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Palestina solicitará que se lo reconozca como estado independiente y miembro pleno de la ONU

Contacto con Ana Jerozolimski, corresponsal de En Perspectiva en Jerusalén.


(emitido a las 8.46 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Mañana, viernes 23 de setiembre, será un día histórico en Naciones Unidas.

La Autoridad Nacional Palestina presentará oficialmente una petición para que se la reconozca como un estado independiente y se le acepte como miembro pleno de la ONU. Mientras tanto, Israel se opone terminantemente, alegando que ese paso viola los acuerdos ya firmados entre las partes.

Si el pedido palestino llegara a la Asamblea General, obtendría una amplia mayoría a favor. Pero primero tendría que conseguir el apoyo del Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos (EEUU) ya ha adelantado que usará su derecho al veto.

En estos días, En Perspectiva estamos incluyendo diferentes enfoques sobre esta situación. Ayer, por ejemplo, la discutíamos en nuestra Tertulia. Hoy, vamos a examinarla con nuestra corresponsal en Jerusalén, Ana Jerozolimski.

Este nuevo período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas ya ha comenzado. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abbas, ya están allí. ¿Está claro qué es lo que se espera para hoy y mañana? Te lo pregunto porque se han mencionado distintos escenarios.

ANA JEROZOLIMSKI:
Es verdad, y sigue habiendo cierta confusión. Por un lado, hace algunas horas, en un informe de último momento cuya fuente era el periódico británico The Guardian, se dijo que los palestinos habían aceptado postergar la votación en el Consejo de Seguridad por unos meses. Luego salió uno de los miembros de Al Fatah –que es uno de los participantes en la gran delegación palestina en Naciones Unidas que viajaron con el presidente Abbas– que dijo que los palestinos están decididos a presentar la petición, que mañana el presidente Abbas hablará ante la Asamblea General y por separado entregará al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, una carta dirigida al Consejo de Seguridad en la que se planteará esta petición oficial de la que hemos estado hablando. Pero hay confusión, porque incluso si presenta la carta no es que ya mañana se vaya a votar en el Consejo de Seguridad, esto podría llevar semanas o meses. El Consejo de Seguridad tiene quince miembros, y para que se apruebe el estado palestino como miembro pleno o se lo reconozca como estado es necesario que haya una mayoría de nueve votos a favor del total de quince. Por ahora EEUU, Alemania y Colombia anunciaron que van a estar contra esa petición. Por supuesto está de por medio esa posibilidad que el presidente Obama ya le indicó al presidente Abbas, que EEUU vete la iniciativa. Está además el escenario de la Asamblea General donde la petición palestina puede tener amplísima mayoría. Pero por la carta constitutiva de la ONU la Asamblea General no tiene potestad para aceptar a un estado como miembro del organismo internacional.

EC – Lo que obtendría Palestina en la Asamblea General sería el estatus de miembro observador, ¿no?

AJ – Sí. La Autoridad Palestina ya es observador en las Naciones Unidas, pero existe la opción de pedir elevar el estatus, de ser estado observador sin voz ni voto. Para los palestinos sería una mejora desde el punto de vista político, pero no es lo que quieren ahora. Solo el Consejo de Seguridad puede aceptar a un estado como miembro y declararlo, en este caso, el país número 194 de Naciones Unidas.

EC – ¿Por qué Israel se opone a esta iniciativa palestina? Te lo consulto teniendo en cuenta, por ejemplo, lo dicho por Netanyahu hace un tiempo, cuando se pronunció a favor de la existencia de dos estados para dos pueblos. Netanyahu ha estado a favor de la creación de un estado palestino, ¿por qué ahora tiene esta postura? ¿Se arrepintió? ¿Cómo se entiende?

AJ – Él dice que no, que no se arrepintió, que la oposición no es a un estado palestino como tal que viva en paz con Israel, sino a tratar de proclamar ese estado en forma unilateral, a través de las Naciones Unidas, y no en negociaciones.

Anteayer, el portavoz de Netanyahu para la prensa internacional dijo explícitamente que no hay un cambio en la posición del primer ministro, que sigue estando a favor de esa fórmula de dos estados para dos pueblos. Lo que dijo en aquel discurso –que se consideró histórico por ser miembro de un partido conservador, el Likud– es que esto debe hacerse a través de la ONU, porque la ONU no puede solucionar los problemas que las partes deben resolver en la mesa de negociaciones.

Y el portavoz de Netanyahu dijo algo que a mí me pareció más interesante todavía, porque lo del estado todavía se menciona más. Dijo: "Como representante oficial de Israel, en mi calidad de portavoz del primer ministro, digo aquí que Israel reconoce el vínculo histórico del pueblo palestino con esta tierra, reconoce el derecho a que tenga un estado. Pero lamento, lamenta el Gobierno, lamenta el primer ministro, que los palestinos nunca se hayan acercado a expresar algo similar diciendo que reconocen el vínculo histórico del pueblo judío con esta tierra". Aquí ya entramos en matices en los que se podría profundizar durante un largo rato.

EC - ¿Y cómo reaccionan los ciudadanos israelíes ante esta instancia que se está viviendo?

AJ – El común denominador es que todos –izquierda, derecha, quienes están a favor, quienes están en contra- consideran que sería mejor que esto saliera en negociaciones. Evidentemente también hay gente que de fondo se opone a un estado palestino, sea por ideología o por consideraciones de seguridad. Pero en general, más allá de las diferencias entre izquierda y derecha, todos dicen que las negociaciones serían el marco más lógico, el más natural, para que se llegue a un acuerdo y así pueda funcionar un estado palestino que no sea una imposición desde afuera.

Después de este común denominador hay diferencias, no solo por el tema de izquierda y derecha. Diferencias en cuanto a quién se considera como responsable del estancamiento. Si bien mucha gente de la oposición critica a los palestinos, porque casi desde que asumió Netanyahu se rehusaron a volver a la mesa de negociaciones, también critican al Gobierno de Netanyahu alegando que no presentó una iniciativa ordenada, que no creó el ambiente necesario para volver a las negociaciones. Y del otro lado están quienes dicen que toda la culpa la tienen los palestinos.

Pero hay algo interesante al respecto: ayer recibí los datos de una nueva encuesta que se hace en forma periódica -es un lugar muy serio, el Centro para el Avance de la Paz en el Instituto Truman de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que lo hace conjuntamente con un centro de investigación política de Ramala- sobre las posiciones de israelíes y palestinos en el proceso de paz. Ayer llegó la nueva encuesta, la cual indica que el 88% de los palestinos está a favor de presentar esta petición a la ONU y que el 70% de los israelíes, independientemente de quién creen que es más o menos responsable del estancamiento actual, consideran que si la ONU reconoce al estado palestino, el gobierno israelí tendría que aceptar esa resolución y negociar con los palestinos para ver cómo implementarla.

EC – Ahora, en estos días, más allá de lo que ocurra en la sede de las Naciones Unidas, hay otra discusión sobre qué puede implicar lo que está tramitando la Autoridad Nacional Palestina como consecuencias en la región, en el Medio Oriente. ¿Por qué por ejemplo se llega a hablar del peligro de violencia?

AJ – Yo creo que es una cuestión de interpretación, no es una verdad matemática. Mi interpretación es que al haber creado la Autoridad Palestina tantas expectativas –no de que mañana va a haber un estado, pero unas expectativas muy altas referentes al eventual reconocimiento, dando a entender a mucha gente que en la práctica van a tener algo diferente–, cuando eso no se concrete por el simple hecho de que en el terreno es necesaria la coordinación con Israel, así como las expectativas fueron tan altas, la desilusión puede ser tremenda y eso en manos de radicales puede ser problemático.

Hay que destacar que la Autoridad Nacional Palestina oficialmente dice que se opone a la violencia, a mí me lo dijo por ejemplo el canciller palestino en una entrevista hace pocas semanas. Dijo que sería "como dispararnos un tiro en la pierna", o sea una actitud contraproducente que los presentaría en forma negativa ante el mundo.

Y algo que hay que destacar es que el presidente palestino, Mahmud Abbas, en su discurso desde Ramala el viernes pasado, dirigido en árabe a su pueblo, habló contra la violencia. Eso es importante como mensaje pero es contradictorio, problemático, cuando al mismo tiempo se llama a manifestaciones multitudinarias, porque eso, en principio tiene el riesgo de roce. Uno sabe cómo empiezan esos incidentes pero no cómo terminan.

EC – ¿Qué dice el movimiento Hamas en todo esto? En los territorios palestinos hay una división que está planteada. Se ha presentado un acuerdo de reconciliación entre Fatah y Hamas, que gobiernan respectivamente las franjas de Cisjordania y Gaza, pero es un hecho que las diferencias subsisten. Y quien está en Nueva York ahora, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, pertenece a Fatah, es el líder de Fatah, ¿cómo reacciona el movimiento Hamas?

AJ – Es interesante oír las reacciones de Hamas que a ojos de portavoces israelíes, que lo han dicho explícitamente, muestra cuál es la problemática de fondo. Abbas tiene una posición diferente a Hamas pero al mismo tiempo habla de la unidad nacional palestina que hay que defender. ¿A qué me refiero? EL jefe de Hamas, Ismail Haniyeh, dijo en Gaza hace pocos días que se opone a este paso del presidente Abbas, no solo porque hay incertidumbre acerca del desenlace exacto sino más que nada porque ellos comprenden que si se reconoce un estado palestino en las así llamadas fronteras del 67, la otra cara de la moneda es que se está reconociendo a Israel en esas líneas. Aunque Israel se oponga a volver a las líneas del 67, para Hamas es algo imposible reconocer a Israel con las líneas del 67. Cuando Hamas dijo aceptar crear un estado palestino en cualquier parte del territorio que se libere –esa es su terminología oficial– hay quienes lo ven como una señal de moderación. Pero en realidad, conociendo el tema más a fondo, eso significa que ellos aceptan esa etapa con la esperanza de después poder "liberar" otros territorios. Y para Hamas también el territorio soberano de Israel es territorio ocupado. Lo han dicho explícitamente: no están a favor de reconocer al estado de Israel y por eso tampoco aceptan una fórmula de la cual pueda desprenderse una exigencia de que ahí termine el conflicto con Israel.

EC – ¿Te parece factible que se vuelva a negociar entre israelíes y palestinos después de todas estas gestiones de estos días?

AJ – Sí, hay muchas presiones, no es de descartar que ahora en los corredores de la ONU esté siendo elaborada una fórmula, eso se ha dicho eso explícitamente en los últimos días, se logre por presiones de EEUU. Elaborar una fórmula que garantice que las partes vuelvan a negociar muy pronto. Netanyahu dijo antes de viajar que estaba dispuesto a encontrarse con el presidente Abbas en Nueva York. Abbas no lo descartó pero dijo que  encontrarse por encontrarse no tiene sentido, que tiene que haber algo claro.

La pregunta es si es probable que se llegue a un acuerdo. En el máximo que puede dar Israel y el mínimo que quieren aceptar los palestinos, y a la inversa, hay una diferencia abismal. Un acuerdo no sería de hoy para mañana, pero hay demasiadas presiones internacionales como para que no se vuelva a negociar. Pero hay críticos contra la posición de Netanyahu, que dicen que Netanyahu se pasa hablando de negociaciones pero no quiere lograr un acuerdo. Es una opción que considere que estar en negociación, al menos presenta una imagen más positiva y hay menos presión. Pero no importa. Al momento en que se vuelvan a sentar a negociar algo puede salir. La posición oficial de Israel es que en el gobierno están dispuestos a sentarse hasta que salga humo blanco como si esto fuera el Vaticano.

No es seguro que se logre pronto, pero hay demasiada presión internacional sobre israelíes y sobre palestinos como para que puedan permitirse no llegar a un acuerdo, lo quieran o no.

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