Agronegocios del Plata ve al campo como un "nudo" de asociaciones en las que aprovechar las posibilidades de diferentes establecimientos, explicó Marcos Guigou, uno de sus directores.

El agro en clave de "asociatividad"

Siembra, cosecha, acopio, transporte y más. Desde Dolores, Agronegocios del Plata ve el negocio agrícola como un "nudo" de asociaciones en las que aprovechar y explotar las posibilidades de diferentes establecimientos. "Tenemos la intención o la vocación de generar alianzas para todos lados", explicó uno de los directores de la empresa Marcos Guigou.

(Emitido a las 9.08)

EMILIANO COTELO:
Cuando se habla de innovación en la actividad agropecuaria uno tiende a pensar, por ejemplo, en incorporación de tecnología, en maquinaria más precisa, en semillas cada vez más eficientes.

Pero también puede haber innovación en la gestión del negocio. Y Uruguay ya cuenta con varios ejemplos interesantes surgidos en este boom de la agricultura intensiva que se ha dado en los últimos años.

En ese sentido, un caso interesante es el de Agronegocios del Plata (ADP), que conocimos en agosto cuando estuvimos en Dolores, departamento de Soriano, donde tiene su sede.

Es una empresa chica, fundada en 2003 y que ha basado su crecimiento en la "asociatividad", en el trabajo en redes de empresas, todo un arte en el desarrollo de la inversión agrícola.

Un concepto innovador para el campo uruguayo esto de la "asociatividad", que vale la pena explorar.

Sobre esta experiencia vamos a conversar con uno de los directores de ADP, el ingeniero agrónomo Marcos Guigou.

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Ingeniero Guigou, ¿cómo definen ustedes a ADP?

MARCOS GUIGOU:
ADP se constituyó en marzo de 2003. Como decías en la introducción, el centro de esta empresa es una idea de asociación, primero entre dos familias, una de Argentina y otra de Uruguay, para llevar adelante un negocio en el rubro más tradicional pero con un enfoque muy distinto de lo que se venía haciendo hasta el momento. La innovación está en eso, en recombinar las cosas, en aplicar nuevas formas de hacer viejos negocios, en reinventar permanentemente el negocio. La empresa es muy nueva pero se ha nutrido de la experiencia de dos enfoques de negocios, el mío probablemente mucho más volcado a la producción, como productor agrícola más tradicional, y el de mis socios, que tienen un foco mucho más desde lo comercial. Esa interacción ha sido lo más positivo, y a partir de ahí ha sido una sucesión de nuevos contactos y nuevas interacciones que en el 99% de los casos son positivas.

EC - Ustedes se presentan como un ejemplo vivo del "Mercosur real". ¿Qué quieren decir con esto? ¿Pasa simplemente por el hecho de que en la empresa hay socios argentinos?

MG - Esa es una parte. Tener socios de otros países permite tener acceso a información sobre el negocio en cada uno de los países. En este caso tenemos información de Brasil, Paraguay y Argentina, y ahora probablemente también de Venezuela, porque uno de los integrantes de la empresa está haciendo agricultura o desarrollando negocios en ese lugar. Es una nueva forma de informarse, de tener acceso a mercados. Hoy el valor está en el conocimiento, es una forma distinta de acceder al conocimiento y a la realidad. Tratamos de integrar cada vez más la potencialidad de cada uno de los países del Mercosur en este negocio, y se aprende muy rápido cuando se tiene acceso directo a información de primera línea.

EC - Se ha hablado mucho de la incidencia de los empresarios argentinos en el boom agrícola uruguayo. ¿Se puede decir que en el caso de ADP hay otra modalidad de aporte, que no pasa tanto por la inversión pura y dura sino por la transferencia de know how, por una forma diferente de trabajar?

MG - Sí, ha habido un efecto muy importante, incluso una especie de desborde de productores argentinos hacia Uruguay, que de repente generaron cambios más rápidos que los que se venían generando por el simple referenciamiento. ADP está constituida por técnicos, contadores, empleados, todos uruguayos, lo que se nota cuando mirás la empresa a la interna, tiene una visión muy uruguaya del negocio y de cuáles pueden ser las restricciones y las fortalezas. Pero lo realmente muy fuerte es que uno puede aplicar toda la visión que tiene desde acá, desde lo que está pasando en Uruguay, y complementarla. Por ejemplo, Argentina tiene un tamaño enorme, tiene producciones que impactan en el mercado mundial, ahora también tiene distorsiones grandes en los precios, pero recibe señales más claras del mundo que Uruguay, que a veces parece una isla. Eso ha ayudado a que en nuestro negocio, que compite en casi todos los rubros sin subsidios a escala mundial, en algunos temas nos pongamos más rápidamente competitivos que trabajando aisladamente. Por ahí está el principal cambio.

EC - Vamos a ver con más detalle qué hace ADP, dónde está lo original de esta empresa. Armé una enumeración que quizás ni siquiera sea completa. Para que los oyentes se hagan una idea, ADP es una consultora, da asesoramiento agropecuario, también brinda servicios jurídicos, pero al mismo tiempo planta sus propios granos y los comercializa, administra plantaciones de terceros, da servicios logísticos de acopio de granos, tiene sus silos, sus galpones y su flota de transporte, e incluso da cursos de formación terciaria. ¿Falta mencionar algún servicio?

MG - No, está bastante claro. ADP se formó con una visión y una misión que a veces está en todas las empresas, nuestro foco está en que somos productores originadores de cualquier forma de materia prima agropecuaria en Uruguay; eso es muy relevante porque a veces se pierde el foco. Ese es un nicho en el cual podemos ser competitivos, queremos llegar a tener soja o trigo con la mayor cantidad de innovación en el proceso de producción para llegar al mercado siendo siempre competitivos. De ahí para atrás, participamos en todo el negocio, la forma que vemos positiva para entender el negocio y generar tecnología interesante o poder aplicar cosas es involucrarnos en todos los procesos.

EC - Sorprende la variedad de terrenos en los que están metidos.

MG - En el inicio la empresa es simple y en el final produce productos simples también. Hoy está de moda agregar valor a la producción, nosotros tenemos la idea de que sí hay que agregar valor, siempre y cuando eso no genere una no competitividad en el negocio.

EC - ¿Cuántos empleados fijos tiene ADP hoy?

MG - Hoy estamos en 50 empleados fijos. Es la típica empresa que genera muchísimo derrame hacia otros sectores. Generalmente se ve a la producción de granos como que afecta poco el PBI, pero generamos un mundo de servicios en transporte, en comunicaciones, en una cantidad de cosas.

EC - Mi pregunta era cuál es la clave para poder hacer tanta cosa, en tantas áreas diferentes, con un staff en principio reducido.

MG - Trabajamos mucho, conocemos mucho el negocio en el Mercosur, tenemos señales del Mercosur y del mundo muy rápidas que sabemos interpretar; eso es un valor. Aplicamos muchísimo conocimiento a la gestión, por ejemplo, el tema de tener camiones fue una segunda etapa en estos cuatro años, a mitad de camino decidimos extender el negocio para tener mejor servicio y también para entender por qué era la demanda de las empresas de transporte. Invertimos en nuestros propios camiones pero también invertimos mucho en un sistema de rastreo que nos permite saber dónde están los camiones, adónde mandar para que hagan la menor cantidad de kilómetros vacíos con relación a cargados. El tema principal es sube el combustible y aumentan los costos, a eso no podíamos buscarle ninguna solución.

EC - Si entiendo bien, ustedes montaron su propia flota de camiones como forma de tener un laboratorio para estudiar esa parte de la cadena logística.

MG - Sin duda, nuestros camiones funcionan en la misma forma que los contratados, pero con información fiel de lo que está pasando. Realmente sabemos cuál es el impacto del combustible, y hemos aprendido a ordenar el trabajo de esos camiones para que sea más eficiente. Eso se aplica en todos los órdenes de la actividad, en toda la cadena. Nos parece que al involucrarse en el negocio, al sentirlo más, duele, entonces se buscan soluciones porque le va la vida en cada negocio.

EC - Recorriendo las oficinas de ADP me llamaron la atención dos cosas: por un lado el bajo promedio de edad del personal, y por otro lado la carga de informática y de sistemas de comunicaciones que emplean.

MG - La empresa está desconcentrada, la sede de ADP está en Dolores pero tenemos agrónomos en Melo, en Paysandú, en Young, en toda la zona donde se está haciendo agricultura. Ellos cargan su información de chacras desde sus puestos de trabajo al servidor de la empresa en forma remota. Una de las apuestas ha sido trabajar con gente joven, eso tiene a veces el problema de que no hay demasiada experiencia, pero apostamos a que rápidamente la gente se capacite, sienta que pertenece a la empresa y le agregue la fuerza de la juventud. El promedio de edad estaba en 28 años, hay muchos profesionales trabajando acá.

EC - ¿Qué tipo de profesionales?

MG - Hay nueve agrónomos, hay cuatro contadores, hay gente especializada en marketing; en general esos son los temas principales. Tuvimos un técnico en telecomunicaciones que nos ayudó a desarrollar el rastreo y la conectividad entre las sucursales de la empresa y de los clientes con la empresa, que también es fundamental. Los clientes con los que hacemos agricultura en sociedad con diferentes mecanismos tienen prácticamente en tiempo real la información de los costos de las chacras o de los resultados de los camiones, entrando a la página web. La página web es una herramienta de muchísima utilidad y que usamos mucho para intercambiar información.

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EC - Hablemos de asociatividad. Si entiendo bien, una de las tantas cosas que ustedes hacen es ofrecer el manejo de una chacra con la plantación correspondiente y todo el proceso productivo, por ejemplo una plantación de soja, a alguien que es un inversor pero que no quiere ocuparse de la producción. Esa es una de las tantas líneas de trabajo.

MG - Es absolutamente flexible. Tenemos un conocimiento muy grande de la gestión de la agricultura, de búsqueda de productividad, de resultados, de eficiencia, de cómo producir granos competitivos en el mundo. Pero de repente nos falta tiempo o nos falta conocimiento local o nos falta capital, o hay otros que quieren poner. Las posibilidades de integrarnos en producción están en todo sentido, alguien se puede integrar con un porcentaje de la inversión de la hectárea o puede poner la tierra y no hacer agricultura pero participar en el negocio. Todo eso nos lo permite –por eso la integración entre tecnología y producción– un software muy potente, tenemos un registro absoluto de lo que está pasando en los campos. A partir de eso podemos ser absolutamente flexibles.

EC - A veces la producción se desarrolla en un campo de ustedes, otras veces en un campo arrendado y con una inversión que solamente hacen ustedes, otras veces en un campo que no es de ustedes pero con una inversión que comparten con otros. Hay una variedad de esquemas.

MG - Sí, hay absoluta flexibilidad en la participación de una u otra parte, puede ser a criterio de la otra parte con cuánto quiere participar en el negocio, podemos hacer agricultura por nuestros propios medios, lo hemos venido haciendo en una parte del negocio. Hoy, con la forma como se están dando los números de la agricultura no hay demasiadas restricciones, porque el negocio es bueno, se reinvierte toda la utilidad, entonces la empresa crece sobre la base de una reinversión altísima. Pero lo que vemos es que hay un conocimiento del negocio en el lugar, entonces todo el mundo tiene algo para aportar que agrega valor. Es lo que tratamos de potenciar. Por ejemplo, con la agricultura nos va bien y de repente la ganadería no nos interesa o no parece que compita mucho por las rentas que puede generar la agricultura, sin embargo estamos buscando asociaciones con la ganadería porque en los momentos buenos hay que generar nuevas ideas. Si bien se dice que es en las crisis que se buscan las oportunidades, nos parece que en los momentos en que las cosas van bien hay que plantearse con más fuerza e integrar otro tipo de actividad, pensar en un futuro más diversificado, aunque siempre con el enfoque de que somos originadores de granos, de materia prima agropecuaria.

EC - Para aterrizar con algunos ejemplos, ¿en qué tipo de plantaciones están involucrados, de qué tipo de granos?

MG - En la parte agrícola buscamos la sustentabilidad, el negocio lo vemos en el largo plazo. Hoy tenemos una jornada de trigo, que es un cultivo muy antiguo en Uruguay y sin embargo muy bueno, ayuda mucho a la sustentabilidad, fija anhídrido carbónico, contribuye a mitigar el efecto invernadero, consume agua y eso es menos erosión. Vemos el negocio agrícola como una rotación compleja que tenemos que trabajar varios años. Ese es el primer objetivo, no iríamos a hacer agricultura a un lugar donde solo pudiéramos hacer soja, por ejemplo, que es una de las cosas que uno ve en la prensa. Nuestras dotaciones son muy complejas, con maíz, sorgo, girasol, soja, cebada y trigo, buscamos tener alto uso del recurso suelo y del agua que cae y una sustentabilidad a través de los años. Sobre la base de ese criterio podemos desarrollar todo tipo de asociaciones con gente que tiene la tierra y no tiene el conocimiento o no tiene el capital para hacer agricultura o que tenga la tierra y el capital o que quiera poner algún servicio, por ejemplo de maquinaria, o cualquier servicio que podamos utilizar. De repente hay gente que tiene camiones y busca un negocio un poco más estable en el año; también para eso podemos tener soluciones.

EC - Está claro que los abogados y los escribanos tienen mucho trabajo en ADP, están firmando contratos de muy distinto tipo permanentemente.

MG - Sobre todo los escribanos. Una empresa moderna como esta la concebimos como un nudo de contratos. Tenemos la intención o la vocación de generar alianzas para todos lados, de conocer potencialidades de los socios, de los que estamos vinculados, y eso lo reflejamos en contratos. Nuestros contratos siempre son escritos, está claro que la confianza está detrás de todo, pero trabajamos mucho sobre los contratos para establecer las cosas y no tener que entrar después en temas más complicados. Por eso trabajamos mucho con escribanos, nos tomamos mucho tiempo cuando hacemos cosas nuevas para encontrar nuevas fórmulas que escriban lo que estamos haciendo. Sin duda esta empresa es un nudo de contratos.

EC - ¿En qué departamentos del país están operando?

MG - En el litoral desde Colonia hasta Paysandú y algo en Salto, después en Tacuarembó, Rivera, algo en Cerro Largo, en Flores, en San José. Y estamos comprando cosecha en Rocha, en el este.

EC - Otro ejemplo interesante de la asociatividad que llevan adelante son los cursos de posgrado. Están asociados con la Universidad de Buenos Aires en un programa que lleva el nombre de Alta Dirección en Agronegocios y Alimentos. ¿Cómo es esto?

MG - Esa es de las cosas que vienen de la integración. Los socios de Argentina tenían un poco más de experiencia en eso, por segundo año estamos haciendo un posgrado con gente de la empresa y gente externa.

EC - El posgrado se dicta ahí en Dolores.

MG - Se dicta aquí en Dolores, es presencial, pero tenemos la posibilidad de hacer videoconferencias, tenemos una sala preparada para eso. Son cosas que están en la visión de la empresa. Cuando nos mudamos a este lugar, el espacio no sobraba pero decidimos hacer una sala de capacitación y la usamos mucho más de lo que pensábamos de manera optimista.

EC - ¿Cuánta gente ha pasado por estos cursos de posgrado?

MG - Vamos a completar 50 personas este año, entre los dos años. Después hay todo tipo de actividades, desde uso de plaguicidas, seguridad de aplicadores, temas ambientales, temas de la comunidad, hemos tenido charlas desde Harvard por videoconferencia. Eso es parte de la visión, pensamos que en el conocimiento está la clave competitiva del futuro, en gente capacitada, la gente que trabaja en la empresa es la clave de la empresa. Y la gente que trabaja alrededor, que no depende directamente, tanto clientes como proveedores. Pensamos que extender la capacitación a los clientes es fundamental, genera nuevos negocios y es muy bueno porque nos integra mucho, nos ayuda a conocer la forma de pensar de cada una de las partes. Eso baja enormemente los costos en las transacciones y genera ambientes mucho más positivos que las simples negociaciones y los conocimientos para cerrar un negocio concreto. Ha sido muy interesante.

Otra referencia, cuando hicimos por primera vez este curso estábamos encarando la inversión en camiones. Y la compra de este curso, la organización, nos costaba más o menos lo mismo que un camión. Fue una decisión un poco fuerte: ¿compramos otro camión o invertimos en esto? Estamos absolutamente satisfechos con el resultado, pero son de esos momentos que marcan.

EC - ¿Hay otras empresas en Uruguay operando en este modelo de ADP? No debe de ser un invento de ADP, pero ¿cuán extendida está esta forma de trabajar?

MG - En general se está aplicando, Uruguay en general desconoce bastante la cantidad de tecnología que se está aplicando en el agro. Esta posibilidad de hablar por la radio de repente es un camino para que la gente conozca más lo que se puede hacer, la potencialidad y la posibilidad de integrar. Hay empresas que están trabajando con mucha tecnología. Exactamente con este perfil probablemente no, pero en Dolores tenemos la suerte de tener varias empresas muy pujantes en el sector agronegocios y exportación, empresas muy grandes, con trayectoria, que tienen perfiles distintos, complementarios, pero que también están basando su competitividad en un uso fuerte de tecnología. Probablemente no exactamente del mismo modo que nosotros, pero es una forma que va avanzando mucho.

EC - Otra faceta de ADP que nos llamó la atención en la visita fue el Centro de Acopio y Reciclado de Envases Fitosanitarios. ¿Qué es y cómo forma parte del paquete?

MG - Hoy ADP tiene asociaciones para todos lados. Esta es una asociación que hicimos con la Cooperativa de Dolores, que se llama CADOL, hace dos años, para instalar un centro de reciclaje de envases de agroquímicos, que exigen un sistema de triple lavado. Eso evita que haya producto residual en los bidones. Luego se depositan en un lugar, de donde son retirados y llevados a un lugar que la Dirección Nacional de Medio Ambiente ha autorizado como bueno, donde no producen impacto. Es el primer centro privado que hay en Uruguay, y en parte es una respuesta, nos damos cuenta de que la agricultura actual es más intensa que lo que se hacía antes, usamos más productos químicos; también generamos mayores producciones, hay efectos positivos y negativos. Hay que tratar de trabajar en los temas complicados para mejorar.

EC - ¿Cualquier productor puede remitir estos envases al Centro de Acopio?

MG - Sí, cualquier productor, de hecho hemos recibido muchos envases, camiones de envases de Young, zona donde se está por hacer ese tipo de cosas pero todavía no se han desarrollado. Cuando hay problemas hay que hacer cosas, buscar, este es un ejemplo. También es un ejemplo de asociación.

Ahora tenemos una asociación para promover el uso de material genético de trigo con INIA. ADP, otra empresa privada y la Asociación Agropecuaria de Dolores hicieron un consorcio para promover el uso de esa variedad. Las asociaciones son pan de cada día en la empresa.

EC - ¿Algún plan que tengan ahora entre manos?

MG - Tenemos varios. Pensamos integrarnos en la parte de producción de carne, con diferentes mecanismos, directamente con un cliente con el que estamos haciendo cosas. Hacemos agricultura en su campo, tiene mucha ganadería, entonces estamos generando más producción de materia seca en esos campos para que aumente la ganadería aunque ocupe menos espacio. Y de ahí para adelante tenemos un montón de proyectos de muy cercana concreción.

Estamos incursionando en la exportación de harina, ya que uno de nuestros principales commodities es el trigo. Estamos desarrollando o pensando en algunas cosas con la Universidad, aparte del posgrado. Siempre tendiendo a tener más gente capacitada en la zona. Un tema que tenemos como restricción es que Dolores es una ciudad chica en la que a mucha gente no le gusta vivir, pero la gente vive aquí, tiene su centro. Tenemos un plan para generar más personas capacitadas para el futuro de la empresa y para que se integren y se sientan cómodas viviendo aquí.

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Edición: Mauricio Erramuspe