Fernando Amado (PC): "Bonomi tiene una obsesión casi patológica con Vamos Uruguay, Bordaberry y los medios de comunicación"
El diputado del Partido Colorado Fernando Amado interpeló en Comisión Permanente del Parlamento al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, por tres temas: la supuesta violación en el Comcar a una mujer policía por parte de otros uniformados en diciembre de 2011, los robos a turistas sucedidos a comienzos de la temporada en el este del país y la cantidad de homicidios registrados el año pasado. En diálogo con En Perspectiva, Amado sostuvo que a Bonomi "le faltó humildad" y que tiene "una obsesión casi patológica" con la visión del Partido Colorado y como los medios abordan el tema de la seguridad. Para el legislador el ministro "debería haber suspendido su licencia", para atender la situación de robos y homicidios que ocurrieron en las primeras semanas del año.
(emitido a las 7.54 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Después de más de seis horas de sesión, la Comisión Permanente del Poder Legislativo consideró anoche absolutamente satisfactorias las explicaciones del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, según surge de la moción que resultó aprobada por 6 votos en 10 legisladores presentes.
El llamado a sala había sido promovido por el diputado colorado de Vamos Uruguay (VU) Fernando Amado. El ministro fue consultado concretamente por tres grandes temas: la supuesta violación a una mujer policía por parte de otros uniformados ocurrida en el Comcar en diciembre de 2011 (un hecho que salió a luz a fines del 2012), los robos a turistas sucedidos a comienzos de la temporada en el este del país y la cantidad de homicidios registrados el año pasado con su continuación de la tendencia en las primeras semanas de este año 2013.
Estamos en contacto con el diputado Fernando Amado. Dije recién cuál fue el resultado de la sesión, cuál fue la votación, cuál fue la moción que se terminó aprobando. De su lado, como convocante, ¿cuál es el balance?
FERNANDO AMADO:
Yo dije de entrada que no iba con ninguna moción redactada y ni siquiera presenté una moción desde el punto de vista formal. Me parece que la mejor moción que puede haber es la de la gente, la de los espectadores, la de quienes siguieron el debate y les interesó informarse acerca de lo que el ministro respondió y no respondió en la instancia de ayer.
Yo llevé a cabo la interpelación sabiendo de antemano que aunque fueran satisfactorias o no, aunque el ministro dijera cualquier barrabasada, o no contestara las preguntas, igual iba a seguir siendo el ministro del Interior a partir del día de hoy, no iba a haber consecuencias políticas de ese tipo. Porque todos sabemos que el Frente Amplio (FA) tiene mayoría para sostener a sus ministros y aunque de alguna manera no haya situaciones de respuesta satisfactoria igual las manos de yeso de los legisladores del FA van a estar.
La intención de la interpelación fue generar debate, que el ministro dé la cara, que responda algunas de las interrogantes y que nos dé información, a mí, pero sobre todo no solo al miembro interpelante que en todo caso es un vehículo, sino a través de esta instancia y la herramienta de la interpelación, a la sociedad en su conjunto.
EC En cuanto a los temas que le preocupaban a usted, ¿cómo observa las explicaciones, las repuestas que el ministro dio? Por ejemplo, uno de los disparadores fue aquella serie de delitos ocurridos en la costa, sobre todo en Punta del Este, en particular algunos robos. Allí Bonomi sostuvo que el único hurto de entidad fue el que se perpetró en la joyería Brela, de la calle 20 en Punta del Este y le restó trascendencia a otros hechos que en cambio habían tenido una repercusión política y mediática grande.
Entiende Bonomi que eso fue exagerado, por ejemplo, lo que ocurrió en la casa del empresario argentino Santiago Soldati, o el robo del que fue víctima el italiano Eduard "Lapo" Elkann. Sobre el primer caso, el de Soldati, dijo que el empresario retiró la denuncia en la justicia por entender que el robo provenía de su entorno; en cuanto al segundo, que fue quizás el más espectacular, dijo que no se puede asegurar que las joyas supuestamente hurtadas a la novia de Elkann hayan entrado a Uruguay.
Y en cuanto al robo en la casa de Alejandro Bulgheroni, otro empresario argentino, se remitió a lo dicho por el propio involucrado, que en una entrevista con el diario El País reconoció que no había tomado las precauciones necesarias con sus bienes. Para usted, después de escuchar este resumen, ¿cuál es la conclusión?
FA Obviamente que la subjetividad en este tipo de cosas aparece inmediatamente, a mí lo que siempre me interesó, y por algo llevamos a cabo la interpelación e incluimos este punto al cual usted hace referencia, es la realidad de constatar que estos hurtos, robos taquilleros, porque eran a personas conocidas por su actividad empresarial, etcétera, generaron una sensación sobre todo a través de la opinión pública y los medios de comunicación, a través de los diarios no solo del Uruguay sino también de Argentina, una situación que podía, ojalá no lo haya hecho, generar una imagen devaluada del país seguro del país destino turístico seguro.
EC Sí, pero por ejemplo, sobre el robo de joyas, el robo de Elkann, se informaba que era un robo muy voluminoso, joyas por 3.5 millones de euros, pero, dice Bonomi, esas joyas no pasaron por la puerta de nuestro país ni salieron por el aeropuerto de Barajas en España, y además, cuando la víctima hace la denuncia, no incluye el robo de las joyas.
FA Yo quedé sorprendido ayer cuando el ministro Bonomi hacía referencia a este hecho porque no puedo entender cómo al tener esa información no tomó acciones y además dejó de alguna manera que la situación siguiera como siguió y que se fueran del país como se fueron. Me parece que él al tener esa información tendría que haber tomado acciones, sin lugar a dudas, tenía la obligación. Lo que pasa es que también recordemos que el ministro en ese momento no estaba en acción porque estaba de vacaciones, de licencia, y todo este tipo de cosas, tanto el ministro como el ministro interino, el subsecretario Jorge Vázquez, justamente en declaraciones en su programa, le restaba trascendencia a todas las cosas que estaban sucediendo y que no tenía razón de ser molestar al ministro por los temas que estaban pasando.
EC El argumento del Ministerio del Interior era, por más que el ministro esté de licencia hay un equipo encabezado por el subsecretario que sigue en funciones y está a cargo.
FA Ahí nosotros tenemos una diferencia importante de enfoque, no porque no creamos en el trabajo de equipo, que vaya que sí lo creemos, sino porque el ministro del Interior, el uno, el capitán de la seguridad del Uruguay que me tiene que garantizar a mí y que yo lo veo como el referente de la seguridad es el ministro del Interior y es Bonomi. Es el elegido, cuando hay un número uno ese es el número uno, por algo el otro está en el número dos, y cuando hay determinadas circunstancias creo que sin duda amerita a que más allá del trabajo en equipo el ministro sienta justamente la responsabilidad y la sensibilidad.
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EC Diputado Amado, ¿lo que usted sostiene es que el ministro del Interior, el titular de la cartera, no debe tomarse vacaciones en el comienzo de la temporada turística de verano?, ¿ese es el razonamiento? ¿O que debió haber vuelto de sus vacaciones ante los hechos que venían ocurriendo?
FA Exactamente, es la segunda cosa. Entendámonos con el tema de las licencias, el ministro del Interior por supuesto que tiene derecho a tomarse vacaciones como cualquier uruguayo, ahora, no es cualquier uruguayo, tiene la posibilidad de la discrecionalidad para tomarse su licencia, como jerarca, y por ende él es el que mide cuándo se va, si tiene que volver o interrumpir su licencia, si hay alguna situación que lo amerita, o no. Desde mí punto de vista, sin duda, lo que se demostró a principio de este año fue que el ministro Bonomi fue incapaz de sentir la responsabilidad y la sensibilidad por las cosas que estaban sucediendo. Y estas no eran solo los robos a los que estábamos haciendo referencia sino también la manutención, digamos, de la muerte de un uruguayo por día y ante estas cosas el ministro Bonomi no interpreta, no siente, que sean razones suficientes como para interrumpir su licencia, dar mensajes claros sobre algunos temas y después tomarse de vuelta otros días, eso es absolutamente discrecional.
EC Justamente, hay argumentos del ministro que ya habían sido adelantados por el subsecretario Jorge Vázquez pero que ayer se ratificaron durante la interpelación en cuanto a que en el Ministerio del Interior se entiende que esos hechos de los primeros días de enero se magnificaron, que no tenían la gravedad que la oposición les adjudicó.
Para volver la polémica más fuerte, Bonomi manejó ayer números comparativos, habló de hurtos en Maldonado y comparó enero de 2005 con enero de 2013 y dijo que en el primer caso, 2005, habían sido 949 y en el segundo, 746, o sea, había habido más hurtos en el año 2005, cuando el Gobierno era otro, cuando el ministro de Turismo era Pedro Bordaberry.
FA El que siguió la interpelación también se dio cuenta que en su extensísima intervención el ministro no hizo otra cosa también que demostrar su obsesión casi patológica con VU, con Pedro Bordaberry y con los medios de comunicación. Todo, absolutamente todas las cosas fueron culpa de los medios de comunicación que ampliaron demasiado cosas que no deberían ampliar, generaron determinada sensación térmica sobre este tipo de delitos. El ministro del Interior incluso hizo un detalle sobre las tapas que se le dedicaron a estos temas y después también parte de ese complot, parece que para desestabilizar al gobierno del Frente o al Ministerio del Interior, es coordinado con los medios de prensa y VU y Fundación Propuestas. El ministro no paró de pelearse con las cifras y con excusas, todas excusas, nosotros lo que planteamos en la interpelación de entrada fue que nosotros lo que queríamos era no discutir acerca de un número más o un número menos o a ver quién tiene la cucarda blanca, el primer lugar, sobre la exactitud, del número de homicidios por ejemplo, si es Fundación Propuestas que es afín al Partido Colorado, o si es la estadística que lleva el Ministerio del Interior, nosotros no queríamos entrar en esa y no entramos.
Lo que queríamos era un poco de autocrítica del ministro del Interior, de humildad, porque si uno escuchó las intervenciones del ministro está todo bien en este país en el tema seguridad, no hay ningún tipo de problema, está todo excelente, faltó que dijera aquella frase que pasó a la historia por [el ex presidente] Jorge Batlle, "we are fantastic", ¿no? Estamos fantásticos en el tema de seguridad y no somos capaces, o el ministro no fue capaz de tener la humildad y la autocrítica de decir "bueno, en algunas cosas estamos fallando, tenemos que seguir trabajando, no puede ser de que estemos conformes con que el 2012 se haya trasformado en el año con más homicidios de la historia del Uruguay, claramente en eso algo está fallando.
EC Por ejemplo, con respecto a esa comparación en concreto que hizo entre enero 2013 y 2005, lo que está señalando es que en aquel momento la cifra de hurtos en Maldonado fue mayor y sin embargo no hubo la polémica, la discusión, la denuncia que sí hubo en esta ocasión.
FA Y bueno, ¿y cuál es el problema? ¿Cuál es el problema que en realidad se haya dado esta discusión, que además es diferente? Porque como yo le decía y lo dije ayer también, más allá de la cantidad de hurtos a este diputado batllista lo que le importaba no era quizás la situación particular de estos robos taquilleros, sino las consecuencias que podrían llegar a generar en el turismo este tipo de robos, más allá de que haya sacado la denuncia uno o lo haya minimizado. La situación concreta que se dio en el mes de enero fue que un día sí y otro también las noticias sobre estos robos millonarios a magnates en Punta del Este, trascendieron incluso otro país. Esa situación a mí me preocupó siempre y por eso a mí me hubiera gustado que el ministro diera la cara en ese momento y hubiera calmado la situación, bajado la pelota al piso. Es que esa situación de alarma, si se quiere, puede generar, o podía generar o capaz que generó que algunos que pensaban venir al Uruguay dijeran "no, el Uruguay ya no es lo que era, mirá los problemas que están pasando, no vamos". Entonces, por cada turista argentino o del lugar que sea que no venga el que sufre, donde repercute es, evidentemente, en la cantidad de gente que hace la temporada y vive de eso.
EC Para terminar, diputado Amado, otro tema central en la discusión era el de los homicidios, y sobre eso también el ministro Bonomi dio su versión, por ejemplo resaltó que durante 2012 se dio sí una cifra récord de homicidios pero los asesinatos ocurridos ahora, en enero de 2013, fueron seis menos que los que ocurrieron en el mismo mes del año anterior. Y además, destacó que los homicidios vinculados a delitos como hurtos o rapiñas son una minoría si se los compara con los motivados por otras razones, entre ellas los ajustes de cuenta. Sobre ese análisis, ¿cuál es su enfoque, su opinión?
FA Primero que es peligrosísimo lo que está sucediendo en cuanto a la aparición de la excusa ajustes de cuentas para encuadrar un homicidio, porque el ajuste de cuenta hay que manejarlo con mucha delicadeza, con mucha mesura. Es una definición que puede ser muy abarcativa y que además puede ser utilizada de alguna manera para justificar o cerrar casos que en realidad no están cerrados pero por distintas circunstancias, por ejemplo porque se dan en lugares donde hay situaciones de dificultad y de bandas que pelean unas con otras por sus espacios por el narcotráfico, etcétera, puede verse que se puede llegar a justificar algún asesinato, algún homicidio, tomando el atajo del ajuste de cuentas.
El ministro en el último tiempo ha permanentemente incrementado la excusa del ajuste de cuentas, y eso hay que tener mucho cuidado, porque además el ajuste de cuentas tiene la ventaja, la terrible ventaja si se quiere desde el mostrador del Ministerio, que es que la gente, la población, tiene a veces lamentablemente la expresión de decir "bueno, se mataron entre delincuentes, entre ellos, un delincuente menos". Entonces, hay que tener mucho cuidado con esa terminología y con la utilización de esa terminología.
Ahora, sobre lo que usted decía acerca del número comparando este enero con el del año pasado, esa no es la discusión, la discusión es que estamos por encima de un homicidio por día, esa es la discusión, que haya sido 32 o 36 para mí no es la discusión. A mí me parece que hay un piso de homicidios que no lo podemos permitir y que de alguna manera el Ministerio del Interior no ha podido enfrentar, porque no lo pudo enfrentar en el 2012, y arranca el 2013 en enero con, si bien algún homicidio menos, con la misma tendencia de tener por encima de los 30 homicidios por mes. Eso es lo preocupante, no pelear por una cifra más una menos, porque al final del día estamos hablando de vidas, de seres humanos, y a veces hay que tener estómago para entrar en esa discusión.
La discusión para mí se centra, y esa es la preocupación y eso es lo que me parece que el Ministerio del Interior no tiene la sensibilidad como para ponerse firme y generar una autocrítica y tratar de dejarse ayudar, es que en el 2012 no pudo enfrentar el tema de los homicidios y terminó siendo el año con más homicidios en la historia del Uruguay y el 2013 lamentablemente arranca de la misma manera, con la misma tendencia. Entonces, si no se logra por lo menos leer la realidad y tratar de, diría yo, no echarle la culpa a excusas y no buscar las excusas siempre en otro sino en uno mismo, el 2013 lamentablemente puede llegar a seguir los mismos patrones que el 2012, porque empezó de la misma manera.
Eso es lo que hay que cambiar, para eso es que citamos al ministro, nosotros no pretendíamos voltear al ministro, ¡de ninguna manera! Lo dije antes de la interpelación, yo no voy con moción de nada, voy a escuchar al ministro y a generar una instancia donde se genere información, en donde el ministro dé la cara. Por suerte, aunque demoró bastante, ayer estuvo el ministro, me hayan gustado más o menos las respuestas a nuestras preguntas el ministro vuelve a aparecer a dar la cara y eso me parece que siempre es saludable. Y sí creo que vamos a seguir polemizando, espero que el ministro con un nivel de autocrítica mayor de aquí en más, o de sensibilidad, sobre temas que nos importan a los dos, la diferencia es que el ministro se centra en si hay un homicidio más o menos y nosotros nos centramos en que hay más de 30 homicidios, hay uno por día.
EC Diputado, ¿usted quedó conforme con la manera en que la oposición participó del debate de ayer? Porque leo por ejemplo en la crónica del matutino La Diaria: "Amado tuvo que remarla ante la indiferencia del resto de los legisladores de la oposición".
FA Eso es una visión de repente del periodista que estuvo allí y es subjetiva como cualquiera de las percepciones que pueda haber. Yo no sentí eso, yo sentí que después cuando vinieron las fundamentaciones de voto fueron contundentes tanto el senador [José] Amorín Batlle como el diputado [Pablo] Iturralde y como el senador [Sergio] Abreu en cuanto a que no estaban conformes con lo que había sucedido y con lo que habían sido las respuestas del ministro. El participar o no en la instancia corre por cuenta de cada legislador, yo me sentí muy cómodo porque en realidad a mí lo que me interesaba era generar intercambio.
Una cosa que me parece importante es volver a relegitimar el mecanismo de la interpelación, no como un mecanismo que en el colectivo uruguayo por distintas razones, sobre todo por razones de vivencias históricas de la mayoría de la población que vivió otra época, las interpelaciones tenían éxito solo si había consecuencias políticas y si se volteaba un ministro. Bueno, no, la interpelación no es solo eso, es una herramienta para que el Poder Legislativo controle al Poder Ejecutivo y para que el Poder Ejecutivo dé información, el Poder Legislativo también muestre lo que está haciendo y la gente también juzgue y de alguna manera haga el contralor sobre nosotros mismos también.
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