el exterior cuando vamos a reuniones de carácter internacional, en este caso la comisión de los ministros de Desarrollo Social del Mercosur. Pasé a informar eso, pero nadie se refirió al tema, se siguió hablando de otros temas, hasta que el presidente planteó fuertemente su preocupación con respecto a esto.

EC - Las fuentes que participaron en la reunión dicen que hubo una encendida intervención del presidente Mujica, que incluso llegó a ordenar que se proceda a la internación compulsiva de las personas que están en situación de calle. ¿Es así?

AV - Hubo intercambios, sí. Mujica tiene su forma de expresar las cosas, y sí, fue fuerte su intervención, sobre todo planteando esta preocupación, que comparten algunos otros ministros y nosotros, por supuesto. Se intercambió sobre qué medidas tomar, quién iba a coordinar esto, quién se iba a hacer cargo; de ahí salimos de la conferencia de prensa a informar cuáles eran las medidas que se iban a tomar o que se estaban viendo entre todos. Posteriormente llegamos al ministerio y convocamos a una reunión urgente a todos los ministerios a las cuatro de la tarde, en la que comenzamos a evaluar cómo encarar un tema que es muy difícil, que es ayudar u obligar a la gente que queda en calle, que es la que tiene una situación más difícil, porque sufre patologías psiquiátricas importantes o adicciones, que es más difícil de convencer de que cuide su salud, cuide su vida y entre a un refugio para pasar la noche en una situación mejor.

EC - Da la sensación de que hay un cambio, de que a partir de ayer, de esa reunión del Consejo de Ministros y de ese planteo fuerte del presidente de la República, hay una especie de autocrítica: no hemos estado actuando de manera suficientemente contundente y vamos a cambiar a partir de ahora. ¿Es así?

AV - No es tan así, yo no digo eso. El Mides ha actuado en la situación de calle de los uruguayos desde el 2005. Todo esto empezó con el Frío Polar de la Intendencia, el gobierno frenteamplista desde el comienzo tomó el tema de la gente en situación de calle y ordenó dispositivos importantes como los que se hicieron en aquel momento con el Frío Polar, en los que participaron todos los funcionarios de la Intendencia –yo en ese momento era funcionaria de la Intendencia–. Hoy en el Mides estamos haciendo un trabajo que es cotidiano, tenemos dos brigadas que salen por la mañana y por la noche y que tienen un contacto estrecho con la gente en situación de calle.

EC - Rosario quiere hacerle una pregunta.

ROSARIO CASTELLANOS:
Mi pregunta viene a cuento de en qué medida usted considera que tal cual está organizado hoy el sistema de refugios es abarcativo de todas las situaciones. Hoy estuve en el refugio que se abrió con motivo de este frío en particular, y por ejemplo no se admite que ingrese una persona alcoholizada o con mascota. Todos sabemos que esta puede ser la situación de muchos, y posiblemente de muchos de los que están en peor condición, en la medida en que es probable que esa condición sea la que los vuelve más vulnerables. Y además la mascota.

AV - Eso está resuelto desde hace tiempo.

RC - Para las mascotas existe un refugio, que es para 30 personas, en Don Orione, en el cotolengo; estamos hablando de avenida de las Instrucciones.

AV - Allí hay lugares disponibles.

RC - Pero son 30 y quedan en aquel punto. Yo me planteo esa situación y que la única puerta de entrada es en la calle Convención, que es además una condición sine qua non, yo estuve en momentos en que la persona que había sido recogida por la cuadrilla preguntaba en la mañana qué hacía esa noche y le contestaban "ahora tienes que ir a la puerta de Convención".

EC - ¿Cómo es eso? Una persona que ya había pasado la noche en un refugio...

RC - ...La había levantado una de esas brigadas, pasa la noche, pero al día siguiente tiene que ingresar al sistema por la única puerta de entrada. Es decir, esa persona se va a tener que desplazar en ómnibus o caminando, si no tiene para el boleto, hasta la calle Convención y registrarse. ¿Por qué no se amplía ese registro? Porque el gesto me dio la pauta de que esa persona a Convención no va a ir, en todo caso va a volver a esperar que la pasen a buscar, con lo cual se vuelve ineficiente el sistema. A eso me refiero, ¿en qué medida no hay que revisar la fórmula para que sea más abarcativa y más eficaz?

AV - Cuando digo que en este momento estamos reforzando, es en ese sentido. Hasta ahora cuando el ciudadano no quería ir al refugio, lo que hacíamos era brindarle comida, abrigo en el lugar. A veces las brigadas se encargan incluso de los trámites personales, si le falta documentación; si tiene derecho a la pensión y no puede tramitarla, la brigada constata que no puede hacerlo y colabora en hacer los trámites e incluirlo para brindarle los servicios a que tiene derecho. El equipo lo hace permanentemente, los conoce con nombre y apellido y por los apodos, hay un conocimiento muy profundo de los ciudadanos que están en calle. Hoy lo que estamos haciendo, a partir de la preocupación del presidente, del Consejo de Ministros y nuestra, es reforzar estas brigadas con personal especializado, psiquiatras y médicos, porque son ciudadanos que necesitan de un psiquiatra o un médico que interprete y analice exactamente cuál es su situación. Eso fue lo que acordamos ayer en la reunión de ministros en nuestro ministerio.

La puerta de entrada única tiene que ver con centralizar los datos y la atención. Descentralizarla no es fácil, porque eso requeriría de mucho más personal y de locales apropiados, porque en esa puerta de entrada se hace un primer contacto con la persona, las entrevistas con la gente en la calle llevan tiempo.

EC - ¿Es realista pensar que la persona va a ir efectivamente a un determinado lugar de Montevideo que es el que el ministerio pudo disponer?

AV - Muchas veces la trasladamos nosotros, tenemos vehículos. En esto de reforzar vamos a contar con más vehículos que va a prestar el Ministerio de Defensa Nacional (MDN). En la reunión de ayer resolvimos, ante la preocupación planteada, atender con una mayor especificidad a una población que es específica, que no es la común y corriente que llevamos a los refugios. Incluso vamos a abrir locales específicos, no vamos a llevar a esta población a los refugios, porque los refugios ya tienen una dinámica y una forma de trabajo con los 800 que están hoy, y no son adecuados para esta población, porque probablemente se nos generen más problemas o necesitemos personal más especializado. Por lo tanto los locales que vamos a abrir ahora son específicos para este grupo de gente que tiene patologías y adicciones específicas.

EC - ¿En especial va a haber más plazas para estas personas que dicen "yo no voy si no puedo llevar mi perro, mi gato, mis pertenencias"? ¿Se va atender ese tipo de reclamos que muchas veces terminan siendo determinantes?

AV - Por ahora reitero que la información que tenemos es que hay plazas en Don Orione para seguir ingresando ciudadanos que tengan mascotas. Cuando se llenen los cupos de Don Orione veríamos de lograr otras plazas. Estas que estamos abriendo son específicas para esta población que tiene problemas más graves que los demás, no vamos a hacer estas actuaciones para llevarla a los refugios que tenemos desde hace tiempo, que tiene el Mides desde el 2005.

***

EC - Dicen desde la audiencia que la noticia de esta quinta muerte circuló por el mundo. "Tengo familiares en España, me llamaron para contarme que la noticia sobre Uruguay había sido la gente en situación de abandono que moría de frío en Montevideo".

Concretamente, ¿cómo se va a proceder ahora? ¿Efectivamente se llega a obligar a estas personas a dejar la calle y dormir en un refugio o en algún otro tipo de local del Estado?

AV - En primera instancia, como le decía, tuvimos una reunión en la que participaron todos los ministerios y el Sistema Nacional de Emergencia (SNE), por lo tanto estuvieron el Ministerio del Interior (MI) y el MDN, el Ministerio de Turismo y Deporte (MTD), que nos cedió tres locales que van a empezar a funcionar, seguramente entre hoy y mañana. El MDN siempre ha colaborado con nosotros con locomoción, con la preparación de la comida para los refugios, y el MI ya colabora con el Mides. Una de las cosas que siempre destacamos es que el Mides nunca trabaja solo, siempre trabaja con los otros ministerios, porque los problemas son multicausales, no tienen una sola causa ni se pueden resolver desde un solo lugar. Ahora las brigadas van a salir con más personal médico y psiquiátrico y acompañadas de policías por si se presenta alguna situación que exija la intervención de un policía.

EC - Dos puntualizaciones. Hasta ahora ya iban médicos y psiquiatras.

AV - Sí, pero no teníamos la cantidad suficiente como para obligar a la gente. Hoy estamos pensando en exigirle ingresar a los refugios.

EC - ¿De qué manera juegan allí los médicos y psiquiatras?

AV - En primer término vamos a continuar con esta política de persuadir, pero como vamos acompañados del médico y el psiquiatra, estos van a intervenir para definir si la persona tiene que ir obligada a uno de estos locales nuevos, no vamos a ingresarla a los refugios que tenemos desde hace mucho tiempo. Ya intervienen, sí, por eso digo que no es que vayamos a hacer cosas distintas, sino reforzadas. Reforzamos locales, reforzamos la actuación de los ministerios, del MI y del MDN, y de ASSE, que va a poner los equipos técnicos; también va a participar el SNE.

EC - ¿Con qué marco legal se procederá a obligar a alguien cuando concurra a un refugio o a otro tipo de local del Estado?

AV - Hay una ley de 1936 que permite internar compulsivamente a una persona con problemas psiquiátricos si se cuenta con la firma de dos médicos. Eso también lo estuvimos hablando ayer en la reunión, y hoy vamos a realizar otra en la que vamos a ajustar los detalles de participación de cada uno de los ministerios y de los responsables, porque el Mides tiene el objetivo establecido por ley de coordinar políticas sociales y políticas públicas, pero lo hacemos entre todos. Eso fue lo que se definió en el consejo ayer, el Gobierno asume que debido a los cambios climáticos la situación se agrava y debemos tomar algunas medidas que hasta ahora no habíamos tomado, no llevábamos obligada a la gente a los refugios.

EC - Hasta ahora no se llevaba a la gente obligada a los refugios.

AV - Obligada, no.

EC - Y ahora, usted dice que al amparo de la ley Nº 9.581, del año 1936, en los casos de enfermos psiquiátricos, previa evaluación de médico y especialista, se procederá a obligar a la persona a dejar la calle e ir a parar ¿a dónde?, porque la ley –la tengo en la mano– habla de internación en establecimientos psiquiátricos, no en refugios.

AV - Por ahora hemos definido abrir estos locales con personal especializado donde tendríamos a estas personas durante las horas que estén allí ubicadas. En algún caso la persona podrá ser internada en la Colonia Etchepare o en alguno de los lugares de Salud Pública, de ASSE, pero ahora estamos abriendo locales en los que vamos a poner equipos especializados.

EC - Esa es una disquisición importante, porque la ley que autoriza esa conducción forzada se refiere en todo momento a establecimientos psiquiátricos, y un refugio no es un establecimiento psiquiátrico.

AV - No, por eso establezco la diferencia e informamos que no vamos a internarlos o ingresarlos en los refugios que tiene el Mides desde hace muchos años. Vamos a abrir locales especiales donde van a tener un tratamiento especial porque tienen patologías que no puede tratar un personal cualquiera.

EC - En ese caso van a quedar internados.

AV - No, no van a quedar internados, van a estar por la noche, por ahora, y luego si la quieren salir a la calle van a poder hacerlo, y si se quieren quedar van a poder quedarse. El problema es que es difícil de entender para cada uno de nosotros que los ciudadanos que están en la calle se sienten libres, no quieren ingresar a un sistema de vida al que nosotros estamos acostumbrados; ellos tienen otros modos de vida, otras modalidades de convivencia entre ellos y con el resto del mundo. Sabemos que es muy difícil que eso lo comprenda cada uno de nosotros que tenemos otra forma de vida. Ellos se sienten libres en la calle.

EC - Rosario, tú querías hacer otra pregunta sobre este procedimiento que describe la ministra.

RC - Iba a hacer una pregunta en general, porque si bien en estos momentos, con cinco muertes detrás y los fríos que estamos pasando, hace crisis el sistema, lo cierto es que la situación de calle en sí es un problema que ha ido en aumento en el país, y no sé en qué medida esto que usted está diciendo ahora no es fomentado desde el momento en que se admite que como razonable que una persona se sienta libre, como lo de los niños de la calle, que se sienten mucho más libres. Mi pregunta es: ¿no se ha pensado que el sistema de refugios puede llegar a ser una forma más institucionalizada de contemplar estas situaciones durante todo el año, para que estas personas en situación de calle dejen de estarlo en una forma un poco más organizada, en locales que no se improvisan sino que quedan distribuidos razonablemente en el territorio de acuerdo con dónde se plantea el problema? Es decir, un sistema que efectivamente ataque el problema de fondo y no cuando ya es acuciante la circunstancia.

AV - Por supuesto que se ha pensado, y no solo se ha pensado, hay lugares donde tenemos a la gente las 24 horas del día. Por ejemplo, en algunos departamentos hay hogares de mujeres con niños.

Pero quiero también aclarar, porque es importante, que el objetivo que tenemos con los refugios y con la gente en calle no es institucionalizarla, no es que se mantenga en los refugios; todo lo contrario, hay población con la que se puede trabajar en ese sentido y otra que no. Con la que se puede trabajar tratamos de lograr la independencia por los medios que sea: capacitándola para el trabajo mediante los programas del Mides, el "Yo sí puedo" para alfabetizarlos, en el centro urbano que tenemos en combinación con el Ministerio de Educación y Cultura, adonde esta gente puede concurrir y tener contacto con las diferentes manifestaciones de cultura. El objetivo es que esta gente se independice, no es crear instituciones. Incluso más, en general nuestro propósito es no institucionalizar a ni adultos ni a menores, pensando en los niños que están en el marco del INAU.

La institución siempre es un lugar donde se generan problemas, se genera burocracia, se generan muchos temas que no ayudan a la gente a superar lo suyo. Y para los niños menos, los niños lo que necesitan es una familia que los contenga, un adulto que los quiera, que tenga afecto, que se lo manifieste todos los días. En general es muy difícil que las instituciones den afecto. También la gente en calle necesita afecto, necesita que nosotros todos la veamos no como tan diferente, que lo es, sino como que también ella puede tener acceso a la cultura, a leer y a escribir, a capacitarse para el trabajo. Ese es nuestro objetivo a largo plazo, pero a veces en estas circunstancias, cuando baja tanto la temperatura, se producen situaciones que remueven todo y nos hacen trabajar otra vez sobre la emergencia y olvidarnos de los objetivos a más largo plazo, que no son institucionalizar a la gente.

EC - Usted dice que los objetivos no van por el lado de institucionalizar a la gente instalándola de manera permanente en refugios.

AV - Exacto.

EC - Entiendo lo que señala, pero hay otro punto en ese abanico de posibilidades, que es lo que vemos habitualmente, que para con la gente que vive en la calle –salvo ahora en el invierno cuando se pone la temperatura tan baja y se corre el riesgo de muerte– en general se nota una especie de permisividad, y va aumentando la cantidad de gente que opta por vivir en la calle, en la vereda, en una plaza. Hay oyentes que dicen: "Cuando pase el frío, cuando termine el frío polar, volveremos a la situación anterior, y seguirá creciendo esa cantidad de gente que vive en la calle". ¿Qué dice usted sobre ese planteo de fondo? ¿Cuál es la solución? ¿Qué están haciendo en esa dirección?

AV - Es esto que estamos hablando.

EC - ¿No hay una tolerancia? ¿No se está viviendo de parte de las autoridades una tolerancia a la vida en la calle?

AV - A veces se puede ver como tolerancia y otras veces se puede ver como respeto a lo que la gente siente, piensa y quiere. En este caso es muy difícil entender cómo un ciudadano se puede sentir más libre en la calle pasando frío y viviendo de una forma que no es aquella a la que nosotros estamos acostumbrados. El ideal para nosotros es que esos ciudadanos se independicen, logren un medio de subsistencia, un ingreso y puedan vivir de una forma más adecuada o adaptada a lo que la sociedad quiere y espera de todos los ciudadanos.

EC - Puede pensarse que esa forma de vivir que esa gente elige es un derecho que choca con los derechos de otros.

AV - Claro, eso pasa, ese es el tema central de las libertades y los derechos, hasta dónde mi derecho afecta el derecho del otro.

EC - Para empezar, porque la gradación de afectación de otros derechos es muy amplia, muchas veces ocupan espacios públicos o espacios privados que no les corresponden. De ahí para arriba.

AV - En ese sentido la Intendencia de Montevideo tiene instalada una pensión social, y nosotros como ministerio aspiramos a instalar alguna otra. Es para la población que se adecua a eso, que no es toda, allí se le da al ciudadano un espacio al que pueda entrar y salir, donde pague una mínima cosa, como 30 pesos, y se autogestione en el sentido de que allí resuelve su comida, y puede entrar y salir. Ese es el ideal para la población que se adecua a ello, pero hay otra que no puede autogestionarse, que no puede lograr ni los 30 pesos, que no genera un mínimo de subsistencia; esa es la que ahora estamos abordando y viendo si hay que ingresarla obligatoriamente o no, y si vamos a utilizar la fuerza para eso, para tenerla durante un tiempo, lo que dure este invierno crudo.

Ayer también aclarábamos que no estamos en desacuerdo con que la gente se solidarice, los vecinos, y les alcance comida y abrigo, porque la solidaridad es lo que buscamos todos los días.

EC - Ese es un tema que despertó mucha polémica, esas recomendaciones del Mides y de la Intendencia en cuanto a no prestar asistencia porque de esa manera se estaría fomentando la presencia de la gente en la calle.

AV - Nosotros no queremos cortar la solidaridad, lo que les pedimos a los ciudadanos uruguayos, a los vecinos, es que colaboren en convencer a estos ciudadanos de que la mejor forma de cuidar su salud es ingresar durante la noche a un lugar que les estamos ofreciendo, no negarse. Porque los vecinos que les alcanzan comida y colchones tienen un buen vínculo con ellos, y eso también es imprescindible, es lo que buscamos nosotros. Las entrevistas que realizan nuestras brigadas son largas, de media hora o 45 minutos, no son entrevistas de 10 minutos. En ellas nuestras brigadas alcanzan a conocer profundamente la historia de cada uno de ellos, qué fue lo que los llevó a la situación de calle, que en cada caso es distinto. Yo siempre menciono el caso del médico que perdió a su familia en un accidente de tránsito y sufrió un problema psicológico que lo llevó a estar en calle. Ahora yo estaba en un comercio y algunos vecinos me comentaban de una maestra que tiene una pensión y sin embargo se mantiene en la calle, no va a cobrar la pensión. Son situaciones de vida que llevan a la gente a la calle, y no siempre tienen que ver –sobre lo que también me preguntaba la prensa ayer– con problemas de carácter económico, son otros problemas.

EC - Una cosa chocante que ha tenido esa serie de recomendaciones del ministerio y la Intendencia de no prestar ayuda a estas personas es que el argumento es que de esa forma se las estaría casi estimulando a quedarse, o no se las estaría desestimulando, cuando por otro lado hay gente que entiende que los propios organismos públicos encargados del tema son demasiado tolerantes con estas personas y de algún modo propician la vida en la calle.

AV - Estas cosas son las más discutibles, ahí estamos en esto de la tolerancia o el respeto, cuánto puede vulnerar nuestros derechos el derecho de ellos, dónde está la libertad de ellos y dónde está la nuestra. En todo eso estamos siempre en un límite, por eso hablamos de tener un marco legal para poder ingresarlos por la fuerza. Reitero: el esfuerzo del Mides va a ser acompañado por los otros ministerios, de Salud, del Interior, de Defensa, por el Gobierno en su conjunto, para ver si podemos empujar un poco más a estos ciudadanos a que se cuiden y logramos que ingresen a los nuevos locales que estamos abriendo con nuevos equipos especializados.

EC - Se lo digo porque muchas de esas personas que ahora reciben la recomendación de no ayudar a quienes viven en la calle han hecho reclamos para que se retire a personas que ocupan espacios públicos o espacios privados y no reciben de las autoridades la respuesta correspondiente.

AV - Claro, eso lo entiendo, hace pocos días concurrimos con el director de Integración Social, Sebastián, a una convocatoria del Concejo Vecinal 1 de la Ciudad Vieja, donde hay varios casos, y allí intercambiamos con los vecinos, con los concejales, fue muy interesante la reunión. Allí hay vecinos que trabajan en lo social en forma honoraria con varios de los grupos de gente que está viviendo en peores condiciones en la Ciudad Vieja. Ellos nos informaron de algunos lugares donde la gente está instalada, y las brigadas concurren, los 500 que están en la calle son conocidos por los funcionarios del ministerio, sabemos cuál es la causa que los llevó a la calle, sabemos cómo se llaman, conocemos los apodos y conocemos profundamente la situación. Hoy estamos reforzando el apoyo médico y psiquiátrico y los locales para darles un lugar, si lo aceptan, y si no, veremos cómo se presenta la situación.

EC - Pero cuando no se trate de un enfermo psiquiátrico, ¿con qué herramienta legal se lo va a obligar a salir?

AV - Tenemos herramientas legales, esta que le digo de 1936, que se puede utilizar con la firma de dos médicos.

EC - Esa es solo para psiquiátricos; ¿y cuando no se trate de enfermos psiquiátricos?

AV - Vemos. En general la información que tienen nuestras brigadas es que todos tienen alguna afección psiquiátrica.

RC - Pero usted conoce el caso, por ejemplo, muy frecuente, de los cuidacoches en el Centro y la Ciudad Vieja, que por no alejarse demasiado del lugar de trabajo quedan durmiendo en cualquier zaguán. Es gente joven, gente que posiblemente no tenga riesgo de vida, pero que así y todo está viviendo en condiciones infrahumanas. Y no solo ellos, muchas veces están afectando derechos ajenos. ¿Hay alguna chance de sacar efectivamente a esa persona de la calle, más allá del convencimiento?

AV - Ya tenemos cuidacoches en nuestros refugios, hace muy pocos días coordinamos una reunión de trabajo que todavía no se realizó con inspectores de tránsito de la Intendencia que están preocupados por esta situación. Nos juntamos en un espacio y nos comunicaron que quieren trabajar con el Mides para ver qué se hace con los cuidacoches, no en general sino con aquellos que están la calle. Nosotros tenemos cuidacoches en los refugios, hay otros que no van todavía, por eso la preocupación y el interés de trabajar juntos con los inspectores de tránsito de la Intendencia.

EC - Ahí tiene el caso de una persona que si esta noche no quiere ir a un refugio en principio no hay herramienta legal con la cual obligarla.

AV - Ayer algunos de los médicos que participaron en la reunión entendían que con las herramientas legales que hay hoy alcanza para obligarlos a ingresar a los refugios. Esta tarde a las cinco cuando nos juntemos otra vez vamos a terminar de afinar eso, de definirlo y de afinar la metodología de trabajo y el procedimiento que vamos a utilizar.

RC - ¿Quiere decir que toda persona en la calle, por el solo hecho de resolver eso, ya estaría en una condición psiquiátrica particular?

AV - No, por eso van médicos y psiquiatras; yo soy trabajadora social, no puedo determinar eso. Pero nuestras brigadas ya cuentan con psiquiatras y tenemos el dato, está comprobado, que la mayoría tiene algún problema psiquiátrico.

EC - De todos modos, se supone que dentro de unos días estará pronto el proyecto de ley que hoy se vota en el Senado, el que propuso la senadora Xavier y que ha tenido modificaciones de la oposición, y que establece otra posibilidad: que se conduzca de manera obligatoria a aquellas personas que se encuentren en situación de intemperie completa con riesgo de graves enfermedades e incluso de muerte.

AV - Sí, supimos que ayer lo aprobó la Comisión de Población y Desarrollo y que va a ir al Senado. Si se aprueba, tendremos un instrumento más. El tema es que acá también están en juego los derechos humanos, lo decíamos ayer en la conferencia de prensa que se hizo en el séptimo piso del ministerio. Todo el procedimiento que se realice, la actuación y cómo culmine, está, nosotros pretendemos que esté, en el marco del respeto a los derechos humanos.

***

Transcripción: María Lila Ltaif



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